─¿No los ves iguales?
Kanon puso los dos móviles sobre la mesa; el suyo mostrando una de las fotos que había tomado de la revista y el de Saga con una imagen de Balrog.
Saga fue hacia su maletín para hacerse con sus gafas y una vez las tuvo a sitio se acercó a los dispositivos, arrastrando con él ese aroma a recién duchado que todavía desprendían sus cabellos húmedos.
─¿Qué quieres que te diga, Kanon?
─Piensa que han pasado veinte años. Hay personas que cambian bastante con el tiempo.
─Y dices que Thane está reticente a hablar de este muchacho.
─Le molesta hablar de él, y este simple detalle cuenta mucho, ¿no te parece? Además...─ Kanon apoyó medio trasero sobre la mesa circular del salón, mientras observaba cómo Saga seguía comparando ambas pantallas ─ todavía no ha acudido al juicio, alegando que "no le apetece respirar el mismo aire que su hermano". Y una mierda. Esta chorrada de excusa no se la cree ni él mismo. Y está raro...
─No sé, Kanon...─ Saga se irguió, cruzándose de brazos mientras parecía estar sumido en pensamientos cansados ─. En internet no encuentro información de Balrog y tampoco no he dado con nada tras ese nombre que me has pasado. Físicamente no yo veo parecido alguno entre este joven enfermero y Balrog y...si aceptáramos que son la misma persona...¿por qué hace dos décadas se habría esmerado en hacerle llegar a papá sus dudas sobre el ingreso de Thane y ahora aparece convertido en abogado defensor de Hyppolitos?
─¡¿Ves?! ─ exclamó Kanon, acompañándose de una sonora palmada que sobresaltó a Saga.
─No, hermano, no veo...─ respondió el fiscal, encogiéndose de hombros.
─Ahí...ahí es donde Thane está descolocado también. Y cabreado. O decepcionado. Porque le conoce...Le conoce y tampoco le entra en la cabeza cómo es posible todo esto mismo que acabas de decir tú.
─Pero a ver si nos entendemos, Kanon...
─Jodeeeeer Saga, ¿estamos con el cerebro carcomido o qué?
─¡Estoy cansado! ¡¿Acaso es un crimen?! ─ exclamó de sopetón, mirándose a Kanon casi con hastío.
─¡¿Y te crees que yo no lo estoy?! ¡Llevo en pie desde las cinco, me he metido seis horas de coche entre pecho y espalda y encima he pasado un frío de cojones!
─¡Porque tú lo has querido! ─ zanjó Saga, con las manos apoyadas en su cadera y el ánimo agotado.
Ahí cualquier réplica que Kanon pudiese tener quemándole la lengua se congeló al instante. La decepción se inscribió en su mirada y las ganas de perder de vista a su gemelo por una larga temporada acuciaron más que nunca.
Bajó su trasero de la mesa, pasó al lado de Saga chocándole con el hombro sin querer evitarlo y se dirigió al sofá para recuperar su anorak.
─Lo siento, Kanon...─musitó Saga dándose media vuelta.
─No...no lo sientes. Eres un jodido egocéntrico de mierda y siempre lo serás. Tú, tú, tú y solo tú ─ dijo, dándole la espalda mientras se enfundaba el anorak revoleándolo al aire.
─Llevo dos días de juicio nefastos...
─"Llevas", claro...tú solo...cómo no... ─ Kanon sacó el paquete de cigarrillos y extrajo uno mordiéndolo por la boquilla. Acto seguido lo prendió y aspiró el humo con toda la mala intención de la que fue capaz, girándose hacia Saga para soltárselo todo en la cara. Los ojos de Saga se achicaron de rabia ante la afrenta que estaba recibiendo, pero no añadió nada más, limitándose a bajar el rostro y ladearlo con un pequeño atisbo de vergüenza ─. Aquí dejo las llaves del coche de Shaka. Lo he aparcado en la calle que sube, próximo a la esquina ─ Kanon se acercó a Saga para depositarlas sobre la mesa, obligando al fiscal a dar un paso al costado para no verse arrollado ─. Te diría que te vaya bien mañana, pero la verdad hermano...ya me la suda del todo.
─Kanon...─ murmuró, atragantándose con las enésimas demandas de perdón que en pocas horas se veía obligado a ofrecer.
─Ni Kanon ni ostias.
La mochila fue colgada del hombro derecho y una nueva bocanada de humo envolvió lo que se convirtió en una escapada frustrada. La mano de Saga le agarró del brazo y las disculpas de rigor se vistieron de interés.
─Pongamos que tengas razón, hermano...─ dijo cuando Kanon ladeó el rostro y le oteó de refilón─. Que estos dos hombres son la misma persona. No tenemos pruebas de ello.
─Que Thane...¡Thane! ─ exclamó, girándose del todo ─ un hombre como él, sereno, impasible, templado como nadie...¿que se ponga tenso con nombrarle te parece poco? Y no hay información en internet de Balrog...¡Joder Saga! Si en Google hasta sale la fecha en que yo aprobé la prueba del Estado de acceso a la Abogacía, junto con todos los pardillos de mi promoción...
