Noticias importantes: Ya está cerrada la votación, por lo que para el próximo capítulo aparece el segundo gimnasio. Si quieren saber de quién se trata, les digo que se tendrán que esperar xD.
El cuarto pokemon
─ Claro que soy yo, nena ¿Acaso no esperabas verme?
─ Pues no. De hecho, incluso tenía la esperanza de no verte tan pronto ─ le responde Sori con simpleza.
─ Vaya palabras tan afiladas, y encima directo a este corazón que está igual de mamado que el resto de mi cuerpo ─ Jhonny se pone a hacer poses de físico-culturismo ─. Y también puedo ver que la Dratini que capturaste está bastante saludable.
─ P-por supuesto que lo iba a estar. Un dragón que se respete debe ser indoblegable ─ responde Wendy con un fuerte sonrojo, a lo que Sori alza una ceja con suspicacia.
─ Y este pequeño Bulbasaur también se ve bien ─ Jhonny se acerca y le acaricia la cabeza a la pokemon planta ─. Hola, yo soy Jhonny, ¿y tú cómo te llamas?
─ Me llamo Sheena ─ dice la Bulbasaur con voz alegre e inocente.
─ Oh, vaya. Es una niña pequeña. No es atrativa por eso, pero es muy tierna ─ ahora Jhonny le acaricia el mentón a Sheena ─. Se ve bastante bien. Tiene que estar comiendo bayas de muy buena calidad.
─ Así es. Yo personalmente me encargo de su alimentación ─ le responde Ai.
─ Oh, nena. ¿Pero qué ven mis ojos? ─ Jhonny se abalanza sobre Ai.
─ ¡Kyaaa! ¡Suéltame, pervertido! ─ la reacción del Kirlia sólo le hace ver más femenino.
─ Vamos, no seas tímida, pequeña ─ Jhonny sostiene a Ai fuertemente por la cintura, y poco a poco acercaba su rostro al de él ─. Aquí está el papacito que hacía falta en tu vida, por lo que puedes simplemente disfrutar de lo que puedo darte.
─ Y de lo que te puede dar a cambio ─ dice Sori entre risas ─. Es mi Ralts macho evolucionado, machote. No sabía que también te iban, jeje.
Jhonny se detiene de golpe y suelta a Ai, dejándolo caer pesadamente al suelo antes mirar con reproche a Sori. La chica se queda mirando de forma apática al Pikachu.
─ Me hubieras dicho que sólo se trata de un trapito. Ustedes se estaban entreteniendo al engañarme.
─ El único que te estaba engañando eras tú mismo, Pikamacho ─ Sori toma asiento sin dejar de ver al Pikachu ─. Nadie te mandó a que intentaras seducir a Ai. Eso te pasa por desmedido.
─ Se nota que te gusta entretenerte con la mala suerte ajena, nena.
─ La mala suerte no tiene nada que ver con la manera en que te lanzas a todo lo que parezca hembra.
Jhonny resopla mientras pretende seguir enojado, aunque Sori prefería no prestarle mucha atención. Más le preocupaba el entrenar de una mejor forma a sus pokemon. Ai, al haber evolucionado, era notablemente más fuerte que antes; Wendy claramente tenía un largo camino por recorrer por lo tardío que era el nivel en que podría evolucionar, pero espíritu no le faltaba; y por su parte Sheena cada vez se mostraba más competente para acatar instrucciones y efectuar movimientos ofensivos, siendo una sólida promesa en combate en un futuro próximo. Pero el problema era ese, no tenía más de dónde elegir en casos de emergencia o cuando necesitase un cambio de estrategia. No solo necesitaba hacer más fuertes a sus pokemon y dar mayor solidez a sus capacidades, sino que también necesitaba más integrantes para dar una mayor versatilidad al equipo. De pronto empieza a comprender la enorme dificultad que implica el formar un equipo monotype sin haber tenido experiencia entrenando pokemon. Incluso tomando en cuenta la inmunidad de los siniestros a los ataques psíquicos, igual hubiese sido más que probable que a esas alturas Sori siguiese dándose cabezazos contra el muro que representaba Sabrina, una entrenadora mucho más experimentada y mejor compenetrada con su equipo que ella.
En eso Sori siente que algo le agarraba la mano, y al bajar la vista se encontraba con que era Ai quien le agarraba con ambas manos de dos dígitos.
─ ¿Qué quieres, Ai?
─ Es que parece triste, maestra ─ dice Ai con un tono inocente que por alguna razón había perdido buena parte de su sumisión ─ ¿Quiere que descansemos?
