Ellipsism
Alemania
Seelow Heights Abril 18 1945
Los ojos carmín miraban con melancolía y tristeza el deplorable aspecto de los campos de seelow, dónde noto con amargura la cantidad de daño y destrozos que ambas facciones dejaron a su paso, ni siquiera el accidentado paso del acorazado sobre el camino destrozado e irregular que zarandeaban su cuerpo , o ahi en la corva de su brazo que aferraba al tubo lastimado ocasionalmente le scaba de sus lamentaciones, mas alla del bien humano, su preocupación e indignación yacía con la fauna y flora heridos profundamente.
-hace bastante que no dices una palabra- no evito preguntar la teniente Armitage, sentada a su lado en la barandilla del tanque, sus orbes azules miraban los pliares de humo y notaba la peste de los cuerpos calcinados, el aroma a sangre y pólvora permeaban sus pulmomes, todo a su derredor tenia la fiera marca de un brutal enfrentamiento que pese a los dos dias de ocurrir, no disminuyo el impacto vivido por la tercera armada de choque de los acorazados soviéticos.
-imagino que... los alemanes les arrebataron sus casas y bienes a los agricultores- noto varías cabañas, establos y graneros o lo que queda de ello, respondio con pocos animos la castaña, sin dejar de perder su mirada en los profundos bosques de pinos que se extendían por todo lo que alcanzaba la vista.
-segun lo que sabemos, asi es, los alemanes dispusieron por orden de su fhürer de estas tierras, los agricultores no tuvieron voz tras la expropiación y marcharon a las afueras, sabes como se guian estos bastardos- se permito explicar Armitage, notando desde su vuelta de la misión para el rescate de tomoe una actitud completamente fria y distante, esta vez, mas alla de la diplomacia y sin su característica sonrisa tenue, era como si la bondad y la calidez que la diferenciaba del resto solo fuera un resquicio en sus memorias -no se que paso desde la ultima mision, pero temo que te esta pasando factura esta guerra- Su preocupación era genuina, con el tiempo la rubia noto las impresionantes habilidades de su rival, con quien hasta hace poco llevaba una lucha amistosa, pero desde la mision en la granja algo en su colega habia cambiado.
Shizuru escucho las palabras muy lejos, como si apenas estuviera en la misma dimensión, noto la verdad y la sinceridad en la voz siempre altiva de la teniente, para su sorpresa, todo lo dicho apenas había sido un susurró confidente solo por esa demostración de camaradería se permitió un momento, filtrar sus verdaderas razones -a veces me pregunto si... realmente estoy haciendo lo correcto, si lo que busco es lo que recuerdo, si lo que recuerdo es mas de lo que busco, o si mi mente idealizo algo que simplemente puede ser algo irreal... todos en esta guerra somos personas...distintas a nuestras versiones previas a este conflicto-
-Shizuru, la verdad es que, jamas te e preguntado ¿por qué luchas, que es eso que te impulsa tanto? O eso parecia hasta hace algunos dias, muchos estamos aqui por venganza, otros por patriotas, algunos por amistad o incluso por tradicion familiar, yo lo hago por venganza, pero tu, no se la causa de que alguien como tu este envuelta en esta mierda- suspiro sin lograr hilar las ideas en palabras claras, hasta ese momento se permitía indagar en los motivos tras un cambio tan radical, de ser una psiquiatra, una profesional que velaba por la salud mental y el saneamiento de traumas hoy estaba en el infierno por su propio pie, viviendo ,sintiéndo y haciendo cosas atroces y posiblemente moralmente reprobables, acciones propias del ser agente doble, terminar como espia y luchando hombro a hombro con soldados y rebeldes.
-por amor...- dijo con esa facción amable en su rostro, misma que desapareció amargamente -o eso quiero creer- el pesar en su voz asombro incluso a su colega, eran las unicas sobre el tanque, tenian la seguridad de que el ruido de la pesada cadena que marca a el paso del T-34 y la lejania con el resto de acorazados les daba un ambiente seguro para su charla.
-vaya eso es...inusual- la incredulidad azoro a Haruka, semejante sentimiento no iba para nada de la mano con las acciones que debia llevar a cabo en post de semejante sentimiento.
Shizuru noto el desconcierto en su colega de armas, una charla sin sentido, el prolongado distanciamiento de Natsuki y su esperanza desde hace años se mantenia de algo tan delicado y frágil como los recuerdos, solo hechos un momento palpable por el trozo de metal en su anular y varios meses juntas, sin la compañía de Kruger una soldedad y pena le abrazaban, la extraña conexión con aqueya mujer era imposible de ser replicada en alguien mas, si, tenia amigos, conocidos, colegas, e incluso personas que sabia le miraban con ojos mas alla de lo fraterno, se sentia pérdida entre tantas personas, y ya ni siquiera tenia la certeza de que la mujer que amaba y anhelaba ver siguiera con vida, o peor aun, que no fuera quien recordaba y deseaba ver, hacia semanas que sus contactos dentro de la resistencia alemana eran como un fantasma.
-ojala mas de nosotros pudiéramos tener un sentimiento tan noble para estar de pie en esta guerra- dijo con admiración la Soviética a su lado, el acorazado se dirigia a la franja de Berlín, dónde usarían el mismo tren aleman para llevar a mas de quinientos mil hombres y mujeres para arrasar con el corazón del reich, atacando la unión Soviética por los frentes del Báltico, Prussia, Gndansk y Poznan, un infierno aguardaba, uno mas crudo y amargo de lo vivido anteriormente.
