Buenas, buenísimas, a Raquel y todo aquel que se pase por aquí. No sé qué decir ahora mismo, salvo que empezamos un nuevo capítulo de esta historia. Empecemos.
Lecciones de entrenador y de pokemon
La Dratini, pese a estar agotada por el entrenamiento por el que había pasado, no veía en modo alguno enfriado su mal humor, y tampoco estaba dispuesta a hacerse ver débil, especialmente ante el mismo Ralts que hizo posible que Sori la capturase. No iba a hacerle nada sencillo esa tarea, si es que se creía que podría amaestrarla.
─ Ai, ya sabes cómo lo hicimos la vez anterior. Usa Confusión ─ Sori empieza con sus indicaciones.
─ A la orden.
─ Eso sí que no ─ la Dratini lanza su Dragoaliento a Ai para frenarle, pero la táctica no le sale ─ ¿Qué? ¿Por qué no consigo dañar a ese enano?
─ Se nota que no tienes idea de nada. Quedarte aislada en ese sitio no te sirvió de nada, Wendy ─ Sori se cruza de brazos, y Wendy gruñe enojada.
Ai todavía tenía que cumplir con la orden que le había sido dada, y Wendy recibió de lleno el golpe del ataque psíquico. Esta vez el ataque se había sentido mucho más fuerte que la última vez. Wendy no entendía cómo es que Ai se había hecho tan fuerte, pero no estaba dispuesta a dejarse vencer. Usa otra vez su Dragoaliento, pero el esfuerzo sigue siendo en vano.
─ No entiendo cómo es que...
─ Claro que no lo entiendes, Dratini tonta ─ dice Sori con tono petulante ─. Ni lo entenderás si sigues rebelándote.
─ Eberá ─ dice Sheena riéndose.
─ ¿Lo ves, Ai? A Sheena le hace gracia que muestres tu capacidad. Sigue así y vuelve a usar Confusión.
─ Lo haré, maestra.
Wendy frunce el ceño y trata de esquivar el ataque de Ai, pero no lo consigue a tiempo. Ai conseguía ubicar su posición sin mayor problema, por lo que su ataque da en el blanco. Wendy retrocede y se marea, quedando confundida.
Estando así de mareada, la Dratini no consigue coordinar sus movimientos y trastabilla numerosas veces, intentando lanzar su ataque de Dragoaliento sin siquiera atinar a Ai, y en algunas ocasiones llega a golpearse a sí misma, adelantándole así el trabajo de Ai para derrotarla. Pero Wendy se mantenía bastante terca.
─ ¿Hace falta que haga algo más, maestra? ─ Ai voltea a ver a Sori, totalmente despreocupado.
─ Viendo lo que Wendy se está haciendo, ni siquiera estoy segura de que necesites moverte, Ai. Pero igual vuelve a usar Confusión para terminar de derrotarla.
Ai asiente y vuelve a dirigir su atención a Wendy, aunque se lleva una sorpresa al ver que la Dratini se le abalanzaba de forma descontolada. Ni siquiera tuvo tiempo para decir ni hacer nada, y tampoco es que Wendy estuviera usando un movimiento como tal. Era sencillamente que Wendy se retorcía desesperada. Termina cayendo con todo su peso sobre Ai, y Sori se queda boquiabierta.
─ Se caió. Se caió ─ señala Sheena con inocencia.
─ ¡Esto no puede ser! ─ Sori estaba completamente sorprendida por ese giro de acontecimientos tan repentino ─ ¡Ai, resiste!
Una cosa era decirlo, pero otra totalmente diferente era el hecho. Pese a su evidente inferioridad en combate, era innegable que Wendy era mucho más grande y pesada que Ai, por lo que esa caída habrá sido terrible para Ralts por su pobre capacidad física. Sori aprieta los puños, pensando en cómo habrá quedado su primer pokemon.
─ ¿A-i tá bié? ─ Sheena mira a Sori.
