Christian (POV)
Estoy mirando el rostro de Leila mientras habla entusiasmada, pero no escucho una palabra de lo que me dice, mi mente esta con Ana, como se estará sintiendo?, fue así desde que salí de su casa, intente olvidarme de ella, pero como siempre, fue imposible, no entiendo, como es que todavía no aprendo a lidiar con ella, tengo que hacerlo, pertenecemos al mismo círculo de amigos.
-Cariño? – la voz de Leila interrumpe la línea de mis pensamientos y enfoco mi mirada en ella.
-Que sucede?
-No me contestaste – me pregunta mirándome fijamente, mierda, ni sé de qué me estaba hablando.
-Lo siento, no escuché la ultima parte, que me decías?
Me mira y sé que no me cree una sola palabra, mueve la cabeza y me habla.
-Te decía que podíamos ver de escaparnos este fin de semana a NY, a pasear por Central Park, darnos un tiempo a solas.
-Lo siento nena, será imposible, este fin de semana vienen los inversionistas de Taiwan y no solo vienen a GEH, también el lunes esta la reunión en RACME, necesitamos concretar este contrato, sería el primero de la empresa a nivel internacional.
Leila me mira molesta y baja la cara, no es la primera vez que me pide que viajemos juntos y yo la despacho por el trabajo, pero en serio, este fin de semana es imposible, hemos planificado con mucho tiempo con Rob este trato, y deseamos que se concrete.
Me levanto de la mesa y voy hasta ella, me agacho a su altura y le levanto el rostro con los dedos.
-Cariño, te juro no es apropósito, pero es imposible, tu sabes que la empresa es nueva y necesita…
-Creí que tu hermana y la hermana de tu amigo se estaban encargando de todo – me gira la cara cuando habla, suspiro de lo más profundo de ser para no perder la paciencia.
-Leila – le vuelto a tomar el rostro con las manos – ellas lo están manejando todo, pero nos necesitan a mí y a Rob, por una cuestión cultural y de estrategia, te prometo que cuando las cosas se estabilicen en RACME, tu y yo nos tomaremos esas vacaciones que tanto añoras.
Me sonríe tímidamente y se acerca a darme un beso – ok cariño, entiendo…
La doy un beso más profundo y enredo mis dedos en sus cabellos, antes de darme cuenta ella está sobre la mesa y yo la estoy besando con pasión, hasta que suena el timbre de la casa y poco después escucho una tos suave, giro y veo a Gail parada en la entrada del comedor con el rostro sonrojado.
-Sr. Grey, Srta. Williams, disculpen no quise interrumpir
Leila rie y baja de la mesa, y yo no puedo evitar reir también, todo es nuevo para todos en la casa.
-No hay problema Gail, que sucede?
-El Sr. Elliot Lincoln se encuentra en la sala esperándolo, necesita hablar con Ud.
Y con eso se retira, me giro a Leila y ella me sonríe – Ve con tu amigo – me dice mientras empieza a recoger la mesa, le doy un beso en la mejilla y voy hacia donde está Elliot.
Cuando llego a la sala lo encuentro mirando por la ventana, la noche ha caído y la vista de la ciudad es fantástica.
-Elliot, que sorpresa – me acerco y le doy una palmada en la espalda – ya cenaste?
-No tengo hambre Chris, gracias.
-En ese caso, te puedo ofrecer algo, un trago, café?
-Una cerveza?
-Claro, voy por ella.
Voy a la cocina y traigo dos botellas de Peroni frías y un plato de snacks que Gail preparó, Elliot está en el mismo lugar en que lo deje, mirando la ciudad, dejo el plato en la mesa y me acerco, le doy una botella y choco la mía con la suya, bebo un sorbo y él hace lo mismo.
-Creo que me voy a separar de Kate – casi me atraganto con mi trago, Elliot camina hasta el sillón y se sienta, yo lo imito.
-Porque?
