Lily flexionó los brazos en el borde de las gradas y se inclinó hacia adelante. Había estado aburrida de tanto leer para una tarea de historia cuando notó que el equipo de Gryffindor tenía una práctica en el campo de Quidditch. Ver a James casi cayéndose de la escoba para saludarla era un buen descanso.

—El pobre tiene menos equilibrio cada vez que vienes a verlo.

Ella miró por encima de su hombro y vio a Sirius acercarse. Estaba solo.

—¿Te despegaste de moony por un momento? —Ella fingió estar impresionada.

—Luna creciente —Sirius se apoyó en el borde que separaba las gradas del campo igual que lo hacía ella—. Hay un límite en lo mucho que puedes besar a tu novio licántropo en luna creciente…

—¿Comienza a dolerle?

Sabía que se arrepentiría en el instante en que Sirius ladeó la cabeza y la observó con una gran sonrisa.

—El lado licántropo responde muy bien. Y como responde tan bien, si le doy la oportunidad, terminamos…

Lily respondió con un sonido de desagrado. Sujetó la punta de la bufanda de Sirius y se la metió en la boca para silenciarlo.

Él comenzó a reírse contra la tela, después la escupió y sacudió la cabeza.

—Tú preguntaste —le dijo, riéndose—. ¿Para qué me preguntas esas cosas? Yo estoy más que dispuesto a dar detalles sobre cómo moony me sostiene y-

Lily repitió el sonidito y la carcajada de Sirius fue tan fuerte que llamó la atención de parte del equipo de Quidditch. Él los saludó agitando una mano, pasó el brazo sobre los hombros de Lily y la atrajo hacia su costado.

En el campo, James había hecho una pequeña pausa y veía hacia su posición con el ceño fruncido. Sirius le sacó la lengua y se rió de él, moviendo a Lily un poco más cerca, lo que hizo que ella lo viese con las cejas arqueadas.

—Prongs es muy fácil de molestar —excusó Sirius entre risitas.

Ella rodó los ojos y observaron las jugadas que el equipo intentaba aprender durante varios minutos en silencio. De vez en cuando, James miraba hacia donde estaban y luego giraba la cabeza como si rehuyese de algo.

—¿Te puedo decir algo? —preguntó Sirius de pronto. Su voz tenía un tono mucho más calmado de lo usual, y cuando ella asintió, le tendió la mano que tenía libre—. Pero hazme un juramento merodeador de que no le vas a decir que te conté.

Lily intentó recordar cómo era el "juramento merodeador" que James y él se empeñaron en mostrarles. Sostuvo la mano de Sirius y comenzó una serie de movimientos con los dedos y choques de nudillos hasta que perdió el ritmo y Sirius armó un alboroto porque no lo recordaba.

—Algunas personas estamos estudiando y no aprendiendo juramentos —Lily soltó un resoplido de risa.

—Vamos de nuevo —Sirius la jaló hacia los asientos y le tendió las dos manos.

Mientras Lily intentaba llevar a cabo la serie de movimientos completa y Sirius la detenía, la corregía y a veces hasta hablaba de forma dramática de cómo ella no les prestaba atención, se dedicaron a hablar en susurros.

—Anoche tuve un sueño raro —le contó Sirius sin despegar los ojos de los movimientos de sus manos.

—¿Sobre qué? —preguntó ella.

—No eras nuestra amiga. Eras aburrida, no una merodeadora. Gritona y fastidio- —Sirius se interrumpió con una risita cuando ella lo regañó dándole un jalón a un dedo—. Así no va el juramento.

—Así no va el juramento —Ella lo imitó con voz aguda y volvió a empezar de cero.

Sirius se demoró un poco en volver a hablar.

—Parecía que nos odiabas. O al menos que te caíamos muy mal. Siempre nos hablabas como si fuésemos idiotas y parecías…muy molesta.

Lily empezó a arrugar el entrecejo.

—Qué sueño tan raro…

—Por lo que entendí, nunca fuiste nuestra amiga. Solías evitarnos. Pero a prongs le gustabas.

Ella soltó un resoplido de risa. Sirius estuvo en silencio durante unos segundos, corrigiendo con movimientos los gestos de Lily para que hiciera los correctos.

—Te diste cuenta, ¿verdad?

