Hola nuevamente. Como seguro saben si están aquí, ahora toca actualización. Pero primero los reviews:
Xtractor68: Lo sé, tremenda carta la que me saqué de la manga xD. La verdad es que ese era un planteamiento que llevo tiempo queriendo implementar en esta historia, incluso desde antes de empezarla. Y ten anotadas tus teorías por ahí, que cuando saque la otra mitad de la verdad y vaya resolviendo de a poco el resto de la historia te aseguro que va a estar genial xD.
Nidia Lesher: Pues gracias por el cumplido y por parecerte una buena historia. En cuanto a lo otro, bien sabes que lo tengo todo anotado y construyendo de a poco lo que me pediste. Todavía me falta, pero ya por ahí va.
Cambios de perspectiva
─ ¿Que yo soy qué? ─ pregunta nuevamente la chica sin haber esperado una respuesta a la primera pregunta.
─ Tendrás que lavarte bien las orejitas, niña. Dije que eres en parte un pokemon siniestro.
─ E-eso... Esto no puede ser posible...
─ Nosotras tampoco lo creíamos posible hasta ahora mismo ─ le dice Jane con neutralidad ─. Hace mucho tiempo que no nacían hijos de humanos con pokemon. Escuchamos que cosas así no se habían dado desde hace décadas, y creo que decían que los últimos nacimientos así fueron en Orre, o Sinnoh, pero definitivamente jamás había pasado nada parecido aquí.
Ai se preocupa al ver a Sori tan distante de pronto. De un segundo a otro parecía que su mente había pasado a habitar en otro mundo. Mary y Jane se quedan mirando tranquilamente a la chica, a la espera de alguna reacción. Y Tíndalo seguía durmiendo dócilmente a los pies de las Hatterene. Todos estaban esperando algo de parte de Sori, un grito, un paso hacia atrás, que soltara alguna palabrota... algo.
─ ¿Maestra? ¿Está usted bien? ─ Ai agarra la mano de Sori con genuina angustia.
─ No, no estoy bien, Ai ─ Sori baja la mirada, haciendo que su cabello rojo le cubriese los ojos, y de pronto alza nuevamente la mirada y alza los brazos ─ ¡ESTOY FANTÁSTICA! ¡SOY UN POKEMON DE TIPO SINIESTROOOOOO! ─ ahora empieza a pegar brincos como loca y correr alrededor de los pokemon, y ni siquiera así despierta a Tíndalo ─ Esto es incluso mejor que tener un equipo repleto de pokemon de tipo siniestro. Soy como Cell pero muchísimo mejor ¡Tengo un cuerpo perfecto!
─ Esta chica parece que acaba de perder la cabeza ─ le dice Mary a su hermana.
─ Se nota que sí.
─ Este es el mejor día de toda mi vida. Mary, Jane, estoy tan contenta que lo veo todo con un color diferente. Incluso ustedes empiezan a parecerme simpáticas.
─ Ahora sí es oficial, ha perdido complemente la cabeza, hermana ─ dice Jane fingiendo estar asustada.
De pronto Sori alza en brazos a Ai y lo avienta en el aire para atajarlo como si fuese un bebé. Sori repite el proceso un par de veces y luego lo abraza con fuerza.
─ Ai, pequeño y tontito Ai. Te ves bastante lindo así como estás, aunque podrías mejorar ¿Quieres que esta noche te cepille el cabello?
─ ¿D-de verdad lo haría, maestra? ─ Ai se nota realmente ilusionado con ese ofrecimiento.
─ Oye, niña, sé que estás contenta y todo, pero ya deja de actuar raro ─ le dice Mary algo preocupada.
─ Pero es que no puedo evitarlo. Estoy tan feliz que podría explotar si no lo manifiesto con todas mis fuerzas. Quiero gritarle a todo el mundo que el tipo siniestro es parte de mí literalmente, quiero decirle a ese señor al que erróneamente he llamado padre que mi verdadero padre es un pokemon para ver la cara que se le queda al saber que mi madre le puso los cuernos con alguien que ni siquiera es humano.
─ ¿Pero no puede ser que fuera su padre quien estuviera con una hembra pokemon, maestra?
─ Imposible. Lo que dice Mary y Jane es verdad. No hay nacimientos de hijos de humanos y pokemon juntos desde hace tiempo, pero cuando eso ocurría la criatura nacida siempre salía de la misma especie que la madre, historia y biología básica, por lo que mi caso es que mamá se revolcó con un pokemon macho a espaldas de mi padre.
─ Ya veo.
─ En fin, ahora que se ha resuelto eso de que no puedes sentir nada de mi parte, mejor volvamos con los demás, que tenemos que darles la gran noticia.