─ Supongo que no tenemos de otra. No consigo una manera para entrenarles como es debido antes de enfrentar al segundo gimnasio, y tampoco sé qué hacer para capturar un nuevo pokemon.
─ ¿Pero no había dicho que quería hacer un equipo de pokemon siniestros?
─ Sé lo que dije ─ responde Sori algo irritada ─. Pero ahora veo de verdad que no estoy lista para esto. Después del fiasco que demostré ser ante aquella líder de gimnasio, y también después de esa paliza que nos dio el chico aquel, ahora sólo puedo ver que me falta mucho... ¿Qué me hizo pensar que realmente tenía todo a la mano para hacerme campeona, o que tan siquiera tenía oportunidad así como estoy?
─ Esa frustración es completamente natural ─ le dice Jhonny cruzado de brazos ─. Muchos entrenadores novatos empiezan exactamente igual que tú: Piensan que la obtención del campeonato de una región, cualquier región, es cuestión de simplemente escoger unos cuantos pokemon que sean de buen ver, entrenar un rato y luego pasar a recoger el título de campeón. La verdad es mucho más compleja y sufrida que eso, y tanto tú como tus pokemon están en la obligación de aprender para superar estos baches. Es mucho más que simplemente ser fuerte, y la mayoría no suele comprenderlo y jamás llegan tan siquiera a la liga. Muchos entrenadores, abrumados por la realidad y demostrando no tener la fortaleza mental ni espiritual necesaria, se retiran o descargan la frustración de su propia ineptitud sobre sus pokemon, pero otros deciden abrir finalmente los ojos y comprenden que no se puede saber todo, pues siempre pueden ser mejores. Eso es lo que significa madurar.
─ Hablas como si tuvieras experiencia con entrenadores así.
─ He viajado por decenas de regiones junto a mi entrenador, a lo largo de años de batallas, presentaciones, cruces y sorpresas. Ni siquiera tienes idea de lo que he llegado a ver ─ Jhonny ahora sí sonaba bastante serio ─. No te sientas mal por no saber qué hacer. El que te cuestiones lo que debes hacer significa que estás madurando, y a medida que te esfuerces con todas tus ganas podrás ir obteniendo de a poco las respuestas que estás buscando.
─ Eso espero. Este camino que he elegido es mucho más que un sueño para mí ─ dice Sori con cierto aire melancólico ─. Estando aquí me siento más libre que cuando estaba en casa. No quiero volver, no sin antes demostrarle a mis padres que soy capaz de seguir un camino diferente al de ellos, y que el hecho de que no lo acepten no es suficiente para frenar mi determinación.
─ Me alegra escuchar eso, chica. En ese caso creo que sé qué pokemon podría darte esa cobertura que necesitas.
─ ¿De verdad? ¿Dónde lo encuentro?
─ ¿Son pokemon que de verdad nos puedan ayudar? ─ cuestiona Ai.
─ Cuenten conmigo. Por este lado hay algunos pokemon que les pueden ayudar en su camino, y por esa razón les aconsejo que vengan conmigo.
El Pikachu se adentra entonces en unos arbustos. Sori, sabiendo que no tenía nada que perder en ese preciso momento, decide seguirlo, y sus pokemon hacen lo mismo.
Más adelante
Jhonny había guiado al equipo hasta un pequeño estanque en el que se encontraban algunos pequeños pokemon jugando. Sori se sorprende por ello, y es que eran varias las especies de pokemon presentes, y en todos los casos eran claramente crías.
─ ¿Esto es una guardería o qué?
─ Digamos que este es un sitio en el que suelen converger pokemon huérfanos ─ le responde Jhonny tranquilamente ─. Yo mismo he traído a algunos pequeñines hasta este lugar en el último par de días. Digamos que los encontré por accidente. Muchas de estas crías perdieron a sus padres a causa de un grupo criminal que ha estado haciendo de las suyas últimamente por este lugar.
Sori siente como si algo hiciera clic dentro de ella. Eso le sonaba bastante familiar, y no era para menos. Pocos días atrás había estado lidiando con un grupo de criminales que habían intentado raptar a Ai, Sheena y Wendy. No esperaba saber más noticias de esa gente tan pronto.
─ ¿Quiénes son esos criminales?
─ Se hacen llamar equipo Fénix. Al parecer la mayoría de sus integrantes e incluso sus altos mandos provienen de Kanto y Johto, posiblemente fugitivos iniciados en la carrera criminal dentro de las filas del equipo Rocket. Seguro que has oído de ellos.
