El campeón del pueblo, el campeón de Copper
OrigENEs
[REINICIO DE SISTEMA…]
[INTEGRACIÓN DE PIEL-SINTÉTICA A SENTIDO-DEL-TACTO: 100%]
[INTEGRACIÓN DE CAJA-DE-VOZ: 100%]
[INTEGRACIÓN DE COMPONENTES INTERNOS: 100%]
[INTEGRACIÓN DE RASGO-DE-PERSONALIDAD (ADORABLE-IDIOTA): 100%]
[SENSORES ÓPTICOS: 100%]
[SENSORES AUDITIVOS: 100%]
[REINICIO DE SISTEMA COMPLETADO]
[ESTÁS VIVO DE NUEVO]
[IDIOTA]
Su visión del mundo regresó tras tener visibles esos mensajes.
Parpadeó ligeramente para acostumbrar su nuevo visor a la luminosidad del entorno (aunque de por sí este debía adaptarse de forma automática, por lo que esa acción sobraba).
Una vez terminado su "ritual despertino", se dio cuenta que en frente suyo tenía una niña humana de aparentes 10 años.
Y esta lo observaba con una mirada de fascinación, cosa que lo incomodó un poco.
También le pareció extraño no recordar nada fuera de que iba a ser desensamblado, pero no le dio mucha importancia.
– emm ¿hola? – saludó algo inseguro de cómo debería reaccionar, para entonces ahuecar los ojos cuando se dio cuenta de que podía hablar.
No pudo evitar retroceder ligeramente intimidado cuando la niña soltó un muy agudo chillido.
– ¡lo hice! ¡lo hice lo hice lo hice lo hice lo hice! – exclamó con gran felicidad la niña.
– ¡sí! ¡lo hiciste! – respondió el dron – pero… ¿qué fue lo que hiciste? – eso hizo que la pequeña se detuviera.
– oh si, lo siento – se disculpó con algo de vergüenza – ¡lo que hice fue repararte! ¡ahora eres un nuevo dron trabajador! –
– oh, genial –
– ¿eso es todo? – una nueva voz femenina se oye.
Girándose hacia la puerta del lugar, logra ver a una dron albina con coletas y un traje de sirvienta.
– te dicen que acabas de tener una segunda oportunidad en la vida ¿y tu única respuesta es "genial"? – pregunta con el ceño fruncido, poniéndolo nervioso.
– emm, bueno… –
– déjalo J, recién acaba de iniciarse, dale un respiro – regaña la humana.
– cuando yo acababa de iniciarme fui mucho más respetuosa – se quejó la ahora identificada como J mientras se cruzaba de brazos y desviaba la mirada.
– perdónala, J es digamos… muy "apasionada" con las reglas y la etiqueta – se disculpa la niña.
– oh, emm, no te preocupes, igual fue mi culpa por ser irrespetuoso – responde el dron masculino – probablemente por eso me mandaron a desensamblar en un inicio jeje –
Quizás fue por eso o por otra cosa, no lo recordaba.
Notó que la niña se le quedó mirando un momento con la ceja alzada, y eso le hizo pensar que quizás no le gustó lo que dijo.
– oh, lo siento ¿dije algo malo? Biscuits – dijo lo último sin darse cuenta por el susto momentáneo, que pasó rápidamente a confusión ante la palabra que usó.
Se sintió tan natural que era antinatural, si acaso eso tenía sentido.
Por suerte para sus nervios la humana cubrió su boca para tapar una ligera risa, mientras la dron lo miraba con una ceja digital alzada.
– ¿en serio Tessa? –
– ¿qué? Pensé que sería un buen detalle – se defendió la humana, ahora identificada como Tessa.
J sólo rodó los ojos en respuesta.
– muy bien – continuó la niña – ahora debo decidirte un nombre – anunció mientras lo señalaba de forma dramática.
– ¡genial! ¡un nombre propio! – dijo emocionado.
– muy bien, tu nombre será… ¡T! – declara con su dedo índice señalando al techo.
El ahora denominado T aplaudió alegremente, mientras J le daba una mirada plana a Tessa.
– empiezo a creer que tienes un complejo – comentó la albina.
– ¿q-qué? –
– le programaste para decir "biscuits" igual que tu primo, e incluso lo estás llamando con su misma inicial… ¿qué más quieres que piense? –
– b-bueno… – dijo nerviosa la pequeña – ¡e-entonces será "K"! – anuncia creyendo que era más apropiado.
– hay muchas personas que al reír pronuncian "ka" en lugar de "ja" – señala la dron de coletas.
– ¿"O"? –
– causará confusiones con demasiada facilidad –
– ¿"Bi"? –
– ¿en serio quieres decirle a alguien "tú eres Bi"? –
Ante eso la niña se quedó callada, y entonces cerró los ojos para pensar.
Él era su primer proyecto logrado por su cuenta, sin supervisión de Tobías, reparado con los conocimientos y experiencia de cuando ayudó a reparar a V.
Tenía que darle un nombre que fuese especial.
Pensó entonces en su apellido, aquel que compartía con su primo.
"Kenton".
Kenton.
Ken-ton.
Ken.
En.
Abrió los ojos, como si la respuesta hubiese sido entregada por una intervención divina.
– ¡muy bien! ¡Está decidido! – grito de repente, causando que ambos drones dieran un salto.
Estuvo callada por un par de segundos pensando, por lo que era de esperarse.
Señaló entonces al dron masculino con su dedo, mientras su mano restante se colocaba en su cadera.
– ¡tu nombre será… N! – declaró de forma dramática.
– ehhhh… –
– ¡cállate J, ese lo mantengo! – exclamó de forma testaruda.