El acorazado se detuvo frente al campamento, bajaron sin mas tiempo de charlar, Shizuru mataba el tiempo dando rondines, alejandose del griterío y la bulla, la peste a licores y a humo de tabaco le asqueaban, al igual que gran parte de los soldados, durante sus andanzas se trago innumerables arrebatos de colera, pues de entre todo lo horrible, lo mas difícil de omitir fue el abuso de las tropas sobre la población femina y civil, como si ya por si misma el infortunio de quedar en medio del conflicto no fuera suficiente, sus ojos vagaban sobre los lejanos bosques, dónde noto a la distancia tumbas alemanas, el Stahlhelm era el signo mas claro, pues era el casco que portaban las tropas del Wehrmacht, noto la silueta de un joven, el gorro soviético tan característico que cubrirá del frio la nuca y orejas cobijaba la cabeza, se aproximo intrigada por la humana acción. -¿por que te tomas la molestia de darles sepultura a los alemanes?-
la pala permaneció en la tierra, y al girarse los ojos magma, el color del cabello, la reconocio al instante, era la joven hija de Sergei.
el semblante fiero y agotado de Nina se suavizó tan pronto reconoció a la castaña -Shizuru ¿que haces aqui?- pregunto con una calida sonrisa, limpiándo su frente con el dorso de su brazo, la accion barrio parte de la tierra y la polvora que se habia adherido a su piel por el prolongado tiempo en su humana faena.
Shizuru noto un brillo casi infantil es la expresión de la joven, se miraba agotada y hasta ese momento, el tiritar del metal contra el suelo fue evidente -¿cuantó tiempo llevas haciendo tumbas para ellos?- se permitio indagar dada la ínfima familiaridad con la wang mas joven, el ceño frente a ella se lleno de pesar.
-un dia- se recargo en la empuñadura de la pala, buscando un soporte a sus temblorosos brazos, el breve descanso le hizo resentir el agotamiento -lo hago por que... me hubiera gustado que alguien hiciera lo mismo por mis padres- confesó sin mirar al rostro de su colega, ya esperaba el mismo reproche e inlcuso el menosprecio que todos los soviéticos le mostraron al enterarse de su labor, la misma que realizaba por convicción propia.
-pense que Sergei era tu padre...- la sorpresa de Shizuru fue menor,superado por la gran admiración y respeto, la accion noble ni siquiera ella misma la compartíria.
-mis padres murieron cuando yo tenia diez años, durante el primer asalto de Alemania a Polonia, le ordenaron a los pobladores que desalojaran el pueblo, algunos aceptaron a regañadientes, otros lucharon, y pocos como mis padres trataron de dialogar y hacer entender de manera diplomática que no abandonarían su hogar, los soldados los arrinconaron en la recámara, me cubrieron con sigo para que no me usaran de rehén o para presionarlos, ellos simplemente dispararon, los cuerpos de mis padres calleron sobre mi dandome escondite, yo sabia que no seria bueno salir y estuve debajo de sus cadáveres por cuatro dias, hasta que la tropa de Sergei llego en un contra ataque y llograron sacar algunos sobreviventes antes de que regresarán los alemanes, por alguna razon sergei regreso a mi casa y cuando entro a la recámara me vio salir de entre los cuerpos, no recuerdo mucho, solo que me cargo y me llevo consigo- nina mantuvo silencio un momento y evito decir algo, suspiró largamente, miro con valor a los ojos carmín -nunca pude volver a mi pueblo, sergei dijo que era peligroso, pero que algun dia podria volver y hacerles un altar o una lápida- aseguró con determinación.
-eso es muy noble, ni siqueira yo haria algo asi, e visto tantas cosas por parte de los alemanes que no tendria tantas consideraciones con ellos- se sincero Shizuru, la tarde comenzaba a caer y en poco marcharian al corazón de Berlin, dónde residia la ultima linea defensiva del reich, esperaban una lucha encarnizada -vayamos al campamento, necesitas descansar un poco- la verdad era que ella misma sentia un agotamiento mental y espiritual mucho mas cargado que los años anteriores, una parte de si sabia que el paso del tiempo deshacía los hilos que afianzaban su amor o sus recuerdos de aqueya mujer de ojos color jade, a quien seguia buscando sin tener una sola pista.
-no puedo...los demas me han negado el alimento y el acceso a las casas de campaña, no les agrada que sepulte a los alemanes- dijo Nina con vergüenza, apreto el mango de la pala y la madera circundante se tiño de un diluido tono carmin, giro su cuerpo para continuar extrayendo la tierra con su herramienta.
Shizuru escucho sin lograr creer tal muestra de ignorancia, si bien la humana atencion de Nina era inusual, tampoco encontraba excusable tal muestra de desprecio por parte de sus mismos aliados, los muertos asi se quedaban, ya no eran de un bando u otro, solo eran los despojos de quien alguna vez fue un padre, un hermano, un tio, un abuelo, un amante, nadie merecia que su cuerpo se pudriera sin al menos una tumba, a sus adentros imagino con dolor si quiza, en alguna parte Natsuki ya descansaría, si alguien hubiera tenido tal atención o simplemente su cuerpo quedo por ahi, se le hizo un nudo en el estomago, habia perdido tanto de si misma, que si su yo de hace 4 años viera lo que era capaz de hacer hoy, seguramente sentiria un profundo despecio, ¿realmente el amor era lo suficiente para seguir impulsando la busqueda de algo incierto? tal ves, era tiempo de renunciar y regresar a su pais natal, volver con el corazón roto y una vida que añoro, pero no pudo ser...
El silencio a sus espaldas llamo su atencion, si bien durante el ultimo operativo que compartieron nina pudo observar que la bella mujer a sus espaldas era alguien sumamente distante y silenciosa, esta vez, habia algo mas, pudo casi leer en las facciónes el sentimiento de la perdida, la luz y la calidez de Fujino era inexistente, o eso pudo percibir -¿Te encuentras bien?- inquirio con precaución, esperando no ser inoportuna.
