Hola nuevamente, chaviza. Ahora ando un poco vago, pero igual les doy este capítulo, pero antes:
sandslash332: Con el resultado de la pelea en el gimnasio creo que ya te haces una idea de quién va a tener los guionazos de su parte... Sí, Nelly es una legendaria de los giros locos de guion, por lo que no te preocupes, que alguna otra vez volverá a pasar xD. Y está excelente que sepas quién es el security legendario, pues significa que ya sabes a qué se atiene Ai en su combate en este capítulo que vas a leer en breve.
Xtractor68: Yo también dependo mucho del wifi, así que te entiendo xD. Ya vas a ver lo peligroso que se va a poner John Salchichón en este capítulo, y tranquilo con Jhonny, que su momento no llega todavía para que comentes F por él. Aqui voy relatando de lleno la pelea con John, así que si vas a tener alguna expectativa que sea por este tema por lo pronto.
Una pequeña guerra
Sea quien sea el tal John, estaba claro que era alguien amenazante, por lo que Ai tenía que hacerle frente y proteger a los pokemon pequeños. Era su deber, y tenía que cumplir cueste lo que cueste.
─ Quédense atrás. Esto es muy peligroso...
─ ¿Crees que puedas derrotarlo? ─ lo cuestiona el pequeño Murkrow bastante asustado.
─ Ni idea, pero igual no los voy a dejar para que nadie les haga daño.
─ ¿De verdad piensas que no me dejarás llevarme lo que quiero? Tienes huevos para hacerme frente, o tal vez sea que no tienes idea de quién soy yo.
─ Yo creo que son las dos cosas ─ Ai empieza a ponerse nervioso, pues aquel sujeto realmente daba miedo, por lo que al Kirlia le estaba costando trabajo evitar que le temblaran las piernas ─. A ver, saque a su primer pokemon.
─ ¿Qué? ¿Consideras que necesito de un pokemon para aplastar a una niñita como tú? Tampoco creas que tienes tanta suerte, enana.
─ Yo soy niño, no niña.
─ Eso a mí me importa una mierda. Con tal de que los clientes paguen a ninguno de nosotros nos importa nada más. Si los clientes no van por un hoyo que vayan por otro, que coger es coger.
Ai no quería que aquel sujeto siguiera diciendo esas cosas horribles delante de los pokemon a su cargo, así que empieza a atacar usando Bola Sombra. El mentado John ni siquiera se mueve de su lugar y recibe el ataque de lleno. Se genera una explosión que cubre el sitio de humo, y los pokemon pequeños parecían entusiasmados ante la idea de que Ai consiguiera derribar a aquel sujeto. El propio Ai se sentía optimista, pero eso cambia radicalmente cuando el humo se disipa y aparece John de pie, de brazos cruzados y con la misma cara de malo.
─ ¿Qué pasó? ¿Acaso no le dolió? ─ Ai tenía los ojos bastante abiertos por la sorpresa.
─ A mí me llaman el security legendario. Algo debería tener para que me llamen así, nenita.
Ahora Ai prueba a usar Rayo, y aunque el sujeto se estremece un poco al recibir ese ataque, aquello no alcanza para derribarlo. John segía manteniéndose firme, fuerte, imponente, y Ai sentía un tic en el ojo.
─ Ahora vas a ver, nenita. Te voy a dar una buena lección por meterte con mi zona.
─ ¿Qué zo...? ─ Murkrow le tapa la boca a Ai para que no termine la pregunta.
─ ¡No lo hagas! Sólo lo harás agitarse más.
─ ¿De verdad? ¿Y por qué?
─ Mi mami me dijo que ese hombre malo usa esa pregunta como una trampa para ponerse a atacar con más fuerza ─ responde una Azurill en lugar de Murkrow.