El dron masculino quedó ligeramente confundido ¿cuál era el nombre al que debía responder ahora?
– entonces N, déjame darte la bienvenida al mundo de los activos – dijo Tessa, indirectamente aclarando su confusión.
– genial, muchas gracias –
– muy bien, ahora… oh, espera, tengo que asegurarme de otras cosas – se interrumpió a sí misma, y entonces levantó 3 dedos frente al dron – dime ¿cuántos dedos ves? –
– uh ¿hablas de los que veo en tu mano, o de los que levantaste? –
– los que levanté – rió un poco ante su torpeza.
– idiota – murmuró J desde donde estaba.
– oh, pues veo 3 ¿por qué la pregunta? –
– quería asegurarme de que tu visor funcione bien – asintió para sí misma – ahora ¿puedes levantarte? –
Más que responder verbalmente, el dron masculino miró la mesa sobre la que estaba sentado y con cuidado empezó a mover las piernas, tratando de no tirar alguna de las herramientas o materiales que seguían encima.
Finalmente pudo bajar y ponerse de pie en el suelo.
– fabuloso, parece estar funcionando correctamente – murmuró feliz la humana.
N miró alrededor la habitación en la que se encontraba, y sus ojos virtuales se encontraron con un espejo no muy lejos.
Guiado por su curiosidad, se acercó y pudo ver mejor su nuevo aspecto.
Lo primero que notó ¡tenía un traje elegante! Y se veía sorprendentemente bien en él, al menos en su opinión.
También notó que ahora tenía cabello blanco, lo cual también era bueno, pero el traje se llevó la mayor parte de su atención.
Sin embargo, un zape en la nuca lo devolvió a la realidad.
– reacciona tonto-bot – le reclamó J.
– J, no seas tan dura con él, acaba de ser reactivado – la regañó Tessa mientras el albino se sobaba la zona golpeada.
– hmp – la mencionada se cruzó de brazos.
– bueno N, ven con nosotros, te mostraremos la mansión y te contaremos cuáles serán tus labores aquí –
– claro, adoro hacer cualquier cosa – sonrió el dron.
Mientras salía de la habitación junto a ellas no pudo evitar sentirse optimista.
Seguramente todo iría bien desde ahora.
Nada estaba llendo bien en estos momentos.
– ¿y dices que sólo lo encontraste así? – preguntó Uzi mientras ella y V se apresuraban en llegar a su habitación.
– ¡ya te lo dije como 5 veces! – reclamó la albina – ¡sí! ¡Cuando lo vi esta mañana ya estaba así! ¡No tengo idea de lo que pasó! –
Mientras ambas avanzaban, la ojiamarilla cargaba a un tieso N, quien en su pantalla mostraba un mensaje de "REINICIO EN PROGRESO".
Palabras no pueden describir el vuelco dio su núcleo cuando vio esas palabras en el visor de su compañero tras despertar.
V no conocía nada sobre tecnología, siempre había otro individuo que se encargaba de ese tipo de problemas. En la mansión estaba Tobías y tras su partida fue Tessa la mecánica.
Una vez en Copper-9, con su regeneración y al no necesitar darle mantenimiento a la cápsula, nadie realmente requería tener ese tipo de conocimientos (aunque sospechaba que J tenía cierto conocimiento básico).
Debido a esto, tuvo que recurrir a la única dron que sabía que podría hacer algo para ayudar a su her- ¡compañero! Ayudar a su compañero.
No iba a perderlo de nuevo por nada del mundo.
Antes muerta que dejar que algo le pase.
Uzi abrió la puerta de su habitación con prisa y entró siendo seguida por V.
– COMANDO: VOLTEA LA CAMA – ordenó al boxeador, no queriendo usar el Absolute Solver para ello.
Atom, quien en ese momento estaba sentado en un rincón, se levantó y velozmente (tanto como un robot de 2 metros de altura y media tonelada de peso podía) se acercó a la cama de la pequeña dron y la levantó, para luego apoyarla contra la pared.
La albina entendió rápidamente el plan, y dejó a N sentado contra el colchón de la cama.
– muy bien, esto será como con Atom – decía Uzi mientras sacaba los pequeños imanes – sólo que con un dron de desmontaje al que le están borrando la existencia y estando a contrarreloj para no sólo averiguar qué es lo que le está pasando, sino también salvarlo – soltó una risa sin humor – sin presiones – le colocó un imán a N en la cabeza.
"¡TÚ PUEDES! ¡TÚ PUEDES 002! :D" animó el pequeño insecto verde dando ligeros saltitos.
– tú cállate y deja de llamarme así – regañó la obrera mientras se sentaba en el escritorio.
"YO SÓLO QUERÍA APOYAR :(" dijo el insecto mientras agachaba la "cabeza" y deslizaba una de sus patas por la mesa de forma deprimida.
– ¿en qué te puedo ayudar? – preguntó V decidida.
De ninguna forma iba a quedarse sin hacer nada en esa situación.
– no hay algo en específico que se me ocurra ahora – respondió Uzi sin dejar de teclear como todo buen hacker – ve a la cápsula donde ustedes llegaron y fíjate si hay algo que pueda ayudar, lo que sea –
La albina apretó los dientes con una mueca, pero obedeció de igual forma.
No sólo la obrera tenía un buen punto (era posible que en la cápsula de aterrizaje hubiera algo útil para eso), sino que también la ayudaría a despejar su mente.
A paso veloz salió de la residencia Doorman y fue directo a la entrada de la colonia.
Una vez allí el portero de siempre la recibió.
– hey, dron asesina ¿tu amigo está bien? – preguntó con algo de preocupación.