-La vida con Kate es un infierno hombre, ella no es la mujer que yo pensé, y ahora las cosas se han vuelto insoportable, está más paranoica, más controladora, estoy seguro de que ahora mismo está rastreando mi teléfono, revisa mis conversaciones, por poco no se va conmigo a todos lados.
-Que la tiene así?
Elliot levanta la vista y me mira fijo a los ojos – Ana…
Lo miro fijamente tratando de controlar mis emociones – no entiendo…
Elliot sonríe y vuelve a beber – cela a muerte de Ana – cuando baja la botella parece que su lengua se aflojó y suelta todo - las cosas con Kate no estaban bien, pero desde que ella volvió es peor, se ha vuelto la fotocopia de su madre, se viste como si fuera Katherine Hepburn, se la pasa con su madre o con mi madre, llega a la oficina de improvisto, controla con quien hablo, quien hace negocios conmigo, quien me llama, la chica que era jovial y divertida ya no existe hombre, tengo una mujer que parece una estrella de Hollywood por lo bella e inalcanzable, ni siquiera estamos juntos, hace meses me rechaza, y sinceramente uno tiene un límite Christian, no puedo seguir así.
-Has hablado con ella?
-Lo intente, me acerque, incluso le ofrecí irnos a terapia y sabes que me dijo? – Niego con la cabeza – que ni lo sueñe, entonces le dije para separarnos, para darnos un tiempo y me dijo que jamás, que ella no iba a ser el conventillo de sus amistades y de la sociedad, que no pensaba ser una mujer separada, te parece hombre? Le importa más el qué dirán, que su matrimonio.
Elliot suena derrotado, abrumado, sinceramente nunca lo había visto así, él siempre era alegre, feliz, bromista, este hombre que está conmigo, es un hombre frustrado y cansado.
-Tu amas a Kate?
Elliot me mira fijo y vuelve a beber un sorbo de su botella, luego la deja sobre la mesa e inconscientemente se toca el anillo en su mano.
-A esta versión fría y distante de mi esposa, no.
-y a la antigua Kate?
Sigue jugando con su anillo y luego se levanta y camina hacia la ventana, se para y mira hacia un punto de la ciudad. Voy y me paro a su lado.
-Sabes que fue lo que me atrajo de Kate?
Niego mirándolo a través de nuestro reflejo
-La mirada dulce que tenia cada vez que nos veíamos, cuando ella me miraba yo me sentía el centro de su universo, sentía que no había nadie más para ella, solo yo. Yo me empecé a fijar en Kate, porque me di cuenta de que con Ana no pasaría nada, pensaba que ella me veía solo como su mejor amigo, su hermano, en cambio Kate tenia actitudes conmigo, atenciones que Ana no tenía – se gira y me mira, yo también lo miro – yo fui su primer beso Christian, a los 20 años.
Lo miro sorprendido, sabía que más o menos a esa edad él se empezó a fijar en ella, pero creí que ellos empezaron a salir recién cuando Kate tenía 23 años.
-Kate y yo realmente empezamos a salir a escondidas desde su cumpleaños número 21, salimos por dos años en secreto.
-Elliot, jamás me dijiste…
-Porque se lo juré a Kate, ella me hizo prometer que no contaría nada, porque no quería problemas en su casa, me dijo que sus padres le armarían el escándalo de la vida y nos separarían si se enteraban, ya que éramos todos amigos y era muy reciente lo de Mía e Ethan.
Sinceramente estoy mudo, Kate no le contó a Ana nada, e hizo prometer a Elliot que no nos contaría nada…
-Porque ahora…
-Porque hoy descubrí que Kate me mintió desde siempre. -Porque lo dices?
Elliot sonríe amargamente – porque ella estaba traicionando a Ana, porque Ana estaba enamorada de mí y Kate lo sabía, entonces no podía exponer nuestra relación, porque quedaría descubierta y tampoco podía arriesgarse, porque Kate sabía que yo también gustaba de Ana.
-Como?
