Ana (POV)

El golpe insistente en la puerta me hace despertar, no sé qué hora será pero no tengo ánimos de levantarme, vi televisión hasta las 5 de la mañana, cuando por fin me pude quedar dormida, con los ojos entrecerrados voy hasta la puerta y la abro, una Mía impecablemente vestida y con cara molesta me está mirando.

-Se puede saber qué te pasa? , no he sabido nada de ti desde anoche! – no grita pero su tono de voz es de enojo, me giro y camino hasta mi sofá, ahí me recuesto nuevamente, ella entra y cierra la puerta, veo que camina hasta la cocina, y escucho unos ruidos, poco después siento un calor en la mano, abro los ojos y veo que Mía me está pasando una taza humeante de café, obviamente me volví a quedar dormida, ya que yo no había café hecho.

-Gracias – le digo ronca y me siento a beber un sorbo, mmm esta rico – qué hora es?

-Son las 11 de la mañana, se puede saber porque no fuiste a la oficina? – Mía se sienta frente a mí con una taza en su mano.

-Me quedé dormida… - y me voltea los ojos, si ya sé obvio que me quede dormida, pero ella sabe que hay más detrás.

-Ana – me dice dejando su tasa sobre la mesa – hemos sido amigas desde que recuerdo, tú más que mi amiga eres como mi hermana, y no aprecio que me dejes de lado cuando te suceden cosas, sabes bien que jamás te he juzgado ni nada, así que te pido que me expliques que pasa.

Bajo mi taza avergonzada, Mía ha sido la mejor de las amigas toda mi vida, incluso hubo veces en que yo la deje de lado por Kate sin que ella se lo mereciera, confié más en Kate que en ella en muchas ocasiones y sinceramente ella siempre ha sido fiel. -Lo siento amiga – ella me sonríe y se acerca y me da un apretón de mano - te prometo que no pienso dejarte más al margen – me suelta la mano y se sienta nuevamente.

-Que te dijo Kate, que te puso tan mal…

-Me acuso de haber vuelto para arruinar su matrimonio…

-Que? Y le cuento todo a Mía, palabra por palabra lo que Kate me dijo, también le cuento lo que paso la noche en que Kate y Elliot empezaron a salir, le confieso lo de Christian, le cuento lo que paso en la boda, le digo que al salir ayer de la empresa fui a ver a Christian, soy totalmente honesta con ella, cuando termino ella se queda en silencio por varios minutos.

-por qué no confiaste en mi antes? – me dice mirándome no hay nada oculto detrás de sus palabras, ni de su tono, es una pregunta sincera.

-Tenía miedo de que me juzgaras y te alejaras de mí por haberle hecho daño a Christian

-Ana… - me dice y se apoya en sus rodillas – Christian es un chico grande, y te puedo asegurar que él sabe perfectamente lo que hace o lo que hacía, incluso más que tú, somos amigas, hermanas, y yo nunca te juzgaría o me alejaría sin primero escucharte.

-Gracias.

- Aparte, Christian sabía que tú en ese momento no estabas actuando tan conscientemente, habíamos tomado mucho esa noche, estabas vulnerable por lo que viste y más, necesitabas afecto, no puede haberse sentido tan mal tampoco él.

-no lo sé – le digo y subo las piernas en el sofá – ósea, yo se que hice mal en estar con él, y en dejarlo así tan abruptamente cuando me confesó lo que sentía, pero tampoco lo engañe, nunca le di esperanzas…

-y como es que Kate, sabía que tu y Christian estuvieron juntos...?

-Se lo contó Elena.. – Mía casi escupe el café – que sucede?

-Esa vieja bruja – dice con rabia mientras se limpia la barbilla – ya me parecía que su mano era la que estaba metida aquí.

-No entiendo…

-Ana, esa bruja te odia y ahora entiendo porque… La miro interrogante

-Ana, Elena y Christian tuvieron una aventura – mi boca se abre de par en par - , por mucho tiempo, pero luego lo dejaron, obviamente Elena piensa que Christian lo dejó por ti. Todavía no me recupero de mi asombro, no lo puedo creer, Elena y Christian? -Claro, como ella te odia, seguro, ella le metió ideas en la cabeza a Kate, le habrá dicho que tú volviste solo para arruinar su relación, y de paso usó de ejemplo lo que pasó con Christian.

