Cuando Hayley se despertó a la mañana siguiente, se sintió aliviada de haber dormido toda la noche, sin más incidentes ni pesadillas.
Por otro lado después de pasar la noche en la mansión, el profesor McCoy le dijo a Scott que tenía algo que enseñarle, así que salieron. Cuando estaban afuera, puso algo en su mano.
"Los lentes están hechos de cuarzo rubí que tengo por ahí. Deben ser capaces de refractar tus haces ópticos y mantenerlos dentro de sus propios campos vectoriales. Pruébatelos." Hank le tendió los lentes. "De acuerdo, adelante."
Scott agarró los lentes y fue a quitarse los vendajes, pero Hank lo detuvo. "Espera. Espera. Lo siento, no." giró a Scott hacia un lado. "Bueno."
"¿Ahora?" Scott preguntó inseguro.
"Sí, estás bien." Hank asintió enseguida.
"Bien." Scott se puso los lentes y luego abrió los ojos. Todo estaba rojo pero podía ver de nuevo. "Whoa. Puedo ver. Gracias. Profesor, gracias. Eres un genio."
"No, yo... no soy profesor. Desearía serlo." Hank susurró.
Scott miró hacia otro lado y vio a dos chicas sentadas debajo de un árbol, una tenía el pelo rojo y la otra tenía el pelo castaño. Ambas eran guapas, pero había algo en la chica de pelo oscuro que le llamó la atención. "¿Quiénes son?"
Hank siguió la mirada de Scott. "Creo que ya las conociste a ambas, una de ellas, la de cabello oscuro es Hayley Xavier... Te topaste con ella cuando llegaste."
"Espera, ¿esa es ella?" Scott interrumpió a Hank. "¿La hija del profesor?"
"Sí, ¿por qué?" Hank frunció el ceño.
"Alex puede haberla mencionado." dijo Scott sin decir la verdad de lo grosero que habia sido con ella. "¿Quién es la otra chica?"
"Jean Grey. Ve y diles hola." Hank empujó a Scott un poco antes de regresar a la mansión.
Scott se dirigió a las chicas a paso lento, y cuando llego a ellas tomo impulso de hablar. "Hola."
Ambas miraron hacia arriba.
"Hola." Jean saludo primero.
"Puedes ver." Hayley dijo entonces sonriendo.
"Sí. No es tan malo como pensé aquí." Scott se encogió de hombros mientras algunos estudiantes caminaron cerca de ellos. "Monstruos." dijo uno de ellos a los otros. "Alguien debería advertirle a ese chico nuevo."
"Todavía me tienen miedo." Scott susurro antes de alzar la voz en dirección de los estudiantes. "¡Oye, ahora tengo lentes especiales!"
"No te tienen miedo a ti, tienen miedo de nosotras." Jean le dijo a Scott. "No eres el único que no puede controlar por completo tus poderes."
"Espera, entonces... Anoche, cuando la casa tembló... ¿Esa fue una de ustedes?" Scott preguntó mirando a ambas chicas.
"Perdón por decírtelo, pero no eres el monstruo más grande de ésta escuela." Hayley se encogió de hombros.
"Bueno. Es la primera vez." Scott murmuró.
"Hayley fue quien sacudió la casa." Jean dijo haciendo que Scott mirara a Hayley que solo le sonrió.
"Mis poderes pueden ser un poco impredecibles de vez en cuando." ella le dijo.
"Empieza diciéndome cómo..." Scott pidió sentándose con ellas cerca del árbol.
Cuando Jean y Scott fuero a su primera clase del día, Hayley paseaba por los pasillos, ya que estaba libre la primera hora. Ella buscó en la mansión usando su telepatía siguiendo la mente de su padre. Encontrandolo cerca de su oficina hablando con Hank y Alex.
"¿Vas a su oficina?" Alex le preguntó a Charles.
"¿De quién es la oficina?" Hayley preguntó acercándose a ellos.
Charles la miró con una sonrisa, obviamente tratando de evitar discutir la conversación en la que había entrado. "Hayley, ¿qué estás haciendo hoy?"
"Si te vas de la escuela, ¿puedo ir contigo?" Hayley preguntó con esperanza, con una gran sonrisa suplicante en su rostro.
Charles la miró con un pequeño ceño fruncido. "Hayley..."
"He estado encerrada por meses. Y no tengo clases ahora, así que por favor." Hayley pidió agarrando el brazo de Charles. "Me comportare. Me sentaré y escucharé. Lo prometo."
