Primeramente he de dedicar una pequeña disculpa debido a que se me había olvidado cambiar la encuesta antes de subir el capítulo anterior. Afortunadamente pude rectificar pocos días después, así que si les interesa la propuesta que presenté el capítulo pasado, pues ahía está su oportunidad. Y ahora los reviews:
Xtractor68: No tan yo pasado. Es más bien lo que Sori habría sido, pero igual es esa batalla es un tanto simbólica. Todavía no es el momento para hablar del sexto pokemon en el equipo, pero sí hago notar la compasión en Sori que antes no demostraba. Y para cuando toque la pelea con Flannery, puedes estar seguro que te llevarás una sorpresa un tanto cómica xD.
Leoniwis: Bienvenido nuevamente ¿Tenías dudas sobre los objetivos del equipo Fénix? Pues no te rompas tanto la cabeza, que gran parte de ese velo será removido. Y no quiero ser duro con Nelly. Mejor que disfrute de su ilusión de ser legendaria, al menos por un rato.
El equipo Fénix II
─ Creo que es hora de acabar con este sinsentido... Nelly, Ataque Rápido con ese Houndour. Mariano, Pistola de Agua contra Larvitar.
─ ¿C-cree que eso pueda funcionar? ─ dice Mariano temblando de miedo.
─ Es un pokemon Roca y Tierra. Un salpicón de agua que le lances ya es suficiente para dejarlo contra las cuerdas y rogando por piedad, especialmente viendo lo mal entrenados que estuvieron los demás pokemon de esta loca, así que no tengas miedo.
Mariano traga grueso y carga su ataque acuático contra Larvitar para lanzárselo pocos segundos después. La criminal se limitaba sencillamente a gritarles a sus pokemon que atacaran pero sin decir un movimiento en concreto ni dando ninguna idea para que sus pokemon formasen alguna maniobra. La cosa para ellos era sencillamente lanzarse al frente a lo bruto, pero lo hacían sin ganas y dando una sensación de opresión que a Sori no le agradaba para nada. Más y más evidente se hacía que esas personas agarraban pokemon al azar entre sus raptos y los ponían a pelear sin procurar conocerse en lo más mínimo y sin ánimos a comprender qué movimientos podrían usar. Todo eso parecía serle completamente indiferente a aquella mujer. Sori veía que su pelea no era realmente difícil, pero sí que la hacía bullir de ira por dentro. Definitivamente su gran batalla era con su paciencia.
Se veía a sí misma en ella. Pero no era porque antes fuera así, sino porque sentía que así podría haber sido de no haber nadie que le influenciara, regañara ni aconsejara a cuestionar sus métodos iniciales con Ralts. Deseaba acabar rápido con esa batalla y hacer lo siguiente que debiese. Eran varios los criminales que estaban en ese momento en acción, por lo que no podía perder su tiempo con una sola, por muy personal que se haya tomado el tema.
─ ¡Reaccionen, pedazos de basura! ─ la criminal se lleva las manos a la cabeza al ver que Houndour y Larvitar habían sido vencidos sin mucha dificultad ─ ¡Maldición! Parece que me tengo que ret...
─ De aquí no te vas, bastarda ─ Sori estaba justo ante su oponente, logrando sorprenderle.
─ ¿Qué...? ¿Cómo te moviste tan rápido?
Era algo sorprendente. Los propios pokemon de Sori no se dieron cuenta de en qué momento ella se había movido, y Sori tampoco se había dado cuenta de nada. Sólo estaba llena de rabia, contemplando el desastre que esa mujer había sido dirigiendo a sus pokemon, y que encima les echaba la culpa. La odiaba por verse a sí misma proyectada. Era la imagen vívida de quien podría ser pero que ahora odiaba de manera empecinada, así que le da un golpe en la frente, haciendo que ella retrocediera unos cuantos pasos antes de caer al suelo, sujetándose el área afectada por el golpe.
─ No lo puedo creer... ¿Gané una pelea? ─ Mariano se mira los tentáculos emocionado.