Ai asiente de manera automática y se deja llevar por Sori. Le hacía sentir bastante bien ser llevado por ella, algo completamente diferente a como se hubiese sentido si fuera la Sori de un inicio quien le llevara.
Diez minutos después
─ ¿Eso es todo? ¿Nos interrumpes para decirnos que eres del tipo siniestro? ─ le dice Wendy con tono aburrido.
─ ¿Acaso eso no sorprende a nadie?
─ Pues no. Tienes un aire bastante siniestro de por sí, por lo que igual no nos extraña ─ le responde Mariano.
─ ¿Maestra es un pokemon? No parece ─ dice Sheena.
─ Yo no puedo andar sorprendiéndome como si nada ─ dice Nelly tranquilamente ─. Como pokemon legendaria que soy, no puedo permitirme sorprenderme por nimiedades.
─ ¿Y a ti quién te dijo que eres legendaria? ─ Mariano voltea a mirar a la Riolu.
─ Bueno, da igual. La cosa es que he descubierto que soy mitad pokemon, y encima del tipo siniestro. Esto supera con creces todos mis sueños hasta ahora.
─ Felicidades, maestra ─ le dice Ai con una sonrisa.
─ No sé qué tiene que ver con nosotros, pero si es algo que te hace feliz, pues disfrútalo ─ dice Wendy sin demasiadas ganas ─. Bueno, igual creo que acabo de entrenar bastante, así que mejor debería descansar.
─ Maestra, si usted es siniestra ¿puede usar ataques?
El cuestionamiento de Sheena deja en silencio a Sori unos cuantos segundos. Hasta ese momento estaba tan contenta por saber que tenía el tipo siniestro que no había tomado en cuenta nada más. Sori jamás en su vida se había visto intentando un movimiento pokemon, ni siquiera sus favoritos de cuando era pequeñia, pero estaría genial si de pronto surgiese de ella algo que confirme lo que las hermanas Hatterene le habían dicho. No queriendo posponer más la respuesta a tal incógnita, Sori empieza entonces a centrar su fuerza en sus manos. Quería ver de qué era capaz.
─ ¿Qué está haciendo? ─ dice Nelly.
─ Ni idea, pero me intriga saberlo ─ le responde Mariano.
Sori hace todo lo posible para concentrar fuerza en sus manos, y de un momento a otro las impulsa al frente, como si quiese sacar una bola de energía que al final no surge. Todos miraban espectantes, mientras que Sori se ruboriza un poco al sentir que acababa de hacer el ridículo.
─ Muy bien, otra vez... ─ vuelve a intentar usar un movimiento, pero no consigue nada ─ No lo entiendo... Se supone que a los pokemon esto les sale natural, o al menos sí les salen los más básicos...
─ ¿Y si intenta usar Gruñido o algo así, maestra?
─ Podría ser, pero me gustaría manejar lo antes posible un movimiento de tipo siniestro que esté a la altura... Creo que ya se me ocurrió algo ─ Sori se queda mirando fijamente al Kirlia, el cual se pone algo nervioso ─. Ai, atácame. Sólo así puedo tener el impulso que me hace falta para desarrollar ese poder que debo tener.
─ ¿Q-qué dijo? M-maestra, yo no...
─ No te preocupes, tonto. Debes usar únicamente Confusión contra mí, que de ese modo no vas a infligirme ningún daño, no importa cuánta fuerza le pongas a tu ataque. Puede que antes te hubiese puesto en órbita de una patada si usas un movimiento psíquico conmigo, pero ahora siéntete con pleno derecho a hacerlo.
─ P-pero aun así... Atacar a mi maestra se siente un poco...
─ Ai, te propongo una cosa ─ Ai se queda mirando cómo Sori se le acerca y le agarra sus pequeños hombros ─. Si me atacas con todas tus fuerzas con Confusión, para hoy cenarás todas las bayas que quieras hasta que revientes, sin límite alguno, y aparte de cepillarte el cabello te puedo poner unas cuantas pinzas para el pelo que todavía no he utilizado.
─ ¿La humana está negociando y ofreciendo varios premios a la vez? ─ Wendy abre al máximo los ojos ─ Ahora sí que estoy completamente fuera de onda ¿Qué fue lo que pasó?
Ai por su lado tenía los ojos brillosos y la boca ligeramente abierta. Sí que le sorprendía que Sori le ofreciera tantos mimos por atacarla, encima que también lo tentaba con sus propias tendencias afeminadas en vez de recriminarle por ello. Así sí podría hacer un esfuerzo, por más que no quisiera hacerlo.