—Estaba sospechando —Lily se encogió de hombros.

—¿Y…?

Sirius aguardó, expectante.

—No he pensado en eso —Lily le respondió en tono suave—, no lo sé. James es…¿dulce?

—Es un buen amigo. Podría ser buen novio. Tiene a su padre de ejemplo y su padre es bueno con su madre.

Lily le dio un pellizco sin fuerza en el dorso de la mano. Él se quejó.

—¿No estás interesada? ¿Ni un poco?

Ella abrió la boca, la cerró y frunció el ceño.

—Creo que necesito pensarlo, es díficil- normalmente lo hubiese hablado con…—Ella bajó el volumen de su voz hasta callarse.

—Claro, lo hubieses hablado con Snivellus y él te miraría mal y te diría algo como "¿Potter? ¿En serio? ¿Ese Potter?".

Ella soltó una risita y negó.

—No, no- más bien, se quedaría mirándome fijamente durante un rato como si quisiera saber si es mentira que estoy pensando en James Potter-

—Aunque él sabe-

—¿Le dijeron? —Lily se quejó y le dio un leve manotazo en el dorso—. ¿Le dijiste antes que a mí?

Sirius se encogió de hombros.

—Prongs estaba desesperado.

Ella sólo sacudió la cabeza. La sonrisa que tenía se desvaneció lentamente y dejó de intentar copiar los movimientos de Sirius.

—Tampoco hablabas con él en mi sueño —le contó Sirius—. Parecía que se…pelearon, no lo sé. Él tampoco era nuestro amigo. Fue…desagradable.

—¿Te hacía falta Severus? —Ella intentó bromear y lo escuchó hacer un sonido de desagrado.

—Prongs lo estaba celebrando. Pero no sonaba a prongs. Decía cosas como "ojalá se quede solo toda su vida y se dé cuenta de que nunca va a tener a nadie" y "qué bueno que la esté pasando mal, es muy gracioso verlo deambular por ahí así".

Lily le dio una mirada horrorizada.

—James nunca diría algo así —La voz de Lily fue un poco dura—. De nadie.

—Es que no era él, se veía como él pero no se portaba como él- ¿tiene sentido? Se parecía mucho…a los sangrepuras que nos desagradan, los que creen que pueden hacer lo que quieran-

—Bueno, ustedes son dos sangrepuras que creen que pueden hacer lo que quieran —señaló ella con cierta ironía.

Sirius sacudió la cabeza.

—No, no así- algo muy desagradable. Me sentía como si fuese otra versión de mi madre durante ese sueño. Reggie me habría odiado por las cosas que estábamos…—Sirius se aclaró la garganta—. He tenido sueños muy raros, supongo.

Y otro rato de silencio. Sirius jugueteaba con sus dedos y ella se había metido las manos en los bolsillos porque no era fácil lidiar con la temperatura de finales de enero en Hogwarts.

—¿Sabes? —Sirius volvió a aclararse la garganta—. Me pidió ir a visitarla si podía. Si me separaba de moony. Seguramente no esperaba que lo hiciera porque- bueno, estaba- quería estar pegado a moony todo el día pero…hay momentos en que me digo: Sirius, ¿qué habría pasado si ibas a visitarla durante las vacaciones de Yule? ¿Tal vez habrían ido a otro sitio? ¿Tal vez ella estaría aquí mientras intento…?

Lily sujetó las manos de Sirius cuando se dio cuenta de que había comenzado a rasguñarse las palmas. Eso lo detuvo y lo hizo parpadear un par de veces.

—No es tu culpa, Sirius, no es como que-

—No, lo sé, lo sé —Sirius asintió un par de veces—. No es eso- lo he pensado varias veces, pero no es a lo que voy, lo sé, lo he- lo sé, ¿bien? Es que moony me dijo hoy que he estado pasando mucho tiempo pegado a James y a Peter. Y no lo dijo como algo malo, sonaba como si le divirtiese, sabe que voy a pegarme a él de nuevo apenas pueda, sólo- no me había dado cuenta. Fue…¿por si acaso? Aunque es ridículo porque los dos son sangrepuras- y después pensé: debería pasar más tiempo con Jo.

Lily se inclinó hacia él y le frotó el pulgar en la mejilla.

—No voy a desaparecer, Sirius.