─ Ese Houndour ni siquiera opuso resistencia. Tal vez sea que mi presencia impone mucho. Una buena señal de mi avance ─ dice Nelly muy contenta.
Mientras Sori miraba a su oponente todavía quejándose por el golpe, se escucha que algo golpeaba el suelo con saña, y en cuanto la chica voltea ve que se trataba de Drapion. No parecía agotado ni muy dañado por el combate anterior, sino bastante satisfecho. Incluso sonreía. Sori estaba extrañada, pero pronto comprende lo que estaba pasando.
─ ¿Estabas esperando que derrotara a esta mujer tan pesada?
─ Ningún humano mandarme. Yo pelear por mí y nadie más ─ Drapion dirige una mirada cargada de odio hacia su captora, y luego dirige la misma mirada a Sori ─. Tú ser comida que yo no poder comer.
─ Fuiste más rápida que yo para acordarte a pesar de que hablas como salvaje ─ Sori miraba seriamente a Drapion. Sabía que no podía mirarlo con la misma ilusión e ingenuidad de la vez anterior, cuando a Drapion le daba completamente igual el gusto de Sori a la hora de intentar asesinarla ─. Creo que casi es hora de que arreglemos este asunto que tenemos pendiente desde antes... ─ Sori se acerca a la criminal, le quita las pokeballs vacías y las pisotea, liberando a los pokemon que estaban ligados a ellas ─ ¿Mucho mejor? Así sí podemos enfrentarnos de verdad, pero en otro momento.
─ ¿Otro momento? ¿Por qué no ahora? ─ dice Drapion sorprendido y extrañado.
─ Primero quiero deshacerse de todos estos escombros de grupos criminales desaparecidos, y luego de eso arreglamos lo que dejamos pendiente. Más te vale que estés preparado, que tu grosería de aquella vez no te la dejaré pasar, Drapion malo.
Drapion esta vez parecía ser más comprensivo. Tal vez fuera que también deseaba vengarse de unos cuantos integrantes del equipo Fénix por alejarlo de su hogar, pero el caso es que había accedido a la condición de Sori sin rechistar y se lanza a combatir por su cuenta. Las hermanas Hatterene habían logrado doblegar a unos cuantos soldados del equipo Fénix, pero ahora ellas parecían mostrar signos de agotamiento. Tal parecía que habían enfrentado a bastantes pokemon para gastar buena parte de sus energías. Era el momento perfecto para que Sori entrase en acción nuevamente junto a sus pokemon.
─ Muy bien, Wendy, Ai, es momento de que se preparen, porque ahora les tocará a ustedes ─ decreta Sori, haciendo que la Dratini se pusiera contenta y que Ai asintiera con firmeza ─. A ver quién es el miserable al que haremos morder el polvo esta vez...
─ ¡No vas a dar un paso más! ─ aparece un hombre joven que en el acto saca un Pratat a combatir ─ No voy a permitir que una opresora de pokemon como tú siga adelante para causar más daño del que ya ha hecho.
Sori queda un silencio unos cuantos segundos. Parecía que se había olvidado de hablar, y en cuanto reacciona se lleva una mano a la frente.
─ De tantos grupos criminales, de tanta gente estúpida o de podrido corazón que hay en el mundo... ¿Un payaso salido del equipo Plasma? ¿De verdad?
─ ¿A quién te crees que llamas payaso, esclavista repugnante? En breve te haré saber el dolor que causas en tus propios pokemon y los otros por simple diversión y prepotencia.
─ A ver, déjame hacer una recapitulación de hechos... Vienen ustedes de la nada atacando pokemon y humanos, están atrapando pokemon por la fuerza y encerrándolos en contenedores, tu compañera invirtió más esfuerzo pateando a sus pokemon que en indicarles nada serio, están usando pokemon capturados al azar y temerosos que están ligados a pokeballs de seguridad dudosa... ¿y me llamas a mí esclavista, opresora y todas esas idioteces?
─ ¡Todo esto es por culpa tuya y de todos los entrenadores que apartan a sus pokemon de su libertad y su felicidad! ─ la seriedad con que el sujeto responde causa que Sori sufriese un tic nervioso.
