Saludishos desde aquí. Buen, empecemos con una jugosa respuesta:

Xtractor68: Es curioso que no recuerde a Umbreon dentro de tus teorías conspirativas xD. Pero está bien, que de todos modos era algo que quería que surgiese como una sorpresa, y aquí empiezan a salir los primeros detalles. Y hablando de detalles, te recomiendo discreción al momento de leer este capítulo.

De pokemon a extraña

Varias horas después de lo transcurrido ante el equipo Fénix, Sori estaba despertando en la cama de un hospital. Tal parecía que había terminado por ceder ante el dolor de cabeza y se había desmayado, aunque no recordaba en qué momento ocurrió aquello. Había sido confuso, recordaba que las Hatterene le dijeron que identificaron a un Umbreon dentro de ella. No tenía idea de nada. Umbreon siempre le había parecido un pokemon bastante adorable y elegante, pero no recordaba haber visto uno antes. De hecho, Eevee y sus evoluciones no existen en esa región. Bien podría ser que un entrenador extranjero hubiese traído alguna eeveelution, pero dudaba mucho que dicho entrenador lo hubiese soltado y propiciase su proliferación en alguna parte de la región, mucho menos que le hubiese dejado acercarse a otro ser humano para aparearse. Estaba segura de que se hubiese enterado de ello. Los noticieros no lo habrían pasado por alto que algún caso de esos surgiese, y algo así no se disolvería fácilmente con el tiempo, y al menos un niño le hubiese dicho aquello para molestarla.

Pero sean cuales sean las circunstancias para que haya un Eevee o algún integrante de su línea evolutiva en la región, aquello seguía sin responder nada. Sus padres no sentían cariño alguno por los pokemon. De hecho, si ella no hubiese insistido con encarnizado ahínco en que le diesen un pokemon, su padre perfectamente se habría hecho de la vista gorda, y encima había traído un pokemon diferente al que ella había estado exigiendo, precisamente también por su indiferencia ante ellos. Su madre tampoco tenía nada que decir en su favor. Ella consideraba a los pokemon como meras mascotas, y hasta para eso los consideraba poco apetecibles y convenientes. Ahora que lo pensaba, no tenía ningún sentido que su madre, tan despectiva con los pokemon como podría ser, se apareara con uno. Más y más dudas invadían la cabeza de Sori justo cuando aprovechaba a pensar con la cabeza fría.

─ Aquí estás, jovencita ─ aparece un médico algo envejecido, y tras él aparecen las dos Hatterene ─. Es bueno ver que te has despertado pronto.

─ Sí. Sólo me siento algo confundida, es todo ─ responde Sori con voz queda.

─ No es de extrañar. Las señoritas aquí presentes ─ el médico señala a las Hatterene, las cuales se ríen de forma disimulada ─ me contaron que algo iba extraño contigo, que manifestaste una característica de un pokemon, y es algo en lo que estoy de acuerdo. Los humanos no manifiestan características así.

─ Sí. Me di cuenta ─ Sori mira fijamente al doctor, sabiendo que ahora se venían las explicaciones.

El doctor se acerca a una silla que estaba al lado de la cama. Las Hatterene pasan, y tras ellas vienen todos los pokemon de Sori. Todos querían escuchar la historia, saber lo que estaba pasando.

─ En vista de lo que me han comentado, tomé la decisión de hacerte unos cuantos exámenes, aprovechando que contamos con una buena maquinaria para tener resultados en cuestión de un par de horas nada más, y resulta que sí, hay un pokemon dentro de ti… o mejor dicho, partes de un pokemon ─ el médico saca una placa de rayos X y se la muestra a Sori, aunque ella no entiende qué había allí ─. Resulta que cerca de la mitad de tu caja torácica fue sustituida con huesos de Umbreon. Algunos de tus huesos fueron completamente sustituidos, otros fueron combinados con esos huesos extraños como si fuesen dos rompecabezas diferentes pero que conseguían encajar. Incluso tus clavículas contienen fragmentos óseos que no son naturales en ti. Una auténtica hazaña. Nunca antes había pasado nada así, especialmente viendo cómo se arreglaron los huesos. Es un milagro que sobrevivieras a una operación así, y afortunadamente esos fragmentos óseos hace tiempo que se fusionaron lo bastante bien para que funcionen como si fuesen piezas completas de hueso. Todavía esperamos resultados con otros órganos, pero todo parece indicar que pasó algo similar.