─ Sí. Son un grupo muy famoso que en su tiempo generó estragos sin igual en aquellos sitios, e incluso llegué a escuchar que fueron capaces de crear a un poderoso pokemon con el que pretendían subyugar completamente a Kanto y otras regiones, pero aquello no les salió bien.
─ Haces la tarea. Eso me ahorra la necesidad de estar dando explicaciones ─ Jhonny se acerca a algunos de esos pokemon pequeños que seguían jugando como si nada ─. Y parece que estos malvivientes quieren hacer aquí lo que en Kanto y Johto no lograron, aunque por las distancias dudo mucho que aspiren siquiera a contactar con su antiguo líder o con otros antiguos integrantes que estén todavía por allá. Básicamente quieren posicionarse en el mercado ilegal de esta región y de otras regiones vecinas por medio de la venta de pokemon cazados de manera furtiva y esclavizados, aparte que también desean obtener a los pokemon más fuertes para sí mismos para de esa manera sacarle beneficio a su propio producto también.
─ Equipo Fénix, ¿eh? ─ Sori sentía que le hervía la sangre al pensar en aquellos sujetos y lo que podrían haber hecho si ella y las dos Hatterene no hubiesen llegado para ayudar a los pokemon indefensos ─ En lo que a mí respecta, no son más que las cenizas recicladas de ese equipo Rocket. Ya me los he encontrado una vez, pero no creía que la cosa fuera tan en serio.
─ ¿De verdad? Entonces ya tendrás una idea de qué hacer al respecto si los vuelves a ver... Pero hay que centrarse en la verdadera razón por la que te traje aquí ─ Jhonny se aclara la garganta antes de seguir ─. Dijiste que necesitaban un nuevo pokemon para que te ayude en tu trayecto. Aquí hay varios pokemon sin familia ni hogar a los que les harías un favor si decides atraparlos para te hagan compañía. Elije el que quieras, pero procura cuidarle bien, que no se arrepienta de dejar atrás este refugio.
─ Muy bien...
Sori da una amplia mirada al estanque. No se podía creer que de pronto surgiera esta oportunidad para ella de añadir un pokemon nuevo a su equipo. Puede que tener a otra cría en su equipo de buenas a primeras le fuera a traer más retos que beneficios, pero no le quedaba de otra, además que viendo el crecimiento de Sheena se sentía optimista de que podría entrenar también al pokemon que eligiese.
Lo primero que había pensado en elegir era en un pokemon siniestro, pero veía que los pocos ejemplares que habían resultaban demasiado pequeños y se notaban bastante apegados a aquel lugar, como si lo hubiesen elegido como su hogar. La mejor elección tenía que ser de un pokemon que estuviese dispuesto a irse con ella sin mirar mucho atrás. Antes no es que le importara mucho esa clase de detalles, pero ahora lo veía como algo que necesitaba cuidar.
En eso se encuentra con un Frillish macho que flotaba sobre el agua, al parecer distanciado de los demás. Flotaba descuidadamente y sin prestar atención a lo que estaba rodeando. Sori pensaba que podría ser la adquisición que necesitaba, pese a que no le agradaba la idea de que fuese macho. Simplemente no creía que tuviera muchas opciones a favor como para rechazar esta posibilidad.
─ Creo que ya me he decidido... Ai, ven conmigo.
─ A la orden, maestra.
─ Mmm, será interesante verla intentándolo ─ dice Jhonny para sí mismo.
Sori y Ai se acercan a la orilla del estanque para así llamar la atención del Frillish, pero tal parecía que necesitaban algo más que acercarse un poco, y es que el Frillish no les estaba presando atención. Sori ya tenía más que claro lo que tenía que hacer si quería lograr su objetivo.
─ Eh, tú, el Frillish que está ahí flotando ─ finalmente el pokemon se da por aludido ─. Parece que no tienes amigos por aquí ¿Qué tal si te unes a mi equipo? Me sería de utilidad que un pokemon como tú me ayudase, aparte que tengo algunos compañeros con los que quizás puedas llevarte.
El Frillish se queda mirando fijamente a ambos, tanto a Ai como a Sori. En un principio daba la impresión de no entender lo que le habían dicho, pero luego reacciona lanzándole a ambos un enorme salpicón de agua. Wendy y Sheena se ríen desde la distancia, y Sori mira con enojo al Frillish, el parecía burlarse de ella.
─ ¿Con que así estamos? Muy bien, tú lo has pedido... Ai, un paso al frente.
─ ¿Eh? P-pero si yo no sé nadar, maestra... ─ Ai se detiene al ver la mirada asesina de la chica ─ Bueno, veré si consigo aprender en el proceso. Sólo espero que no esté muy mojada el agua.