—Sí- sí, sí sé eso también, no fue algo que planease, fue más un impulso- pero tampoco es a lo que voy —Sirius dejó escapar una risita y sacudió la cabeza—. Tuve el impulso, ¿bien? Y- comencé a caminar hacia acá porque alguien dejó el mapa en el cuarto y yo lo agarré- y tú estabas acá. Y mientras caminaba seguía pensando…estoy haciendo mucho eso estos días y es fastidioso porque me sentía mejor cuando no estaba todo el día pensando cosas…

Ella dejó escapar una risita y él le sonrió y guiñó.

—Estaba pensando que pasé todo el tiempo que pude con Flor. Bueno- no fui a verla estas vacaciones, pero estuve en su casa durante el verano- y me contó muchas cosas de las que no hablábamos cuando estábamos aquí en Hogwarts- y conocí a su mamá y comí lo que prepara y su hermano jugó con mi cabello y se burló de mí como hacía con ella…y no sabía que él hacía eso antes de ese verano o que toda la comida de su mamá es tan dulce, no sé por qué le queda todo tan dulce- o que Flor roncaba y roncaba muchísimo y era terrible-

Lily parpadeó un par de veces cuando se le nubló la vista y asintió.

—Sí, en el dormitorio le pusimos un hechizo silenciador a su dosel- decíamos que sonaba como un motor que no encendía.

Eso hizo reír a Sirius e intercambiaron asentimientos, aceptando que era la mejor definición.

—Le he dicho a prongs varias veces que lo quiero tanto como a moony- sólo como si…estuviesen en secciones diferentes —Él gesticuló, sin saber cómo explicarse—. Pero no puedo decir que uno esté por encima del otro. Y también está Reggie. Y son- son tan importantes. Ella también…estaba siendo muy importante. A veces- era como si ella me estuviese viendo de una forma que se parecía mucho a cómo me ve prongs…bueno, ¿diferentemente parecida? ¿Similarmente diferente? No sé qué tenían que se sentía igual- todo lo demás podía cambiar, pero tenían algo que era igual y era…muy bueno tenerla cerca.

—¿Te hacía sentir en paz?

Sirius chasqueó los dedos y empezó a asentir varias veces.

—Eso es. Paz. Moony a veces me pone muy nervioso y siento que me voy a morir y que soy un tonto y todo lo que digo son tonterías- y con Reggie a veces estoy tan preocupado- que también soy algo tonto. Con prongs hay paz. Con ella había paz. Como si…no se fuesen a molestar incluso si se molestaban. ¿Tiene sentido?

Lily asintió con una sonrisita.

—Es algo muy lindo, Sirius.

—Reg me puso a escribir cosas en un diario y parece que ahora explico las cosas sentimentales un poco mejor entre eso e intentar explicarle cosas sentimentales a moony —señaló Sirius con cierto orgullo.

—Bueno…

Él protestó y ella se echó a reír.

—Sí, Sirius, vas mejorando. Podrías ser el primer Black en la historia que no sea un inepto emocional.

Sirius simuló quitarse un sombrero invisible para hacer una reverencia de agradecimiento, pero su sonrisa se fue haciendo más pequeña tras unos segundos.

—Tampoco era a eso a lo que iba —recordó, volviendo a "colocarse" el sombrero invisible—. Cuando Reg me dejó el cuaderno le dije que no me salía escribir nada y me dijo que si no podía escribir sobre Flor o lo que pasó, intentase escribir sobre otra persona para empezar…

—Déjame adivinar —Lily lo apuntó con un dedo y entrecerró los ojos—. ¿Moony?

Sirius negó, divertido.

—James. Más bien- comencé escribiendo sobre él y en algún momento pasé a escribir de ti y de Snivellus-

Ella también dejó de sonreír.

—Te va a sonar rarísimo —advirtió Sirius, bajando más la voz—, pero…hace un tiempo- en los primeros años en Hogwarts- recuerdo que vi uno de los moretones de Severus y me dije "ah, parece que nos parecemos en eso". Y es muy gracioso porque si alguien más dijera que nos parecemos en algo-

—Él no podría evitar la expresión de desagrado y tú te empezarías a quejar —murmuró ella.

Sirius asintió sin dudar.

