Saludos nuevamente. Es momento de este capítulo para finalizar la batalla contra Flannery, pero antes de eso ya saben:

Xtractor68: Francamente no me imagino a alguien viendo de buena manera a la NPC del Haunter, y el hecho de que los remakes repitan eso se me hace una broma de mal gusto (y más cuando le tenía más fe que a Leyendas Arceus). Y en cuanto a que el padre de Sori anda actuando de manera ilegal para acceder a ella, recuerda esto siempre: Si lo hace quien gobierna no es ilegal. Las leyes son inventos de los ricos para que ellos sean los únicos con derecho a robar, cosa que aplaudo mucho de la primera generación, retratando a Giovanni con el poder dentro de Kanto a la vez que es el cabecilla del principal grupo criminal de la región. Y en cuanto a qué pasará, tal vez aquí tengas un par de respuestas.

sanslash332: No creerías que iba a dejar del todo de lado que Sori fuera a tener un pokemon siniestro en su equipo, ¿verdad? ¡Pues no! Ciertamente Tony tuvo un debut bastante bueno, no perdiendo ante el primer movimiento que le hagan, aunque desgraciadamente hasta ahí llega su papel, por razones más que obvias. Ahora a ver qué te parece este combate.

Hora de la revancha II

─ Escúchame bien, Nelly ─ Sori no veía otra opción que confiar en su Riolu, pero necesitaba que tuviera algunas cosas en claro para ir al combate ─. Te mucho cuidado de lo que te vayan a hacer, y usa Golpe Roca tantas veces como puedas.

─ Derrotar a mis oponentes. Copiado, maestra ─ responde Nelly tranquilamente ─. Esto va a ser sencillo. Trataré que no se me pase la mano, no sea que los lastime sin querer.

─ ¡Quilava, Rueda Fuego contra esa Riolu! ¡Growlithe, usa tu Lanzallamas en el Sirfecht'd!

─ Sin mediar palabra, los pokemon de Flannery proceden a ejecutar sus ataques. Sori sentía que se le salía el alma al cuerpo cuando ve a Quilava rodando en dirección a Nelly mientras se rodeaba de fuego. Pero Nelly no parecía asustada en absoluto. Con su puño cerrado y empezando a brillar, la Riolu espera el momento adecuado para esquivar el golpe y luego dejarse caer sobre el lomo de su atacante y darle un buen Golpe Roca en el lomo, justo más arriba de la llama. Flannery se sorprende un poco al ver que la Riolu era tan ágil. Tal parecía que esa pokemon, pese a ser tan pequeña, tenía sus capacidades particulares. Aquel golpe no fue suficiente para debilitar a Quilava, pero sí fue notorio que sufrió un bajón en su capacidad defensiva, por lo que sí podría ser debilitado como recibiese otro golpe, incluso si no era del todo bien dado.

En cuanto a Growlithe, éste se había lanzado al ataque con Lanzallamas sobre Amadís, pero el pokemon pato campeador fue lo bastante ágil para evitar el daño. Marco le ordena que use Demolición, un ataque que sí da en el blanco. Growlithe retrocede bastante dañado, casi debilitado, pero estaba listo para recibir al menos una orden más para cumplir con Flannery.

─ ¡Muy bien hecho, Nelly! Tienes esa pelea a tiro.

─ Ya verás que confiar te traerá sin duda la victoria, maestra ─ Nelly seguía bastante confiada en su victoria.

─ Amadís, eso ha estado bien. Sigue así.

─ Confiad mi señor en que a mis rivales los voy a machacar con mi espada.

─ No podemos bajar los brazos todavía, chicos ─ Flannery pisa con fuerza, emocionada de ver cómo la batalla se le ponía algo más complicada ─. Quilava, prueva con Nitrocarga, y quiero que Growlithe use Mordisco.

─ No bajes la guardia, Nelly, y ya sabes qué hacer.

─ Amadís, usa nuevamente Demolición, que ya los tienes.

