Yo quiero ser siempre el mejor, mejor que nadie más... Y ahora los reviews:

Xtractor68: Claro, la idea no es hacer que la prota sea invencible, si hasta le he dejado unas cuantas derrotas avasalladoras a manos de Marco, quien prácticamente es el rival, y alguna derrota también vendrá a futuro. Igual es bueno que te agrade cómo va la cosa.

Look2021: ¿Mejor que el capítulo anterior? Pues si así lo ves, significa que voy por la buena senda.

Una carrerita por un pokemon

─ No más... Esto es demasiado... Moriré a este paso...

─ Sí que estás flojo, medusín ─ se burla Wendy.

─ Jajaja. Medusín flojo ─ Sheena se suma a la burla.

─ Incluso Ai va con mucha más entereza que tú, y eso que va muy princeso por la vida ─ le regaña Sori.

Wendy, Mariano y Sheena voltean a mirar a Ai, el cual estaba haciendo lagartijas con un mantel en el suelo para no ensuciarse las manos. Sori se lleva una mano a la frente, no queriendo darse una palmada para no dejarse marca.

─ ¿Y se supone que él es el macho del grupo? ─ cuestiona Wendy.

─ ¿Es que yo estoy pintado en la pared o qué? ─ protesta Mariano.

─ Ya hice las repeticiones que dijo, maestra. Cumplí la parte de mi resistencia física ─ Ai se pone de pie y mira fijamente a Sori ─ ¿Qué es lo siguiente que debo hacer?

─ Princeso hasta la médula, pero muy diligente ─ Sori se acerca al Kirlia y lo mira fijamente ─. Ahora trata de usar tus poderes psíquicos. Tenemos que ver qué tal lo dominas.

─ Muy bien maestra.

─ Ojalá que en el siguiente poblado vendan MTs o algo por el estilo. Pienso que sería genial si cambiamos algunos movimientos tuyos por otros más variados, como por ejemplo... a ver... ─ Sori busca en su bolso su libro, y ahí se pone a hojear los ataques que un Kirlia puede aprender por MT ─ Lanzamiento... Mofa... Tormento... Ladrón... ¿Apenas dos movimientos de daño directo de los de tipo siniestro, y los dos son movimientos físicos? ─ Sori guarda el libro algo frustrada ─ Tal parece que tendrás que evolucionar en Gallade, Ai, o de lo contrario no tendría sentido que te enseñe esos movimientos por MT. Simplemente no les puedes sacar provecho con lo frágil que eres físicamente.

─ ¿Y no me puede enseñar otros movimientos que se vean geniales sin ser de tipo siniestro, maestra?

─ Los hay, Ai. Sí que los hay ─ cede Sori, dándole la razón a Ai ─. Bola Sombra sería un interesante candidato, y de paso tu especie puede aprender Hoja Mágica y Rayo. No son movimientos siniestros, pero son buenos, aparte que disminuirán un poco la necesidad de que te ordene a usar tus movimientos de tipo Psíquico y Hada.

─ ¿O sea que no conservaré ninguno de mis movimientos, maestra?

─ Por desgracia debes conservar al menos un movimiento que coincida con tus tipos, al menos por ahora, Ai ─ los demás pokemon se acercan para escuchar atentamente ─. Ahora debo ir con la visión de enseñarte movimientos poderosos, pues los siguientes gimnasios así lo exigirán, estoy segura, pero también debo tomar en cuenta que tu potencial cambiará completamente si te evoluciono en un Gallade, por lo que movimientos como Bola Sombra quedarían para tirarlos a la basura por tener que enseñarte otras cosas apenas evoluciones. Claro está que si evolucionas en Gardevoir tu potencial con esos movimientos se podría elevar a las nubes, pero seguirías siendo psíquico y hada, y yo no quiero eso. Verte todos los días se convertiría en una experiencia más odiosa de la que ya es.

─ Ah, ya veo.

─ Si consiguiese más de una copia de una misma MT no importaría tanto, pero eso sería tener muchísima suerte, aunque igual no sería tan bueno como el sistema de DT para reciclar el mismo movimiento las veces que hagan falta. También tengo que ponerme a ver qué movimientos les doy a los demás, pues no puedo dejarlos así como están hasta el final. Va a ser una tarea ardua todo esto.

─ ¿Alguien me explica? Yo no comprendí nada ─ dice Mariano, a lo que Wendy y Sheena se quedan mudas.

