Con un retraso de dos días, pero tengan por asegurado de que voy a estar aquí con una jugosa actualización. Ahora los reviews:
Xtractor68: Siendo sincero, quiero que Sori vea a su Kirlia evolucionar, y es que hasta tengo una escena pensada especialmente para eso, tanto con un antes como con un después, ya verás. Y en cuanto al boss del arco de los proxenetas pokemon, pues hay una pequeña sorpresa que casi llega al último minuto. De verdad, es a último minuto.
Escapando con la última esclava
Las jaulas estaban siendo abiertas rápidamente. Jhonny no perdía el tiempo para liberar a todas las pokemon que se encontraban cautivas allí, y varias de esas pokemon salían lo más rápido que podían para no tener que vérselas con los custodios de la caravana. Lo cierto es que la mayoría de ellas no estaban completamente convencidas de que el Pikachu realmente fuera a garantizar su seguridad, tanto por su tamaño como por la actitud tan despreocupada que muestra desde el mismo momento en que llegó y dijo que las sacaría a todas. Simplemente tenían problemas para tomarlo enserio.
─ ¿Quién más falta para que salga? Espero que ninguna, porque mis socios ya casi acaban con su parte. Casi no escucho que se estén dando golpes afuera.
Las pokemon siguen saliendo a toda prisa, y algunas ni siquiera estaban prestando realmente atención al Pikachu. Una de las últimas ejemplares en intentar escapar es una Morpeko, la cual iba bastante lento y parecía estar algo débil. Jhonny la vio y le llamó la atención el estado en que se encontraba.
─ ¿Te ocurre algo, pequeña?
─ No te acerques a Carolina. Ella está de muy mal humor ─ le responde otra pokemon, la cual parecía estar escondida en una de las últimas jaulas que Jhonny había abierto.
─ Más que mal humor, lo que le noto es desgano ─ Jhonny se nota algo confundido.
─ Nuestros captores la fuerzan a pasar hambre a modo de castigo, y es que ella tiene la costumbre de morderle las partes a los clientes, sean humanos o pokemon.
─ ¿O sea que si me acerco más a ella me podría morder la garcha?
─ Sí, eso dije.
─ Pues gracias por la advertencia ─ Jhonny retrocede un par de pasos, y la Morpeko sigue avanzando sin hacerle caso ─. Creo que tú eres la única que hace falta para salir ¿Vienes o no?
─ Lo siento, pero no puedo escaparme con las demás... Yo también fui castigada, y por esa razón no estoy en capacidad de salir de aquí.
Eso desconcierta a Jhonny, así que se acerca a la jaula para saber qué pokemon era y qué le ocurre para que no pudiese salir como las demás esclavas. Al entrar en la jaula, Jhonny se encuentra justamente con la Gardevoir que Harry y las Hatterene habían estado buscando. Esa Gardevoir coincidía con todos los detalles: Naranja pálido y amarillo en lugar de verde y blanco, un cabello menos estilizado y más alborotado, como intentando simular llamas. No cabía duda para Jhonny, la había encontrado.
─ ¿Tú eres Gwen?
─ ¿Cómo sabes mi nombre?
─ Tengo un amigo llamado Harry. Fue con él que tuviste dos huevos que debiste dejar atrás, y él tuvo que dejarlos bajo el cuidado de una guardería mientras ha pasado todo este tiempo buscándote.
─ ¡Pero qué tontería! Ese Kirlia... o mejor dicho, ese Gallade tonto no debió perder su tiempo conmigo. Mejor debió hacerse cargo de los huevos, aunque fuese por su propia cuenta.
─ Digamos que lo flechaste completamente, y eso que desde siempre fue muy exigente con eso de buscarse una pareja. Es tan romántico detallista que nuestro antiguo entrenador y yo realmente lo creímos en algún momento que jugaba para el otro equipo.
─ Con su tendencia a adornarse el pelo con flores, no me extraña que les diera esa impresión ─ la Gardevoir se muestra recelosa. Pese a que Jhonny había demostrado fácilmente que estaba del lado de Harry, Gwen no lo conocía, y por lo tanto no podía confiar en él ─. De todos modos no quiero arriesgarme. Los hombres de esta caravana y sus pokemon son muy fuertes, y las represalias serán muy crueles si nos atrapan intentando escapar.