─ Mejor no digo nada más. Ustedes se convirtieron en auténticas leyendas en Unova, y no precisamente porque ustedes piensen con cabeza propia ─ Sori vuelve a mirar a sus pokemon ─. Hora del show, Ai, Wendy.
─ Sí, maestra.
─ Esto será divertido.
─ Eres un ser miserable. Mira que hacer que tus pokemon peleen tus batallas... ─ el ex del equipo Plasma mira con asco a Sori ─ ¡Voy a tener que darte la lección de tu vida! ─ acto seguido lanza otra pokeball, saliendo de allí otro Pratat, siendo ahora dos los que estaban en el campo.
─ Ai, usa Confusión. Wendy, lánzale un buen alientazo al otro Pratat.
Los dos pokemon principales de Sori lanzan sus ataques sin ningún problema. Los Pratat no lograron oponer resistencia alguna y caen derrotados con el primer golpe. El sujeto mira horrorizado el resultado del combate mientras que Sori se cruza de brazos con cierto aburrimiento.
─ Desgraciada... ¿Cómo te atreves a hacerle daño a un pokemon?
─ Perfectamente les puedes ahorrar un mal momento no sacando a ninguno de tus pokemon y optando por pelear tú mismo, idiota ─ Sori nuevamente sentía que la rabia se manifestaba con fuerza.
─ ¡Vas a pagar caro esta afrenta contra estas criaturas tan nobles! ─ el sujeto ahora saca un Audino y un Oshawott ─ ¡Audino, usa Cabezazo Zen! ¡Oshawott, Concha Filo!
Los dos pokemon del criminal se lanzan para llevar a cabo la orden, pero Ai y Wendy fueron lo bastante rápidos para evadir el daño.
─ Al menos hay alguien que sabe qué movimientos tienen sus pokemon. No te imaginas las ganas que tendría de asesinarte si te oía escupiendo las mismas órdenes que tu compañera ─ Sori cierra fuertemente los puños y dirige uno de estos hacia el frente ─ ¡Wendy, usa Furia Dragón! ¡Ai, usa Confusión!
Era ahora el turno del Kirlia y la Dratini, quienes se movieron una gran velocidad que Audino y Oshawott no fueron capaces de igualar, por lo que los ataques terminan dándoles de lleno y los hacen retroceder bastante afectados. Oshawott cae derrotado, mientras que Audino apenas logra mantenerse en pie. El ex del equipo Plasma se notaba bastante iracundo por el resultado.
─ ¿Cómo puedes ser tan cruel e indolente como para hacer algo semejante contra un pokemon? ¡Por cosas como esa es que esos repugnantes combates jamás debieron ser ideados!
─ Sigue hablando estupideces y lavándote las manos, que por lo menos las manos sí que las debes tener bien limpias ─ Sori tenía ciertos problemas para mantener la cordura ─. Con el siguiente golpe ya todo habrá terminado, así que sería mejor si te rindes.
─ ¡Eso nunca! ¡Audino, usa Cabezazo Zen contra ese Dratini!
Audino, que no se notaba para nada sonriente, corre hasta Wendy para golpearla, pero bastó con que Wendy le respondiera con un coletazo para que su oponente rodara por el suelo y no se volviera a levantar. Sori mira fijamente al pokemon, mientras que el sujeto la señala con saña y rabia, diciendo varias cosas y culpando a Sori por el daño que había sufrido Audino. Sori por un par de segundos se acerca al pokemon debilitado, pero el criminal se dedica a gritar toda clase de estupideces, increpando a Sori.
─ ¿Te quieres callar, pedazo de animal? ─ Sori dirige una mirada asesina al sujeto, el cual se intimida, no tanto por la amenaza, sino porque tuvo la sensación de hallar un brillo rojizo en su mirada ─ ¿Por qué no haces el esfuerzo de al menos mover un dedo para ayudar a tu pokemon en vez de despilfarrar ese esfuerzo en culparme de todo?
─ ¡Es por tu culpa! ¿Cuántas veces te lo debo decir para que abras los ojos? Esto es por causa de la abominable e insaciable sed de dominio y reconocimiento a costa de los pokemon ¿Qué hay que hacer para que lo compr...?
