Momento de dar respuesta, y enseguida damos inicio al capítulo:

Xtractor68: Jodidos es la manera ideal para describirlos, y eso que la pelea no terminaba todavía. La conclusión del combate aquí aparecerá, aparte que también sabrás cuál es el pokemon final de Flannery. Sé que te va a sorprender xD.

Al calor del combate II

Sori y Marco estaban contra las cuerdas. Así como iban no serían capaces de ganar. Al chico sólo le quedaba su Rapidash, muy importante para al menos sacar algo de provecho a la ventaja que Flannery se había asegurado. A la chica le quedaba Wendy y un pokemon más, pero aparte que no podía usar la situación a su favor, sus pokemon no eran igual de fuertes ni experimentados que los de Marco, por lo que, viéndolo de esa manera, ella estaba incluso peor que Marco.

─ Yo doy la primera orden ─ Flannery sonríe ampliamente ─ ¡Vulpix, Lanzallamas!

─ ¡Esquívalo, Wendy!

─ ¡Tú también, Marisa!

Ambos pokemon se libran por la mínima del devastador ataque de la Vulpix. El ataque de fuego había resultado ser mucho más grande de lo esperado, lo cual era una muy mala señal, pues la propia Flannery había señalado que ella era la segunda pokemon más fuerte. Si tan poderosa era la Vulpix, no querían imaginarse los estragos que podría causar el último pokemon que Flannery todavía no había revelado.

─ Tenemos que ganar terreno como sea, Wendy ─ dice Sori esperando que su idea surtiese efecto ─ ¡Onda Trueno con Growlithe!

─ ¡Eso está hecho! ─ la Dratini se acerca a toda velocidad al área enemiga y usa su movimiento eléctrico con el pokemon señalado, logrando paralizarlo.

─ ¡Bien hecho, Wendy! ¡Ese es el poder de un orgulloso dragón!

─ Puedes decirlo todas las veces que quiera. Suena bien ─ Dratini retrocede satisfecha.

─ ¡Growlithe, Mordisco! ─ ordena Flannery, pero ve que su pokemon no reacciona ─ ¡Demonios! Eso sí que fue rápido.

─ ¡Y ahora nosotros tomamos la iniciativa! ¡Marisa, Puya Nociva!

─ No tan rápido ¡Vulpix, Juego Sucio!

─ No me gusta la idea de tener que hacerlo, pero si mi entrenadora lo ordena…

La Rapidash estaba por golpear a Growlithe, pero Vulpix se atraviesa en su camino y usa su ataque de tipo siniestro, invirtiendo el sentido de la fuerza de Marisa y golpeándola con bastante fuerza. Marco ve impotente cómo su Rapidash cae adolorida a causa de ese sorpresivo movimiento de Vulpix, protegiendo así a Growlithe.

─ Es un buen momento, Vulpix. Usa Excavar.

Vulpix asiente obediente y se entierra a una velocidad de vértigo. Marco y Sori tenían el corazón en un puño. Debían actuar lo más rápido posible o habría una nueva baja, la cual sería la última en caso de que el pokemon seleccionado sea la Rapidash.

─ ¡Marisa, levántate y aléjate de tu posición!

─ ¡Wendy, tú también muévete y usa Dragoaliento en Growlithe!

Ninguno de los pokemon aludidos se hace de rogar y cumplen con la orden: Marisa va al galope en varias direcciones al azar para prevenir que Vulpix la golpee de manera sorpresiva, mientras que Wendy se acerca lo más rápido que puede y lanza su ataque a quemarropa a Growlithe. El daño que consigue infligir es apreciable, pero se lleva una desagradable sorpresa cuando Vulpix sale del suelo y la embiste.

─ Hubiera preferido golpear a la Rapidash del chico, pero dañar un poco a la Dratini de la niña tampoco me va nada mal ─ Flannery sonríe confiada.

─ ¿Estás bien, Wendy?

─ Sí lo estoy. Ese golpecito no es nada ─ Wendy se yergue tratando de mantener su orgullo intacto.

─ En ese caso tenemos que ir por algo más extremo ─ Sori y Wendy se miran mutuamente, siendo eso suficiente para estar de acuerdo ─. Es hora de dar un buen ataque.

─ ¡Mordisco, Growlithe! ─ el pokemon corre con cierta dificultad para acatar la orden de Flannery, pero Wendy lo esquiva con facilidad.

