Ana (POV)
Son las 8 de la mañana y tengo un dolor de cabeza insoportable, desde las 6 y media estoy en la oficina, me quede dormida después de llorar tipo desde las 3 de la mañana y a las 5 y media ya estaba en pie, no quería quedarme en mi departamento así que me puse una montaña de maquillaje para cubrir mi hinchazón y ojeras y me vine a la oficina, ahora estoy repasando la agenda y me doy cuenta que a las 10 tenemos una reunión con un potencial cliente, y la verdad mi ánimo es el peor, la puerta de mi oficina se abre y entra Mía con cara de angustia.
-Ana, la verdad te veo muy mal.
-Gracias, para mí también es un placer verte.
Me pone mala cara. - Te estoy hablando enserio, estas pálida
-Imposible, me maquille mucho.
-Exacto, exageraste con el corrector, Rob me contó lo que Elliot les dijo ayer.
-Rob no sabe todo lo que Elliot dijo ayer.
-No entiendo...
Y mientras le cuento a Mía sobre la visita de Elliot, Rob y Christian ella me corrige el maquillaje para hacerme ver más humana, cuando le cuento todo lo que Christian me dijo, me regaña, ya que empiezo a llorar al recordar todo y su trabajo se ve arruinado. Corrige todo lo que mis lágrimas hicieron y luego de estar conforme con mi rostro, me mira con compasión.
-Amiga, los que te queremos bien, estamos muy felices que hayas vuelto, y entre ellos está el cabeza dura de mi hermano.
Sonrío.
-Ana, Leila no es una buena mujer para él...
-Mía por favor, eso no importa, ella no se merece que él la engañe, si él no desea estar con ella, pues que la deje, pero que no me use a mí como pretexto para dejarla.
-Y eso te gustaría?
-QUE?
-Te estoy preguntando, te gustaría que Christian dejara a Leila?
-Claro que no por mi culpa.
-Y si él lo hiciera porque decidió que ya no desea estar con ella?
-Esa es su decisión.
-Anaaa, te estoy preguntando, y si él la dejara, estarías con él?
Y me quedo en silencio y me sonrojo, si lo pienso bien, Christian mueve cosas en mí, que no sabía que existían, el beso de ayer, fue maravilloso, podría vivir besándolo toda la vida, levanto la vista y veo que Mía sonríe.
-Yo no dije nada.
-No hace falta, tu rostro te delata
-Claro que no - siento que me sonrojo más, Mía se levanta y se dirige a la puerta.
-Nuestra reunión es las 10 no lo olvides.
Y sale dejándome sola con mis pensamientos.
A las 09:50 me avisa Hanna que el cliente ya está en la sala de juntas, preparo mis apuntes y voy, lo único que sabemos es que es una persona que está abriendo una cafetería aquí en Seattle, tiene una en NY, pero quiere ampliar su tienda, y la idea es empezar por Washington.
Golpeo la puerta y entro, veo que Mía ya está sentada conversando con el caballero.
-Buenos días.
Ambos me miran y me quedo sorprendida al ver quién es el joven.
-Ella es la Srta...
-Ana - me dice el joven.
-Hola - camino hasta él, se levanta y me estrecha la mano - disculpa, nunca supe tu nombre.
El joven sonríe. -Es cierto, me llamo John.
Nos quedamos un ratito en silencio, hasta que escucho que Mía carraspea.
-Puedo preguntar de donde se conocen?.
-De NY - contesta John y me mira.
-Oh, bueno - dice Mía con un dejo de sonrisa - podemos discutir las estrategias?
Y empezamos la reunión, la mayor parte de la conversación la lleva Mía, ella es la encargada del marketing y publicidad, yo estoy para acuerdos comerciales, pautas administrativas y gestión de contratos, cuando termina la reunión, hemos cerrado trato, es cuestión de ver la parte legal y acordar los costos y las difusiones.
-Bueno, estamos de acuerdo en todos los puntos - digo y me levanto, ambos me imitan - nuestro equipo legal estará preparando los contratos y los estaremos remitiendo para su revisión a fin de empezar con las campañas y trabajo.
-Perfecto - dice Mía - Muchísimas gracias por elegirnos Sr. Rogers.
-Por favor John -mientras estrecha la mano de Mía, esta asiente y me mira.
-Un placer nuevamente - le digo con sinceridad.
-Todo mío Ana - me dice intensamente - por cierto, me debes un café - yo solo sonrío y asiento - lo dejamos para la próxima reunión?
-De acuerdo.
-Ok, es una cita - me dice y se dirige a la puerta - estaré aguardando los contratos - y se gira y me mira - y la confirmación de cuando tomaremos ese café.
Y sale por la puerta, dos segundos después.
-Amigaaaa por Dios, de donde conoces a ese bombón?
Sonrío y me siento frente a Mía - ya te lo dijo de NY.
-Pero cómo?- Y le cuento, que cuando salí de lo de Jack termine en un café, pensé que era un mozo, pero resultó ser el dueño.
-y al final era el dueño.
-y eso del café?
-Es que no me dejó pagar por el café, entonces quedamos en que yo le debía uno, pero jamás pensé que lo volvería a ver.
-Pero es guapísimo.
