Saludos a quienes todavía se dignan a pasar por aquí, luego de más de un mes de ausencia. He tenido problemas, muchos problemas, entre los que destaco que estuve algunos días sin teclado a causa de algo llamado la "tecla fantasma" (juro que antes yo no sabía que algo así existía). Me disculpo por la tardanza tan salvaje que tuve que efectuar, y ahora a responder:

Xtractor68: Estoy seguro de que esperaste mucho, muchísimo. Pues sí, así es como se hace ver que se está forzando la evolución de los pokemon. Lo hice originalmente recordando un poco el juego Pokemon Plata (el primero que jugué) con eso de las ondas de radio y la evolución precipitada de los Magikarps del lago Furia. Como prometí la otra vez, aquí ese reencuentro se va a dar sí o sí.

Crecimiento a la fuerza

Tanto Ai como Harry estaban incrédulos ante la tamaña aberración que se erguía ante ellos, y más aun cuando el sujeto que estaba a cargo del mismo mostraba una cara de orgullo que desagradaba mucho a ambos pokemon.

─ Veo que están aquí para admirar esta maravilla tecnológica, ¿no es así?

─ ¿Maravilla? ─ le responde Harry, asqueado ─ ¿Cómo se le puede llamar maravilla a semejante aberración?

─ ¿Aberracion? Se nota que van un poco fuera de onda, mis queridos pokemon ─ el sujeto ensancha su sonrisa, como si hubiese algún motivo para ello ─. Esto no es una aberración, es el progreso. La mente es algo que creo que está demasiado sobrevalorado. Sólo las mentes innovadoras son las que valen la pena dejar como están y que merecen seguir desarrollándose. Los demás no necesitan pensar, simplemente mejorar acorde a lo que los innovadores ofrecen. Yo les estoy dando a estos pokemon precisamente eso. Les doy la oportunidad de alcanzar la cúspide de sus propias capacidades.

─ Das un asco monumental, ¿sabes? ─ Harry continúa viendo furioso al sujeto ─ Siendo así las cosas, definitivamente no sentiré ningún remordimiento haciéndote pedazos, a ver si tu mente innovadora te salva del daño que te voy a hacer.

─ Pobre criatura inferior ─ el hombre toca unos cuantos botones, liberando de la máquina a un par de Nidokings ─. El futuro debe estar en manos de quienes estamos dispuestos a forjarlo, no en las manos de criaturas que tienen la ridícula idea de que está bien ser como somos. Todo cambia, la naturaleza misma no es estática, y mi deber es dar cumplimiento a esa ley que la naturaleza demanda que ocurra.

Los Nidokings rugen enloquecidos, y Harry se limita a usar Psicocorte en ambos, dejándolos derrotados al momento. Al científico ver aquello no le causó mucha gracia.

─ ¿Cómo? Pensé que estos ejemplares iban a durar mucho más ¿Para qué se supone que los ayudé a alcanzar la cúspide de su propia evolución si no pueden con una simple batalla? Es muy decepcionante...

─ ¡Tú lo que hiciste fue obligarlos a evolucionar antes de tiempo! ─ Ai se rodea de todo su poder psíquico para empezar a pelear contra el sujeto ─ Esto que has hecho es demasiado cruel. No te podemos dejar ir después de todo esto.

─ Oh, no puede ser ─ dice el hombre con un tono bastante irónico ─ ¿Qué puedo hacer ahora, si dos pokemon de mentalidad de atraso tienen la idea de que pueden detenerme? Oh, ya sé. A lo mejor si pruebo a mostrarles mi punto, a ver si así abren sus ojos ante el futuro.

Más pokemon surgen, todos con la ira fuera de control y viendo a Harry y Ai como si deseasen con toda el alma asesinarlos. Los dos pokemon psíquicos veían que no podían hacer otra cosa que salir al ataque, pues de otro modo no lograrían deshacerse de ellos. Eran sencillamente demasiados, y el sujeto demente que estaba detrás de esos pokemon no hacía más que reír por lo bajo, plenamente convencido de haber hecho algo verdaderamente innovador.