─ No podrá hacer nada ¡Wendy, usa Rayo en Vulpix!

─ No te va a salir tan bien ¡Vulpix, Lanzallamas!

Ambas pokemon se lanzan sus respectivos ataques, lo cuales chocan y generan una amplia explosión que no tarda en expandirse por toda la arena. Sori mira entonces a Marco.

─ ¡Ahora!

─ ¡Puya Nociva nuevamente, Marisa!

La Rapidash se lanza al galope y ataca al Growlithe de Flannery, consiguiendo causarle un buen daño. Flannery se da cuenta de ello y aprieta los dientes.

─ Ahora sí están batallando como pros, pero eso no significa que esto ha terminado.

─ Tal vez, pero no vamos a bajar los brazos ─ asegura Marco con firmeza ─. Hemos venido con el objetivo de ganar, y seguiremos buscando la victoria sin importar qué tan en contra tengamos el combate.

─ Esa determinación me gusta. Así es mucho más divertido. Vulpix, Growlithe, Lanzallamas.

─ Tendré que imprimir algo más de fuerza si realmente hace falta que use tantas veces el mismo movimiento ─ dice la Vulpix antes de lanzar su ataque.

Marisa consigue esquivar el Lanzallamas de Growlithe, mientras que Wendy responde al ataque de Vulpix usando nuevamente Rayo. Seguía siendo un movimiento nuevo para ella, pero lo estaba llevando mucho mejor de lo que ella misma esperaba. Los dos ataques nuevamente chocan, generando una nueva explosión.

─ ¡Furia Dragón, Wendy!

─ ¡Ahí voy!

─ ¡Puya Nociva con Vulpix, Marisa!

─ ¡A la orden, jefe!

Ambos pokemon se lanzan sobre Vulpix. A sabiendas de que Vulpix era uno de los pokemon más fuertes de Flannery, el debilitarla implicaba que Sori y Marco conseguirían un avance bastante importante, tal vez incluso podrían nuevamente aspirar a la victoria. Flannery amplía su sonrisa.

─ ¡Juego Sucio con Rapidash!

─ Su orden será cumplida.

Vulpix se lanza en dirección a la Rapidash. La velocidad del galope implicaba que la pokemon de Marco no sería capaz de frenar y esquivar a tiempo, así que Sori decide que Wendy asumiría las riendas.

─ ¡Cambia tu ataque a Rayo!

─ ¡Ahí lo tiene!

Wendy carga en un instante su ataque y lo lanza a Vulpix, y esta vez el ataque le da de lleno, consiguiendo dañarla y aturdirla de manera importante, y Marisa así ve que lo tenía todo a favor para rematar a su oponente.

─ ¡Ahí lo tienes!

El ataque de tipo veneno surte efecto, envenenando a Vulpix y dejándola bastante mermada en su salud. Flannery estaba boquiabierta, notando que sus pokemon estaban siendo superados.

─ ¡Wendy, acaba con esta ronda con Furia Dragón!

─ ¡Rugido, Growlithe!

El pokemon de Flannery cumple con la orden de manera diligente, pero esta vez no es para resguardar a Vulpix, sino para cortar el ataque de Wendy y obligarla a regresar a la pokeball. Sori y Marco estaban sorprendidos de que Growlithe fuera capaz de reaccionar a tiempo a pesar de su parálisis. Ahora Sori tenía que sacar a otro pokemon para que releve a Wendy, a sabiendas de que no tenía nada mejor que a la propia Wendy para asumir el combate. Como no le quedaba de otra, Sori mira a Sheena.

─ Sé que no estás precisamente aventajada contra los pokemon de tipo fuego, pero aun así hay que hacerlo, Sheena. Ve y hazlo.

─ Entendido ─ la Ivysaur entra al campo y encara a sus oponentes ─. Sheena va a ganar. Sheena es fuerte.

─ Sé que no me eligen ya que por ser legendaria tendría una ventaja injusta sobre los pokemon de los gimnasios, así que lo dejaré pasar ─ la Riolu se cruza de brazos tranquilamente ─. Pero igual no te preocupes, Sheena. Haré el dorime para que te vaya bien en la pelea.

─ Sí, hermana menor.

─ ¿Ivysaur? Es una movida interesante. Supongo que tienes algunos movimientos buenos para hacerla lucirse ─ Flannery asiente ampliamente ─. En ese caso vamos a acabarla rápido con un Lanzallamas, Vulpix.

