Tenía un buen tiempo sin un review :p. Pero como ahora recibo uno con motivo del anterior capítulo, pues cumplo el deber de responder:
Singularity Now: Gracias por el apoyo ofrecido. Puede que a veces sea polémico poner OCs en la línea protagónica, y por eso especialmente este agradecimiento. Espero volver a saber de tu opinión en alguna nueva ocasión.
El primer gimnasio II
Sori no sabía qué hacer para resolver el enorme problema en que Wendy se encontraba metida. Su Dratini recibe un Cabezazo Zen tras otro a la vez que estaba impedida de lanzar un ataque decente contra el Solrock empleado por Sabrina. La líder se notaba bastante relajada, lo cual da a entender a Sori que esa mujer había tenido todo fríamente calculado desde un primer momento.
─ ¿Por qué me miras así, chica? ─ Sabrina dirige una mirada que transmitía una inocencia falsa ─ Por si no lo sabías, los gimnasios no estamos para regalarte nada. Aquellos pocos elegidos que se convierten en campeones de liga consiguen semejante honor porque son capaces de convertir a sus pokemon en los más fuertes, y aun llegados a ese punto se esfuerzan constantemente en mejorar, pues el lograr una meta no es excusa para dormirse en los laureles. Sólo puedes ser siquiera visible como entrenadora si tomas en cuenta ese detalle, pues de lo contrario mejor olvídalo.
Sori aprieta los dientes. Se sentía provocada. Una líder de tipo psíquico le estaba dando una paliza, y su Dratini ya estaba en su límite, por lo que, viendo que ya no tenía nada que perder, se arriesga a que lanzase un último ataque.
─ ¡Furia Dragón, Wendy!
La Dratini se incorpora como mejor puede, pero ya estaba en las últimas. Incluso ella misma, con lo orgullosa que era, sabía que posiblemente era su última oportunidad para lanzar un ataque. Como puede reúne el resto de sus energías y lanza su ataque a Solrock, logrando darle de lleno. Sori siente que aquello significaba un rayo de esperanza, puesto que Solrock aqueja un daño importante a causa de haber recibido el ataque, aunque aquello de ninguna manera significaba que estaba cerca de caer derrotado.
─ Bien hecho. Te felicito ─ Sabrina se cruza de brazos mientras esboza una sonrisa maliciosa ─. Ha sido un buen primer paso, pero hace falta algo más para recorrer un tramo completo. Solrock, usa otra vez Cabezazo Zen para vencer al Dratini de esa chica.
Solrock no lo duda un solo segundo para lanzar su ataque y derribar completamente a Wendy significó algo terrible ver cómo Wendy sucumbía en cámara lenta. Había perdido a su pokemon, lo cual ya significaba que había empezado bastante mal.
─ Wen... dy...
─ ¿Qué estás esperando? Estoy esperando por tu segundo pokemon ─ dice Sabrina sin perder el temple.
Pero Sori no parecía escuchar lo que la líder estaba diciendo. Antes de siquiera tener a Ai a su lado, Sori estaba plenamente convencida de que los pokemon de tipo psíquico no debían significar ningún problema, y del mismo esperaba ser capaz de pasar por encima de los tipo hada con su equipo. Pero ahora veía, con lujo de detalles, lo complicado que era siquiera armar un equipo pokemon, teniendo que pulir sus falencias y proveyéndoles de buenos movimientos y capacidad para maniobrar adecuadamente con esos movimientos. Sabrina era sin duda un primer paso bastante duro ante el que Sori tendría que despertar completamente de su nube si esperaba tener alguna oportunidad.
─ Ai...
─ A su orden, maestra.
─ ...
Sori sentía miedo. Por un momento tuvo la impresión de que iba a ser igual a cuando se enfrentó por primera vez a Marco, con aquel miedo que le entró por la posibilidad de que su Dodrio matase a Ai. Sori temblaba por ese miedo, y sus ojos se volvían brillosos mientras su mirada se dirigía al pequeño Ralts.
─ ¿Maestra?
─ N-no... No sé si sea buena idea... Ahora no sé si esté lista para un reto así. Creo que me precipité ─ Sori se deja caer de rodillas y su mirada cae al suelo ─. Ahora parece que no importa lo que intente. Esta líder es muy fuerte...
