Buenas, espero que les haya ido bien en este tiempo de espera. Vuelvo a uno de los temas importantes de esta historia, pero antes a dar una pequeña respuesta:

sandslash332: Supongo que sí. Entre las prisas y las ocupaciones no me daba para responder de manera más adecuada a tu comentario previo, pero bueno, que igual sabes que tus comentarios no están simplemente ahí ¿Capítulo random? Yo mismo fui el primero en darse cuenta de ello. La verdad es que al momento no veía de qué manera seguir alargando un poco más las cosas antes de sacar algo verdaderamente bueno, y ahí quedó la primera idea que tuve, sacar al legendario Vaporeon blanco. En 4chan probablemente estén deseosos por demandarme xD. Pero en fin, lo que importa es que ahí ha quedado otro de esos bellos (y perturbadores) elementos que componen tanto el mundo pokemon y la manera en que el fandom tiende a establecer puntos de vista al respecto. Si alguna cosa conoces que tenga que ver con los pokemon (memes, creepypastas, pendejadas de la R-34 y la pokefilia en general, etc), no dudes en decirme, que probablemente entre para acá también en un futuro xD. Y por cierto, ¿sabias que en términos de reproducción pokemon...?

Ataque en la reserva

Sori y Marco veían un cartel enorme de madera que se encontraba justo en la puerta de una cabaña algo rústica pero bastante grande. Tal parecía que se habían encontrado con una reserva natural a mitad de camino, aunque igual no habían visto otra cosa que bosque en el último par de días que venían viajando.

─ Supongo que esto es para evitar a cazadores furtivos y personas que gustan de maltratar a los pokemon porque sí ─ opina el chico luego de leer el cartel.

─ Sí, tiene que ser eso, o de lo contrario no le vería sentido a que esto esté tan bosque adentro.

Ambos chicos se quedan allí un rato más, esta vez echándole una mirada a la cabaña, la cual parecía encontrarse vacía en esta ocasión. Tenían curiosidad por saber qué clase de reserva decían resguardar, pero parecía que no había nadie cerca. Marco se acerca a la puerta y toca la puerta un par de veces. Espera un momento, pero no obtiene respuesta alguna.

─ Qué raro. Tal vez estén haciendo patrullaje dentro de la reserva.

─ En ese caso perdemos el tiempo aquí ─ Sori da la media vuelta para irse de allí ─. El próximo gimnasio no va a venir a nosotros por sí solo. Tenemos nosotros que ir a alcanzarlo.

─ Tú sí que andas impaciente.

De cualquier modo Marco ya no esperaba que fuese a aparecer nadie en aquel lugar, así que también se quería ir. El camino de ambos iba a llevarlos a dar una vuelta algo amplia a la cabaña, por lo que serían capaces de verla por detrás antes de alejarse del todo. Las hierbas no eran muy altas, así que la vista que tendrían sería casi completa y con detalles. Ya estando en el lugar indicado voltean para mirar, y entonces se detienen en seco, mirando con horror lo que ahí se encontraba.

─ Con razón estas personas no nos respondieron.

─ ¿Qué fue lo que pasó aquí?

Marco y Sori saltan una cerca que los separaba de la parte trasera de la cabaña, y luego van corriendo hacia aquello que les había llamado la atención. Resultaba que al lado de la cabaña habían varios cuerpos tirados, y sobre estos habían rastros de sangre que daban muy mal augurio sobre lo que podría estar pasando. Marco mira de cerca uno de los cuerpos, específicamente el de una mujer que estaba tendida boca arriba y con los ojos tapados por su propia gorra, movida de forma caótica.

─ Están muertos...

─ ¿Lo dices porque sus pechos no se están moviendo para evidenciar respiración? ─ le dice Sori con igual sorpresa.

─ Ese es un buen indicador. Respirar implica que la caja torácica se expanda y relaje de manera continua y rítmica, y por lo tanto el pecho y las costillas deben estar moviéndose siempre ─ Marco acerca una mano al rostro de la mujer, tocándole una mejilla con los nudillos y apartando su gorra para ver en ella un gesto de horror ─. No se siente muy fría que digamos. Está incluso un poco más caliente que el ambiente que la rodea. Ella fue asesinada hace poco.