─ Yo pensé que los pokemon de tu especie eran capaces de detectar las emociones y pensamientos de otros seres a su alrededor. Deberías haberte dado cuenta de que mis amigos están limpiando el área, nena.
─ ¿De verdad? ─ Gwen se muestra sorprendida, pero todavía no se mueve de su lugar ─ ¿No estás intentando lucirte?
─ ¿Por qué no lo compruebas tú misma? Deberías hacerlo.
─ Realmente querría hacerlo, pero no puedo ─ Gwen se nota decaída, algo que encendía las alarmas para Jhonny ─. El jefe de este lugar hizo que suprimieran mis poderes psíquicos con unas cadenas especiales que me mantienen atada ─ Gwen muestra sus manos y pies, haciendo ver que estaba que, efectivamente, estaba encadenada a esa jaula ─. Cada vez que el mecanismo de estas cadenas detecta que uso mis poderes psíquicos, la consola a la que se conecta me envía una descarga eléctrica, y mientras más fuerte sea la energía psíquica liberada más fuerte se hace la descarga. Tampoco puedo intentar forzarlas, pues también me lanza una descarga. Este es mi castigo por tratar mal a unos clientes a los que escupí en nuestra última parada, y así piensan dejarme por varios días más.
─ Y de esos días, no vas a tener ni un minuto más. Ya busco esa cosa y la hago pedazos ─ Jhonny sigue las cadenas, las cuales estaban conectadas a unos cables que iban hasta el fondo de la carpa, y ahí es donde encuentra la consola a la que estaba atada la Gardevoir.
─ ¿Cómo pretendes destruir esa cosa? Esta reforzada de modo que no cualquiera pueda tan siquiera darñarlo.
─ Dañar cosas es algo que me da maravillosamente bien, belleza. Quédate ahí y espera a que yo te diga.
Jhonny se acerca a la consola, comprobando que esa cosa sí estaba cubierta con unas cuantas capas metálicas para así poder resistir ataques de pokemon ordinarios. En situaciones ordinarias eso sí que podría significar un problema bastante importante, pero Jhonny no es, ni por asomo, un pokemon ordinario. Más fuerte que la mayoría, con ideas de grandeza que nadie consigue quitarle de la cabeza, y de paso bastante experimentado en diversas situaciones, esa consola no iba a lograr frustrar el plan de liberar a todas las esclavas. Se acerca todavía más y le da un golpecito a la consola, comprobando que realmente tendría que imprimir algo de fuerza a su ataque para averiar a la consola. Pero no era un golpe lo que tenía pensado.
─ Por muy resistente que seas, los cables difícilmente pueden contar con ese mismo beneficio ─ Jhonny agarra los cables y los acerca a su rostro ─. Nena, si sientes un corrientazo procura avisar.
─ De acuerdo.
Ya estando todo decidido, Jhonny muerde los cables, y en ese momento recibe la descarga electrica de parte de la consola. Resulta ser una descarga bastante fuerte, incluso el propio Jhonny podría sentirse algo mal si lo recibiese de lleno, y para eso el Pikachu utiliza su propia electricidad para disminuir la descarga hasta que prácticamente no representara ninguna amenaza para él mientras sigue mordiendo.
─ Estoy esperando, señor Pikachu ¿Cuándo vas a empezar a desactivar esa consola? Estoy lista para avisar si los corrientazos duelen.
Jhonny no responde, y es que continúa con su asunto de estar mordiendo los cables hasta que consiga cortarlos. No era precisamente algo sencillo, pues los cables eran bastante gruesos y de buena calidad, pero igual bastó algo de paciencia para que Jhonny lograra el objetivo, y los chispazos eléctricos van escapándose como locos del extremo del cable que iba hacia la consola. Eso era indicativo de que podría dar lugar a un incendio, y Jhonny decide no perder un solo segundo.
─ ¡Ahora sí, usa tus poderes psíquicos y quítate esas cadenas!
─ ¿Qué?
─ Te estoy diciendo que ahora te puedes soltar. Apresúrate ya, que esta carpa pronto dejará de existir.
La Gardevoir no sabía cómo exactamente interpretar las palabras de Jhonny, pero decide hacerle caso y usar sus poderes para destruir las cadenas, pero no le resulta nada sencillo.