—Y creo que por eso…hay algo que siempre pensé, es- siempre pensé que tú eras su prongs. Cuando lo estaba intentando escribir fue más obvio, como- creo que mi yo de doce años pensaba "no importa si se parecen en eso, no se puede hacer nada, pero tienes a prongs y él tiene a Lily". Y yo no funcionaría sin James, estoy seguro de eso- no podría. No sería yo.

Lily soltó un leve resoplido.

—Ya me parecía que toda la charla no era sin un motivo…

—No es-

—¿Te mandó él?

Sirius le frunció el ceño.

—No, Lily —le contestó con más dureza de la inesperada—, no me mandó Snivellus y tú deberías saberlo. El muy idiota está- está totalmente seguro de que se merece que no le vuelvas a hablar en su vida como si fuese un castigo y no hará nada para evitarlo porque, no lo sé, eso pasa cuando te castigan todo el tiempo, supongo. Yo también esperé castigos de James y él- él no me "castigó" por mis idioteces que han sido…bueno, peligrosas y muy estúpidas.

—No estamos hablando de dañar a una sola persona —replicó Lily entre dientes—. Tú también viste esa carta.

—Una carta de una persona que no conocemos insinuando que lo llevaría ante el Ministerio —recalcó Sirius.

—¡Por lo que estaba haciendo! Es lo mínimo que debería pasar en ese ca-

—¿Entonces por qué no lo has reportado tú?

Lily parpadeó un par de veces. No sólo frunció el ceño después, toda su postura cambió como si estuviese ofendida.

—Yo jamás acusaría a Severus con el Ministerio.

—¿Por qué no si es tan malo? —Sirius arqueó las cejas.

Lily emitió un sonidito de protesta. Flexionó las piernas contra el pecho, colocó los brazos sobre las rodillas y hundió el rostro a medias en sus brazos.

Sirius suspiró y se recargó en la parte de atrás del asiento, resignado.

Estuvieron observando el entrenamiento de James durante un rato. Acababa de bajar al suelo y discutía con otro jugador.

—¿Recuerdas cómo era Petunia cuando los conoció? —le preguntó a Sirius en voz baja.

Sirius resopló.

—Insoportable.

—Antes se parecía un poco a ti con Regulus.

—Imposible.

Lily bufó.

—Te estoy diciendo la verdad. Petunia era la mejor hermana mayor del mundo. Nos molestábamos mucho, supongo, pero era…de las que te abrazan cuando está lloviendo porque no te gustan los truenos.

Sirius frunció el ceño pero no dijo nada.

—Y un día…estábamos solas en la casa y ella estaba jugando al té con sus muñecas- y yo a veces jugaba con ella, ¿sabes? Ella buscaba una corbata de papá y me la intentaba poner y era…obviamente no sabía ponerla. Pero no importaba. Parecía feliz porque jugaba con ella. Y ese día, no sé por qué, no me preguntes por qué- le pregunté si podía dejarme una de sus faldas…

—¿Se lo tomó mal?

—No tanto —Lily se encogió de hombros—. Debió pensar que era parte del juego, se quedó mirándome confundida, después buscó la falda, me la pasó, me ayudó a ponérmela. Y jugamos. No pasó nada, jugábamos a la hora del té. Pero cuando terminamos, ella quería la falda de vuelta y yo no quería dársela porque era bonita, una especie de tutú, no sé- mi ropa me parecía muy aburrida y la suya muy bonita. De repente estábamos jalando la falda y ella gritó algo- y no fue como suena ahora porque conoces a Petunia, fue- como le gritas algo a tu hermana menor molesta que te quiere quitar tus cosas, pero- puede que yo…entrase en pánico y- hubo una oleada de magia y la falda se quemó y ella gritó y sus dedos se quemaron y se cayó sobre la mesa de té- y el té estaba- flotando fuera de las tazas- y Petunia se dio cuenta de que era yo quien lo estaba haciendo y se veía tan asustada.

—Pero eso es algo que pasa —se quejó Sirius—. Reggie rompió mis juguetes en sus primeras oleadas de magia, platos, cubiertos, casi me ahoga- no por eso le iba a decir fenómeno durante años.