-Un poco...
-Ana, es alto, tiene ojos color miel, barbilla puntiaguda, una pequeña barba incipiente, cabellos color miel, y un cuerpo atlético.
Lanzo una carcajada -creo que lo miraste bien.
-Ni lo dudes, lo que no entiendo es como tú no te fijaste.
-Cuando lo conocí, te recuerdo que acababa de descubrir que Jack me engañaba.
-Ah sí, tienes razón, y dime vas a salir a tomar un café con él?
-Hace unas horas tu no me estabas lanzado a tu hermano? - le pregunto y sinceramente, Christian no ha dejado mi mente desde ayer, me mata el dolor en su mirada, pero no quiero ser la amante.
Mía me mira con dulzura -Ana, yo te adoro, eres la hermana que la vida me regalo, y te juro, que nada me haría más feliz que fueras mi cuñada...
-Pero...
-Pero mi hermano es un idiota, desde el momento en que volviste, él debía de haber terminado con Leila, él te ama Ana, estoy segura.
Mía sale de la sala de reunión y esa palabra se queda flotando, amor... produce un cosquilleo en mi estomago, Christian es todo lo que alguien puede desear, no solo es guapo, es inteligente, bondadoso, con sentido del humor, pero también es protector, empático, siempre sabe cómo hacer que las cosas estén mejor... siempre me hace sentir mejor...
Vuelvo a mi oficina e intento olvidarme de Christian, pero me es imposible, todo el tiempo vuelve a mi mente. A las 6 de la tarde doy todo por cerrado, el día ha sido largo y agotador, no he sabido ya de Mía en todo el día, me dijo que tenía varias campañas por revisar con el diseñador , y como lo mío son los papeles y números le dejo la libertad creativa a ella. Apago las luces de mi oficina y me dirijo a planta baja, salgo por la entrada principal, y como siempre voy caminando a mi dpto., mi casa es bastante cerca, así que de paso me sirve para meditar, cuando estoy saliendo afuera del edificio veo una figura familiar y volteo los ojos, esta es sin duda la semana del drama.
-Ana! - Kate se para frente a mí y me corta el paso, la miro cansina, sinceramente no tengo espíritu para pelear.
-Dime...
-Quiero saber que te dijo Elliot anoche - en su voz hay urgencia.
-Es TU esposo - hago énfasis en la palabra tú - deberías preguntárselo a él - trato de esquivarla pero ella me toma el brazo y me detiene.
-Tú eres mi amiga y quiero que me lo digas. - me estiro de su agarre y la miro con rabia.
-Ahora soy tu amiga?, acaso no fuiste tú quien hace poco ya no me consideraba asi?
-Ay por favor Ana deja el drama - mi ojos se abren, es en serio?
-Yo? Y que te parece que estás haciendo tú?, ve a tu casa y habla con tu esposo, pregúntale a él.
-Se fue de la casa
-Ese no es mi problema -digo y empiezo a caminar.
-No, pero es conveniente para ti no? - Y con eso me detengo, estoy harta.
-Sabes que Kate - mi voz se eleva y las personas que caminan a nuestro alrededor nos miran, pero sinceramente me importa muy poco, estoy encabronada, ella me mira con autosuficiencia - los problemas que tengas con TU esposo eran de antes que yo volviera, así que no me vengas a culpar a mí del fracaso de tu matrimonio..
-No te...
Pero no le dejo hablar. -Y si tu esposo me busca para hablar a mí, deberías preguntarle a él porque lo hace, seguramente en mí encuentra una persona razonable con la que se puede conversar.
-O capaz tu andas de ofrecida - me dice elevando su voz y cuando estoy a punto de golpearla escucho una voz.
-Basta Kate! - Elliot llega hasta nosotros, Christian viene con él.
-Ahh, así que viniste a ver tu amante?
-ESTAS LOCA? - le grita Elliot - QUE CARAJOS TE PASA?
Christian llega hasta mí y me estira del brazo, sinceramente me dolió que Kate dijera que soy su amante
-Vamos Ana
- Pero...
Christian no me deja hablar y me estira hacia su auto.
-Vámonos! - Me subo a su auto y veo como ellos se quedan en la calle discutiendo, Elliot empieza a estironear a Kate para llevarla dentro, pero ella se niega, después ya no puedo ver nada, Christian se aleja raudamente.
Me giro y lo miro, su rostro denota furia.
-Que estaban haciendo aquí?.
No me contesta y veo que toca el mando de su volante, en la pantalla de su radio, veo la palabra discando, dos tonos después una voz que conozco muy bien.
-Chris
-Hola Rob, mira surgió algo y no voy a poder llegar a la consultora, podríamos re programar?
-Claro Chris, mejor, me quedo en el despacho revisando el contrato que Ana me pasó sobre el cliente nuevo.
-Perfecto, hablamos después
Y se corta la comunicación.
-Quería que Rob y Elliot hablen en un lugar neutro - me dice y me mira de reojo - lo que jamás espere era encontrar a Kate gritándote.
Giro mi rostro - vino a preguntarme que me dijo Elliot ayer.
-Y que le dijiste - me giro y lo miro.
-Que le pregunte a él
Y Christian sonríe.