Nuevamente los pokemon de uno y otro bando iban a intercambiar ataques. Nelly se muestra bastante inteligente y se mueve con agilidad para derrapar y quedar a un costado de Quilava, desde donde le da un nuevo Golpe Roca sin que este fuera capaz de responder. Esta vez el daño es más grave, y el resultado era seguro: Quilava es debilitado sin poder hacerle daño a Nelly, mientras que Grolithe y Amadís sí intercambian daño, pues el pokemon de Nelly consigue morder una de las alas del Sirfecht'd, mientras que Amadís al menos pudo aprovechar la cercanía para golpear a Growlithe con fuerza, también logrando debilitarlo. El asalto había sido enteramente ganado por los retadores.

─ ¡Dos menos, faltan tres para la medalla! ─ Sori estaba conteniendo las ganas de saltar de la emoción.

─ Creo que todavía es muy temprano para celebrar así, niña ─ Flannery ya había guardado a sus pokemon debilitados y estaba por sacar a los siguientes ─. Todavía tengo la otra mitad de mi equipo, y mientras me quede un solo pokemon en pie ustedes no ganan. Ahora en lo que quedamos... ¡Salgan, Vulpix, Larvesta!

Tal y como esperaban Marco y Sori, los pokemon de Flannery que entraban en escena marcarían un cambio de escena, y especialmente lo hacía Vulpix al invocar el clima soleado. La pelea ahora iba a subir la temperatura.

─ Ahh, me me encanta recibir unos buenos rayos de sol cada vez que puedo ─ dice Vulpix bastante complacida con el clima que trajo.

─ Por mí está bien. No soy amigo del frío ─ responde Larvesta con cierto recelo.

─ Nelly, regresa por ahora ─ Sori cambia a su Riolu por Wendy, pues preveía una pelea bastante dura.

─ Es obvio que vas por lo seguro ─ dice Marco por lo bajo.

─ Nelly no es mala, pero tampoco será capaz de ganar en esta pelea, y definitivamente no quiero sacar de nuevo a Tony. Se le ve ilusionado y algo enérgico para haber sido recién sacado de la calle, pero igual no está entrenado y no tiene la fuerza suficiente para siquiera prepararle el terreno a Wendy ─ Sori respira hondo mientras se mantiene mirando a Wendy ─. De momento esta es mi mejor carta. Mi victoria depende de lo que haga con Wendy.

─ No dudo que así sea.

─ Larvesta, usa Rayo Solar. Vulpix, Juego Sucio.

─ Ya empezamos con este circo ─ la Vulpix bufa en voz baja y empieza con su trabajo.

Larvesta y Vulpiz estaban ya en movimiento, así que Amadís y Wendy buscar estar listos también para el combate. Amadís da inicio usando Puya Nociva para hacerle frente a Larvesta, y los ataques de ambos terminan chocando y generando una pequeña explosión que los envuelve en humo. En cuanto a Wendy y Vulpix, ambas se acercan mutuamente para atacarse. Ya Vulpix tenía listo su ataque, mientras que Wendy esperaba por su instrucción, aunque sabía que Sori estaba esperando por el momento idóneo para darle la orden.

─ ¡Dragoaliento!

Flannery abre un poco más los ojos. Debió anticipar que la primera orden de Sori no iba a ser Acua Cola, pero aun así era un poco sorpresivo. Bien podría ser que no confiaba tanto en el movimiento de tipo agua debido al clima, o sería porque ya había aprendido su lección sobre el problema que acarrearía depender de movimientos de tipo agua, roca y tierra en batalla contra sus pokemon. En cualquier caso estaba bien, pues eso hacía más interesante el combate.

Vulpix recibe de lleno el ataque de Wendy, mientras que esta recibe también el ataque de tipo siniestro. Ninguna de ambas recibe mucho daño de ello, lo cual daba a entender que la pelea podría llegar a ser larga si así iban las cosas.

Sori y Marco intercambian fugaces miradas. Entraban ahora en una etapa de la batalla en que se dedicarían a dividir todavía más la atención de Flannery. Si hacían eso, estaba claro que la líder de tipo fuego sólo podría tomar una decisión clara a la vez. Con sus pokemon separados no habría manera de llevar las riendas del combate como lo había hecho antes, aunque eso no significaba que dejaría de intentarlo.

─ Vulpix, usa Lanzallamas a quemarropa. Larvesta, usa Rayo Sola otra vez.

El clima seguía estando a favor de Flannery, todos allí estaban de acuerdo en ello, y estaba claro que acudiría a los movimientos más fuertes de sus pokemon si no alcanzaba a recurrir al trabajo en equipo. Tanto Vulpix como Larvesta lanzan sus ataques, aprovechando la cercanía con sus oponentes.