—No es "algo que pasa" para una muggle —le recordó Lily—. Se alejó después de eso, y cada vez que tenía otro pequeño arranque, ella estaba horrorizada. Y yo pensaba que yo era una…cosa rara. Un monstruo. Al menos hasta que hubo un…un niño saliendo de un hueco en árbol y fue…la verdad es que conocer a Sev fue tan aterrador como quemar a Petunia. Pero éramos dos monstruos entonces, no sólo yo.

Lily suspiró.

—Sev estaba obsesionado con su madre bruja —Ella rodó los ojos, aunque había afecto colándose en su voz—. Ni siquiera la recordaba, sólo recordaba la magia, sus dedos brillando, cosas flotando, pequeños detalles. Se convenció de que su vida era una mierda porque ella murió y no su papá, y si hubiese sido al revés, habría tenido la mejor infancia del mundo. Necesitaba pensar así, supongo. Y que yo no tuviese una mamá mágica era…no me sentía bien, él se dio cuenta, así que me dijo que no me preocupara, que si no tenía familia mágica pero yo tenía magia entonces sólo…sólo era ser especial. Que era bueno.

—Es la verdad, ¿no?

Ella movió la cabeza en un gesto de "más o menos".

—Sev era muy dulce cuando teníamos nueve años- no me mires así- de verdad lo era. Intentó aprender a controlar su magia y...a su papá no le gustó. Creo que mientras más palizas recibía, más terco se volvía sobre su magia y…menos sonreía. Y a veces estaba muy molesto y su magia hacía pequeños desastres- pero no me lastimaba como mi magia a Petunia y era tan…pensé que no importaba qué hiciera, no llegaría a hacer nada que me dañase a mí. Nunca.

—Pero eso es algo que piensa una niña, ¿no?

Lily ladeó la cabeza para verlo.

—¿A qué te refieres?

—Bueno…—Sirius gesticuló con las manos, intentando pensar en cómo explicarse—. Yo nunca pensé que Reg fuese a gritarme en toda la cara y hablarme mal y mirarme con odio y rabia y a ponerse del lado de alguien más antes que el mío- pero lo hizo. No dejó de ser mi hermano, sólo…lo hizo. A veces la gente hace cosas, ¿no? Yo sólo- pensaba que Reggie era perfecto y la gente no es perfecta. Y como nadie es perfecto, en algún momento…él no iba a serlo, y- seré sincero, fue horrible —Él meneó la cabeza—. Parecía lo peor que podía haberme hecho, pero que mi hermanito no fuese perfecto no era…culpa de él, ¿entiendes? Que yo no aceptase que se equivocase...eso no era culpa suya.

Ella arrugó el entrecejo y Sirius comenzó a agitar las manos.

—No estoy diciendo que no haya hecho algo, es que- —Sirius señaló hacia el campo de Quidditch—. Si yo espero que la snitch vuelve lento y la snitch vuela rápido no es que la snitch me esté fallando a , es que yo estaba esperando algo de la snitch que…¿no es lo que hace realmente? Algo que no tiene sentido para la snitch y que es imposible porque ninguna snitch es lenta. No me voy a molestar con la snitch por no ser lenta, ¿verdad? Podría- no sé, podría molestarme porque no la agarré o porque- porque me lastimé siguiéndola, ¿cierto? Pero no me puedo molestar porque yo esté intentando…¿imponerle algo imposible? No puedo- no hay forma de cambiar la snitch, lo que yo me diga sería yo engañándome. ¿Y luego qué? ¿No me voy a acercar a una snitch nunca más porque la snitch no hace lo que yo quiero que haga y a veces hace otras cosas que no entiendo?

Lily se enderezó y estiró las piernas lentamente.

Parecía aturdida.

—Sirius…eso fue…impresionantemente empático e inteligente para alguien que necesita usar Quidditch como ejemplo.

—Qué bueno porque tuve muchos sentimientos al mismo tiempo aquí dentro y eso fue muy incómodo —Sirius se frotó el pecho en círculos y simuló un escalofrío, sacándole una risita.

—¿Cómo supiste que no creía que Sev estuviese por ahí dañando gente y no era por eso que no le estaba hablando?

Sirius se encogió de hombros.

—No sabía —Se rió—. No tenía ni idea. Tuve que anotar muchas cosas sobre Regulus en el cuaderno que me dio y lo que me dijiste me recordó a lo que yo pensaba de él- y comencé a hablar de Quidditch.