Sori se aleja unos cinco metros y se prepara para recibir el ataque de Ai. El Kirlia carga su poder psíquico para así lanzar su Confusión con todas las fuerzas que se pueda permitir usar contra su propia entrenadora. Sori hace todo lo posible por sacar a relucir ese poder de tipo siniestro que debía tener dentro, y trata de convencerse de que el ataque sí le podía hacer daño. Finalmente Ai lanza su ataque contra su entrenadora, la cual intenta con todas sus fuerzas responder, pero no logra nada. Afortunadamente Confusión tampoco le hace nada, por lo que ese intento simplemente acaba en un punto muerto.
─ No puede ser. Ni siquiera teniendo la impresión de estar en peligro consigo nada ¿Qué mierda se supone que tengo que hacer? ─ Sori patea el suelo frustrada.
─ Maestra, podemos ensayar esto todas las veces que hagan falta si quiere ─ le propone Ai amablemente.
─ Bueno, supongo que no tiene nada de malo seguir. Tú te haces más fuerte y desarrollas un ataque psíquico más fuerte y que sea mejor, y yo voy encontrando la manera de sacar mis poderes siniestros.
─ Entendido. Volveré a atacar.
A Ai le seguía sin agradar mucho eso de atacar a Sori, pero podía intentarlo con mayor fuerza gracias a que pudo comprobar de primera mano que su ataque psíquico no iba a hacerle ningún daño. Así podría seguir atacándola hasta caer agotado, y su ama lo único que vería dañado es su orgullo mientras no muestre que es capaz de realizar algún movimiento. Los demás pokemon se quedan mirando esas prácticas, sorprendidos por ser la primera vez que ven a un entrenador pidiéndole a su pokemon que lo ataque, y entretenidos por ver a Sori hacer su esfuerzo repetidas veces. Las hermanas Hatterene llegan al poco rato y ven lo que estaba pasando, quedando ellas bastante extrañadas de ver a Ai atacando repetidas veces a Sori.
─ Parece que va siendo hora de que retomemos nuestro plan de conquista regional. Nuestra única referente de ver con esperanza a los entrenadores nos acaba de decepcionar ─ Jane frunce el ceño al ver lo que estaba pasando ─. Se supone que la especie del pequeñín es muy leal, y que sólo atacaría a un entrenador que se pase de cruel con ellos.
─ ¿Se puede saber de qué nos hemos perdido? ─ dice Mary mientras se rasca la cabeza.
─ Pues que la humana quiere sacar provecho al hallazgo de que es un pokemon siniestro y trata de usar un movimiento mientras anda de sobona con el trapito para que la ataque ─ le responde Mariano.
─ Primera vez que veo algo tan siquiera parecido ─ dice Jane ─. Un pokemon salvaje o criado por una mala persona es factible que arremeta contra entrenadores, pero nunca he visto a un Kirlia atacando a su propio entrenador, especialmente por el apego tan brutal que sienten a nivel sentimental.
─ Aunque no sé si eso debamos aplicarlo aquí, hermana. Recuerda que el pequeño Ai no es capaz de conectarse mentalmente con Sori.
─ Bueno, igual sigue siendo algo totalmente diferente a lo que hemos visto.
─ Es curioso que los humanos sean inmunes a ataques, si ellos no son pokemon ─ opina Nelly ─ ¿Cómo se supone que eso es posible?
─ Pues que al parecer esa chica es en realidad la hija de un pokemon siniestro que la engendro a través de su madre humana, aunque no hemos tenido la oportunidad de confirmar nada, ni la tendremos hasta el día en que Sori encare a sus padres y exija una explicación ─ le responde Mary a la Riolu ─. Es un tema algo dilatado de explicar, pero creo que con eso ya tienes.
─ No pasa nada. Al ser un pokemon legendario, es un gran deber el que yo adquiera todo el conocimiento y el poder posible para hacer honor a mi posición.
─ A nosotros no nos pregunten de dónde sacó eso ─ dice Mariano.
Mary y Jane se miran mutuamente. También ellas veían raro que la Riolu se viera a sí misma como un pokemon legendario. Desde su distancia lograron ver que eso se debía a algunas supersticiones de parte de humanos que todavía pensaban que los Riolu y Lucario son pokemon legendarios, lo cual convencería a la pequeña de que lo es. Ninguna de las dos Hatterene quería romperle la ilusión a Nelly, así que prefirieron dejarlo pasar para luego centrarse nuevamente en el entrenamiento.
Ai ya había usado demasiadas veces Confusión. Estaba bastante agotado, incluso estaba sudando a pesar de no estar haciendo ningún esfuerzo físico, y aparte las piernitas le estaban temblando. Sori por su lado se estaba impacientando por no lograr lo que se proponía.