─ La sangre fresca también puede funcionar para comprobarlo, Sherlock. No hace falta meterle mano a un cadáver para saberlo, que si la policía pasa por aquí te jodes al dejar tus huellas.

Marco aparta rápidamente su mano con cierto temor, y Sori deja salir un suspiro. Mira el resto de los cuerpos. En vista de que todos los que estaban allí vestían de manera similar (uniforme mayormente verde y con un logo en el lado izquierdo del pecho), era de suponer que eran compañeros que trabajaban en la reserva, o que vinieran de un grupo o gremio en común a hacer una visita en la reserva. Ninguno de los dos lo tenía claro, y de todos modos no se sentían con demasiadas ganas de averiguarlo. Lo verdaderamente importante era que el lugar había sufrido de un ataque, y a juzgar por los daños que tenían los cuerpos, debieron ser pokemon bastante grandes y fuertes. Siendo así las cosas...

─ ¿Qué se supone que hagamos en este caso? ─ dice Marco sin apartar la mirada de los cadáveres.

─ Sólo contamos con dos opciones: Nos encargamos nosotros mismos del asunto o nos hacemos los locos y seguimos de largo ─ responde Sori con seriedad y pesar.

─ ¿O sea que no dejaremos que las autoridades se encarguen?

─ ¿Acaso tienes problemas de pérdida de memoria a corto plazo? Acabas de tocar uno de los cadáveres, por lo que ambos nos veríamos innecesariamente involucrados ante los ojos de la policía. No es una opción el esperar a que vengan las autoridades para que vean en qué nos embarramos por tu culpa.

─ ¿Realmente tienes que ser así de cruda a la hora de decir eso?

Sori se limita a fruncir el ceño. De pronto se habían metido en una situación bastante turbia, con la clara posibilidad de tener que vérselas con enemigos con los que no podrían en un enfrentamiento directo,y de paso con la posibilidad también de morir si no tenían el máximo cuidado posible.

Ambos sacan entonces sus pokeballs. No podían esperar a que les den la oportunidad de sacar a sus pokemon en combate. Debían tenerlos listos incluso antes de que se dé cualquier encuentro.


En otra parte

Las copas de unos árboles lejanos empiezan a cimbrarse con tenebrosa intensidad, y una parvada de Pidgeys se alejan volando despavoridas. Aquello era sin duda una mala señal, y como si eso no fuera suficiente, el ruido de unos golpes fuertes y salvajes sí que terminarían de llamar la atención incluso al más indiferente. Harry, Jhonny y Ai se sienten alarmados al escuchar aquel estruendo, y rápidamente se les unen las hermanas Hatterene.

─ Aquello fue como si algo grande y pesado acabara de caerse ─ apunta Jane preocupada ─. Y detecto sentimientos caóticos y terribles cerca de aquí.

─ Son los pokemon que están huyendo. Sea lo que sea eso, está generando pánico en los pokemon del lugar ─ complementa Mary bastante seria ─. En ese caso deberíamos averiguar lo que está pasando y detener a quien sea que lo esté causando...

─ Es el equipo Fénix. Estoy completamente seguro de ello ─ interviene Jhonny, y todos se lo quedan mirando ─. Han tardado mucho menos de lo que esperaba para que volviesen a aparecer y generen ese alboroto. Hay que detenerlos ahora que podemos.

─ ¡Cuenta conmigo! ─ dice Ai bastante dispuesto.

─ Desde luego. Te he entrenado justamente porque quiero que tengas fuerza para poner en su lugar al equipo Fénix cada vez que te lo encuentres. Ahora vamos...

─ ¿A dónde creen que van? ─ Gwen detiene la marcha de todos antes de que esta al menos pudiese empezar ─ Hijo, no tienes que meterte en situaciones peligrosas. Debes dejarle todo a tu padre.