Ella sacudió la cabeza sin poder creerlo, pero le dio una palmadita en la espalda.

—Gracias, Sirius.

Él le mostró un pulgar en alto.

—Soy muy empático —Sirius se recargó en la parte de atrás de las gradas y flexionó los brazos detrás de su cabeza—. No olvides decirle a moony pronto lo empático que soy, puede darme un beso por eso, seguro le gusta tener un novio extremadamente empático.

Ella rodó los ojos y se levantó. Justo cuando quería abandonar las gradas, James estaba saliendo de su práctica agitado y se detuvo, mirándola con un puchero.

Lily le pasó por un lado y le dio un toquecito en el hombro.

—Lo hiciste muy bien hoy, James.

Era un poco tierna la manera en que James se quedó boquiabierto y ruborizado.

Tenía que pensar en ese tema. Pero primero había otro asunto del que debía ocuparse.

—¡Espera! —Sirius se inclinó desde arriba de las gradas y le tiró el mapa—. Regrésalo antes del anochecer, jovencita.

Lily le agradeció con un gesto y abrió el mapa. Severus estaba en el laboratorio de pociones.

Tomó un par de atajos para llegar más rápido y procuró abrir la puerta lentamente porque sabía que no le gustaban los ruidos bruscos mientras trabajaba.

Severus abrió la boca como si fuese a decirle algo, notó de inmediato que no era la persona a la que debía estar por hablarle, frunció el ceño y dejó de mezclar para darse la vuelta.

Se quedó muy quieto cuando notó que era ella.

—¿Por qué no has intentado convencerme de que la carta fue un error o un malentendido o explicarme cómo terminaste metido en problemas?

Severus abrió la boca de nuevo, la volvió a cerrar y miró alrededor como si tuviese ganas de salir corriendo.

—Te…te dije la verdad, nadie me obligó-

—No tienes que intentar encubrir a tus amigos de Slytherin- claro que he visto que tienes amigos de Slytherin, también tienes amigas de Slytherin ahora- no estoy molesta con la gente de Slytherin, estoy molesta contigo.

Él movió las manos como si preguntase qué pretendía que hiciese con esa información.

—¿Lo siento? —balbuceó.

Lily soltó un sonido frustrado y contuvo las ganas de dejar el laboratorio dando un portazo.

—¿Hiciste una poción pensando en desaparecer gente hija de muggles?

Severus sacudió la cabeza de inmediato.

—¿Aceptaste que la usaran para eso?

Más sacudidas de cabeza.

—¡¿Y por qué no dijiste eso simplemente?! Yo sé que te dije que no te acercaras pero tú sabes que no pienso bien molesta, ¡nunca pensé que de verdad quisieras ir por ahí dañando gente! ¡Bastaba con que me lo dijeras, pero no me lo dijiste en ningún momento!

Severus se tardó unos segundos en responder, miró hacia todos lados de nuevo e incluso se sacó los guantes con cuidado.

—Sigue siendo una poción con una receta mía y nadie me obligó a nada, y yo…me metí en problemas con eso y fue…ha sido…sigue causándole problemas a otras personas…

Lily repitió el sonidito frustrado.

—¿Pretendías dejar que estuviese enojada toda tu vida por una receta tuya que están usando para algo que tú no aceptaste?

—Es que- como la están usando en gente mágica de familias muggles y tú-

—¡¿Qué clase de lógica es esa?! —Lily se pasó las manos por el rostro—. ¡Eres la única snitch lenta del mundo!

Severus arrugó el entrecejo, abrió la boca, la cerró y ladeó la cabeza dándole una mirada muy confundida.

—Está bien si estás molesta-

—¡Estoy molesta porque me estás dejando estar molesta! —Lily alzó la voz sin darse cuenta—. ¡Podrías haber intentado explicarme mejor las cosas! ¿Que no ves que no puedo estar así? Sirius dice que yo soy tu prongs y eso no es verdad, eres mi prongs y no tiene sentido que- es que- ¡¿por qué no entiendes por qué estoy molesta?!

Lily se detuvo con otro quejido cuando sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas. Severus estaba parado a unos pasos, todavía muy quieto.

—Abre los brazos —masculló.

Severus parpadeó un par de veces y extendió los brazos a sus costados. Lily caminó hacia él para abrazarlo.

