Buenas a todo el mundo (porque tú eres mi mundo xD), ya estamos dando comienzo a un nuevo capítulo, implicando ello que saltamos desde ya de escenario. Ahora toca responder un par de reviews:
Xtractor68: Sí, vaya bait aquello de que no hubiese pelea contra el hijo de John Salchichón xD. Incluso si el poderoso Jhonny no consigue resistir a las hermanas Hatterene, pensemos al menos en que morirá con una sonrisa de satisfacción en su rostro, así que no lloremos. Y en cuanto a Ai, definitivamente él sale ganando incluso más que su padre con la entrada en escena de la Gardy regional OC, al menos de entrada.
sandslash332: Tranquilo, estás perdonado, nomas no lo vuelvas a hacer xD. Pues ya ves que John es fuerte, y a futuro sin duda dará más problemas, aunque de momento toca esperar tranquilamente, pues hay otras cosas por hacer. Me parece genial que te haga gracia el enorme bait que ha significado dentro de la trama todas esas ensoñaciones bonitas de parte de Harry, Mary y Jane (y lo que falta).
Reclamo de los comunes
La ciudad capital de la región, altamente moderna en comparación con todos los demás poblados de la misma, también tenía fama de ser gris al extremo: Sus habitantes no lucían ni remotamente igual de alegres que sus iguales de otros pueblos y ciudades, y cada casa estaba diseñada de tal modo que todas se pareciesen, generando un ambiente de monotonía que podía abrumar a cualquier visitante. Y por si fuera poco, esa ausencia de ánimo en el corazón de las personas hacía que tuvieran una actitud indiferente hacia otras personas que no fuesen cercanas, y por tanto la mayoría de esas personas resultan ser poco emocionales y poco sociables. La frialdad se podía respirar en el aire, si incluso un anciano se resbala y se le caen unas frutas que había comprado recién, y las personas que estaban transitando a su lado ni siquiera se dignaban a voltear a verlo, y todo aquello ocurre justo a un lado de la casa de gobierno, al otro lado de una valla de arbustos que separaban el edificio de la calle. Era como si no estuviese pasando nada, y el anciano estaba teniendo problemas para alcanzar las frutas que se habían alejado rodando. Su espalda le estaba dando serios problemas.
Definitivamente no era un lugar al que quisiese ir a vivir alguien que fuese extrovertido y que quisiese hacer muchas amistades.
─ Permítame ayudarle, señor ─ se ofrece Marco a ayudarle, pero el anciano no le responde ─ ¿Señor?
Nada. Para aquel anciano era como si el chico no existiese. Se dedica a recoger sus frutas sin aceptar ningún tipo de ayuda, siempre procurando no mirar a Marco, como si hacerlo supusiese algún tipo de crimen. Una vez que consigue el objetivo de recoger sus frutas, con gran penuria logra levantarse para finalmente irse, ignorando completamente a Marco.
─ Aquel señor no quiso hablarme...
─ Acostúmbrate, Marco. Esta ciudad no es tan social ni solidaria como en otros sitios ─ Sori se le acerca, mirando con desprecio los alrededores ─. Aquí la gente sólo ve por sus propias necesidades y objetivos, y las demás personas a su alrededor no les importan en lo más mínimo. Sólo interactúan lo justo para trabajar o para viajar de la casa al trabajo y viceversa.
─ Pareces conocer varias cosas de aquí de primera mano.
─ ¿Quieres saber por qué vivía en el mismo pueblito que tú? Yo odio este lugar. Cuando era niña, mis padres querían establecerse completamente aquí, pues en ese entonces mi padre se convirtió en gobernador y creía que estar aquí reforzaba nuestra imagen y status. Tuve que fingir que el ambiente de esta ciudad me estaba haciendo daño. De esa manera mis padres se vieron obligados a hacerme caso, pues ante el ambiente de una ciudad no es posible aplicar decretos ni medidas legales para que cambie por sí solo.
─ Ya veo. Ellos querían hacerte vivir aquí.