─ ¡Defiéndete, Amadís!

─ ¡Usa Rayo para bloquear, Wendy!

Al momento en que los pokemon de fuego lanzan sus ataques, los pokemon retadores reaccionan tan rápido como pueden. Amadís atraviesa su escudo para bloquear el ataque de tipo planta, y aunque el impulso del ataque le hace retroceder algo más de un metro, consigue minimizar el daño que el ataque podría haberle causado. Por otro lado, Wendy acata la orden de Sori y usa el ataque eléctrico para responder al Lanzallamas de Vulpix. La colisión de los ataques exige un esfuerzo grande de parte de Wendy, pero consigue dar la talla y mantiene el pulso ante Vulpix durante los eternos segundos que duró el choque de ataques. Pese a la fuerza con que terminó explotando dicho choque, ambas hembras se mantienen firmes en sus posiciones, no queriendo ceder terreno ante la otra.

─ ¡Onda Trueno, Wendy!

─ No te dejes alcanzar, Vulpix.

Tan pronto oye la orden Wendy crea una pequeña chispa que le lanza a Vulpix para generarle parálisis, pero la pokemon vulpina hace lo que puede para eludir ese perjuicio moviéndose con gran agilidad. Era bastante consciente de que el factor del clima se podría perder si ella no lograba mantenerse a pleno, por lo que salta de un lado a otro para esquivar los continuos chispazos. Pero eso no desalentaba en absoluto a la Dratini. Muy por el contrario, Wendy se decidía a usar más y más veces su movimiento, y finalmente consigue alcanzarla.

─ ¡Argh! Esta sensación es horrible ─ dice Vulpix para sí misma antes de voltear a mirar a su contrincante ─. Supongo que estará contenta por atinar a golpearme con ese movimiento de estado.

─ Supones bien. Con esta victoria puedo dar un paso más para lograr algo que quiero alcanzar ─ responde Wendy algo confiada.

─ ¿Y puedo saber a qué hace referencia?

─ ¡Ahora sí, usa Acua Cola!

─ Ahí voy ─ Wendy carga con agua su extremo y da su golpe en el costado de Vulpix, consiguiendo generarle un importante daño, pero no es suficiente para debilitarla.

─ Buen intento, pero Vulpix no es ninguna pokemon frágil para pensar que la vas a derrotar tan fácil ─ dice Flannery algo presionada, pues veía que la cosa estaba bastante en su contra ─. Vulpix, aguanta como puedas.

─ Puede estar segura de que eso haré ─ a Vulpix le temblaban un poco las piernas, pero conseguía mantenerse desafiante.

─ Tal parece que este combate todavía sigue ─ Sori respira hondo, y por un momento mira la otra mitad del combate.

Debido a que se estuvo haciendo cargo de Vulpix, Sori no había tomado demasiado en cuenta el combate de Amadís contra Larvesta. El pokemon de Marco se lanzaba una y otra vez al combate cuerpo a cuerpo contra el pokemon larva. Ambos se mantenían un pulso bastante importante, pero como sea no daban su brazo a torcer. Amadís usa una y otra vez su espada, intentando golpear a Larvesta, pero este no solo era bastante ágil para esquivar los ataques, sino que también tenía la iniciativa necesaria para emprender sus ataques en cuanto se veía con una oportunidad. La pelea no parecía hacerse más sencilla, por lo que Marco y Sori no bajan los brazos en ningún momento.

─ Definitivamente han sabido aprovechar el tiempo que les he dado para que fortalezcan a sus pokemon y pulan sus estrategias... excepto tú, que necesitas ordenar un poco el cómo sacar a tus pokemon ─ dice Flannery señalando con la mirada a Sori.

─ ¡Ya lo sé! ─ Sori infla los cachetes con enojo por lo que había dicho la líder.

─ De todos modos parece que este combate te permite sacar lo mejor del crecimiento que hayas podido experimentar, y ya por ahí me parece que está bien. Pero todavía debo mantener mi posición, y para eso debo mostrarles la fuerza de mis pokemon. Lavesta, Vulpix, ataquen juntos con un buen Lanzallamas.