─ C-claro que lo está. Eso no es nada para tu hermano mayor ─ responde Sori con bastante nerviosismo y poca convicción ─. Eso no es nada para él... No lo es.
Wendy seguía confundida, por lo que continúa retorciéndose, claramente sin darse cuenta de haber aplastado a Ai, y pronto se retira de donde estaba, dejando así que apareciese Ai en el suelo, aplastado y con las extremidades extendidas. Sori estaba preocupada, sentía que tenía el corazón en un puño.
─ Ai...
Sin embargo, el Ralts milagrosamente da señas de estar todavía consciente, e incluso hace un intento por levantarse. Tenía la cara roja y sucia, y hasta daba la impresión de querer llorar.
─ Eso dolió mucho. Ser un hermano mayor es muy difícil ─ dice Ai mientras intenta temblorosamente ponerse de pie.
─ ¡NOS HAS DADO UN SUSTO DE MUERTE, ESTÚPIDO RALTS! ─ se pone a gritar Sori, asustando tanto a Ai como para hacerlo caer nuevamente ─ ¡QUE NO SE TE OCURRA VOLVER A DISTRAERTE, O YA VERÁS QUE YO TE VOY A CAER CON TODA MI IRA!
Ai asiente asustado. Ver así de enojada a Sori lo ponía como gelatina, lo que le dificultaba centrarse en su deber. Como puede intenta ponerse de pie nuevamente, y afortunadamente Wendy no daba señales de acercarse nuevamente, lo que significaba una gran oportunidad para que Ai intentase algo para frenarla. Le dolía bastante el cuerpo por haber sido aplastado, pero no era el momento para andarse quejando. Más importante era detener a Wendy.
─ Maestra, cuando ordene.
─ Así me gusta ¡Lanza otra vez Confusión!
Ai se pone en acción sin decir nada más, y en eso la pokedex de Sori empieza a emitir un pitido que llama la atención de la chica. Apenas saca y abre el aparato, Sori abre bastante los ojos al encontrarse con algo que le sorprende bastante, y era que Ai, justo en ese momento, acababa de aprender un nuevo movimiento. Alza la vista, con dificultad para creer lo que estaba contemplando.
─ E-mano ─ Sheena contempla emocionada el modo en que Ai volvía a hacerse con la ventaja con el combate ─. E-mano fuete.
─ Y lo será todavía más, Sheena. Tan solo observa ─ Sori sonríe maquiavélicamente y da un paso al frente ─ ¡Ai, hay un nuevo movimiento que puedes utilizar, así que es momento de aprovecharlo!
─ ¿Movimiento? ¿Cuál es? ─ dice Ai ladeando la cabeza.
─ No es para nada algo que hubiese querido ordenar en una batalla, pero hay que hacerlo... ¡Ai, usa Voz Cautivadora! Es hora de que Wendy aprenda el gran error que comete al estar usando su poder de dragón con un pokemon de tipo hada.
Ralts comprende entonces lo que Sori pretendía, y en el acto empieza a emitir una suave melodía que llega hasta oídos de Wendy. La Dratini recibe bastante daño a causa de la efectividad del ataque, y finalmente termina por caer debilitada, tal y como Sori había estado esperando. Ai por su parte se sienta en el suelo, agotado por todo lo que había pasado y por el esfuerzo que le supuso usar por primera vez ese movimiento. Pero al menos estaba contento por haber ganado, pues eso le hacía sentir un paso más cerca de ser un pokemon fuerte que lograría su objetivo.
Wendy gime adolorida por los golpes recibidos, tanto de parte de Ai como de sí misma. Se sentía bastante humillada, y lo único que faltaría sería que Sori ponga un pie sobre su cabeza. Pero lejos de que esa suposición se hiciese realidad, ve que Sori se le acerca y simplemente se le queda mirando. Sus ojos, severos pero inexpertos, parecían provocar a Wendy.
─ ¿No vas a levantarte? Dijiste que no te dejarías tan fácil ¿O es que acaso lo que dijiste era simple palabrería?