─ Así es, y no quería pasar mi niñez en medio de autómatas. Me desagradaba todo el mundo aquí, y los niños me trataban mal cuando se daban cuenta de... ─ Sori se detiene por un momento, y Marco deduce por sí mismo lo que quería decir.
─ ¿De…? Bueno, si no quieres decir nada no hace falta que sigas. Solo déjalo en que había algo que hubieras preferido no mostrarles.
─ Odio a esos niños. Los que descubrían mi secreto gritaban a los cuatro vientos sobre aquello y me exhibían como si fuese un fenómeno de circo. No pude aguantar ni siquiera un mes en esta inmunda ciudad.
─ Con que ese es otro motivo por el que no te gusta estar aquí.
─ Al no vivir aquí no tengo nada que me ate a estar aquí mucho tiempo, por lo que eso no es lo que me preocupa ahora mismo.
─ Chicos, me alegra verlos ─ aparece Flannery con una pancarta, llamando la atención de Marco y Sori ─. Les tengo noticias, y es que ahora mismo hay un acto de protesta delante de la casa de gobierno. Eso podría llamar la atención de los vigilantes y abrir un hueco para que ustedes puedan infiltrarse y hablar directamente con el gobernador.
Marco, Sori y Flannery habían tenido un breve tiempo para hacerse con un plan para hacerle frente al gobernador, o mejor dicho, para infiltrarse, pues necesitaban confirmar antes en qué parte del edificio se encontraba. Flannery había adelantado que él se encontraba dentro de la casa de gobierno, reunido con algunos personajes de alto nivel, por lo que el edificio gubernamental estaría rodeado completamente de guardias, y es que encima la reunión estaba completamente guardada a la confidencialidad, por lo que la gente común y corriente sólo tendría la oportunidad de saber lo que los reunidos quieren que se sepa. Eso sería el motivo de una protesta frente a la entrada del edificio, y muchos de los congregados estarían por querer reestablecer la normalidad con respecto a los entrenadores pokemon. Eso haría que el grueso de la vigilancia se concentre al frente. Una oportunidad irrepetible para llevar a cabo la infiltración.
─ Las protestas ya han dado comienzo, por lo que los vigilantes seguramente se concentrarán al frente, que es donde técnicamente la casa de gobierno corre más peligro. Espero que estén listos para la acción.
─ Lo estamos ─ responde el chico con resolución.
─ Muy bien, les pido que tengan bastante cuidado, y si ven que la cosa es demasiado arriesgada para seguir adelante, entonces retrocedan ─ Flannery saca su pokeball la lanza para que aparezca su Torchic ─. Muy bien, que empiece la función. Pío Pío, hora del rock.
─ ¡Píooooooo! ─ Pío Pío se lanza inmediatamente contra la barda, impactando contra un vigilante que se encontraba cerca del ducto que usarían Sori y Marco, y el sujeto queda noqueado al instante ─ Pío.
─ Bien hecho, pequeño. Eres la prueba viviente de que se puede ser poderoso siendo una pre-evolución ─ Flannery se pone a registrar los bolsillos del vigilante, encontrando una tarjeta de acceso ─. Supongo que esto será de ayuda. Habrá alguna habitación importante que requiera del uso de esto, seguramente. Tengan, chicos.
Marco toma la tarjeta y la guarda en su bolsillo. Tanto él como Sori esperan a ver que Flannery sacase algo más, pero eso parecía ser todo. Siendo así las cosas, era el momento justo para pasar por el ducto de ventilación.
─ Yo voy primero ─ la chica empieza a agacharse, pero Marco la detiene.
─ Creo que sería más adecuado si voy yo primero ─ dice Marco algo nervioso.
─ ¿Y qué hay de aquello de que las damas van primero?
─ Normalmente haría caso a ese refrán, pero de momento preferiría que sea al revés.
─ ¿Y eso por qué?
─ Por eso ─ Marco señala la falda de Sori ─. Luego vas a venir tú con que soy un abusador y un pervertido por ver debajo de tu falda, y preferiría ahorrarme ese problema.
─ Bien pensado, Marco. Muy bien pensado ─ Sori entonces se hace a un lado ─. Entonces ve tú. Anda, que yo espero.
