Me retrasé en actualizar a causa de un problema bastante feo en el que mi sistema operativo dejó de funcionar, por lo que me quedé paralizado unos cuantos días. Afortunadamente conseguí solventar el problema para así no tardarme meses para subir, como tristemente pasa con algunos fics bastante queridos :v. Bueno, el caso es que ya estamos aquí y podemos empezar con este nuevo capítulo.

Un Pikachu invencible

Sori y su Ralts, ahora intentado acostumbrarse a su nuevo nombre, se encontraban revisando en la hierba alta, esperando a dar con algún pokemon para así darle un primer crecimiento al equipo que hasta ese momento sólo ellos dos formaban.

Pero no tenían suerte con encontrar un potencial nuevo integrante. La mayoría de los pokemon salvajes que aparecían se mostraban bastante agresivos y lograban echarse a la fuga antes de que Sori pudiese lanzar alguna pokeball. Esa seguidilla de fracasos frustraba bastante a Sori, y para remate aquella ruta no tenía pokemon de tipo siniestro, lo cual no animaba a Sori.

─ Esto es un sinvivir, Ai. Con esta mala suerte no voy a hacerme con un equipo de ningún tipo en la vida.

─ Lo siento mucho, maestra ─ Ai baja un poco la cabeza.

─ ¿Y a ti qué te cuesta tener un poco de iniciativa? ¿Tengo que gritarte órdenes mientras busco una pokeball?

─ Es que todavía no me acostumbro a usar Confusión, maestra.

─ Se nota que no. Y yo tengo que acostumbrarme a tus movimientos para hacer frente a los pokemon que se me pongan enfrente...

Sori entonces enciende una fogata, pues se estaba haciendo tarde. Bien podría regresar al pueblo e ir al encuentro de su tío, pero estaba determinada a tener al menos un pokemon que haya capturado. Sori miraba con fastidio la bolsa que había llenado con bayas. Ella deseaba comer de otra manera, mientras que Ai se daba un gusto comiendo bayas. No comprendía cómo era que un cuerpo tan pequeño daba cabida a tantas bayas comidas a la vez.

─ ¿Ocurre algo, maestra?

─ Sí, es que no veo cómo es que comes tanto y no engordas, enano. De hecho, te ves igual de famélico que siempre.

─ Pues no sé cómo es que esto pasa, maestra. No estoy haciendo nada especial con esto.

Sori decide entonces no hacer ni decir nada más. Estaba cansada, así que de mala gana agarra algunas bayas y empieza a comer. Pese a su berrinche, la verdad era que las bayas no sabían nada mal; de hecho, estaban más dulces que de costumbre. Al menos había aprendido a diferenciar las bayas dulces de las ácidas y las amargas, así que al menos esa noche tenía garantizada una cena aceptable, al igual que Ai.

Pero al poco rato escuchan ambos que algo se estaba moviendo entre los arbustos. Ai se asusta y se dirige a las piernas de su entrenadora, buscando protección, pero se resbala y termina cayendo de cabeza dentro de la falda de Sori.

─ ¡Saca tu cabezota de ahí, enano pervertido!

─ P-perdóneme, maestra.

La criatura que se movía cerca se aproxima todavía más, hasta que se revela que era un Pikachu. Sori estaba boquiabierta, no pudiendo creerse que ese ratón eléctrico fuera lo que la había asustado tanto. Ai por su parte todavía estaba asustado, pero a Sori eso no la detuvo para empujarlo a que lo combatiese.

─ Tenemos finalmente una oportunidad para atrapar un pokemon, así que ponte las pilas, Ai ─ Sori saca rápidamente una pokeball, estando así lista para empezar su "gloriosa" trayectoria ─ ¡Usa Confusión sobre ese Pikachu!

Ai no lo duda un solo segundo y lanza su ataque contra Pikachu. Era la primera vez que lograba lanzar un ataque de manera eficiente sobre un pokemon salvaje. El Pikachu cae al suelo, aparentemente derrotado, por lo que Sori siente que era su oportunidad para capturarlo, así que lanza la pokeball.

Tanto Sori como Ai estaban convencidos a plenitud de que la captura sería efectiva, y de la pokeball surge el rayo rojo para envolver a Pikachu, pero de pronto la pokeball se rompe y cae al suelo, mientras que el Pikachu se levanta como si nada, dando la impresión de que simplemente estaba tomando una siesta.

─ No lo puedo creer... Se supone que Ai te acaba de derrotar ¿Cómo puedes levantarte como si nada?