─ Y otra vez... ¿Es que no va a salir nada?
─ Creo que no hace falta seguir. Ambos necesitan un descanso ─ interviene Jane ─. Sori, creo que tendrás que recurrir a meditación o algo, pues está claro que no vas a lograr nada a este paso.
─ Argh... Odio admitirlo, pero tienes razón. Ai, te has ganado un buen descanso ─ Sori se acerca al Kirlia y lo levanta nuevamente ─ ¿Qué se siente usar tantas veces el mismo ataque en tan poco tiempo?
─ Se siente agotador, y también se hace más difícil a medida que lo hago más y más, maestra ─ le responde Ai mientras se acomodaba entre los brazos de Sori.
─ ¿En qué momento Ai pasó de ser el pokemon al que la humana mira menos feo a ser el consentido del equipo? ─ Wendy daba muestras de todavía tener margen para las sorpresas.
─ Ni idea, si encima eran varias las veces que decía que él era a quien menos quería ─ le responde Mariano.
Tres horas después, en el campamento
Ai estaba comiendo como si no hubiese un mañana. Degustaba con gran felicidad las bayas, dándole igual el sabor que tuvieran. Parecía que todas las bayas le sabían dulces y ya. Tanto Sori como las Hatterene se habían esmerado en traer una cantidad altísima de bayas, e incluso Marco les había prestado algunas cubetas plásticas y su propio apoyo para ayudar en el trabajo, pero Ai simplemente no conseguía poner fin a su apetito, incluso cuando los demás pokemon habían quedado más que satisfechos comiendo las bayas.
─ Este sí que es un misterio para la ciencia pokemon ¿A dónde va lo que come este pequeñín? A esta altura seguro que a engullido más de su propio peso en bayas, y se supone que los de su especie se llenan con muy poquito ─ dice Mary.
─ ¡Diablos, señorito! Tú sí que tragas ─ dice Mariano.
Ai se queda mirando a Mariano unos segundos, y luego vuelve a centrarse en comer. Ya estaba por terminarse su décimo plato repleto de bayas, y cuando lo hace alza el plato.
─ ¿Quedan más bayas?
─ ¡Este querubín traga como un saiyajin! ─ dice Jane casi riéndose ─ Así debe tener energía ilimitada.
─ Debimos quedárnoslo cuando tuvimos la oportunidad. Nuestra prole-legión invasora hubiera estado más que garantizada ─ Mary se pone a refunfuñar.
─ Se nota que eres de muy buen comer, Ai. No paras sin importar cuánto hayas comido ─ Sori acaricia la cabeza de Ai, y luego se levanta ─ Voy al baño un momento. Vuelvo al rato.
Todos se quedan mirando a Sori alejarse. Entre ellos reinaba un absoluto silencio, pero en cuanto Sori desaparece empiezan los chismes.
─ ¿Ahora me puede explicar alguien a qué se debe este cambio tan drástico en su actuar? ─ exige Marco.
─ Ni idea ─ le responde Sheena.
─ Vale que le ponga contenta verse a sí misma como un pokemon de tipo siniestro, pero incluso eso no creo que sea suficiente para cambiar a tal punto.
─ Lo que el jefe dijo ─ dice su Dodrio.
─ Es una chica rara, pero definitivamente la cosa ha llegado especialmente lejos ─ dice Wendy.
─ Creo que es algo que antes no podía mostrar, pero ahora sí ─ la respuesta de Ai llama la atención de todos.
─ ¿A qué te refieres? ─ le dice Wendy.
─ Estoy diciendo que recuerdo cómo era la maestra antes ─ Ai alza la mirada, como si sus memorias estuviesen impresas en las nubes que se oscurecían lentamente junto al cielo ─. Cuando la conocí era una chica malvada y desdeñosa, pero vi que eso era así porque sus padres no la querían ni le mostraban ningún cariño. Jamás sentí en ellos otra cosa que desidia y sentimientos de codicia y deseo de mostrar una imagen conveniente ante otros, y eso al parecer enfurecía a la maestra y la hacía mostrar a cada rato lo peor de sí misma. La maestra dijo que quiso hacerse entrenadora para no seguir el camino de sus padres. No quería estar con ellos porque se sentía triste y amargada.
─ Tiene mucho sentido que actuase así ─ reflexiona Marco ─. Una parte de ella se forzaba a hacerse fuerte como entrenadora porque estaba desesperada por llamar la atención de sus padres y demostrarles que ella puede tener un destino diferente al que ellos quieren para ella. Siendo así me siento mal por aquella vez que cedí a lo que su madre me dijo.