─ Parece que Flannery no está dispuesta a comerse demasiado la cabeza ─ Marco sentía la presión creciendo ─ ¡Responde con Demolición, Amadís!

─ ¡Esquiva el ataque y usa Dragoaliento, Wendy!

El Sirfetch'd y la Dratini no se lo piensan mucho para realizar sus ataques. Se sabían fuertes para seguir dando pelea, pero también estaban conscientes de que no les convenía recibir un Lanzallamas de lleno, y menos con el clima implantado en el campo de batalla. Amadís se lanza a un costado y usa su lanza para golpear el costado de Larvesta antes de abalanzarse sobre éste y usar el movimiento designado por Marco. El daño es grande, aunque Larvesta consiguió aguantar para así seguir de pie un poco más. Y en cuanto a Wendy, pues ella se escabulle por lo bajo para esquivar el Lanzallamas de Vulpix y acercarse a su rostro para así lanzar su Dragoaliento con todas sus fuerzas. La parálisis de Vulpix no iba a dejarle esquivar ni reaccionar adecuadamente ante el ataque de Wendy, lo cual sentaba perfectamente para que la Dratini la derribe con ese golpe. Sori celebra de un tirón cuando Vulpix es envuelta por el ataque de tipo dragón. Pensaba que eso sería suficiente para vencerla, pero Vulpix todavía daba para un poco más.

─ ¿Están bien los dos?

─ Lo estoy ─ responde Larvesta secamente.

─ Esta chica es fuerte y tiene estilo ─ responde Vulpix intentando ponerse de pie, aunque le estaba costando.

─ ¡Listo! Los tenemos a tiro ─ Sori estaba segura de que el combate ya estaba listo ─. Wendy, remata con Rayo, pero no lo uses todo, que todavía nos espera el premio gordo.

─ Eso a mí no se me olvida ─ le dice Wendy confiada antes de usar su ataque.

─ Amadís, acaba con tu parte usando Puya Nociva ─ ordena Marco seriamente.

─ Raudo como el trueno, mi señor.

Flannery contempla en un pesado silencio que sus pokemon son rematados. Definitivamente este combate no tenía nada que ver con el ridículo baile que le había dado a esos mismos chicos pocos días atrás. Ahora era ella quien estaba contra las cuerdas, con un solo pokemon para hacerle frente a los cinco que todavía estaban en pie de parte de sus retadores. Al menos ya conocía la mano completa que guardaba Sori, mientras que Marco todavía se guardaba un pokemon. Daba igual. Si sus pokemon no estaban a la altura del reto que les esperaba, simplemente no iban a ganar la medalla. Guarda a sus pokemon y saca su última pokeball, lista para jugársela.

Mientras Flannery estaba metida en sus pensamientos, Wendy es envuelta en un intenso brillo que Sori había estado esperando. Gracias a la pokedex había encontrado que su Dratini aprendía más rápido Acua Cola si se quedaba así que si le permitía evolucionar en Dragonair, así que le había hecho contener su evolución como pudiera para que así pudiera aprender su ataque de tipo agua, además que le había sugerido que sería mucho mejor si evolucionaba justo en medio de la arena del gimnasio. Wendy había quedado convencida por ello y se apegó al libreto, y ahora, luego de ganar su respectivo combate, obtiene su evolución, haciéndose mucho más larga y ganando fuerzas renovadas.

─ ¿Qué se siente evolucionar en pleno combate, Wendy?

─ De maravilla. Me hace sentir mayores ganas de combate ─ le responde la dragona bastante eufórica ─. Ahora siento que puedo sacar más de mí y pelear con todo.

─ Debo felicitarlos. Son sin duda los retadores que menos intentos han necesitado para llegar a este punto con tantos pokemon disponibles ─ dice Flannery tranquilamente, cortando el ambiente de momento ─. Debería sentirme presionada, pero en lugar de eso me siento contenta, pues ahora sí que debo darlo todo.

─ No deberías agradecernos por todo eso. Si no representaras el reto que nos has dado, no nos habría hecho falta mejorar ─ dice Marco sonriente.