─ Esto me puede tomar tiempo, señor Pikachu. Los encargados de aquí, toda su vida han procurado que no pudiera dominar mi poder psíquico. Piensan que eso es algo muy peligroso.
─ Lógico. Después de tantos maltratos lo normal sería que te rebeles y los ataques mientras intentases escapar. Los esclavos son más fáciles de retener si los tienes débiles y los haces sentirse como tal. En ese caso déjame ayudarte ─ Jhonny regresa a la jaula y lanza su Cola Férrea contra las cadenas, destruyéndolas rápidamente ─. Ahí está. Rápido y sin daños, jeje.
Gwen se mira las manos, sin poder creerse que finalmente podía salir sin restricciones por algún motivo que no fuese complacer los deseos carnales de algún cliente. La sola idea de salir por su cuenta y sin cadenas ni algún otro tipo de restricción le daba cierta idea de libertad antes de siquiera levantarse de allí, así que no lo duda un solo segundo para seguir a Jhonny hasta la salida de la carpa, que en cuestión de segundos queda envuelta en llamas debido al cable expuesto estando en contacto con las lonas.
Con Harry, Mary y Jane
─ ¿Y bien? Si quieren más, pues aquí estamos, listos para repartir más golpes ─ Mary estaba sosteniendo por el cuello un Electivire que ya estaba derrotado ─. Me sorprende que estos bastardos fueran capaces de retenernos tanto tiempo con estos pokemon tan patéticos.
─ Eso sería porque no nos dejaban hacernos ni un poquito fuertes, hermana ─ Jane agarra a uno de los sujetos de la caravana y lo avienta contra un par de sus compañeros.
Harry por su parte ya había acabado con todos los que habían arremetido contra él, pero se negaba a estar tranquilo hasta reencontrarse finalmente con Gwen y asegurarse de que estuviese a salvo.
─ ¿Por qué Jhonny se está tardando tanto en vaciar esa carpa? Como no tengan a pokemon sobre el nivel 100 ahí dentro, pues no me lo explico.
─ En ese caso vamos. Yo también estoy impaciente por ver a nuestra hermana ─ dice Mary a nombre de ambas gemelas.
Los tres pokemon psíquicos se acercan entonces a la carpa, encontrándose con Jhonny saliendo junto con la Gardevoir que más especialmente estaban buscando. Mary y Jane se emocionan mucho al verla, y es que, al parecer de ellas, no había cambiado en lo más mínimo desde la última vez que la vieron. Sin pensarlo un solo segundo corren hacia ella, con una sonrisa de oreja a oreja adornando sus rostros.
─ ¡Hermana!
─ ¡Al fin estás libre!
─ ¿Hatterene número 1? ¿Hatterene número 2? ─ les dice la Gardevoir con la boca algo abierta.
─ ¿No se llamaban Mary y Jane? ─ dice Jhonny confundido.
─ ¿Alguien las llamó así? No recuerdo que a ellas las llamaran jamás así ─ la Gardevoir se encoge de hombros.
─ La entrenadora de uno de tus hijos fue la que nos puso esos nombres, hermana.
─ ¿Qué? Creo que me estoy mareando ─ Gwen mira a los demás, esperando una explicación.
─ Verás, Gwen... ─ Harry da un paso al frente, pudiendo llamar la atención de la Gardevoir ─ No sé si te acuerdes de mí. Soy ese pokemon con el que tuviste aquellos dos huevos y dejaste atrás.
─ ¿Tú eres aquel trapo?
─ Sí, ese mismo ─ Harry suelta un suspiro de resignación.
─ ¿Eso significa que los huevos sobrevivieron?
─ Sí. Los llevé a una guardería para que cuidaran de ellos mientras que yo iba a buscarte, pero las cosas se complicaron mucho más de lo esperado y he estado casi un año tras tu rastro, Gwen.
─ Tú... ─ la Gardevoir estaba sin habla, y los ojos le estaban brillando.
─ No me sentía capaz de asumir un reto tan grande a la vez que te deje atrás. Deseaba que estuvieras ahi también para nuestros hijos.
─ Eso sí que es bonito ─ Jane se muestra bastante enternecida por esas palabras.
─ Eso, Harry. A la conquista ─ apoya Jhonny.
─ ¿Harry? ¿Así es como te llamas? ─ dice Gwen lentamente.
─ Sí, así me nombró mi antiguo entrenador.