Lo sintió muy tenso, pero después de unos momentos y de oír el primer sollozo de Lily, también sintió que recuperaba al Severus que conocía y le empezaba a frotar la espalda, murmurando para que se calmase.

—¿Sí entendiste? —balbuceó Lily.

—No mucho —aclaró él en un susurro.

—¡Te portaste como si no fuese importante que yo estuviese molesta contigo! ¡Como si pudieses dejar de ser mi amigo!

—¿No es por lo de las pociones?

Lily resopló.

—¿Cómo voy a creer que vas a crear una poción para desaparecer gente y empezarás a hacerlo mientras estás en Hogwarts? Cualquiera que te conozca bien sabe que harías un mejor trabajo que eso si quisieras ser malvado.

Severus intentó retroceder porque estaba cada vez más confundido, pero ella lo estrechó más y casi hace que caigan sobre la mesa, por lo que él tuvo que apartar sus ingredientes y sostenerla para mantener el equilibrio porque no ayudaba que ella fuese más alta.

—¿No hemos…hablado desde el año pasado porque tú pensaste…que tu amistad era desechable y por eso yo no estaba intentando explicarte nada?

Lily asintió varias veces y sorbió por la nariz.

—Después empezaste a estar todo el tiempo con los Sly- ¡y después te vi con Zabini también! Y- y- si te metías en problemas ni siquiera podía ayudarte-

—¿Y yo soy la única snitch lenta del mundo? —Un rastro de burla se coló en la voz de Severus, pero la forma en que frotaba su espalda suavizaba el efecto.

—Tenía más sentido dentro de mi cabeza. ¿Cuál es tu excusa?

—Que…¿estabas mejor sin mí cerca después de lo que hice?

—Te voy a lanzar una maldición-

—Tenía más sentido dentro de mi cabeza —justificó Severus, muy serio.

Lily lo estrechó más y enterró el rostro en su hombro.

—No vuelvas a hacer eso. No decidas que eres malo y salgas corriendo porque te voy a perseguir y le voy a pedir ayuda a los demás y-

—Tú no decidas que eres desechable. No sé de dónde sacaste esa idea…

—¡Tenía más sentido dentro de mi cabeza! —lloriqueó Lily.

Severus negó pero siguió abrazándola todo el tiempo que Lily necesitó para dejar de llorar.


En el campo de Quidditch, después de que James aceptó ir a darse un baño, Regulus salió de debajo de las gradas con su crup y se encontró a Sirius al nivel del suelo por fin.

—¿Hice un buen trabajo o uno grandioso o el mejor del…?

—Gracias, Sirius —Regulus lo calló hablándole en tono suave.

Sirius se encogió de hombros. Que Regulus le pidiese algo era inusual. Que le pidiese meterse en un asunto ajeno todavía más.

—Quería hablar con ella de todas formas, no hice mucho, Lily ya extrañaba a ese tonto —Él sonrió cuando Regulus entrecerró los ojos al oír el término—. Estás siendo muy protector últimamente…pudiste hablar tú con ella. Decirle todo lo que me dijiste a mí.

—A Severus no le hubiese gustado, habría montado un drama sobre cómo soy controlador y entrometido…—Él rodó los ojos.

—¿Y conmigo no lo hará?

—Ya sabe que tú eres entrometido —Regulus se encogió de hombros.

Sirius negó, y antes de que pudiese decirle otra cosa, notó que Regulus hacía ese movimiento con sus manos de cuando quería decir algo y necesitaba un momento, así que esperó.

—¿Es verdad lo que le dijiste sobre mí o te lo estabas inventando en el momento?

—¿Lo de creer que eras perfecto? —Sirius arqueó las cejas al verlo asentir y evitar su mirada—. Sí. No me lo inventé, está en el cuaderno que me diste. Pensé que eras el único bueno de la familia, que…no tenías esas cosas desagradables de nuestra madre que tengo yo. No quería ver eso en ti, supongo.

—Así que estás decepcionado, imagino, porque al final-

Sirius suspiró y se acercó para sostenerle los hombros.

—Que no seas perfecto no es decepcionante. ¿Cómo se me ocurre a mí que ibas a ser perfecto? Somos hermanos, en algo tenías que ser tan tonto como yo-

Regulus resopló.