─ Supongo que sí. Los retos son parte del perfeccionamiento del entrenador y sus pokemon. Esa manera de reflexionar me encanta ─ Flannery parecía tomarse su tiempo antes de sacar a su último pokemon ─. Es así como he tenido que hacerlo en Hoenn, pues por mucho tiempo se me ha tomado con guasa debido a mi inexperiencia y porque en esa región es casi obligatorio el uso de pokemon de tipo agua. De verdad, si no les gusta el mar ni la playa, puede que esa región es de las que menos les apetecería visitar, pero si por el contrario les encanta, nada pierden intentando algún día pasarle la liga de la región.

─ Me lo pensaré, aunque de momento tengo mi objetivo aquí ─ responde Sori bastante seria ─. Ahora pongamos fin al combate. Saca a esa arma de destrucción masiva que tienes por pokemon.

─ Eres una exagerada llamándolo así, pero aquí lo tienen ─ Flannery lanza la pokeball al aire con todas sus fuerzas, y de esta sale el pokemon estrella del equipo ─. Hora de comértelos, Pío Pío.

El Torchic de Flannery cae ligero en el campo de batalla. El clima soleado, todavía presente, le confería un brillo bastante especial al pokemon, haciéndolo lucir épico y glorioso, pese a su pequeño tamaño y su rostro de aparente inocencia. Claro que ese aspecto no engañaría de nuevo a Sori y Marco. No habían olvidado la manera tan repentina y escandalosa en que habían perdido contra ese pokemon apenas este lanzó un golpe.

─ Pío.

─ ¡Ten mucho cuidado, Amadís! Esa cosa puede parecer dócil, pero es más feroz que un Zweilous ─ advierte Marco.

─ Santos guerreros. Entonces esa cosita tan menuda debe tener una fuerza oculta incomparable ─ Sirfetch'd se pone bastante serio, listo para entablar el nuevo combate.

─ Es bueno ver que se lo van a tomar en serio. Ahora veamos si eso es suficiente ─ Flannery empieza a calentarse los nudillos y sonríe ampliamente ─ ¡Pío Pío, Lanzallamas!

─ ¡Pío píoooooo! ─ el pokemon acumula una enorme cantidad de fuego en su pico y lo lanza con una violencia que se veía antinatural en él.

─ ¡Esquiva eso, Wendy!

El ataque de fuego no solo resulta inusitadamente fuerte y rápido, sino que encima abarca un amplio rango que hace que el ataque abarcara a sus dos contrincantes, cosa que no solo implicaba que el ataque los dañaría a ambos, sino que también era ineludible a efectos prácticos. No cabía duda que el clima soleado le hacía un enorme favor a un pokemon que de por sí ya venía exageradamente poderoso.

─ El primer golpe ya está dado.

Wendy y Amadís caen pesadamente en el suelo. Milagrosamente seguían con fuerzas, pero el Lanzallamas indudablemente había sido demasiado fuerte y los había dejado en jaque. Incluso el hecho de que Wendy evolucionara no significaba casi nada para ese Torchic que tenía una fuerza de otro mundo.

─ ¿Puedes levantarte, Wendy?

─ Sí. Esta vez soy más fuerte que antes, por lo que una flamita no será suficiente para derribarme ─ le responde Wendy en un alarde de orgullo, aunque se notaba lo mucho que le dolía todo el cuerpo.

─ ¿Todavía puedes pelear, Amadís?

─ Ya casi no, pero contad con que lo daré todo mientras el aliento siga siendo exhalado de mi ser ─ el Sirfetch'd usa su lanza para levantarse, cosa que hablaba bastante mal de su estado.

─ Hicieron un gran trabajo fortaleciéndolos. No todos los pokemon que se enfrentar a Pío Pío se levantan luego del primer golpe ─ Flannery se lleva las manos a las caderas ─. Pero créanme que no les conviene mantener una pelea larga con mi pequeño. Si realmente desean derrotarlo, tienen que hacerlo nada más empezar.

─ ¿A qué te refieres? ─ dice Marco confundido, pero entonces nota algo que pasa con el Torchic ─ Oh, creo que lo entendí.

El pokemon de Flannery empieza a moverse de manera hiperactiva y se desplaza a varios lugares con cada vez más rapidez. La habilidad de ese pokemon era Impulso, lo cual daba bastante credibilidad a lo que Flannery les estaba advirtiendo. Mientras más tarden en encontrar una manera de derrotar al pequeño pokemon, más veloz se haría este y sería por tanto más difícil de alcanzar con ataques que no fuesen ineludibles.