─ Chico, debo decir que tu caballerosidad es digna de admiración. Tu honor no tiene precedentes ─ Flannery pone una mano sobre el hombro de Marco.
─ ¿Eso crees?
─ ¡Claro que no! Eso que acabas de hacer es propio de un total princeso. Hubieses aprovechado para verle hasta el alma ─ Sori se queda mirando con cara de póquer a la líder por lo que le estaba diciendo al chico ─. Los chicos con los que yo compartía la secundaría no lo hubiesen dudado un segundo, si yo misma fui foco de sus miradas indiscretas varias veces ─ Flannery se veía algo decepcionada, mientras que Marco y Sori empezaban a dudar que ella estuviera completamente cuerda ─. En fin, ya tú te hiciste esto, así que entra rápido, mientras que yo vigilo por aquí.
Marco se encoge de hombros y entra inmediatamente al ducto, y Sori estaba por pasar también, pero en eso Flannery la detiene.
─ ¿Qué ocurre?
─ Chica, te recomiendo que vayas con los ojos bien abiertos. Ese hombre amenaza la existencia de la naciente liga pokemon de esta región, por lo que tu seguridad posiblemente sea nuestra esperanza final para que la liga siga adelante, puesto a que la mayoría de los políticos de aquí están del lado de él. Si eres atrapada, tu padre no permitirá que nadie más se interponga con el aborto de este proyecto, y las cosas podrían ponerse feas.
─ Lo sé, aunque no me agrade esa idea ─ Sori baja la mirada algo triste y enojada ─. Yo quiero ser importante por ser una gran entrenadora pokemon, no por la influencia de una familia con la que jamás he conectado y que no me quiere, y justo ahora es que se supone que ese nexo que niego es importante. Todo esto apesta.
─ Lo sé, chica. Por esa misma razón es que de ahora en adelante tienes la obligación de mejorar. Precisamente por ser la hija del gobernador es que eres la imagen que motivará a varios entrenadores a seguir adelante. Demuestra de qué estás hecha para que así los demás entrenadores quieran apoyarte contra el gobernador, pero procura salir de ahí sana y salva.
Sori asiente. Tal vez al principio, cuando se había ido de casa, podría haber pensado que algo así pudiese ser divertido, tal vez no, aunque en ese momento, sabiendo el malestar que estaba generando su propio padre, viendo lo seriamente comprometida que estaba liga, y sobre todo comprendiendo su necesidad de mejorar, pues se sentía algo nerviosa. Al más mínimo fallo la llevarían de vuelta a casa, o incluso podrían llevársela fuera de la región para que no intente escaparse de nuevo, y sería una posibilidad bastante cierta que la apartarían de sus pokemon para evitar que los envíe al combate. La victoria era su única opción, ya que estaba ahí su oportunidad para seguir adelante, pero no podía contar con que iba a ganar con demasiada facilidad.
─ Sori ─ le susurra Marco, devolviéndola a la realidad ─, ¿tú reconoces alguna de las habitaciones de este edificio?
─ Sí, algunas. He estado aquí antes, aunque era meramente porque mi padre quería que me relacionara con las personalidades que él contacta habitualmente. Seguramente pensaba que iba a ver atractiva ese tipo de vida si me hacía involucrarme en eso.
─ Siendo así, supongo que sabes dónde estamos.
─ Creo que sí. A ver... ─ Sori echa un vistazo en la salida de uno de los ductos, pudiendo reconocer el lugar ─ Este es el comedor de la casa de gobierno. El sitio está vacío por ahora, pero al mediodía mi padre y sus invitados vienen aquí sin falta para charlar sobre negocios durante los banquetes.
─ Ya veo. En ese caso pienso que debe ser seguro salir aquí.
─ Claro.
Marco empuja la tapa del ducto para así abrir la salida, siempre procurando ser silencioso para no llamar la atención de los vigilantes que pudiesen estar cerca de allí. Ambos chicos salen de allí y miran alrededor. Era realmente un sitio bastante pulcro, con una mesa central bastante larga y rodeada de una veintena de sillas (al menos esa era la impresión inicial, pues Marco no quería detenerse a contar las sillas), y las paredes estaban cubiertas de varios y grandes cuadros de personalidades históricas y políticas de la región, de los cuales Marco no reconocía la mayoría. Sori en cambio sí se conocía al detalle a cada una de esas personalidades, aunque lo cierto es que no tenía la más mínima intención de recordar a ninguno.