─ Ja... más...
─ ¡Entonces levántate y da la cara! ─ Sori se cruza de brazos, endureciendo todavía más el gesto ─ ¿Dónde está esa Dratini que anda dando pelea? Yo no he capturado a una pokemon cobarde.
─ ¿Maestra? ─ Ai se acerca con algo de duda.
─ Yo voy a ser la mejor entrenadora de pokemon siniestro que jamás haya conocido esta región, pero mientras espero a recorrer esa senda necesito aprender a entrenar y dirigir pokemon, y ustedes tres son esa primera etapa para llegar a la cima. Wendy, tienes dos opciones: Me sigues y te haces fuerte a mi lado, o te quedas aquí, recluyéndote de todo el mundo y esperando a que otro humano te capture. Tú elijes.
Wendy abre los ojos. Esa provocación estaba surtiendo efecto, y la Dratini se levanta penosamente hasta estar a la altura de Sori. Pese a la derrota, el desafío todavía destelleaba en su mirada, cosa que a Sori complace bastante.
─ No creas que pienso ser una dulce mascota, humana.
─ Con que seas fuerte y muestres lo que vales ya me doy por bien servida, Wendy.
Ai y Sheena se quedan mirando lo ocurrido, algo extrañados que esas dos, que antes se alzaban mutuamente la voz y ahora parecían estar de acuerdo... a su manera. Pero al margen de que ambas cambiasen la manera de tratarse, el día de entrenamiento estaba muy lejos de terminar. Sólo disfrutarían de un rato de descanso, mismo que Ai invierte enseñando a Sheena a hablar. Pese a lo complicado que Sori veía esa labor, la verdad es que Ai conseguía muy buenos progresos.
Tres horas después
─ Mi mamá me mima. Repítelo, Sheena ─ le dice Ai a la pequeña Bulbasaur, una vez que todos estaban descansando nuevamente.
─ Mi... ma... má... me... mi... a... me... mi...
Sori alza las cejas. Ai le había dicho con anterioridad que la anciana de la guardería le había enseñado a hablar precisamente de ese modo, pero Sori ni por asomo hubiese apostado a que ese método pudiera servir para enseñar a alguien a que hablase tan rápido ¿Qué edad podría tener Sheena? Siendo lo pequeña que era, es de suponer que sea una recién nacida, y Ai lograba enseñarle en menos de medio día. Con semejante progreso en el dominio del habla, a Sori se le hacía sorprendente que fueran los humanos y no los pokemon quienes tengan civilizaciones con sofisticados niveles de legalidad y tecnología. Era algo que definitivamente no creía que fuera capaz de entender alguna vez.
─ Una vez más, Sheena, dilo: Mi mamá me mima.
─ Mi... ma... má... me... mi... ma... má...
Wendy por su parte dormía. Afortunadamente las peleas habían cesado, y la Dratini, por cuestión de orgullo, aguantaba como podía el entrenamiento y mostraba un importante progreso, tal y como era de esperar de la preevolución de un pokemon pseudolegendario, aunque se notaba a leguas el resquemor que le causaba el ser derrotada por Ai sin que pudiera hacer nada (al menos de manera consciente) para mostrar su poder. Sori optó por no explicarle acerca del problema de su tipo dragón ante las hadas, principalmente para prevenir que se rebelara nuevamente, intentando usar ataques de otro tipo para pasar por encima de Ai, quien ahora tendría que fungir como líder del equipo, una idea que a Sori le parecía completamente irreal, pero así eran las cosas: Líder ante Wendy para calmar su ímpetu y canalizarlo correctamente, y líder ante Sheena por el cariño que la Bulbasaur le había agarrado rápidamente y por la iniciativa de Ai por educarla según su propia capacidad. Sori no comprendía cómo es que llevar un pokemon que no le agradaba en absoluto le empezaba a jugar a favor de semejante manera en apenas el primer día de entrenamiento, y más cuando el propio Ai claramente no era consciente de estar asumiendo liderazgo alguno, aparte que tampoco mostraba ningún rasgo en ese sentido. Pero la cuestión es que así estaban resultando las cosas, y Sori tenía que plantear su avance en base a eso.