Charles suspiró mirando a Alex quien se encogió de hombros. Charles miró a Hank, quien asintió ligeramente con la cabeza hacia adelante. Charles luego miró hacia Hayley. "Está bien, mientras te comportes."
Hayley asintió enseguida. "Por supuesto. Entonces, ¿a dónde vamos?"
"Veremos a alguien sobre el temblor que recorrió el mundo anoche." Charles le respondió. "El temblor comenzó en El Cairo y alguien que lo vió regresó a los Estados Unidos hoy."
"¿Quién es?" Hayley preguntó con curiosidad.
Charles vaciló, mirando a Hank antes de mirar a Hayley. "Agente Moira McTaggart."
Una amplia sonrisa apareció en la cara de Hayley y tan pronto como Charles la vio comenzó a dirigirse hacia el garaje. No sin antes señalarla cuando pasó junto a ella. "Debes comportarte, recuérdalo."
Hayley continuó sonriendo pero negó con la cabeza. "No iba a decir nada."
Hayley rio levemente ante el tinte rojo de las mejillas de su padre y compartió una mirada divertida con Alex y Hank mientras todos siguieron a Charles. "¿Así que vamos a ver a Moira? Nunca te he visto coquetear antes." dijo con una sonrisa burlona en la cara.
"Hayley, estás caminando en una línea muy fina si quieres venir con nosotros." Charles respondió, con una sonrisa en su rostro también.
"Está bien. No voy a decir más." Hayley comentó. "Bueno... en realidad tengo curiosidad. ¿Con qué empiezas? ¿Una cita romántica? ¿Una tesis? ¿O es que..."
"¡Hayley!" Charles reprendió antes de mirarla. "¿Vas a hacer esto todo el camino?"
Hayley no respondió, solo sonrió, lo cual no lo tranquilizó.
Charles la estudió antes de sacudir la cabeza y continuar hacia el garaje. En el garaje, Hank hizo una pausa ya que no iría con ellos. Les dió su buena suerte y adiós antes de regresar a la escuela.
Alex eligió un auto adecuado para tomar y tanto él como Hayley ayudaron a Charles a sentarse en el asiento delantero del pasajero. Alex luego se sentó en el asiento del conductor mientras Hayley se subió a la parte de atrás detrás de Charles. Se abrochó el cinturón de seguridad, pero luego se inclinó hacia adelante para asomar la cabeza por el medio mientras arrancaban el automóvil, saliendo del garaje y bajando por el camino de entrada.
"Entonces, ¿dónde estamos encontrando a la agente McTaggart? No la estamos buscando al aeropuerto, ¿verdad? Porque si lo hacemos deberíamos haber traído a Miranda." Ella comentó con una sonrisa en su rostro.
Notó que Charles miró hacia Alex cuando salieron a la carretera principal. "¿Es demasiado tarde para dejarla atrás?" Charles comentó con una sonrisa.
Alex rápidamente miró a Hayley quien lo miraba significativamente antes de volverse hacia Charles para responder. "Creo que ella nos seguiría de todos modos."
Charles se rio pero estuvo de acuerdo.
"Entonces, ¿dónde la encontramos?" Hayley repitió su pregunta, más en serio esa vez.
"Oficina de la CIA." Charles respondió.
"¿Y cómo vamos a ingresar a la oficina de la CIA? ¿No necesitas un permiso especial para ingresar allí?" Hayley cuestionó.
"Normalmente, pero no somos personas normales." comentó Charles en respuesta.
"Vas a hacer un truco mental otra vez, ¿no?" Hayley sonrió con su respuesta a cualquier problema como ese. Tener control sobre la mente era útil a veces.
Charles solo se rio entre dientes en respuesta, pero no dijo nada más.
La oficina de la CIA toma un tiempo para llegar. Tanto de hecho que Hayley se durmió. Ella se despertó de un fuerte grito dentro de su cabeza. '¡Hayley!'
Ella saltó alerta golpeándose la cabeza en el asiento delantero que ahora estaba vacío. Se puso una mano en la frente y luego miró hacia donde Alex y Charles estaban al lado del auto, mirándola sonriendo y parcialmente riéndose por parte de Alex. Ella gimió y abrió la puerta. "Dios, ese fue un largo viaje. Será mejor que seas increíble con Moira."
Alex sonrió mientras Charles respondió casi instintivamente "Compórtate Hayley."
"Sí señor." dijo Hayley enderezándose y secándose la sonrisa de su rostro. O al menos haciéndolo menos obvio, pero aún allí.