─ ¿Derrotarme? ¿Realmente creíste que con un ataque de Confusión que no llega ni a amateur iban a derrotarme? ─ dice el Pikachu con una media sonrisa llena de confianza ─ Lo siento, nena, pero no vine aquí para que pienses que vas a vencerme. Vine para invitarte a que me captures.

─ ¿Eh? No entendí nada ─ dice Ai.

─ ¿Cómo te atreves a llamar nena a una chica que ni siquiera conoces, rata con hepatitis? ─ Sori saca una nueva pokeball y la lanza a Pikachu ─ ¡Ahora me vas a pertenecer!

Pikachu recibe de frente la pokeball, y se repite el proceso en que es envuelto por la luz roja del dispositivo, pero nuevamente se rompe y no cumple con su cometido. Sori no entendía lo que estaba pasando. Ese Pikachu ni siquiera entraba por un solo segundo a la pokeball.

─ Maestra, parece que no funciona ─ dice Ai con evidentes dudas.

─ Esto no lo entiendo ¿Es que acaso está usando algún ataque para repeler mis intentos por capturarlo? ─ Sori aprieta los puños, y luego mira a Ai ─ Vamos a tener que intentarlo nuevamente, Ai. Usa Confusión con todas tus fuerzas.

─ A la orden, maestra.

Un nuevo ataque de tipo psíquico es lanzado hacia Pikachu, y éste responde lanzando una pequeña chispita que consigue romper completamente el movimiento de Ai y lo lanza hacia atrás, estampándolo contra un árbol. Sori queda sorprendida con el resultado de ese insignificante ataque. Una cosa era que considerase a Ai bastante débil y de recursos limitados para una batalla, pero eso era sencillamente una exageración, y eso lo sabía bien al haber supervisado el entrenamiento de su pokemon. El problema allí era que ese Pikachu en realidad no era un pokemon salvaje cualquiera. Pikachu era en realidad un pokemon bastante poderoso, posiblemente tuviera un entrenador, lo que podría explicar que las pokeballs no funcionaran en él.

─ ¿Qué eres tú realmente?

─ Oh, se me hace ofensivo que me preguntes de esa manera, con lo sensual y adorable que soy ─ el Pikachu se pone de pronto a hacer poses de físico-culturismo ─. Mi nombre es Jhonny, y soy el pokemon más sexy de todo el mundo. Fui entrenado por un entrenador que se hace conocer desde hace años como el Peluca, siendo su primer pokemon cuando él se convirtió en entrenador.

─ ¡Lo sabía! O sea que tienes entrenador, y yo perdiendo dos pokeballs de manera estúpida.

─ La realidad es que actualmente no tengo entrenador ─ revela el Pikachu, y Sori se lo queda mirando ─. Cuando alcancé el tope de mi poder como pokemon entrenado mi entrenador me liberó para que así pudiera fortalecerme mucho más, hasta donde a mí me plazca. Y al día de hoy estoy en el nivel 130.

─ ¿En el nivel 130? ¡Pero sólo es posible capturar pokemon hasta el nivel 100! ─ Sori se lleva una mano a la cabeza ─ ¡Todo este tiempo te burlaste de mí! Con ese nivel no podría capturarte ni siquiera con una masterball.

─ ¿Qué pasa con las pokeball y el nivel de los pokemon? ─ dice Ai con curiosidad.

─ El problema está en los torneos y las reglas que los rigen. En todos los torneos regulares y oficiales se establece que el nivel máximo de un pokemon válido para que participe es el 100, y para garantizarlo las empresas fabricantes elaboran las pokeballs de modo que sólo capturen pokemon que estén en el nivel 100 o por debajo, y de paso los pokemon enlazados a una pokeball de esa fabricación no puede subir su nivel por encima del 100. Sólo algunos fabricantes ilegales pretenden hacer y vender pokeballs que pasen por alto esa restricción, aunque esas pokeballs suelen tener defectos o tienen efectos negativos severos sobre los pokemon que enlaza, y por eso los fabricantes ilegales no suelen tener cabida en las preferencias de los entrenadores.

─ ¿O sea que ese Pikachu no puede ser atrapado? ─ Ai se rasca la cabeza.

─ Hay que ver... No tienes la fuerza de voluntad para retar lo imposible, y eso me genera una enorme decepción ─ dice Pikachu con petulancia ─. Vamos, intenta capturarme nuevamente. Prometo colaborar para que la captura sea efectiva.