─ Pero mejor pensemos en eso después que hayamos llegado al siguiente pueblo ─ Sori agarra su bolso y se lo pone sobre el hombro ─. Mejor dejamos el entrenamiento por ahora, pues ahora mismo tenemos que avanzar en nuestro camino. No quiero estar aquí cuando llegue la noche.

Los pokemon no podrían estar más de acuerdo. En ese momento se encontraban en una zona completamente accidentada, con pokemon un tanto molestos en los alrededores y con amenaza de lluvias para esa misma noche. A Sori le parecería ideal llegar a un centro pokemon, o dar con una cabaña o una posada a mitad del bosque, pero viendo que no había un solo asentamiento humano fijo en varios kilómetros a la redonda, mucho más realista sería encontrarse una cueva pequeña para refugiarse esa noche, o con una arboreda lo bastante densa como para bloquear la lluvia y desviarla a otro lado.


Al día siguiente

Y sí, Sori había conseguido una cueva pequeña y se refugió allí, aunque su noche de sueño no fue todo lo cómoda que hubiese querido. Los pokemon en cambio lo habían llevado mucho mejor, aunque a Sori no le significó demasiado consuelo.

─ Muy bien, hora de comer ─ Sori se estira un poco para sentirse más cómoda y saca de su bolso un tupper en el que estaba el desayuno ─. Bayas, bayas y más bayas. Secos, ácidos, amargos... ¿Se acabaron las bayas dulces? ─ ahora Sori ponía un gesto de desánimo ─ El hecho de que sean tan fáciles de conseguir no las hace más deliciosas, y de paso el sabor me está cansando a la larga. Extraño las hamburguesas y los estofados de Jaime.

─ ¿Eh? ─ Ai ya había empezado a comer, y tenía la boca llena.

─ Si quieres algo mejor tendrás que hacer algo al respecto ─ le dice Wendy antes de empezar a comer ─. Mmm, secas, las que me más me gustan.

─ ¿Qué se supone que haremos el día de hoy? Díganme por favor que no haremos más lagartijas ─ dice Mariano.

─ El día de hoy entrenaran en simulacros de peleas. Y tú considérate nominado para la primera pelea, Mariano ─ Sori empieza a comer con resignación ─. Ahora mismo tú eres el más débil, pasmado, lento e inexperto del equipo, así que prepárate, porque de esta vas a salir fuerte o apaleado. Tú decides.

─ Mierda...

Todos estaban comiendo tranquilamente luego de la charla, cuando en eso escuchan algo bastante extraño. Un silbato sonaba en medio de la arboleda húmeda por la lluvia noctura, y acto seguido se escuchan varias voces llenas de entusiasmo. Sori no evita que su curiosidad la lleve a ver lo que estaba pasando, a lo que sus pokemon le hacen compañía. Al menos, como el sitio estaba lo bastante aislado y seguro, podían confiar que no le pasaría nada al bolso de la chica.


Más adelante

─ ¡Vamos, acérquense y tomen esta oportunidad que se les presenta! ¡Les aseguro que no se arrepentirán!

Sori, al momento de llegar, nota que habían varias personas que estaban congregadas y haciendo fila, y ante todas ellas, subido a una rama, había un hombre joven llamando a todas las personas que estaban aparte para que se sumasen a la congregación.

─ ¿Qué es todo esto? ─ dice Wendy extrañada.

─ ¿Acaso se trata de un certamen de comedia? Si es así me anoto ─ propone Mariano.

─ Sólo a ti se te ocurre eso ─ Sori se acerca a una chica que parecía ser una de las encargadas ─ ¿Qué significa esto? ¿Qué hace tanta gente en medio de un camino solitario como este?

─ ¿Qué? No me digas que no te enteraste del evento ─ Sori no responde ─ ¡No puede ser! ¡No-puede-ser! ¿Cómo es que no te enteraste de la carrera especial que se va a celebrar aquí?

─ Básicamente estoy en mi viaje como entrenadora, por lo que no tengo mucho contacto con la tele, ni los periódicos, ni tampoco con internet, y de paso no soy usuaria frecuente de las radios.

─ Oh, es una lástima ─ la chica hace una pose dramática ─.Verás, jovencita, ya te explico yo de qué trata todo esto: Mi esposo es dueño de una reserva de Lucarios, y dos veces al mes convocamos a personas de los poblados más cercanos y también a entrenadores que están de paso como tú para que participen en una carrera en la que los tres primeros lugares reciben un Riolu como premio.

─ ¿De verdad?

─ No hay Riolus ni Lucarios en estado salvaje en nuestra región, y la reserva de mi marido es el único sitio en el que es posible encontrarlos. Deberías pensártelo, pues es una gran oportunidad para tener en tu aventura a un pokemon fuerte, confiable y muy raro.