– no estoy de humor, sólo abre la puerta –
– oh, de acuerdo – pasando la tarjeta, la gran puerta se abrió.
Sin decir nada más, V salió de la colonia y extendió sus alas, para entonces volar a toda velocidad en dirección a la torre de cadáveres.
– sí que debe sentirse mal por su compañero – murmuró el portero.
"SIGO SIN ESTAR DE ACUERDO CON DEJAR PASAR A LOS DRONES ASESINOS" fue el mensaje que se pudo leer en el lector de tarjetas.
– bueno, se han estado comportando, y ese dron asesino es bastante agradable debo decir –
"ESE ES EL QUE DESINTEGRÓ A MI HERMANO :/"
– bueno, sí… pero se disculpó y nos entregó ese bonito dibujo – recordó el dron mientras señalaban al dibujo de disculpas que recibió la noche del baile escolar, y que aún decoraba la puerta.
"… OK, ES VERDAD, ES UN MUY LINDO DIBUJO :)" concedió la puerta.
Sin nada más que decir, él cerró la puerta.
Habían pasado un par de días desde su reactivación, y honestamente N no podía quejarse de su nueva vida.
Tampoco es que recordara la anterior, pero no le importaba.
Ahora tenía trajes elegantes ¡muchos de hecho!
Claro, el trato que recibía de parte de los padres de Tessa no era el mejor, pero aparentemente así eran con todos los drones así que tampoco había mucho que pudiera hacer.
Y hablando de la niña que lo reparó, hoy ella se veía feliz.
Cuando le preguntó, dijo que hoy llegaría su primo y que estaba muy feliz de volver a verlo, además que quería presentárselo.
N claro que se sintió feliz de oír eso, hasta el momento todos con los que Tessa había interactuado de forma animada fueron buenos con él.
Con excepción de J, pero ella parecía actuar estricta con todos ¡así que todo estaba bien con ella!
De hecho, esa misma mañana la había visto limpiando arduamente su traje de sirvienta, quejándose de la más mínima mancha o desperfecto que encontrara.
Supuso que también estaba ansiosa.
También estaba V, una linda dron con lentes que conoció en su primer día.
Normalmente la veía con una expresión tímida pero gentil, con un aparente temor por equivocarse en la más mínima cosa.
Pero el día de hoy la veía más animada y con una gran sonrisa en la cara.
Si el primo de Tessa podía lograr todo eso sólo con la noticia de su llegada, ya estaba ansiando conocerlo.
Quizás también debería prepararse bien para cuando él llegue.
Con renovada decisión, se puso a terminar la labor que tenía en ese momento: limpiar las copas finas usadas.
.
.
.
N realmente se preguntaba qué tan importantes eran los familiares de Tessa.
Admitía que quizás no llevaba tanto tiempo en la mansión como el resto, pero dudaba que fuese algo común que Tessa y sus padres se presentaran al salón principal para recibir personalmente a alguien.
Por un momento pensó que era simplemente porque realmente apreciaban a sus familiares, pero la idea no le duró mucho.
No tras que V le contara algunos de los castigos que Tessa recibía cuando hacía algo que sus padres consideraban "incorrecto".
Algo más debía haber, pero N no era el dron más listo, por lo que no podía saber el qué.
Finalmente las puertas fueron abiertas por un par de drones de trabajo, y dos figuras ingresaron.
Uno era un hombre alto y algo robusto con una ligera barba, mientras el otro era un varón joven un poco más bajo que el otro, pero igual se notaba en forma, también traía una gorra en la cabeza.
– ah, un gusto volver a verlos, Bénjamin, Tobías – saludó de forma elegante el Sr Elliott.
– qué hay – en total contraste, el adulto recién llegado saludó con un tono animado e informal – y también me alegra volver a ver a mi hermana y mi linda sobrina –
– ojojo, sin dudas los lazos familiares son fuertes – respondió el padre de Tessa, ignorando el hecho de que no lo mencionó – ¿por qué no dejan sus cosas en sus habitaciones? – da un par de aplausos – ¡drones! Acompáñenlos por favor –
– padre, si me lo permite estaría agradecida de poder escoltar a mi tío y mi primo – se ofreció Tessa con elegancia.
N notó al humano joven girando la cabeza al costado mientras se cubría la boca con una mano.
– que amable de tu parte hija mía, así te asegurarás de que lleguen bien y sin contratiempos – asintió el adulto con sombrero.
– muchas gracias padre – asintió la niña, para luego mirar a los recién llegados – por favor, si me hicieran el favor de seguirme – instruyó.
– je, pero por supuesto mi querida prima – respondió el joven intentando imitar el tono elegante.
Entonces ese era el primo de Tessa.
– bueno, con eso decidido, todos regresen a sus labores – ordenó el Sr Elliott mientras se retiraba junto a su esposa.
– ¿qué pasa? ¿Ni siquiera un saludo para tu hermano? – preguntó el adulto.
– me da gusto verte, querido hermano – saludó la Sra Elliott con su abanico cubriendo su boca – ahora, si nos disculpas, mi esposo y yo tenemos cosas que discutir –
– vaya, y creía que el metal era frío – murmuró el hombre.
Tras eso, ambos huéspedes levantaron sus maletas y acompañaron a Tessa, con J, V y N uniéndoseles.
Una vez fuera del salón principal, el humano joven fue el primero en hablar.
– dios, en serio no puedo con todo el acento elegante – soltó una leve risa.
– oh cállate Tobi – Tessa se cruzó de brazos.
– jaja, vamos hijo, déjala tranquila – regañó con buen humor el adulto.