─ En todo caso tenemos que intentarlo ¡Wendy, usa Rayo! Hay que paralizar a Pío Pío.

─ ¡Me encanta esa idea!

─ ¡Amadís, usa Puya Nociva para debilitar a ese pokemon a como dé lugar! ─ ordena Marco, esperando que el ataque de su pokemon funcione como segunda opción, en caso que el ataque de Wendy no obtuviese el efecto deseado.

─ Esquívalos, pequeño.

─ ¡Pío! ─ Pío Pío se mueve hacia atrás a una velocidad vertiginosa y esquiva el ataque eléctrico, pero ve que Amadís se le acercaba con su lanza al frente.

─ ¡Ya lo tienes, Amadís!

─ Detección.

El Torchic, al escuchar la instrucción de Flannery consigue ver la trayectoria del ataque de Amadís para así esquivarlo sin ningún problema. Había conseguido esquivar dos ataques sin ningún problema, y Sori y Marco yacían aterrorizados ante la idea de que Flannery diera su siguiente orden.

Al fin y al cabo, la líder lo tenía todo a favor para hacerlo así.

─ Cuchillada, Pío Pío.

El Torchic reacciona en el acto, y con un ataque certero de sus garras lanza a Amadís con fuerza. Wendy no se salva, pues Pío Pío también se lanza a ella y le encaja también su ataque, derrotándola en el acto. Marco y Sori estaban pasmados. A pesar de lo mucho que se habían esforzado, Pío Pío seguía estando a un nivel completamente diferente.

─ ¿Qué se supone que tenemos que hacer para vencer a esa cosa? ─ Sori sentía que tenía un tic en el ojo.

─ Con ese nivel de poder tan enorme, deberían mandarnos a la liga directamente si conseguimos ganarle ─ dice Marco mientras guardaba a Amadís ─. Parece que tenemos que enfriar esto como sea ¡Teodora, usa Danza Lluvia!

Tan pronto como sale, la Feraligatr de Marco invoca la lluvia para así cambiar la situación del campo. Con el clima lluvioso presente, el Torchic vería mermada su capacidad de fuego, pero estaba claro que eso no lo era todo, por lo que no valía confiarse.

─ Me toca a mí ¡Sal ahora, Nelly! ─ Sori saca a su Riolu, la cual surge con elegancia y mirando al frente con altivez ─ Mucho cuidado, Nelly. Esa cosa que tienes enfrente se mueve demasiado rápido. Mide bien tus movimientos al momento de usar Golpe Roca.

─ ¿Rápido? Mientras más rápido sea, más fuerte sentirá mi golpe en cuanto lo reciba ─ Nelly se pone en posición de combate.

Sori estaba sudando frío. Esperaba que Marco hiciese su parte lo mejor posible, pues no estaba convencida de que Nelly por sí sola fuera capaz de derrotar al Torchic de Flannery, y si llegaba al extremo de tener que sacar a Tony no tendría más opción que sacar la bandera blanca. Estaba presionada a mas no poder, esperando que Nelly consiga aguantar lo que se le viene.

─ Usa Surf, Teodora.

─ Apegada al plan, Nelly.

Flannery en esta ocasión no da una orden, pues no la necesitaba. Su Torchic esquiva el ataque de Teodora de manera sorprendente. Marco y Sori contemplan el salto que da antes de caer sobre la Feraligatr y darle un potente golpe en la cabeza con Garra Umbría, dejando bastante tocada a Teodora. Nelly por su parte se sube también a Teodora y trata de golpear a Pío Pío, pero éste la esquiva sin ninguna complicación y vuelve al suelo. Nelly también se baja de un salto, y en todo momento mantenía su postura de combate.

─ Serás rápido, pero eso no va a detenerme ─ Nelly afila su mirada a su oponente, el cual simplemente ladea la mirada y se pone a mover las patas con mayores bríos ques antes ─. Ahora es cuando debo sacar la casta legendaria, así que prepárate.

─ Pío.

─ Cuchillada, Pío Pío.