─ ¿Y eso qué? ─ Sori alza de pronto su mirada, incapaz de creer que esas palabras vinieran de Ai ─ ¿Para qué nos ha entrenado tanto, maestra? Se supone que decidimos viajar juntos aunque no nos gustase nuestra mutua compañía. Usted sólo quiere crear el mejor equipo de pokemon de tipo siniestro, y yo quiero encontrar a mi hermano. Nos habíamos dicho que estaríamos dispuestos a lo que sea para cumplir nuestros objetivos y obtener lo que estamos buscando. Y a pesar de que me que usted me dé miedo en ocasiones, yo... yo deseo... deseo llegar al final y dar lo mejor de mí. Quiero demostrar que puedo dejar de ser ese Ralts miedoso para así ser capaz de encontrar a mi hermano, ahora quiero reunirme con él con mi propio esfuerzo, y eso sólo lo puedo lograr a su lado maestra. Hagamos un esfuerzo por lo menos, maestra.
─ Ai...
─ Se lo ruego, maestra, envíeme al campo de batalla y diríjame. Quiero ganar con usted o perder con usted, no importa que.
─ Ai... ─ Sori siente que las lágrimas escaparían en cualquier momento de sus ojos, por lo que esconde su mirada tras su cabello ─ Estás más hablador que de costumbre, tonto Ralts.
─ L-lo siento. Pensé que era necesario.
─ Y lo fue ─ Sori se levanta lentamente y encara nuevamente a Sabrina.
─ ¿Vas a lanzar a tu próximo pokemon, o prefieres rendirte ahora mismo?
─ Ai, en ti reposa la esperanza de victoria de todo el equipo ─ le dice Sori a su pokemon, recibiendo un asentimiento en respuesta ─ En ese caso, recuerda que no te llamaré Ai por mi error de no poder ponerte el nombre de forma oficial.
─ No importa, maestra. El cómo me llame ahora mismo es lo de menos. Simplemente dé su orden, y yo la acataré.
─ En ese caso cuento contigo... ─ Sori alza la pokeball de Wendy para retirarla del campo, dejando todo listo para Ai ─ ¡Elijo a Ralts como mi próximo pokemon!
El aludido salta entonces al campo de batalla. No iba a negar que tenía mucho miedo. También a él le impactó contemplar la derrota de Wendy, pero no quería que aquello le detuviera. Tuvo que aceptar ir al lado de Sori pese al miedo que le daba, se sometió a un entrenamiento que jamás había pensado que tendría, estuvo a punto de morir por intentar salvar a su entrenadora, hizo un esfuerzo por tratar con otros pokemon por primera vez, e incluso tuvo que ayudar a detener a una banda de delincuentes. Todo aquello tenía que significar algo, y allí mismo estaba dispuesto a demostrarlo.
─ Con que un Ralts, ¿eh? Espero que esté mejor entrenado que tu Dratini, jovencita. Te cedo la primera orden ─ dice Sabrina sin dejar de lado su sonrisa.
─ ¡Ralts, usa Voz Cautivadora!
Ai no pierde tiempo para poner en efecto la orden y usa su canto para dañar a Solrock. La táctica funciona mucho mejor de lo que el propio Ai se esperaba, y es que Solrock es derribado, pudiendo levantarse luego con gran dificultad. Sabrina alza una ceja, aunque su sonrisa permanece imperturbable.
─ Interesante. Ese Ralts, a diferencia de Dratini, luce bastante bien.
─ ¡Vuelve a usar Voz Cautivadora, Ralts!
─ No tan rápido ¡Cabezazo Zen, Solrock!
Sori rogaba mentalmente que Ralts lograse dar con su ataque antes. Incluso si lograba aguantar el ataque de Solrock, igual Ai se vería en una seria desventaja ante el siguiente pokemon, sea cual sea, si encajaba siquiera un golpe. Ai usa su ataque especial y consigue que Solrock saliese afectado antes de siquiera avanzar los pocos metros que los separaban. Solrock termina rodando derrotado, y Sabrina alza su pokeball para llamarlo, señal de que Ai había ganado aquel asalto.
─ Felicidades. Es cierto que son todavía muy pocos los retadores que han pasado por aquí antes por lo joven de este proyecto de liga, pero igual he de decirte que es la primera vez que un entrenador primerizo consigue vencer a alguno de mis pokemon. Verás, hasta el momento sólo bastaba mi Solrock para vencer a todos aquellos que me retaban por primera vez. Has logrado un hito, jovencita.
─ ¿En serio?