─ Muy bien, este es el plan ─ Sori se acerca a la mesa y mira los extremos ─: Los vigilantes aquí no usan pokemon. Los que están afuera siempre se aseguran de poner los filtros de seguridad necesarios para que nadie entre aquí con uno, por lo que los que están aquí no ven la necesidad de usarlos.
─ Muy bien, eso es una buena oportunidad para nosotros. No estarían entonces en capacidad de responder si nos decidimos a atacar, ¿verdad?
─ Sí lo estarían. No usan pokemon, pero sí tienen en su poder armas de combate cuerpo a cuerpo, y muchos de ellos están entrenados para que peleen con intención de matar intrusos, al fin y al cabo su posición les provee inmunidad ante las denuncias, y mi padre personalmente se aseguraría de que eso no salga de aquí.
─ Eso suena horrible.
─ Lo que debemos hacer en realidad es llegar directamente a donde está él, y entonces le diré lo que pienso con respecto a sus absurdas decisiones.
─ ¿Y tú crees que al menos se detenga a pensar lo que le digas?
─ No. La verdad es que no creo que funcione tan fácil ─ Sori suspira algo malhumorada ─. Lo que mi padre diga se hace porque así tiene que ser. No es tolerante a que le digan que no ¿Por qué crees que he tenido que alegar que tenía problemas de salud para no establecerme aquí? A él no le habría detenido saber que los niños se metían conmigo desde el primer día que pusimos un pie en esta ciudad. Simplemente los habría comprado con sobornos, o los alejaría a base de amenazas, cualquier cosa para estar cómodo aquí, dándole igual lo demás.
─ Entonces estarías encarándolo simplemente para provocarlo, ¿verdad?
─ Así es. Lo retamos, salimos de aquí aunque tengamos que usar la fuerza, y los manifestantes que están afuera serán los primeros que vean lo que hemos hecho.
─ Y de ese modo la noticia se correría por toda la región y motivaría a los entrenadores que ahora mismo estén tentados a tirar la toalla para que sigan adelante. Todos los entrenadores de la región retando al gobernador que quiere eliminar lo que tanto aman. Esa premisa suena bastante épica.
─ Sin duda ─ Sori se asoma a la puerta, comprobando la presencia de vigilantes por los pasillos ─. Seguramente mi padre se encuentra en el lobby de este edificio, que es donde más suele estar con sus visitas.
─ No suenas demasiado convencida, Sori.
─ El lugar es enorme, y las cosas de las que podría estar hablando con mi padre son bastantes. Sólo doy la idea más plausible que encuentro.
A falta de otras alternativas en ese sentido, Marco se limita a aceptar lo que dice Sori, y ambos salen de ese lugar para ir explorando cuidadosamente el lugar que tenían que transitar.
Los pasillos estaban sospechosamente vacíos. La propia Sori no se podía imaginar qué reunión podría ser tan importante como para llegar a esos extremos. Tal vez sea que afuera hay más guardias apostados de lo que habían creído, o podría ser que los que están asignados dentro se encuentran en una ubicación específica, y la misma sólo podía ser aquella en la que se encuentre el gobernador. Siendo así las cosas, y a medida que lo iba pensando, Sori veía que la misión resultaba mucho más difícil de lo planteado en un principio, ya sea para llegar hasta su objetivo o para salir de ahí. Apenas se encuentren con alguno de esos sujetos, tanto ella como Marco tendrían que soltar a sus pokemon para emprender el ataque lo más rápido posible y así puedan deshacerse de un obstáculo potencialmente peligroso. Para no tener la necesidad de siquiera reaccionar, Sori saca a Nelly y Marco a Amadís. Al ser sus pokemon más pequeños, ese detalle les significaba una ventaja para así mantener el perfil bajo tanto como sea posible.