─ Es un buen nombre... ─ Gwen acerca una mano al rostro de Harry, y sin previo aviso lo toma del cuello y le aplica una llave ─ ¡Al menos así tengo un nombre para ponerle a tu lápida! ¿Cómo se te ocurre dejar atrás tú también a nuestros hijos, estúpido? ¡Debiste quedarte con ellos y haberlos criado! ¡Era el único puto consuelo que tenía durante todo este tiempo!
─ ¡No, Gwen! No me ahorques así ─ Harry se pone a patalear, mientras que Gwen continúa con su llave.
─ Respondona como siempre, hermana ─ dice Mary contenta.
─ Y yo a ustedes les dije como un millón de veces que no me llamaran hermana. Ni siquiera me agradaba escuchar sus chistes malos ─ se sigue quejando Gwen sin soltar el cuello del Gallade.
─ Pero nosotras nunca contamos chistes malos, hermana ─ se defiende Jane.
─ Claro. Nuestros chistes son siempre de primera clase ─ remata Mary para que ambas se echaran a reír.
─ Ya les dije que no me llamen así. No quiero ser la hermana de ninguna de ustedes.
─ ¿Pero qué dices, hermana? ¿No recuerdas esa vez que conseguimos burlar al guarda cuando quisimos ir al río y conocer cómo era? ─ Jane es la primera en insistir.
─ Eso lo hicieron ustedes, mientras que yo cargué con el castigo.
─ Al final ni tan hermanas, ¿eh? ─ dice Harry, todavía sujeto por la Gardevoir.
─ Podemos ir aclarando historias familiares o lo que quieran en otro momento, que ahora mismo nos tenemos que ir.
Harry, Gwen, Mary y Jane voltean para ver que la carpa principal de la caravana queda completamente envuelta en llamas. Era un indicativo más que claro de que era mejor irse de ahí. Ya ellos habían ganado la contienda, pues todas las esclavas sexuales se habían dado a la fuga, por lo que los sujetos de allí se habían quedado sin nada aparte de unos buenos golpes. Como Gwen estaba bastante débil es llevada por Harry, mientras que Jhonny tuvo que quedarse junto a las Hatterene, puesto que ellas eran bastante lentas a la hora de desplazarse.
Con Ai
Había sido un tiempo bastante breve el que tuvo el Kirlia inconsciente, y eso era algo que se hacía notar por el hecho de que no sentía ninguna mejoría con respecto, pues el cuerpo le dolía todavía más que antes. Pese a que las bayas le habían ayudado mucho a calmar las dolencias generadas durante el combate contra John mientras intentó repelerlo, pero la verdad es que el dolor siguió ahí, y ahora Ai lo sentía en su máxima expresión, haciéndolo sentir bastante mal por momentos. Afortunadamente contaba con los pokemon más pequeños para que lo ayuden a descansar.
─ ¿Te sientes bien? ─ le dice Murkrow, el cual estaba parado justo a su lado.
─ Mas o menos ─ es su respuesta, simplemente para no preocupar a nadie ─ ¿No ha vuelto aquel hombre malo que nos atacó?
─ No, y espero que no lo haga. Tuve mucho miedo cuando lo vi la primera vez ─ Murkrow se acerca temeroso al Kirlia.
─ Sí, tampoco yo quiero verlo nunca más. Realmente pensé que no iba a poder contra él, y fueron todos juntos quienes nos salvaron.
─ Ellos ya me contaron de eso.
Los demás pokemon estaban allí, mirando a Ai, como si esperaran a que él les dijera algo. La verdad es que Ai no tenía idea de qué decirles, pero igual les dedica una sonrisa a modo de agradecimiento.
─ Ojalá que vuelvan pronto los demás. No me siento con fuerzas para ayudar en nada, y si algún pokemon hostil viene no estoy en capacidad de ayudar.
─ Lo sabemos, pero no te preocupes. Todos aquí están dispuestos a ayudar, así que tú descansa.
─ ¡Ya hemos vuelto! ─ aparece Harry con Gwen sobre su espalda, y al tocar suelo la deja bajarse de encima de él ─. Querida Gwen, te presento a nuestro hijo. Se llama Ai.
─ Hola ─ dice Ai levemente alzando una mano.
─ ¿Nuestro? ¿Y dónde está el otro? ¿Y por qué este se ve golpeado? ─ Gwen se acerca preocupada a Ai ─ Oh, pequeño ¿Te encuentras bien?