─ Eso es ridículo… A mí nunca… No recuerdo que jamás me pusieran huesos de un pokemon en el cuerpo…

─ Posiblemente fue algo ocurrido en tu infancia temprana, aunque supongo que tus padres nos podrían dar una respuesta al respecto.

─ Imposible. Ellos jamás lo permitirían. Antes de eso me dejarían morir ─ Sori se levanta de la cama, tratando de pensar lo que el doctor le dijo ─. Sólo existe un doctor que ha estado conmigo, mi tío, el que se ha convertido en el nuevo profesor pokemon.

─ Lo conozco, así que no debe haber problema. En ese caso voy a llamarlo y le preguntaré lo que pasó. No te muevas, que en unos minutos vuelvo.

Una vez que el doctor se retira, los pokemon presentes se quedan mirando a la chica, esperando a que dijese algo. Sori también mira a sus pokemon, teniendo la sensación de que estaban notando algo raro en ella.

─ Lo vimos cuanto te quitaron la camisa ─ dice Mariano de pronto ─. Suena mal y todo, pero con esa gigantesca cicatriz recorriéndote el cuerpo parecías la chica de Pokestein ─ Nelly le da un zape a Mariano por aquello ─ ¡Auch! ¡Yo sólo dije la verdad!

─ No recuerdo absolutamente nada de lo que pasó esa vez ─ Sori se lleva una mano al pecho, precisamente en uno de los sitios que iba surcando su cicatriz ─. Mi tío me dijo que había sufrido un accidente en el que casi muero. Hizo todo lo que estaba a su alcance para salvarme en la operación… Pero en ningún momento me dijo que había usado partes de un pokemon para reconstruirme. Sólo recuerdo que después de eso, a pesar de haber logrado salvarme, mi tío ha estado comportándose extraño. Incluso se convirtió en profesor pokemon para alejarse de la medicina. Era como si tuviese miedo de algo, pero jamás decía qué.

─ Pues vaya que tienes algunas explicaciones que exigir ─ Wendy se acerca a la cama de la chica ─. No entendí mucho de lo que dijo ese humano, pero ahora sabemos cómo va eso de que puedas hacer cosas que sólo un pokemon puede ─ como si estuviese dudando en continuar, la Dratini se quedaba mirando a su entrenadora unos segundos, mostrando un semblante casi inseguro ─ ¿No… te preocupa que el secreto de tu capacidad resulte ser algo que cualquiera vería como aberrante?

─ No. La verdad es que no me preocupa, o no todavía ─ Sori se levanta y busca su bolso para sacar una baya dulce y comérsela, tanto por costumbre como por no querer esperar por que le sirvan nada del hospital ─. Simplemente me parece raro. Mi tío es un buen hombre. A él y a nuestro sirviente Jaime los quiero incluso más que a mis padres. Quiero creer que él tiene una buena explicación para hacerme esto cuando era una niña pequeña.

─ Maestra… ─ ahora es Ai quien encara a la chica ─ No sé cómo se lo puede tomar, pero… Jhonny me dijo que quería que me fuera a entrenar con él.

─ ¿Jhonny? ¿Quién es Jhonny?

─ Pikamacho, maestra.

─ ¿Él? ¿Y por qué quiere llevarte?

─ Ya nosotras le pedimos una explicación, pequeña ─ responde Mary tranquilamente ─. Dice que necesita que haya por lo menos un pokemon más en esta región que sea lo bastante fuerte para enfrentarse a esa cosa con armadura. Al parecer el tal equipo Fénix busca establecer una supremacía mundial a través de la fuerza y de convertir a miles de pokemon en soldados que hagan eso posible.

─ Al parecer esa armadura fue traída de Kanto ─ Jane se encarga de proseguir ─. El equipo Rocket lo había creado para así someter a la región y consolidar su control en la región, pero las cosas salieron mal y el pokemon que había portado la armadura se rebeló y huyó, y ahora algunos exintegrantes se hicieron con unos cuantos fragmentos de la armadura para crear una réplica que pudiesen usar aquí, pero todavía no ha sido desarrollada completamente.

