Mis saludos. Espero que la hayan pasando bien en Navidad, y antes de empezar con el último capítulo de este año, vamos con los reviews:
Xtractor68: Me parece excelente que notaras la referencia al Bananero. Creí que lo había ocultado bien xD. Ya se verá en su momento cómo va Ai acabando con todo lo que se mueva con sus ataques que no cuenten con stab, pero antes lo que viene. Seguro encunetras más referencias xD.
sandslash332: No sé si el Peluca conoce o no a I-van, a no ser que cuando aparezca diga que siente vértigo en la cola xD. No sé qué decirte con respeto a la maduración sexual de Ai. Supongo que diferentes requieren diferentes tiempos para madurar y desarrollarse, lo cual resulta bastante coherente con el mundo real, además que tenemos el tema de la evolución de los pokemon. Aparemiento con un Kirlia, si bien estaría un tanto extraño, es mejor que con un Ralts (el FBI está frente a mi puerta).
Caminando con el peligro
Mientras ocurría lo de Ai conociendo a su padre, Sori estaba con Marco, y ambos estaban entrenando bastante para no volver a perder de aquella manera tan escandalosa con Flannery. A fin de evitar ser encontrada por su padre o algún empleado de éste, la chica había estado todo el tiempo dentro del bosque, durmiendo dentro de su tienda y bajo el refugio del follaje de los árboles más altos, y buscando su propia comida entre los árboles y arbustos cercanos. Marco no era buscado, por lo que él sí se dirigía tranquilamente a la ciudad para comprar alimentos que pudiese preparar al aire libre, y aunque tenía la opción de dormir en el centro pokemon con comodidad, él había optado por estar también en el bosque, contando estrellas cuando le tomaba más de lo esperado dejarse envolver por la influencia de Cresselia.
─ ¡Adelante, Nelly! ¡Usa tu mejor Golpe Roca!
─ Rueda Fuego, Marisa.
La Riolu y la Rapidash se acercan a toda velocidad y cruzan sus ataques. Nelly es quien termina saliendo más golpeada y rueda por el suelo unos cuantos metros hasta detenerse justo a los pies de Sori, mientras que Marisa sólo retrocede unos cuantos pasos, tratando de no trastabillar en el proceso.
─ Y la ganadora indiscutible de este combate es la bellísima Marisa ─ Dan, el Dodrio, se notaba bastante contento con el resultado ─. Con esa ya van tres victorias seguidas contra esa pequeña Riolu.
─ Mi fuerza y experiencia en combate no me puede dar menor mérito, cariño ─ Marisa se acerca a Dan, y ambos frotan mutuamente sus cabezas (haciendo inclusión de las tres cabezas de Dan) ─. Ahora necesito un descanso. Llevo un buen rato entrenando sin parar.
─ Tú tranquila, querida. De todos modos no creo que el jefe tenga más entrenamientos para ti.
En cuanto a Nelly, Sori la carga y la deja sobre una roca plana cercana, a fin de que descansara un poco al lado de Mariano, que ya había estado sometido a un intenso entrenamiento antes que la Riolu, y un poco más allá, tendidas en el suelo y tomando el sol, estaban Sheena y Wendy.
─ Ya heno2s aquí dos moridos ─ dice Mariano de manera dramática.
─ Más morido estás tú ─ le responde Nelly.
─ Qué desastre. Ya todos mis pokemon están agotados. No tengo nada más por hacer ─ Sori bufa con fastidio ─. Necesito un sexto pokemon, y lo necesito con urgencia.
─ Pues estás con una gran oportunidad para ello. Estamos en pleno bosque, por lo que hay bastantes pokemon a elegir ─ le dice Marco mientras estaba abriendo una botella de agua ─. Con suerte encontrarás alguno que congenie contigo rápidamente. Siempre hay pokemon así.
─ Supongo. Al menos dar una vuelta cerca de aquí no me hará ningún daño ─ Sori se estira un poco y luego mira a sus pokemon ─. Regreso en un rato. A ver si traigo un compañero nuevo.
─ Que no sea más fuerte que yo. Ese puesto debe ser mío ─ dice Wendy con tono somnoliento.
─ Imposible. La legendaria aquí soy yo ─ replica Nelly con presunción.