Sori vuelve a perder la paciencia y se dirige a una velocidad tremenda al sujeto para callarlo con un golpe en la boca del estómago. Nunca había sido una chica destacadamente paciente ni tolerante con nadie, perdiendo los esribos con cierta frecuencia, pero aquel sujeto sobrepasaba su capacidad de aguante. Esas palabras repletas de una determinación hipócrita y absurda le resultaban completamente vomitivas, y por ello no quería escuchar más. Esta vez los pokemon de la chica se dan cuenta de que su entrenadora se había movido a una velocidad muy superior a la habitual, incluso por encima de la capacidad motriz ordinaria de un humano. Ai es el primero en deducir lo que estaba pasando.
─ Parece que la maestra ahora está mostrando un poco de ese poder siniestro que estaba buscando.
─ Pues así lo veo ─ le responde Wendy igual de sorprendida ─. Parece que ya hemos encontrado la clave para que la humana libere ese poder que tanto ansía, y esa clave parece ser la ira. No me extraña, si ese sujeto es un pesado total.
─ Pero eso es malo. La maestra no debe dejar que eso sea lo que la impulse. Se supone que ella debe ser buena y que está cambiando para mejor. Ella no quiere volver a ser mala.
─ Como sea, la cosa es que la cosa no se ve bien.
─ Sí. Debemos detener a la maestra.
Ai y Wendy van entonces con Sori para tratar de apaciguarla mientras que Mariano, Sheena y Nelly miraban con cierta confusión, no muy seguros de cómo actuar al respecto y esperando que Wendy y Ai sean suficientes.
La chica respiraba pesadamente, y ese brillo rojo seguía presente en su mirada, pero no iba mucho más lejos con su impulso de ira. Simplemente se quedaba mirando al sujeto que yacía desmayado.
─ Maestra.
─ ¿Ai? ─ Sori mira algo extrañada a su pokemon ─ ¿Eh? Tengo la sensación de que a ese tipo lo acabo de golpear, pero no lo tengo demasiado claro...
─ Es el poder siniestro, chica ─ le responde Wendy sin rodeos ─. Parece que cuando te enfureces completamente empieza a salir ese poder que estás buscando.
─ ¿Cuando me enfurezco? ¿De qué estás hablando, Wendy? Si la cosa fuera tan fácil ya debería tener plenamente dominado mi poder siniestro, con todas las cosas que me hacen enojar desde que era niña...
─ Creo que es ira por ver a un pokemon dañado de manera injusta, maestra ─ ahora Ai toma el relevo ─. Al ver que estas personas malas están dañando a los pokemon usted está rabiando demasiado, y sus poderes están saliendo. Puede que no suene muy original, pero es cierto.
Sori mira extrañada a Ai. Es verdad que le asqueaba y enfurecía enormemente ver a esa gente del equipo Fénix tratando tan mal a sus pokemon, incluso cuando ella misma había marcado una preferencia bastante notoria hasta no hace mucho, pero no esperaba que eso fuera lo que disparara los primeros atisbos de su poder siniestro. Pero ya era para otro momento eso de sacar conclusiones al respecto. Había una batalla que librar antes, pero antes de indicarle a sus pokemon que fueran tras el siguiente enemigo, de detrás de un contenedor surge algo que resulta completamente inesperado.
─ ¿Qué...?
Se trataba de una criatura bípeda que portaba una armadura de cuerpo completo. No se trataba de un humano, eso era la única certeza que daba su aspecto. Sori no veía sentido a que un humano común y corriente tan siquiera lo intentara, aunque igual no podía identificar qué había tras la armadura. El casco cubría completamente el rostro tras un cristal oscuro, por lo que incluso los ojos estaban completamente fuera de toda posibilidad de reconocimiento.
─ Pero mira nada más qué tenemos aquí ─ dicce el ente de la armadura con un tono burlón ─. Veo que te has hecho cargo de mis miserables vasallos. Debes ser fuerte, jovencita. Tú y tus pokemon.