John empieza a correr hacia Ai, el cual se da cuenta de inmediato y prueba a lanzarle un par de Bolas Sombras, pero eso no le sirve para detenerlo, pues John se cubre con los brazos mientras sigue corriendo. Murkrow se asusta muchísimo y trata de llevarse volando a Ai, pero el Kirlia pesaba demasiado para poder llevarlo, de modo que Ai le apoya usando su poder psíquico para aligerarse y que Murkrow pudiera elevarlo unos cuantos metros, de modo que John no lo pueda alcanzar. Los demás pokemon se van corriendo, y Ai los apoya con más ataques dirigidos a John, con el claro fin de atraer su atención y permitir que los demás se pierdan de vista para así no ser alcanzados. Era una buena movida de entrada, pues John no dejaría de ser molestado si elegía seguir a los demás pokemon, pero tampoco podría alcanzar a Ai si se queda allí... o al menos esa era la impresión que daba.
─ ¿Crees que con eso estás seguro? No me conoces en lo más mínimo ─ John se agarra al árbol más cercano que había y empieza a treparlo, asustando a Ai y Murkrow.
─ ¡Nos va a atrapar! ─ el miedo en Murkrow era casi palpable mientras intentaba alejarse lo más rápido que podía, pero debido a que era todavía muy joven no iba muy rápido ─ ¿Qué podemos hacer?
─ Tú mantén el vuelo, Murkrow. Yo me hago cargo.
Ai usa Confusión con el humano para detenerlo, pero seguía sin lograr gran cosa. En alguno que otro ataque podía hacerlo trastabillar, pero de poco le servía si John no paraba un solo momento, aunque fuese para asegurarse de estar bien estabilizado entre las ramas del árbol al que había trepado. Una vez que ya estaba en posición, John empieza a saltar por las ramas de otros árboles para darle caza a Ai y Murkrow, haciéndolos entrar en pánico.
─ Les dije que no iban a detenerme simplemente tomando altura.
Murkrow mantiene la velocidad de su vuelo tanto como puede, pero incluso así no era gran cosa lo que estaba haciendo. Ai usa todo su repertorio de movimientos para repeler a John, pero todo parecía en vano. Ese sujeto parecía indetenible, todo lo aguantaba con una firmeza que daba miedo. Ai necesitaba encontrar alguna manera para quitárselo de encima, y por más que mirara a su alrededor mientras atacaba no encontraba nada que fuese de utilidad.
Era una suerte que John desviara su atención de los demás pokemon. Las cosa era únicamente entre el humano y Ai y Murkrow, muy a pesar de que a Ai le hubiese gustado no incluirle. Era una situación demasiado peligrosa, pero Ai no contaba por sí mismo con lo necesario para derrotarlo.
─ ¡Ya te tengo, nenita!
─ ¡Fuerza Lunar!
Faltaba apenas un par de centímetros para que John lograra atrapar a Ai, pero el pokemon, como si se diera una orden a sí mismo, lanza su movimiento de tipo hada usando todas sus fuerzas. La explosión hace que Murkrow y Ai saliesen impulsados para así alejarse del security legendario, mientras que este no pudo reaccionar a tiempo y recibió con la cara toda la potencia del ataque y se vio obligado a retroceder por primera vez. Ai había logrado salvarse por la mínima, aunque no todo era bueno, pues el impulso que les proporcionó la explosión hizo que Murkrow se estrellara contra un árbol. El resultado es que Murkrow termina perdiendo la consciencia debido al golpe recibido, y ambos se precipitan al suelo, aunque Ai logró atrapar a Murkrow y aliviar la caída usando sus poderes psíquicos.
─ Resiste, Murkrow. No me dejes solo ahora, por favor ─ Ai se desesperaba al ver así a Murkrow. Al no poder sentir su mente debido a su tipo siniestro, Ai no podía estar seguro de si el pequeño pokemon estaba bien o si había sufrido de un daño bastante importante.
─ Sí que te gusta complicar las cosas. Tenía tiempo que no me encontraba a un pokemon que me exigiese tanto para atraparlo ─ aparece nuevamente John bajando de un árbol cercano de un salto ─. Pero se acabó. Ya no tienes escapatoria, así que tú decides. Te llevo conmigo por las buenas o te rompo todos los huesos primero.