La pregunta vago en el viento brevemente -no lo se, solo me siento... cansada- Mintió sin meditarlo mucho
-no, en realidad pareces... triste- aseveró la mas joven sin una pizca de duda o temor, solo con esa palabra podia describir lo desdichada que se miraba.
Shizuru se sintió sumamente vulnerable, como esas ocasiónes en que kruger miro debajo de su perfecta máscara de mentiras, una punzada de agobio le turbo, miro con los ojos llenos de zozobra a la joven frente a ella, quien le mantenía la mirada, mas en esos ojos color magma, solo vio una sincera preocupación, no supo que decir y agradeció que Nina continuara hablando
-tienes la misma mirada que yo, cuando perdi a mis padres, pero...sospecho que no es ese tipo de amor lo que te tiene tan desgastada...-
Las palabras le sorprendieron un poco mas, la neutralidad y temple en una jovencita al tocar un tema tan personal sin entrar en detalles o hacer mas preguntas, tales circunstancias solo le robaron una sonrisa, de respeto y admiración, pues en pocos minutos nina descifró su mal de amores -eres una joven muy perspicaz, Sergei te a enseñado bien- le miro con calma -crees que el amor valga tanto?-susurro a la nada mirándo el sol caer sobre las montañas.
-el amor es quiza, la única fuerza que nos impulsa mas alla de lo increíble...
-¡Wang, te llego esto!- gritoneo desde mas de cincuenta metros la estruendosa voz de Armitage, que ya se aproximaba corriendo al duo -es de tu padre- explicó entregando un sobre sellado, Nina no dudo en abrirlo y leer cuidadosamente.
-¿que haces aqui Fujino, no deberias estar entre las tropas festejando el asaltó que tendrá lugar en los próximos dias?- la teniente pregunto por casi medio campamento hasta que un par de soldados le pudo dar razones, su trabajo no era precisamente ser mensajera.
-solo le hacia compañia a Nina, dado que no se siente bien por las heridas en sus manos por la evidente falta de atencion medica y alimenticia- no pudo esconder su malestar, a sus ojos eran mas despreciables los rusos por tomar una actitud tan idiota solo por que Nina sepultaba cadáveres, y no solo alemanes, también soviéticos y civiles, parecian ignorar que todos por igual recibían la misma sepultura.
-¿de que hablas? Si ella fuera a la enfermeria le darian tratamiento, y a nadie se le niegan los alimentos- refuto la teniente sin creer lo que escuchaba,aparentemente no estaba al tanto de las funestas actitudes de sus subordinados.
Shizuru suspiro hastiada -¿por que no miras sus manos, y su semblante? es evidente que no la paso tan bien como los demas, creo que merece un poco mas de respeto por la noble accion que hace-
La rubia miro con severidad las manos temblorosas de nina, que mantenia su atención en las lineas de la hoja que leia, el papel se tinto levemente de un tono rojo, mismo que exudaban los guantes que cubrian las manos de la joven wang, analizó con detenimiento las facciones del rostro y noto un tono mucho mas palido de lo usual.
-teniente Armitage...- Nina hablo en tono serio -requiero que se me permita ir en busca de mi padre, me a mandado encontrarme con el para una mision- miro a ambas mujeres frente a ella sin lograr esconder la dureza que embargo su mirar.
-en los próximos dias tendremos un asalto a Pankow y necesitamos todos los efectivos posibles- nego la teniente con la cabeza
-un par de soldados no seran notados- dijo con tranquilidad la castaña, esperando que no fueran realmente necesarias en dicha operación.
-¿iras con ella entonces? Pero van a perderse toda la acción- se quejo infantilmente Haruka, tenia una enorme curiosidad de saber como se desenvolvía Shizuru en el enfrentamiento de combate cercano, casi tenia ya una competencia de quien lograria mas bajas
-estar en un enfrentamiento de tal magnitud no es algo que añore, espero que la mision que llama a Nina sea mas... solitaria- confesó Shizuru a ambas colegas, su apatia era notoria, deseaba tomar distancia de la bulla y el conflicto a gran escala.
-no tengo objeción si la señorita Fujino desea acompañarme, ya e trabajado con ella y es un buen elemento, espero contemos con su permiso teniente- nina doblo la hoja y la resguardo dentro de su saco.
Haruka medito sobre el tema por algunos minutos, la noche les alcanzo rápidamente, a lo lejos el repique interminable de chasquidos secos y explosiones delataban el avance del resto de las armadas de choque soviéticas, sin duda cada hombre y mujer era valioso para mantener la superioridad numérica, pero un llamado de sergei ameritaba atención, especialmente si se encontraba de servicio con la oss o el bando francés -realmente no me gusta la idea de compartír a mis soldados, pero puede tratarse de un asunto importante, supongo que no tengo opción- dijo resignada cruzándose de brazos, el viento helado llevaba consigo el vaho de sus alientos calidos en un velo delagado y apenas perceptible meciendo las cabelleras de las reunidas bajo el cielo plomizo.
-gracias teniente...
Shizuru se aventuró al asunto primordial -no podemos marchar sin que antes cenemos algo y recibas atención medica, no seria buena una infeccion por manipular cuerpos en las condiciones que tienes las manos, ¿cierto teniente, qué dirian los americanos si supieran que entre si se niegan la ayuda?- atizó un poco el orgullo de la rubia.
Armitage asentia continuamente mientras hablaba Fujino -pero por su puesto que no dejare que nadie hable mal de mis tropas, asi que vamos, una visita al medico y despues una buena cena, me gustaria compartir esta noche con ustedes, no sabemos si habra otra oportunidad igual con los operativos que vienen- las palabras tenian un entusiasmo nato de los soviéticos, era admirable su afan de luchar, como si fueran inmortales.
