Momento de responder antes de empezar el capítulo en condiciones.
Xtractor68: Yo voy por partes. No habrá huevo por el momento (aunque estoy tratando de decidir si al final sí xD). En este capítulo finalmente se revela cómo fue posible la modificación de Sori y las posibles consecuencias en torno a aquello, y finalmente sí, Ai será Gardevoir, no todavía, pero lo será. Vamos, que incluso lo puse como imagen de portada desde un principio, pensé que nadie descubriría este secreto que intenté esconcer al mundo xD.
A despedirse
Drapion realiza otra Carga Tóxica y se la lanza a Ai para así derrotarlo de una vez, pero el Kirlia consigue agacharse a tiempo para prevenir el daño. El problema es que su temporal estado de cojera no le permitiría levantarse lo bastante rápido para evitar otro ataque.
─ ¡Pelea acabar!
─ ¡Ai usa Voz Cautivadora otra vez!
No teniendo nada que perder, el Kirlia usa toda su potencia sonora para aturdir a Drapion y de esa manera cuenta con unos cuantos segundos adicionales para levantarse y estabilizarse. El dolor en su pierna ya resultaba bastante grave, pero también sentía que el uso de su ataque de tipo hada le generaba un ligero agotamiento en la garganta. A ese paso no podría hacer nada más, pues ya estaba consciente de que su ataque Confusión no serviría de nada al ser su oponente de tipo Siniestro. La batalla parecía que estaba condenada.
─ Maestra, esto parece que se ha complicado.
─ Lo sé, Ai. Debí buscar alguna MT o DT para ti, para que al menos tuvieses algo de diversidad en tus ataques ─ Sori se mordía el labio al no tener idea de qué más hacer ante Drapion ─. Así como estás no tienes la condición necesaria para estar esquivando sus ataques, y mucho menos para elaborar una sorpresa. Sólo nos queda atacar de frente, así que usa Voz Cautivadora hasta que sientas no vale la pena intentarlo más.
─ Maestra… ─ Ai contempla un cierto gesto de resignación en Sori, posiblemente por saber que no lo había preparado lo suficiente ─ Lo que usted diga, maestra.
Drapion se abalanza sobre Ai como Tauros desbocado, y entonces Ai concentra todo su poder de hada para usar su Voz Cautivadora y derrotar a Drapion. Era su apuesta final. Si aquello no funcionaba, sólo quedaba entonces rendirse. Drapion abre sus fauces y genera un aire gélido alrededor de sus colmillos. Estaba preparando un Colmillo Hielo. Ai no sería capaz de soportar ese ataque, así que lanza de una buena vez su canto a máxima potencia. Drapion retrocede a causa del daño recibido, pero incluso eso no fue suficiente para vencerlo. Ai se queda boquiabierto al contemplar que su movimiento no había funcionado, y Sori contemplaba horrorizada que ese Drapion realmente era fuerte.
─ Ai, habrá que retroceder…
─ ¡Nadie retroceder ante mí! ─ Drapion vuelve a probar a usar Colmillo Hielo contra Ai, pero su ataque es esquivado ─ Hmp. Enano escurridizo.
─ ¡Ai, no te quedan más ataques para usar, que así no puedes hacer nada! ─ Sori apretaba con fuerza sus puños, no sabiendo cómo lograría salvar a su pokemon de una humillante derrota ─ ¡Usa Gruñido mientras pienso qué más podrías hacer!
Ai sentía su garganta bastante más agotada que antes por la intensidad de su último ataque, pero se hacía una idea de cómo acatar la orden de Sori sin desgastarse más. Empieza a gruñir usando su boca como emisor deruido, evitando a toda costa involucrar su garganta. Al menos con eso baja el ataque físico de Drapion y se permite alargar más el combate. Lo siguiente es empezar a buscar otra alternativa para darle vuelta a la batalla, pero nada parecía ser útil. Necesitaba un movimiento adicional, pero no tenía nada a mano. Sólo puede seguir usando Gruñido.