─ Esto sólo dolerá un momento. Luego estará inconsciente y no se dará cuenta de nada, señorita ─ Vulpix lanza su ataque de tipo fuego dirigiéndolo directamente a Sheena.

─ Esquiva ese ataque y usa Placaje.

Sheena consigue prevenirse de todo daño y va corriendo hasta la Vulpix para atacarla, pero Vulpix es más rápida para esquivarla. Incluso con todo el daño que resentía, Vulpix seguía teniendo una agilidad sorprendente.

─ Pase lo que pase, sea cual sea la circunstancia, los pokemon de Flannery realmente dan pelea ─ Marco voltea a mirar a su pokemon ─ ¿Te encuentras bien, Marisa?

─ Lo suficiente para continuar con este enfrentamiento, jefe ─ responde Marisa con seriedad.

─ Muy bien, en ese caso quiero que te encargues de Growlithe usando Llama Embrujada.

─ Así será.

Marisa no vacila en enviar el ataque designado contra Growlithe. Su Rugido sin duda era un gran problema, así que había que acabar con él antes incluso que con Vulpix. El movimiento de tipo fuego tal vez no iba a ser tan dañino, pero Marco quería estar seguro de que Growlithe por lo menos iba a verse debilitado en caso de resistir un poco más.

Y para la alegría del muchacho, esa precaución estaba de más, pues Growlithe cae debilitado. Flannery lo devuelve a su pokeball, y en su gesto se notaba bastante neutral, dando la impresión de no sentir ningún tipo de presión.

─ Lo están haciendo muy bien, no lo voy a negar. Pero todavía les falta un poco más ─ Flannery vuelve a invocar a Larvesta, el cual lucía animado y feroz ─. Iniciemos la fiesta con una buena dosis de tu Lanzallamas. Vulpix, no te quedes atrás.

Ambos pokemon de Flannery lanzan sus ataques sin esperar por nada más. Marisa recibe el ataque y recibe daño, pero al ser de tipo fuego consigue aguantar bastante bien, pero en cambio Sheena sufre un gran daño a causa del fuego, siendo obligada a retroceder y teniendo dificultades para mantenerse firme.

─ ¡No, Sheena!

─ ¡Una vez más, Lanzallamas!

─ ¡Marisa, defiende a Ivysaur con Llama Embrujada!

La Rapidash reacciona rápidamente y lanza su ataque de fuego para debilitar el ataque de Vulpix, aunque a cambio de eso recibe nuevamente el ataque que le envía Larvesta. Sheena sentía que iba a perder rápidamente, pero la Llama Embrujada la mantiene a salvo del daño y le permite esquivar el Lanzallamas antes de que la alcanzara.

─ ¿No tienes otro movimiento para usar contra los pokemon de Flannery? ─ Marco mira a Sori.

─ Desgraciadamente no. Nelly apenas es una novata y conoce todavía menos movimientos, y Sheena no tiene nada todavía para hacer cobertura contra los pokemon de tipo fuego más allá de Placaje ─ responde Sori con pesar ─. Sinceramente no esperaba que esta batalla fuera tan dura, y tengo que aguantar sí o sí antes de enviar nuevamente a Wendy.

─ Ya veo. En ese caso a seguir aguantando. No hay de otra ─ Marco regresa su atención al campo de batalla ─. Puya Nociva con Larvesta. Tenemos que generar todo el desgaste posible.

─ ¡Ahí voy! ─ Marisa se alza y brama con un fuerte relincho antes de lanzarse a atacar a Larvesta con su cuerno, logrando darle y envenenándolo.

─ ¡Rayo Solar, Larvesta!

El pokemon larva aprovecha que estaba todavía muy cerca de Marisa para cargar su ataque de tipo planta, aprovechando que el clima soleado seguía imponiéndose todavía, y lanza su ataque, dándole en toda la cara a la Rapidash. El resultado del impacto es que Marisa retrocede bastante dañada y deslumbrada por el brillo del ataque, viéndose obligada a sacudir un par de veces su cabeza para que se le pasara el aturdimiento.

El envenenamiento estaba surtiendo efecto. Tanto Larvesta como Vulpix se sienten más débiles, y Flannery ve que a ninguno de sus dos pokemon les quedaba mucho tiempo en el campo. En cualquier momento caerían debilitados, y la líder no tendría otra opción que sacar su último pokemon, su carta del triunfo.