La cena termino algunas horas atras, pero en la mesa de la oficina improvisada de Armitage permanecían las tres, Nina ya dormitaba, un trago le fue servido por su superior Soviética, entre risas de las mayores debido a las muecas de ardor en la garganta, un shot de vodka relajo en demasia el cuerpo de Wang, tras el descanso de sus manos heridas, y una cena mas que abundante, el líquido etílico dejaba una sensación relajante que le permitió dormir tranquilamente en su asiento, solo descansado parte de su torso, brazos y cabeza sobre la mesita.
-dioses...comó...puedes...beber taaaaanto sin...embriagarte?- dijo con admiración la Soviética, que apenas lograba llenar sin derramar el vaso de cristal, la botella se balanceaba de un lado a otro, como si una fuerza intangible errara su pulso
-mi cuerpo es veloz para procesar la bebida, además en mi pais el sake tiene un volumen etílico mas elevado, no me puedo quejar de mi inusual habilidad de tolerar el alcohol- Shizuru se llevaba la victoria en la competencia implícita de beber hasta caerse, Haruka no podia levantarse de la mesa sin sostenerse de algun objeto, Nina estaba profundamente dormida y ella apenas sentia un ligero movimiento bajo sus pies, solo el cuerpo relajado le hacia saber que la los tragos le hacian un poco de efecto, y era algo que disfrutaba, sentir la ligereza de si misma y la tranquilidad momentánea del letargo mental a sus tribulaciones del corazón
Afuera la gavilla cantaba, bebia,fumana y hablaba, en el previo a una lucha encarnizada, sin duda los esperaban innumerables bajas, mas eso no era su mayor temor, todo era por cobrar la sangre derramada en Stalingrado, un par de golpes sacaron de su modorra a la rubia que ni si quiera penso en dejar la cómodidad de su asiento -¿quién es? ¡Estamos ocupadas aqui, largo!-
El llamado a la puerta se repitio, y una conocida voz replico al otro lado -es de urgencia que hable con la teniente Fujino-
Shizuru reconocio al instante el acento y la voz, una punzada desagradable le escaló por las entrañas, se bebió el resto del vaso -ire a ver que necesita, ya vuelvo- le prometió a su colega, no deseaba prolongar demasiado una charla innecesaria con Tomoe, prefería terminar pronto y volver para beber hasta caer dormida como sus compinches, se levanto, se abrigo debidamente y salio, ahi afuera la brisa helada le recibió, al igual que los ojos violeta de su colega francesa.
-necesito hablar contigo... en privado- enfatizó mirando hacia adentro de la edificación, el hedor a alcohol era notorio desde que la castaña abandonó la habitación, no recibió ninguna respuesta, ni alguna negativa, simplemente caminaron por un tramo hasta llegar al borde del bosque, donde un despojo de pared les tajo el viento, Shizuru se miraba notoriamente agotada, divagando quizá -es sobre..ella- dijo al fin.
-¿sobre quién?- respondio con inocencia, mirando el cielo completamente oscuro, iluminado de tanto en tanto por los disparos de las anti aéreas.
-tu sabes de quien habló- insistió con desagrado Marguerite, mirando con una mezcla extraña de amor y celos a la mujer frente a ella, quien parecia ausente.
-podrías hablar de cualquier persona, conozco a mucha gente- Shizuru sabia de que iba la misteriosa charla, y no tenia los animos de tocar esa fibras sensibles con alguien, alguien que le pedia mucho mas que una simple amistad
-hablo de Kruger- espetó casi masticando el despreciable apellido, noto el cambió en la antes relajada postura de la castaña, y eso solo la molesto un poco mas.
-Tomoe...eso es un asunto que no me apetece hablar, ni contigo ni con nadie- susurro arrastrando las palabras, el frio le cargaba a su pesar los efectos del vodka
la francesa apretó la mandíbula, sabia la verdad tras esa seca respuesta pero no daria a torcer su brazo de nuevo, tenia al menos que arrancar la esperanza del cansado corazón de la mujer que ansiaba tener para si, su encuentro desafortunado con Natsuki debia ser una ventaja para ella -crees que la conocias pero no es asl- se desato el cinturón, los ojos rubi miraron en otra dirección cuando deslizó sus pantalones sobre la altura de sus rodillas -por orden suya me torturaron por dias, y me trataron como un juguete mas alla de lo que me gustaria recordar-
-No...-la voz le salio mas grave y fria de lo que esperaba, se aclaro la garganta y prosiguió -ella no se toma tantas molestias, no es propio de Natsuki tomar rehénes, ni mucho menos pedir a otros hacer algo tan...bajo- miro con desagrado la cicatriz donde una bala penetro, dejándo la pierna con una movilidad demasiado reducida para seguir en combate a plenitud, algunos centímetros mas arriba del disparó que ella misma le habia hecho en su primer encuentro -jamas la vi abusar de su rango o divertirse con el dolor de otros- y era verdad, las pocas veces que miro a Kruger llevar a cabo sus obligaciones no miro goce en el dolor ajeno, excepto por aqueya noche donde un maquis cayo bajo el certero disparo del karl94 de su amada, recordó al hombre correr dificultosamente arrastrando una de sus piernas, el trote de un pelotón, la voz de Natsuki ordenando que se detuvieran, y el accionar del cañon, ultimado al enemigo, las risas crueles donde si que reconoció la de Kruger, bromeando sobre jugar con darle esperanza de huida al frances.
Tomoe noto en el rostro que enmarcaba esos ojos escarlata, y podria jurar que vio la decepción, podria ser que las cicatrices y el irreparable daño a su cuerpo le evocaron algun recuerdo, siempre era difícil saber exactamente que estaria pensándo, pero era el momento ideal para seguir sembrando un poco mas la espina que deseaba ver germinar en su corazón -mientras estuve prisionera escuche muchas cosas... cosas que se te harian daño- dijo con vergüenza mientras se vestía de nuevo y fajaba su uniforme.