─ Ya me convenciste ¿Dónde firmo?

La mujer le indica entonces a Sori cómo podía llevar a cabo su inscripción. También le explica que tenía que ser ella misma quien corra sin apoyo de sus pokemon, a lo que Sori siguió sin presentar ninguna objeción. Ai y los demás se quedarían apartados en esta ocasión mientras que Sori se hacía cargo del trabajo pesado, una idea que a Mariano y Wendy les parecía divertida, mientras que Sheena simplemente mostraba fascinación por la cantidad de personas, y Ai miraba a su entrenadora en todo momento.

─ ¿No quiere desayunar un poco más antes de empezar a correr, maestra?

─ Desde luego que sí. La carrera empezará al cabo de una hora, y ahora mismo me conviene abastecerme de toda la energía posible.

La carrera iba a ser de 10 km, teniendo que recorrer una travesía marcada a través del bosque. Afortunadamente podía contar con que el camino contaba con las señales necesarias para que no se pudiera perder fácilmente entre bifurcaciones inesperadas ni entre la oscuridad de las arboredas. Estaba lista para aquel reto, uno sumamente interesante en el que pensaba firmemente en que iba a obtener a la quinta adquisición para su equipo.


Una hora más tarde

─ ¿Realmente puede ganar esta carrera, maestra? ─ dice Ai mientras ve a Sori haciendo algunos estiramientos.

─ La duda ofende, tonto Kirlia ─ Sori ríe con presunción sin dejar de hacer sus ejercicios con su ropa deportiva escolar y teniendo su cabellera roja atada en una cola de caballo ─. En la escuela yo siempre ganaba todas las carreras, incluso ante los chicos del club de atletismo. Claro, un factor determinante casi siempre era que no suelo usar sostén cuando corro, pero aun así te digo que cuento con una condición física superior. De aquí nos vamos con un Riolu sí o sí, ya verás, Ai. Pero por si acaso estaré dispuesta a soltar mi arma secreta en caso de necesidad ─ remata estirando bajo la camiseta los tirantes de un sostén deportivo que tenía puesto, lo cual a primera vista contravenía lo que recién había dicho.

Ai se rasca la mejilla, no del todo seguro de si eso realmente le fuese a ayudar a obtener el premio ofrecido, pero tenía que creer en lo que dice.

El lugar estaba abarrotado, y decenas de competidores se estaban poniendo en posición para dar inicio a la carrera. Sori no iba a ser la excepción, pero antes tenía que dirigirse a todos sus pokemon.

─ Voy a estar un rato en la carrera, así que ustedes tendrán que dedicarse a entrenar mientras no estoy ─ los pokemon asienten ─. Ai, te dejo a cargo.

─ ¡Entendido, maestra!

─ ¿De verdad tenemos que estar bajo el cuidado del trapito? ─ se queja Mariano.

─ Hermano es bueno y listo. Yo haré caso a hermano ─ dice Sheena con seguridad.

─ A mí tampoco me gusta estar bajo el cuidado de nadie más, y menos de él, pero es lo que hay, así que cierra la boca, Mariano ─ dice Wendy poniéndole mala cara.

─ Chale...

El equipo de Sori se retira entonces, llevando con ellos sus cosas para que así no tuviera la necesidad de preocuparse. Un nuevo llamado es emitido por el encargado de la carrera, y Sori termina de tomar posición para así simplemente esperar el pistoletazo de salida.

Estar entre tantas personas, siendo la mayoría hombres adultos, generaba en Sori una sensación de que estaba haciendo frente a un enorme reto, pero igual estaba confiada en que lograría el objetivo. Aunque sus victorias en la escuela no fueran del todo legítimas, sí tenía una sincera confianza en su propia capacidad para hacer una buena marca en los 10 km que le tocaría recorrer.

Y entonces el pistoletazo es dado, y todos los concursantes empiezan su carrera por la vía. Sori, negada a dejarse vencer por nadie, trata de acelerar lo necesario para así ubicarse en los primeros puestos, pero no contaba con que más de uno tenía la misma idea que ella. La carrera iba a requerir de aliento y racionamiento adecuado de las fuerzas, pero algunos corredores iban como si aquello fuera para cubrir 100 mt planos. En un principio se perdieron de vista por la obvia ventaja inicial que aquello otorgaba, pero Sori se reía por dentro al pensar en que no tardaría en verlos jadeando, tirados en el suelo y rendidos por despilfarrar inútilmente sus energía.

─ Jejeje. Simios imbéciles.

