Unos días después…
No puedo creer que nada haya cambiado – digo mirando por la ventana, mi cuarto intacto como lo dejé hace casi 3 años, mi madre se acerca y me da un abrazo por la espalda.
-te extrañe tanto pequeña…
- yo también mami, pero ahora ya estoy aquí y no pienso marcharme.
Me vuelvo y le doy un abrazo completo
-Y dime, cuando vendrá Jack? – suspiro y rompo el abrazo.
-no sé, en principio solo serían unos días en NY pero anoche me dijo que la cosa se complicó y tardaría mucho mas.
- Entiendo, bueno, esta noche es tu cena de bienvenida, y es una sorpresa para tu hermano y tus amigos, por favor no arruines la sorpresa…
-Claro que no mamá, me muero por ver a Robbie y a los demás.
-Incluso a Kate y Elliot?
Le sonrío a mi madre y la vuelvo a abrazar.
-Por supuesto – la miro al rostro – una vez una mujer muy sabia me dijo que el amor no se mide por mirar a alguien y soñar despierta con él, el amor entra por los ojos pero se queda fijo en el corazón a base de cimientos, en estos años me di cuenta que yo estaba encantada por Elliot, pero no enamorada, incluso hoy te digo que todavía no conocí al príncipe de mi cuento, pero no pierdo la esperanza.
Mi madre me acaricia el rostro como solo una madre puede hacerlo.
-Creo que mi niña se quedó en Europa, porque la que me habla ya es toda una mujer.
Y nos volvemos a abrazar, tenemos muchos abrazos que recuperar.
El día me lo paso desempacando y disfrutando de mi casa y mi familia, hasta mi hermana adolescente está más tranquila, parece que me extrañó, así como yo los extrañe a ellos, aunque no se lo he dicho a mamá estoy pensando en alquilar un dpto. no quiero pasar toda mi vida en la casa de mis padres, más aun después de haber vivido tanto tiempo sola, Jack solo se mudó conmigo mi último mes de estadía en Italia y fue porque él insistió, yo estaba muy cómoda sola.
Mientras acomodo mi ropa, pienso en Jack, anoche me dijo que no tenía idea de cuándo podría venir, habían más problemas de lo que él esperaba en New York, a decir verdad no me hace mucha falta, hace 8 meses que estamos juntos, a mi parecer todavía nos estamos conociendo pero él insistía que debíamos vivir juntos para conocernos mejor, solo le dije que sí unas semanas antes de volver, y la verdad note cosas que sinceramente no me gustaban tanto, pero capaz las relaciones son así, él es la primera persona con la que yo he mantenido una relación de pareja, lo de la universidad casi fue como un romance de escuela, salvo la única vez que tuvimos relaciones, después había sido solo Jack... tampoco es que estuvimos demasiadas veces juntos, el sexo con él era raro, no que yo sea una persona experimentada, pero tenía un punto de comparación, y si era verdaderamente honesta, tuve más veces sexo con Christian en una noche, que en 8 meses con Jack.
Ahora que lo pienso, no creo haber disfrutado realmente el sexo con Jack, él me gusta y mucho, pero no es lo mismo que sentí con Christian, él con solo besarme despertó el deseo en mi, y sus manos, cuando me acariciaban….basta, lo de Christian fue hace mucho tiempo, y por como quedaron las cosas estoy segura de que lo último que querrá será verme, en fin, a prepararme para esta noche.
Cuando son casi las 8 de la noche terminamos de arreglar toda la casa, pareciera una fiesta de cumpleaños pero realmente es mi bienvenida y la ansío de verdad, extrañe mucho a Mía, y también a Kate, en especial a Robbie, muero de ganas de verlo, cuando escucho el timbre me escondo en un rincón tengo entendido que casi todos vendrán esta noche.
Mamá abre la puerta y no puedo esperar a salir, me quedo quieta en silencio para escuchar
-Pasen chicos – escucho que dice mamá. – están en su casa.
-Gracias Sra. Steel, que bonita casa tiene - no reconozco la voz, será alguna novia escondida de Robbie?
Escucho varios murmullos y cuando una voz que extrañe tanto escuchar habla fuerte no puedo evitar las ganas de salir a la sala.
-Ya mamá, estamos todos, que es esa gran sorpresa? – Robbie dice exasperado.
-Ahora voy a traer mi sorpresa – dice criptica y escucho que viene hacia mí – Lista pequeña?