Shizuru frunció el ceño, un calor desagradable le hizo sentir incomodidad, no deseaba escuchar mas,sabía que Tomoe seria capaz de mentir con tal de menguar el delicado vinculo con la mujer que buscaba -mañana tengo una mision y no me gustaria perder mas mi tiempo, entiendo y agradezco que te preocupes por mi tomoe, pero este tema, es algo que no te incumbe y dónde no deberias opinar te agradecería que no insistas- se dio la vuelta y se dispuso a volver donde Haruka y Nina.
Tomoe se mordió el labio de rabia, noto el dolor en el rostro de su colega, solo tenia que presionar un poco mas, daba igual que mintiera, estaba segura que el aleman llamado Smith estaba muerto, mas no Natsuki, pues su contacto alemán le mando a los pocos dias de su liberación el expediente medico de Kruger, que sobrevivió al traumático evento con graves daños por la explosión de la granada, sumando las heridas que le infringió durante el forcejeó, la herida en su hombro, le daño en su ya maltrecho abdomen, y la falta de movilidad plena en su mano izquierda, producto del arrebato que salvo del disparó a Smith, mientras no se encontrará con Shizuru , no podrian aclarar las cosas, seria imposible y con eso ganaba tiempo a tergiversar los hechos, jamas podria alguien refutar neutralmente las mentiras que armaba en las semanas anteriores ni mucho menos su as bajo la manga, la única persona que podria delatar su mentira estaba muerta, la angustia de perder su ventaja le dio el valor para sostener a Shizuru, la envolvió afanosamente con un abrazo por la espalda, ambas quedaron en esa posición por la osada acción.
-Marguerite, te voy a pedir que me sueltes...
-nunca te preguntaste porque hable de ella en pasado?- el cuerpo que abrazaba se torno rígido y escucho por un breve momento un quejido ahogado, sintió la mano enguantada sujetar uno de sus brazos con una fuerza abrumadora, el agarré molio músculos y piel dolorosamente, se tragó el quejido que la accion agresiva de la castaña le provoco, no imaginó la fuerza que tenia la bella mujer, aprovecho el movimiento y con una caricia cubrió la mano de Shizuru, y acaricio el anillo bajo el guante, sintio envidia pues Kruger tenia razón, jamás se quitaba esa argolla, y era el claro ejemplo del amor que se juraron, debia tornar esa promesa en algo desagradable.
La castaña no pudo medir su fueza, dejo a su cuerpo tomar acción por si mismo, tomo con brusquedad el abrazo que la ceñia por la espalda rodeando su pecho y cintura , retiraría de un jalon ese incomodo contacto, mas no recibió reclamos o quejas de dolor, en cambió tomoe abrigo su mano con la de ella, y acarició la argolla que siempre llevaba en su anular, sintio la mandíbula descansar sobre su hombro y la voz cómplice muy cerca de su oído
-esa argolla puede ser todo para ti, pero carece de valor si solo una de las dos esta de pie, ella murio en un operativo, le arrojaron una granada y no tuvo tiempo de reaccionar.. supe que dejo la orden de que me matarán, pero gracias a ustedes logre escapar - el fiero agarre menguo de a poco, y el cuerpo se relajo -mientras estaba como prisionera escuche a un hombre llamado Smith schwartz hablar con otro aleman sobre ese enfrentamiento y el como a varios de sus colegas les encomendó matarme si llegaban a encontrarse conmigo, por eso, creo que es injusto que sigas esperando por alguien que no encontraras-
con un movimiento suave y elegante, el calido cuerpo que abrigaba se retiró del abrazo, se giro y con una mirada compungida le encaro -necesito descansar, tengo que dar apoyó mañana, se que te preocupas por mi Tomoe, y creeme, siempre te agradeceré que hayas dado y hecho tanto por mi cuándo estuve por ir con los prisioneros después de la liberación de paris, hablaremos luego- le dio la espalda, necesitaba urgentemente evadir su presencia, escuchar semejante ignominia amenazo con arrancarle el llanto, sentia como si su corazón se estrujara dolorosamente, no sabia si física o sentimentalmente, pero ese sentimiento desolador dolia.
-espera!... por favor- grito casi histérica, hurgo en su abrigo y bajo la mirada fria de los ojos esmeralda que le miraron de soslayo se aproximo, acuno un trozo de pañuelo entre sus manos, como si de un ser pequeño y herido se tratará , se aproximo para depositar algo en las manos enguantadas de fujino -esta es la prueba de mis palabras-
Shizuru le permito aproximarse hasta dejar dos cuerpos de distancia, le planto cara, esta vez sin la benévola y amable mascara, solo la frialdad e indiferencia tomaron control de su rostro ,levanto la mano, estaba harta de sus artimañas, las manos de tomoe rodearon con devoción la suya, extendiendo mucho mas de lo necesario la accion, benditos guantes que separaban su piel del desagradable tacto, vio a su colega retroceder
-¿crees que Kruger prescindiria de ella por voluntad?-
Una vez la tela harapienta escupió su contenido en la palma próxima, y ahi bajo la luz de la luna opacada por las nubes pesadas del invierno, brillo la argolla de Natsuki, no tenia dudas, era idéntica a la que ella llevaba siempre, sus argumentos y razon se bloquearon por completo.