─ Pero mami...

─ Supongo que habrá que darle la razón a tu madre ─ Harry lleva una mano al hombro de su hijo ─. El ruido es señal de que allá hay algo bastante fuerte, y de cualquier modo tienes que proteger a todos los que se quedan atrás en caso de que algún otro pokemon o humano ataque a los más pequeños.

─ Ah, bueno ─ Ai baja un poco la cabeza, pero luego mira a los ojos de su padre ─. Entonces ten cuidado, papá. Los del equipo Fénix son muy fuertes.

─ Tu padre está sobreleveleado como yo, niño ─ responde Jhonny subiéndose al hombro del Gallade ─. No va a ser sencillo derribarnos, que para algo tenemos una vasta experiencia en combates y supervivencia.

─ Otra misión de rescate y combate, pero esta vez sin un objetivo determinado para salvar ─ dice Mary mientras sonríe de oreja a oreja ─. Esto va a ser divertido, hermana.

─ Ya lo creo, hermana ─ Jane estaba igual que Mary.

Antes de que los cuatro pokemon partiesen para ver lo que estaba pasando, unos golpes nuevos retumban mucho más cerca, y más pokemon voladores se alejan volando lo más rápido que pueden, pero de entre los árboles surgen redes que capturan a varios de esos pokemon, imposibilitando así su intento de escape.

Un árbol es derribado, haciendo caer un montón de pokemon de tipo bicho que intentan huir, pero nuevamente las redes salidas de la nada atrapan a varios y empiezan a acarrearlos hacia donde sea que se encuentren los captores. Los pokemon de tipo bicho se ponen a rogar por ayuda, cuando Harry corre hasta esos pókemon y usa Psicocorte para liberarlos.

─ Parece que no hay la posibilidad de decir que se escondan. Ya los malhechores están aquí, y detecto bastante maldad ─ Mary se prepara para combatir, y su hermana hace lo mismo.

Ai se pone frente a su madre a modo de escudo, esperando a que el enemigo aparezca. Los pokemon más pequeños aparecen corriendo y se ponen todos detrás de Ai para que así los pueda cuidar también. Un robot de aspecto humanoide y de cerca de tres metros de altura aparece, derribando un par de árboles y arrancando ramas cada vez que estas se atravesaran en su camino, y junto al robot aparecen varios sujetos uniformados. Jhonny, Ai, Mary y Jane los reconocieron al instante.

─ Equipo Fénix ─ dice Ai para sus adentros.

─ Vaya, vaya. Tal parece que tenemos unas cuantas presas que no temen estar bajo la luz ─ dice uno de los sujetos con una sonrisa macabra ─. Pokemon atrevidos como estos nos vendrían bien para así cumplir con las expectativas de la organización.

─ Incluso hay una Gardevoir regional que no conocía. Nos han tocado unos pokemon bastante interesantes.

─ ¡A ver si son capaces de ponerle tan siquiera un dedo encima a Gwen! ─ Harry muestra sus cuchillas con furia, además que las carga con su poder psíquico.

─ Je, parece que quieren hacerse los rudos ─ uno de los sujetos saca una pokeball y saca a un Grimmsnarl ─. Es hora de darles una buena lección.

El Grimmsnarl no parecía estar consciente de lo que estaba haciendo al momento en que se lanza al ataque contra Harry. El Gallade consigue defenderse de sus golpes, aunque podía notar que el pokemon era más fuerte de lo que había esperado. Sin embargo, aquello no era algo con lo que no pudiese lidiar.

─ Ese pokemon es fuerte. En ese caso vamos a sacar más ─ otro de los villanos saca su pokeball.

─ Je. A ver qué tan rudo es ─ dice un tercer villano.

Harry empuja con fuerza al Grimmsnarl para así sacárselo de encima, pero pronto se ve rodeado de varios pokemon, en su mayoría pokemon más grandes que él. Harry, Mary y Jane se juntan con él para pelear también, y los criminales empiezan a reír con burla.

