Momento de reviews, que así es como debo proceder antes de empezar:
Xtractor68: Pues sí, he querido que Nelly fuese una chica dura desde un principio xD, pero eso no es todo todavía, aunque no voy a aprovechar este capítulo para profundizar al respecto. Tal vez para el próximo sí, tengo que verlo. Y hablando de Houndour, creo que te llevarás una pequeña sorpresa, jeje.
Look2021: Y todavía no has visto nada. Todavía tengo más para mostrar, así que prepárate.
Un cambio inevitable
Al día siguiente de la carrera las cosas no parecían haber cambiado demasiado en el lugar. El campamento montado por los organizadores de la carrera se mantenía tal cual estaba en un principio, y varios de los participantes de la carrera incluso se quedaron a dormir. Sori, Marco y las hermanas Hatterene también se sumaron a pasar la noche en el campamento, y el caso especial de Mary y Jane se daba porque se hicieron pasar por pokemon de Sori, a lo que la chica no tuvo oportunidad alguna de desmentirlas. Y ahora, mientras varias personas hacían actividades diversas como organizar karaoke al aire libre, parrilladas, concursos menores, entre otras cosas, Sori se dedicaba a entrenar a su nueva adquisición.
─ A ver, niña. Estoy esperando el primer ataque ─ dice Jane tranquilamente.
─ Espera un momento, que todavía me necesito aprender los movimientos de Nelly ─ Sori estaba revisando su pokedex, a fin de saber cómo empezar con el entrenamiento ─. A ver, pues según la pokedex los movimientos de Nelly son Ataque Rápido y Aguante... Una tontería total, pero viendo que está apenas empezando, pues toca aguantar. Nelly, usa Ataque Rápido.
La Riolu se lanza entonces a gran velocidad para atacar a Jane, pero ésta consigue detenerla sin ningún sobresalto, simplemente frenándola con su mano sobre la cabeza de la pequeña. Sori esperaba que algo así pasara, pero igual le decepcionaba lo pobre que resultó ese primer intento.
─ Tienes que intentarlo más, Sori ─ anima Jane mientras permitía que Nelly retrocediera ─. No te contengas conmigo. No pienses que estamos entrenando, sino que estamos teniendo un combate real.
─ En ese caso... ¡Nelly, destrúyela con Ataque Rápido!
─ Vaya, qué extrema ─ dice Jane burlona.
Wendy, Mariano, Sheena y Mary estaban viendo entretenidos el combate desde un costado de la arena, y en eso ven que Dan, el Dodrio de Marco, se acercaba.
─ ¿Dónde está el trapito?
─ Está por ahí. Anda muy triste últimamente ─ le responde Wendy ─ ¿Y por qué preguntas por él?
─ Curiosidad nada más. Y por cierto, quiero presentarles a mi novia ─ una de las cabezas de Dan se voltea para llamar ─. Marisa, cariño, ven para conocer a estos de aquí.
Interesados por la presentación Mary, Sheena y Mariano voltean también, viendo que acababa de llegar una Rapidash. La cabeza central de Dan se junta con la de la Rapidash y se acarician mutuamente. Mary se muestra enternecida por tal acto.
─ Son una ricura ustedes dos ¿Cómo es que congeniaron para estar juntos?
─ Ocurrió cuando el jefe y yo la encontramos hace tiempo. Conectamos al instante, aunque Marisa dijo que debíamos batallar para mostrar nuestra determinación y nuestros sentimientos. Estaba determinada a ver si yo era el indicado para ella antes de dejarse capturar.
─ ¿Eso es romántico? ─ Wendy frunce el ceño dudosa.
─ Desde siempre me han gustado las hembras de actitud ardiente. Qué te puedo decir.
─ Hombre, ardiente es a la legua ─ concede Mariano mientras ve a la Rapidash.
─ Y yo también me siento afortunada. Siempre he sentido una gran atracción por los machos que son multifacéticos.