─ ¡Placaje, Sheena! ─ ordena Sori, queriendo aprovechar que Vulpix no se sentía bien.

─ ¡Puya Nociva otra vez, Marisa! ─ ordena también Marco.

─ Lanzallamas ambos. Cerremos con broche de oro, chicos ─ ordena Flannery.

Marisa y Sheena consiguen golpear primero, pero aun así los pokemon de Flannery aprovecharon en usar sus últimas fuerzas para golpear con sus ataques de fuego. Sheena cae debilitada, y Marisa tenía dificultades para mantenerse de pie, mientras que Vulpix y Larvesta yacen en el suelo, completamente agotados. Flannery los devuelve a ambos a sus pokeball. Era justo como había pensado hace un momento que iba a acabar la cosa. La ronda final empezaba a partir de allí.

─ Permítanme felicitarlos antes de sacar a mi último pokemon. Como señal de mi respeto por haber llegado tan lejos a pesar de la situación tan adversa en que se encuentran, utilizaré a mi último pokemon, el mejor de mi equipo, para ponerle fin a este encuentro.

─ No si nosotros lo logramos antes ─ Sori guarda a Sheena e invoca a Wendy ─. Muy bien, Wendy, estamos en la ronda final. Ahora más que nunca tienes que dar lo mejor.

─ Sin ese faldero fastidioso cerca, confío en ganar ─ responde Wendy animada.

─ Muy bien. Ahora que ustedes tienen en el campo a sus últimos pokemon, ahora yo también debo cumplir ─ Flannery saca su última pokeball y lo lanza bastante alto ─ ¡Hora de acabar con este encuentro, Pío Pío!

─ ¿A ese pokemon sí le pusiste nombre? ─ suelta extrañado Marco.

De la pokeball de Flannery surge su pokemon final. Sori y Marco se preparaban para lo peor, aunque la sorpresa los invade al ver que ese pokemon era un Torchic.

─ Pío ─ el pokemon pollito empieza a rascar el suelo para luego picotearlo.

─ ¿E-eso es una broma? ─ Sori tenía la mandíbula desencajada ─ ¿El pokemon final de tu equipo es un pequeño Torchic? ¿Es que no tienes una sola evolución final en tu equipo?

─ Me gusta más sorprender a mis oponentes. Gracias por preguntar ─ Flannery se cruza de brazos y mira atentamente a su Torchic ─. Tengo unos cuantos meses entrenando a Pío Pío para que sea una auténtica máquina de matar, y de hecho es el único pokemon de todo mi equipo que me he traído de Hoenn, por lo que también es el pokemon con el que mejor me entiendo y también es el más experimentado y fuerte de todos.

─ Pío ─ el pequeño Torchic ahora corre a un lado para seguir rascando el suelo.

─ Fuerte o no, es el último pokemon que debemos enfrentar, y debemos tratarlo como tal ─ Marco mira muy serio a Marisa ─ ¡Usa Llama Embrujada!

─ ¡Wendy, atácalo con Dragoaliento! ─ ordena Sori.

Ambos pokemon lanzan sus ataques a máxima potencia al Torchic, pero este los esquiva como si nada, todo sin dejar de picotear el suelo. Sori y Marco no se podían creer que ese pokemon lograra esquivarlos sin siquiera mirarlos. Era increíble e indignante al mismo tiempo.

─ ¿Eso es todo lo que pueden hacer? ─ Flannery se sienta en el suelo y parecía que quería reírse ─. Pío Pío no los tomará en serio si no son capaces de darle al menos un golpe. Anda, inténtenlo de nuevo.

Esa provocación infundía algo de miedo en Sori y Marco. Flannery les estaba pidiendo expresamente que atacaran a su Torchic. El pequeño pokemon seguía en lo suyo como si nada, dando la impresión de no darse cuenta de que estaba justo a mitad de una batalla de gimnasio. Sabían que podía ser una decisión suicida, pero tenían que atacar al pokemon de Flannery. No podían aspirar a ganar si ni siquiera lo intentaban.

─ ¡Rayo, Wendy!

─ ¡Rueda Fuego, Marisa!

Nuevamente los dos ataques se dirigen al mismo tiempo, y el Torchic ni siquiera voltea a mirar. El impacto se da, y una explosión ocurre al chocar los ataques sobre el objetivo. Marco y Sori esperaban que aquello fuera suficiente para ponerle fin al encuentro, pero entre el humo aparece Torchic, aparentemente sin un solo rasguño.