– no puedo evitarlo papá, Tess se ve demasiado adorable cuando se enoja – eso le hizo ganarse un golpe en el brazo de parte de la mencionada – auch jaja, buen puño –
– gracias – alzó la mirada satisfecha.
– ¿puedo llevar tus cosas Tobías? – preguntó V amablemente mientras se acercaba al joven.
– oh, claro, necesitamos justificación para que ustedes también estén aquí – asintió el joven mientras le daba su maleta.
Ahí N se dio cuenta que probablemente también debía pedirle su maleta al hombre mayor, pero J se le adelantó.
– ¿me permite su maleta señor Bénjamin? –
– porsu-pollo – respondió este, dejándole el objeto a la dron.
Sin nada más que hacer, el albino simplemente acompañó al grupo en silencio.
O al menos esa era la idea.
– por cierto, Tobi, tío Benji, quiero presentarles a N – dijo de repente Tessa mientras se acercaba al dron.
– emm, hola – saludó algo nervioso.
– muy buen trabajo Tess – felicitó Tobías, reconociéndolo como el dron que previamente le trajo.
– ¿lo reparaste tú? – preguntó el adulto, Bénjamin.
– así es, yo solita – infló el pecho con orgullo – todo gracias a las enseñanzas de Tobi – añadió.
– felicidades peque – aplaudió su tío.
– ¿y por qué lo llamaste N? – su primo se mostró curioso.
– tras un buen rato pensando, nuestro apellido tiene dos "n", además que en inglés se pronuncia "en", me pareció apropiado para mi primer proyecto exitoso – se mostró orgullosa.
– y eso porque no saben los otros nombres que sugirió – murmuró J, cosa que alarmó a la niña.
– ¡J! ¡no me los recuerdes! – exclamó avergonzada.
– ¿eh~? Ahora eso es interesante~ – murmuró Tobías.
– T-Tobi… – con su mirada, Tessa le suplicaba que no indagara más.
Sin embargo, la atención de su primo había sido picada.
– ¿qué otros nombres sugirió, J? –
– bueno… – comenzó a decir la dron.
– ¡J si le dices te juro que-! – intentó amenazar, pero su primo se le adelantó.
– oh sí, también puedes quedarte con esto – se sacó su gorra, la cual N recién notó que tenía un logo con la palabra "JCJenson", y la colocó sobre la corona de sirvienta de J.
Si bien N desconocía si esa marca significaba algo, la forma en que el visor de su compañera se iluminó era indicativo de que adoró el regalo.
– el primer nombre que había decidido fue "T" – dijo la dron inmediatamente.
– ¡J! –
– oh~ ¿hubo otros? – preguntó Tobías.
– ¡no, no los hubo! – respondió de forma veloz Tessa.
– también pensó en "O", e incluso "Bi" – respondió J, ganándose una mirada que le gritaba 'traidora' de parte de la niña.
El humano joven no pudo evitar reír ante eso.
– J me ha traicionado… – murmuró la Elliott con depresión.
V, sintiendo lástima por ella, se acercó y le dio unas palmaditas en el hombro.
– V… – de golpe ella le da un fuerte abrazo – ¡tu no me traicionarás como J ¿verdad?! – preguntó mientras apretaba con fuerza.
La albina de pelo corto no sabía cómo reaccionar ante esa acción repentina, pero por suerte alguien intervino.
– jaja, ya Tess, deja tranquila a V – su primo le puso una mano en la cabeza y le revolvió los cabellos.
– ¡oye! – exclamó ella mientras soltaba a la dron y se alejaba.
– te lo dije, soy un acariciador compulsivo – recordó el chico, para entonces acariciarle los cabellos a V, muy para el gusto de ella.
J miró eso con algo de envidia.
– tonto-bot, sostenlo – dijo de repente ella mientras le lanzaba la maleta de Bénjamin.
El dron apenas pudo reaccionar para atraparla, pero perdió el equilibrio y cayó al suelo.
– ow –
– oye amiguito ¿estás bien? – preguntó el adulto con preocupación.
– s-sí, estoy bien – respondió mientras se levantaba – sólo debí haber reaccionado mejor jeje, biscuits –
Ante eso, el adulto ahogó una risa, mientras el joven le daba una mirada a él y luego a Tessa.
Ella entonces decidió que el suelo era extremadamente interesante.
– ¿Tess? –
– ¿s-sí? –
De repente ella es alzada por su primo y abrazada.
– ¡perdón! ¡sé que no pasamos tanto tiempo juntos! ¡pero tampoco es para que me remplaces con un dron! – exclamó mientras sonaba como que lloraba.
– ¿e-eh? – le tomó unos segundos entender – ¡esa no era mi intención! –
– quisiste ponerle como nombre mi inicial y además le programaste mi palabra característica ¿de qué otra forma lo puedo interpretar? –
– ¡te digo que no es el caso! ¡Tonto! –
Ante la escena, Bénjamin no pudo evitar reír con fuerza, mientras las albinas eran un poco más reservadas pero soltaban una ligera carcajada.
N sonrió, esto era agradable.
Esto era desagradable.
J estaba encima de la cápsula mientras observaba a Tessa y Doll conversando.
Le preocupaba lo mucho que su jefa parecía estar encariñándose con la obrera.
"Es el legado de Tobías"
Entendía la idea de Tessa, pero no la compartía.
No con una dron con el maldito Absolute Solver.
Pero al mismo tiempo, verlas charlar e intercambiar historias del pasado referentes Tobías y Yeva, le daba cierta nostalgia.
¿sentía pena por la muerte de la madre de la rusa? No realmente, no fue ella quien lo hizo después de todo.