─ Se nota que Sheena confía mucho en ti, Ai ─ dice la chica en cuanto la Bulbasaur se echa a dormir.
─ Sí. Sheena es muy buena, y también me hace caso cuando le estoy enseñando, maestra ─ responde Ai de una manera bastante inocente.
─ Ya veo. Eso es algo positivo, creo. Hasta apenas un par de días atrás no me imaginaba en lo más mínimo que tendría esto. Sólo quise hacerme con pokemon de tipo siniestro y dejarte guardado, pero no solo no lo he logrado nada de eso, sino que encima me has sido importante ─ Sori dice aquello último con un sonrojo.
─ ¿Yo, importante?
─ Tú mismo no tienes idea de nada, pero es que haces un buen trabajo. Me está siendo más fácil entrenar a Wendy y Sheena precisamente por ti.
─ Vaya. No pensé que fuera a lograr algo así. Yo pensaba que sólo hacía lo que me ordenabas, maestra.
─ Y efectivamente así es, tonto Ralts. Simplemente digamos que estoy presenciando que tienes un efecto secundario bastante curioso.
─ Oh, ya veo. Pero igual sigo sin ver qué tengo de especial, maestra. Todavía no soy fuerte, y además soy pequeño, y ahora mismo no me veo dando la cara a pokemon salvajes delante de Sheena y Wendy.
─ No eres fuerte, y sigo pensando que podría haber tenido mejores pokemon que tú para mi equipo, pero los hechos están ahí. Eres el pokemon que menos hubiese querido, y todavía así eres quien más me está ayudando. Ahora come algunas bayas, o descansa, o qué se yo. Seguiremos el entrenamiento en otro momento, pero ahora mismo también yo estoy cansada.
─ A la orden, maestra.
Sori suspira en cuanto le da la espalda a Ai. No es que le haya tirado demasiadas flores a Ai, pero se extrañaba al ver la manera en que le había hablado. Había resaltado el resultado tan extraño que Ai tenía en su equipo, y eso incluso estaba generando la expectativa de que Sori consiga la primera medalla de gimnasio en el primer intento, aunque para eso supiese que era mejor seguir entrenando un poco. Vuelve a voltear para encontrarse a Ai comiendo un par de bayas, y luego ese pokemon se recuesta a una piedra para dormir. Era todavía un niño, pero ese mismo niño, que hasta hace no mucho no tenía talento alguno ni proyectaba a hacer nada importante dentro del equipo de Sori por su inicio lento, cobardía exasperante y poca resistencia, le estaba dando a Sori una esperanza importante de inicio, aún sin ningún pokemon de tipo siniestro.
También ella tenía que descansar. Había pasado mucho por esa mañana, así que se recuesta en la hierba. Mira hacia Wendy, la cual dormitaba tranquilamente, así que ella misma también cierra los ojos, confiada en que no habría ningún problema.
─ Ai... Creo... que me equivoqué contigo... ─ dice casi sin darse cuenta antes de dormirse.
Una hora después
La luz todavía era muy intensa, por lo que Sori llegó a suponer que no iba todavía a anochecer, aunque se sentía bastante adormilada. Se gira a un lado y estira su brazo, a fin de acomodarse un poco. Sin saberlo abraza algo, su estado de sueño no le permitía darse cuenta todavía de ello, y su cuerpo actuaba por iniciativa propia. Acerca aquel cuerpo que abrazaba. Era un cuerpo pequeño, bastante delgado y suave. Parecía un peluche, por lo que Sori se abraza todavía más fuerte, más cómoda todavía, o al menos lo estuvo hasta que escuchó una vocecita que provenía de aquello que abrazaba.
─ Maestra... No puedo... respirar...