Él conjuró el cuaderno que tenía guardado bajo su almohada hasta entonces y se lo tendió. Notó que su hermanito parpadeaba varias veces.

—Te dije que es algo privado para ti, para ayudarte…

Regulus había visitado la sección de libros de ayuda en la biblioteca en busca de algo para Sirius. Según lo que encontró, en alguien como Sirius, que solía estar riéndose y de aquí para allá, era peligroso que no tuviese momentos de expresión. Podía terminar conteniendo todo hasta estallar después de algo como lo que sucedió.

—Quiero que lo leas —Sirius bajó la voz—. He escrito más de ti que de mi novio, incluso a mí me sorprende, merece ser leído.

Después de una leve vacilación, Regulus asintió y guardó el diario en su capa. Aun así, Sirius no lo soltó de inmediato.

—Reggie.

—¿Hm?

—Nuestra madre exigía perfección porque no nos quería —murmuró Sirius—, esa perfección era para "ganar" su cariño. Yo no necesito perfección porque yo sí te quiero. Eso no es algo que ganes ni pierdas. ¿Lo entiendes?

Regulus asintió.

—Puedes decirme que también me quieres para que no parezca un tonto cursi hablando solo —mencionó Sirius, pasándose una mano por el cabello de forma similar a cómo lo hacen los perros al rascarse.

—¿No que no tiene sentido pedirme cosas que no van conmigo? —argumentó Regulus, sacándole un suspiro.

—Ya, sí, tienes razón, yo dije eso…

Para su sorpresa, Regulus lo abrazó.

Algo en la forma en que lo sujetó y presionó la cabeza contra él, a pesar de estar un poco más alto que Sirius, hizo que recordase cuando estaban pequeños y Regulus lo abrazaba a diario.

—Podrías abrazarme más seguido…

—Haré lo que pueda —murmuró Regulus sin verlo.

Sirius sonrió y lo estrechó también.

—Lo que puedas es suficiente.

Regulus guardó silencio durante unos segundos.

—Ya que dices eso y eres un muy, muy buen hermano…hay algunas cosas que quiero decirte que no te van a encantar…

Sirius soltó un pesado suspiro.

—¿Lo que sea que estás haciendo con la gente de tu Casa o la parte donde estás intentando que yo tenga cuñado?

Cuando Regulus hizo ademán de moverse, él lo estrechó para que no pudiese salir de su abrazo y lo sintió tensarse.

—Lo primero quizás es un poco obvio, lo admito, pero- ¿cómo…? Yo no te dije nada. Tengo escudos de oclumancia todo el día- es imposible que- ¿has estado practicando legeremancia a escondidas y…?

—Reg, te conozco desde que naciste y nunca me habías enfrentado así por alguien más-

—Eso puede significar un montón de cosas-

—Y soy tu hermano mayor y sé cosas —Sirius se encogió de hombros—. Si tú crees que soy la persona menos perceptiva del mundo, bueno…eso es un error de cálculo tuyo, serpientita.

Regulus estuvo en silencio durante unos segundos de nuevo.

—De todas formas lo que te voy a contar no tiene nada que ver-

—Pero ya que estamos, podrías decirme un poco sobre…

—Y como no tiene nada que ver con ese tema, creo que podríamos-

—…sólo un poco para tener los detalles y saber si…

—Y como te estoy diciendo, hay temas relevantes que…

—¿Ya lo sabe? ¿Le dijiste? ¿Qué te dijo? ¿Le tengo que pegar? Soy capaz de-

Regulus ahogó un grito.

Lo último que se esperaba de ese día era que Sirius lo soltase al oír la voz de James y comenzara a correr hacia los vestidores gritando "¡el niño se enamoró, proooooongs!".

Ni todas las líneas hablando de lo mucho que le importaba en el cuaderno podrían hacerlo olvidar ese momento.

Pero eso era muy propio de un hermano, ¿no?

Un detrás de escenas:

Sirius después de ser perdonado por Remus: he decidido esforzarme por ser una persona más madura y empática...

Sirius cuando se trata del crush de su hermanito: ¿YA TE DIJE QUE LE PUEDO PEGAR SI HACE FALTA? Ahora toca decirte que qué raros gustos tienes- espera, primero voy a GRITARLO POR TODO EL CAMPO DE QUIDDITCH-