Sori se limita a alzar una ceja antes de irse a dar la vuelta que había dicho. En vista de que no había nada que hacer, y encima que Ai no estaba para entretener el ambiente con sus cosas de trapo, pues la chica estaba bastante aburrida. Quería encontrar un nuevo pokemon, a fin de completar su equipo, pero no se hacía una idea de cuál podría ser.
Antes prácticamente salivaba ante la idea de hacerse con un pokemon siniestro, pero entre lo alegre que le había puesto el verse a sí misma como una, junto con lo rápido que Ai había ganado espacio en su mente, pues ya no sabía qué sería lo mejor para así tener un equipo pokemon completo ¿Fuerte? Siempre es bienvenido un pokemon fuerte, pero igual Sori ya no lo sentía como prioritario ¿Bonito? Antes no le importaba mucho, y ahora mucho menos, si su mayor fijación solía estar relacionada con la tabla de tipos, no con el aspecto. Y de todas maneras, no tenía ninguna expectativa de conseguir a ningún pokemon que se viera mejor que su Kirlia.
─ Trapo tonto. Por tu culpa ahora no quiero tener a nadie que sea mejor que tú…
Sori infla los cachetes con enojo y patea una piedrecilla que había en su camino. No estaba prestando mucha atención al sendero. Sólo sabía que habían muchos árboles por todos lados y ya. Podría haberse alejado más de lo previsto y ni cuenta se daría. Sólo tenía cabeza para Ai y la preocupación de conseguir pronto a su sexto pokemon. No se da cuenta de que había un pokemon siguiéndola hasta que dicha criatura la alcanza. Sori siente de pronto que unas garras estaban sobre su tráquea, y una segunda pata estaba apoyada sobre la zona media de su espalda.
─ Celular y cartera, mi loca.
En ese momento Sori sintió el verdadero terror. Un feo escalofrío la recorre completamente al saberse atrapada por su asaltante, que tal parecía que era un pokemon. En ese momento no sabía qué hacer.
Con Marco
El chico se ofrece para hacer la comida para todo el grupo, algo que agradecieron tanto sus propios pokemon como los de Sori. La leña ya había sido recogida desde el día anterior, con el objetivo de no desvivirse demasiado buscando leña a cada rato, por lo que basta con que Marisa acerque un poco su cola al montón de ramas para así encender la fogata.
─ ¿Tú sabes cocinar? ─ dice Nelly acercándose al chico.
─ Obvio que sí. No es mi primera aventura, y antes siempre viajaba solo, por lo que me hubiese muerto de hambre si no supiera cocinar ─ responde con una sonrisa amable.
─ Pero igual hay bastantes bayas en los árboles. Sólo hay que recoger las que están maduras y se adecúen más a tus gustos para que así puedas estar bien alimentado.
─ Las bayas son grandiosas, no lo voy a negar, pero a veces hace falta algo más, pequeña. No todos los pokemon pueden vivir con una dieta exclusivamente frugívora, y los pokemon nos incluímos en ese montón ─ Marco mira a la Riolu por un momento ─. Los pokemon carnívoros por ejemplo no pueden sobrevivir únicamente con las bayas. De vez en cuando necesitan su ración de carne. Por poner un ejemplo, a Tíndalo y a Teodora les doy de comer carne de Ducklett una o dos veces por semana ─ Nelly asiente con curiosidad, y Marco regresa su atención a lo que estaba haciendo. También hay alimentos especializados, pero eso sí que se me escapa, y para conseguirla hay que comprarlos.
─ Ya veo. La maestra guarda consigo algunas tiras de carne seca que había comprado hace poco, y unas cuantas veces nos dio de comer a Wendy, a Mariano y a mí.
─ Incluso ella sabe que no todo se resuelve con bayas, al menos para varios pokemon. Su Kirlia creo que sí, pues de todas maneras he visto que las come como si no hubiese un mañana.
Nelly se ríe, y luego regresa con el resto del grupo que todavía estaba descansando. Marco entonces podía estar en total silencio mientras seguía cocinando, cuando entonces ve que su Houndoom se pone a olisquear en el aire y empieza a gruñir.
─ ¿Hueles peligro, Tíndalo? ─ el pokemon asiente endureciendo su gesto, y Marco estaba empezando a preocuparse ─ Si incluso tú te pones así, significa que algo malo está pasando ¿Dónde está Sori?