─ Literal que tu novio lo es ─ dice Mary conteniendo una risita.
─ Les presentaría directamente el resto de la banda, pero pueden ver que cada quien va por su lado. Pero igual les puedo decir quién es cada quién ─ Dodrio señala hacia el Sirfecht'd que estaba acompañando a Marco ─. Ahí está el demente pero valeroso Amadís. Cuando era un pequeño Farfecht'd se dedicaba a estar dentro de una biblioteca, aprendiendo a leer novelas de caballeros y esas cosas, hasta que dicha lectura le frió el cerebro y quiso convertirse en uno.
─ Parece fuerte ─ dice Sheena.
─ La Feraligatr de allí con la boca abierta, la que está tomando el sol junto al estanque es Teodora. Es la más tranquila de todos nosotros, pero no le gusta que se burlen de ella ni que le hagan sombra cuando está disfrutando de sus rayitos, así que traten de no molestarla por ahora ─ ahora una de las cabezas del Dodrio señalan a otro pokemon, concretamente a una Haxorus ─. Ahí está Kate. Constantemente sueña con comer helado, pero le han recomendado que no haga eso, que el helado le va a caer mal.
─ Esa Haxorus sí que es rara ─ opina Wendy.
─ Y por ahí está la joya de la corona ─ ahora es la Rapidash quien señala ─. Tíndalo, el Houndoom más peligroso que pueda existir según veo. Es manso normalmente, pero en batalla no conoce la piedad. Es el más fuerte de nosotros, y tengo entendido que jamás ha perdido en primera ronda uno contra uno.
─ Ni siquiera cuando era un inexperto Houndour ─ recalca Dan ─. El jefe rara vez lo saca para que luche, y sólo lo hace ante oponentes que sean fuertes de verdad. Es que Tíndalo es bastante brusco cuando pelea, siendo que he visto al jefe ordenándole que deje de atacar en varias ocasiones, y es que no se convence de que la pelea terminó cuando ve a su rival tirado en el suelo. Realmente le apasiona la pelea y darlo todo en el campo de batalla, y de ahí que el jefe sólo quiera sacarlo ante pokemon que tenga presente que los demás no podamos vencer.
─ Entonces tiene que ser bastante fuerte. Voy a llamarlo entonces ─ Mary intenta acercarse al Houndoom, a lo que Mariano y Sheena intentan detenerla ─ ¿Pero qué les pasa, pequeños?
─ ¿No acabas de escuchar lo que acaban de decir? Esa cosa debe tener a un montón de víctimas en su lista ─ le advierte Mariano asustado ─. No llames ni provoques a ese monstruo, que no estoy listo para morir.
─ Tonterías. Ya van a ver que con él sí me llevo ─ Mary se suelta y avanza hasta el Houndoom ─. Yuju. Tíndalo, mi nombre es Mary, y quiero ver lo que puedes hacer.
─ Ojalá que esa Hatterene demente por lo menos haya tenido una buena vida ─ Mariano se tapa los ojos con horror.
El Houndoom escucha el llamado de Mary y se levanta, y acto seguido corre a toda velocidad hacia ella para abalanzarse. Wendy y Sheena estaban horrorizadas ante la idea de presenciar una carnicería, pero Tíndalo las sorprende al intentar simplemente lamerle la cara a Mary, aunque la altura de la Hatterene no se lo ponía fácil.
─ Jajaja. Este muchachote no es malo. Sólo es impulsivo cuando le dicen que pelee ¿Verdad que sí, campeón? ─ el Houndoom mueve la cola como respuesta a lo que dice Mary al tiempo que intenta con mayores ganas lamerle la cara ─ Jeje, vamos, tranquilízate, Tíndalo. Sentado, Tíndalo ─ el Houndoom obedece, todavía moviendo la cola y sacando la lengua mientras jadeaba ─. Buen chico, Tíndalo. Buen chico. En lo que consiga unas galletas las compartiré contigo.
─ ¿Ese sarnoso del infierno no habla? ─ dice Wendy.