Drapion se enojaba más y más mientras notaba que su ataque estaba decayendo a un ritmo formidable. Ai usa Gruñido tantas veces que pronto no quedaba duda de que Drapion estaba al mínimo de su capacidad ofensiva, pero eso no iba a detenerlo en su intento de derrotar al Kirlia. Sucesivos ataques son lanzados, y Ai apenas conseguía esquivarlos, pero pronto uno de los ataques con las tenazas de Drapion lo alcanza y lo hace volar hacia atrás. El daño recibido no fue mucho, pero el dolor en la pierna le hace resentirse bastante. Ai no creí poder aguantar otro impacto recibido allí. Quedaría fuera de batalla si Drapion le apuntaba precisamente allí.
─ ¡Ten mucho cuidado, Ai!
Ai asiente. Hasta ahí llegaban sus oportunidades. No iba a bajarle más el ataque a Drapion, y tampoco era capaz de seguir usando Voz Cautivadora. Sólo le quedaba Confusión, que ante su oponente era equivalente a nada.
Mientras Sori apretaba los dientes viendo que Ai ya no contaba con recursos en combate, se aparece Jhonny a su lado. Se veía bastante interesado.
─ Parece que Kirlia lo está llevando bastante bien. Se supone los Drapion son pokemon de nivel alto, así que es lógico que sean fuertes ─ opina el Pikachu con calma.
─ ¿Acaso venías a llevártelo ahora? ─ Sori mira fijamente a Jhonny.
─ Sí, aunque no venía a meter prisas ni nada. Esta batalla al menos sirve para contemplar qué tal va tu Kirlia en nivel. Pero aun así me parece que deberías empezar a ordenarle que use otro ataque.
─ Ese es el problema, Ai no tiene más movimientos. Gruñido, Confusión y Voz Cautivadora es todo con lo que cuenta, y el tercer movimiento ya no lo puede utilizar.
─ Vaya, eso está mal.
Drapion carga contra Ai y consigue golpearlo, haciendo que ruede contra el suelo y quedara bastante dañado. Afortunadamente logró cuidar su pierna, pero igual ya no creía poder aguantar más. Su resistencia estaba al límite y no podía hacer nada para remediarlo.
─ Ai ya no puede así, y se supone que esto es una pelea de uno contra uno. Drapion va a hacer añicos a Ai ─ Sori contemplaba la escena cada vez más resignada.
─ ¿Sabes una cosa? No es algo ético que haga esto a mitad de un combate, pero creo que podría ayudarte con algo que te podría servir ─ dice Jhonny, llamando nuevamente la atención de la chica.
─ ¿Y ese algo qué es? Dímelo, Pikamacho.
─ Ten esto ─ Jhonny le acerca una DT a Sori, y ésta lo acepta ─. La idea es que era lo primero que quería darle a tu Kirlia antes de que empezáramos a entrenar, pero en vista de que ahora mismo lo necesita, entonces trata de usarlo.
─ M-muy bien ─ Sori saca el disco, mira a Ai y le lanza el disco ─ ¡Atrápalo y úsalo, Ai!
El Kirlia se ve sorprendido por el lance y casi deja que se le fuera el disco de entre las manos, pero afortunadamente lo atrapa, y entonces siente una fuerza extraña proviniendo de esa cosa. Ai no se sentía más fuerte en realidad, pero sí más capaz de darle pelea a Drapion. Deja el disco a un lado, se levanta con dificultad y encara a Drapion una vez más.
─ Esa es la DT Rayo. Es un ataque sumamente fuerte y complicado de aprender, pero excelente para derrotar oponentes complicados, al menos lo que cuenten con inmunidad ante los ataques eléctricos ─ le dice Jhonny confiado.
─ ¿Rayo? Muy bien, hora de intentarlo ─ Sori ahora mira a su pokemon ─ ¡Ai, usa Rayo ahora!
El Kirlia comprende ahora a qué se debía la sensación de hace un momento, así que alza sus manitas, genera una fuerte chispa eléctrica y la lanza hacia arriba, cayendo de vuelta con una potente descarga que daña bastante a Drapion. Ai y Sori sentían que eso debería bastar para voltear y ponerle fin al encuentro, pero no contaban con que Drapion todavía seguía de pie.
─ Ataque fuerte, pero yo soy más fuerte.
─ Ese Drapion sí que aguanta ─ dice Nelly sorprendida.
─ Van a tener que usarlo otra vez si quieren derribarlo ─ opina Wendy.
─ ¡Otra vez usa Rayo, Ai!