─ Olvídalo. No puedo aprovecharte para absolutamente nada. no puedo enfrentarme a gimnasios contigo, y mucho menos voy a poder hacerlo si me enfrento a la liga. Sencillamente no me sirves ─ Sori le da la espalda a Jhonny y regresa a su anterior asiento ─. No le prestes atención, Ai. Sólo está haciendo payasadas, creyendo que alguien puede capturarlo.

Ai se muestra dudoso un par de segundos, pero finalmente hace caso a las indicaciones de su entrenadora. No tenía sentido intentar capturar a un pokemon que no estaba permitido en ningún reglamento, aunque Ai no supiera absolutamente nada de esos reglamentos. Era mejor que se dedicara nuevamente a comer bayas.

─ Vaya, soy tan hermoso que decidiste que no podías seguir luchando contra mí, preciosa ─ Jhonny vuelve a hacer poses de físico-culturismo ─. Pero no te dejes engañar por lo que ves. Por fuera puedo verme sensual e intimidante, pero por dentro soy más adorable que el Eevee más esponjoso, además que tengo una personalidad bastante sensible. Sólo dame la oportunidad, y verás cómo caes ante mí...

─ Soy lesbiana, así que no me interesa ─ responde Sori con fastidio ─. Ahora haznos un favor y piérdete. No tengo ningún interés en ti.

Jhonny deja caer sus orejas, visiblemente triste por aquellas palabras, pero Sori ni siquiera se inmuta. Ai no tenía idea de nada, así que simplemente permanece al lado de su entrenadora por si acaso. El Pikachu suspira largamente. No era alentador la manera de comportarse de esa chica, pero eso no iba a ser suficiente para desanimarlo.

─ Es una lástima. Pensé que podría ayudarles en algo. Ocurre que cerca de aquí hay una pequeña guarida de pokemon que podría valer la pena capturar, pues les significaría un aditamento poderoso de entrada, pero no me quieren cerca para que les guíe ─ las palabras del Pikachu llaman la atención de Sori, justo como el roedor eléctrico esperaba ─. Pero en fin, voy a tener que ir a ver si otro entrenador, o mejor aún, otra entrenadora accede a aceptarme como amigo...

─ ¿Cómo dijiste que te llamabas? ─ salta a decir Sori.

─ Me llamo Jhonny, nena.

─ Haz el favor de no llamarme así, y en cuanto a lo otro, me interesa saber de qué pokemon estamos hablando ─ la ambición era notoria en la mirada de Sori ─ ¿Acaso se tratan de pokemon poderosos de tipo siniestro?

─ Si de verdad quieres saberlo, entonces puedes acompañarme. No es muy lejos, por lo que en media hora pueden estar de vuelta y descansar tranquilamente ─ dice Jhonny con tono relajado.

Sori estaba emocionada por la perspectiva de hacerse con algunos pokemon fuertes, pero Ai en cambio sentía algo extraño en el Pikachu. No era una sensación de maldad, pero sí era algo que lo inquietaba, aunque no tuviera certeza alguna de qué pudiese ser. En todo caso Sori acepta acompañar a Jhonny, y Ai no tuvo otra alternativa que acompañarles.


Guarida

Jhonny lleva a entrenadora y pokemon a una pequeña cueva en la que destacaba notablemente un enorme estanque de profundidad indeterminada, por lo que ni Sori ni Ai se atreven a poner un pie en el agua. El Pikachu en cambio iba tranquilo hacia la orilla, y allí toma una piedrecilla y la lanza al centro del estanque.

─ Sólo vean los pokemon que aquí hay. Hay buenos candidatos, pero exigen una crianza respetuosa y donde la firmeza nunca ─ advierte Jhonny antes de que el estanque se moviese de golpe, como si hubiese entrado en erupción.

Ai y Sori se sorprenden al ver que del agua habían surgido varios Dratini. Nada tendrían que ver con el tipo siniestro, pero sí era una interesante adición al equipo, y es que para nadie era un secreto que su evolución final, Dragonite, era considerado un pseudo-legendario, y por lo tanto es un pokemon bastante poderoso. Ahora sí Sori estaba animada a intentar nuevamente una captura.

─ ¿Listo, Ai?

─ S-sí, maestra.

─ Muy bien, entonces lanza Confusión contra alguno de esos Dratini.

Ai asiente y lanza su Confusión contra un Dratini elegido al azar. El Dratini seleccionado recibe el ataque y se enfada, por lo que se lanza al ataque usando Dragoaliento, obviamente apuntando hacia Ai. El Ralts se cubre con los brazos atemorizado.