Ai no podía evitarlo. Nuevamente el miedo se apoderaba su cuerpo. Todo lo que había intentado para aturdir a esa bestia humana había sido en vano, y ahora no solo no tenía nada con lo cual condicionar la pelea, sino que encima debía cuidar a Murkrow como sea. Sentía que las cosas habian llegado hasta ahí para él. Le recordaba mucho el sentimiento de impotencia que lo invadía constantemente cuando estaba solo en la guardería. John empieza a acercarse con calma. Sabía que la pelea la tenía ganada, pues ya Ai había hecho todo lo que estaba a su alcance, y nada había tenido éxito.
Se lleva una mano al pecho, pues sentía que el corazón le latía con exagerada fuerza debido al miedo, y en eso siente la Piedraeterna que llevaba todavía en el cuello. Se había prometido que lo seguiría llevando hasta que se volviera a encontrar con Sori para que así ella la viese evolucionar. Ya ella se había perdido su transformación de Ralts a Kirlia, y a él le hacía muchísima ilusión que su otra evolución sí la pudiese ver. Pero tal parecía que eso no podía ser. Necesitaba evolucionar, por su propio bien y el de Murkrow.
─ Perdóneme, maestra.
Se quita la Piedraeterna y la deja al lado de Murkrow. Si conseguía evolucionar a mitad del combate sería bastante beneficioso para deshacerse de John y asegurar la salvedad de todos los pokemon que Mary y Jane habían dejado bajo su mando y protección. Era su única oportunidad para demostrar que estaba a la altura del deber que le había sido encomendado y salvarse a sí mismo y a Murkrow. Al humano no parece importarle en absoluto que se quitara la Piedraeterna.
─ ¿Qué se supone que debo entender con eso? ¿Acaso te rindes?
─ Rendirme no es una opción ─ responde Ai en voz baja, intentando controlar su respiración para dar la pelea de manera adecuada ─. No le dejaré ponerle un dedo encima a nadie. Lo prometí.
─ Sólo dices idioteces. Mejor te rompo los huesos antes de llevarte.
Ante los primeros pasos dados por John, Ai usa Rayo varias veces. Lanza un Rayo y otro con un ritmo acelerado, incluso frenético, al punto que termina por agotar sus energías, pero John se mantiene en pie. Claro estaba que se notaba algo dañado por todas las descargas que el Kirlia le había lanzado, pero incluso eso era insuficiente para hacerlo retroceder, aparte que tampoco consiguió paralizarlo. Ai, agotado por todas las descargas usadas en apenas unos pocos segundos, tenía serias dificultades para mantenerse en pie. Si estaba por evolucionar, sin duda ese era el momento más oportuno para ello.
─ Un poco más. Debo atacar al menos una vez más...
─ Fin del juego, nenita.
Ai se ve atrapado, pues John lo agarra del cuello y lo eleva hasta tenerlo a la altura de su rostro. Ai usa Bola Sombra para obligarlo a soltarlo, pero no consigue disuadirlo a que lo haga. Sin duda ese sujeto era duro como nadie, y ya Ai no tenía cómo responderle. John aprieta lentamente su agarre, haciendo que Ai empezara a chillar de dolor.
Parecía que Ai ya no podía hacer otra cosa que esperar a que John hiciese lo que quería con él, pero el sujeto recibe varios ataques de fuego en su espalda. No lo doblegan, pero sí llega a sentir el daño y se ve obligado a voltear para saber quién le había atacado. Varios de los pokemon pequeños habían unido sus fuerzas para atacar a John al mismo tiempo para salvar a Ai, y al menos de momento lo pudieron distraer para que no lo apretara más.
─ ¡Sigan atacando! ─ indica un Scorbunny, y todos los pokemon a su lado que supieran algún movimiento de fuego atacan juntos.
Los ataques no eran muy poderosos, y algunos apenas alcanzaban a John debido a la distancia que guardaban los pokemon por seguridad, pero igual lo obligan a protegerse con su mano libre. Ai, pese a que no le quedaban más fuerzas para apoyar con ataques, trata de poner de su parte intentando golpear la mano que lo tenía sujeto. Desafortunadamente para él, sus puños eran demasiado débiles para hacerle algún daño, y John ni siquiera daba muestras de sentir los golpes.