-Porque yo se lo dije – Elliot vuelve a mirar hacia la ciudad – cuando Kate cumplió 20 años, me dijo que su deseo de cumpleaños era que yo le diera un beso, y cuando le dije que no podía empezó a llorar, le explique el porqué, le dije que estaba enamorado de Ana, y me dijo que no le importaba, que ella lo único que quería era un beso, que ese sería nuestro secreto. Después de eso, ella empezó a acercarse más a mí y yo empecé a fijarme en ella. Sutilmente me fue seduciendo, y yo convencido de que Ana y yo no teníamos futuro, entonces me enfoque en Kate.
-Como supiste que Ana estaba enamorada de ti?
-Ana me lo dijo – se gira y me mira – y eso fue la gota que colmó mi vaso, me di cuenta que desde un principio fui manipulado por Kate, por eso no te puedo responder si amaba a la Kate de antes, porque no conozco realmente a esa mujer, yo me enamore de una Kate amorosa, dulce, inocente, alguien que parecía amarme más de lo que me merecía, en cambio con lo que descubrí hoy, me doy cuenta que hace 5 años vivo una mentira.
Elliot vuelve a mirar la ciudad, estoy mudo, no sé qué decirle, obviamente está muy dolido por lo que descubrió de su esposa, y no es para menos, hace 5 años que están juntos y ahora descubre que desde siempre ella le mintió, la verdad, Kate nunca ha sido santo de mi devoción, pero esto es mucho, no solo le mintió a él, también a Ana, encima tuvo el descaro de ir y enfrentarla como si ella fuera la víctima en todo. Si Ana sabe que Kate le mintió eso la va a destrozar.
-Ana sabe que tu y Kate empezaron a salir desde antes de la graduación?
-No.
-Estás seguro? – me preocupa de sobremanera como pueda estar Ana si sabe toda la historia.
Se gira y me mira – sí, estoy seguro, ella me dijo que cuando en la graduación se entero de que Kate y yo nos gustábamos decidió alejarse.
Elliot camina nuevamente hasta el sillón, se sienta y toma el resto del contenido de su botella.
-No sé hacer Christian, me siento en el medio de la nada, siento que toda mi relación estaba basada en una mentira, no quiero volver a casa, no quiero hablar con Kate, estoy furioso, soy capaz de cualquier cosa si estoy cerca de ella – se gira y me mira, en su rostro se refleja el dolor – me siento usado y ya sé capaz sea el karma por como yo me comportaba con las chicas, pero te juro, desde que estuve con ella, no hubo nadie más.
Lo miro en silencio, obviamente Elliot tiene que sacar todo lo que tiene dentro. -Anoche tuvimos una pelea monumental, dormí en la sala y salí muy temprano, y me dije que era necesario que tomáramos un tiempo, ya que no podíamos seguir así, pero ahora, no sé si vale la pena seguir con ella.
Me siento cerca de él – Elliot, no puedo decirte que hacer con tu matrimonio, pero creo que deberías hablar con Kate y aclarar todo, están casados, y tú la amas, es por eso que te duele toda esta situación, antes de tomar una decisión radical, deberías conversar con ella y explicarte como te sientes, y después de esa conversación ya tendrás un panorama más amplio.
Aunque me mira escéptico, afirma con la cabeza y se levanta.
-Gracias Christian por escucharme – me da un abrazo y le correspondo, sé que en este momento él necesita apoyo.
-Para eso están los amigos.
Sonríe tristemente – discúlpame con Leila por favor, te dejo, iré a casa a hablar con mi esposa.
Lo acompaño a la puerta y luego voy a mi despacho, me sirvo un trago más fuerte y miro por la ventana, a mi mente acude la imagen de Ana llorando por como Kate la había tratado, sintiéndose culpable por haber vuelto, y pensar que Kate nunca fue sincera con ella.
-Amor…
Me giro y Leila esta parada en la puerta, lleva un babydoll blanco corto de seda. Le sonrío y ella me corresponde, estira la mano, la tomo y me dejo guiar por ella, tengo que dejar de pensar en Ana.