─ Prefiere ser expresivo y no vocal ─ responde Marisa.
Y en cuanto a la batalla de entrenamiento que estaban teniendo Nelly y Jane, pues ya había terminado, por lo que Sori le permitía a su Riolu que tomara un descanso. Había sido un día algo lento para ella, pero era consciente de que por el momento no podía pedir más. Sentía que su experiencia como entrenadora iba creciendo a pasos agigantados, logrando familiarizarse con toda la teoría estudiada por medio de la práctica, y por lo menos eso estaba bien para ella. En eso se acerca a sus otros pokemon.
─ ¿Dónde está Ai?
─ El trapito está deambulando cerca del estanque, en la otra orilla ─ Mariano señala el punto, donde se veía al Kirlia sentado, a lo lejos ─. No sé qué mosco le habrá picado. Tal vez está en sus días.
─ ¿Un macho en un día de esos? ─ Wendy se queda mirando raro al Frillish.
─ Ni idea. Si el trapito nos hubiese dicho no estaría yo improvisando.
─ Voy yo a hablar con él ─ Sori suspira antes de empezar a caminar.
Con Ai
Habían varias personas, no muy lejos de allí, presumiendo de varias cosas. Ai no tenía idea de qué presumían, ni siquiera les prestaba atención.
Su mente estaba en otro lado. Estaba pensando en qué estaba haciendo con su vida. Se supone que había empezado todo esto por el deseo de encontrar algún día a su hermano, del cual seguía sin tener la más mínima pista, pero últimamente varias responsabilidades y metas se habían sumado a la que se suponía era su única hoja de ruta en ese viaje con la chica, y en ninguna de ellas se veía con la capacidad necesaria. Sólo se ilusionaba con metas imposibles y caminos para los que no tenía madera, y que encima lo nublaban de su verdadero objetivo.
Y también pensaba en lo mal que se sentía por haber metido la pata. Casi fue profanado por un Rillaboom loco, y fue gracias a la ayuda de otros que había salido bien librado de todo aquello. Fue incapaz completamente de librarse del problema por sí mismo. Esa imagen tan patética de sí mismo le hacía preguntarse si realmente merecía encontrar a su hermano, o si tan siquiera podía merecer lograr algo en la vida.
Se seguía viendo débil, cobarde, sumiso, y eso no le estaba gustando nada. Se supone que sólo siendo fuerte y valiente podía alcanzar su meta, pero sentía que estaba más lejos que nunca. Sori había estado cuidando mucho de él el día anterior, e incluso le hizo dormir con ella. A Ai le reconfortaba ese gesto de su entrenadora, era mucho más amable que antes, incluso se atrevía a pensar que se iba volviendo cariñosa, pero no le ayudaba mucho a sentirse mejor consigo mismo. De pronto todo a su alrededor parecía echarle en cara su propio sentimiento de inferioridad.
─ ¿Ai?
─ ¿Eh? Ah, maestra ─ Ai se pone de pie y mira fijamente a Sori ─ ¿M-me necesita para algo?
─ Sólo me interesaba ver qué estás haciendo aquí solo. Andas demasiado decaído.
─ Lo siento...
─ ¿Qué es lo que sientes? ¿Lo sientes por ser débil? ¿Por ser todavía un niño llorón? No te permito que digas nada de eso ¿Quedó claro?
─ ¿Pero no piensa acaso que yo soy patético, maestra?
─ Sí lo pienso. Desde la primera vez que te vi. Cada vez que te veo, Ai. Pero que no se te ocurra a ti pensarlo. Que los demás digan que eres inútil, que eres de lo peor, que eres indigno, pero si hay algo verdaderamente imperdonable es que tú mismo te lo digas. Nunca le des la razón a quienes te digan cosas malas, ni siquiera a mí, o yo misma te parto las extremidades, ¿entendiste?