Caminaron por la habitación principal con bastante facilidad. No tenían que hacer nada. Entrar en el ascensor fue un poco más complicado. Charles se llevó la mano a la cabeza para usar su poder cuando Hayley le puso una mano en el hombro. "¿Puedo?"
Charles sonrió y asintió. Él agitó su mano para que ella siguiera adelante.
Hayley llevó la mano a la cabeza. Se centró en una persona en particular y luego hizo un barrido general. El barrido general hizo que los cerebros del resto de la sala esencialmente ignorasen el hecho de que sus ojos les estaban diciendo que los tres estaban allí. El hombre individual se acercó a ellos, bajo el control de Hayley y pidió el ascensor él mismo. Cuando llegó el ascensor, despidió al hombre haciéndolo volver a su trabajo, incluyéndolo en el barrido general mientras los tres daban un paso al volante o entraban en el ascensor.
Cuando las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a subir Hayley dejó el truco en la mente de los que estaban en la sala principal. Miró a Alex quien le sonrió alegremente y luego a Charles que tenía una expresión inmensamente orgullosa en su rostro.
"Eso fue bueno Hayley." Charles comentó con orgullo, ganándose una sonrisa de su hija.
"Entonces, ¿no has visto a Moira en todos estos años?" Alex preguntó de repente.
"No." respondió Charles.
"¿Ni siquiera a través de Cerebro? ¿Nunca la has buscado?" Alex cuestionó casi incrédulo.
"No." respondió Charles demasiado rápido. "¿Por quién me tomas? ¿Algún tipo de pervertido?"
"Sí la buscaste." Hayley corrigió compartiendo una mirada con Alex. "Lo atrapé haciéndolo, cuando estaba distraído."
"De acuerdo, sí, lo hice. Una vez. Bueno... dos veces. Pero eso es todo. Solo quería mirarla... eh, revisar que estuviera bien." Charles tartamudeó intentando ser descarado.
"¿Por qué nunca hablaste con ella otra vez? ¿Te arrepientes de haber tomado sus recuerdos?" Alex preguntó con curiosidad.
Charles suspiró. "Cuando la vi por última vez, los mutantes seguían siendo relativamente desconocidos. Borré su mente de todos los recuerdos de nosotros. La playa, Cuba, todo ese tiempo. Pensé que sería más seguro y mejor para ella."
"¿Y para ti?" preguntó Hayley bastante tranquila.
Charles miró a Hayley con una mirada triste en sus ojos. "No importaba si era mejor para mí."
Las puertas se abrieron y Charles abrió el camino con Alex y Hayley. La sala estaba llena de gente trabajando y Hayley sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que uno de ellos los descubriera y les dijera que se detuvieran.
"Todos tomen un descanso." Charles llamó y de repente todos dejaron de moverse congelados como estaban. Hayley descubrió que un hombre estaba atrapado vertiendo una taza de té. Se alejó rápidamente de Charles y Alex, que se detuvieron y la miraron confundidos, y tomaron la tetera de la mano del hombre, mirando a Charles con una mirada desilusionada. Él habría seguido vertiendo el agua y terminando quemándose la mano si no lo hubiera hecho.
Charles asintió. "Gracias Hayley. Parece que ver a Moira distrae un poco mi mente. No lo vi."
Hayley se reunió rápidamente con ellos cuando Charles giró hacia la oficina del agente McTaggart y llamó a la puerta. Cuando Moira McTaggart les pidió que ingresaran, lo hicieron. Cuando Charles entró, habló mientras se acercaba a su escritorio. "Moira McTaggart. Qué hermoso... qué maravilloso verte de nuevo, es decir, por primera vez."
Hayley se rio en su cabeza de lo nervioso que estaba siendo su padre cuando ella y Alex entraron y cerraron la puerta detrás de ellos, y la conmoción regresó a la normalidad afuera. 'Sigue y te desmayarás en poco tiempo'. le dijo ella a Charles cuando se movió siguiendolo.
Charles la miró con una mirada. 'Hayley. Ahora no.'
Hayley hizo un gran esfuerzo para mantener una sonrisa en su rostro, pero una pequeña parte de ella aún se escuchaba.
"Lo siento. No me he presentado. Soy..." Charles comenzó cuando Moira se levantó de su silla para darle la mano.
"Charles Xavier. Sé exactamente quién eres."
"¿Lo haces?"
Hayley pudo ver la ráfaga de emociones a través de los ojos de su padre, su pánico y miedo a que ella recordara contrastaran con su esperanza y la alegría de su recuerdo.