─ ¿Cuáles han de ser vuestras instrucciones, mi noble señor?
─ Amadís, Nelly, estamos en una misión de espionaje ─ empieza a explicar Marco ─. Los hemos sacado por si acaso, pero necesitamos que se mantengan cautos y estén lo más silenciosos que les sea posible.
─ Eso de ser sigilosos no me agrada demasiado, pero si es lo que hace falta, pues no hay de otra ─ responde la Riolu de manera casual ─ ¿Qué clase de enemigos tendríamos que enfrentar en todo caso, maestra?
─ En el mejor de los escenarios a nadie, pero es muy probable que tengamos que abrirnos paso entre la guardia personal de mi padre.
─ ¿Acaso lo traicionaron y secuestraron?
─ No. No hemos venido para salvarlo, sino para enfrentarlo, Nelly.
─ Ahora sí creo que me he perdido de algo importante ─ Nelly se cruza de brazos y mira de manera rara a su entrenadora ─ ¿Cuál es el caso de retar a su padre de esa manera?
─ Él quiere deshacerse de las batallas pokemon y erradicar la práctica de entrenarlos, y estoy segura de que ahora mismo estará reunido con gente que le ayude a concretar ese plan. Ahora mismo intenta mover ficha desde su puesto como gobernador para hacer insostenible la práctica de entrenar pokemon.
─ Muy bien, supongo que ese es un motivo bastante válido.
─ ¡Viles alimañas han de haber podrido hasta lo más hondo el juicio de ese hombre! El señor de una región tiene como único y definitivo objetivo resguardar el bien y el porvenir de sus leales vasallos, no someterlos sin que estos hubieren acometido afrenta alguna contra la moral y el buen hacer ─ empieza a argumentar el Sirfetch'd alzando su lanza con ímpetu ─. Si ha de ser verdad lo que acabo de oír de vuestras gentiles palabras, entonces personalmente me encargaré de derrotar en fiero encuentro a tan despreciable tirano que pone en peligro tan amado oficio a través de tan corrupta ejecución de su deber.
─ Sí, eso lo entendemos, Amadís ─ Marco se agacha y echa un vistazo en una habitación contigua ─. Tenemos a dos guardias cerca, y están con los ojos bastante abiertos.
Sori, Nelly y Amadís miran lo mismo que Marco, y tal como dijo él, dos vigilantes estaban dando vueltas en círculos a lo que parecía ser un salón de trofeos, en los cuales resaltaban ampliamente una serie de condecoraciones doradas. Marco consigue ver la inscripción de una medalla de oro que estaba cerca y la lee, quedando un tanto asqueado.
─ ¿Premios exclusivos a nombre de gobernador? Sori, tal parece que tu padre acostumbra inventarse premiaciones en las que él mismo nomina para luego salir vencedor.
─ Así funciona esto, Marco. Con el tiempo te irás acostumbrando. Los políticos siempre aprovecharán cualquier oportunidad que se les aparezca para echarse flores a sí mismos y a sus allegados. A veces pareciera que es ley de vida.
El salón no parecía tener nada diferente para ofrecer, por lo que ninguno necesitaba quedarse mucho más tiempo. Nelly olisquea el aire por un momento, queriendo comprobar por sí misma qué tan seguro estaba el lugar y qué lugares serían los más óptimos para transitar sin ser descubiertos.
─ Maestra, no hay ningún lugar en el que podamos infiltrarnos todos de manera segura.
─ Ya me imaginaba que las cosas iban a ser así ─ Sori suspira largamente, y entonces mira fijamente a Marco ─. El lobby de esta casa es accesible por aquí, o de otra manera tendremos que ir por un camino mucho más largo, con el riesgo de que nos encontremos a más guardias en el proceso.
─ Entonces hay que pelear. Viva la ruta fácil ─ Marco se yergue y aparece ante los guardias ─. Amadís, haz solo lo necesario para dejarlos inconscientes.
─ Que sea como vos decís ─ Amadís se lanza sobre los dos guardias, los cuales sacan unas porras para enfrentarlo ─. Vuestras corruptas armas no representarán impedimento alguno para mi lanza que clama por justicia y paz.