El tramo apenas estaba empezando, y Sori ya iba haciendo cálculos sobre los primeros que caerían miserablemente a mitad de camino, mientras se encaminaba hacia la victoria.


Con los pokemon

─ Muy bien, la maestra dijo que íbamos a simular enfrentamientos para entrenar, así que eso es lo que vamos a hacer.

─ De acuerdo ─ cede Wendy divertida ─ ¿Medusín contra quién?

─ ¡No le recuerdes!

─ Mariano contra Sheena.

─ ¡Yo primero, yo primero! ─ la Bulbasaur brinca emocionada.

─ Felicidades, Medusín. Caerás primero ante la más pequeña de nosotros ─ se burlaba Wendy.

─ Para hacer más efectivo el entrenamiento, la maestra dijo que tenía que hacer de entrenador rival, y como la maestra no está, Wendy, tú serás la otra entrenadora ─ instruye Ai tranquila.

─ ¿Y eso cómo lo haré? Ni siquiera sé los movimientos completos de ellos dos.

─ Sheena sabe usar Placaje, Drenadoras y Látigo Cepa; Mariano puede usar Pistola Agua, Absorber y Tinieblas; y tú conoces Onda Trueno, Dragoaliento, Furia Dragón y Ciclón, Wendy.

─ ¿Qué demonios? ¿Acaso eres la humana disfrazada?

─ No, yo soy Ai, y la maestra está corriendo.

Wendy y Mariano estaban sorprendidos por la capacidad que tenía Ai para memorizarse los movimientos de todos sin ser entrenador. El estar siempre contemplando siempre los comandos de Sori sin duda debe de ser un factor bastante importante, pero igual parecía algo sorprendente, y eso que ignoraban que antes Ai ni siquiera tenía noción de qué era un movimiento en la jerga de los combates con pokemon. Como sea, Ai se ofrece para dirigir a Mariano, mientras que Wendy se hace cargo de la Bulbasaur.

─ Espero que ganes, enana. Ese paliducho es un debilucho y no quiero perder haciendo el papel de entrenadora.

─ Está bien ─ Sheena asiente alegre.

Ai y Wendy se ponen entonces a dirigir a Mariano y Sheena respectivamente, siendo el resultado más que previsible: Sheena consigue superar a Mariano, a pesar incluso de que Wendy tuvo problemas algunas veces para dar bien las órdenes.


Con Sori

Los primeros dos kilómetros habían sido satisfactoriamente cubiertos, y ya unos cuantos competidores se habían retirado, ya sea por algún esguince o desgarro, o bien porque se apresuraron demasiado al comienzo y se quedaron sin energías en los primeros 300 metros si acaso. Eso hacía que el número de participantes se redujera, y la distancia de los primeros empezaba a hacerse bastante notable. Sori afortunadamente estaba entre esos primeros puestos, pero estaba desde hace un buen rato padeciendo las consecuencias de el esfuerzo ejercido. Nunca antes había corrido tanto, y eso ya le pesaba, aunque todavía aguantaba. Sólo tenía que mantener su ritmo lo mejor posible para todo lo que le quedaba de carrera.

─ Vamos, que yo sí puedo ganar...

Conseguía dejar a unos cuantos competidores atrás, los cuales se detenían por sentirse demasiado agotados para continuar la carrera, pero la competencia seguía siendo fuerte. Todavía quedaban corredores que se notaban con buen aliento, indudablemente tratándose de atletas profesionales o que tengan algún oficio que les exigiese una buena condición física. Eso sacaba de quicio a Sori, pues ellos eran precisamente los que la estarían forzando a mantener el nivel de su esfuerzo hasta el final, no dándole un solo segundo de oportunidad para que descanse. Era una competencia sumamente molesta, así que Sori tenía que implementar su estrategia especial.

─ Mierda, ahí vamos de nuevo... Una cosa es burlarme de los chicos en la escuela, pero esto ya es un nuevo nivel...

Sori mete sus manos dentro de su uniforme, y entonces se quita el sostén deportivo que había estado llevando. De todos modos no le gustaba usarlo, y tampoco se había acostumbrado a tenerlo puesto. Una vez con esa prenda removida y debidamente guardada porque no se podía dar el lujo de tirarla, Sori se dedica a acelerar un poco más, con sus pechos rebotando y marcándose sus pezones visiblemente ante los ojos de los que estaban en su camino. Algunos sujetos que ven lo que estaba haciendo se distraen y tropiezan entre ellos o con cualquier obstáculo que hubiese en la vereda. Sori se ríe divertida ante la eficacia de su travesura, y de paso mira hacia atrás para verlos todavía tirados, algunos sin ser capaces de levantarse por haberse caído mal.