"Por supuesto que sí. He leído todos sus documentos sobre mutantes. Creo que son increíbles. Es un honor conocerte finalmente." Moira continuó, sin darse cuenta del alivio y la decepción en la cara de Charles por el hecho de que no podía recordar.
Fue entonces cuando Charles notó la foto que estaba detrás de su escritorio. "Tienes un hijo."
El corazón de Hayley se dirigió instantáneamente a Charles. Mientras la había tenido en su corazón por tanto tiempo, ella no podía recordarlo para hacer lo mismo y entonces ella había hecho lo que todos hubieran hecho. Ella había seguido con su vida.
Moira miró hacia atrás a las fotos. "Oh sí."
"¿Él... um tiene un marido... um... tienes un marido?" Charles tropezó, sus emociones y el hecho de que estaba una vez más frente a Moira haciendo que su cerebro funcionara incorrectamente.
"Um. Solía tenerlo. Desafortunadamente, este trabajo significa que no siempre puedo llegar a casa a tiempo para la cena."
Hayley miró a Charles y le dio una palmada en el hombro por la felicidad en su rostro. 'No te pongas tan feliz con su matrimonio fallido.'
Charles tosió levemente y arregló su cara. "Um, este es mi colega Alex Summers..." comenzó y se detuvo para permitir que Moira y Alex se dieran la mano antes de continuar. "Y esta es mi hija, Hayley Xavier."
Hayley estrechó la mano de Moira.
"Es bueno conocerlos a todos. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?" Moira preguntó.
Charles abrió la boca para hablar, pero una sola mirada de Moira hizo que volviera a cerrar la boca.
Hayley puso los ojos en blanco ante la obvia sensación de que Charles le estaba permitiendo controlarlo. "Estamos aquí para preguntarle qué pasó ayer en Egipto."
Moira se enderezó. "Me temo que eso es confidencial. Y, no quiero ser grosera, pero... ¿Cómo llegaste aquí?"
Esa vez, Charles no titubeó cuando sonrió a medias. "Tengo autorización de nivel cinco."
Moira instantáneamente se volvió aún más amigable y sacó un archivo del armario. Ella se volteó y lo dejó sobre su escritorio. Abrió el archivo y esparció algunas fotos de una colección de hombres.
"Desde que el mundo se enteró de los mutantes en el 74. Ha habido grupos, casi de culto, que creen que los mutantes existieron hace muchos años. He estado rastreando a este grupo en particular." Moira explicó. "Han estado buscando evidencia y han ido al antiguo monumento después del antiguo monumento para encontrarlo."
"Y lo encontraron en El Cairo, supongo." Alex comentó, mirando las imágenes que Moira había colocado de diferentes monumentos antiguos.
"Bueno, ciertamente encontraron algo. Se llamaban a sí mismos, Ashir En Sabah Nur, llamados así por un ser antiguo y poderoso que creían que era el primero del mundo." Moira respondió.
"¿El primero del mundo?" Hayley preguntó, para obtener una aclaración.
"El primer mutante del mundo." Moira se corrigió.
"Pensé que los mutantes no evolucionaron hasta este siglo." Alex comentó, frunciendo el ceño confundido.
"Esa es la teoría común. Pero, estos tipos creen que el primer mutante nació hace decenas de miles de años. Este ser es descrito como todopoderoso y que tenía el control total del mundo. Esta roca data del hombre de nuevo a antes de Cristo y estos cultos creen que resucitará." explicó Moira, colocando más fotos de un triángulo dorado con jeroglíficos tallados.
"Seguramente no puede haber sobrevivido tanto en incógnito." Alex discutió casi con incredulidad. "Es prácticamente imposible en este día y edad."
"O sobrevivió tanto tiempo, según la edad." asintió Hayley con la cabeza.
"Bueno, de acuerdo con estos jeroglíficos creen que tenía la capacidad de transferir su conciencia de un cuerpo a otro. Y cada vez que estaba cerca de la muerte simplemente tomaba un nuevo cuerpo más joven. Es posible que algunos fueran humanos, pero otros eran mutantes, lo que le permitió tomar sus poderes acumulando diversas habilidades a lo largo de los años." explicó Moira, sus manos apuntando a varias áreas de los jeroglíficos mientras explicaba lo que decía.
"Un mutante todopoderoso." resumió Charles como lo primero que había contribuido a la conversación.