Pero podía imaginarse la reacción de V si se llegaba a enterar.
Ella era totalmente devota a Tobías (en el pasado bromeó con que ella era una "niña de papá"), incluso tras tanto tiempo fue la que más esperanza mantuvo en que él siguiera vivo.
No le sorprendería si todo ese acto de "asesina psicópata" era para distraerse a sí misma y no pensar en que quizás el humano más importante para ella estaba muerto.
J también quiso creer que estaba vivo, no la malentiendan.
Pero tras tantos años sin tener una sola noticia de él, su esperanza moría cada día.
No fue sino hasta que Tessa la llevó por todo el planeta hasta encontrar la oficina de Tobías y su cadáver, que sus temores finalmente se cumplieron.
Y lo peor de todo, en el mismo planeta en el que estuvo por casi 20 años.
Nunca se preocupó por los humanos que estuvieron en Copper-9 antes del incidente, eran desconocidos y lamentarse no traería a ninguno de regreso.
Pero con Tobías era diferente.
Él era una gran persona, merecía tener una larga vida, y ella lo hubiera ayudado siempre que lo necesitara.
Siendo una dron, sabía que viviría mucho más tiempo que él dado que no envejece, pero hubiera preferido perderlo debido a la edad.
Al menos así sabría que sus últimos momentos fueron pacíficos, se habría asegurado de ello.
En cambio en esta situación, murió antes de siquiera poder saber lo que pasó.
Era frustrante.
Igual que la presencia de esa obrera.
Deseaba poder acabar con ella de una buena vez, eliminar el problema antes de que crezca.
Pero Tessa se enfadaría si lo hiciera.
– ¿por qué insiste tanto en arriesgarse dándole una segunda… oportunidad…? – sus ojos se ahuecaron cuando una memoria volvió a ella.
La memoria del día en que volvió a despertar.
"simplemente creo que todos merecen una segunda oportunidad para probar su valor… es una creencia familiar"
Agachó la mirada cuando esa frase llegó a su cabeza.
Sin esa creencia, ella no estaría aquí el día de hoy.
No habría pasado los alegres momentos en la mansión.
No habría conocido a V, quien tampoco hubiera sido reconstruida.
Tampoco a N.
Tendría que disculparse con él cuando lo viera.
Sí, él la traicionó a ella, a V, a la compañía, e indirectamente a Tessa y Tobías.
Pero J tampoco le dejó muy difícil la decisión la verdad.
Quiso hacerlo fuerte, para que aquel evento en la mansión no se repitiera, o al menos que él pudiese ayudar si ocurría.
V había madurado, dejó su actitud tímida y adquirió un espíritu de lucha.
Le tocaba a N hacer lo propio.
Pero él no aprendía, y por pura frustración empezó a ser más severa con él.
No ayudó cuando se dio cuenta de la gran tolerancia al dolor que tenía.
Sabía que luego de que llevaran a N con los cuervos, Cyn lo recuperó e hizo cosas con él… pero no sabía qué.
Pero fuera por lo que fuere, su ex compañero se volvió capaz de resistir grandes palizas sin muchos problemas.
Y eso la hizo pasarse de la raya en más de una ocasión.
Mirándolo en retrospectiva, se lamentaba.
Reconocía que no había sido una buena líder.
Pero al mismo tiempo...
Si no hubiera hecho esas cosas y N no se hubiera revelado, probablemente no sabrían nada acerca del destino de Tobías.
Con un gruñido, J se dejó caer contra la pared exterior de la cápsula hasta estar sentada sobre la nieve.
Odiaba esto.
Odiaba no saber qué hacer.
Eso fue lo que provocó que la enviaran a ser desensamblada en primer lugar.
Su indecisión.
Esa fue su falla.
Por eso una vez reparada quiso ser tratada sólo como un dron estándar.
Uno que siguiera órdenes nada más.
Pero claro, ese no era el estilo de los Kenton.
Incluso así, la vida en la mansión no fue difícil, siempre y cuando no cometiera errores frente a los Elliott.
Luego, una vez desplegados en Copper-9, las cosas fueron mucho más sencillas.
Las órdenes eran simples y claras: eliminar a los drones obreros.
No había mucho que pensar.
No había mucho que decidir.
Sólo eliminar drones.
E incluso así falló, porque ni siquiera fue eliminada por N, quien al menos era un equivalente.
Fue asesinada por una obrera con esa rara arma tan poderosa que ni su regeneración la salvó.
– hey J – fue sacada de sus pensamientos cuando Tessa se le acercó.
– hola jefa… –
– mira J, sé que probablemente no estás conforme con esto de trabajar junto a Doll, pero… –
– ya lo superé –
– ¿eh? –
– tienes razón, no estoy conforme… pero Tobías probablemente habría hecho lo mismo que tú – apoya sus codos sobre sus rodillas – de hecho, conociéndolo, probablemente lo primero que haría sería darle un fuerte abrazo a la obrera y luego regañar a V – soltó una leve risa.
– …je ¿sabes? Si no fuese porque es mi primo, probablemente me sentiría celosa de que valoras más sus decisiones que las mías –
– porque lo hago – respondió sin titubear.
– ¡¿podrías al menos fingir que te cuesta decidir!? –
– lo siento jefa, Tobías no me instaló un buen programa de actuación – sonrió ligeramente.
– hmp – incluso con el casco, era fácil notar que estaba haciendo un puchero – ¿entonces? ¿Qué piensas de Doll? –
– ¿fuera de que es peligrosa? – preguntó con sarcasmo – si está dispuesta a trabajar con nosotros y no apuñalarnos por la espalda entonces está bien para mí… pero Tessa, ten en cuenta que seguramente no estará tan dispuesta a trabajar con V, y si trata de matarla dudo que N se quede quieto –
– ¿crees que se pueda llegar a un acuerdo? –
La dron resopla, pero piensa por un momento.