Miro a Mía anonadada, Dios santo, acaso vivo en un termo?

-no vas a decir nada….

-Estoy sin palabras, sigo shockeada por lo que dijiste de Christian y Elena. Mía voltea los ojos

–Hoy estas lennntaaaa…. – le tiro un cojín – es cierto – dice esquivándolo por poco – no puede ser que no te hayas dado cuenta.

-Ehh hellooo, yo acabo de volver, y aparte no sabía que Christian y Elena tuvieron algo.

-Si, pero fue cosa del pasado, por suerte mi hermano recapacitó y ya no estuvo con la bruja esa, pero por lo visto, siguió confiando en ella, de otra manera ella jamás se habría enterado de lo de Uds. Me quedo pensando, todavía no puedo creer que Christian y Elena se hubiesen involucrado.

-Tú sabes cuando empezaron? Mía lo piensa un poco

– Creo que fue en la universidad, la verdad no estoy segura.

-y tú como te enteraste?

-los descubrí una vez en casa de Christian, él me había dado una copia de la llave y yo pensé que estaba en la oficina, fui a buscar una ropa que había dejado ahí el fin de semana y cuando entré estaban en la sala, salí prácticamente corriendo.

-ya. Me quedo callada sin decir nada, Mía se levanta y va a la cocina creo que a buscar más café.

-y ahora - me dice desde ahí – que harás con respecto a Kate?

-Nada, yo no hice absolutamente nada de lo que ella me acuso, si ella está molesta, bueno lo siento, pero en serio no pienso rogarle perdón por algo que no hice. Mía viene caminando con una nueva taza de café y se sienta frente a mí.

-Cariño, me encanta tu actitud, y te apoyo, sinceramente Kate se ha vuelto una snob…

-pero….

-Esto no es una pelea por una salida a la cual alguien no fue invitada o un vestido que no se devolvió, estamos hablando de un matrimonio, una acusación muy grave, imagina, si la arpía de Elena le metió eso a Kate en la cabeza, estoy segura de que pronto se lo comentara a alguien más, como mi mamá, tu mamá, algo que te pueda traer problemas reales.

-y que debo hacer, rogarle disculpas?

-No, claro que no, pero si tienes que aclararle que nada de lo que te acusa es cierto, no puede ir por la vida diciendo que tu quieres arruinar su matrimonio, eso no lo tolero, en serio.

-Mía, tú conoces a Kate cuando ella se empaca…

-Ana, no puedes dejar que Kate te acuse y arruine tu reputación.

-Que me importa mi reputación – le digo hundiéndome en el sofá.

-Pues debería, tu reputación no solo te atañe a ti, sino a tu hermano, a tu familia, imagina si Rob se entera, o peor sabe lo de Christian.

Abro los ojos muy grandes, no, eso puede ser fatal, Rob y Christian son mejores amigos, y si él sabe lo que paso, estoy seguro que no le sentara bien. -Qué hago? – digo cubriéndome la cara – no debí volver – expreso en voz alta. Mía me estira de la mano y me mira súper enojada.

-no vuelvas a decir eso, me escuchaste?, acá hay más gente que te quiere, que no, así que no pienses eso, si Kate conociéndote le cree más a Elena que a ti, eso quiere decir que nunca fue tu verdadera amiga, y es mejor alejarse, pero no puede ir por la vida acusándote en vano. Sin pensarlo me abalanzo sobre Mía y le doy una abrazo, y aunque la tomo por sorpresa ella me corresponde, algunas lagrimas caen en silencio, pero es como un bálsamo, el saber que soy importante para ella, me reconforta, me duele la actitud de Kate, pero como ella dijo si Kate piensa que soy capaz de eso, no es mi amiga.

-Bueno, ahora amiga, a enfrentar la vida – me dice mirándome con cariño, y yo le sonrío afirmando.

