Momento adecuado para responder, como viene siendo la costumbre:

Xtractor68: Para eso es efectivamente el capítulo. Ahora que se revela que lo que tiene Sori no era normal, era justo empezar a revelar finalmente lo que se escondía tras ello. Eso obviamente no significa el fin del desarrollo de Sori. Todavía tiene cosas en las que debe mejorar, algunas incluso puede que le tome bastante tiempo (todavía no decido el orden). Y en cuanto a Flannery, sólo digo que ella trae consigo una auténtica caja de sorpresas.

Leoniwis: Nervios de acero y una determinación digna de un prota de shonen, ahí está el tío de Sori, que sí, parece más el padre de la chica que el verdadero padre. Primero vamos con el paso de Sori, pero en un par de capítulos es que viene el hype de verdad con el entrenamiento de Ai xD. En cuanto a Flannery, creo que aquí tienes la oportunidad esperada para contemplar su papel y el modo en que lo desempeña.

Un calor que da miedo

Sori llevaba un buen tiempo preocupada. Al final el doctor de aquel hospital no se decidió a revelar el asunto de los órganos implantados en la chica, pero igual su tío no había quedado muy bien parado que se diga. La operación en sí misma había sido declarada como un acto bastante delicado y que podría acarrear severas consecuencias, a lo que el tío de Sori había dicho que había renunciado a su licencia médica para no comprometer a nadie más, lo cual ayudó a aliviar un poco el tema. Al final la discusión acabó con un silencio bastante tenso. Sólo si Sori usaba sus poderes de pokemon en público es que no le quedaría otra alternativa al doctor que revelar lo ocurrido, pues claramente aquello ya no sería posible ocultarlo. El tío de la chica pretendía que no le afectaba la posición tan incómoda en que había quedado, pero Sori lo veía de otra manera.

─ ¿Estás preocupada por tu pariente? ─ le dice Nelly con tono neutral ─ Es complicado vivir bajo ciertos códigos, pero supongo que algún día serás capaz de mostrar tu habilidad y que los demás traten a tu pariente como si fuese un héroe.

─ Ojalá que eso pase. Tengo mucho miedo por lo que le pueda pasar ─ Sori se revuelve un poco el cabello, y luego dirige la mirada hacia el frente ─. Pero no puedo perder el tiempo con miedos. Tenemos una medalla que ganar, así que necesito que todos ustedes se concentren.

─ Deberías decirlo más por ti misma que por nosotros ─ le responde Wendy muy seria ─. Ya es suficiente que Ai se alejara para que también estés temiendo que a tu tío le pase algo en cualquier momento.

La mención del Kirlia no ayudó en lo más mínimo a calmar el ánimo de Sori. Extrañaba bastante a Ai. Sólo llevaba un día y medio sin verlo, pero tenía la impresión de que hayan pasado meses. Por lo menos deseaba saber si se encontraba bien.

Ya el grupo llega hasta la ciudad en que se hallaba el tercer gimnasio. Sori todavía no había averiguado qué podía esperarle allí, pero tenía la esperanza de que su equipo se haya hecho lo suficientemente fuerte para salir victorioso, incluso sin Ai en él.

El ingreso no podía ser más aburrido y monótono: La gente iba y venía, pero daba completamente igual si las calles estuviesen completamente vacías. No había un solo sonido lo bastante llamativo para destacarse por sobre los demás, cada edificio parecía un calco del otro, las personas se veían completamente indiferentes a todo aquello que estuviera fuera del rango de sus actividades puntuales, las muchedumbres parecían un pelotón marchando en exacta sincronía, y lo mismo podía decirse de los automóviles. Sori veía todo eso terriblemente mal, y no era para menos que fuese así.

─ ¿Qué te pasa, niña? ─ le dice Mariano al notar el gesto de desagrado de su entrenadora.

─ Es aquí. Aquí está la sede de la gobernación de la región. Es donde trabaja mi padre, o al menos donde dice trabajar.