– ¿tal vez? – responde finalmente – si V se entera que asesinó a una dron a la que Tobías tenía en alta estima… probablemente se quiebre – responde honestamente – pero no por la obrera, sino por Tobías –
– yo también lo creo – asiente la humana.
– todo termina dependiendo de la obrera, porque V no será muy difícil de convencer una vez sepa la verdad –
– ¿tú qué opinas? – le tomó un momento a J darse cuenta de que Tessa se había dado la vuelta.
Moviéndose ligeramente, fue capaz de notar a la rusa detrás de la astronauta.
¿estuvo escuchando todo el rato?
.
.
.
Doll se mantuvo en silencio por unos momentos, algunas dudas naciendo en su interior.
Desde hacía bastante tiempo atrás, todo lo que quería era venganza.
Venganza contra aquella dron genocida que asesinó a sus padres.
Venganza contra el resto de drones asesinos que amenazaban las vidas de los inocentes obreros.
Venganza contra los humanos que enviaron a aquellos asesinos a su planeta e iniciaron todo en primer lugar.
Pero ¿ahora?
Nunca creyó que ese poder que tenía pudiera ser peligroso, pero debió haber notado las señales.
Alimentarse de otros obreros ya era bastante malo de por sí, pero incluso asesinó a varios sólo por placer.
Como aquellos estudiantes en el baile escolar.
Ninguno nunca le hizo anda malo, todo lo contrario, todos la querían al ser una de las chicas más populares de la escuela.
Pero igual los mató como si nada.
Ni siquiera fueron daños colaterales, sino que apuntó directamente hacia ellos.
Y estuvo a punto de hacerle eso a su mejor amiga si no se hubiese controlado a tiempo.
Gracias a eso ahora no podía regresar a la colonia y vivir junto al resto una vida normal, incluso si lograra su objetivo.
Tal vez el resto de drones de la colonia terminen aceptándola como aceptaron a los drones genocidas, su sentido de la auto-preservación no era el mejor.
Pero… ¿quién sabe cuándo podría volver a perder el control?
Aún odiaba a V, eso no se duda, pero no podía odiar a Tessa tras todo esto.
Saber que fue un familiar suyo quien ayudó a su madre, y que ella se sincerara consigo hicieron que le tuviera cierto aprecio.
Con J siente precaución, no la odia directamente pero tampoco la ve como una posible amiga.
Aquel otro dron, N si mal no recuerda que se llama… está bien en su opinión, parece realmente querer cambiar e incluso fue gracias a él que todos se salvaron aquella vez que las otras dos se adentraron en la colonia (ella no hubiera podido ayudar en aquel momento, apenas empezaba a entender cómo funcionaba su poder).
Con Uzi… sentía simpatía, ambas cargando la misma marca, el mismo poder corrupto, las mismas necesidades antinaturales.
Podía aceptar a todos, pero V era diferente.
Asesinó a sus padres sin compasión.
No es algo que pudiera perdonar así como así.
Incluso si su creador fue…
– я подумаю об этом (lo pensaré) – dijo finalmente, para luego darse la vuelta y alejarse.
Humana y dron la observaron irse en silencio.
– realmente quiero ayudarla – dijo Tessa.
– la mejor opción que tenemos es investigar los laboratorios – le recordó J.
– …tal vez no necesariamente – dijo de repente la humana.
– ¿de qué hablas? –
– J, Tobi trabajó con drones infectados, les hizo pruebas – le recordó – probablemente anotó algunos descubrimientos –
La dron de coletas asintió, eso era algo que el Kenton haría.
– quizás algunas de esas notas estén en su oficina, donde encontramos sus… sus restos – dijo lo último con algo de dificultad.
J inmediatamente se levantó.
– ¿quieres que vaya a ver? – sacó sus alas.
– por favor, tú llegarás más rápido que yo, y puedes leer más rápido que un humano –
– entendido – se voltea para mirar en la dirección del edificio – ten cuidado, aún no confío del todo en esa dron –
– estaré bien – aseguró.
Asintiendo, la albina alzó vuelo a toda velocidad.
– ¡dale duro! ¡Con fuerza! – gritó Tobías.
– ¡arráncale la maldita cabeza! – gritó Tessa.
N miraba con emoción la televisión, donde se mostraba una repetición de un combate de boxeo de robots, mientras que V veía la lucha con un curioso brillo en sus ojos y J estaba relajada comiendo unas pilas.
Normalmente la actitud tan agresiva que ambos primos adquirían una vez empezaban a ver un combate lo intimidaría, pero ya hacía tiempo que se había acostumbrado.
Llevaba casi un año y medio desde que fue reactivado.
Ahora entendió por qué animaba tanto a las chicas cada vez que los Kenton llegaban.
Era divertido estar con ellos, y no los trataban como meros sirvientes.
Eran tratados como personas.
Eran tratados como amigos.
Eran tratados como familia.
Y N realmente disfrutaba eso.
No le molestaba ser maltratado la verdad, fue creado para cumplir los deseos de los humanos, por no mencionar que de todos modos podría ser reparado.
Pero recibir palabras bonitas, que sus intereses fuesen respetados, era extremadamente agradable.
– ¡y no te levantes! – exclamó Tessa cuando el robot oponente fue derribado al suelo.
Ese era un combate donde participó el padre de Tobías, Benjamin, junto a su robot Gorelk.