─ Vamos, estos creen que van a evitar que los capturemos simplemente intentando verse amenazadores.

─ A ver qué tal les parece esto...

Un chasquido de dedos suena por todo el lugar, y entonces empiezan a salir pokemon en su última etapa: Electivire, Magmortar, Golem, Bisharp, Zoroark, Machamp... Todos se veían bastante fuertes, aunque los cuatro pokemon retadores no se veían en absoluto intimidados.

Ai por su parte se encuentra en la necesidad de tener enfrente a unos cuantos oponentes también, siendo estos un par de Obstagoon, un Aegislash y un Zweilous, y todos parecían desquiciados y a la espera de una orden para saciar su sed de sangre. Ai traga grueso y aprieta los dientes, pues podía ver que lo que le estaba tocando para defender a su madre y a los pequeños era algo sumamente complicado.

En eso se escucha una pequeña explosión, y se ve a un Vaporeon deshaciéndose de algunos Camerupt. Ai podía ver que Princesa también tenía sus propios problemas por atender.

─ Hijo, ¿estás seguro de poder contra ellos? Lucen demasiado fuertes ─ dice Gwen bastante temerosa.

─ No tengo alternativa, mami. Si estamos rodeados, entonces tengo que pelear.

─ Si tan solo tuviera dominio de mi poder podría ayudar, pero hace años que no consigo hacer ni un solo movimiento. Ni siquiera puedo usar correctamente Confusión para ayudarte.

Ai se queda mirando por un momento a su madre. Luego de saber que había estado prácticamente toda su vida esclavizada y prostituida, no le extrañaba que su capacidad en combate estuviera completamente inutilizada, incluso estando en su última fase evolutiva. Más pokemon enemigos aparecen, y aunque Ai empezaba a temblar, su decisión era la de no dar un solo paso atrás.

Estaba empeñado en hacerse fuerte, y eso era justo lo que lograría.


Con Marco y Sori

El haberse adentrado en la reserva permitió que ambos chicos y sus pokemon pudiesen ser testigos de un avance atroz de parte de quienes asesinaron a los encargados. Mientras más avanzaban, más árboles podían ver que habían sido dañados, e incluso podían ver nidos destrozados y algunos pokemon recién nacidos muertos de varias especies. Aquello sólo horrorizaba a los chicos.

─ Sea lo que sea que vinieron a hacer, está claro que no les importa sobre qué tengan que pasar. Todo vale para conseguir lo que quieren ─ Sori contempla unos Chatot recién nacidos que yacían aplastados en el suelo ─. Qué asco. Da igual quiénes son. Está claro que no tienen alma.

─ Hay marcas de huellas. Humanos y maquinaria es lo que detecto. Es posible que se trate del famoso equipo Fénix del que se viene hablando desde hace días ─ Marco mira atentamente las huellas, al igual que lo hace su Dodrio y su Haxorus ─. Deben estar buscando capturar pokemon, pero en el proceso van aplastando a aquellos que simplemente no ven útiles. No sienten el más mínimo respeto por la vida, ni les interesa el dolor que puede causar lo que hacen.

─ Puedo olfatear la presencia de esos seres cerca de aquí, maestro ─ dice Kate muy seria ─. Están en pleno movimiento, y hay pokemon bastante alterados.

─ ¡Entonces no hay tiempo que perder! ─ dice Sori decidida ─ ¡Vamos a buscarlos y a darles su merecido a esos miserables, Marco!

─ ¿Crees que estamos en una buena posición para derrotar a esos sujetos? ─ dice Marco con algo de duda.

─ Ya me enfrenté a algunos de ellos antes, y créeme cuando te digo que los integrantes del equipo Reciclaje no se caracterizan precisamente por pensar con cabeza propia. El hecho de tener a antiguos miembros del equipo Plasma sin duda contribuye a que los integrantes de este nuevo equipo tengan una reducción drástica de neuronas.