Drapion se notaba lo bastante dañado como para no soportar otro Rayo, pero también se notaba dispuesto a ser él quien obtuviese el triunfo, así que lanza una nueva Carga Tóxica. Ai consigue lanzar el Rayo y le da a Drapion, pero a su vez no consigue esquivar el ataque de tipo veneno, recibiéndolo de lleno. El resultado es que ambos terminan cayendo derrotados en el campo de batalla, y ninguno de los dos da señales de poder levantarse de nuevo. Sori guarda inmediatamente a Ai en su pokeball, pues no quería arriesgarse a dañarlo si le tocaba en algún sitio que quedara especialmente sensible por el daño. Pero antes de ir al centro pokemon, Sori le da a Drapion algunas bayas, a lo que el pokemon la mira con extrañeza.
─ ¿Qué…?
─ Tienes un largo camino de regreso a casa, ¿verdad? Ten esto. Al menos así podrás empezar bien tu recorrido.
Drapion se queda mirando a la chica, y luego agarra las bayas para comérselas de un solo bocado. El daño sufrido iba curándose poco a poco, aunque seguía claramente necesitado de descanso. En todo caso Drapion consigue levantarse, y Sori lo estaba mirando de frente.
─ Ahora yo no poder ver a comida como comida.
─ Mi nombre no es comida, Drapion tonto. Me llamo Sori, y soy una humana.
─ Soriysoyunahumana. Tener un nombre raro ─ dice Drapion, a lo que a la chica le sale una gota ─. Pero no importar. Querer ir a casa ahora.
─ Ten cuidado, Drapion. Y no ataques a criaturas inocentes. Si quieres comerte a alguien, al menos inténtalo con alguien que sea capaz de darte pelea.
Drapion gruñe levemente en respuesta y se va lentamente. Sori se hacía a la idea de que sería la última vez que lo vea, pero eso no importaba ya. Era un episodio finalmente cerrado que no valía la pena pretender volver a tocar. Y en ese momento era más importante curar a Ai y esperar a su tío, que en cualquier momento debía llegar, y Nelly se encarga de recoger el disco DT.
Diez minutos después
Sori ahora salía del centro pokemon con los demás integrantes, Jhonny y las hermanas Hatterene. La noche finalmente había caído. Sori mira la hora, creyendo que finalmente era el momento.
Y como se esperaba, su tío llega bastante puntual en un auto del que se baja justo enfrente de ella. La primera reacción de la chica es abrazarlo con fuerza a modo de saludo.
─ Increíble, Soria. Tienes un equipo bastante diverso ─ dice el hombre viendo a todos los pokemon.
─ Nosotros no somos parte del equipo. Sólo somos acompañantes casuales ─ le responde Mary señalándose a sí misma, a su hermana y a Jhonny.
─ Ah, lo siento. Creo que me he precipitado ─ el hombre suspira ligeramente y ve a los pokemon de su sobrina, reconociendo entonces a Sheena ─. Veo que has criado bien a la pequeña Bulbasaur que te di, Soria.
─ Todavía no soy tan buena ─ responde Sori algo sonrojada.
─ ¿No? Antes sonabas mucho más segura.
─ Lo sé. Ahora soy más consciente de que esto no era un paseo como pretendía que era. Ahora sé que mis pokemon no están únicamente para hacer lo que yo les ordene, que también yo tengo que entenderlos y procurarlos para que se hagan más fuertes ─ Sori mira a Wendy, Sheena, Mariano y Nelly ─. Y aun así sé que no soy tan invencible como solía soñar. Algunas batallas me han costado muchísimo ganarlas, y algunas otras incluso quedaron completamente fuera de mi alcance. Este camino es muchísimo más complicado de lo que antes me figuraba.
─ Y más gratificante, Soria ─ su tío la agarra de los hombros y se agacha un poco el torso para verla a los ojos ─. Al fin y al cabo, no es divertido si todo en la vida cae de manera fácil. Una victoria difícil siempre es más satisfactoria que una victoria sin esfuerzo. Incluso las cosas más bellas pierden su significado y su encanto si no hace falta hacer nada para lograrlas, y por eso, a diferencia de tus padres, a mí me alegra mucho que decidieras hacer esto. Viajar, conocer lugares por tu propia cuenta, capturar pokemon, darte cuenta que tu equipo no es exactamente lo que habías estado buscando, enfrentarte a entrenadores fuertes, fallar a veces y volver a levantarte las veces que hagan falta… todo eso era exactamente lo que te hacía falta para que pudieras madurar y tener un verdadero sueño en la vida. En casa jamás lo hubieses logrado.