─ ¿Quién demonios eres tú? ─ suelta Sori sin rodeos.
─ Yo soy el líder máximo del equipo Fénix, y muy pronto seré el rey de toda esta asquerosa región para modificarla a mi gusto y capricho.
─ ¿Qué quieres decir?
─ ¿No lo comprendes? Supongo que no. Todo el mundo va tras esa premisa, pero nunca la fijan como meta ni comprenden su significado. Me refiero al poder, niña. Es la ley de la naturaleza que los fuertes subyuguen a los débiles y les hagan hincar el pie en reverencia. Mi ambición personal es convertirme en el ser más poderoso de la región y obligar a todos, humanos y pokemon, a humillarse ante mi presencia.
─ ¿Tan vacía y frívola es tu aspiración? ─ Sori frunce el ceño.
─ Es la manera en que he visto que es posible tener el respeto de los demás. Nadie va a respetar a los débiles. La escoria es simplemente eso, escoria, y por ello pienso estar en la cima de todo para que así nadie se atreva a contradecirme, mucho menos a retarme.
Sori no comprendía qué le pasaba a la cosa que estaba tras esa armadura, suponiendo que realmente hubiese algo allí y no fuera un robot controlado por alguien que ni siquiera estaba allí. Su primera opción sería darle un buen golpe para dejarlo vulnerable, y ya tenía decidido quién daría el primer golpe.
─ ¡Mariano, Pistola de Agua!
Mariano, inspirado por su anterior victoria, usa su ataque de tipo agua poniendo su máximo esfuerzo, pero el movimiento ni siquiera alcanza a tocar aquella armadura. Por un momento se vio un brillo luminoso tras el cristal del casco, específicamente donde estaban los ojos. Sori fácilmente deduce lo que estaba pasando.
─ ¿Eres un pokemon de tipo psíquico?
─ Eres rápida deduciendo, pero me pregunto si eres igual de rápida para evitarme ─ nuevamente aparece el brillo tras el cristal, y Sori contempla que un ataque iba dirigido justo a ella, tan rápido que ni ella ni sus pokemon tuvieron oportunidad a reacción. Pero afortunadamente el ataque no tuvo el más mínimo efecto en ella, dejando extrañado al pokemon extraño ─ ¿Conseguiste evadir el daño sin siquiera moverte? ¿Acaso usas una protección especial, humana?
Sori sonríe confiada gracias a su golpe de suerte. Ese pokemon no tenía idea de su caso especial, y tal vez eso le brindaría una oportunidad para hacerle frente y saber a qué venían esas actividades tan raras del equipo Fénix.
─ ¡Mariano, esta vez usa Tinieblas contra esa cosa!
─ A ver si ese tipito logra evitarlo ─ Mariano usa su ataque, pero el pokemon de armadura también logra bloquear el ataque sin problemas ─. Ok, ahora sí que es oficial que estamos en problemas.
─ ¡Ya me encargo yo, maestra! ─ Nelly se pone a frente de Mariano para ofrecer apoyo en la pelea ─ Da la primera orden.
─ En ese caso usa Ataque Rápido. Mariano, usa la oportunidad que te dé Nelly para volver a usar Tinieblas.
La Riolu se mueve lo más rápido que puede y se lanza contra el pokemon oponente, mientras que Mariano carga su ataque lo más que puede mientras espera a que ese pokemon fuese aturdido, o tan siquiera distraído, para que así su ataque no falle. Pero la criatura vuelve a usar su poder psíquico para detener en seco a Nelly y lanzarla hacia atrás como si nada. Mariano se asusta y pierde la concentración de su ataque que se disuelve.
─ ¿Eso es todo lo que pueden ofrecer los pokemon que acaban de derrotar a mis esclavos? Tal parece que toda la experiencia que ellos han tenido les ha servido de poco o nada para librar una batalla, y ahora tengo que ser yo quien se encargue de la basura.
─ Basura es en lo que se convertirá esa armadura que tienes, engendro ─ antes de que Sori diese una orden, ya Wendy y Sheena estaban listas para el combate ─. Sheena, usa Drenadoras. Wendy, Dragoaliento.