Marco asiente, sabiendo que creer en la pelirroja era lo mejor que podía hacer en ese momento. Ambos empiezan a atravesar una vasta arboleda a toda velocidad, saltando sobre unos cuantos troncos bastante grandes que estaban estorbando en el camino. De todos modos consiguen encontrarse con un par de sujetos que estaban llevándose a rastras a varios pokemon que estaban dentro de una pequeña red.

─ ¿Quieren quedarse quietos de una puta vez? Ya me tienen harta ─ una chica, la encargada del grupo al parecer, le da una patada a un pequeño Dunsparce y hiere un costado de dicho pokemon a causa de ello ─. Es una lástima que no podemos simplemente venderlos. Estoy segura de que darían un buen dinero.

─ ¡Lo único bueno que vas a tener es la marca de la patada que te daré yo a ti, alimaña asquerosa! ─ Sori se pone en posición, y a su lado se ubican Sheena y Nelly, lo cual fue algo inesperado para esa chica que pateó al Dunsparce ─ Vamos a ver qué tan ruda eres ante alguien de tu tamaño.

─ Pues no veo a alguien así, niñita. Voy a darte una lección de respeto ─ la criminal saca su pokeball, invocando a un Alakazam.

─ ¿Respeto, tú? Es de risa que digas eso ─ Sori estaba por decidirse a sacar a otro pokemon, pero ve que su Riolu se adelanta ─ ¿Q-qué estás haciendo, Nelly?

─ Permíteme combatir, maestra. Le puedo asegurar que este enfrentamiento no es nada para mí. Ya verá que a ese grandote lo despacho rápido.

─ Estás todavía pequeña y vas en desventaja de tipos, Nelly.

─ Le aseguro que no se va a arrepentir. Voy a ganar esta pelea.

Sori no se sentía demasiado segura al respecto, pero no veía otra alternativa que aceptar lo que estaba pidiendo su pokemon. El Alakazam se veía completamente enloquecido, deseoso por hacer daño, el mayor posible, pero ya que el reto estaba aceptado, no había razón para echarse para atrás.

Marco por su parte también acababa de retar a uno de los criminales, y la batalla ya había comenzado de manera intensa con un enfrentamiento entre la Haxorus del chico y un Slowbro que había sido llamado por el enemigo. Ese Slowbro se veía igual de desquiciado que Alakazam, por lo que definitivamente no era una coincidencia que estuvieran así.

El equipo Fénix estaba causando esa situación a propósito, lo cual tornaba todo mucho más grave.

─ ¿Qué haces mirando a otro lado, niña estúpida? ¡Alakazam, usa Psíquico!

El pokemon enemigo se pone a gritar con ira y lanza su ataque, pero esa reacción tan exagerada hace que Nelly fuera capaz de prevenirse con buen tiempo, por lo que fue capaz de eludir completamente el daño. Sori entonces regresa su atención al combate.

─ No tenemos tiempo que perder, Nelly. Usa Golpe Roca una y otra vez.

Nelly asiente y esquiva otro ataque de parte del enloquecido Alakazam antes de correr hasta él y cargar energía en su puño antes de golpearlo en el pecho. Alakazam casi no parece haber recibido daño, pero eso no detuvo a Nelly de intentarlo de nuevo. La criminal al ver aquello empieza a reírse.

─ ¿Eso es lo mejor que tienes? Un golpe patético, de parte de un pokemon patético, y encima mi pokemon lo resiste. Debiste saltarte una clase o dos, niña.

─ Yo creo que fuiste tú quien se saltó esas clases. En estos casos lo importante no es que sea ventaja de tipo, sino que haga lo que debe hacer.

─ ¿Cómo? ─ la criminal ve que su Alakazam empieza a resentir los golpes, que encima le estaban dejando una marca bastante notoria.

─ Incluso un golpe poco efectivo puede hacer un gran daño si está bien dado y cumple su meta, que en este caso es echar abajo la defensa física de tu pokemon.

─ ¡Me la jugaste, desgraciada!