─ Lo sé, y por eso te agradezco por apoyarme, y también le tengo que dar las gracias a Jaime algún día por hacerse el loco cuando me fui de casa ─ Sori vuelve a abrazar a su tío ─. Y hay una cosa más de la que quiero hablar contigo. Es sobre lo que aquel doctor dijo sobre mi cuerpo.
─ Sí, al fin y al cabo para eso vine ─ el tío de Sori la acompaña hasta un banco cercano para que ambos se sienten, y los pokemon se quedan cerca para escuchar la historia ─. Seguro que te dijeron que tienes partes de un pokemon repartidas por tu cuerpo.
─ Sí.
─ Tenía miedo, Soria. Fue uando eras pequeñita, cuando andabas de un lado a otro lanzando los pañales que todavía usabas y corrías frente a la casa de los vecinos con las nalgas al aire ─ los pokemon se echan a reír, y Sori se sonroja bastante ─. Yo estuve de viaje por Johto, y allí adquirí una Eevee hembra en una guardería. Era bastante pequeña, y pensé que a ti te vendría bien para jugar. Tus padres te aislaban del resto de los niños porque los consideraban indignos de alguien de tu clase, así que solías pasar días enteros tú sola en tu habitación, únicamente contando con la ayuda ocasional de Jaime, y por esa razón quise darte esa Eevee. El problema era que tus padres no querían pokemon en casa. No solo no les agradaba la idea de que hubiese uno, sino que no te consideraban todavía lo bastante capaz de amaestrarla, así que pensaban que Eevee podría morderte o algo al mínimo descuido, así que tuve que cuidarlo yo.
─ Era para que yo pudiera jugar con Eevee cada vez que fuera a visitarte, ¿verdad?
─ Sí, correcto. No quería que se desperdiciara el regalo que había traído para ti. Una noche que te quedaste en casa Eevee evolucionó, pero la Umbreon resultante mantenía la misma personalidad juguetona y alegre. Hasta ahí parecía que la cosa iría bien. Como tus padres tenían unos estándares demasiado raros para criarte y te tenían prácticamente encerrada en una burbuja, cuando estabas con Umbreon te ponías contenta como no solía ver a ninguna otra niña de tu edad.
─ ¿Y cómo fue que acabó esa Umbreon dentro de mí?
El tío de Sori parecía que estaba masticando las palabras antes de decirlas. Se notaba que no era fácil para él revelar lo ocurrido.
─ Fue en el accidente que te dije que sufriste, aunque nunca más te mencioné después que había un pokemon contigo cuando ocurrió. Una vez que te lleve a un área silvestre para que jugaras con Umbreon, te caíste de un precipicio junto al pokemon. Cayeron sobre un campo de piedras que deshicieron completamente tu caja torácica con los golpes que te dabas con ellos en la caída. Umbreon murió por la caída mientras que tú estabas casi por tener el mismo destino, y yo entré en pánico y te llevé inmediatamente al hospital en el que trabajaba y te interné en el acto, y todo lo hice tan rápido como me fuese posible y que no me hiciera terminar de desgraciarte el pecho. No solicité la ayuda de mis colegas ni de ninguna enfermera. Yo me encargué solo a operarte, y ahí me di cuenta de que no podía reparar tu caja torácica de manera normal pues no existen los trasplantes óseos naturales, que era exactamente lo que necesitabas, por lo que usé los huesos de Umbreon para salvarte. Me costó mucho. Fueron casi dos días de operación.
─ ¿Y por qué no le dijiste nada a nadie, tío?