─ ¡Muévete de allí, Ai! ─ dice Sori bastante tarde.

El ataque logra alcanzar a Ai, pero el mismo no surte ningún efecto en él. Ai abre los ojos y ve que nada había pasado, como si el ataque no hubiera tenido lugar, y luego ve al Dratini gruñendo de enojo. Dratini lanza otro Dragoaliento, y Ai nuevamente se ve impedido de esquivar el ataque, pero nuevamente no pasa nada.

─ ¿Qué está pasando? ─ dice Sori extrañada.

─ Los pokemon de tipo hada son inmunes totalmente a los ataques de tipo dragón, por lo que el ataque usado por Dratini no le está haciendo ni cosquillas a Ralts ─ dice Pikachu tranquilamente.

─ ¿De verdad los pokemon de tipo hada pueden hacer eso?

─ Se nota que eres novata. No solo pueden aguantar ataques de tipo dragón sin ningún problema, sino que además los ataques de tipo hada son altamente efectivos contra los pokemon de tipo dragón.

─ Pero Ai sólo sabe Gruñido y Confusión ─ objeta Sori.

─ Bueno, al menos con Confusión creo que podrá debilitar lo suficiente a Dratini para que le captures.

Dratini lanza su Dragoaliento repetidas veces, pero Ai seguía completamente ileso. El pokemon salvaje sentía que se estaba agotando, pero igual se mantenía en posición de combate. Sori ve entonces la oportunidad de pasar a la ofensiva.

─ Ai, usa Confusión todas las veces que puedas, o hasta que consigas derribar a ese Dratini.

─ Entendido, maestra.

Dratini trata de repetir su ataque, no comprendiendo porqué no conseguía hacerle nada a aquel Ralts que en cambio sí consigue dañarlo en cuanto le alcanzan sus ataques. No era mucho el daño, pero por lo menos llegaba a sentirlo y retrocedía a cada golpe del ataque de Confusión. En el sexto intento termina por caer confundido, y al intentar usar otra vez Dragoaliento termina por golpearse, y eso, junto con otro ataque de Ai, terminan por derribarle.

─ Esta es mi oportunidad ─ Sori saca rápidamente una pokeball y la lanza al Dratini ─ ¡Ve ahora!

Esta vez la pokeball funciona y atrapa a Dratini. Fueron unos cuantos segundos bastante dramáticos en los que tanto Ai como Sori sentían que se les cortaba la respiración mientras veían la pokeball, hasta que ésta deja de moverse, señalando así que la captura había sido efectiva. Sori estuvo muda por unos cuantos segundos, como si estuviera esperando otro parpadeo en el botón de su pokeball, hasta que finalmente reacciona y la recoge mientras va pegando saltos.

─ ¡Lo tengo! ¡Tengo un pokemon que he logrado capturar! Tal vez no sea de tipo siniestro, pero un tipo dragón no está nada mal para empezar. Ai, te has ganado una porción extra de bayas.

─ ¿De verdad, maestra? ─ Ai sonríe ampliamente y le brillan los ojos.

─ Felicidades, preciosa. Has logrado hacerte con un buen pokemon para hacer frente a tu aventura ─ Jhonny vuelve a hacer unas cuantas poses de físico-culturismo ─. Parece que has tenido un rato precioso, pero desde luego que no lo es tanto como yo.

─ Lo que tú digas, pokemacho, pero igual no te voy a incluir en mi equipo ─ le dice la humana sin voltear a mirarlo.

─ ¿Por qué tienes que herir mi frágil y sensual corazón de esa manera? ─ el Pikachu se hace el herido mientras dice eso.

En eso aparecen los demás Dratini del estanque. Eso hace que en un primer momento Ai y Sori se sobresaltaran, pensando que todos tendrían pensado enfrentarles por haber atrapado a uno de los suyos. Uno de los Dratini, el más grande, se acerca a ellos, aparentemente con el propósito de decir algo.

─ Ustedes han capturado a la revoltosa de nuestro grupo ─ dice el Dratini con un tono bastante grave.

─ Pues sí... ¿Y eso qué tiene? ─ dice Sori algo nerviosa.

─ Pues resulta que estamos bastante agradecidos con ustedes ─ sus palabras desconciertan a Sori ─. Ella hace tiempo que había mostrado una enorme disconformidad estando con nosotros, por lo que nuestra convivencia había sido insoportable, pero nunca tuvo el atrevimiento de buscar por sí misma un lugar en el que sienta que encaje.