─ Pues yo creo que ahí ya hay problemas ─ dice Jhonny burlón.
─ ¡Usa Voz Cautivadora en ese Frillish ahora!
Ai, ya posicionado en la orilla del estanque, usa su movimiento, logrando afectar al pokemon medusa, el cual no se toma para nada bien aquello. Ai se prepara entonces para lo que viniese, viendo que Frillish usa Pistola de Agua. Ni falta hizo una orden de Sori para esquivarlo, aunque en el proceso se resbala y cae al agua.
─ ¡Maestra! ¡Auxilio, no sé nadar! ─ ruega Ai mientras se pone a chapotear con desesperación.
─ ¡Lo que deberías hacer es ponerte de pie! ¿No ves que no te hundes ni nada?
Ai para entonces de chapotear, entonces nota que, pese a estar acostado, tenía casi medio cuerpo sobre el agua, así que se levanta y ve que la altura del agua ni siquiera era suficiente para cubrirle las piernas. Empieza a reír apenado, siendo que su sonrojo ayuda a confirmarlo.
─ Creo que he exagerado...
Frillish usa entonces Tinieblas, logrando golpear a Ai y haciéndolo saltar fuera del agua, pero Ai consigue mantenerse de pie sin problemas. Definitivamente se había hecho mucho más fuerte que antes. Puede que como Kirlia ahora se sintiera más afeminado de lo que quisiera, y que incluso su forma de pensar sea también más femenina, pero estaba en una mejor condición para enfrentar una pelea. Ese Frillish no sabía con quién se había metido.
─ ¡Confusión, Ai!
─ A la orden ─ Ai concentra una buena cantidad de poder psíquico y golpea a Frillish, el cual cae aturdido, y pronto se evidencia que estaba confundido ─. Ya empezó el efecto, maestra.
─ Lo sé. Intenta golpearlo un poco más para así asegurar su captura.
Ai asiente sonriente y atraviesa el estanque para así llegar rápidamente al Frillish. Cuando siente que ya estaba lo bastante cerca usa su Voz Cautivadora y consigue reducir completamente al Frillish. Tanto a él como a su entrenadora les resultaba sorprendente la velocidad con que había logrado derrotar a un pokemon oponente. Sin duda aquello debía ser fruto del entrenamiento. Y pensar que Sori creía que no habían avanzado realmente.
─ ¿Qué estás esperando? ¿No tenías pensado capturar a ese Frillish? ─ le recuerda Jhonny.
─ A-ah, sí. Ahí va...
Sori lanza la pokeball a Frillish, y no le hizo falta esperar mucho hasta ver que la captura había resultado exitosa. Wendy suspira fastidiada al ver que aquello se había terminado, y Sheena corre hacia Ai para felicitarle.
─ Hermano muy fuerte.
─ ¿Verdad que sí? ─ dice Ai muy contento ─ Y tu hermano se hará todavía más fuerte. Ya lo verás, Sheena.
─ Sí.
─ Ya con eso deberías tener cuatro pokemon, salvo que hayas tenido uno guardado ─ dice Jhonny tranquilamente.
─ No, este es el cuarto pokemon que llego a tener ─ Sori libera entonces al Frillish, el cual aparece ante ella ─. Creo que para ti tengo el nombre ideal. De ahora en adelante te vas a llamar Mariano ¿Qué te parece, medusa fantasmal?
El Frillish no dice nada, pero se señala a sí mismo y abre bastante los ojos, dando a entender que se estaba dando por aludido. Tal parecía que no hablaba, lo cual a Sori le parecía raro. Tal vez los de su especie no hablaban, o bien sería que por alguna razón ese pokemon en específico se negaba a hablar. En todo caso, el Frillish, ahora llamado Mariano termina asintiendo ante Sori y acerca uno de sus tentáculos, a lo que Sori lo agarra, y en eso le lanza una Pistola de Agua en la cara, derribándola.
─ Vaya. Muy gracioso nos salió la medusa ─ dice Jhonny.
─ Jeje. Siempre caen ─ el Frillish esta vez habló ─. Me interrumpiste mientras meditaba sobre qué bromas gastarle a los demás pokemon de aquí, pero ahora que estoy capturado no puedo hacer nada. Una lástima.
─ Tú... ─ Sori se levanta hecha una furia ─ ¿Cómo te atreves a hacerme esto?
─ Tú misma te lo buscaste ─ la regaña Jhonny ─. Los pokemon fantasma por naturaleza suelen ser traviesos o maliciosos. Jamás esperes que actúen de una manera diferente, especialmente si está recién capturado.