─ Muy adultos y todo, pero van igual de idiotas y calentones que un adolescente, o tal vez incluso son peores, que mis rivales en la escuela no solían caer tan fácil ─ Sori alza una mano y la agita, a modo de despedida ─ ¡Hasta la vista, perdedores!

Algunos competidores empiezan a proferir gritos e insultos por semejante insolencia de parte de la chica, la cual ahora se sentía más confiada de ganar la carrera. Faltaba muchísimo, sí, pero confiaba en que lo lograría sin mayores complicaciones.

No contaba con que algunos competidores se levantarían para quitarle la ventaja obtenida. Aquello era la guerra.


Con Ai

Luego de un buen rato de entrenamiento arduo y dedicado, el Kirlia había permitido al resto del equipo que tomase un merecido descanso. Estaba contento con el progreso logrado en el caso de Sheena. La Bulbasaur se estaba haciendo más y más fuerte. Según el libro de Sori, Sheena tendría que evolucionar en cualquier momento en una Ivysaur, y Ai quería estar presente para cuando eso pase.

Él mismo y Wendy demostraban de momento que eran los más fuertes dentro del grupo, aunque a Wendy le seguía molestando que ninguno de sus ataques afectaban en absoluto a Ai. Pese a eso resultaba divertido que ambos midiesen fuerzas. Ai sabía que Wendy lo veía como un rival, aunque él por su parte empezaba a ver a una amiga en ella, y es que pronto Wendy, sin dejar de ser cruda y sarcástica, ya no andaba dándose aires de rebelada, y más bien acataba y mostraba una lealtad no admitida por el equipo.

Y finalmente Mariano. Él... bueno, tenía salud, pero igual empezaba a cogerle el hilo a los entrenamientos. Iba a requerir tiempo, pero Ai estaba seguro de que mejoraría todo lo que le hiciese falta para ser también fuerte y eficiente, o por lo menos lo suficiente para que no lo anden derrotando con pasmosa facilidad.

En medio de sus elucubraciones mientras daba una vuelta en busca de bayas para renovar las reservas (y para comer él, faltaría más), una enorme presencia lo nota y empieza a perseguirlo, y cuando se había acercado bastante es que Ai se da cuenta de que había un extraño. Podía sentir sus pensamientos, y no eran nada agradables.

─ Hola, preciosidad ¿Quieres hacerme compañía un rato? ─ se trataba de un enorme y musculoso Rillaboom, el cual se acerca con intensiones oscuras, muy oscuras ─ ¿Alguna vez has estado con un pokemon como yo?

─ No, y definitivamente no quiero estarlo ─ Ai da un par de pasos hacia atrás, aterrado ─. M-mejor déjame en paz, que no quiero problemas.

─ ¿Y quién dijo nada de problemas? ─ el Rillaboom se acerca todavía más ─ Tranquila, que aquí nadie quiere problemas, si más bien quiero que la pasemos bien tú y yo. Me has encendido, y ahora mismo no hay nada que me apague. Ven conmigo, y una vez que nos conozcamos mejor no querrás desprenderte, muñeca.

─ Yo no soy muñeca, ni soy chica. Soy un chico, señor.

─ Me da igual. Ya te dije que estoy encendido ─ Ai siente un horrible tic en su ojo ─. Ahora acompáñame, prepárate para abrirte de patas y ve aflojando, que nuevamente haré honor a mi apodo de Cebolla.

─ ¿C-cebolla?

─ Porque a mis parejas las hago llorar. Supongo que entiendes porqué, jeje.

─ No...

─ Si no quieres acompañarme, entonces abre esas patas ahora mismo, que igual no te vas a librar de mí hagas lo que hagas, muñeca. Ya verás que al rato te va a gustar.

Aquello sí que fue lo que rebalsó el vaso para Ai. Despavorido como estaba empieza a correr, empleando toda la fuerza de sus frágiles piernas, mientras que el Rillaboom lo sigue emocionado y tranquilo.

Aquella era una carrera desesperada para salvar su trasero, literalmente.

CONTINUARÁ...


Un problema grande, enorme, en el que está Ai, y por su parte Sori ignorando aquello y teniendo que ganar su carrera ¿Cómo es que acabará todo aquello? Todo esto y mucho más en el próximo capítulo, a la misma hora y por el mismo canal xD. Y antes de irme, ya tengo adelantada la encuesta del tercer gimnasio. Elijan a quien deseen que defienda dicho gimnasio.

Hasta otra