La peliverde observo a detalle la reaccion en la faz de su amada, permaneció observando el trozo de metal, bastante dañado, a comparación del que descansaba en el anular de la castaña,
Fujino aun en un trance doloroso, tomo la pieza y la observo con amargura, se miraba desgastado, raspado e incluso roto, pero pese a ello, pudo ver los sencillos acabados, donde una piedra color escarlata brillaba, a diferencia del suyo,donde un jade adornaba en el centro, argollas iguales pero opuestas, en sus memorias la voz grave y afectuosa de Natsuki revivió "siempre que miro mi anillo, puedo ver el color de tus ojos, evocar tu aroma, sentir tu tacto, escuchar tu voz, solo tienes que mirar tu anular para saber que te amo y te llevo en mi corazón" se trago el nudo de su corazón roto, se echo el anillo al abrigo y dio media vuelta -gracias- susurró con apenas el tiempo suficiente para no llorar ahi mismo, sentia perdida la razon de su lucha, y se planteo por un breve instante abandonar la guerra, agradeció tanto darle la espalda a la de ojos Violeta
Tomoe no sintio aquello como una victoria, no podia llamarle asi a la tristeza y la negación que vio en la rota expresión de su amor idílico, la voz menguante y quebrada del bello acento de Kioto le hirió el corazón, no sabia si sería capaz de reparar semejante daño, vio a shizuru retornar a la oficina de armitage en silencio.
Una vez dentro se encontró con Haruka dormida sobre la mesa, en la misma posición de Nina, parecia la pose predilecta de los ebrios, tomo asiento de nuevo y en el inesperado refugio sus ojos dejaron al fin salir las lágrimas de incertidumbre y duda, mas ningun sonido emergio de su garganta, ni siquiera eso se podia permitir, no al menos en ese lugar, se pregunto si realmente Marguerite tenia razón y luchaba por alguien que no yacía en este mundo, se negaba a aceptar perder a su amada sin logar ver su cuerpo, Sin tener un ugar donde ir a llorar y despedirse adecuadamente, vivir, ya no le parecía una idea tan atractiva, pensar en ello era un martirio, pero las botellas de vodka que fueron vaciadas toda la noche le permitieron dormir.
Nina le zacudia del hombro, eran casi las nueve de la mañana y debian partir, espabilo sin una pizca de resaca, el trio partio hacia una de las camionetas que se usaban para la movilización de tropas, ahi la mas joven del trio se aproximo al chófer y le mostro el mapa.
-Fujino- llamo Haruka a su colega, que parecía sumamente distraída, algo inusual para la vista y análisis prodigioso que le caracterizaba -deberias de reconsiderar tomar un descansó, recientemente te e notado distraida, y eso a donde sea que vayas es peligroso, un error supondría no solo tu fin, tambien puedes poner en riesgo a Nina, parece que ella confia en ti- miro hacia la susodicha que discutía con el chofer sobre alguna ruta propicia para la movilización segura -incluso... podrías pensar en darte de baja con honores y regresar a tu pais con tus padres, no muchos tenemos esa suerte de tener a una familia y un hogar al que volver- susurró la Soviética con pena.
La castaña se mantuvo en silencio, la dura verdad era innegable, desde el dia que visito a Tomoe en la enfermería tras su rescate de la granja, su estabilidad, y seguridad se vio mermada, herida por la charla que sostuvo con la maquis, cada una de sus palabras tomaban sentido, al caer en cuenta del significado de aquella tarde...
-los doctores dicen que es un milagro que no perdieras la movilidad de tu pierna- Shizuru permanecía de pie junto a la camilla en el cuartel temporal de la oss instalado varios kilómetros lejos de las afueras de Berlín
Tomoe experimentaba una confusa emoción, amaba que la visitara, pero al mismo tiempo sabia que era inalcanzable, si las palabras de Kruger eran verdad, una promesa seria algo sagrado para la mujer que admiraba, no importaba si era unilateral la fidelidad y el afecto, Shizuru era una mujer de valores y lealtad, si habian jurado amor, no habria forma de retirar la promesa, no mientras la pelinegra viviera o mientras el sentimiento permaneciera en el corazón de la dueña de los bellos ojos color escarlata -aun tengo cosas que zanjar,supongo que es una señal del destino- bromeo a costa de su propia desgracia, rápidamente su sonrisa se torno seria, y miro con profundidad a los ojos de Fujino con una facción de falsa tristeza -Natsuki debio ser una persona muy interesante, no es facil que alguien tenga tanta presencia en la vida de alguien como tu, sin estar ahi, siempre noto cuanto la extrañas y eso es injusto... para ti, estar enamorada de alguien que no esta- las lagrimas asomaron en sus ojos Violeta, la rabia le hacia llorar, al saber que pese a los años, el amor de shizuru a Natsuki permanecia firme.
-ni siquiera tengo la certeza de que este viva, lucho con ese sentimiento cada noche- susurró con perturbadora tranquilidad la castaña -no tendre paz hasta que la encuentre-
-¿pero si no sabes nada de ella, cómo es que crees en sus promesas, has pensado que ya no vive? eso es muy injusto para alguien tan maravillosa como tu- Replicó tomoe
Shizuru medito por algunos segundos, se aproximo a la ventana y ahi perdio su vista -el amor en estas circunstancias es... siempre algo incierto, siempre fui conciente del riesgo que suponia permanecer con ella, y ella sabia los peligros de igual manera, las promesas en mi familia son algo muy valioso, pero lo es mas el sentimiento que habita en mi corazón- los ojos carmín miraban a través del reflejo la faccion de molestia en la maquis, nego suavemente y prosiguió -puede que no lo entiendas, pero Natsuki no es tan mala como piensas, ella no es como el resto de los alemanes, muchos de ellos no tienen mas opcion que luchar, al igual que los soviéticos, declinar del servicio termina con el fusilamiento-
Pese a las palabras sensatas y ciertas de la castaña, Tomoe se negaba a escuchar, no compartía su pensar, durante su estadia en la granja solo pudo verse amedrentada y humillada por Kruger, los golpes que recibio aun permanecian como borrascas de múltiples tonos frio-oscuros, que dolian al tacto, su rostro y costillas se recuperaban de las contusiones y fracturas -ella no era diferente, ¿ni siquiera el daño que puedes ver en mi es una prueba suficiente?- replico con un nudo en la garganta, recordar lo indefensa que se sintio en los tortuosos momentos aun la heria en lugares donde ninguna medicina podria curar.