─ ¿Y qué tiene eso de grave? ─ dice Nelly, a lo que los demás pokemon niegan con la cabeza.

─ El padre de la niña es un energúmeno que pretende obligarla a regresar a casa ─ le dice Wendy ─. Sólo Ai ha tenido la oportunidad de conocerlo, creo, pero hemos sabido que ese humano anda poniendo impedimentos para varios entrenadores sólo para incomodar a su hija y forzarla a rendirse.

─ Por esa razón es que hace un buen tiempo que no estoy comprando nada, ni siquiera pokeballs. Al menos tuve una suerte tremenda de que todas mis capturas fueron al primer intento ─ dice Sori, olvidando a propósito aquella vez que intentó atrapar en vano a Jhonny ─. De todos modos este es un sitio hostil para nosotros. Busquemos rápido un centro pokemon y quedémonos ahí hasta que podamos ir directo al gimnasio.

Los pokemon de Sori no ponen ninguna objeción a sus órdenes y van tras ella el centro pokemon. De todos modos pensaban que sería una buena idea descansar un poco, pues haber estado todo el día anterior entrenando los había dejado algo agotados, incluso en ese momento.


Tres horas después

Estando en mejores condiciones y queriendo enfrentar el reto lo antes posible para así irse antes de que su padre supiese de su llegada, Sori se encontraba frente al gimnasio. Era el momento adecuado para asumir el reto, pero al momento de poner el primer pie en su interior, se da cuenta de que alguien ya había entrado antes.

─ ¿Tú?

─ ¿Qué tal, Sori?

Se trataba de Marco, el cual estaba revisando despreocupadamente su pokedex. Sori estaba por preguntar qué hacía Marco allí, pero el propio chico le da a entender que también él estaba allí por la medalla. Eso hacía que Sori quisiera plantear una pregunta completamente nueva.

─ ¿Acaso no te has llevado la medalla del gimnasio? Se supone que te fuiste del campamento mucho antes que yo.

─ Lo sé. Simplemente quise explorar los alrededores un rato antes de querer hacer nada más, además que me encontré con un par de idiotas de aquel grupo criminal, el equipo Fénix.

─ Ese equipo reciclaje se ha puesto rápidamente de moda ─ dice Sori con claro desdén.

─ Muy cierto. Están bastante fastidiosos, y hay varios entrenadores que se han puesto de acuerdo en detenerlos cada vez que los vean en acción, especialmente a sabiendas de que muchos de ellos proceden de equipos criminales de otros lugares. El problema a todo esto viene por la gestión de tu padre.

─ ¿Qué?

─ El gobernador de esta región es completamente indiferente al tema de los pokemon y el equipo Fénix. Seguro que sería más diligente si esa gentuza se dedicara a dañar plazas públicas o las oficinas que dependen de su mando. La cosa es que su gestión con respecto a los precios de los artículos ha implicado que varios entrenadores no sean capaces de prepararse lo bastante bien, especialmente los novatos, y por lo tanto los que andan solos resultan bastante vulnerables a los ataques del equipo Fénix.

─ Dicho de otro modo, estamos solos en esto ─ Sori bufa con molestia ─ ¿Y todo esto para que yo vuelva a casa? Incluso a mí me cuesta pensar en lo capaz que es de permitir que la región entera sea reducida a escombros por esos criminales con tal de que yo me rinda ante sus caprichos ¿Qué tan miserable puede ser una persona?

─ Supongo que ahí podemos ver hasta dónde puede llegar de momento. Los líderes de gimnasio también han sido alertados, así que están montando vigilancia en las cercanías de los gimnasios, aunque ya te imaginarás que ellos no pueden dar para tanto si tienen que quedarse por fuerza en un área determinada.

─ Qué manera de complicarse la vida ─ Mariano se sujeta la cabeza algo exasperado ─. Tan fácil que sería salir a combatir a esos sujetos, pero todo lo tienen que poner difícil.