─ Estas criaturas sí que son molestas. Demasiado indulgente he sido recibiendo los ataques de este pokemon estúpido ─ dice para sí mismo John mientras dirige una mirada rabiosa a Ai ─. Hay movimientos pokemon que dejan a su objetivo débil, ¿no es así? Como no tengo pokemon para el combate, no es algo que yo conozca mucho, pero de todas maneras no voy a volver a caer en tus estúpidas trampas.
Ai vuelve a sentir que John lo estaba estrangulando. Ni siquiera el ataque de los otros pokemon parecía ser suficiente. Ai no veía de qué modo podrían quitarse de encima a ese sujeto, Ai simplemente se limita a forcejear mientras puede, aferrándose a la vida con las pocas fuerzas que le quedaban. Apretaba los dientes mientras usa sus deditos para intentar en vano quitar los enormes dedos de John.
John decide entonces arremeter contra los pokemon que lo estaban atacando, pero sin dejar en ningún momento a Ai. Ya había dado sus primeros pasos para atacar, pero el suelo bajo sus pies empieza a moverse de manera caótica, casi haciendo que se cayera al quedar repentinamente desestabilizado. Esa situación lo obliga a soltar a Ai para ocuparse de sí mismo, y el Kirlia rueda un rato por el suelo, según cómo el terreno se fuera moviendo.
─ ¿Qué mierda fue eso? ¿Qué acaban de hacer, pokemon estúpidos?
Del suelo empiezan a salir unos cuantos pokemon de tipo tierra. También ellos habían unido sus fuerzas para batir la tierra de aquella manera, y aunque no le causaron ningún daño a John, al menos sí fueron capaces de salvar a Ai.
─ G-gracias... ─ Ai se soba el cuello mientras se mantiene en el suelo, bastante débil.
─ Eres muy valiente. Te enfrentaste al hombre malo tú solo ─ dice una Sandile que suelta varias bayas enfrente de Ai.
─ Pero las jefas también nos han enseñado muchas, pero muuuuchas cosas ─ le dice un Trapinch que empieza a enterrarse de nuevo ─. Ellas dicen que somos muy fuertes, y que nosotros somos el nuevo ejército con el que ellas conquistarán la región.
─ ¡Al ataque! ─ indica un Hipopotas abriendo su boca tanto como puede antes de que los pokemon de tierra procuraran el ataque.
Con los pokemon de tierra por un lado y los pokemon de fuego por el otro, John se veía obligado a aguantar como puede los ataques que recibe. Ai veía ahí su oportunidad, por lo que se come las bayas que le había dado la Sandile. Eran varios tipos de bayas, de los cuales la mayoría venían bien para recuperar las energías perdidas rápidamente para así volver a luchar. Sería bastante vergonzoso que tenga que decir que los pokemon más pequeños lo protegieron a él cuando debería ser al revés. En todo caso era capaz de ver que los esfuerzos de las hermanas Hatterene por capacitarlos a todos habían resultado bastante efectivos. Era algo excelente. Ai tenía algo de tiempo para recuperar sus fuerzas.
─ ¡Ya me tienen harto! ─ John se hace a un lado velozmente para librarse del daño del fuego y se abalanza sobre los pokemon que lo habían estado quemando ─ ¡Ya tengo uno!
El Scorbunny que había dado la orden antes cae a manos de John, y aunque este intenta responder con golpes y usando fuego para dañarlo, no era mucho lo que podía hacerle. Los demás pokemon de fuego se aterran cuando ven al sujeto intentar capturarlos con su mano libre y se dispersan lo más rápido que pueden. Los pokemon de tierra siguen con sus arremetidas, pero John no les daba mayor importancia.
─ ¡Auxilio! ¡Este monstruo me ha atrapado!
─ Ningún auxilio te va a salvar, conejita. Todos ustedes pronto estarán trabajando como putas para mi grupo.
─ ¡Yo soy chico, idiota grosero!