─ Papá, ¿hay algo que podamos hacer para no dañar a estos pokemon?

─ No lo creo, hijo. Esos pokemon están completamente destruidos por dentro. Sólo podemos noquearlos rápidamente para que no sufran más de la cuenta mientras tratamos de ver cómo hacemos para que vuelvan a poner los pies sobre la tierra.

A Ai no le agradaba la idea de seguir adelante con actuar violentamente contra pokemon inocentes que estaban fuera de sí mismos a causa de la manipulación de ese científico inescrupuloso, pero simplemente no había alternativa. Había que pelear sin importar las consecuencias en ese momento, y empezaría usando Bola Sombra con todas sus fuerzas para derribar a tantos pokemon como le fuese posible.


Con Sori y Marco

─ Esto es un completo calvario. No entiendo de dónde salen tantos pokemon...

Sori guarda a Mariano, pues este ya no podía más en sus combates. Había hecho un muy buen trabajo derrotando a cuatro pokemon enemigos (claro está que todos eran de tipo roca, para que así el tipo agua haga lo suyo), pero ya se hacía necesario que descansara. Sori confiaba en que aquello lo ayudara a hacerse un poco más fuerte a futuro, pero primero tenía que salir bien de aquel campo de batalla.

─ ¡Es hora de usar Puya Nociva, Amadís! ─ vocifera Marco antes de él mismo esquivar la arremetida de un Drapion mucho más pequeño de lo debido.

Ambos chicos conseguían salir bien de los ataques de los pokemon enemigos, pues estos iban tan alocados que iban directo hacia ellos para causar el mayor daño posible, o incluso los matarían si se les daba la oportunidad, pero hasta ahí. No hacían absolutamente nada por defenderse, ni les preocupaba en lo más mínimo dejar varias aperturas a las cuales atacar sin mucho problema. Claro estaba que era necesario defenderse de sus ataques caóticos, pero su bajo nivel ayudaba a sortearlos un poco.

─ Voy a tener que abrir paso. Esos pokemon simplemente no van a dejar de salir a lo loco y estar generando más y más problemas... ─ Marco ve que Teodora había noqueado a un par de pokemon enemigos y ya estaba por enfrentar a otro par ─ ¡Teodora, usa Surf sobre todo el lugar!

─ ¿Eh? Pero jefazo...

─ No te preocupes por mí. Ya tengo pensado lo que voy a hacer.

La Feraligatr asiente obediente y se prepara para lanzar su ataque de tipo agua con todas sus fuerzas. Marco por otro lado guarda al resto de su equipo con excepción de su Dodrio, y entonces gira su atención a Sori, la cual no parecía haberse dado cuenta todavía.

─ ¡Sori, guarda tu equipo y ven conmigo!

La chica estaba por cuestionar lo que le había dicho Marco, pero al notar su cara de urgencia se ahorra las preguntas y guarda a todo su equipo. Acto seguido Marco se sube a Dan y le ordena que vaya con Sori rápidamente, y al alcanzarla Dan salta hasta llegar a la copa de un árbol cercano, lográndolo sin muchos problemas. Eso resulta conveniente, pues Teodora pone en marcha su ataque, llevándose por delante a todos los pokemon que estaban cerca de ella con su potente Surf. También fueron arrastrados varios integrantes del equipo Fénix que habían estado dirigiendo a los pokemon para que atacasen, y varios de ellos terminaban desmayados al golpearse contra los árboles más cercanos o simplemente se perdían de vista al no ser capaces de nadar contra la corriente tan potente que se los llevaba. Sori y Marco lo veían todo de una distancia prudencial, aliviados de haberse retirado a tiempo para no verse también afectados.

─ Esa Feraligatr es formidable ─ dice Sori claramente asombrada.

─ Es lo que pasa cuando un pokemon está bien entrenado, Sori. Con el tiempo tus pokemon podrían realizar ataques igual de potentes.