─ Han querido aprovechar que esta región no tiene pokemon legendarios que se consideren endémicos ni una liga propia que esté completamente establecida, asumiendo así que esta región es lo bastante débil para dar inicio a su proceso de conquista.

─ Están haciendo daño a muchos pokemon inocentes y los desvían del buen camino. Una canallada así es intolerable ─ dice Nelly furiosa, apretando sus puñitos y frunciendo el ceño ─. Puedo entender que a nuestro amigo trapito lo llamen para que ayude a detener a esos malvados, ¿pero por qué no me llaman a mí también?

─ Pikamacho no te conoce, así que no sabe qué potencial tienes ─ se apresura a responder Sori para que Nelly se diera por satisfecha, y luego mira a Ai ─ ¿Vas a acompañarlo, Ai?

─ No lo sé. En un principio le dije que no, pero saber lo que esto significa me preocupa mucho. No sé qué hacer, maestra.

El silencio se apodera de la habitación. Sori no sabía qué responder. Sabía que era necesario hacer algo para ayudar a la región, también comprendía que Jhonny pensara lo suficientemente bien del potencial de Ai como para señalarlo a él para darle un entrenamiento especial, pero Ai era precisamente el pokemon del que menos quería ella desprenderse, independientemente del bien mayor que ello conllevaba. Mary y Jane percibieron que el ambiente no estaban para que estuviesen intrusos presentes, así que hacen señas a los demás pokemon para que saliesen de la habitación. Y así, humana y Kirlia estaban allí, mirándose mutuamente. Sori se acerca dando pasos lentos y cortos, y en cuanto tiene a Ai al alcance lo alza y abraza con fuerza. Ai corresponde al abrazo, todavía esperando a escuchar lo que su entrenadora tuviese que decir.

─ Eres el peor pokemon que ha existido nunca ─ a Sori le estaba temblando el labio y las lágrimas empezaban a asomarse ─ ¿Por qué mierda tenías que ser un trapo? ¿Por qué mierda no eres un pokemon siniestro? ¿Cómo puedes parecerme tan lindo a pesar de que los de tu tipo siempre me habían dado asco?

─ No lo sé. Yo no lo elegí ─ es la plana respuesta de Ai ─. Pero no entiendo ¿Qué hice para que me diga eso ahora?

Sori camina de vuelta a la cama y toma asiento, y una vez así mira fijamente a su pokemon. Con una de sus manos empieza a delinear su rostro, haciéndole cosquillas en el proceso.

─ ¿Irías si te digo que vayas?

─ ¿Eh?

─ No me hagas repetirlo.

─ B-bueno… supongo que si usted lo ve bien, entonces tengo que irme…

─ Entonces hazlo. Acepta y hazte más fuerte con Pikamacho.

─ ¿Eh? ¿Realmente quiere que vaya?

─ No… Yo no quiero que te vayas… No te quiero en ningún sitio que no sea a mi lado ─ Sori empieza a llorar y vuelve a abrazar a Ai ─. Es estúpido. No se supone que esto sea un adiós ni nada, pero me duele pensar que no estarás conmigo. Esto no creo que sea para siempre. No me agrada la idea de estar un solo día sin ti, Ai. Pero ambos sabemos que no podremos contra esa cosa la próxima vez que nos encontremos. No soportaría volver a ver que esa cosa esté a punto de volarte la cabeza, por lo que necesitamos prepararnos, y si Pikamacho ha sido capaz de superar el nivel 100, puede que él sea el indicado para fortalecerte lo suficiente para que aquello no se repita. Y además sabemos bien que no soy buena entrenándote en tus caracerísticas especiales. Casi siempre me enfoco en hacerte capaz de aguantar y hacer que te defiendas en lo físico porque es lo que mejor se me da, y tú ahora mismo necesitas mejorar todo lo que puedas, en todos los sentidos.

Ai estaba conmovido por lo que su entrenadora le había dicho. La verdad es que tampoco él quería dejarla. Ya había sufrido mucho cuando se habían llevado a su hermano, y ahora temía que ese sufrimiento vuelva a tener lugar si no estaba Sori. Había sido capaz de ver lo peor y lo mejor de esa chica, y cada día se ilusionaba más con la idea de que esa aventura que tanto le había propuesto su hermano la viviría por siempre junto a ella, una aventura que ni siquiera tenía un final a la vista. Quería vivir de todo al lado de ella.