Sori abre lentamente los ojos y los dirige a Ai, el cual era aquella cosa que abrazaba con tanta fuerza, incluso hundiendo el rostro del pokemon entre sus pechos en el proceso. No era culpa precisamente de Ai, si más bien intentaba soltarse. Pero la primera impresión al despertar, sumado al hecho de que Ai le agarraba los pechos para empujarlos y así poder respirar, hacía que la chica lo lanzara con fuerza, por lo que Ai termina llegando hasta la copa de un árbol cercano.
─ ¡Ralts estúpido y pervertido! ¿Qué creías que estabas haciendo?
Ai se cae del árbol, pasando por cada una de las ramas antes de descender al suelo. Wendy y Sheena, que ya estaban despiertas, miran entretenidas aquello, aunque la misma Sori en ese momento no se había dado cuenta. En cuanto Ai toca el suelo, repentinamente es levantado, siendo la humana la responsable de ello.
─ M-maestra...
─ ¿Qué pasa, enano?
─ Yo sólo quería decirle que todos estábamos listos. Mire.
Sori voltea y ve a Wendy y Sheena. Se queda congelada por unos segundos antes de volver su mirada hacia Ai.
─ Entonces me hubieses avisado. No hace ninguna falta que te me lances y me metas mano.
─ Pero maestra, usted me agarró y me abrazó...
─ ¡No repliques y haz lo que te ordeno!
─ ¿Y ese Ralts tan patético consiguió vencerme dos veces? ─ dice Wendy con un tic en el ojo.
─ Gasiosos lo dos ─ Sheena por su parte se notaba que disfrutaba del espectáculo.
Luego de que Sori terminase de regañar a Ai, ya la chica se centra nuevamente en el entrenamiento, por lo que Ai, Wendy y Sheena tienen que volver a cumplir con los ejercicios. Se trata de una nueva sesión bastante agotadora, pero poco a poco se veía algún progreso: Ai conseguía usar con mayor soltura su Voz Cautivadora, Sheena lograba comprender cuando Sori le decía que usara Placaje, y Wendy ahora usaba Ciclón y Furia Dragón. Había requerido un esfuerzo bastante grande, pero Sori ahora podía darse por satisfecha, aparte que ahora sí estaba convencida de que podría ganar en el primer gimnasio. Sólo necesitaba preparar a su equipo e ir directamente al pueblo en que se encontraba dicho gimnasio.
Al día siguiente
─ Muy bien. Ahora sí estamos listos para que demuestren lo fuertes que se han puesto ─ dice Sori una vez que todos desayunaron bayas (para variar) ─. Jeje. No me extrañaría que nos hayamos vuelto tan fuertes que nos enfrentemos al Alto Mando y salgamos avantes.
─ ¿Con estos elementos presentes? Me extrañaría ─ opina Wendy mirando de reojo a Sheena y Ai.
─ La actitud positiva es la manera en que sacaremos al máximo el poder que guardamos dentro, así que cero pesimismos ─ dice Sori, cosa que extrañaba a Ai, tomando en cuenta el recuerdo de la misma Sori mostrándose pesimista ante la idea de tenerlo en el equipo ─. Ahora no perdamos más el tiempo y vayamos de una vez al siguiente pueblo. Está algo lejos, así que tenemos que movernos.
─ Caminá... Caminá... ─ Sheena empieza a mover sus patitas muy contenta.
─ Entonces hay que empezar. Yo te cuido, Sheena ─ dice Ai yendo a la par de la Bulbasaur.
Wendy no tenía pensado rezagarse, así que, aunque tampoco le gustaba la idea de acompañarlos (especialmente porque Ai y Sheena se ponen a cantar), así que se apresura para acompañarlos, siempre intentando prestar atención a otras cosas y no escuchar la repetitiva canción del barquito chiquitito. Sori por su parte tenía mayor facilidad para distraerse, pues de inmediato se había puesto auriculares que había conectado a la radio. Podría pasar el rato escuchando los mejores temas provenientes de Unova, Kalos y Johto, y todo mientras va caminando con total despreocupación.