─ Los líderes de gimnasio no solo están para repartir medallas. Ellos también funcionan como un medidor de las habilidades de los entrenadores retadores y sus pokemon. Tienen que estar aquí para ayudar a los entrenadores a que vean qué les falta o cómo pueden mejorar lo que tienen ─ dice Marco con simpleza ─. Pero ya que estamos aquí, supongo que podemos pasar y conocer al líder de gimnasio.

Sori asiente con ligero pesar, y ella y Marco van escoltados por los pokemon de ella. Al pasar por la puerta escuchan un ruido bastante extraño. Mariano se asusta y se abraza a la flor de Sheena, mientras que Wendy y Nelly se mostraban bastante neutrales. Las luces empiezan a parpadear, empezando a asustar a Sori y Marco.

─ ¿Qué está pasando aquí? ─ dice ella.

─ Esto no me agrada nada.

De pronto sale del fondo de la arena una figura humana, pero sobre sus hombros traía un gigantesco casco que le envolvía la cabeza. La cosa se movía de manera torpe, pero Sori y Marco igual se asustan mucho ante esa presencia.

─ ¡Es el cabeza de pirámide!

─ ¿Qué carajo hiciste para que aparezca eso? ─ Marco retrocede hasta chocar contra la pared.

─ ¡Lo habrás hecho tú, idiota!

La criatura da un par de pasos al frente. Mariano empieza a dar gritos de niña y se abraza más fuerte a la flor de Sheena. Nelly, no dejándose paralizar por el miedo, se lanza al combate y le da una patada al casco, haciendo que el monstruo cayera y se le saliera el casco.

─ ¡Auch! Eso dolió muchísimo ─ la criatura resultaba ser una chica pelirroja, la cual se levanta con algo de dificultad ─. Woooaahh. Todo está dando vueltas.

─ ¿Quién eres tú? ─ dice la Riolu algo confundida.

─ Eh… Ah… Un momento ─ la chica se apoya en la pared y se lleva una mano a la cabeza, pudiendo recobrar la compostura ─. Ahora sí. Mi nombre es Flannery, y soy la líder de gimnasio de aquí. Y por cierto, gracias por quitarme esa cosa. Quise hacerme cargo yo misma de unos trabajos en el baño y me cayó esa cosa encima. Tenía como diez minutos tratando de quitármela.

─ Pues nos acabas de dar un susto de muerte ─ se queja Marco molesto ─. Por un momento creímos que este sitio tenía una maldición o algo.

─ Tonterías. Si así fuera ya lo hubiese notado, y créanme que llevo durmiendo dos noches seguidas aquí, así que sé lo que digo.

Marco y Sori no parecían demasiado convencidos sobre lo que les aseguraba Flannery. No les parecía que tuviera demasiada idea de lo que hacía y decía, empezando con el buen susto que les había dado. Si así de torpe era, pues no debía ser un reto especialmente grande a la hora de dirigir a sus pokemon. Seguro que la medalla estaba lista para ser otorgada.

─ Como sea, la cosa es que hemos venido para retarte ─ Sori toma la iniciativa, tratando de mostrarse seria ─. Somos entrenadores, y buscamos quedarnos con la medalla de este gimnasio.

─ No tienen cara de obreros ni de funcionarios, así que era algo que ya me figuraba ─ Flannery intenta apartar la cosa que tenía en la cabeza con una patada, pero termina haciéndose daño en la punta del pie ─ ¡Aaaahhhhh! ¡Esta cosa es durísima!

─ ¿Eres nueva como líder? ─ vuelve a decir Sori.

─ No exactamente nueva, pero sí que me falta algo de experiencia.

─ Se nota ─ dice Marco.

─ Denme un momento, niños ─ Flannery ahora carga con el objeto y lo arrastra hasta dejarlo lejos de la arena ─. Listo. Ahora sí podemos proceder a hacer lo que corresponde ¿Cómo se llaman ustedes?