─ Sí. Pero no te ilusiones demasiado. Recuerda que todavía tengo todavía un pokemon conmigo, y ahora voy a revelarte cuál es ─ Sabrina hace levitar su pokeball, y ésta se abre para revelar a su segundo pokemon ─ ¡Muéstrate, Elgyem!
Entonces se muestra un pokemon con un aspecto bastante raro, parecido a un alien de color verde, y aunque parecía dócil y simple, a Sori le daba muy mala espina su presencia, y a Ai también.
─ ¿Q-qué demonios es eso?
─ ¿Asustada? No creo que debas ─ Sabrina ensancha su sonrisa, como si disfrutase la sorpresa de Sori ─. Elgyem es un pokemon de procedencia cuestionable, pues algunos consideran que no es de este mundo, sino que sus antepasados provienen de un lugar completamente alejado y diferente a lo que conocemos. Pese a ello, sus poderes psíquicos lo convierte en el pokemon ideal para entrenadores como yo, que estamos siempre en busca de mejorar nuestras habilidades psíquicas e ir más allá de las limitaciones físicas y hasta de la propia imaginación humana, todo gracias a sus secretos traídos de su mundo de origen ¡Y ahora verás a qué me refiero! ¡Elgyem, usa Psicorrayo!
─ A la orden ─ responde Elgyem, siendo la primera vez que hay una respuesta hablada de parte del equipo de Sabrina.
─ ¡Esquívalo, Ralts!
Sori era perfectamente consciente de que, al ser de tipo psíquico, los ataques del mismo tipo no dañarían de la misma manera a Ai que a Wendy o Sheena, pero no estaba dispuesta a permitir que aguante daño antes de que logre infrigirle algún daño primero a ese pokemon tan extraño. Ai logra prevenirse, pero eso a Sabrina no le fue suficiente para inmutarse.
─ ¿Qué pasa? ¿Acaso tu Ralts también apostará a la evasiva?
─ ¡Ralts, usa Voz Cautivadora con esa cosa!
Ralts prepara su voz y emite su canto para afectar a Elgyem, pero el alien no se muestra tan afectado como sí se había mostrado antes Solrock. Sabrina permanece impasible ante el combate.
─ Bien ejecutado ese ataque. Lo hace maravillosamente bien para ser un pokemon que afronta su primer combate de verdad en un gimnasio. Elgyem, tenemos que mostrarle nuestros respetos. Usa Ala de Acero.
─ ¿Qué dem...? ¡Pero ese movimiento ni siquiera es de tipo psíquico! ─ se queja Sori horrorizada.
─ Pero lo efectúa un pokemon de tipo psíquico ¿Qué más da entonces?
Elgyem se lanza a alta velociad en dirección de Ai, y Sori temía que el fin llegara de apenas un plumazo, puesto que, al ser un ataque de tipo acero, el tipo hada de Ai lo tendría muy mal para aguantar el golpe.
─ ¡Esquívalo y usa Voz Cautivadora!
─ Vaya chica más optimista, o tal vez deba decir ingenua.
Ralts se hace a un lado lo más rápido que puede mientras preparaba su ataque, pero Elgyem había enfocado a su objetivo desde antes, por lo que hace viraje y va directamente hacia Ai, y ni siquiera el recibir de lleno el ataque sónico es suficiente para frenar su poderoso avance. Al final su ataque consigue impactar a Ai y lo lanza varios metros hacia atrás. Era más que evidente lo grande que fue el daño recibido por ese ataque. A Sori se le corta la respiración por un momento.
─ El golpe ha resultado exitoso ─ dice Elgyem con voz monocorde.
─ No lo puedo creer...
─ Eso no ha sido nada. Tu pokemon debería ser capaz de levantarse después de recibir un ataque tan simple ─ dice Sabrina con petulancia ─ ¿Qué piensas ahora? ¿Te vas a rendir ahora?
Sori ve a su Ralts tirado en el suelo. Parecía derrotado, tirado en el suelo y con numerosos golpes derivados del impacto del ataque y la posterior caída. Sori pensaba que había logrado algo, que había entrenado bien a sus pokemon para pasar aquella primera prueba, pero nuevamente sentía que aquello se escapaba completamente de todas sus previsiones.
─ Ai... no...
El Ralts empieza a moverse. Esta vez Sabrina deja de sonreír, aunque seguía sin mostrar rastro alguno de sorpresa. Sori contemplaba a Ralts levantarse penosamene, pero no se detenía, sin importar lo claro que era su dolor.