Ai baja la cabeza, y Sori lo alza en hombros para abrazarlo con suavidad. Impensable antes, inevitable ahora. La chica misma se sentía bien dándole su apoyo de esa manera. Tenerlo así de cerca le traía paz, incluso en medio de la tormenta de emociones que le causaba ver así a su Kirlia.
─ Antes quise deshacerme de ti como fuera. No creo que haga falta decírtelo, si tú estuviste ahí. No quería dar mis primeros pasos contigo, ni pensaba que fueras a ser importante en absolutamente nada ─ Ai asiente quedamente, y Sori le acaricia la cabeza ─. Eres todo lo que detesto en un pokemon, pero a pesar de eso, ahora pienso que no quiero que nadie más ocupe tu lugar, pase lo que pase, seas lo que seas al final. Incluso si más adelante tengo la oportunidad de hacer un equipo de puros pokemon siniestros fuertes, rudos y geniales, quiero que sigas conmigo todo lo que quede de camino. Es contradictorio, pero de verdad estoy creyendo que no lograré mi objetivo si no te tengo conmigo, a pesar de que te sigo viendo todo lo mal que puedo.
Ai no sabía qué decir al respecto. Le conmovía escuchar esas palabras de su entrenadora, aunque seguía teniendo miedo. No era miedo a lo que su entrenadora le fuera a hacer o decir esta vez, sino a algo más.
─ ¿Y qué pasa si me equivoco otra vez? ¿Que ocurrirá si...?
─ Mírame a la cara y respóndeme ¿Quieres vivir otra vez lo ocurrido con ese Rillaboom? ─ Ai niega fuertemente con la cabeza ─ Entonces no lo harás de nuevo, no mientras lo tengas presente. Y aunque fuera a pasar, me aseguraré de que seas más fuerte para que puedas defenderte de él y de cualquier otro pokemon que te quiera hacer algo malo, o por lo menos para que seas capaz de huir más rápido.
─ G-gracias, maestra. R-realmente... no sé qué haría si no me hubiese ido con usted.
─ Y yo no sé cómo estaría si no hubiese tenido que aguantarte todo este tiempo ─ Sori toma asiento para así sentar a Ai en sus piernas, teniéndolo de frente, pero sin soltar del todo su abrazo ─. Has sido un completo dolor de cabeza, pero también me has servido como un reto personal, esto para tratar de tener paciencia y aprender a ser mejor, y cuando perdimos la primera vez, después que traté de abandonarte una última vez, pude comprender finalmente que no puedo ser una entrenadora de verdad si me rendía contigo, y por esa razón es que decidí que no volvería a hacer eso. Es cierto que esas dos locas y mi tío me hicieron cuestionarme seriamente de si era una buena idea lanzarme de la manera en que lo estaba haciendo, pero creo que todo empezó precisamente contigo. Todo lo que he cambiado a sido en su mayoría gracias a ti. Mi yo de semanas atrás jamás lo admitiría, pero siento que has cambiado muchas cosas para mí. Eres lo peor y lo mejor que me ha pasado, por lo que no puedo aceptar que tú te hagas daño, incluso si yo también te lo hago.
Estaba boquiabierto. Ai nunca se había percibido a sí mismo tan importante como para impactar así en la vida de nadie, en especial en la vida de una humana que llegó a la suya prácticamente por accidente, ni esperaba jamás escucharla hablarle así. El solo tratar de verlo desde esa perspectiva ya era suficiente para que se sintiera un poco mareado. Realmente pensaba que el propósito de su existencia no iba mucho más allá de buscar a su hermano e ir tras las aventuras que él le señalara, pero ahora lo que Sori le decía cambiaba mucho las cosas. Se sentía bastante bien con lo que había escuchado. Le hacía sentir feliz saber que su entrenadora en el fondo lo quería y lo consideraba valioso, aunque no fuera capaz de percibir sus sentimientos. Incluso el escozor de no saber nada de la única familia que conocía no podía hacerle sombra a la felicidad que sentía por ese acto de cariño de su entrenadora, casi siempre haciéndose la dura pero a su vez preocupándose por él, o al menos esa era su conclusión después de todo lo dicho por ella. El impulso lo lleva a abrazarla por el cuello.
