gracias por seguir esta historia, no me odien por favor y espero que pueda mirar pinterest, para tener una idea de mis pensamientos.
Christian (POV)
(Una hora antes)
Estoy parado esperando que Ana salga de la tienda, soy un estúpido, no se que se me pasó por la cabeza para decirle eso en la pista y cantarle, la verdad que si sé, estoy loco por ella, y si ella acepta estoy dispuesto a hacer todo para que ella olvide a Elliot, no importa que no me quiera, yo sé que puedo cambiar sus sentimientos, lo sentí la noche que estuvimos juntos, ella se entregó a mí, y en ese momento solo existía yo, si me propongo esto nada es imposible.
Miro constantemente a la entrada, pero en mi vista periferica veo que Robbie se acerca a mí, tiene cara de pocos amigos, creo que él nos vio en la pista, se para a mi lado y no dice nada, oh no, está molesto.
Luego de varios minutos, por fin habla.
-Que pasa con mi hermana Christian? – me pregunta en un tono que jamás escuche de él, si fuera alguien extraño que no lo conoce de toda mi vida, hasta me daría miedo.
-No sé a…
-No te hagas el tonto Grey, vi lo que sucedió en la pista.
Y suspiro resignado, ya que importa.
-Estoy enamorado de Ana, Rob.
Abre los ojos y me mira sorprendido.
-Christian, ella….
-Lo sé, ella está enamorada de Elliot, me lo dijiste tú y ella me lo confirmó, pero no me importa Robbie, yo sé que puedo hacerla cambiar de parecer, yo sé que puedo conseguir que se enamore de mí.
No me dice nada por unos minutos, pero parece librar una batalla interna, cuando por fin se decide a hablar, somos interrumpidos por Elena.
-Robert, tu madre te está buscando.
-Ok, gracias Elena – me da una mirada y se va, Elena viene y se para a mi lado, como siempre vestida de negro, solo que en esta ocasión no tan provocativa como siempre, probablemente debido a la boda de su hijo.
-Estas muy guapo Christian – me dice casi ronroneando, su mano acaricia suavemente mi brazo, me retiro un poco.
-Elena, ya hablamos de esto
Se gira y me mira – Sé que dijimos que no pasaría mas nada, pero no me puedes negar que nos divertimos.
La miro fijamente – Elena, lo que paso entre nosotros fue una aventura, una locura de juventud, tu eres la madre de uno de mis mejores amigos, sin contar que eres la amiga de mi madre, por favor, dejemos lo que sucedió en el pasado.
Sonríe como si supiera algo que yo no, toma un sorbo de su copa de Champagne y me mira.
-Dejemos esto aquí, pero ya sabes si quieres recordar viejos tiempos, mi puerta está abierta para ti.
Y con eso se va, es una mujer súper atractiva, no lo niego, pero lo que tuvimos fue pasajero, una locura que no se debe repetir, y aunque ella es divorciada hace años y yo soy soltero, se que está mal, la diferencia de edad, ella es la madre de Elliot y mi madre me mataría si supiera, aparte esta Ana, quien por cierto todavía no ha salido de la tienda, ya me preocupa ha pasado bastante tiempo, me acerco hasta la entrada, y la empiezo a llamar, pero me doy cuenta de que está vacía, voy hacia nuestra mesa, pero tampoco la encuentro, empiezo a mirar por todos lados, pero no veo rastro de ella ni de sus padres, la llamo al celular, pero me da apagado, esto ya no me gusta, a lo lejos diviso a Mía, está hablando con alguien, luego veo que se acerca a mí.
-Christian has visto a Ana?- me pregunta mirando a todos lados.
-No, también la estoy buscando – en eso otro alboroto, los novios se están despidiendo, toda la gente se aglomera a su alrededor, Mía se aleja de mi y va hasta donde están ellos, luego de varios minutos, despedidas y un ramo lanzado se van, todos vuelven a su mesa o la pista, pero sigo sin ver a Ana, vuelvo a probar su celular y me sigue dando apagado, miro el reloj y ha pasado más de una hora desde la última vez que la vi, tampoco logro ver a Robbie ni a sus padres, esto no me huele nada bien.
Me decido y voy hacia el frente, tal vez en el alboroto de la despedida los acompañó hasta el auto, cuando estoy alcanzando el frente de la casa veo que Robbie viene caminando, en su mano lleva algo, su semblante es raro.
-Sucede algo? – le pregunto cuándo lo alcanzo, me mira y veo pena en sus ojos y eso me asusta - Ana está bien? – le digo ya preocupado, es muy raro que ella haya desaparecido sin rastro, pero Robbie no me dice nada solo me pasa un sobre, lo tomo y veo que tiene mi nombre escrito, y reconozco la letra, es de Ana, levanto la vista interrogante y Robbie me mira con tristeza.