Se había enamorado de ella. Los demás tuvieron razón al decirle eso, aunque no es como si él no lo hubiese siquiera pensado. Viendo lo visto, Ai pensaba que no pasaría nada si hacía algo a modo de despedida temporal, algo que le permita irse sin arrepentimientos, algo que sirviese como promesa de retorno. Armándose de todo el valor que puede, Ai besa entonces a su entrenadora. Un pequeño temor había en él de que a ella no le gustara, o que le regañara y le recordara que era lesbiana y que por eso no lo aceptaba de ese modo, pero quería intentarlo sin importar los riesgos. Aquello lo valía.

Pero la sorpresa era realmente para él, y es que Sori le devuelve el beso con algo de fuerza. Lo aprieta más fuerte contra ella y pone un toque más apasionado al gesto que estaban compartiendo. Incluso empieza a usar su lengua, y aunque para Ai representaba algo completamente nuevo, igual la dejó hacer. Una vez que ese contacto entre sus bocas finaliza, Ai mira algo confundido a Sori.

─ Maestra…

─ No preguntes. Tal vez sea que te ves muy afeminado y me terminaste gustando en contra de mi voluntad, o podría ser que realmente sea una pervertida pokefílica sin yo misma saberlo ─ Sori se pone casi tan roja como su cabello a la vez que hacía algo de esfuerzo para sostenerle la mirada a Ai ─. Se supone que eres macho, pero por alguna razón me está costando entenderlo ahora. Te veo tan linda, tan hermosa, a pesar de que no eres hembra.

─ Eso no me importa, maestra ─ Ai también estaba bastante rojo, tragando grueso y apretando sus deditos contra los hombros de la chica ─. Si quieres verme como una hembra no me importa. Tampoco me importa si me consideras macho. Puedes verme como quieras y no me sentiré triste ni decepcionado. Sólo quiero esto ─ Ai vuelve a besarla, y esta vez tardan más tiempo.

Sori acuesta entonces a Ai y se pone encima de él para besarlo todavía más. Ai sentía de pronto que estaba volando. Jamás había pensado que estar así con su entrenadora fuese posible, pero ahí estaba, probando sus labios con una pasión que le era desconocida, inédita. Sori de pronto deja la boca de Ai y se dirige a sus cuernos para chuparlos. Ai siente de pronto una descarga con la que no es capaz de luchar, por lo que gime fuera de control mientras Sori seguía dándole aquel trato. La sensación lo estaba enloqueciendo, y a cambio de ello lleva sus manitas a los pechos de Sori, masajeándolos y apretándolos sin darse cuenta realmente de lo que estaba haciendo. En el proceso va desabrochando la camisa del pijama de hospital, y Sori tranquilamente le deja hacer. De hecho, quería que Ai hiciera eso.

Al cabo de unos segundos Sori decide erguirse para quitarse la camisa y el sostén. En ese momento no podía importarle menos exhibir la enorme cicatriz que la surcaba. Ai había sido el primer ser vivo fuera de su familia, Jaime y el equipo médico de la escuela que había recibido el beneplácito de ella para que lo viese con total detalle. Sólo con él había tenido ese nivel de confianza, pero no iba a ser lo único en lo que mostraría su confianza en su pokemon, pues se termina por quitar la ropa. Pese a no haber visto de primera mano una sesión de apareamiento en su vida, Ai de alguna manera empezaba a comprender hasta dónde iba a llegar esto, y la vergüenza se hacía manifiesta en su rostro. Su excitación lo había dejado listo para entrar en ella, o mejor dicho, para que Sori le hiciese entrar en ella.

─ ¿Está segura de que quiere hacer esto, maestra? ¿No cree que sea… algo vergonzoso?

Sori no responde al principio, simplemente se pone en posición e introduce el eje del Kirlia en ella sin miramientos. Luego de eso lo mira fijamente y apoya sus manos a ambos lados del rostro de su pokemon.

─ ¿Vergonzoso hacer esto con la cosa inútil de la que me enamoré? Mi apellido no es Ketchum, tonto ─ Sori podía ver que la diferencia de tamaños entre ambos no le dejaría besar a Ai otra vez mientras estuviesen así, así que se limita a frotarle los cuernos mientras ella empieza a moverse ─. Dudo que eso compense nuestra separación por breve que sea. Ai… espero que te hagas fuerte lo más rápido posible, o no te perdonaré que andes de vago.