─ Igual quedarás como una puta más, así que no me contradigas.
John estampa al Scorbunny contra un árbol, dejándolo inconsciente a causa del golpe que le deja varios rasguños en el rostro. Teniendo la primera presa asegurada, John ahora sí iba con toda la disposición para capturar al resto de los pokemon. Los pokemon de fuego procuraban mantenerse lejos de John para que no los agarran, al igual que todos los demás pokemon que no fuesen de tipo tierra. El pánico se había generalizado, y aunque la mayoría lanzaba sus ataques si sentían que lo tenían demasiado cerca, casi nada de lo que hacen le causa daño. Los ataques individuales de los pokemon no le hacían ningún efecto, y por ello la dispersión había resultado ser un error.
─ Nuestros ataques no le están haciendo nada. No se nos ocurre nada más ─ Sandile vuelve a emerger de la tierra, claramente frustrada de ver cómo resultaban sus intentos.
John rápidamente va ganando ventaja sobre los pokemon y captura unos cuantos. Ya iba a llevárselos para enjaularlos para acto seguido ir a buscar al resto, pero ve que Ai se atraviesa en su camino.
─ ¿Otra vez? Nunca antes había visto a una niña tan insistente. Realmente te estás ganando que te haga polvo los huesitos.
Todavía le dolía el cuerpo, pero Ai se sentía bien de fuerzas para volver a luchar. No iba a dejar que ese sujeto se saliera con la suya, así que usa Confusión para empezar. Si de todos modos iba a serle difícil dañarlo, al menos procurar que se confundiera vendría bien. John no ve venir el ataque y se ve aturdido por él, obligado a dejar a un lado a los pokemon que tenía en sus manos para así llevárselas a la cabeza.
─ ¿Qué hiciste, pokemon de mierda? ¿Por qué me duele más la cabeza que antes?
Ai sabía a qué se debía. Ya había usado varias veces Bola Sombra, haciendo que el sujeto se viese bastante vulnerable al daño de los ataques especiales. No lo había tomado en cuenta antes, pero hacerlo había abierto algunas posibilidades que, bien explotadas, perfectamente podían inclinar la balanza a su favor. Siendo así las cosas, no vendría mal usar Bola Sombra unas cuantas veces más para así asegurarse de dejarlo lo más frágil posible ante los movimientos especiales.
─ Vamos a enseñarte lo fuertes que somos todos ¡Por la tía Mary y la tía Jane!
─ ¡Por nuestras jefas! ─ dice Sandile animada.
Ai lanza entonces su Bola Sombras varias veces, y en todas golpea directamente a John. Esta vez ese sujeto no conseguía mantener el temple de la misma manera que antes, aunque se notaba que estaba lejos de caer. Los demás pokemon (en su mayoría los de tipo tierra) empiezan a atacar también. Todos aquellos que pudieran usar movimientos especiales lo hacían, aprovechando la ventaja que Ai les estaba ofreciendo. Pronto los demás pokemon que se habían dispersado regresan, animados de ver que nuevamente estaban conteniendo a John, y también atacan para generarle el mayor daño posible para que de ese modo se vaya.
─ ¡No se detengan! ¡Sigan atacando con lo que tengan! ─ ordena Ai usando ahora Fuerza Lunar, en vista de que se estaba cansando de usar Bola Sombra.
El bombardeo que estaba recibiendo John desde todas direcciones ya era demasiado hasta para él. Los pokemon no daban cuartel con sus ataques, y el propio John podía ver que la cosa había llegado a un punto en que ya no podía ganar. Los había subestimado por verlos pequeños, y ahora estaba arrinconado por completo. En vista de que esos pokemon no iban a dejarlo en paz y de que ya estaba cargando con el suficiente daño para no poder aguantar igual de bien los golpes, él decide escapar de ahí, y los pokemon siguen atacándolo mientras lo ven, claramente para asegurarse de que no se le vaya a ocurrir volver. Una vez que no se escuchaban los apresurados pasos de ese tipo, los pokemon se emocionaron de ver que habían logrado echarlo de ahí, todos juntos, uniendo sus fuerzas en pos de un objetivo común.