─ Todavía está dando una vuelta por ahí. No la he visto asomarse ─ le responde Dan acercándose rápidamente.
─ Grr. Esto es malo, muy malo. Dan avisa a los demás de lo que está pasando. Estarás a cargo mientras Tíndalo y yo revisamos los alrededores.
─ Como ordenes, jefazo.
Marco se va entonces con Tíndalo a ver qué estaba pasando. Esperaba que no fuera nada difícil de lidiar, o que su Houndoom estuviera exagerando en su detección del peligro.
Mas adelante
─ ¡Sori! ¿Dónde estás? ¡Responde, carajo!
Marco se estaba angustiando a medida que estaba avanzando por una zona que estaba cada vez más densa. Los árboles parecían que se estaban juntando mientras más caminaban, pero Tíndalo le decía que ese era el camino que tenían que seguir, por lo que el chico no se podía dar el lujo de dudar. A fin de cuentas, era su mejor pokemon.
El sol ya casi no lograba proyectar su luz en el área donde Marco estaba. A este paso Marco estaría lamentándose de no haberse traído una MO Flash para así iluminar el camino. Sus propios pasos estaban angustiándolo, especialmente si alcanzaba a romper alguna rama, o cuando las hojas caídas crujían bajo sus pies.
─ ¿Falta mucho para que lleguemos, Tíndalo?
El Houndoom asiente y muestra ferozmente sus colmillos al frente. Debía ser una señal de que el peligro, sea cual sea, estaba bastante cerca. Marco estaba listo para dar la primera orden de ataque.
Basta con caminar un poco más, y entonces encuentra a Sori. Estaba tirada a mitad de un claro que había, justo en una pequeña a´rea descubierta, y estaba atada de manos y pies. Marco y Tíndalo corren hacia ella.
─ ¿Qué fue lo que pasó, Sori? ¿Estás bien?
─ No, no lo estoy ─ Sori permite que Marco la desatara, y luego se frota las muñecas ─. Ahora vengo a saber que este sitio es peligroso. Hay pokemon hostiles que están robando a entrenadores que pasen cerca de aquí.
─ ¿Pokemon? ¿Fueron pokemon los que te hicieron esto?
─ Los demás no están a salvo. Es posible que los hayan descubierto, y si es así intentarán llevárselos.
Marco se aterra. Si Sori, con su actitud altiva y presumida, mostraba ese grado de temor, significaba entonces que la amenaza que la había llevado hasta allí debía representar un gran peligro. Marco mira hacia atrás, preocupado por lo que le pudiese pasar a los pokemon.
Con los pokemon de Marco y Sori
─ Aficionados ¿Realmente creen que eso es tomar el sol? ─ Teodora mira con burla a Wendy y Sheena, las cuales alzan la mirada para verla.
─ Nosotras tomamos el sol a nuestra manera ─ replica la Dratini enojada.
─ Bah, Ustedes niñas tienen muchísimo por aprender ─ la Feraligatr se tiende en el suelo y se pone a tomar el sol, dejando su boca ligeramente abierta ─. Oh, sí. Puedo quedarme así por horas y horas.
─ Sol sentirse muy bien. A Sheena agradarle mucho ─ la Ivysaur se acuesta sobre su costado para que el sol le diera sobre la panza ─. Me encanta tomar sol.
Mariano, Nelly, Dan y Marisa estaban viendo aquello, y entonces se sobresaltan cuando aparece Amadís con un tablero. Los cuatro pokemon se sobresaltan cuando el tablero cae justo entre ellos, aunque Amadís parecía que no había hecho nada.
─ Muy bien, mis leales compañeros de armas, os conmino a que acompañéis en este divertidísimo juego que mi noble señor me ha enseñado. Si no mal recuerdo él lo llamaba Pokepoly. Si alguno de vosotros se anima, os puedo asegurar que no se arrepentirá. Es muy entretenido.
─ ¿Él de verdad habla así? ─ Mariano frunce el ceño y se queda mirando raro al Sirfetch'd.
─ Ha estado leyendo novelas de Excavaliers andantes sobre leales Zebstrikas desde que era un pequeño Fanfetch'd de Galar, y he ahí el resultado ─ le responde Dan tranquilamente.