─ ¿De verdad piensa eso de mí, maestra?
─ ¿Qué pasa? Se supone que los de tu especie pueden comprender los pensamientos de sus entrenadores. Incluso me cuestioné sobre si hacía falta decirte eso ─ le responde Sori algo sonrojada y pretendiendo enfado.
─ Pero es que no consigo leer sus pensamientos.
─ ¿Ninguno? ─ Ai niega tranquilamente, pero eso preocupa a Sori ─ Pero eso es imposible. Jamás pasa un rato en que no esté pensando en algo, aunque sean malas ideas. Creí que eras capaz de detectar mis pensamientos.
─ Pero es la verdad, maestra. Nunca he logrado saber qué está pensando ni lo que siente, y eso que con los demás no suele significar ningún problema para mí. Nunca he entendido la razón de ello.
Sori se sentía preocupada. Aquello ya no era para pretenderse enojada ni para mofarse de Ai. El hecho de que incluso siendo un Kirlia no sea capaz de detectar ni un ápice de sus pensamientos era algo bastante más grave de lo que parecía.
─ ¿Y por qué no me dijiste eso antes, Ai?
─ Pensaba que ese problema no le importaría, o que se molestaría si le contaba de mi problema.
─ Por Arceus, ¡eres mi pokemon, Ai! Me guste o no, debo saber si algo anda mal contigo. Tal vez en nuestros primeros días me hubiese parecido un fastidio que me contaras tus problemas y te hubiese maltratado por no callártelo, pero ahora no debes guardarte nada de esto, ¿está claro? ¿Estás seguro de no ser capaz de leer ninguno de mis pensamientos? ─ Ai asiente apenado, a lo que Sori lo acerca nuevamente ─. Mmm. No es que haya querido estudiar mucho sobre tu especie, pero se supone que son famosos por ser capaces de leer la mente de los demás, y que esa capacidad es en parte la causa de que se sientan muy unidos a sus entrenadores.
─ Yo no puedo leer su mente, maestra, pero igual me hace ilusión seguir a su lado. Me ha animado mucho lo que me acaba de decir.
Sori se sonroja por esas palabras inocentes de Ai. La carita de ilusión que ponía el Kirlia tampoco ayudaba nada. El corazón de Sori le latía extrañamente fuerte, y en su mente pensaba que Ai se veía reamente tierno así.
─ "¡No, mierda! Se supone que es un macho. Si por lo menos fuera hembra quizás, pero quizáaaaaaas, me haría de la vista gorda de que es un pokemon, y precisamente uno psíquico y hada, pero con Ai no debo. Se supone que soy lesbiana. Me gustan las chicas. Pechos y traseros son mi principal fijación, y este enano no tiene nada de eso. Vamos... Tranquila, Sori, piensa en las piernas de Cynthia".
─ ¿Pasa algo, maestra?
─ N-no es nada. Pero que quede claro, Ai: No vuelvas a subestimarte, ni a callarte nada, o ya verás el tirón de oreja que te doy ─ Sori hace interpretación de su amenaza agarrando uno de los cuernos de Ai, pero no se imaginaba lo que iba a provocar.
─ ¡Kyaaaaa! ─ Ai se cae de las piernas de Sori y se pone todo rojo y se retuerce ─ M-maestra... E-eso se sintió...
Sori estaba horrorizada. Ese gemido, la cara que ponía su propio pokemon, la pose en que había quedado en el suelo. A sus ojos Ai parecía más waifu que nunca, y lo peor es que esa vista la estaba excitando. Se lleva ambas manos a la cabeza, tratando de quitarse como fuere las imágenes de su cabeza. Por un segundo voltea, viendo que afortunadamente nadie parecía haber escuchado aquello. En eso Ai logra recobrar la compostura y ponerse de pie.