Ai gime en afirmación. Lo que estaba haciendo su entrenadora iba más allá de su capacidad para responder. Lo enloquecía completamente. Al poco tiempo ni siquiera era capaz de pensar en nada, y su propio cuerpo parecía actuar con cuenta propia al moverse en consonancia con la cadera de Sori. No es que fuera a poner un pero a sus propias acciones de todos modos, y es que le estaba gustando. Era un placer que por serle desconocido se le había salido de control muy rápidamente, así que simplemente sigue adelante, cumpliendo así el deseo de su entrenadora antes de que tengan que separar sus caminos.

No fue algo realmente largo para ambos, ni sutil, ni tampoco fue especialmente romántico por lo rápido que había salido, aunque tampoco importaba. Ambos llegan hasta el final de una manera algo silenciosa, aunque Ai casi se desmaya por lo intenso que le había parecido. Sori por su parte respira con ligera agitación, pero tenía una sonrisa de oreja a oreja. Al momento de sacar el eje de su pokemon de dentro de ella, se acuesta a su lado, lo abraza y le besa en la frente, algo que a Ai le alegraba mucho.

─ ¿Decías que no te importaba si te veía como macho o hembra? Deberías ser precisamente tú quien defina lo que quieres ser, tonto. Hazte respetar aunque sea un poco. Pero si te parece bien que piense que tengo una pokemon hembra a mi lado, tal vez me haga a la idea de que tengo a una pokemon futa de pareja. Al menos esa idealización se me hace hasta graciosa.

─ ¿Pokemon futa? ¿Qué es eso, maestra?

─ Son cosas de mayores. Cuando crezcas lo entenderás, Ai.

─ Pero usted tampoco es mayor, y aun así sí sabe.

Sori siente un tic en el ojo. Ai había puesto el dedo en la llaga, y lo peor es que no parecía darse cuenta de ello. Sori de pronto se arrepentía por haberlo siquiera mencionado, pero ya la pata estaba metida. Lo mejor era seguir adelante y ya.

─ Pues… digamos que sería algo así como una hembra que de todos modos tiene pene.

─ ¿Un pokemon hermafrodita?

─ ¿Ese término sí te lo sabes, Ai?

─ En la guardería de vez en cuando venía algún que otro Ditto. No solía hablar con ninguno de ellos, pero siempre hablaban de ser hermafroditas y cosas así, aunque al principio no entendía para qué decían eso.

─ B-bueno, la cosa es que tal vez te trate como un pokemon así. Tienes la belleza y la actitud de una hembra aunque sigas siendo macho, aunque no quiero presionarte. Todavía te falta evolucionar una vez, así que tú mismo deberías decir…

─ La verdad es que no me parece mal que me vea como su novia, maestra ─ Ai la abraza por el cuello con fuerza, o al menos con lo que él interpretaba con fuerza, porque Sori no lo sintió tan fuerte ─. A mí también me parece que eso suena divertido.

─ ¿Y qué hay de tu identidad como macho?

─ Yo ya me he resignado a que lo que quiero es verme linda y femenina. No es algo malo, creo.

─ No. La verdad es que no lo es. Si eso es lo que quieres, pues que sea de ese modo.


Fuera de la habitación

Los demás pokemon no habían despegado la oreja de la puerta en ningún momento, excepto Wendy. La Dratini estaba enrollada alrededor de sí misma, poniendo una cara de trauma que los demás nunca antes habían visto en ella.

─ Eso fue muy desvergonzado… demasiado desvergonzado…

─ Eso no tiene nada de desvergonzado. Es algo muy bonito ─ le replica Jane ─. Ojalá mi hermana y yo hubiésemos tenido aunque sea una vez a alguien que nos tratara así cuando éramos esclavas. Nosotras somos quienes con más razón deberíamos ver mal esto por nuestras malas experiencias, y aun así no lo hacemos.

─ Es que ustedes también son desvergonzadas ¿Qué clase de criaturas pervertidas son capaces de llegar a tal punto?

─ Cualquiera menos tú, que ahora vemos que eres una mojigata de nivel cósmico ─ dice Mary para luego reírse junto a su hermana.

─ ¡No se burlen!