─ Mi nombre es Soria, aunque me suelen llamar Sori.

─ Y yo me llamo Marco.

─ ¿Cómo el niño con el Aipom de aquella serie vieja? Es un buen nombre ─ Flannery ríe un poco y se pone en posición de combate ─ ¿Y bien? ¿Quién de los dos me va a retar primero?

─ ¡Yo! ─ dicen ambos chicos a la vez, y luego se miran de manera retadora.

─ Yo llegué primero, Sori. Haz cola y espera tu turno.

─ ¿Y qué hay de que las damas van primero, idiota?

─ ¿Cuál dama?

─ La que de una patada te pondrá a guardar cama.

─ Ya empezaron. Qué fastidio ─ suspira Wendy.

─ Niños, niños. Cálmense, por favor ─ Flannery se pone en medio y separa a los dos chicos ─. En vista de que no se ponen de acuerdo, podemos hacer lo siguiente: Los dos se enfrentaran contra mí. En vista de las circunstancias, llevaremos a cabo un combate de seis contra seis, siendo que cada uno de ustedes usará a tres pokemon.

─ ¿De verdad tenemos que hacer equipo? ─ se queja Sori frunciendo el ceño.

─ Si te importan los rumores sobre las actividades del equipo plasma, creo que deberías ser más flexible en ese sentido ─ las palabras de Flannery aplacan de golpe a Sori y Marco ─. Si esperan ayudar a otros entrenadores a afrontar el problema que ahora mismo tiene en vilo a la región, deben estar dispuestos a hacer equipo con cualquier entrenador que esté en la misma posición que ustedes. Ya fuera del tema de los combates se pueden agarrar de las greñas todo lo que quieran.

Marco y Sori se miran por un momento. No les queda otra alternativa. Debían unir fuerzas y hacerle frente a Flannery. El equipo de Marco era más fuerte y experimentado, de eso no había ninguna duda, pero Sori no quería quedarse atrás. Quería demostrar que podía estar a la altura de quien sea, que no era menos que nadie.

La arena estaba más que lista para dar lugar al combate. Sori y Marco ya tenían decididos a sus primeros pokemon, y Flannery tenía dos pokeballs dando vueltas en su mano.

─ Vamos a repetir las normas. Este es un combate de seis contra seis. Ustedes dos contra mí. Si uno de ustedes se queda sin pokemon, ambos perderán automáticamente el combate ─ esa condición aterra tanto a Marco como a Sori ─. Si en cambio consiguen vencer a todos mis pokemon mientras que cada uno mantiene en pie al menos un pokemon, entonces la medalla les pertenece. Supongo que no hay nada más que decir al respecto, ¿verdad?

─ Enfrentar a un líder de gimnasio que viene con equipo completo. Este tipo de retos no es algo común de ver ─ musita Marco apretando los dientes ─. Sori, deberás tener mucho cuidado con lo que nos envíe esta líder.

─ Eso ya lo sé ─ bufa Sori ─. Esto es inaudito. Jamás esperé tener que hacer equipo contigo.

─ Tampoco yo lo esperaba, así que no te preocupes.

─ ¡Yo invoco primero! ¡Quilava, Slugma, ustedes empiezan!

Sori y Marco contemplan a los primeros pokemon seleccionados por Flannery. No parecían ser la gran cosa. Sería una buena manera de empezar el combate, así que ambos se preparan para dar el primer paso.

─ Mariano, adelante.

─ ¿Qué, yo?

─ ¿Y quién más? ─ Sori le pone mala cara a Mariano, no dándole alternativa.

─ Bueno, pero no te me quedes pelando así los ojos, que me asustas.

─ Un fantasma asustado. Eso sí que es para recordarlo ─ dice Wendy burlona.

─ Ahora voy yo ¡Kate, yo te elijo!