─ ¿Alguna vez has escuchado de una operación en la que introduzcan partes de un pokemon a un humano o al revés? ─ Sori se ve abrumada por aquella pregunta y se ve obligada a negar con la cabeza, pues obviamente no tenía ningún caso en mente ─ Claro que no. Estas operaciones no cuentan con cobertura legal en ninguna parte. En mi desesperación por salvarte me salté completamente esto y corrí un riesgo enorme. Nunca ninguna operación experimental de este tipo había salido bien, ni había arrojado nunca un resultado que permitiera avanzar mucho más en ello. Una cosa es que un humano o un pokemon nazca a partir de la unión de padres de ambas especies, que en ese punto los genes heredados por la madre son capaces de asimilar el cruce y establecer un equilibrio mientras van madurando y tomando forma, pero otra cosa es introducir órganos con los genes de un pokemon, ya completamente formados y manifiestos, en el cuerpo de un humano. La incompatibilidad mutua podría haberte rematado si algo salía mal, incluso con el cuidado necesario tu supervivencia no estaba para nada garantizada, pero milagrosamente sobreviviste. Estuve introduciendo fragmentos de Umbreon de uno en uno para luego observar tu evolución. En todo momento estaba haciendo seguimiento de tus signos vitales mientras avanzaba la operación. El resto es historia. Saliste de allí bastante mejor de lo que esperaba, escondí completamente la existencia de Umbreon de tus padres para evitar un escándalo, creciste y olvidaste a Umbreon con el paso del tiempo.
─ ¿Esa es... la razón por la que terminaste renunciando a tu trabajo?
─ Había logrado mantener esto en secreto de mis colegas durante años, al menos hasta esta tarde, pero por dentro me atormentaba el recuerdo. No paraba de decirme que era para salvarte, pero también me decía que recurrí a una acción que moralmente es más que cuestionable, y a veces me preguntaba si podría haberte salvado de otra manera, y que si así hubiera sido, entonces lo que hice había sido completamente estúpido e innecesario. Además, siempre tuve dudas sobre qué pensarías si descubrías que tu Umbreon fue utilizado para reconstruir tu cuerpo. No es fácil. No cualquiera se tomaría con la suficiente calma darse cuenta de una noticia tan impactante como que parte de su cuerpo fue sustituido con partes de un pokemon, incluso si se trata de su especie favorita. Temía tu reacción, Soria, pero debí tomar en cuenta que de un modo u otro se sabría. Fue bastante tonto esconder esto con tanto empeño.
─ Entiendo. Gracias, tío ─ Sori abrazaba nuevamente a su tío ─. Ahora veo que te preocupaba que me fuera a molestar por saber que implantaste partes de un pokemon, pero no te preocupes, que no te voy a condenar por ayudarme. Lo único malo es que ahora estoy completamente segura de que mi padre sigue siendo mi padre, pero tus intenciones fueron buenas, y gracias a ti ahora tengo las habilidades de un pokemon, que ahora sé que ningún humano ha tenido una oportunidad como la mía. Confía en que tendrás mi apoyo si el doctor que me atendió esta tarde intenta denunciarte. Te devolveré la ayuda que me has dado.
─ Gracias, Soria. Eres una buena chica, y me alegra ver que finalmente tienes un camino el cual quieras seguir.
Sori sonríe, y su tío se dirige al hospital para empezar a dar us explicaciones. La chica esperaba que estuviera bien, que la cosa no llegase a mayores, y entonces se acuerda de Ai. Ya era hora de ir a recogerlo, así que va y lo busca.
Quince minutos después
Ai estaba listo para salir junto con Jhonny, aunque ni él ni Sori querían despedirse. Los demás pokemon de la chica también veían con cierta dificultad la necesidad de que el Kirlia se alejara, dando igual que fuese por un tiempo nada más. Las hermanas Hatterene no estaban. Ya ellas habían tomado su decisión de estar unos cuantos días ayudando con los pokemon que habían sido rescatados del equipo Fénix, y querían empezar lo antes posible con la ayuda.
─ ¿Va a continuar con su viaje, maestra?
─ Obvio que sí. No puedo quedarme aquí sentada a esperarte. Tengo que avanzar en la obtención de las demás medallas, aunque espero que regreses pronto y estés a mi lado para obtener algunas de esas medallas.
─ Sí, maestra.
Ambos se miran un rato. Sori apretaba los labios. Le dolía, pero tenía que dejarlo ir. Saca la pokeball de Ai y estaba por dársela, pero Ai la detiene con ambas manos, haciendo que se quedara con la pokeball.
─ Por favor téngala. Procuraré volver lo antes posible, y quiero que la siga teniendo para que esté segura de que así será.
─ Ai...