─ Sí. Sólo estuve ayudando a todos a defendernos de un hombre malo que quiso llevarnos.
Ai estaba sorprendido de que esa Gardevoir fuera su madre. No se parecía mucho a las Gardevoir que su entrenadora le había enseñado, ni a las que había llegado a ver por casualidad en algunos posters y cosas así. No, era notorio que se trataba de una especie regional que nunca antes había visto, aunque su peinado estuviera lejos de ser el refinado típico de la especie de tipo psíquico y hada, igual le parecía encantador. Claro, Ai seguía prefiriendo un peinado ordinario.
─ Ya pudimos darles alcance. Sí que es molesto andar a pie por tierra para subir unas cuantas colinas ─ Jhonny se encuentra con Gwen golpeándole en la cabeza a Harry mientras le reclama por no cuidar bien de Ai ─ ¿Realmente esa es la hembra de su vida?
─ Déjalos. Es notorio que se aman ─ dice Mary bastante feliz ─. Ahora sí somos una familia unida y feliz. Me habría gustado haber tenido padres así de cariñosos entre sí.
─ Sí quieres podemos aplicar ese método de cariño con nuestra nueva adquisición, hermana ─ Jane le lanza una mirada maliciosa a Jhonny.
─ Si es por ustedes yo me puedo sacrificar para que me den todo su amor ─ Jhonny abre sus brazos para las Hatterene ─. Pueden empezar cuando quieran.
Ai estaba un poco confundido. Veía a su madre gritándole a su padre como si hubiera un mañana, y también veía a Mary y Jane cargando a Jhonny para llevárselo a quién sabe dónde. Daba la impresión de que se había perdido de algo interesante, aunque no tuviera idea de qué. Lo único que tenía claro es que ahora por fin conocía a su madre, y que su única preocupación a partir de ese momento era completar su entrenamiento.
En la caravana
Las pérdidas habían resultado cuantiosas. No solo habían perdido la carpa principal y la gran mayoría de las jaulas, sino que se habían quedado sin un solo pokemon para convertirle en esclavo sexual, por lo que en ese momento no tenían manera de hacerse con el dinero que necesitaban para reflotar el negocio. John miraba todo con una mezcla de rabia e impotencia, y a su lado se encontraba su hijo, Morcijohn, el cual no paraba de bostezar y mirar todo con una pereza bastante notoria.
─ Te dije que te levantaras, que estaban atacando el negocio, y tú nada que te ponías de pie ─ John tenía la cara desfigurada por el enojo y contemplaba a los secuaces salvando lo que pudieran ─. Con esto te puedes ir despidiendo de tus consolas.
─ Pero es que estaba cansado, pá. Es muy sacrificado el trabajo nocturno.
─ Anoche no hiciste otra cosa que tirarte a todas las Vaporeon porque, según tú, no iba a venir nadie.
─ Y anoche no vino nadie, pá.
John se leva una mano a la cara, bastante decepcionado por lo que había pasado ese día. Fracasó en obtener pokemon nuevos para el negocio, y de paso las esclavas que ya tenían se habían ido lejos, cada cual por su camino, pero la cosa es que no había ya ninguna posibilidad de recuperarlas, o al menos no a todas. Ahora necesitaba preocuparse en reiniciar el negocio, pero eso debía hacerlo en otra parte, pues ya estaba comprobado que no era seguro hacerlo allí.
─ Esos pokemon estúpidos que nos han saboteado nos las van a pagar. En algún momento nos volveremos a encontrar con ellos, y cuando eso pase van a pagar por lo que hicieron con sus cuerpos.
─ Estás más emocional que de costumbre, pá. Realmente debes estar cabreado.
─ Tú mismo lo has dicho. Ahora ven, que tenemos que recoger lo que podamos para irnos.
La guerra no había terminado, y John estaba seguro de que ese día en que se encontraría con aquellos pokemon llegaría pronto, muy pronto.
CONTINUARÁ...
De momento concluimos con esta escena, y para la próxima volvemos con la lesbifurra de este fic, el friendzoneado y la sexy de Flannery (mi líder favorita de la tercera generación es Winona, pero Flannery no está nada mal). Espero que les vaya bien mientras esperan, se comen sus verduras y nos vemos.
Hasta otra