El Alakazam se muestra bastante adolorido por los constantes golpes que le viene dando el Riolu, y para cuando se decide a usar Psíquico para quitárselo de encima, Nelly se le adelanta y le conecta un Golpe Roca en toda la cara, y Alakazam no puede hacer nada para evitarlo. El resultado es que el Alakazam termina derribado y sin posibilidad de levantarse por el intenso daño recibido, y Nelly alza sus puños, sabiéndose vencedora en el combate.

─ Debo admitir que un principio pensé que esto iba a ser mucho más complicado, pero está claro que tu Alakazam simplemente está preparado para actuar de manera impulsiva, que no es lo mismo que estar mínimamente bien entrenado. Típico de sujetos como el equipo Rocket ─ dice Sori bastante seria ─. Ahora queda detenerte y seguir con los siguientes imbéciles que estén causando todo este alboroto.

─ ¿Te crees realmente que has ganado esta pelea? ─ la criminal mira con odio a Sori mientras saca su siguiente pokeball ─ Nada se interpone en nuestro camino ¡ESCÚCHALO BIEN! ¡NADA SE INTERPONE ENTRE NOSOTROS Y LA GRANDEZA!

Saca entonces un Spiritomb. Al ser un pokemon de tipo fantasma, estaba claro que los ataques de tipo normal y lucha no irían bien contra él. Estaba claro que Nelly no iba a hacer mucho contra ese pokemon, no cuando sólo cuenta con Ataque Rápido y Golpe Roca como movimientos de daño directo. Siendo así las cosas, Sori guarda inmediatamente a Nelly en su pokeball para entonces mandar a Sheena al combate.

─ Ahora te toca a ti, Sheena. Demuéstrale a ese pokemon de qué estás hecha.

─ Sheena estar bien fuerte. No pederé ─ la Ivysaur pisa con fuerza el suelo, indicando así que estaba lista para pelear.

─ ¿Cómo osas insultar mi poder usando a esos pokemon tan débiles contra mi equipo, niña estúpida? ─ la criminal hace una mueca de asco al ver lo que debía enfrentar su Spiritomb.

─ Mis pokemon están mejor entrenados que los tuyos, así que por ahí tengo ventaja. Ya viste que con mi Riolu dejé contra la lona a tu Alakazam ─ completa Sori señalando al pokemon que estaba todavía tirado en el suelo, retorciéndose de dolor.

─ Ese pokemon perdió porque es débil. La basura debe estar con la demás basura, que es donde corresponde.

─ Ya vamos otra vez. Ya he lidiado con una desgraciada parecida a ti que menospreciaba a sus pokemon cada vez que los míos la derrotaban. De la misma manera que lo hice aquella vez con ella, te demostraré que quien es verdaderamente inferior eres tú. Al final de esta batalla vas a saber cuál es esa basura de la que acabas de hablar.

Antes de que la pelea diera inicio, nuevos estruendos hacen retumbar los alrededores. Se escuchan pokemon gritando desesperados que intentaban huir. Sori no se podía permitir desviar su atención, pues no quería arriesgar a su Ivysaur. En ese caso, Sori saca un par de pokeballs y las lanza al aire, saliendo nuevamente Nelly, y junto a ella surge también Wendy.

─ ¿Qué pelea toca ahora, maestra? ─ Nelly empieza a calentar sus puños.

─ ¡Nelly, Wendy, encárguense ambas de detener a los pokemon hostiles que se estén acercando a este lugar, y protejan a los pokemon salvajes que no sean capaces de quitarse de encima a estas alimañas del equipo Reciclaje.

─ Muy bien, momento de entrar en acción ─ la Dragonair voltea la mirada hacia el foco de uno de los nuevos estruendos, lista para pelear y darlo todo.

─ Hora de derrotar al mal ─ dice Nelly emocionada.

CONTINUARÁ...


Así es, otra vez estamos con el tema del equipo Fénix (o equipo Reciclaje. Pueden llamarlo como quieran). Como bien pueden ver, para el próximo capítulo toca más pelea por ambos lados, aparte de alguno que otro momento dramático. En fin, espero que les vaya bien.

Hasta otra