Finalmente ambos se abrazan con fuerza. A causa de la diferencia de tamaños Sori levanta a Ai mientras seguía teniéndolo entre sus brazos, y aun así Ai no tenía de otra que tener su rostro enterrado entre los senos de su entrenadora y amante. Lentamente se sueltan, y Ai se va acercando a Jhonny.
─ ¿Cuánto tiempo tardará el entrenamiento?
─ Hubieras preguntado desde un principio, trapito ─ Jhonny suspira lentamente antes de seguir ─. La verdad es que yo también espero que esto sea breve, si acaso dos o tres semanas, aunque personalmente espero tardar un poco menos para hacerte subir los niveles necesarios para enfrentar cara a cara a varios soldados pokemon que intentará crear el equipo Fénix de los pokemon que capturen. Si las cosas salen lo bastante bien, lo máximo que te perderías es de ver a tu entrenadora consiguiendo un par de medallas, aunque con algo de suerte podrías llegar a tiempo para que la segunda no te la pierdas.
─ Sigue siendo mucho tiempo, pero por el bien de mi maestra y de mis compañeros acepto ─ responde Ai con una seriedad que resultaba poco común de ver en él ─ ¿A dónde vamos primero?
─ Sígueme y lo verás.
Jhonny empieza a dirigirse a un parque, y Ai mira a Sori y al resto del equipo un par de segundos, se despide brevemente con la mano y se va también. Sori permanece en silencio por un rato, y luego da media vuelta y se aleja. Sus pokemon la van siguiendo.
─ Supongo que nosotros no tenemos opción a quedarnos atrás ─ dice Mariano.
─ ¡Por supuesto que no! ─ le dice Wendy de manera impulsiva ─ No voy a dejar que ese Kirlia me deje atrás. Desde la primera vez que lo conocí y me venció me he dicho una y otra vez que debo derrotarlo, y el hecho de que ahora entrene con ese Pikachu no va a ser excusa para permitirme quedar rezagada.
─ Bien dicho, Wendy ─ Sori detiene sus pasos, y luego mira a sus pokemon ─. Ahora que no está Ai, a ustedes les tocarán ser fuertes en su lugar. Pasado mañana estaremos ante el tercer gimnasio, y en el poco tiempo que tenemos nos haremos más fuertes.
─ No puedo estar más de acuerdo con esa idea ─ dice Nelly cruzada de brazos.
En ese caso no se diga más. Vamos a ver a mi tío y luego vamos a pedir habitación en el centro pokemon, y mañana veré qué tan viable es que use mi nueva DT en alguno de ustedes. Tanta emoción hace que me agote de nuevo.
─ No, lo que te agotó fue el montón de marranadas que hiciste con el trap... ─ estaba diciendo Mariano, pero Nelly y Sheena lo callan.
─ ¿Ustedes lo oyeron todo? ─ Sori se pone completamente roja y abre tanto los ojos que daba la impresión de que se le saldrían de las órbitas, y sus pokemon (especialmente Wendy) miran en otra dirección ─ ¡Olviden aquello! ¡Eso a ustedes no les concierne en absoluto! ¡Ustedes jamás oyeron nada!
─ De que no nos concierne lo sé completamente, lo difícil es olvidar esos ruidos tan sucios ─ murmura Wendy poniendo cara de trauma.
Tercer gimnasio
Un entrenador sale huyendo a toda velocidad y gritando de pánico. La líder del gimnasio en construcción, Flannery, se queda mirando a aquel entrenador y se echa a reír.
─ Sí que fue blandengue este último retador. No aguantó nada ─ dice burlona.
Unos pasos empiezan a resonar, como si se acercara una criatura muy pesada, o muy fuerte. Los pasos eran muy fuertes, e incluso hacían temblar un poco el suelo del gimnasio. Flannery voltea para ver a su pokemon, el cual dejaba ir una bocanada abundante de humo mientras exhalaba, y una sonrisa confiada se esboza en los labios de la líder.
─ Ahora a esperar por el siguiente retador. Como siempre, no va a ver la que se le viene, jeje.
CONTINUARÁ...
Bueno, ya la separación está dada, y eso implica que unas veces la narración se centrará en la humana y otras veces lo hará en el Kirlia, pero el caso es que la historia de romance entre ambos ha dado comienzo, solo para de inmediato caer en hiatus xD. Y para el próximo capítulo entra finalmente en escena la candente Flannery en combate. Ya se acaba la espera.
Hasta otra