-El amor es un sentimiento que rebasa la razón.por lo que cuando algo se hace por amor se hace por impulso.No se razona si se hace por un bien o un mal- hizo una pausa -es un poema de van gogh- se premitio aclarar la joven de kioto bajo la mirada dubitativa de los orbes de su interlocutora, Shizuru no tenia mas que decir, sabia que las explicaciones y sus sentimientos eran evitados por ese amor ciego y enfermo que desde hace tiempo conocia de Margueritte y le resultaba escalofriante -espero que te recuperes pronto- hizo una reverencia muy sutil y marcho de la habitación dejando a la otra con las palabras en la boca.
El vehiculo tomaría rumbo a Schörenger, una ciudad muy cercana a Tempelhof, la tercia se despidio con un abrazo, nina subio rápidamente a la cajuela de la camioneta, Haruka sujeto por los hombros a su "rival" y la miro con determinación -piensa en lo que te dije, si decides tomar ese camino, ten por seguro que todos te daremos los mas altos honores y podras ir con orgullo a casa de tus padres, llevaras victorias y medallas, eso siempre es mejor que una condolencia y una bandera -
La joven de Kioto le miro con una fuerza casi inexistente en sus ojos sangria, le dio la mano y mantuvo un firme apretón.-tendre presente tu oferta, cuidate y espero encontrarte con bien la próxima- ambas asintieron y Shizuru subio ágilmente al interior junto a Nina, que escucho la conversacion, se miraron en silencio hasta perderse de vista, donde Haruka permaneció de pie agitando su mano con ahínco, deseándoles un buen viaje.
Nina noto la ausencia mental de su colega, quien por decisión propia iba a su lucha por encontrar a su padre, no olvido la charla cortada de tajo por la interrupción de la teniente Soviética, sospechaba que la pregunta sobre el amor era la causa de la extraña conducta de la castaña, decidio retomar la platica pendiente -el amor es quiza, la única fuerza que nos impulsa mas alla de lo increíble, y a veces nos hace cegar vidas, y tomar acciones que de otra forma simplemente no hariamos, el amor es para mi, una de las mas nobles fuerzas que puedes tener en esta guerra- hablo para ambas, sacando de su reflexión a la mayor
Las palabras de la joven llevaban una gran verdad, resono en sus recuerdos "No se razona si se hace por un bien o un mal" eso le robo una sonrisa, mas el peso del anillo maltrecho en su saco le parecia sumamente pesado y doloroso
Nina prosiguió -se que el amor es tu mayor impulso, y comparto eso contigo, a veces no sabemos si es correcto pero, puede ser mas sano y excusable que por venganza o ambicion- la joven busco en su abrigo y le tendio una hoja plegada, sellada -esto venia dentro del sobre en la carta de mi padre, y es para ti, estaba oculto dentro del mismo sobre, no lo note hasta esta mañana que meti la carta en su lugar, algo me impidió deslizarla y cuando mire en su interior note el otro sobre, parece como si alguien no quisiera que nadie mas supiera que venia esto dentro, no te lo entregué antes por que pense que seria algo personal o importante, y bueno...Haruka no es precisamente discreta-
Ambas rieron por la declaración,lo que fuera que llevara la nota, todo el campamento se enteraría con los gritos de Armitage, Shizuru recibió el pequeño sobre y lo abrio con la bayoneta que llevaba siempre al cinto, no era de su agrado tenerla colocada ni mucho menos usarla para su fin, mientras desdoblaba la misiva una fotografía callo en el suelo de la camioneta, la de ojos magma la recogio mirando la imagen, pudo notar a una persona gravemente herida y convaleciente en una camilla, admiró brevemente las facciones definidas, el cabello negro con un azul profundo, donde la luz reflejaba hechado hacia atras, el ceño delataba que pese permanecer inconsciente el dolor fisico de las heridas notoriamente vendadas y manchadas de sangre era evidente, le pareció un joven bastante apuesto, no conocia a quien aparecia en la imagen, asi que devolvió el papel a su dueña, que se miraba en shock.
"Ten por seguro que no se quedará de brazos cruzados cuando despierte, y tu eres por quien sigue luchando, ten cuidado, ya no es la misma persona que recuerdas" Leyo Fujino en la hoja blanca.
Nina noto que los ojos de su colega se anegaron, y terminaron por deslizar lágrimas cuando miro la fotografía que le extendia, no sabia que estaba pasando, habia escuchado sobre el temple casi inhumano de la teniente, las proezas que se le adjudicaban, incluso ella misma le miro en la granja ultimar a soldados heridos con la frialdad de tirar del gatillo y mantenerles la mirada, jamas supo que alguna vez mostrara miedo o nerviosismo, incluso despertaba el temor, ya que parecia inmune al dolor y la sangre enemiga que salpicaba su faz no era limpiada, permanecía ahi como una advertencia, pero ahi estaba frente a ella, esa mujer con temple de acero, con las manos temblorosas y el rostro desencajado, llorando por alguna razón desconocida.
Shizuru tomo la fotografía, temiendo que el simple tacto la desintegrara, como si la esperanza fuera un sueño que podia esfumarse de entre sus dedos ahi pudo ver con horror pero alivió a Natsuki en una camilla, y tal cual penso, se miraba mucho mas lastimada de lo que le gustaria, la esperanza de que fuera dada de baja por su estado le brindaba una esperanza para buscarla, pero para ese fin, debia permanecer en servicio, no habia forma de que un civil lograra andar por las calles y reiniciar sus pesquisas, solo una pregunta rondo su cabeza ¿por que tomoe tenia su anillo, que fuerza o suceso de gran magnitud tuvo que ser, para que natsuki lo perdiera, o fue robado durante su accidente del que hablo tomoe? Ya encontraría la forma de buscar respuesta a esas dudas.
