Kuroi Chi

Capítulo 19

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—Sasuke —dijo Sakura.

Ino y Sai aún no regresaban y ella estaba a solas con Sasuke en la habitación.

— ¿Dime?

— ¿Qué habrá pasado con ellos?

El pelinegro sonrío. Sakura parecía tan agresiva pero era demasiado inocente. ¿En serio no se había dado cuenta, desde sus primeros juegos, que sus estilistas estaban casados e Ino ahora estaba embarazada? No es que se le notara pero ahora estaba diferente: tenía los pómulos de las mejillas sonrosados, su figura se había acentuado y tenía un ligero bultito en el abdomen.

—Yo creo que tardarán un poco —respondió Sasuke.

Caminó directo hacia la ventana y con sus dedos jaló la cortina, permitiendo tener una vista de Konoha en todo su esplendor. Había personas en las calles, autos, fuentes, los edificios eran imponentes y parecía que la ciudad era de cristal.

—Tengo hambre.

Justo en ese momento el estómago de Sakura gruñó, haciendo que el sonriera de medio lado, inocentemente. Metió la mano a su bolsillo y sacó unos dulces envueltos, extendiéndole uno a la muchacha.

—Me los estaba guardando para después porque son riquísimos, pero puedes comer uno antes de los alimentos. Creo que tardarán más contigo que conmigo.

Sakura se sonrojó un poco y estiró su mano para tomar el caramelo.

—Gracias.

Quedaron en silencio unos segundos que para ambos se hicieron eternos. La pelirosa destapó el dulce que Sasuke le ofreció, echándoselo a la boca con anhelo.

—Sasuke —Él dirigió su mirada hacia ella—, al final de este día tú y yo estaremos casados, o por lo menos comprometidos. ¿Qué piensas?

El joven Uchiha se tomó su tiempo para responder. Inhaló aire suavemente y luego lo exhaló.

—Pienso que debemos pasar juntos todo el tiempo que podamos para que ese poder que posees no te destruya —Al mismo tiempo extendió la palma de su mano izquierda y la dejó estática, con una pequeña flama en ella—. El poder del fuego es tu mejor defensa si sabes cómo usarlo.

Alargó una mano para tocar una flor que Ino tenía en la habitación. La acarició suavemente.

—Debes… —habló el joven—, debes saber qué es lo que quieres del poder —Tomó entre sus dedos índice y pulgar una hojita de la flor y esta se chamuscó, pero dejó el resto de la flor intacta—. Debes aprender que tienes que controlar la cantidad y la calidad.

En ese momento Ino regresó. Abrió la puerta y vio que una hojita de su flor estaba hecha carbón en el fondo del florero.

—Sai te espera, Sasuke. Seguirá preparándote para las cámaras.

—Ino, ¿podremos comer algo? —preguntó la joven antes de que Sasuke saliera e hizo que el muchacho sonriera divertido. Ella lo miró y bufó avergonzada—. No te rías; tengo mucha hambre.

El muchacho abrió la puerta y salió, cerrando cuidadosamente. Ino volteó a ver su florecita con un rostro negativo.

—Me la regalaron esta mañana.

—Lo siento mucho.

Entonces la rubia recordó lo que tenía en la mano y lo destapó. Acercó el frasco al rostro de Sakura y comenzó a aplicarle el ungüento siguiendo la herida.

—Esto es como lo que Kakashi te envío en los Juegos pasados. Te untaste algo similar y tu brazo se compuso. Lo tenías roto y se curó rápidamente —Tomó otro poco con sus dedos índice y medio y los deslizó sobre el cuello de Sakura—. Regenera la piel, los tejidos y los huesos de forma casi instantánea. Te servirá para los huesos lastimados, aunque tendré que aplicártelo varias veces para que las cicatrices se borren completamente.