Los vigilantes no entendieron lo que quiso decir el Sirfetch'd, y de todos modos no estaban interesados en entenderlo. Simplemente avanzaron con sus porras para arremeter contra él. Pese a que en un principio Amadís iba a poder con ellos sin ningún problema, lo cierto es que aquellos sujetos sabían defenderse bien usando sus armas, consiguiendo bloquear algunos de los ataques del pokemon. El entrenamiento que habían recibido para escoltar al gobernador en todo momento había resultado bastante certero, dotándolos de una gran capacidad para el combate.
─ Parece que lo he subestimado bastante ─ dice Marco para sí mismo.
─ En ese caso déjame darte una mano, o mejor dicho un pokemon ─ Sori pisa fuerte y pisa al frente, mientras que la Riolu se prepara para escuchar el comando ─. Con todo, Nelly.
─ Tampoco así, que mi poder de legendaria podría generar demasiado daño si no lo controlo ─ responde Nelly antes de acatar la orden y procurar golpear a uno de los vigilantes.
Ahora que se estaban dando peleas de uno contra uno, Amadís tenía una mayor facilidad para lidiar con el vigilante que le correspondía enfrentar. Un porrazo que impacta contra el escudo del pokemon pato, y este responde con un golpe de lanza que el guardia se ve obligado a detener usando uno de sus brazos, implicando que sintiera bastante dolor a causa de ello. En cuanto a Nelly, ella era lo bastante rápida para que el vigilante que le tocaba, además que su tamaño le permitía escabullirse en espacios reducidos como debajo de una mesa que se encontraba en el lugar, o detrás de las sillas, frustrando así cualquier intento ofensivo de parte del guardia.
─ ¿Quieres quedarte quieto, estúpido pokemon?
─ ¡Más respeto para los legendarios, insignificante criatura! ─ Nelly da un salto para golpear al guardia, y su puño impacta contra la porra ─ ¿Crees que eso me va a detener? ¡Contempla el poder de mi Golpe Roca!
El vigilante ve algo sorprendido que la porra se rompe por el golpe que le había dado la Riolu. La conmoción generada hace que el guardia no sea capaz de reaccionar cuando Nelly procura dar un nuevo golpe, está vez dándole en la cara. Parecía que ya había ganado la pelea, pero el guardia todavía estaba de pie, si bien se lleva una mano al rostro por el dolor que estaba sintiendo.
─ Estarán bien entrenados, pero son algo básicos. No parecen experimentados en combates contra pokemon ─ observa Sori al ver lo que Nelly había hecho ─. Marco, tenemos que aprovechar ahora para derribarlos. La cosa se podría complicar si vienen más de ellos.
─ Eso está bastante claro. Amadís, noquéalo rápido, antes de que vengan los refuerzos.
─ Vos lo ordena y yo obedezco ─ el Sirfetch'd da un nuevo golpe con su lanza, consiguiendo vencer al guardia ─. Todavía os falta mucho para ser los mejores en combate. Veo con hondo pesar que los mejores guardas de su cuerpo no sois vosotros precisamente.
Los guardias estaban furiosos por la provocación y atacan a los pokemon que estaban confrontando. Sori y Marco estaban ansiosos por el pronto final del combate, pues a medida que aquello se prolonguen iban a llamar la atención. Tenían que acabar y seguir adelante rápidamente.
CONTINUARÁ...
Pues aquí lo cortamos, y la operación de infiltración continúa en el próximo capítulo. Antes de despedirnos por el momento, ¿qué expectativa tienen con respecto a Pokemon España? Yo no soy de allá, pero de corazón espero nuevas formas regionales como una para Tauros (o una evolución), y también espero una forma nueva para Oricorio (al menos movimientos nuevos que use en su forma flamenco), o que hagan dos pokemon que sean uno blanco y el otro blaugrana, alegóricos al Real Madrid y el Barcelona ¿Qué opinan? Y un último aviso: Ya publiqué la encuesta en mi perfil. Si les interesan lo buscan y eligen una opción de fanfic que quieran que suba a futuro.
Hasta otra