Observatorio de Schörenger
18 deAbril 1945
Una inmensa nube permeaba de una llovizna hasta donde alcanzaba la mirada, oscureciendo el dia con su color cenizo en tintes casi negros, dandole una vista lúgubre, varias patrullas y pelotones alemanes rondaban la zona, se notaban alerta y listos para entablar combate, la tormenta dificultaba la vista mas alla de cinco metros, la niebla se levantaba dando un poco mas de dificultad a la vision.
Dentro del observatorio uno de los mas altos mandos de la guardia personal del fhürer, descansaba detrás de un elegante escritorio en la planta alta, un mapa detallado de la zona se extendía frente a sus ojos, que relucian con un brillo macabro, un soldado subio a su encuentro, llevando las noticias que recibo del radio
-¡señor!- hablo en su mejor tono marcial, la pesada mirada de su superior lo barrio con desdén desde las botas hasta la gorra.
-habla...soldado- ordenó con voz grave y siniestra sin dejar de mirar a los aterrados ojos del cabo, quien parecia haberse congelado en el acto.
-me informan que la hija de Wang viene hacia aca, estimamos su arribo a esta zona en un par de horas, tenemos tambien algunas dificultades con los soviéticos que estan tratando de tomar el centro de mando en las proximidades de Schinkel, dónde esta el prototipo del V2 que se recupero hace unas semanas, espero sus ordenes- El soldado permaneció firme, sabia que las circunstancias eran delicadas, incluso para alquien que era un estratega nato como su superior.
Un quejido resonó, Sergei se removia en la silla, su rostro mancillado , la hinchazón, los golpes y los innumerables cortes eran evidencia de un trato mas alla de lo cruel, su cuerpo permanecia atado, sus brazos anclados entre su espalda y los barrotes de la silla, hacian un amarre firme e irrompible, ambas piernas manchaban de sangre coagulada sus pantalones y parte del suelo, un impacto de bala en cada rodilla era visible, pues un hueco atravesaba de lado a lado.
-hmmm llamen al coronel Kruger, asignenle limpiar la zona del cuartel en las inmediaciones del Schlöss, que detenga el avance de los rojos, y mantenga la zona a salvo- se acaricio la mandíbula y se puso de pie -preparen a las tropas para que reciban a nuestra invitada, cuando llegue yo me ocupare de ambos Wang- trono los dedos varias veces apresurando al cabo a tomar acciones y dar sus ordenes.
No muy lejos de ahi Natsuki permanecia al exterior de uno de los varios campamentos establecidos para hacer el ultimo frente a los soviéticos, su mano izquierda mantenia innumerables vendajes, al igual que su hombro derecho, mas este llacia oculto bajo el uniforme característico de la whermacht, su semblante mantenia un permanente ceño crudo, resultado del dolor incesante que le provocaban las heridas de semanas anteriores, que se negaban a sanar del todo, supuso que al menos las cicatrices y destrozos de las balas y los trozos de granada que hirieron su cuerpo no dejarían de punzar, el daño podria ser mas mental que fisico pero eso no aminoraba su malestar, aun tenia pesadillas, cada noche se repetía el recuerdo donde perdio a su colega mas cercano, una de las dos personas que mas apreciaba, aunque eran simples sueños, la garganta se le llenaba del repugnante olor a pólvora, sangre y carne quemada, revivia nitidamente la calides de la sangre de Smith sobre su rostro, desde ese dia, algo en su interior cambio, el honor era casi inexistente en la mirada fria y cruel que reflejaba su golpe psicologíco, buscaría a tomoe hasta el mismo infierno para cobrar la muerte de su colega, amigo, su mejor confidente, tras su despertar en el hospital, resultado del arribo de un escuadrón de tanques y soldados alemanes en respuesta para recuperar la posición de la granja, el cuerpo de smith fue llevado a la morgue y ella a urgencias, tan pronto pudo moverse le ofrecieron el retiro con honores o la opción de tomar un medicamento experimental, que anulaba el malestar fisico, pero conllevaba un precio a largo plazo, y estaba dispuesta a pagarlo si con ello encontraba a su amada, de quien sabia estaba cerca de Seelow, mas no habia tenido tiempo de planear algun encuentro disfrazado de "intercambio entre bandos"
-Coronel, recibimos ordenes, necesitan que se movilice al schlöss en Schinkel, se avistaron tropas Soviéticas cerca, la orden es que eliminé a los intrusos y mantenga la zona, su mochila esta preparada, debe permanecer en el punto que mejor le parezca, nos mandaran despues a recogerla para intercambiar posición y salvaguardar la zona, nuestra prioridad es mantener en nuestro poder el motor hasta que pueda ser movilizado a Berlín y entregado al Führer- Informo un sargento de primera clase, algunos soldados escucharon las indicaciones y miraron con interés a su coronel, era como si la mandaran a morir, pues la ventaja numérica de ellos contra los soviéticos era de uno a diez y la mision suicida no parecia intimidarla.
Un cabo susurró con desesperanza a -me gustaria irme, piden que uno vaya a morir, ¿cómo esperan que luchemos con tal desventaja?-
La voz de Kruger respondio de inmediato -puedes irte ahora mismo- seguido de una detonación que salpicó de masa rosácea y viscosa las cercanías, manchando a varios soldados y a ella misma en el proceso con sangre y fluidos, el cuerpo callo pesado para el horror de los presentes.
-quedan a su cuidado sargento- ordeno calzandose la gorra de oficial en su cabeza, acomodo su rifle y salio a cumplir ordenes.