Este era un robot alto de poco más de dos metros de un color azul metálico. No era tan robusto comparado a otros robots boxeadores, pero a cambio era bastante más ágil para esquivar los golpes. Su cabeza era pequeña, con un visor naranja remplazando los "ojos" del robot. Lo más llamativo, sin embargo, era la placa metálica redonda en su pecho de color naranja.
Según lo que dijo Tobías, Gorelk era un modelo algo viejo para la época, habiendo sido fabricado a mediados del siglo XXVIII, una época en la que se pensó en rediseñar el boxeo de robots para traer más un espectáculo de movimientos más que de violencia.
Pero no duró mucho según contó.
Esa parecía ser la marca de los Kenton, demostrar que "viejo" no significa "obsoleto".
Y el pequeño dron no pudo evitar quedar maravillado ante la idea.
Una parte de él, una muy pequeña, soñaba con algún día participar en esos combates de boxeo.
Sí, él era muy pequeño y frágil en comparación con esos grandes y robustos titanes, pero eso no lo detenía de soñar.
Luchar contra algo que lo superaba, mientras Tessa, J y sobre todo V lo animaban desde el público, con Tobías dándole indicaciones para sobreponerse ante su rival… la idea simplemente lo emocionaba.
Sabía que nunca ocurriría, pero en su imaginación todo era posible, y con eso se conformaba.
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– de acuerdo N ¿listo? – preguntó el Kenton joven.
– ¡listo! –
– ¿te sabes los pasos? –
– ¡memorizados! –
– ¿te acostumbraste a los tempos? –
– ¡milimétricamente! –
– perfecto – asintió el humano.
Ya se habían concretado 2 años desde que N fue reparado.
Era el año 3047, Tessa ya tenía 12 años mientras que Tobías tenía 19.
No muchas cosas cambiaron en ese tiempo, con excepción de la frecuencia de las visitas del Kenton a la mansión Elliott.
Habiendo entrado ya a la universidad, su tiempo libre para visitas se redujo considerablemente.
Pero no todo era malo, pues ahora las veces que él llegaba estaba con más energía para compartirla con su prima y sus amigo-bots.
Y este era uno de los ejemplos.
Ese día Tobías había llegado de sorpresa, y fue N quien lo recibió primero.
Conversaron un rato y llegó a la mesa la noticia de que Tessa se encontraba algo decaída en ese momento.
Y como todo buen primo, Tobías decidió que era su responsabilidad el tratar de animarla.
N claro que quiso sumarse también, cosa que el Kenton le agradeció porque precisamente iba a necesitar su ayuda.
A escondidas, para que ni J ni V los encontraran en caso de que tuvieran que hacer sus labores, el humano tomó su portátil y unos cables proporcionados por el dron (este afirmando que nadie sospechaba nada), para entonces empezar a trabajar.
Tobías programó los movimientos en la memoria de N, así como la canción que iba junto a ellos para poder coordinarse bien.
Tomó un buen rato, dado que tras la programación ambos ensayaron un rato para asegurarse de que saliera tan bien como fuera posible.
El problema fue principalmente coordinarse entre ellos, pero lograron avanzar considerablemente bien para el poco tiempo que tenían.
Con trabajo en equipo y teniendo una meta por la que vale la pena esforzarse realmente lograban milagros.
Y eso los trajo hasta donde estaban en ese momento.
– última chance para retroceder y practicar otro rato – advirtió el humano – ¿listo? –
– fui fabricado listo – asintió el dron.
Tobías asintió y levantó una pierna, mientras el visor de N mostraba cierto texto
/Reproduciendo: GiveItAGo .mp3/
Con una fuerte patada, el humano abrió las puertas que llevaban a la habitación donde la pequeña se encontraba.
Dentro estaban tanto Tessa como J y V, quienes dieron un brinco del susto.
Tobías inmediatamente entró junto a N, y entonces la música se empezó a reproducir.
Ambos comenzaron a asentir al ritmo de la melodía inicial, mirándose entre ellos, para entonces mover los hombros entre ellos con el ritmo.
Ambos levantaron la mano que señalaba al otro hasta la altura del codo, y la movieron en eje x al ritmo de sus movimientos, lentamente subiéndolas hasta que la tenían extendidas hacia arriba.
Una vez con la mano a lo alto, bajaron el codo hasta la altura del hombro, y comenzaron a bajar y subir la mano continuamente al tiempo que daban ligeros saltos.
En un inicio se separaron entre sí mientras avanzaban por la habitación hacia las sorprendidas chicas, pero a mitad de camino se detuvieron y se encararon entre ellos.
Bajaron el brazo y ambos se acercaron, y una vez estuvieron frente a frente intercambiaron lugares, para luego retroceder y dar una vuelta para volver a mirar a las chicas.
Levantaron el brazo opuesto al del lado de su compañero e hicieron un movimiento como si imitaran una ola, quedando con un brazo extendido hacia el otro.
Aprovecharon y chocaron los 5 (aunque N sólo tiene 4 dedos) como movimiento improvisado.
Cruzaron las piernas y dieron una voltereta, para entonces avanzar mientras ambos movían el brazo opuesto del otro como si saludaran a alguien a lo lejos.
Finalmente bajaron el brazo, y siguieron avanzando mientras juntaban los brazos y luego los separaban, todo el tiempo al ritmo de la música.
Una vez estando cerca de las chicas, se detuvieron, lanzaron un par de golpes al aire, y para terminar se cruzaron de brazos y se apoyaron en la espalda del otro.
Tobías dio un ligero golpe al visor de su gorra, mientras que N mostró unos lentes oscuros digitales en su visor.