Ai también estaba contento, pero igual se estaba agotando de nuevo. Ir al frente y atacar en todo momento usando los movimientos más fuertes de todo el grupo le había generado un importante desgaste del que ahora necesitaba descansar, y para eso se acerca al pequeño Murkrow que apenas estaba mostrando señales de despertarse. Ai siente que su cuerpo empezaba a brillar, en cualquier momento iba a evolucionar, pero en vista de que ya no necesitaba enfrentarse al tal John, ya no esperaba evolucionar pronto. Consigue la Piedraeterna a tiempo y se la vuelve a poner, y el brillo en su cuerpo no avanza más, sino que se apaga completamente. A buena hora se le había ocurrido a su proceso de evolución dar tan siquiera un aviso.
─ ¿Y-y ese hombre malo? ─ Murkrow se endereza de manera torpe debido al miedo que mostraba.
─ Todo está bien. Él se fue ─ Ai se apoya en un tronco lleno de musgo, queriendo descansar justo ahí ─. Todos... lo han hecho bien. Tía Mary y tía Jane los han hecho fuertes, chicos.
Los demás pokemon se congregan alrededor de Ai, queriendo manifestarle cariño. Todos juntos habían ganado la pelea ante el invasor, y ahora Ai podía sentirse más tranquilo, sabiendo que los pokemon bajo su cuidado eran bastante confiables.
Con John
─ Esos pokemon estúpidos se las verán conmigo más tarde. De momento debo decirle a los demás... ─ el security legendario iba corriendo para pasar el aviso, cuando se detiene al ver el caos que se había desatado a lo largo de la caravana ─ ¿Qué ha pasado aquí?
─ John, la cosa se ha salido de control ─ se le acerca un esbirro que estaba claramente agotado y con algunos rasguños en los brazos ─. Unos pokemon han llegado y nos han atacado.
─ ¿Le han avisado al jefe?
─ El jefe ha sido superado también. Esos pokemon son demasiado fuertes para nosotros.
John da un nuevo vistazo al lugar. En efecto, incluso el líder de la caravana parecía que estaba desmayado, con todos sus pokemon (seis Tauros) derrotados alrededor de él. John aprieta los dientes con rabia, viendo que la cosa estaba saliendo mucho peor de lo que se había imaginado en un principio.
─ ¿Esos pokemon siguen aquí?
─ Sí, John. Están peleando con los nuestros que quedan.
─ Quería descansar un poco, pero ahora tengo que ayudar... Este no es nuestro día.
En eso tanto John como el esbirro notan que de la carpa principal empiezan a salir varios pokemon. Eran las esclavas sexuales que habían tenido retenidas durante el viaje, y todas se iban corriendo lo más rápido que podían. Estaba claro que alguien había abierto las rejas y estaba permitiendo que se escaparan, posiblemente sea uno de esos pokemon invasores que estaban causando problemas a lo largo de la caravana. Ahí John decidió qué es lo que iba a hacer.
No iba a dejar que unos cuantos pokemon echaran a perder el negocio, incluso si eso le llegase a consumir lo que le quede de fuerza.
─ No sé quién esta haciendo esto, pero ya le mostraré porqué en la escuela solían llamarme "pija gorda". Tú ─ mira al esbirro con cara enojada, asustándolo un poco ─. Es hora de que lo despiertes. Ya pasó la hora de su siesta.
─ ¿C-cómo? ¿Quieres que despierte a tu hijo ahora?
─ Sí. De vez en cuando es bueno darle algo de trabajo duro a mi muchacho, a Morcijhon.
CONTINUARÁ...
Una batalla apasionante se viene próximamente... Ok no, que no puedo hacer de cuentas que la pelea de John Salchichón contra Ai y los demás pokemon no pasó. De todos modos para el próximo capítulo el desmadre arrojará finalmente un resultado. Esperen con ansias lo que viene, que seguro ya saben que se reúne el poder de Toretto... digo la familia.
Hasta otra