─ ¿Ella? ¿O sea que acabo de atrapar a una hembra Dratini?

─ Sí. Creí que ustedes se darían cuenta ─ el Dratini se muestra extrañado.

─ Es un buen momento de que le pongas un nombre a tu nueva compañera, nena ─ apremia Jhonny.

─ Ah, es verdad ─ Sori se pone a pensar un momento, y en eso se le ocurre un nombre ─. Wendy. Tú, Dratini, te llamarás Wendy de ahora en adelante.

─ Entonces todo ha acabado, ¿verdad? ─ dice Ai con interés y curiosidad.

─ Eso parece ─ dice Jhonny ─ ¿Y cuál es el plan a partir de ahora?

─ Ahora que he logrado capturar a un pokemon, el siguiente paso será ir al laboratorio de mi tío ─ Sori guarda la pokeball en la que tenía a la Dratini recién capturada ─. No garantizo nada con respecto a Wendy. Personalmente preferiría haber capturado a un pokemon de tipo siniestro, pero por el momento creo que sí podrá ver nuevos lugares como quería.

Los Dratini se sumergen nuevamente en el estanque, y algunos de ellos se despedían deseándole suerte a la chica, aunque ésta no les prestaba realmente atención. Y ahora, en vista de que había conseguido lo que quería, pues decide regresar a descansar, y Ai la sigue fielmente. En eso siente un peso en el hombro, a lo que Sori voltea y se encuentra a Jhonny.

─ No andes negando mi compañía, preciosa ─ dice Jhonny con petulancia ─. Y no solo es que soy hermoso, sino que también tengo mucha experiencia después de toda una vida luchando contra pokemon de todo tipo. No creas que mi nivel lo conseguí únicamente tragando caramelos raros.

─ Tú eres raro, Pikachu. Ahora bájate de mi hombro. Te he dicho que no quiero que me acompañes ─ Sori mantiene su posición sin importarle las súplicas de Jhonny ─. Simplemente desaparece y búscate a alguien que sí te quiera.

─ Pues buscar a "alguien" va a estar un poco difícil, pues todas las chicas se derriten ante mi belleza...

─ No lo creo, y aunque fuera cierto, ya te dije que soy lesbiana ─ Sori agarra al Pikachu y lo deja en el suelo ─. No sé qué demonios debo decir para que entiendas que no te quiero ni te necesito. Anda a buscar a una hembra de tu especie si te interesa.

Jhonny decide no insistir más y ve a Sori continuar su camino a la fogata. Ai iba bastante más atrás, y Jhonny decide tomar la oportunidad de interceptarlo por un momento.

─ Sé que puede ser un poco sorpresivo para ti, pero creo que debes tener un consejo de mi parte, y esto es para que mejores en tu forma de luchar.

─ ¿Eh?

─ Es notorio que es la primera vez que peleas y ganas, pequeño ─ Ai asiente inquieto a la aseveración de Jhonny ─. Yo te recomiendo que intentes centrar tu ataque mientras también entrenas para ser más poderoso. Ambas cosas, el poder y el enfoque, son sumamente importantes para que los pokemon se superen de verdad, y en ti hay un buen potencial. Trata de atacar y concentrar tu ataque en un ataque único, pues así garantizas buenos daños a tus oponentes.

─ Eso... suena extraño ─ Ai se lleva una mano al mentón, tratando de asimilar eso en toda su dimensión.

─ Obviamente no lo vas a comprender ahora. Es algo que irás haciendo solamente a través de la experiencia, pero sé que lo conseguirás en su momento.

Ai seguía sin entender, pero el Pikachu se va de allí sin mediar una palabra más. Ya era hora de que también él fuese tras su entrenadora. No quería perderse de su cena de bayas, la cual sería sin duda la última antes de dar el paso definitivo al laboratorio del tío de Sori.

CONTINUARÁ...


No será la única vez que Jhonny aparezca, de eso pueden ustedes estar seguros, aunque por el momento estará retirado unos cuantos capítulos. Ya ven ustedes que pretendo darle múltiples enfoques a la historia, y que sea mucho más que simplemente el paso de los dos protagonistas como dúo entrenadora-pokemon, y todavía no he completado el staff. Más personajes vendrán, pero no es momento todavía de revelarlos. Por ahora los dejo así, y nos leemos para la próxima.

Hasta otra