─ Pío ─ el pequeño pokemon levanta la mirada y nota que el plumaje se le había ensuciado, luego mira a sus oponentes ─ ¿Pío?

─ ¿Tienes ganas de pelear ahora, Pío Pío? ─ dice Flannery con un tono maternal, y su pokemon voltea a mirarla y asiente ─ Excelente. Sabía que no te negarías.

─ ¿Cómo es posible que tu Torchic no haya sentido nada luego de recibir dos ataques fuertes al mismo tiempo? ─ Sori sentía que la mandíbula le temblaba.

─ Se los he dicho. Mi pequeño Pío Pío es el pokemon más fuerte de todo el equipo que estoy usando en este gimnasio, y ahora les mostraré lo que puede hacer ─ un brillo aterrador surge de los ojos de Flannery, y lo mismo pasaba con su pokemon.

─ ¡Pío!

─ ¡Pío Pío, ahora que sabes que esos pokemon malos te han lastimado, dales con Garra Umbría!

─ ¡No puede ser! ─ Marco estaba aterrado ─ Por eso estaba esperando que nosotros atacáramos primero.

─ Sabía que no íbamos a debilitarlo con un único golpe, y ahora que su Torchic identificó a nuestros pokemon, ahora viene por ellos ─ Sori estaba igual que Marco.

El pequeño Torchic da un paso al frente, y luego genera un pequeño cráter con el impulso que se da a sí mismo para atacar a Marisa y Wendy. Todo pasó demasiado rápido. El Torchic golpea con sus garras a la Rapidash, siendo el impacto tan fuerte que la lanza y hace que Marisa se llevara a Wendy con ella. Ambas pokemon terminan impactando contra la pared del gimnasio y caen derrotadas. Sori y Marco estaban boquiabiertos, todavía procesando lo que acababa de ocurrir.

─ ¡Bien hecho, Pío Pío! ─ Flannery abraza cariñosamente a su pokemon ─ Como recompensa cenarás doble hoy y mañana.

─ ¡Pío! ─ responde el pequeño muy contento.

─ ¿Derrotó a nuestros pokemon… con un solo golpe? ─ Sori seguía impactada.

─ Eso es sorprendente. Ese tal Pío Pío debe tener una fuerza prodigiosa ─ dice Nelly para sí misma mientras se acercaba a Wendy ─. Eh, dime por favor que sigues viva.

─ Auch… ¿De dónde salieron los Tauros que me arrollaron? ─ la Dratini apenas lograba abrir los ojos.

─ Tanto tiempo entrenando pokemon, viajando y conociendo toda clase de entrenadores en mi anterior aventura, y es la primera vez que veo a uno de mis pokemon derrotado de un golpe ─ dice Marco para sí mismo ─ ¿Qué clase de pokemon es ese?

─ Un Torchic con alto nivel ─ responde Flannery ─. La razón por la que no tengo evoluciones finales en mi equipo es precisamente por Pío Pío. Mi pequeño tiene el defecto de que no es capaz de evolucionar, por lo que decidí que podría hacer un equipo de pokemon muy fuertes si necesidad de evolucionar, y aunque es algo complicado, debo decir que me funcionó el proyecto. Y si preguntan por Quilava, pues ya estaba así cuando me lo asignaron, pues me dijeron que no tenían a más pokemon. Mi Pío Pío hace mucho tiempo debió evolucionar en un Combusken, creo que incluso tiene el nivel necesario para ser un Blaziken, pero como ya les dije, nació con un defecto que le impide evolucionar.

─ Entonces es eso. Tu Torchic está sobreleveado ─ ahora Marco comprendía por dónde iban los tiros.

─ Así es. Con un entrenamiento adecuado, un cuidado meticuloso en cómo se distribuyen las fortalezas de mi pokemon, y dotándolo con movimientos fuertes, Pío Pío ha sido mi carta del triunfo desde que lo tengo. Cuando sabes cómo hacerte fuerte y tienes la motivación adecuada para ello, las debilidades no significan nada.

Ambos retadores estaban mudos. En un principio pensaban que Flannery era una chica torpe que de puro oportunismo había sido asignada a aquel gimnasio, pero ahora recibieron una lección de parte de ella. Ahora que no tenían nada que hacer ahí por el momento, se despidieron de ella y se fueron, todavía abatidos por la derrota.