Christian (POV)

La ciudad todavía está en silencio, miro mi reloj y apenas van a ser las 7 de la mañana, ni siquiera Andrea todavía ha llegado, a decir verdad hasta Taylor se sorprendió por la hora en que salimos, me levante sin hacer ruido, deje a Leila en la cama durmiendo, solo le dije a Gail que le indicara que tuve que salir, por una reunión muy temprano…mentí….

La verdad no pude dormir mucho. Me quede pensando en la conversación con Elliot, él ya sabe lo que Ana…siente?...sentía?, ella dice que ya no siente nada por él y yo quisiera creerle, pero no puedo negar que siento un pequeño dolor en el fondo de mi estomago, al pensar en que Elliot se puede separar de Kate y que Ana esta sola…. No, Elliot genuinamente quería solucionar su matrimonio, y Ana me dijo que se dio cuenta que nunca lo amo, eso debería darme tranquilidad, aparte, si por esas cosas Elliot se separa, Ana es libre, pueden hacer su vida juntos si lo desean, yo estoy bien…

Siii, sigue convenciéndote de eso….

Parece que mi subconsiente me habla sarcásticamente, y quisiera golpearme, no, no estoy bien al pensar en eso… tomo mi celular y pienso en llamarla, la verdad, también sigo preocupado por cómo se quedo con el ataque de Kate, sinceramente no se lo merecía, ella en verdad se alejo de ellos… aparte con lo que Elliot me contó ayer, la que menos puede hablar de lealtad es Kate, ella siempre supo lo que Ana sentía por Elliot y de igual manera se lanzó a él, el premio de amiga del siglo no lo lleva…

Necesito distraerme, no debo llamar a Ana, me supongo que la cafetería que esta a unas cuadras ya estará abierta, voy a buscar un café y de paso salgo de mi oficina que se siente una jaula… En el ascensor recibo un mensaje, lo abro y leo que es de Leila.

L: Cariño, te fuiste muy temprano, no pude ni despedirme.

C: lo siento, estoy en una reunión, ni bien me desocupe te llamo… Segundos después.

L: ok amor que tengas buen día.

Le mentí, pero no tengo ganas de hablar con ella, la situación se está volviendo un poco empalagosa a decir verdad, necesito un momento lejos de ella. Cuando llego al café veo que están limpiando las mesas, me acerco al mostrador y ordeno, la chica me sonríe y aletea mucho sus pestañas, Oh Dios, solo limítate a atenderme…

Cuando salgo con mi café envuelto en una servilleta, veo que tiene algo escrito..

Kirsteen: 575-41587

Hago un bollo del papel y lo tiro, lo último que espero cuando voy por un café es un levante, por lo que veo, este será un pésimo día.

Ana (POV)

Estoy terminado de arreglarme y sinceramente me siento mucho mejor que ayer, Mía estuvo toda la tarde conmigo y hablamos muchísimo, no sabía cuanta falta me hacía la dosis de amiga, pero gracias a Dios que cuento con ella. También estoy un poco preocupada, ella y Rob están en un proceso de distanciamiento, y pese a que intenta poner buena cara, se que lo está pasando mal.

Salgo camino a la oficina y recibo un mensaje, es de Elliot.

E: buen día Ana, necesito hablar contigo,

Sinceramente volteo los ojos, mi vida no para de drama en drama.

A: buenos días, hoy me va a ser imposible, tengo mil pendientes de ayer, llegare tarde en la noche a mi casa.

E: si no te incomoda, estoy a las 9 en tu casa - Ay que insistente…

A: ok, te espero.

Ya no me responde, pero no importa, no sé que es tan importante que si o si debe hablar conmigo hoy. Sin pensar mucho en él me dirijo camino a la oficina, tengo mil cosas que preparar.

Cuando me percato de la hora, son pasadas las 6 de la tarde, hoy fue un día de locos, entre las presentaciones para el grupo que estaremos representando, las propuestas a verificar, reuniones con el equipo jurídico, modificaciones de varios contratos, sinceramente el día se paso, pero estoy muy orgullosa de lo que Mía y yo logramos, la empresa va tomando forma, y es gracias a nuestros esfuerzos, estoy esperando mi última reunión y luego voy a casa, quiero tomar un baño caliente y descansar…

Cuando salgo son las 8 y media de la noche, estoy molida, lo único que quiero es ver mi cama, llego a mi edificio, y subo directo, estoy pensando en darme una ducha y dormir, estoy tan cansada, salgo del ascensor y camino hasta mi puerta pero me paro en seco ante la figura que está parada enfrente, lo olvide por completo.