─ ¿Qué fue lo que ellos dos acaban de hacer? Yo no entendí nada ─ dice Nelly.

─ ¿No lo sabes? Pensé que alguien de tu especie te lo diría, por lo menos tus padres ─ dice Mariano, pero Nelly seguía como si nada.

─ Hermano y maestra hacen bebés ─ Sheena dice con tono de broma.

─ ¿Ves, pequeña furra? Hasta la niña grande de Sheena sabe lo que esos dos acaban de hacer ─ dice Mariano tratando de sonar serio, aunque la verdad es que se aguantaba las ganas de reír, caso bastante similar en la Ivysaur.

─ ¡Pero que alguien me diga qué fue eso! ─ Nelly ahora se pone a patalear.


Media hora después

A sabiendas de que el doctor estaba por venir para traer el resto de los resultados, Sori se viste con sus propias ropas, y es que no quería quedarse en el hospital. Se sentía bastante bien, mejor de lo que se había sentido nunca de hecho, así que no veía razón para quedarse allí. Los pokemon que la espiaron a ella y Ai pretendían no saber nada, aunque Wendy estaba extrañamente roja y esquiva, más callada que de costumbre. Los resultados finales señalaban que sí, unas pocas partes de tejido muscular y de algunos otros órganos fueron extraídos de un pokemon y puestos en el cuerpo de Sori en el mismo proceso que había involucrado sus huesos. Eso no había preocupado realmente a Sori, pero sí hubo una noticia que le llamó especialmente la atención, y es que su tío iba a venir esa misma noche para hablar al respecto del tema.

Al momento de salir todos del hospital, Sori tenía pensado dar un paseo, y es que no faltaba mucho para que fuese la hora de la llegada de su tío, cuando en eso aparece un pokemon frente a ella.

─ ¿Otra vez tú, Drapion?

─ Tú prometerlo. Ahora pelear.

Casi lo había olvidado. Le había prometido a ese Drapion que le daría la revancha en cuanto terminara con el asunto del equipo Fénix. Tal parece que Drapion se había escondido o huido cuando llegó aquel ser con armadura, para luego esperar a que Sori estuviese lista. Era un asunto que Sori quería zanjar de una vez por todas, así que su elección fue más que obvia: Con una simple mirada le indica a Ai que diese un paso al frente. No vendría mal una última batalla antes de separarse.

─ No te creas que tendremos piedad de ti, Drapion malo. Ai, usa Voz Cautivadora.

La pelea da comienzo de ese modo. Ai ataca a Drapion, pero su ataque no era demasiado fuerte, además que Drapion parecía estar a un muy buen nivel, por lo que el daño recibido no fue muy apreciable. Esta vez Drapion venía dispuesto a demostrar lo que realmente era capaz de hacer. Una vez que se ha dado aquel ataque, Drapion toma su oportunidad para crear una Carga Tóxica. Con ese ataque sería difícil que Ai se volviese a levantar.

─ ¡Mucho cuidado, Ai, y prepara nuevamente tu Voz Cautivadora!

Drapion lanza su ataque, y Ai consigue moverse lo suficientemente rápido para prevenir que el golpe le diera de lleno, pero incluso así una parte de esa Carga Tóxica le roza una pierna, generándole una cierta cantidad de daño. Ai consigue contraatacar, pero con su pierna lastimada con el ataque de tipo veneno, ahora se le hacía difícil mantenerse de pie. Le dolía apoyarse, y no quería usar su energía para levitar, pues necesitaba toda la energía a su alcance para darle pelea a ese Drapion.

CONTINUARÁ…


26 capítulos ¡26 putos capítulos he tardado para dar con la primera escena de lemmon, y encima fue algo más breve de lo que yo mismo esperaba! Aunque igual creo que tampoco iba la cosa a dar para mucho más en la primera vez de ambos. Ya veré cómo lo hago mejor en futuras ocasiones. Para quienes hayan tenido paciencia y creyeron en la promesa que puse en el summary del fanfic, pues gracias por esa paciencia. Para el próximo capítulo viene la separación de capítulos: Sori irá por el gimnasio de Flannery, y Ai entrenará con Jhonny y conocerá al otro pokemon que habló con el Pikachu unos cuantos capítulos atrás ¿Qué pokemon creen que sea? Espérenlo con ansias.

Hasta otra