─ Eso espero. Eso es fuerza y lo demás es tontería. No comprendo cómo es que Flannery limpiaba el suelo con tus pokemon con casi la misma facilidad que con los míos.

Una vez que el ataque de Teodora ya ha pasado, los dos chicos ven la oportunidad de regresar a tierra. Una vez ahí, ven a todos los pokemon que habían sido noqueados por el ataque Surf. Muchos seguían contorsionandose de dolor estando ya inconscientes, dando una vista completamente lamentable y despreciable. El equipo Fénix no parecía tener límite alguno para lo que estaba haciendo.

─ Qué asco... Y pensar que hay algunos de esos tipejos que realmente creen que van por la senda correcta... ─ Sori alza la mirada, encontrando que se acercaba un nuevo integrante del equipo Fénix ─. Y todavía no se acaban.

─ ¡Voy a detenerlos personalmente! ─ dice el criminal apretando los dientes y con una pokeball en la mano ─. No permitiré que sigan haciendo daño a los pokemon de manera indiscriminada.

─ Los únicos que están causando daño indiscriminado a los pokemon son ustedes, payaso ─ Sori ya podía adivinar que ante ella estaba un antiguo integrante del equipo Plasma ─. Pokemon convulsionando, retorciéndose de dolor, atacando a bestia, no teniendo idea ni de dónde están parados... ¿Qué bien crees que le están haciendo a esos pobres pokemon? ¿Qué le están haciendo?

─ ¿Eh? ¡Tienes que estar mintiendo! Nuestros científicos no serían capaces de hacerle semejante daño a un pokemon pacífico. Se supone que sólo los están ayudando a ser fuertes para que no sean sometidos a...

El antiguo soldado del equipo Plasma termina estampado contra un tronco marchito, y el cuello de su camisa estaba firmemente sujeto por Sori, la cual nuevamente parecía estar manifestando el poder de Umbreon dentro de ella. La chica aprieta cada vez más fuerte el agarre, cortándole por momentos la respiración al soldado.

─ Entonces ustedes están forzando la evolución de esos pokemon ¿Sabes lo que eso implica? ─ Marco se notaba enojado y decepcionado a partes iguales ─ Los pokemon tienen su propio ciclo vital que debe ser respetado. Un pokemon en su última etapa sin tener la edad ni el nivel adecuados es una aberración en sí, y ustedes están forzando que eso ocurra en demasiados pokemon.

─ T-tiene que ser mentira ─ el soldado parecía que iba a soltar su pokeball en cualquier momento, pues era notorio que le estaba temblando bastante la mano ─. El jefe dijo que haciendo esto sería capaz de hacer que los pokemon sean felices, pues al evolucionar pronto no tendrían que sufrir por culpa de los humanos.

─ ¡A cambio de proteger a los pokemon del daño que pueden "sufrir por culpa de los humanos" están causándolo uno todavía mayor, y todavía es culpa de humanos, idiota! ─ Sori se sentía bastante tentada a acabar con aquel hombre con sus propias manos, pero como podía se lograba contener ─ No entiendo cómo es posible que una consigna tan simple y burda puede limitar tanto la visión de gente como tú.

─ Pero esto no tiene sentido ─ el soldado estaba temblando de miedo y miraba a los pokemon tirados en el suelo, horrorizándose más en el proceso ─. Pensaba que con eso estarían seguros, que al evolucionar estarían a salvo de todo mal...

─ Idealizas demasiado ─ Marco también se notaba furioso, y cada vez lo estaba más, pero conseguía disimular mejor que Sori ─. Mira, puedo entender que hay pokemon que sufren más de la cuenta de la mano de humanos que no son considerados con ellos, pero una cosa es eso y otra muy diferente pretender que la humanidad entera transita por esa misma senda sin excepción. El equipo Plasma no es el inventor de los movimientos por los derechos de los pokemon, ni la manera en que lo plantean es el adecuado realmente. Piensa por un momento con tu propia cabeza y date cuenta de que en tu empeño por ayudar terminas haciendo más daño que aquellos a los que señalas con el dedo de maltratar a los pokemon.