─ Es una tontería, pero si así son las cosas, y tomando en cuenta lo que están relatando, el pensarse como hija de un pokemon le genera un sentimiento de que ya no tiene nada que ver con las aspiraciones de aquel humano que supuestamente es su padre, la hace sentir liberada ─ Mary se pone pensativa ─. Sigue habiendo algo que no termina de cuadrar, pero en todo caso, parece que esta noticia ha derribado varios muros que la hacían sentir presionada por sus padres, lo que implica...
─ ...que ahora va a mostrar una conducta más cariñosa y expresiva, quizás ─ completa Jane.
─ Antes no podía confiar en la maestra. No me agradaba su manera de actuar, y ambos estábamos de acuerdo en que no queríamos viajar juntos, pero en algún momento se empezó a sentir bien viajar a su lado. Ya no es que esté sometido ante ella, sino que realmente quiero hacer lo que sea que a ella le alegrase. Incluso me ha ayudado a ver con optimismo la posibilidad de encontrar algún día a mi hermano, y también ella ha confiado en mí y le preocupo, a pesar de que siempre sostiene que no le agrado y que tengo todo lo que ella odia en un pokemon, incluso cuando la he decepcionado ayer. Ella... La maestra... ─ Ai se pone bastante rojo, siendo aquello notado por todos ─ La maestra me ha dado una razón nueva para hacer todo esto, para vivir y hacer algo más que arrinconarme en la guardería donde nací. Quiero estar con ella. Deseo ser el pokemon que la convierta en la campeona que busca ser y todavía más.
─ Ai... ─ Marco estaba boquiabierto, sintiendo que el labio le temblaba ─ ¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?
─ ¿Diciendo qué? ─ Wendy de pronto siente que se perdía en la conversación.
─ Se supone que el lazo mental de tu especie genera un fuerte apego hacia su entrenador, haciéndose todavía más fuerte cuando evolucionan, pero lo tuyo es inusual, Ai ─ Mary mira fijamente al Kirlia, y entonces sonríe ampliamente ─. Se supone que ese lazo mental tuyo con Sori no existe debido a que ella es inaccesible a tus habilidades, pero de alguna manera te las arreglaste para enamorarte de esa chica, ¿no es así?
Ai baja la mirada y se sonroja fuertemente, bastante avergonzado para dar una respuesta. Mariano y Wendy lo miran con burla al poder confirmar esas sospechas, y lo mismo de parte de Dan, mientras que Sheena y Nelly se muestran contentas, cada una a su manera. Mary y Jane en cambio lo miran con el mismo cariño de ver a un niño madurar.
─ Tienes una suerte grandiosa, pequeño. Definitivamente no eres ese enano patético de la primera vez ─ Marco se levanta de la mesa y pasa su mano por la cabeza de Ai ─. Ojalá consigas lo que te propones en este viaje y que sigas influyendo positivamente en la cabeza hueca de tu entrenadora. Antes no lo notaba en lo más mínimo, pero ahora sé que te necesita, cada día más que el anterior.
─ Sí ─ responde Ai junto con un asentimiento.
Ahora todo parecía quedar claro. Ai, con su compañía que resultaba tan inesperada para Sori, había logrado sacar de a poco a esa chica de su jaula de oro, llevándola, junto con las enseñanzas que otros le procuraban, a encontrar una nueva faceta de sí misma y ver que habían más cosas que simplemente hacerse con un equipo monotype y proyectar a todo el mundo el desprecio y el enojo que sentía hacia su propia casa. Y ahora, gracias a que Ai le contó de su problema a Sori, por accidente encuentran que Sori de alguna manera es de tipo siniestro. Esa felicidad la hizo deshacerse, al menos de momento, de todas las restricciones emocionales que cargaba para así sacar a relucir su lado más amable y cariñoso. Ai de alguna manera había conseguido convertirse en el factor común en todos esos cambios importantes que experimentó la chica en muy poco tiempo, y es probable que él sea también quien logre derribar de manera definitiva cualquier otro muro que todavía siga en pie dentro del corazón de Sori. Marco sólo alcanza a reírse de sí mismo mientras se decide a reanudar su propio viaje. Mira que ser derrotado por un trapo...
CONTINUARÁ...
Vaya cambio tan drástico, ¿verdad? Creí que en este capítulo podría dar inicio a ciertos eventos... agrios, pero todavía no. Debo ver cuál es el momento adecuado para efectuar esos momentos. En todo caso espero que les haya gustado esto. La aventura continúa, y por lo tanto esta historia también.
Hasta otra