Centro pokemon

Sori estaba sentada, esperando a que la enfermera Joy diera el aviso de que sus pokemon ya recibieron la atención solicitada. Marco estaba sentado cerca de ella, y de paso estaban fuera de sus pokeballs Nelly, Dan (el Dodrio), Amadís (el Sirfetch'd) y Tíndalo (el Houndoom), aunque este último dormía tranquilamente.

─ Fue un final de combate que no me esperaba, a pesar de que ya me hacía la idea de que perderíamos ─ Marco se lleva las manos a la cabeza.

─ No os acongojéis por la derrota, mi noble señor ─ Amadís se acerca a Marco y le dirige su siempre gallarda mirada ─. Aunque vuestro orgullo resultase herido por hacer perdido en sinigual combate con los más imponentes y fieros adversarios, mientras tengáis la posibilidad de levantaros y volverlo a intentar, contad con que la esperanza de la revancha estará siempre ahí para vos, y también contareis con mi espada y mi escudo para defender vuestro honor hasta las últimas consecuencias. Contad siempre con que mantendré mi palabra bajo cualquier circunstancia.

─ Lo mismo que dijo el antiguo para usted, maestra ─ Nelly se acerca a Sori ─. Todavía lo puedes intentar de nuevo. Sólo hay que prepararse mejor.

─ Lo sé, Nelly ─ responde Sori con voz vacía ─. Aquel es apenas el tercer paso a la liga, y mira el aumento tan brusco de nivel que hace falta. Esa tal Flannery nos ha humillado.

─ Supongo que mañana tendremos que pensar lo que debemos hacer. Ahora mismo ni siquiera podemos pensar sobre cómo entrenar a nuestros pokemon ─ Marco se pone de pie, y sus pokemon lo hacen también, incluyendo a su Houndoom ─ ¿Y qué harás, Sori? Sabes que tu padre seguramente está en esta ciudad.

─ Por esa misma razón me iré tan pronto como mis demás pokemon estén recuperados ─ responde Sori con frialdad ─. No quiero que me encuentre. Si lo hace hará lo posible para devolverme a casa y obligarme a retomar esa vida tan aparente que detesto.

─ ¿Tienes algún sitio al cual ir?

─ No. Supongo que estaré en la intemperie todo el tiempo que me tome entrenar a mis pokemon ─ Sori también se levanta, llevando a su Riolu en brazos ─. No podemos permitirnos perder así otra vez. Para la próxima vez seremos nosotros quienes le demos una sorpresa a Flannery.

─ ¿Intentarás hacer equipo conmigo de nuevo para enfrentarla?

─ Digamos que tengo la espina clavada de no haber ganado mi primer combate en equipo ─ Sori se mantenía seria mientras se iba acercando al mostrador ─. Pero supongo que tenemos una pista de entrada para saber qué hacer.

─ Sí. No depender de nuestros pokemon de agua, pues si lo hacemos nos sorprenderán de nuevo con movimientos de tipo planta. Tendremos un buen tiempo evaluando las posibilidades de nuestro equipo, Sori, y por esa razón me voy contigo.

─ ¿Eh? ─ Sori no terminaba de darse cuenta de la conclusión del chico.

─ Me has oído bien. Si vamos a vencer la próxima vez a Flannery, tenemos la obligación de entrenar juntos. Ya lo dijo Flannery: Cuando sabes cómo hacerte fuerte y tienes la motivación adecuada para ello, las debilidades no significan nada. Es hora para que nosotros nos hagamos más fuertes para que nuestras debilidades no sean tan fáciles de aprovechar para ella.

Sori asiente lentamente. En condiciones normales no mostraría agrado alguno por la idea, pero ahora sabía que no tenía opción.

Ese día aprovecharían para descansar, pero a partir de mañana entrenarían lo más duro posible. Sori en ese momento se preguntaba qué tal le iba a Ai con su respectivo entrenamiento.

CONTINUARÁ…


Como bien lo he dicho antes, para el próximo capítulo la historia se trasladará a Ai y Jhonny, a fin de ver cómo van desde que el Kirlia se separó de su entrenadora. Para el próximo capítulo daré también el resultado final de la pequeña encuesta sobre qué tipos tendrá la especie OC de Gardevoir que propuse, así que ya saben, si les interesa elegir pero no lo han hecho, tienen hasta el próximo capítulo para elegir.

Hasta otra