- Eso... Eso no puede ser verdad ─ el sujeto intenta librarse del agarre de Sori, pero las manos temblaban y sudaban bastante, haciendo infructuoso ese intento.

─ ¿Por qué no puedo arrancarle la cabeza a ese sujeto? Su lentitud y su negacionismo me tienen harta ─ Sori ya casi no podía contenerse.

─ Estás demasiado violenta, Sori. Además, no tiene sentido centrar toda nuestra atención en alguien que ya llegó derrotado, no cuando hay muchas más cosas pasando cerca.

─ No me des órdenes, Marco.

─ ¿Y para qué preguntaste, tonta?

El soldado seguía temblando de miedo, viendo a los pokemon que seguían retorciéndose y gimiendo de dolor. Sori y Marco vuelven a verlo, notando que estaba dudando cada vez más. Parecía que estaba cuestionándose lo que estaba haciendo, aunque en su estado actual no valía la pena prestarle atención, por lo que Sori decide finalmente soltarlo mientras conseguía calmarse gracias a los intentos de Marco. La pokeball del soldado ya se le había caído y rodado lejos, por lo que no podía intentar sacar al pokemon que allí tenía.

─ Será mejor si buscamos donde este caos siga desatándose. Él no nos va a hacer nada ─ asegura Marco.

Una explosión nueva se hace oír, dando la señal para que Sori y Marco sepan la dirección a tomar. Se van corriendo, y sin dudarlo sacan a varios de sus pokemon para así estar listos para un nuevo combate que podría darse en cualquier momento.


Con Harry y Ai

Ya ambos pokemon habían perdido la cuenta de cuántos de sus oponentes habían dejado mordiendo el polvo, y el científico procuraba que aquello no parase. Todavía quedaban muchos más pokemon salvajes atrapados, todos tratando de escapar desesperados, pero los soldados del equipo Fénix los metían a la fuerza en aquel aparato que los obligaba a evolucionar.

─ ¡Ya me tienen hasta la punta de abajo! ─ Harry usa Psicocorte de limpiar el área a su alrededor y lanzarse contra la máquina ─ ¡Ahí va!

Pese a que varios pokemon evolucionados se atraviesan en su camino, Harry consigue llegar hasta el aparato y lo impacta, pero el daño que le hace es superficial, pues los pokemon que se atravesaron habían logrado empujarlo lo suficiente para que el golpe no fuese de frente. De todos modos la cubierta del aparato había sido dañada, quedando un espacio bastante amplio desde donde se podían ver los circuitos internos. Ai por su parte no estaba recibiendo tanta atención de parte de los pokemon evolucionados, lo que le permite movilizarse un poco más.

─ Bien, es mi oportunidad. Si lo consigo podré salvar a todos los pokemon que todavía quedan...

Esquiva a un Arbok que venía de lanzarse con las fauces completamente abiertas, y con sus poderes psíquicos sube hasta las ramas de un árbol cercano, permitiéndole así tener una mejor vista del interior del aparato, además que así se aseguraba que la mayoría de los pokemon controlados no iban a alcanzarlo por más que intenten atacarlo. Su padre había abierto una brecha para él, así que tenía que aprovecharla.

─ ¡Hora de usar Rayo!

El ataque es dado a su máxima potencia. Ai deseaba estar seguro de que con su ataque todo fuera a terminar de una vez. Nadie consigue detener ni desviar el Rayo de Ai, por lo que el golpe es directo. Con unos pocos segundos de descarga ya empiezan a manifestarse los primeros cortos del aparato, e incluso empiezan a escucharse algunas explosiones dentro del mismo, pero Ai mantiene su ataque el mayor tiempo posible para estar seguro de que funciona.

─ ¿Qué crees que estás haciendo, Kirlia estúpido? ─ el científico se lleva las manos a la cabeza ─ Mi glorioso invento se está yendo al demonio. Están arruinando el futuro.

─ Ese es un futuro que definitivamente no quiero tener ─ Ai finalmente termina su ataque y se baja del árbol, notando que los pokemon evolucionados que estaban cerca empiezan a retorcerse en el suelo y gritar de dolor ─. Tu maldad aquí se acaba.