Las dos pokemon hacen lo que Sori les había indicado, pero sus ataques no alcanzan a hacer nada ante el bloqueo psíquico puesto por el ente que estaba dentro de la armadura. La presión que ejercía ese pokemon era demasiado intensa, y Wendy y Sheena nada podían hacer. Sori no entendía de dónde había salido aquel fenómeno al que sus pokemon no podían siquiera tocar. Vale que todavía fuese novata, pero igual la diferencia de fuerzas resultaba abismal.
─ Demasiado débiles para mi gusto ─ la criatura eleva con sus poderes a Wendy y Sheena para luego lanzarlos contra una pared que estaba algo lejos ─ ¿Qué pasa? ¿No tienes nada más para entretenerme y poner a prueba mi armadura? Normalmente usaría a los pokemon que mi vasallos capturan, pero en su gran mayoría son patéticos. Ni siquiera vale la pena entrenarlos y prepararlos para que también me sirvan.
─ ¿Eso es lo que buscas al robar pokemon de ese modo? ¿Buscas crear tu propio ejército de pokemon? ─ Sori frunce el ceño ante esa revelación.
─ Ya viste que estos soldados humanos son demasiado estúpidos, débiles y rígidos para que puedan ayudarme con mis verdaderos propósitos. Simplemente los estoy usando. El equipo Fénix es simplemente una tapadera que uso para unirlos bajo mi liderazgo para que capturen pokemon para mí, y una vez que haya logrado el objetivo y tenga mi ejército garantizado, pues ellos simplemente no van a servirme de nada.
─ Estás incluso peor que esos desgraciados ¿Tan importante es el poder para ti?
─ Es lo que me hizo surgir, y he aprendido que con poder es que se logra todo. El poder es como impones respeto. El poder es justicia y ley, y ahora voy a completar tu humillación… ─ la criatura se mueve a una velocidad demencial, ubicándose de pronto detrás de Ai y alzando su puño metálico ─ ¡Aplastando a tu último inútil e insignificante Kirlia!
Ai apenas había logrado voltear para ver que el puño de esa cosa iba directo a su cabeza con la fuerza suficiente para decapitarlo si lo alcanzaba. Ai estaba prácticamente viendo la muerte a solo milímetros, cuando tres puños chocan contra el casco de la cosa, haciendo que retrocediera por el impulso, y el casco queda bastante abollado gracias al golpe conjunto.
─ Ese inútil e insignificante Kirlia es mío, bastardo ─ a Sori le correspondía uno de los puños, y los otros dos correspondían a las hermanas Hatterene, y las tres se notaban bastante furiosas.
─ Si alguien aquí va a conquistar esta región… ─ dice Mary.
─… seremos nosotras ─ completa Jane.
─ ¿Esta armadura ha sido dañada? ─ la criatura no parecía prestarle demasiada atención a Sori ni a las Hatterene ─ Grr. Tiene sentido. No ha sido posible todavía hacer que recupere su esplendor por completo desde que aquel legendario que usó esta armadura se rebeló contra su amo y se deshizo de ella en pleno vuelo. Va a ser necesario hacer algunos ajustes y mejoras, o me será complicado enfrentar en condiciones a los entrenadores más fuertes…
─ ¡No te olvides que estamos aquí! ─ Sori pisa con fuerza, y el destello rojo en su mirada se había materializado completamente en sus ojos, haciéndolos lucir inhumanos ─ Te atreviste a burlarte de mis pokemon, y encima intentaste asesinar a Ai. De aquí no sales respirando.
La criatura nota entonces la mirada de Sori. Le había extrañado que tuviera así los ojos. Había escuchado que existían personas nacidas de un padre pokemon, pero no se suponía que los humanos desarrollaran características de éstos, y menos que sus ojos cambiaran así.
─ Esos son los ojos de un Umbreon. En mi entrenamiento me ha tocado aplastar a unos cuantos de esos. Esta humana tiene algo raro, así que será mejor acabar con ella antes de que me dé problemas.