La Haxorus de Marco sale al campo. Parecía un poco aburrida, pero ver que le tocaba un combate parecía generarle cierto interés.

─ Ya era hora de que me eligiera a mí primero, jefe.

─ Lo siento, Kate. He estado metido en otras cosas y no pude sacarte a pelear como querías.

─ Te perdono por esta ocasión.

─ Supongo que este primer turno es mío ¡Quilava, usa Pantalla Humo; Slugma, usa Calcinación!

Los pokemon de Flannery obedecen sin dudarlo un solo segundo. Quilava es el primero en hacer lo suyo, generando una buena cantidad de humo que distorsiona la visión general del campo para los pokemon de Sori y Marco, mientras que Slugma esparce llamas que golpean a todos los demás pokemon en la arena. No le hace demasiado daño a Kate ni a Mariano gracias a la resistencia que tenían a los ataques de tipo fuego, pero el verdadero objetivo de Flannery no era ese. Quilava también es alcanzado por el ataque de Slugma, pero lejos de hacerle daño alguno, Quilava absorbe las llamas que lo habían alcanzado, y las llamas que salían de su cuerpo adquieren una mayor intensidad. Marco y Sori notaron aquello, empezando a preocuparse.

─ No puede ser… ¿Ese Quilava…? ─ señalaba Sori.

─ Así es. Mi pequeño está bendecido con la habilidad oculta de su especie. Absorbe Fuego es una habilidad sencillamente maravillosa, ¿no creen? ─ Flannery ríe levemente pero con un claro tono de burla ─ ¿De verdad creyeron que iba a ser pan comido? No seré una líder experimentada, pero tampoco soy estúpida.

Sori y Marco ahora veían que en realidad no estaban ante un simple trámite. Flannery era mucho mejor de lo esperado, así que si querían ganarle, tenían que empezar a hacerlo de inmediato.

─ ¡Pistola de Agua, Mariano!

─ ¡Con todas mis fuerzas! ─ Mariano acata la orden y lanza su ataque.

─ ¡Kate, no perdamos tiempo y usa Pulso Dragón!

─ Luego de esto me debes un helado, jefe.

─ Nitrocarga, Quilava. Slugma, hora del Día Soleado.

─ No saben en qué se han metido, niños ─ dice el Quilava antes de lanzarse al ataque.

Los ataques de Mariano y Kate no logran dar en el blanco, para infortunio de Sori y Marco, mientras que Quilava se lanza con una gran potencia sobre Kate, logrando hacerle un importante daño en el abdomen y haciéndola retroceder metro y medio, y todo potenciado por el clima que induce Slugma para así potenciar todavía más los ataques de tipo fuego. Kate naturalmente se resiente bastante por el golpe recibido.

─ Increíble. Ese Quilava debe estar en un muy buen nivel para causarle semejante daño a Kate ─ dice Marco preocupado.

─ Y eso que Slugma no ha hecho nada en realidad, pero si quieren les muestro lo que puede hacer ─ Flannery chasquea los dedos y mira al pokemon babosa ─. Slugma, sorpréndelos con Pirotecnia.

─ Hora de los fueguitos ─ Slugma lanza un nuevo ataque de fuego contra Kate precisamente en el área de daño que había dejado Quilava, causándole todavía más daño.

─ ¡No, Kate!

El impacto de Pirotecnia causa que las llamas se expandan. Mariano no logró librarse de un poco de daño por el fuego, y Quilava también recibe aquel fuego, pero nuevamente lo absorbe y se hace más fuerte la llama en su espalda y su cabeza. Sori y Marco no se podían creer lo rápido que se había complicado la cosa.

─ Puede que mis comienzos como líder de gimnasio en Hoenn no fuera precisamente el mejor. Tuve una herencia a la cual tenía que responder, y a veces me podía la presión y el nerviosismo, pero ahora, más curtida y con una mayor identidad en mi estilo de combate, estoy más lista que nunca para carbonizar a todo aquel que no me tome en serio ─ Flannery sonríe ampliamente y se ríe de forma malvada.