─ ¿Y bien? ¿Os apuntáis o quedáis marcados para la posteridad como los reyes del reino de los cobardes? Me apena profundamente en mi alma que ustedes huyan de un reto que ni siquiera representa un riesgo tan gran calibre como sí llegaría a serlo un sin igual combate entre espadas o falanges de guerra.
─ ¿Falange? ¿Eso no es un hueso? ─ Nelly se rasca la cabeza.
─ Una falange es una lanza de dos metros cuya punta está hecha de bronce ─ le aclara Marisa.
─ Muy bien, yo me apunto. Todo sea para que dejes de hablar así ─ acepta Mariano bastante molesto a la vez que inspirado ─. A ver, ¿en qué consiste este juego?
─ No es muy difícil, noble don ─ Amadís empieza a señalar el tablero para aclarar sus indicaciones ─. Todo lo que tenemos que hacer es lanzar los dados y avanzar en el sentido de las agujas del reloj a lo largo de esta ruta. En eso nos ponemos a comprar feudos y y casas de comarcas, nos prevenimos de caer en las mazmorras y procuramos acrecentar nuestro erario a través de impuestos, y al final gana el que no pierde.
─ Creo que entendí algo, no sé, pero igual empecemos. A lo mejor así sí aprendo.
─ ¡Kate, ven aquí, que aquí hay duelo a muerte! ─ se pone a llamar Dan muy animado, y la Haxorus llega corriendo entusiasmada.
El juego estaba por dar inicio, cuando se escucha con claridad el movimiento de varios arbustos cercanos. Normalmente eso no sería un problema, pues el viento suele hacer eso cuando alcanza el suelo, pero el movimiento parecía bastante exagerado, además que ninguno de los pokemon presentes sentía que soplara el viento. Debía tratarse de algún pokemon salvaje, así que todos se ponen en guardia. De entre las sombras sale entonces el enemigo que estaban esperando, aunque lo que no esperaban era su especie.
─ ¿Un Furret? ─ dice Dan extrañado.
─ El dinero o la vida, perras ─ el Furret se para sobre sus patas traseras y muestra las garras de sus patas delanteras.
─ ¿Crees que puedes intimidarnos, cosa larga? ─ Wendy se endereza y pretende mostrarse amenazante ─ Ahora verás a quién estás amenazando.
─ Uy, sígueme asustando ─ se burla el Furret.
─ Esto se está poniendo feo ─ opina la Feraligatr.
─ Ahora vas a ver ─ a Wendy empieza a rodearla un aura llena de rabia ─. Vamos a ver si puedes resistir esto. Soy un dragón, y me desayuno cosas más grandes que tú ¿Qué crees que puedas hacer que yo no?
─ ¡No preguntes eso, idiota! ─ le advierte Mariano demasiado tarde.
─ Yo puedo ca-mi-nar ─ se mofa el Furret con una sonrisita burlona.
─ Ahora sí me has hecho enfurecer ─ Wendy se lanza al ataque, y el Furret hace lo mismo.
Dan y Marisa advierten a Wendy que no se lanzara a lo bruto, pero la Dratini ya no los estaba escuchando. Craso error de su parte, pues su oponente sonríe confiado y usa Fuerza para golpearla y dejarla en el suelo rápidamente. Los demás pokemon habían quedado perplejos al notar la fuerza que tenía su agresor.
─ ¿Quién sigue? ¿Nadie?
─ Nosotros no nos dejaremos derrotar tan fácilmente, pinche furro ─ Marisa esta vez se pone al frente y usa Lanzallamas contra Furret, pero este consigue anular el daño usando Hidropulso ─ ¿Qué?
─ Muy ruda, ¿eh? Vamos a ver si estás a la altura de esto ─ Furret de pronto empieza a chillar, y de los arbustos salen otros de su misma especie, entre veinte y treinta de ellos, asustando mucho a los pokemon de Marco y Sori ─. Que empiece la diversión ¡Hidropulso a discreción!
Todos los Furret usan el movimiento de tipo agua apuntando a la Rapidash y dejándola completamente noqueada antes de que fuera capaz de defenderse. Tal vez uno solo hubiera dolido, pero al menos era soportable, pero tantos Hidropulsos simultáneos había resultado ser demasiado para siquiera levantarse después de recibirlos de lleno.
─ ¡MARISAAA! ─ Dan se horroriza al ver a su novia tirada en suelo y va corriendo con ella ─ ¿Qué te pasa? ¿Qué sientes?