Nuevamente ese ser se mueve a una enorme velocidad, incluso mayor que la vez anterior. Iba directo hacia Sori, y su puño ya estaba listo para hacer el trabajo. Las Hatterene no serían lo sufucuentemente ágiles para evitar la tragedia, y Sori no representaría ninguna sorpresa para nadie, excepto quizás en su autopsia.
Nuevamente el ataque de aquel ser es interferido, esta vez por un ataque Cola Férrea que detiene su puño cuando estaba a mitad de camino y lo obliga a retroceder. Eso desconcierta todavía más al ser. Un Pikachu acababa de detenerlo.
─ He venido corriendo cuando supe que aquí haría su movimiento el equipo Fénix, y me alegra saber que llegué a tiempo para salvar a alguien.
─ ¿Pikamacho?
─ No te preocupes, nena. A este impresentable lo hago pedazos con un par de golpecitos.
La criatura tras la armadura gruñe de rabia. Ahora veía que el Pikachu ni siquiera requirió usar toda su fuerza para frustrar su golpe. En este punto era peligroso intentar nada más, así que alza una mano para indicar a los criminales que todavía estaban de pie que era el momento de la retirada.
─ Esto no ha terminado.
─ ¡Pero lo hará en un minuto! ─ Jhonny lanza su ataque de Trueno, pero la criatura se teletransporta y consigue evadir el ataque ─ ¿Tiene ese movimiento? Es bueno evadiendo.
La criatura aparece junto a los contenedores y se lo lleva junto a sus vasallos. Los que habían sido derrotados quedaron completamente a su suerte, y también era el caso con los pokemon de los criminales que fueron derrotados y aquellos pokemon cuyo proceso de captura no se completó. Pero el daño ya estaba hecho, pues los criminales se habían llevado más de la mitad de los pokemon que habían estado allí.
Sori por su parte suspira frustrada, y también sentía un fuerte dolor de cabeza que amenazaba con hacerla desmayarse, pero luchaba por mantenerse consciente. Las Hatterene también tuvieron la oportunidad de ver cómo se manifestaba el poder siniestro en la chica.
─ Son los ojos de un Umbreon, hermana.
─ Confirmado. La chica tiene a un Umbreon dentro de ella.
─ ¿De qué… están hablando? ─ Sori se sostenía la cabeza y casi no lograba entender lo que decían.
─ Creo que ahora sabemos cómo fue que tú y el pequeño se salvaron aquella vez del Drapion ─ Mary mira brevemente a Ai, el cual le toma interés al tema ─. Fuiste tú. Parece que aquella vez perdiste completamente el control y te dejaste llevar por la desesperación por sobrevivir, haciendo que surgiera tu poder siniestro y le dieras pelea a ese pokemon.
─ Pero no fue para mí misma ─ Sori sentía que el dolor en su cabeza se intensificaba, pero no quería caer aún ─. Recuerdo… Drapion no iba hacia mí… Él primero iba a matar a Ai por interferir…
─ Es lo mismo, la cosa es que no fue algo voluntario. Simplemente perdiste el control y fuiste poseída por el poder de un Umbreon que de alguna manera yace en ti, y en esta ocasión ha surgido nuevamente, pero esta vez no has perdido la consciencia del todo. Es difícil pensar que fue algo heredado. Los humanos no heredan características de los pokemon.
Ai se acerca a Sori y ve por un momento ese brillo en los ojos de su entrenadora antes de que desaparecieran por completo. Los otros pokemon de Sori se logran levantar y reagrupar, mientras que Jhonny se hace cargo de avisar para el rescate de los pokemon heridos y la captura de los criminales que estaban desmayados. El día todavía estaba lejos de terminar.
CONTINUARÁ…
De alguna manera quería sacar esto, y aunque no fue la manera que originalmente quería (más adelante les diré en qué pensaba cuando apenas concebía el tan siquiera escribir este fanfic) igual creo que no fue del todo malo. Y sí, siempre concebí que fuese un Umbreon lo que conformase el secreto de Sori que ella misma ignora. Espero que les haya gustado el capítulo, y pronto, muy pronto, se vienen las revelaciones.
Hasta otra