El trío frente a ellos se quedó en silencio por unos segundos.
– eso… – comenzó a decir Tessa.
– fue… – continuó V.
– ¡INCREÍBLE! – exclamaron ambas a la vez.
J fue más reservada, pero igualmente aplaudió suavemente con una sonrisa (una vez salió del trance).
Humano y dron se miraron, para entonces darse la mano con fuerza.
– Tobi, no sabía que habías venido – dijo la niña una vez se calmó.
– quise darte una sorpresa, pero me encontré primero con N y me contó que andabas algo decaída, así que pensamos en esto para animarte – explicó.
– aunque en realidad fue idea de Tobías – admitió N rascándose la nuca.
– vamos bro, toma algo de crédito, no pude haber hecho esto sin tu ayuda –
– ¿era necesario patear la puerta? – preguntó J con algo de exasperación (pero no perdió su sonrisa).
– ah, eso fue para efecto dramático – ahora era el humano el que se rascaba la nuca.
Tessa y V rieron ligeramente ante el gesto compartido.
– y sabes que estaba cerrada ¿verdad? – preguntó nuevamente la dron de coletas, provocando que ambos se tensen – …significa que acabas de romperla –
– biscuits – dijeron ambos varones al mismo tiempo, para entonces mirarse y señalarse con pistolas de dedos – hey~ –
– será mejor arreglar eso – recordó J, sacándolos de su momento de amistad masculina.
– entendido, voy por mis herramientas – asintió Tobías.
– ¡te acompaño bro! – exclamó N.
– muchas gracias bro – asintió el Kenton.
– no hay de qué bro – el albino levantó el pulgar.
– ¡¿pueden dejar de decir "bro"?! – exclamó la dron de coletas.
– ¡perdón J! – dijeron ambos, para entonces correr hacia el taller.
Al poco rato se oyeron las risas del humano y del dron por los pasillos, el miedo momentáneo se acabó y les dio gracia el hecho de volver a decir lo mismo a la vez.
– ¡ugh! ¡Vamos! ¡Tiene que haber algo por aquí! – exclamó V con frustración.
El interior de la cápsula era un desastre, y eso se debía a que la albina estuvo revolviendo todo el lugar en búsqueda de algo que le pudiera ayudar a salvar a N.
Algún tipo de manual de usuario o documento de sus especificaciones.
Pero no encontró nada.
Empezaba a creer que no había nada ahí que pudiese ayudarla.
Revisó todo el lugar de arriba abajo, sin resultados satisfactorios.
Buscó entre las pertenencias de N y de J, pero no encontró nada que le sirviera (pero sí halló una vieja gorra de JCJenson que recordaba a Tobías soler usar, le sorprendió un poco que su compañera aún la conservara).
La frustración empezaba a dominarla, y tan desesperada estuvo que incluso se puso a buscar entre sus cosas a ver si de casualidad encontraba algo de utilidad.
No tuvo éxito, pero si encontró un viejo casco con cuernos.
Se sonrojó un poco al verlo, recordando la vez que durante Halloween se disfrazó de valkiria (soñando con ser una dado lo valientes que eran en las historias que leía), con una gran espada (falsa) y alas blancas de cartón en su espalda.
Que irónico que ahora tenía sus propias espadas y alas retráctiles.
Sacudió la cabeza, ese no era el momento para eso.
N estaba en peligro.
Ya tuvo que soportar una vez el ver esa expresión de desconocimiento en su visor.
Aceptar que no la recordaba a ella, a J, a Tessa, ni a Tobías.
Fingir que aquella tragedia nunca ocurrió.
Todo para que él no sufriera.
Coincidió con su compañera en que debían tratar de fortalecerlo, prepararlo para cuando pudieran decirle la verdad.
Le dolió mucho tener que hacerlo, tener que permitir que él sufriera.
No iba a pasar por eso de nuevo.
N era un buen dron, un gran individuo.
No merecía todo esto.
PUM
Golpeó la pared de la cápsula al tiempo que soltó un grito de frustración al no encontrar nada.
Ni una sola hoja que le diera alguna pista de cómo poder ayudar a N.
Odiaba esta situación.
Odiaba estar asustada.
En el pasado eso fue todo lo que pudo hacer, asustarse.
Nada había cambiado con ella.
A la hora de la verdad, no podía ser de ayuda.
Deseaba que Tobías estuviera ahí para ayudarla.
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Levantó la cabeza con los ojos ahuecados de sorpresa.
¡por supuesto!
Tobías estuvo en Copper-9 en el pasado.
En las memorias de Atom vio dónde estaba su oficina.
Siendo él, seguramente tendría mucha información importante.
¡con suerte tendría algo que le ayude a salvar a N!
Saliendo a toda velocidad de la cápsula, extendió sus alas y alzó vuelo.
Tenía una oficina que visitar.
Y con eso llegamos al final del cap 14.
El pasado empieza a revelarse, N parece estar pasándolo bien mientras sus amigas pasan por los que quizás sean los peores momentos de sus vidas (hasta el momento).
Y no sólo el pasado es diferente, el presente también lo es.
Todos están en movimiento de un modo u otro, y las historias están prontas a conectarse.
¿V y J tendrán un encuentro pacífico? ¿Uzi podrá arreglárselas para salvar a N sin la ayuda extra? ¿Doll podrá perdonar, o como mínimo tolerar, a V? ¿Tessa podrá salvar a todos sus drones amigos? ¿habrá alguna pista en las notas de Tobías?
Averigüen esto leyendo el siguiente capítulo (o teoricen en los comentarios, realmente disfruto leyéndolos).
Ya sin más que decir.
Hasta la próxima.