Raudo como un rayo, el Torchic se lanza con las garras al frente, mientras que Nelly va con sus puños listos para golpear. Teodora también quiere participar usando nuevamente Surf, teniendo cuidado de no dañar a su aliada. Debido a su habilidad Impulso, Pío Pío se había vuelto demasiado rápido. Ya no lo tenía tan fácil para frenar y retroceder, pero se las arregla esquivando el ataque Surf saltando lo bastante alto para que ninguno de los ataques oponentes lo alcanzaran.

─ Ahora, Pío Pío.

Era el momento adecuado, así que el Torchic usa Cuchillada sobre Teodora, dejándola bastante dañada, aunque no completamente derrotada. Nelly sigue insistiendo en golpear a Pío Pío, pero ninguno de sus intentos resultaba. Ese pollito era demasiado rápido, y sólo se haría más rápido conforme pasaba el tiempo.

─ ¡No decaigas, Nelly!

─ Esa Riolu es perseverante. Ese es el espíritu ─ Flannery casi se ríe por lo mucho que le divertía ver la actitud de Nelly ─. Pío Pío, tal vez haga falta darle a esa pequeña el reconocimiento que se merece ¡Garra Umbría!

─ ¡Retrocede ahora, Nelly! ¡Esa cosa va a desbaratarte con un toque! ─ pese a la advertencia de Sori, Nelly se mantiene firme.

Ambos pokemon se acercan velozmente. Nelly iba con todo para al menos estampar un Golpe Roca, mientras que Pío Pío da un potente salto para lanzarse con las garras al frente. Parecía que todo estaba ya decidido, pero Nelly se resbala y rueda por el suelo. Afortunadamente para ella, ese accidente hace que Pío Pío no lograra alcanzarla con sus garras y siguiera de largo en el aire.

─ ¡Pío Píooooooooooooooo!

─ ¡Nooooooo! ─ Flannery se lleva ambas manos a la cara.

A causa del salto tan potente que había dado, Pío Pío sigue avanzando como una bala hasta estamparse contra la pared del gimnasio. Tan fuerte había sido dicho salto que Sori y Marco habían tenido que protegerse por un momento del polvo levantado. Pero la cosa es que el Torchic se lleva un potente golpe de parte de su propio salto, y termina cayendo al suelo, inconsciente.

─ ¿Qué? ─ Marco tenía la mirada perdida por la sorpresa.

─ ¿Nelly ganó la pelea? ─ Sori estaba blanca como un papel y tenía la boca completamente abierta.

─ ¿Qué? ¿Yo gané? Pero si no conseguí darle ─ Nelly se levanta y mira a su entrenadora con duda y confusión.

─ ¡Eso da igual, Nelly! ¡Hemos ganado! ─ Sori se acerca a su pokemon y la alza en el aire ─ Al final sí harás que nos creamos que eres legendaria.

─ ¿Cómo es eso que les haré creer? ¡Yo soy legendaria! ─ responde Nelly todavía alzada por Sori.

─ Primera vez que veo que un combate termina de esa manera. Felicidades a ambos, chicos ─ Flannery se dirige a su pokemon y lo recoge como si fuera un bebé dormido ─. Se han ganado sus medallas, tal y como acordamos. Chica ─ mira precisamente a Sori ─, espero que sigas mejorando, y que tengas más cuidado eligiendo a tus pokemon ─ la chica se ruboriza e infla los cachetes ─, y seguramente pondrás muy en alto el nombre de los entrenadores de esta región. Ahora es que hace falta que alguien lo haga.

─ Así va a ser, no lo dudes ─ dice Sori todavía con Nelly en sus brazos ─. Pero sería aburrido si tengo que hacerlo sola, y por eso hay algo que quiero hacer, y quisiera pedirle ayuda.

─ ¿Ah, sí? ¿Y qué tipo de ayuda necesitas?

─ Vamos a demostrarle a mi papá lo que somos capaces de hacer los entrenadores cuando nos hacen las cosas que él hace con todos por estar detrás de mí.

─ Ya sabía que terminarías diciendo eso, Sori ─ dice Marco sonriendo ligeramente.

CONTINUARÁ...


Les dije que aquí terminaba la batalla, aparte que en el próximo capítulo rodamos nuevamente el escenario. Lo que se viene va a estar encantador, eso fijo, así que si quieren leerlo ya saben, pórtense bien, y si van a portarse mal hagan el favor de invitar.

Hasta otra