─ Estoy completamente mojada, pero no como seguramente te hubiese gustado ─ responde débilmente la Rapidash antes de desmayarse.
─ Ahora sí, dennos todo o nos veremos obligados a ponernos malos ─ los Furret estaban preparados para usar Hidropulso de nuevo, cuando el Sirfetch'd les planta cara.
─ ¿Creéis que lo que estáis haciendo es gracioso? ¡Bestias insolentes! ¡Viles engendros aberrantes de los errores mismos de la naturaleza! Ahora probaréis de primera mano el frío y letal filo de mi espada. Que el infierno se apiade de vuestros patéticos espíritus, porque en la tierra no contaréis nunca más con tal divina gracia.
Los Furret se detienen y se miran extrañados. Les parecía que ese pokemon que los encaraba hablaba muy raro, cosa que los deja indefensos ante los ataques del Sirfetch'd que ataca sin piedad alguna.
El Dodrio se levanta y, llevado por la ira de ver a su novia lastimada, se lanza también al ataque, mandando a volar a algunos Furret que no lograron reaccionar. Algunos de esos pokemon salvajes emprenden la huida, pero ni Dan y Amadís estaban dispuestos a bajar el ritmo de sus ataques. Mientras tanto Kate se queda atrás para cuidar de los pokemon de Sori. Algunos Furret se habían colado y pretendían atacarlos, pero la Haxorus conseguía responderles con fuerza y los derrotaba sin tantos problemas. Sólo una vez pasa que un Furret se le escapa, y entre Mariano y Sheena lo atacan para mantenerlo a raya.
El primero de los Furret es al final el último en quedar en pie, contemplando furioso cómo el resto de su manada había huido o yacía inconsciente en el suelo.
─ ¡Con que esas tenemos! ¡Muy bien, ahora los voy a hacer trocitos! ─ el Furret vuelve a sacar las garras y se prepara para el combate ─ ¡Tuvieron su chance para salvarse dándome todas sus pertenencias, pero no quisieron! ¡No me hago responsable por lo que voy a hacerles!
─ Sabandijas como vos no están a la altura de mi valor y mis virtudes en combate, vellaco ¡Por honor a lo bello y bueno de este mundo, mi justicia he de impartir a costa de vuestra vida!
─ Sí que habla raro ─ dice Nelly para sí misma.
Dan, Amadís y Furret se lanzan entonces a pelear. Pese a la desventaja numérica, Furret conseguía lidiar con sus dos contendientes, e incluso los obligaba a defenderse de sus ataques. El Sirfetch'd luchaba con todo lo que tenía, y Dan no se quedaba atrás, pero por más que lo intentaban, no conseguían reducir completamente a Furret.
─ Ese pinche furro parece invencible ¿Qué vamos a hacer? ─ dice Mariano temeroso.
─ Ya me encargo yo. Háganse a un lado todos ─ dice Nelly con determinación y avanza al sitio de combate.
La Haxorus pretendía detener a Nelly, pero esta empieza a correr. Los demás pokemon estaban preocupados por lo que pudiera pasarle a la pequeña Riolu. Todavía era inexperta y bastante ingenua, por lo que tenían todos la certeza de que podría salir muy mal parada si realmente se inmiscuía en la batalla.
─ Muy bien, deténganse ustedes tres ─ ordena Nelly, pero nadie la escucha ─ ¿Cómo se atreven a ignorar la autoridad de un pokemon legendario? Ahora verán las consecuencias de retarme ¡Golpe Roca!
─ ¡La van a matar! ─ Mariano se tapa los ojos.
Como si un milagro se tratara, Nelly logra meterse en el combate sin sufrir el más mínimo daño. Los golpes iban y venían, pasando muy cerca de ella y a gran velocidad, pero Nelly permanece intacta hasta alcanzar a golpear justo en medio de los ojos de Furret. Y lo curioso del detalle es que la propia Nelly había cerrado los ojos cuando había dado el salto, por lo que en todo ese tiempo no tuvo idea de lo que estaba haciendo.
─ ¡Mi cara! ¡Me duele la cara! ─ el Furret se lanza al suelo y empieza a retorcerse de dolor, intentando cubrir su cara en vano con las patas.