─ Tu Ralts... Eso sí que es espíritu, y eso que lo notaba algo timorato en un principio ─ dice Sabrina bastante interesada ─. Tal vez este Ralts esté por mostrar algo sorprendente gracias a esa fuerza de voluntad, aunque no sé qué tan lejos logre llegar con su cuerpo tan maltrecho.
─ Ralts... Ai... ─ Sori estaba por avanzar y levantar a su pokemon, pero se detiene por un momento al ver que Ai tenía su atención puesta en la batalla ─ ¿Qué haces, Ai?
─ No lo sé, maestra. Pero por alguna razón deseo continuar. Quiero ganar, y por esa razón quiero seguir. Permítame continuar, maestra.
Sori no era capaz de reconocer al pokemon que tenía ante sí. Era como si tuviera ante sí a otro Ralts. Semejante muestra de valor nunca la había visto antes de parte de ese pequeño pokemon, salvo cuando estuvo dispuesto a escudarla de aquel Drapion.
─ Este Ralts... tiene un verdadero espíritu que valga la pena contemplar ─ opina Elgyem.
─ ¡Elgyem, usa Psicorrayo para acabar con ese Ralts de una vez! ─ ordena Sabrina con voz seria, y Elgyem procede a lanzar su ataque.
─ ¡Estoy listo, maestra! ─ dice Ai en posición de combate.
─ ¡Usa Confusión para bloquear ese ataque!
Ai no lo duda un solo segundo para actuar conforme a la orden y emplea toda su fuerza para que su movimiento bloqueara el avance del movimiento de Elgyem. Lograr algo así significó un esfuerzo tremendo para Ai, y la tensión de aquel choque dura varios segundos que tanto para Sori como para Ai parecían eternos, y al final ese choque entre movimientos de tipo psíquico desencadena una explosión. Era el momento ideal para que Sori ordenase algo nuevo.
─ ¡No te detengas, Elgyem! ¡Usa nuevamente Ala de Acero!
─ ¡Ralts, usa Gruñido y trata de esquivar el ataque!
─ ¡Ahí voy! ─ grita Elgyem.
─ ¡Lo detendré! ─ dice Ai por su parte.
Elgyem atraviesa la nube de humo rápidamente y va como disparado en dirección a Ai, el cual usa Gruñido con toda la potencia que podía. Ni el propio Ai pensaba que sería capaz de aguantar una segunda Ala de Acero de Elgyem, por lo que ahora apostaría a hacer las cosas de forma diferente, puesto que obviamente no iba a escaparse de ese ataque.
─ ¿Eso es todo lo que le vas a ordenar a tu pokemon? Mucho me temo que estás derrotada, chiquilla ─ dice Sabrina confiada.
Ai sigue usando Gruñido durante los pocos segundos que tardó Elgyem en llegar hasta él, y una vez que lo tuvo justo enfrente hizo algo bastante arriesgado: En vez de intentar esquivarlo, Ai apuesta a encajar lo mejor que puede el golpe para aferrarse al cuerpo de Elgyem. Hacer eso le significó una importante cuota de dolor, pero la táctica funciona, y ahora estaba abrazado a Elgyem, el cual no conseguía sacárselo de encima.
─ ¿Qué está haciendo? ─ Sabrina finalmente se muestra sorprendida.
─ ¡Ordene algo, maestra! ─ grita Ai para espabilar a Sori, puesto que no tenía las fuerzas necesarias para sostener por mucho rato a su oponente.
─ ¡Usa Voz Cautivadora con todo tu volumen, Ai! ─ ordena Sori olvidándose por un momento de las formas.
Era justo la orden que necesitaba Ai. Toma todo el aire que puede y emite su canto con la fuerza de un enorme grito. El propio Ai no sabía que era capaz de elevar su voz a semejante nivel, y menos sabía que podía hacer eso para realizar un ataque. Gracias a que estaba justo sobre la cabeza de Elgyem, el canto de Ai alcanza con toda su potencia los oídos del pokemon alien, el cual es severamente afectado por el canto. Sabrina contemplaba aquel giro de eventos con impotencia, y ni siquera se atreve a dar una orden, sabiendo que su comando lo lograría superponerse al canto de Ai.
─ ¡No te detengas, Ai! ¡Sigue usando tu Voz Cautivadora hasta que lo derribes!
