Ana (POV)

La puerta se abre y caminamos en silencio hasta mi departamento, cuando giro y abro la puerta para que Christian entre, él me sonríe y pasa, no puedo volver a la oficina, solo quiero estar sola…no, quiero estar con Christian, él me calma, con él me siento menos mal.

-Quieres tomar algo? – le pregunto mientras él observa el lugar, no tiene nada que ver con su departamento, pero me gusta mi casa, es acogedora.

-Café?

-Claro – y voy hacia la cocina a preparar dos cafés, al rato Christian viene hacia mí, todavía está inspeccionando el departamento.

-Me gusta, es pequeño, pero bien distribuido.

-Gracias, aparte me queda cerca de todo – mientras busco todo para el café, él se queda en la cocina, siento su mirada sobre mí y eso hace que me sonroje…

-Me dijo Rob, que a tu papá no le hizo mucha gracia que te mudaras.

Sonrío – no, dejó de hablarme una semana, me dijo que como me iba a mudar si acababa de volver.

Termino de servir el café y armo una pequeña bandeja con azúcar, leche, y unos biscochos que hice anoche, llevo todo a la sala y me siento, Christian se sienta en el sillón de enfrente.

-Gracias – me dice y toma el café, negro sin azúcar.

-Cómo conociste a Leila? – le pregunto y el solo me mira mientras bebe un sorbo de café.

-En una cena, nos presentó un amigo en común.

-Y hace cuanto están juntos? - Lo piensa un poco y luego me contesta – casi un año – y mi corazón se hunde….

-Me alegro por ti – digo y me escondo tras mi taza, me siento peor de lo que me sentía.

-Y las cosas con Jack?

-Que cosas con Jack?

Me mira y voltea los ojos – tu relación…

-eso termino hace mucho, desde NY.

-sí pero me entere que volvió a buscarte – me encojo de hombros

-puede buscarme lo que quiera, yo no quiero nada con él.

-Viviste con él – me dice como reproche -Un mes o dos, no recuerdo bien…

-pero viviste con él… - parece molesto.

-Tú vives con Leila no?

Me mira y no me dice nada

-Si realmente no sentías nada profundo por Jack, porque viviste con él.?

-Por soledad Christian, nunca hiciste nada por soledad?

Se queda callado.

-Pero igual, debiste haber sentido algo profundo por él.

Lo medito un momento…

-Pensaba que sí, lo de él no fue una locura de amor, así como a ti, nos presentó alguien en común, y empezamos a salir, al principio fue todo muy platónico, él era atento y todo, después con sus constantes viajes la relación en parte se volvía a distancia, y fue cuando estábamos por cumplir 6 meses que él me planteó la idea de mudarse conmigo, supuestamente él se estaba quedando en Ligure solo por mí, y como te dije en los últimos tiempos yo me sentía muy sola, acepte y luego de dos meses volví y bueno el resto es historia.

-Pero lo amabas…

Pienso un poco – Amor puede ser, estar enamorada, definitivamente no.

-No, eso solo de Elliot no? – lo dice medio mordaz y bebe su café.

-Elliot fue el amor de juventud, el amor adolescente, la primera ilusión, pero el estar lejos me hizo ver que no era tan profundo como yo pensaba, como te dije era esa ilusión de querer mucho algo y no poder tener, cuando estuve lejos, ahí supe lo que era el extrañar y me di cuenta que yo no extrañaba a Elliot, no me hacía falta su presencia, no necesitaba estar con él, y empecé a analizar de a poco las cosas y me di cuenta… - El no dice nada, pero parece conforme con la respuesta

-Tú amas a Leila? - Me mira en silencio, por mucho tiempo, como si no hubiese escuchado la pregunta, cuando se la voy a repetir me habla.

-Lo suficiente... - Y eso me causa una pequeña opresión en el pecho…

Christian (POV)

Me costó mucho responder su pregunta, pero que le iba a decir, no estoy seguro, no sé lo que siento? Pensaba que si hasta que volviste?

-Quieres más café? - Me mira con esos ojos tristes y quisiera tanto envolverla en un abrazo y decirle que yo la cuidare, pero reprimo mis sentimientos, esto debe acabar.

-No, gracias, debo volver….

-Ok – me dice muy alicaída y me pone tan histérico, es como si ella quisiera que me quede con ella, pero no dice nada, y no sé donde estoy parado, aparte yo tengo una relación, esto que Ana y yo tenemos…. No, que me digo, nosotros no tenemos nada más que amistad.

-Estás segura que estas mejor? – me levanto para indicar que ya me marcho, ella me imita y sonríe tristemente.

-Si, gracias por el apoyo…

-Oye, si yo no hubiese – pero ella llega hasta mí y me pone la mano sobre los labios para callarme.

-Por favor, no vayas por ahí, te lo ruego, hoy no, ya no tengo fuerzas…

Y me rompe el corazón esta declaración porque la escucho rota y no me puedo contener y le estiro la mano y la abrazo y ella me corresponde.

-perdóname por favor Ana, si yo no le hubiese contado a Elena…

-No, Christian, perdóname tú a mí, por no haber tenido en cuenta tus sentimientos, si te lastime, te juro nunca fue mi intención, estaba tan perdida en esa época – se separa de mí y me mira fijo – cuando estuvimos juntos, pensé que me estabas haciendo un favor, nunca imagine que yo te estaba lastimando, ya te había dicho esto, pero ahora te ruego me perdones.

-yo nunca podría enojarme contigo – ella me sonríe y nos miramos fijo, por Dios esta mujer aflora sentimientos en mi que no debe, pero que no quiero dejar de sentir, me siento atraído a ella como un iman, pero cuando me empiezo a acercar suena mi celular, y la burbuja se rompe.

-Perdón - le digo y miro mi teléfono, y mi corazón cae a mis pies, es Leila, que estuve a punto de hacer?, Leila no se merece esto, me separo de Ana y ella va y se para cerca de la entrada – tengo que irme – ella asiente.

-Claro, Gracias Christian por todo - Y la miro una última vez y me dirijo a la puerta, salgo y no miro atrás, debo alejarme de ella, necesito alejarme de ella, porque estuve a punto de perder toda mi cordura.

-Hola - le respondo lo mas suave que puedo intentar ser, pero creo que fallo miserablemente.

-Hola amor, quería saber a qué hora llegarías a casa? - Miro mi reloj y son apenas las 3 de la tarde

-Dentro de tres horas aproximadamente.

-Genial, me das tiempo para prepararte una rica cena casera. - Suena tan entusiasmada, que me hace sentir tan mal, yo no siento ese entusiasmo con ella.

-Perfecto, nos vemos.

-Te amo…

- Yo también... – cuelgo y me siento un embustero.

Ya estoy en la entrada del edificio de Ana, y quisiera tanto poder olvidar esto que siento, yo me prometí cuando ella se fue, que la olvidaría, pero esto me está volviendo loco, quiero subir y tomarla en mi brazos y besarla hasta quedarme sin aliento, pero dentro de todo sé que ella no me corresponde, que debo olvidarla, y que yo estoy con alguien que es buena y amorosa, y aunque me cuesta convencerme salgo y voy hacia mi auto, con esta trifulca dentro mío vuelvo a GEH.