—0—

Al atardecer, Ino salió con Sakura de la habitación. La muchacha estaba impecable: tenía un vestido verde claro con destellos luminosos que combinaba con sus ojos, el cabello recogido y rubor sobre sus mejillas. Sus labios tenían un color rosado y su maquillaje era natural. Se veía linda, inocente y muy niña.

Sasuke vestía un traje color negro, la camisa del mismo color que el vestido de Sakura y una flor en la solapa. Tenía zapatos negros bien lustrados y brillosos, el cabello nítido y un rostro que no tenía ni una mancha de sol, una arruga o una línea de expresión… nada.

Y él miraba asombrado y enamorado a la joven que tenía enfrente. Ella se peleaba contra los tacones de sus pies y el vestido que se le enredaba. No se dio cuenta de lo deslumbrante que estaba ni el efecto que había producido en Sasuke. Él se llevó una mano al pecho sin dejar de admirarla y tenía la boca abierta.

—Cierra la boca o te morderás la lengua.

Kakashi estaba allí y se estaba burlando de él. Sasuke carraspeó un poco, fingiendo desinterés en la chica que tenía delante y giró su cabeza para mirar al peligris.

—Cállate Kakashi.

El hombre con máscara también admiró a Sakura pero con un sentimiento diferente. Sasuke se encontraba enamorado de la pelirosa, Kakashi la veía como una adorable hija rebelde, gritona y molesta, pero al fin y al cabo su hija. Ya no tenía marcas ni cicatrices en su rostro y este había quedado mejor que antes de que fuera elegida para los Juegos.

—Te ves preciosa.

— ¡Malditos tacones!

—No, corrijo lo que dije: eres irritante —Kakashi cambió en dos segundos su perspectiva sobre ella y recibió una mirada mortal de parte de esos ojos verdes.

—Ojalá te mueras.

—Ojalá te caigas en el escenario enfrente de todo Konoha.

Y aún debajo de la máscara se notaba cómo había sacado la lengua. Sakura bufó y giró su cabeza evitando hacer contacto visual con ese hombre. Caminó hasta la entrada del escenario y Sasuke le siguió los pasos. Él aún estaba sonrojado por la presencia de Sakura pero quería ocultárselo a ella; el resto del mundo podía irse por la coladera.

Cuando les indicaron que ya podían pasar al escenario nadie les aplaudió y ni siquiera los conductores se pararon de sus asientos. Ellos caminaron en silencio y Sakura podía escuchar sus pisadas, temiendo caerse en cualquier momento. Sasuke se dio cuenta y le tomó la mano haciendo que la chica se sonrojara, pero era necesario porque esos tacones la estaban matando y podría caerse de boca enfrente de todos.

Cuando se sentaron se sintieron demasiado incómodos por el silencio. No sabían lo que pasaba.

—Hola —Sonrió Sakura, estaba a punto de un coma por la tensión que sentía.

—Awwwww —dijeron entonces los conductores y el público les secundó.

—Qué bonita se ve la novia, ¿no es así, Ned? —preguntó un comentarista a otro.

—Es correcto. Díganos, ¿por qué están aquí esta noche?

Sasuke suspiró antes de contestar. Miró a los comentaristas y luego a todo el público—. Bueno, queremos anunciarles nuestro compromiso —dijo sin rodeos—. Queríamos que todos supieran que mi novia y yo —pronunció, al tiempo que tomaba con fuerza la mano de Sakura— nos casaremos mañana.

"¡Mañana!" Sakura abrió sus ojos de la impresión al darse cuenta de lo que significaba lo que acababa de decir y miró fijamente a Sasuke. Este se dio cuenta de la sorpresa de la chica ojijade pero lo disimuló. El joven de cabello negro había decidido por sí mismo y en ese preciso instante la fecha de la boda. Y había dicho que sería mañana. Sin consultar a su "prometida". Sin preguntarle si estaba de acuerdo.

Se estaba aprovechando de la situación y Sakura lo mataría antes de terminar el día por tomar decisiones sin siquiera pedirle opinión.

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