-Lo siento Christian, si hubiese sabido antes lo que sentías, nunca la hubiese apoyado en esto.
No entiendo lo que me dice, él solo me da unas palmadas en el brazo y se aleja rumbo a la fiesta nuevamente, lo miro y sé que no quiero volver ahí, tengo un nudo en el estomago, pero necesito estar solo para leer esto, rápidamente busco mi auto y me sumerjo en el camino, en menos de 20 minutos estoy en la ciudad, subo hasta mi departamento y me siento en la sala, abro el sobre y al leerlo siento que mi corazón se hunde en un pozo del que nunca podrá salir.
Christian:
Perdóname por favor por hacerte esto nuevamente, tu eres una persona tan maravillosa que no te mereces a alguien como yo, cuando leas esto yo estaré volando a un destino que nadie sabe, ni siquiera Robbie.
Asumo que él nunca te contó de mi viaje, le hice jurar por su vida que no le diría a nadie, por favor no te molestes con él.
Este viaje estuvo planeado desde el día que me reconcilie con Kate, me era imposible estar en el mismo circulo que ellos, y tampoco era justo para ellos que yo les arruinara su relación, así que decidí dar un paso al costado y dejarles ser feliz, no pude partir antes, porque se concretó lo de la boda, pero cada día que estaba en esa planeación sentía que mi corazón se partía en pedazos.
Te cuento esto porque necesito que entiendas porque hice esto.
No te conté nada, porque hubieses intentado detenerme, y probablemente lo hubieses conseguido, ya que, quien no caería rendida a tus pies, cuando pides algo de forma amable pareces un ángel en la tierra, y yo hubiera sucumbido a tus encantos, pero no hubiese sido justo para ti, tu eres el mejor hombre que conozco y te mereces una persona que te haga feliz y te ame plenamente, lastimosamente yo no puedo ser esa persona.
Lo que hoy hiciste por mí, fue lo más maravilloso que nadie ha hecho nunca, y por ese motivo te estaré eternamente agradecida, gracias a ti pude atravesar este día entera, eres único Christian daría mi vida por que las cosas entre nosotros fueran diferentes, pero lastimosamente no puedo cambiar el pasado ni saber el futuro, me ciño al presente y en estos momentos nuestros caminos se distancian.
No sé cuando nos volveremos a ver, pero quiero que sepas que siempre tendrás un lugar especial en mi corazón y que nunca te olvidare.
Por favor Christian, busca tu felicidad, te mereces a una buena mujer, alguien que sacrifique todo por ti, que se muera por ti, alguien buena.
Te deseo todo lo mejor del mundo y que encuentres pronto a la persona que te haga feliz.
Con todo mi cariño.
Ana.
Y al terminar de leer, siento un hueco en el pecho y un dolor en el estomago, se fue, la perdí para siempre.
Me siento perdido, que sucedió aquí, hoy pensé que tenía un atisbo de esperanza con ella, pensé que si le abría mi corazón ella consideraría estar conmigo, pero como siempre ella solo piensa en ella y en su dolor
-AHHHHH – un grito de rabia surge de lo profundo de pecho, maldita sea Anastasia, yo te amo!, muevo los brazos y golpeo un jarrón que se cae y se rompe en mil pedazos y eso ayuda a desatar mi ira, en un parpadeo parte del salón está destrozado, miro por todos lados, pero no puedo estar aquí, tengo demasiados recuerdos de este lugar. Tomo el ascensor y salgo del edificio y manejo sin parar no se a donde voy hasta que llegó a la entrada, como un autómata salgo de mi auto y me dirijo a la puerta, toco el timbre, unos momentos después se abre y ella esta parada enfrente, no me dice nada y se hace a un costado, lleva un salto de cama negro trasparente, cuando entro cierra la puerta tras de mí, se acerca y me acaricia el rostro.
-Pobrecito, ya sé todo, ven, yo te haré olvidarla – y me toma de la mano y me dejo guiar, llegamos a su habitación y ella cierra la puerta, me desviste con delicadeza y yo solo la miro, no quiero sentir, quiero olvidar a Ana, cuando termina se para frente a mí y abre su bata que resbala por sus hombros, la contemplo sin verla realmente, es como si no estuviese aquí, ella me sonríe indulgente y se acerca.
- Elena yo…
-Shiii – me pone una mano en la boca para silenciarme – lo entiendo, no te preocupes, déjame todo a mi, yo puedo ayudarte, déjame hacerte sentir mejor.
Y me dejo hacer y permito que Elena me haga olvidarla, hoy no quiero pensar, solo quiero olvidar.