Harry se quita de encima a varios pokemon y mira contento lo que estaba pasando. Con la destrucción de ese aparato se cortaba completamente ese proceso aberrante de evolución. Viendo que los pokemon ni siquieran procuraban atacarlo, lo que hace es ir hasta Ai.

─ Te felicito, hijo. Completaste el trabajo de una manera estupenda, y ahora el equipo Fénix no tendrá cómo seguir adelante con esta locura.

─ Gracias, papá ─ responde Ai ruborizado por la felicitación.

Los soldados del equipo Fénix retroceden atemorizados y emprenden la huida, dejando atrás al científico que sólo se quedaba ahí, contemplando horrorizado cómo su invento se estaba derrumbando después de las explosiones sufridas a lo largo de su maquinaria interna, abombando, desfigurando o desencajando la mayor parte de la cubierta externa. Algunos pokemon atrapados siguieron siendo retenidos mientras los criminales emprendían la huida, mientras que otros aprovecharon la oportunidad para irse lo más rápido posible y no tener que sufrir lo mismo que aquellos pokemon que tuvieron tanta suerte como ellos.

─ No puede ser. Llevo meses trabajando en este proyecto tan importante. El mundo estaba contemplando el nacimiento de una nueva era en la evolución de los pokemon, y ustedes, estúpidos pokemon, vinieron a arruinarlo todo.

─ ¿Una nueva era en la evolución? ─ Harry mira de manera despectiva al científico ─ Yo lo veo más bien como una manera nueva y más sofisticada de explotar y maltratar a los pokemon. Lo que hiciste no tiene nada de positivo. Mira que estar forzando a evolucionar a los pokemon y haciéndolos sufrir...

─ ¿Y eso qué? A veces hay que hacer pequeños sacrificios para dar con un importante avance ─ la respuesta del científico deja fríos a los dos pokemon psíquicos ─ ¿Quién va a extrañar a estos mugrientos pokemon de todos modos? El sacrificio de sus vidas no es un precio descabellado para dar pie al progreso científico. Lo que importa es obtener resultados, no el método. La grandeza se logra con triunfos, no con sutilezas.

─ ¿Y te haces llamar científico? Ese desdén por la vida es repugnante.

Harry se estaba preparando para usar Psicocorte otra vez, mientras que Ai simplemente se queda mirando. También él estaba bastante molesto, pero a su vez estaba algo inseguro sobre qué hacer al respecto. Lo mejor debería ser entregar a ese sujeto a las autoridades, aunque también era razonable que su padre estuviera tan molesto, pues el daño que había sido generado estaba completamente lejos de ser normal.

Los arbustos empiezan a sonar, como si alguien estuviera caminando entre ellos, lo que llama la atención de Ai. Abre bastante los ojos al encontrarse que Sori estaba entre aquellos que se abrían paso entre esos arbustos.

─ ¿Maestra?

─ ¿Ai? ¿No estabas entrenando?

─ Pues sí, y también me encontré a mi papá y mi mamá. Maestra, aquí está papá ─ Ai toma la mano de Harry y la acerca a Sori, haciendo que apartara su atención del científico ─. Papá, ella es mi maestra.

─ ¿Esta chica? Tiene cara de mimada ─ responde Harry casi sin pensar, a lo que Sori frunce el ceño ─. Pero también se nota que tiene actitud. Hijo, estoy orgulloso de ti. Te enamoraste de una chica ruda pero bastante bonita.

El científico estaba algo confundido al ver que Harry y Ai apartaron su atención de él. Pensó que era una buena oportunidad para escapar de allí, pero se encuentra con un chico cerca de él, y a su lado estaba una Feraligatr y una Haxorus.

─ ¿A dónde, dijo el conde? ─ Marco se veía algo serio y amenazante ─ Por lo visto todo este desastre es cosa suya, así que no lo puedo dejar escapar.