-Hola Elliot

-Hola Ana – me sonríe y veo que tiene una bolsa en sus manos – como me dijiste que saldrías tarde, pensé que tal vez no habías cenado, y traje algo – dice levantando la bolsa, y no puedo evitar sonrier, ya que mi estomago hace una pequeña protesta al pensar en comida.

-la verdad no cene – le digo sincera y me acerco a abrir la puerta, me hago a un lado y lo dejo pasar.

Elliot entra en la sala y deja la bolsa sobre la mesita, luego saca dos paquetes, dos bebidas y unas servilletas.

-Pannini de Carne y queso con panceta - me dice mientras abre el paquete y de solo escuchar el nombre se me hace agua la boca, prácticamente me tiro frente al sillón y agarro el paquete, sin mucha ceremonia me siento y lo empiezo a comer, obviamente estaba hambrienta, cierro los ojos y saboreo el bocado, oh por Dios, esto esta delicioso…

-Gracias –le digo tragando un bocado, él sonríe y también empieza a comer, pasados unos momentos cuando mi apetito se ha calmado, bajo el sándwich y lo miro fijo, él me mira interrogante.

-Agradezco la cena, en verdad estaba hambrienta – me hace un gesto afirmativo – pero que sucede Ell, que es lo tan urgente que tenias que decirme.

El baja también su sándwich y se limpia los labios.

-Me voy a separar de Kate – y mi mandíbula se descuelga.

-Qué?

-la cosa ya no va Ana, con todo lo que me dijiste ayer y con lo que ella y yo hablamos anoche, no puedo seguir con la farsa de mi matrimonio.

-Pero que dice Kate, como lo tomo? – la verdad me preocupa cómo estará ella.

-Todavía no se lo he dicho – mi cara debe ser un poema…

-Qué?

Elliot suspira y luego me mira de una forma muy extraña – no, primero quería decírtelo a ti. -

-Porque? – pregunto genuinamente sorprendida

-Porque quería que lo sepas de mí y porque quiero saber si existe en el futuro alguna posibilidad entre nosotros.

Whattt?, que acaba de decir?, no puedo emitir palabra estoy en shock sinceramente, Elliot se levanta y camina hasta mi, se arrodilla enfrente y me mira fijo.

-Yo se que parece descabellado lo que te estoy diciendo Ana, pero estuve pensando en esto mucho anoche, y mi relación con Kate ya no va, ósea, mi separación pasara de todas maneras, pero no quería que tú te cierres a algo conmigo por culpa de ella

Lo miro anodada – Elliot, ni siquiera le has dicho a tu esposa que te quieres separar y ya me estas preguntando si podemos tener futuro? Te parece correcto?

Mi mira y se levanta

– sí, yo… tienes razón, no sé, es que estoy tan enojado, tan confundido, estoy tirando para cualquier lado.

-Creo que deberías hablar con Kate primero, si realmente quieres separarte y luego darte un tiempo para ti mismo y a partir de ahí ver qué quieres.

Me mira y parece un hombre roto, que le paso al joven vivaz y sonriente que siempre lograba sacarle una sonrisa a todos.

-Kate no es lo que yo pensé – me dice dolido – me engaño todos estos años, estoy enojado, herido, triste, confundido, pensé que ella era la mujer de mi vida, pero no es asi…

Me levanto y le doy un fuerte abrazo, él me corresponde y me abraza con fuerza.

-Creo que tu estas tirando cosas al azar, creo que tu ni siquiera estas seguro de lo que quieres.

-No Ana, me siento en el medio de un castillo de naipes, siento que todo a mí alrededor se cae.

Luego de unos momentos nos soltamos del abrazo y lo miro.

-Primero habla con Kate, es lo que debes hacer…

Me mira y asiente resignado, unos momentos después se marcha y yo me quedo mirando la puerta, será que a todos Kate nos engaño?.