─ ¡Pistola de Agua!

Ante la repentina orden de Sori, Mariano lleva a cabo su ataque antes de que Flannery se recompusiera de su risa, consiguiendo dañar a Slugma, el cual se notaba que no era muy capaz de aguantar los ataques de agua, aunque el clima obviamente jugó a favor de Slugma. Flannery se queda enmudecida por esa sorpresa. Había bajado la guardia.

─ Ehhh… Se nota que todavía me falta experiencia ¡Me acabo de confiar! ─ Flannery pisa con fuerza y mira hacia la arena con los ojos llenos de furia ─ ¡Si así lo quieren, entonces lo tendrán! ¡Slugma, ahora usa Humareda!

─ ¿Qué demonios? ¿Es que ese pokemon sólo tiene ataques de daño expandido? ─ dice Marco.

Slugma escupe entonces una enorme cantidad de fuego humeante que ahora sí daña severamente a Mariano y Kate. Y una vez más Quilava saca beneficio al ser blanco de ese ataque también. Mariano ahora cargaba con daños moderados por el fuego, y de paso empieza a sufrir de quemadura. Kate por su parte no sufre por el problema de estado, pero sí estaba en las últimas por el daño que ha venido recibiendo constantemente. En cualquier momento la Haxorus caería en combate, cosa que decía mucho del poder de Quilava y Slugma. Marco no podía permitir que su Haxorus cayese sin lograr nada antes.

─ Kate, hay que intentarlo. Estás débil, así que hay que correr el riesgo.

─ Jefe...

─ Usa Avalancha.

El objetivo era bastante claro. Si Kate iba a caer, trataría de llevarse a Quilava y Slugma con ella. Al menos así se acercarían más a la victoria que a la derrota. Kate usa su poder para elevar las rocas del suelo a una gran altura para luego soltarlas sobre ambos pokemon de Flannery. La caída de las rocas fue tremenda, incluso haciendo temblar el suelo. Una nube de humo se levantaba del sitio en que caían las rocas. Kate no mantiene su ataque mucho tiempo debido al intenso desgaste que generaba, pero seguramente había logrado arreglar la primera parte del combate.

Pero ni Sori ni Marco se esperaban con que Quilava y Slugma saliesen de esa Avalancha sin un solo rasguño, y de paso Quilava parecía emitir una energía que estaba envolviendo a ambos pokemon. La respuesta llega a ambos con la arrolladora fuerza de un tren.

─ ¿Protección?

─ Tú lo has dicho, niña ¿Acaso no lo esperaban? ─ dice Flannery cruzada de brazos y con una sonrisa confiada ─ Ahora a ver, ¿cómo quieren que derrote a sus pokemon? Díganme un ataque de mis pokemon, y con ese los voy a vencer, y recuerden que estos son apenas los primeros integrantes de mi equipo. Van a arrepentirse por no haberse puesto de acuerdo sobre cuál de ustedes me iba a enfrentar primero.

Marco, Sori, Mariano y Kate estaban perplejos. La batalla realmente los había agarrado desprevenidos, y Flannery ni siquiera se veía nerviosa.

Y los pokemon de Sori no estaban menos sorprendidos al contemplar lo que podría esperarles si Mariano caía pronto en combate.

CONTINUARÁ...


Yo ya tenía previsto que la batalla contra el tercer líder de gimnasio, fuese quien fuese tenía que ser difícil. He de confesar que si el líder hubiese sido Norman, el gran reto es que su pokemon As fuese un Mega-Kangaskan. Y aunque no se lo crean, Flannery todavía no ha presentado al pokemon que la acompañaba al final del capítulo anterior ¿Cuál pokemon es entonces? Les recomiendo que esperen un poco para que lo puedan leer xD.

Hasta otra