"Exactamente. Y no solo eso, donde sea que estuviera este ser, siempre tenía cuatro seguidores principales, leales a él. Esos le servirían lealmente y lo protegerían en caso de que se presentara una situación peligrosa. A cambio, les infundía poderes." Moira continuó en serio, su expresión fácilmente decía que creía que esto era posiblemente cierto.
"Como los cuatro jinetes de Apocalipsis. Podrían haberlo obtenido de la Biblia." Alex comentó.
"O la Biblia lo obtuvo de él." Moira sugirió, encogiéndose de hombros.
"¿Pero por qué o cómo volvería?" preguntó Hayley, sus ojos buscando entre las fotos, tratando de memorizar las imágenes.
Moira suspiró. "Todos los jeroglíficos dicen que dondequiera que va, donde sea que se mueve, dondequiera que controla, eventualmente termina en destrucción y caos. Derrumbaría sociedades enteras, haría extinguir especies enteras. Una parte era altamente específica. Establecía que limpiaba la tierra, despejándolo para el próximo grupo de reyes y reinas. Si regresó hoy o cuando ese temblor pasó por la Tierra, para limpiar el mundo..."
"Él provocaría el apocalipsis." Hayley comentó, dándose cuenta de lo que Moira estaba tratando de decirles, pero también recordando la pesadilla o la visión lo que había visto la noche anterior.
"El fin del mundo." Charles estuvo de acuerdo.
Charles y Hayley se miraron con preocupación, ambos pensando en la pesadilla de Hayley la noche anterior. No había sido solo una pesadilla, debió haber sido una visión poderosa, algo que ella sintió incoscientemente.
'¿Podría ser?...' preguntó Hayley un poco temerosa.
'No lo sé. Si hay un mutante por ahí, Cerebro lo encontrará.' Charles le respondió antes de voltearse hacia Moira. "Puede haber una forma de que obtengamos aún más información, posiblemente una confirmación al respecto, pero sí es necesario que vayamos a mi escuela. ¿Deseas unirte a nosotros?"
Moira hizo una pausa por un segundo, obviamente pensando en eso antes de asentir. "Sí, déjenme informarle a mi jefe que voy a salir al campo. Solo tardaré un minuto. No duden en esperar aquí."
Charles asintió. "Lo harémos."
Moira se fue rápidamente, cerrando la puerta detrás de ella. Casi inmediatamente después Hayley sintió un dolor agudo en el pecho, donde estaba su corazón, como si algo hubiera sido atravesado por él. Ella abrió la boca, su mano volando hacia el área. El dolor casi la paralizó cuando sus piernas se doblaron y la dejaron caer de rodillas. Ambas manos ahora estaban agarrando su pecho. Sus ojos llorando por el dolor. La única vez que había sentido un dolor de esa magnitud fue cuando su compañera de clase Etta estaba muriendo.
Tanto Charles como Alex se movieron hacia ella.
"¡¿Hayley?!" Charles gritó alarmado. Alex se acercó más a ella, y le puso una mano en la espalda y con otra le agarró sus brazos, tratando de alejarlos de su pecho.
De repente, el dolor en su pecho se desvaneció, pero lo que siguió fue mucho peor. El dolor no fue físico. Fue mental. Tristeza, miedo, odio, ira y devastación. Ese dolor era mucho más paralizante, obligando a las lágrimas que acababan de acumularse a derramarse y caer por sus mejillas en ríos. No escuchó a Charles llamar a Alex para que lo ayudara desde su silla de ruedas, al piso para estar al lado de ella.
'Hayley... Hayley' La voz de Charles llamó a través de su dolor. 'Cariño... sé que duele. Puedo sentir el dolor. Intenta calmarlo... Por favor... Hayley.'
Ella no podía. El dolor era muy intenso. Pero de alguna manera sabía que no era suyo. Venía de otra persona. Ella necesitaba apagarlo. Ella necesitaba apagar esa parte de su mutación. Solo lo había apagado dos veces antes.
'Por favor ayúdame... Tengo que apagarlo.' Hayley le pidió fuertemente a su padre.
Sintió los dedos de Charles a los lados de sus sienes, intentando deslizarse en su propia mutación, para controlar su cabeza. Ella sintió su reconfortante presencia en su mente, calmando el dolor. Y justo cuando su sedante cubrió el dolor y su mente comenzó a cerrarlo, una esencia apareció en su cabeza. Una presencia familiar.
Erik Lehnsherr. De ahí venía el dolor.
El dolor había desaparecido, pero se sentía tan cansada y agotada que su visión se oscureció incluso con las llamadas de su nombre tanto de Charles como de Alex.