─ ¿Maestra?
─ N-no pasa nada... Pero no sabía qe eras tan sensible por ahí, Ai. Ese gritito fue... inesperado.
─ Tal sea porque es por ahí que siento los pensamientos de los demás. Ni yo mismo los toco, maestra.
─ Y tenía que ser precisamente yo quien lo averiguara... ─ Sori mira en otra dirección, bastante sonrojada ─ B-bueno... por lo menos no se trata de nada necesariamente malo, por lo que no hace falta que me ─ Sori se pone entonces de pie y carga a Ai. Realmente le estaba gustando hacer eso ─. Ahora tenemos algo que hacer. Vamos con cierto par que podría ayudarnos a saber porqué no puedes sentir mis pensamientos.
─ ¿Quiénes?
─ A esas hermanas locas ¿A quién más me puedo referir, tonto Kirlia? Son iguales a ti en cuanto a capacidades, por lo que ellas nos pueden dar una solución ¿Qué opinas tú?
Diez minutos después
─ A ver, ¿ustedes pueden averiguar qué le pasa a Ai para que no pueda conectarse mentalmente conmigo?
─ ¿Sólo el pequeñín? Nosotras tampoco podemos detectarte si no te vemos, Sori ─ le responde Jane mientras acariciaba la cabeza del durmiente Tíndalo.
─ ¿Ustedes tampoco? ¿Por qué?
─ Ni idea. Eres un caso bastante curioso, así que si quieres podemos hacerte una revisión.
─ Siempre y cuando no me hagan nada malo...
─ Tranquila, es solo una inocente revisión ─ Mary pone su mano sobre la cabeza de Sori para empezar a revisarla, y su hermana hace lo mismo ─. Mmmm... Interesante...
─ ¿Qué es interesante?
─ Que no detectamos nada. Eso es lo interesante ─ Jane se pone pensativa y entrecierra los ojos ─. Es raro por donde se le vea. Incluso los humanos que entrenan su mente no pueden escapar de nuestra detección psíquica. No me explico porqué una chiquilla como tú sí puede hacerlo, y encima sin darse cuenta de nada.
─ ¿Eso es algo malo? ─ dice Ai curioso.
─ Depende. Sólo hay una manera de averiguarlo...
Antes que Sori pudiese preguntar, Mary pone nuevamente su mano sobre su cabeza, y de pronto Sori siente un fortísimo dolor en su cabeza que la hace tumbarse en el suelo y agarrarse las sienes con ambas manos mientras suelta un breve y ahogado chillido. Ai se asusta y agarra un brazo de Sori.
─ ¿Está bien, maestra? ¿Qué le pasa?
─ Ayayayay... Eso dolió mucho ─ Sori alza la mirada con cierta rabia ─ ¿Qué se supone que acaban de hacerme? Por un momento pensé que iban a volarme el cerebro ¿Qué clase de ataque psíquico fue ese?
─ Eso es lo interesante, no usé ninguno ─ Mary se muestra bastante seria al dar su respuesta ─. Usé mi poder de hada para explorarte un poco, y con esto he llegado a un veredicto.
─ ¿Qué clase de veredicto?
─ Sori, esta es la primera vez que veo que ocurre con un humano, pero la cosa es que parece que eres mitad pokemon, y uno de tipo siniestro, creo.
Sori se queda en silencio, tardando un poco en digerir lo que Mary le acaba de decir.
─ ¿Que yo qué?
CONTINUARÁ...
Supongo que ya lo están sospechando, ¿verdad? Así es, esta relación va camino a convertir a estos dos estelares en mejores amigos xD. Vamos, que tampoco quiero llegar así de cruel, aunque sí pronostico algo de tiempo malo a futuro. Es parte de aquello a lo que quiero llegar realmente. Si no lo entienden del todo, es porque trato de reservarme lo mejor posible. Bueno, hasta aquí quedamos con el capítulo. Nos vemos pronto.
Hasta otra