─ A mí nadie me ignora cuando doy una orden ─ dice Nelly con las patas delanteras sobre las caderas, y luego mira a Amadís y Dan, los cuales estaban asombrados ─ ¿Y qué hay de ustedes? ¿Me van a desobedecer cuando digo que se detengan?
Los dos pokemon niegan temerosos. Ver aquella muestra de buena suerte que había dado la Riolu los había dejado completamente perplejos. Los otros pokemon tampoco eran capaces de procesar lo que había pasado. Incluso Wendy, que fue capaz de ver lo ocurrido justo a tiempo, estaba algo intimidada.
─ Como que esa enana sí es legendaria ─ dice la Dratini para sí misma.
─ ¡Dan! ─ aparece Marco corriendo, y tras él estaba Tíndalo ─ ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y todos esos Furret?
─ Pretendieron agredirnos a fin de dar cumplimiento a sus más bajos e inmorales deseos, mi señor ─ le responde Amadís inclinándose ante su entrenador ─. Afortunadamente la justicia, siempre generosa y amable con los humanos y pokemon de bien, nos ha acompañado en esta sanguinaria batalla y nos ha concedido honrosa y hermosa victoria ante nuestros enemigos.
─ Eh, pues me alegra que estén bien ─ incluso Marco a veces no alcanzaba de comprender del todo lo que su pokemon decía.
Tíndalo se acerca al Furret líder. En un principio estaba tentado a atacarlo, pero veía que no estaba en capacidad de entablar combate, así que se conforma con bufar amenazante antes de dar la media vuelta y regresar con su entrenador.
─ ¡Ese es el pokemon que me había asaltado y dejado atada! ─ también aparece Sori, señalando enfadada al Furret que todavía se quejaba de dolor, y en eso le revisa el pelaje de la cola para quitarle una pulsera, sus medias, el dinero y unas cuantas bayas ─ ¿Quién fue el dejó a ese pokemon llorando?
─ Lo hice yo, maestra ─ responde Nelly tranquilamente, como si no hubiera pasado nada segundos atrás ─. Ese pokemon insolente no quiso detenerse cuando le ordené que lo hiciera, y por eso lo hice parar.
─ ¿De verdad tú lo detuviste? ─ Sori estaba anonadada.
─ Pues te conviene creerle, porque ella sí fue la que lo derrotó ─ le dice Dan, y Sori estaba todavía más sorprendida.
─ Es que los poderes de un pokemon legendario no deben ser jamás subestimados. Sin duda ese golpe que le di le habrá enseñado modales ─ dice Nelly bastante orgullosa de su propio logro.
Sori seguía con cara de póquer. Su pokemon más reciente había sido capaz de derrotar a un pokemon que no solo le hizo pasar un mal rato, sino que incluso había puesto en alerta a un Houndoom con personalidad de sabueso. Esa pokemon de verdad tenía un potencial que hasta entonces nadie había tomado del todo en serio, pero que ahora salía a flote e imponía respeto desde un primer momento. Bueno, al menos eso era lo que ella estaba pensando.
─ ¿Ahora qué hacemos con todos esos pinches furros? ─ Mariano señalaba a todos los pokemon que habían sido vencidos ─ No creo que sea buena idea dejarlos tirados en el suelo.
─ Creo que tendremos que movernos a otra zona ─ propone Sori ─. Esas cosas viven en grandes grupos, y sinceramente dudo que esos sean todos. Aunque un par de Sentret quedarán por ahí, esperando a saber noticias para luego querer vengarse.
─ Pues no hay de otra ─ Marco empieza a recoger sus cosas, al igual que lo hace Sori ─. Chicos, nos vamos de aquí.
Los pokemon estuvieron plenamente de acuerdo. No ganaban nada quedándose ahí, esperando a estar en problemas con una nueva horda de Furrets ladrones. Incluso los planes para hacer la comida tuvieron que posponerse por el bien de todos.
CONTINUARÁ...
Y aquí acaba este capítulo que debí subir ayer, pero que por razones que se me escaparon de las manos he tenido que posponerlo hasta ahora. En todo caso espero que les haya gustado este capítulo. Tal vez se hayan preguntado qué tal con el tema del sexto pokemon de Sori, y sho les digo que dentro de los siguientes dos capítulos ya voy finiquitando ese detalle, así que mientras tanto hagan sus apuestas xD.
Hasta otra y feliz Año Nuevo
