Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.
Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.
2.- Penumbra
No sabía cuántos días habían pasado desde que los mortífagos lo habían sacado de la casa de los gritos para encerrarlo en ese sucio calabozo. Había pasado algún tiempo desde que Lucius lo había curado de la herida en su cuello, por lo menos había logrado neutralizar el veneno.
Después, todo se complicó. Cuando los mortífagos tuvieron la certeza de que era un traidor, habían iniciado una sesión tras otra de tortura, tratando de infringirle la mayor cantidad de dolor posible y quebrar su voluntad.
Y lo habían logrado, no sabía cuántos huesos tenía rotos, habían empezado por sus dedos, sus manos, sus muñecas, codos, brazos, costillas, y así sucesivamente, hasta que no había quedado un solo hueso sin romper, no podía describir el dolor, la agonía era constante, por no hablar de la desesperación, y solo fue arrojado ahí a su suerte.
Entraba y salía de la inconsciencia, ya había perdido toda noción del tiempo, sabía que tenía varias heridas abiertas e infectadas, la fiebre había empezado dos días atrás y solo empeoraba, había comenzado a delirar la noche anterior, todos los fantasmas de su pasado lo acosaban, la incertidumbre por desconocer el resultado de la batalla lo agobiaba, acaso no tenía derecho a un poco de paz.
Sus años de experiencia como espía le habían enseñado una y otra vez que la vida no era justa, sabía que su cuerpo aún no se había acabado sus reservas, así como se sentía, probablemente aún le quedaban de dos a tres días de agonía, y al parecer sus captores simplemente ya no tenían interés en él, lo habían olvidado y no parecían tener intención de regresar.
Trató de moverse un poco, para acomodarse en una mejor posición, pero no le fue posible, sus huesos estaban acomodados en los ángulos más extraños posibles, había perdido mucha sangre, lo único que le había ayudado para no terminar de desangrarse habían sido la cantidad de pociones regeneradoras que Lucius le había dado.
Llevaba días tratando de liberar su mente para que alguien lograra percibir su firma mágica, no sabía si había funcionado, esperaba que alguno de sus tantos "conocidos" lograra encontrarlo, pero a estas alturas ya había perdido toda esperanza.
No supo si lo había imaginado, le había parecido oír el sonido típico de una aparición, pero no podía ser posible, seguro los mortífagos habían tenido la precaución de levantar barreras antiaparición, probablemente estaba alucinando, la fiebre comenzaba a pasarle factura.
De repente oyó pasos apresurados que se acercaban a su celda, una voz bastante conocida murmuró un hechizo para abrir la reja, y corriendo se acercó a él.
"Esto va a doler profesor", le dijo Harry agachándose a su lado para levantarlo, y de un solo tirón lo alzó del suelo, lo cargó en su espalda y tomó la mano de alguien, Severus no alcanzó a ver de quien, pero sintió la conocida sensación de la desaparición conjunta, su cuerpo no lo soportó más y todo se fue a negro, la penumbra lentamente lo tragó.