-Siii – le digo con mucho entusiasmo, la sigo hasta la sala, cuando llegamos ella se hace a un costado, todos están enfrascados en sus conversaciones – buenas noches - digo en voz alta, la primera en mirar es Mía que pega un chillido y viene corriendo a abrazarme, como extrañaba su efusión.
-Anaaaa, volviste!- me abraza y me mece y cierro los ojos ante su gran entusiasmo
-Como te extrañe – le digo y la estrecho más fuerte, luego siento una presencia a mi costado, abro los ojos y veo a mi adorado hermano parado a mi lado, como puedo suelto a Mía y me tiró a sus brazos, y empiezo con las lágrimas traidoras de emoción.
-ya era hora – es todo lo que me dice y sé que está emocionado de verme, así como yo a él.
-No sabes cómo me hiciste falta – le digo y me encojo en sus fuertes brazos, luego abro mis ojos y veo que me sonríe y me seca las lágrimas, él es mi ángel.
Cuando me separo veo a una joven que no conozco, es muy bonita y me mira y me sonríe, miro a Robbie y le hago una mueca pícara – no vas a presentarme? – pero él me mira extrañado y luego mira a por todos lados, mira a Mía y esta le hace un gesto encogiendo los hombros, luego parece decidirse.
-Claro Ana, ella es Leila… - pero una voz nos interrumpe y mi corazón hace un pequeño sobresalto, que?
-Disculpen tenía que atender esta llamada… – y él se para en seco y me mira asombrado y yo pienso Guau, no sé qué paso en este tiempo pero estoy casi con la mandíbula descolgada, esta muchísimo más guapo que cuando me fui, tiene un poco de barba incipiente y esa mirada penetrante, nos quedamos un segundo mirándonos y siento que mi estomago se retuerce, que me pasa?
-Hola Christian – digo casi en un susurro, a decir verdad temo su reacción, capaz sea eso lo que siento en el estomago, él se queda serio callado un segundo y luego nace de sus labios una sonrisa que parece sincera.
-Ana! Hola! – y se acerca y me da un pequeño abrazo y no sé porque me sonrojo y siento un nudo en el estomago, es tan extraño, me suelta y me sonríe sinceramente y siento que me sonrojo más, auxilio que me pasa – me alegro que hayas vuelto – dice y se separa de mí, luego mira a la joven y se acerca a ella – cuando volviste?
-hace unos días – digo tímidamente no sé qué me pasa, esta sensación es tan rara, luego veo que posa su brazo sobre el hombro de la joven y una sensación de rabia me invade, que es esto?
-Te presentaron? – se gira la a joven que todavía sonríe, ella lo mira y niega – Ana te presento, ella es Leila mi novia – y siento que mi estomago cayó al sótano, su novia?
-Mucho gusto – me dice ella y me extiende la mano, como una autómata le doy el saludo, no tengo idea porque esta noticia me descompuso el semblante, porque siento mi cara rara, trato de recuperarme y miro a Christian, él parece feliz y digo esta bien, me alegro por él.
-El gusto es mio – y miento asquerosamente, pero a decir verdad no se porque no me cae la chica.
-Bueno, ya cumplí mi misión, los dejo para que se pongan al día.
Mi madre con eso se retira, y todos nos sentamos en la sala a conversar, Mía me llena de preguntas acerca de mi viaje, de las ciudades que visite y todo lo que hice, luego mira a todos lados.
-Y Jack? – y mi mirada se desvía hacia Christian, no sé porque pero me preocupa su reacción, pero veo que tiene la mirada impasible, obviamente ya me supero, y ese pensamiento sinceramente me deprime.
-Esta en NY tuvo algo de trabajo que terminar.
-Y quien es Jack – pregunta Robbie mirándome fijo.
-El novio de Ana, te lo había dicho – le dice Mía, haciéndole un gesto – incluso te comente que vivían juntos.
Y le hago mil gestos a Mía para que se calle y vuelvo a mirar a Robbie, que tiene el rostro furioso
-QUE?
Pero antes de que pueda contestar suena el timbre de la casa y como un rayo me levanto a atender, cuando abro la puerta, Kate y Elliot están parados en la entrada, discutiendo.
-Ana! – me dice Kate y me envuelve en un abrazo, y yo cierro los ojos, la extrañe tanto. Me suelto de ella y miro a Elliot, con todo el cariño que le tengo le doy un abrazo, y soy tan feliz al descubrir que ya no existe ningún sentimiento hacia él excepto el de amistad.