Sabía que lo necesitaba, siendo que el camino a transitar era bastante largo, aunque sí pecaba de ingenua al no prestar atención, pues se termina cruzando con un entrenador, el cual llama a Sori para retarle.
─ Hermosa, ¿quieres enfrentarme? Prometo ponértelo fácil ─ Sori pasa de largo, por lo que el entrenador se queda picado ─. Oye, no tienes que ser tan fría. Si no quieres que te subestime en combate, entonces te enseñaré algunos buenos pokemon para que batallen con los tuyos ─ Sori seguía sin darse cuenta de la presencia del chico ─. Se nota que te gusta hacerte la dura, lindura. Pero eso no me preocupa, que me gustan más así.
Ai y Sheena, que paran de cantar al percatarse de la nueva presencia, estaban mirando lo acontecido. Ai percibe entonces que aquel humano tenía intenciones lascivas con su entrenadora, lo cual le preocupa mucho. No podía permitir que hiciese algo de lo que podría arrepentirse.
─ Sheena, usa tus lianas para detener a ese chico.
─ Chi ─ Sheena obedece y frena la mano del chico, la cual iba dirigida hasta la falda de Sori.
─ ¿Eh? Oigan, enanos, no es correcto que los niños se metan en esto.
─ Mi maestra también es una niña, y te ruego que no lo intentes. La maestra es cruel con aquellos que hurguen bajo su falda sin su consentimiento. Ya pasé yo por esos castigos ─ le dice Ai de manera cordial.
─ Vaya entrometidos ─ dice el entrenador para sí mismo, y luego tiene una idea para deshacerse de ellos ─. Pero por si no lo sabían, ella acaba de darme su permiso, así que no debería haber ningún problema, ¿no crees pequeño?
Estaba mintiendo, y con demasiado descaro. Posiblemente se trataba de un entrenador con poca experiencia, Ai podía leerlo perfectamente. Su entrenamiento y el perfeccionamiento leve de sus poderes psíquicos le facilitaban encontrar las costuras en su argumento. Pero allá él. Ai le había advertido que no lo hiciera, pero aquel entrenador había decidido arriesgarse. Si terminaba con algún hueso roto ya no sería por culpa de ninguno de los pokemon de Sori.
─ Sheena, suéltalo.
─ Chi ─ la Bulbasaur obedece y retira sus lianas para guardarlas dentro de su bulbo.
─ Gracias, pequeños ─ dice el entrenador riéndose.
─ Sheena, cierra los ojos, que esto será muy feo.
La pequeña pokemon vuelve a obedecer, y Ai ve que saca una liana para que la agarrase y así guíe su caminar, por lo que corresponde el gesto. Él pudo ver en primer plano al entrenador subirle la falda a Sori, y cómo ésta responde en el acto con un gancho que lo tumba en el acto. No conforme con eso, la chica se monta sobre él para golpearlo más veces. Afortunadamente Ai y Sheena pasan de largo rápidamente, pues Ai tampoco quería ver lo que Sori estaba por ver, aunque sería inevitable escuchar los puños que se sucederían una y otra vez.
─ ¿Y a esa chica loca qué le pasa? ─ dice Wendy en cuanto se da cuenta de lo que pasaba.
─ Ese chico quiso sufrir, así que no pudimos interponernos ─ responde Ai con algo de temor.
─ Vaya estupidez. Si lo que quería era morir, creo que habría sido más rápido y menos doloroso meterse de golpe en una colmena de Beedrill.
─ Sí, lo mismo pienso yo.
CONTINUARÁ...
Lo último fue prácticamente relleno xD. Es que para el próximo capítulo preferiría subir completa la siguiente parte de la historia. No quiero adelantar detalles, mejor esperen a verlo. Ahora sí, como dice el leal sirviente del Señor del Fuego... digo de nuestro presidente Metapod, y me refiero a Scizorite, nos vemos.
Hasta otra