─ ¿Está bien, maestra? ─ Ai se acerca a su entrenadora para ayudarla a levantarse.
─ Demonios. Ahora sí que empezamos bien ─ Sori mira con enojo al Frillish ─. Pero que conste que esto no se va a quedar así. Me la voy a cobrar.
─ Cuando quieras, niña. Donde sea te espero.
─ Habla casi igual que yo. Ahora sí que este viaje va a ser entretenido ─ dice Wendy de forma maliciosa.
Molesta por la manera en que le estaban respondiendo, Sori guarda a Mariano en la pokeball y se la guarda. Ai permanece a su lado mientras ve que Sheena y Wendy eran las siguientes en ingresar en las cápsulas, y entonces Sori empieza a alejarse de ese sitio. No había nada más que ella debiera o pudiera hacer allí, y no iba a montar un escándalo ridículo ante todas las crías que hasta ese momento habían estado alegres con sus vidas sin prestarle atención alguna.
─ ¿Vas a retar a algún gimnasio? ─ dice Jhonny, el cual estaba siguiendo a Sori.
─ Todavía no. Aún quiero entrenar, además que un pokemon recién capturado y respondón no me sería de utilidad en ningún enfrentamiento ─ le responde Sori todavía irritada, y en eso se detiene un momento ─. Espera un segundo ─ mira a Jhonny ─. Si no mal recuerdo, eres un Pikachu que ha pasado la barrera del nivel 100, ¿verdad?
─ Así es, nena.
─ Entonces tienes que ser un pokemon bastante fuerte y capaz de muchas cosas.
─ No me gusta presumir, pero alcanzar el nivel que tengo me concede habilidades y destrezas superiores a las de un pokemon común y corriente.
─ Entonces debes conocer una fórmula efectiva para hacer que mis pokemon se hagan más fuertes ─ Sori se acerca un par de pasos a Jhonny ─ ¿Cuál es tu secreto para haberte hecho tan fuerte, Pikamacho? Necesito que me lo digas.
─ ¿De verdad quieres que comparta mi secreto? ─ Sori y Ai asienten a la vez, y el Pikachu suspira ─ Bueno, si estás dispuesta a insistir... El secreto para estar tan mamado como estoy es... entrenando duro.
Sori se queda de piedra unos segundos. Ai no veía eso como una buena señal, aunque a Jhonny eso no pareció preocuparle en lo más mínimo.
─ ¿Ya? ¿Sin mayor chiste? ─ dice Sori decepcionada.
─ ¿Y qué creías que te iba yo a decir? ¿Pensaste que te hablaría de una baya mágica que duplique la fuerza y habilidades de todo tu equipo en segundos? ¿O acaso creíste que hay atajos para tener un equipo poderoso? Pues déjame decirte que no hay nada de eso. El camino para convertirte en una entrenadora fuerte es uno solo, y es el camino difícil, el insufrible, y tienes que recorrerlo completamente si quieres llegar a algo.
─ Ya, tenía que imaginarme que dirías eso ─ Sori se acomoda el pelo y resopla de frustración ─. Entonces debiste dedicarte bastante a fortalecerte.
─ Sin duda alguna. Todos los días me la pasaba entrenando como loco cuando estaba bajo la tutela de mi entrenador, e incluso llegó a comprar unas pesas para que así pudiera hacer estos bellos músculos que ahora poseo ─ Jhonny vuelve a hacer poses de físico-culturismo ─. Y todavía ahora lo sigo haciendo. Sólo mira lo bello que consigo mantenerme.
─ Claro. En ese caso será mejor que siga mi camino ─ Sori retoma el paso, pero de manera relajada ─ ¿Vas a quedarte a cuidar esas crías, Pikamacho?
─ Sólo por un rato. Prometí a los guardas de la zona que la protegería mientras no están, pero luego de que vuelvan podré seguir viajando también. Nos volveremos a joven, nena.
Sori se detiene al ver que Jhonny da la media vuelta y se va. Era un Pikachu raro, sí, pero las veces que había aparecido habían sido de utilidad para que ella obtuviese un pokemon. Ya quedaba de su parte entrenarlo adecuadamente.
─ Vamos, Ai. Tenemos un largo camino por recorrer.
─ Sí, maestra.
CONTINUARÁ...
Bueno, para el siguiente capítulo toca gimnasio, que no tiene mucho chiste gastar dos capítulos más para detallar los entrenamientos. Igual sabrán muy pronto qué opción ha vencido, y esperen lo mejor en la próxima batalla de gimnasio.
Hasta otra