El sujeto traga con fuerza y emite un quejido de inconformidad al ver que no tenía escapatoria alguna. Mientras tanto Marco trataba de fijar su atención en el sujeto frente a él, si bien escuchaba la conversación que Sori empezaba a tener con su pokemon.

─ ¿Qué debemos hacer con este insecto, jefe? ─ pregunta Kate alzando sus colmillos con forma de hachas.

─ Déjenlo inconsciente. No conviene que esté despierto para que nos venga con algún truco.

─ ¿Cómo se atreven a hablar así de mí? ─ el científico se notaba bastante furioso, pero eso le daba bastante igual a Marco y sus pokemon ─ ¡No soy ningún insecto! Yo estoy destinado a traer el futuro a...

Cae inconsciente. Teodora se había aburrido rápidamente de escucharlo y le había golpeado con un Puño Hielo bastante rápido. El sujeto ni se había dado cuenta de que Teodora intentó darle el golpe.

─ Supongo que de ese modo esa oleada tan rara de pokemon hostiles ha llegado a su fin, aunque nunca se puede estar seguro ─ Marco se encarga personalmente de atar al científico a un trozo de chatarra que se había desprendido del aparato durante su propio desmantelamiento ─. Teodora, buen trabajo.

─ Sabes que es un gusto ayudar, jefe ─ Teodora sonríe ampliamente.


Más tarde

Las batallas que se habían estado librando en casi toda la extensión de la reserva habían llegado a su fin. Los soldados del equipo Fénix que no habían sido derrotados todavía decidieron retirarse con lo que pudieron, pero aun así la mayoría de los pokemon que no fueron evolucionados consiguieron salvarse. Las hermanas Hatterene se encargaron de juntar a los soldados derrotados, y para prevenir cualquier intento de escape decidieron aturdirlos a todos con sus poderes psíquicos. Jhonny se dedicó por un rato a rastrear a aquellos criminales que no huyeron pero que intentaron ocultarse, aumentando la cantidad de sujetos capturados. Princesa, Gwen y los pokemon infantes contemplaban complacidos que la cosa pareciese mejorar, aunque todavía tenían que ver a los pokemon evolucionados, pues estos estaban bastante confundidos, irascibles, patosos o incluso deprimidos. Ahora que lograban recuperar un poco la capacidad de razonar y se iban haciendo conscientes de su nuevo estado, a ninguno de esos pokemon le sentaba nada bien su nueva situación, y varios manifiestan inmediatamente su frustración.

─ ¿Ahora sí están seguros de que todo acabó? Quiero regresar al agua de donde no quise salir y descansar ─ se queja Princesa golpeando el suelo con su cola.

─ Tranquilo, que estamos seguros de que todo ha pasado ─ le responde Mary.

─ Y en caso de no ser así, aquí estamos para dar una mano ─ completa Jane agitando su mano-tentáculo, y ella y su hermana empiezan a reírse.

─ Qué chiste tan malo. Bueno, al menos todo parece haberse calmado. Ahora sólo quiero flotar un rato y olvidarme que esto pasó...

─ ¡Mira, es nuestro pequeñín! ─ señala Jane, llamando la atención tanto de su hermana como de Gwen ─ Parece que sí cumplió con la misión heroica que fue a afrontar junto a su padre.

Gwen es la primera en ir corriendo para recibir a su hijo, aunque el aliento no le da para correr mucho y se termina cansando a mitad del camino, por lo que Ai es quien completa la ruta.

─ Hijo, me alegra saber que estás bien.

─ Sí lo estoy, mami. Mira, mi maestra ha regresado.

─ ¿Eh? ─ la Gardevoir alza la mirada, viendo a la humana que se estaba acercando ─ ¿Esa chica es tu entrenadora?

CONTINUARÁ...


Para el próximo capítulo tocan algunas presentaciones, de nuevo. Es lo que hay cuando hay personajes encontrándose por primera vez. En fin, la líder de gimnasio ganadora es Gardenia, así que toca para el cuarto gimnasio de este fic. Sólo espero no tardarme tanto esta vez.

Hasta otra