Ai procura estar lo más cerca posible de los oídos de Elgyem. De ese modo su ataque haría mucho más daño, y nada podría hacer Elgyem para evitar el efecto del canto. Ai pone a prueba la resistencia de su garganta al alzar todo lo que podía su voz, y Elgyem chillaba de dolor durante un rato hasta que cae al suelo inconsciente, y a su lado cae Ai.
─ ... ─ Sori estaba boquiabierta.
─ Sorprendente ─ dice Sabrina con un hilo de voz.
Elgyem y Ai permanecen inmóviles unos segundos que parecían alargarse demasiado. Sori se sentía bastante presionada, y no podía evitar apretar los puños al punto de lastimarse las palmas, todo por el temor de que Ai haya quedado fuera de combate por el sobreesfuerzo.
─ ¿Hemano no despetá? ─ dice Sheena también a la expectativa.
─ No digas eso... Ai no... ─ Sori estaba bastante angustiada, y no había manera en que pudiera negarlo.
Al cabo de un rato finalmente se vislumbra un movimiento, justo cuando Sabrina pensaba que no tenía sentido seguir esperando e iba a decretar el empate en el encuentro. Ai se apoya dolorosamente sobre el suelo y se pone de pie, sosteniendo su pequeño cuerpo por las heridas sufridas.
─ Increíble... Ningún entrenador había sido capaz de vencerme al primer intento desde hace años, en Kanto... ─ Sabrina estaba boquiabierta, pero luego recobra la compostura y vuelve a sonreír ─. Al final fue justo lo que dije. Ralts acaba de hacer algo completamente asombroso. Ha sido una excelente batalla... ¿Cómo te llamas, jovencita?
─ ¿Eh? M-mi nombre es Soria...
─ ¿Soria? Bueno, entonces ese nombre figurará de ahora en adelante en la lista de vencedores de este gimnasio, y también esta medalla estará a tu nombre a partir de ahora ─ Sabrina saca de su ropa una pequeña medalla que hace levitar hasta que llega a las manos de Sori ─. Felicidades, retadora. Me has vencido limpiamente en batalla.
Sori en ese momento no sabía qué responder. Su cabeza bullía entre tantos pensamientos a la vez que estaba completamente confundida. Pero pronto se va imponiendo la realidad: Había vencido. Ai, aquel pokemon que se supone que no quería a su lado, le había dado la primera gran victoria de su trayectoria. En ese momento ni se acordaba que fuera psíquico o hada. Más le interesaba el hecho de que lo había logrado gracias a él.
─ Lo hice... ¡Lo hice! ¡Tengo mi primera medalla! ¡Y todo gracias a ti, Ai!
El pequeño pokemon voltea confundido y adolorido para ver a su entrenadora. No había entendido a qué venía ese estallido de euforia que ahora manifestaba, así como tampoco se da cuenta cuando Sori llega hasta él y lo alza para abrazarlo y besarle en toda la cara. No entendía lo que pasaba, pero tampoco parecía ser un gesto hostil en absoluto, por lo que se dejó hacer mientras Sori celebraba su victoria.
─ ¡Hiciste algo estúpido, pero gracias a eso has vencido, Ai! ¡Realmente eres fuerte!
─ ¿Lo soy?
─ ¡Sí! Jamás pensé que fuera a decir algo tan siquiera parecido a un pokemon como tú, pero es que te acabas de lucir. Mira la medalla del gimnasio. Es la señal de que este primer reto ha sido superado, y todo gracias a ti.
─ Soy fuerte... ¡Soy fuerte!
Ahora tanto Ai como Sori estaban bastante contentos, dejándose llevar por el momento, aunque Ai prefería por el momento permanecer en los brazos de Sori debido a que le dolía todo el cuerpo. Sabrina hace regresar a Elgyem a su pokeball y decide retirarse sin decir nada. Tenía cosas más importantes por hacer, como supervisar las obras del gimnasio y preparar a su equipo para el siguiente retador, aunque este último reto la había dejado más que satisfecha.
Realmente había sido la mejor batalla en el poco tiempo que llevaba allí, y eso que esa chica apenas era una novata.
CONTINUARÁ...
Primera victoria con un buen nivel de reto (obvio que con Sabrina no iba a hacer de este primer reto un camino de flores, de ninguna manera). Espero que les haya gustado la pelea, y cuando tenga lista la siguiente encuesta para decidir al segundo líder pueden contar con que les avisaré. Bueno, pues aquí me despido.
Hasta otra