─No hemos tenido tiempo de sumergirnos en la red para buscarlo bien, Kanon. Algo debe de haber...
─No de Lune de Balrog. Sí de Lewis Dou Garbellen ─ Kanon sostuvo el cigarrillo entre sus labios mientras volvía a deshacerse de la mochila y se despojaba del anorak─. Y lo curioso del caso, Saga...─añadió, recuperando el cigarrillo entre sus dedos e ir hacia el ventanal del salón, abriéndolo un palmo para, ahora sí, echar el humo fuera ─es que la información sobre "Garby" la he encontrado en un santiamén una vez Thane me ha confesado su nombre de pila. Mira...mira en el historial de mi móvil...─dijo, ofreciéndole el teléfono.
Saga se acercó a él y tomó el dispositivo con ciertas reticencias.
─Búscalo tú, no me gusta hurgar en la intimidad de los demás...─ se negó, haciendo el amago de devolverle el teléfono.
─Joder Saga, que no vas a dar con porno. Eso lo miro en "modo incógnito".
─¡Kanon!
─¡¿Qué?! Ahora se escandaliza el señorito...Como si tú no lo hicieras nunca...─ Kanon aspiró una nueva calada y soltó el humo rápidamente por la obertura de la cristalera, alargando el brazo para aplastar la colilla en una maceta que le vino a mano.
─No, no miro esta clase de webs. Y...y no tengo porque darte explicaciones de lo que hago o dejo de hacer con mi intimidad.
Kanon le observó incrédulo y dejó que pasara el repentino bochorno que estaba atravesando las facciones de su hermano, arrebatándole el móvil para buscar él mismo las reseñas guardadas en el historial.
─Mira ─dijo, entregándole de nuevo el teléfono─ "Lewis Du Garbellen, graduado en Enfermería en el año 1993 por la Universidad de Medicina de Oslo". Luego, "Lewis Du Garbellen, licenciado en Derecho el año 1998 por la Universidad Aristóteles de Tesalónica". Estamos hablando de una persona sumamente capaz e inteligente. ¿Quién tiene los cojones de sacarse dos carreras en los años mínimos de curso?
─Yo no demoré ni un semestre mi licenciatura en Derecho...─se jactó Saga, que en eso superaba a su gemelo en dos años.
─Pero ¿te sacaste otra acaso? ─ inquirió Kanon con retintín, arrugando la nariz.
─Oposité para Fiscal si te parece poco...Y también lo conseguí a la primera.
─¡Joder Saga! ─ Kanon le afanó el móvil de un tirón y se lo guardó en el bolsillo de los vaqueros ─. Dos carreras muy distintas entre ellas. Las dos cumplidas en plazo mínimo y, encima, una de ellas mientras se la pasaba trabajando en un hospital de locos. Ese Garby era una puta máquina.
─¡Vale, de acuerdo! ─ exclamó Saga, agarrándose de los cabellos al tiempo que se estrujaba las sienes con las palmas de las manos ─ Era un cerebrito, te lo admito. Pero volvemos al principio...¿cómo pruebas que sea Lune? Y lo que me cabrea todavía más: si lo es...¿por qué defiende a Hyppolitos? ¡¿Y por qué lo hace tan jodidamente bien?!
─¡No sé cómo probarlo, Saga! Lo intuyo...Sé que son el mismo, pero no se me ocurre cómo coño probarlo con algo más sólido que la decepción que Thane lleva con él.
Hacía unos minutos que Shaka había llegado a casa, cargado con un par de bolsas con productos del supermercado y discreto como siempre que hallaba a los dos hermanos enfrascados en una de sus rutinarias discusiones. Sus pasos le habían dirigido a la cocina, y después de ordenar la compra se personó en el acceso al salón, escuchando atentamente todas las cábalas que los gemelos andaban haciendo sobre un tipo que no conocía en absoluto.
El forense se había cruzado de brazos, sirviéndose de la jamba de la puerta para apoyar el peso de su cuerpo y el runrún de sus pensamientos.
Unos pensamientos que a él le ofrecieron con claridad meridiana una solución que parecía no querer ni acercarse a la ofuscación en la estaban sumidos los hermanos.
─Un anagrama. ¿No habéis caído en ello? ─ soltó sin previo aviso, dejando a Saga y Kanon tan mudos como estupefactos.
─¡Ostias, Shaka! ¡Avisa que nos estás espiando, joder!
─¿Desde cuándo estás aquí? No te hemos visto llegar...
─Hace rato ya, Saga ─ respondió Shaka, acompañándose de un leve encogimiento de hombros que apenas varió su relajada posición ─ pero cualquiera se mete entre vosotros cuando os ponéis así.
─¿Qué quieres decir con un "anagrama"? ─ preguntó el Fiscal, todavía descolocado por la inadvertida compañía de su pareja.
─Pues eso...un anagrama, sabes lo que es...
─Claro que lo sé ─ se ofendió Saga.
─Pues ahora yo no lo pillo ─ Kanon se adelantó hacia la mitad del salón, posicionándose un paso por delante de su gemelo.
─ A ver...─ suspiró Shaka, rodando su azul mirada hacia el infinito techo de su paciencia ─ un anagrama es una palabra que sale de combinar las letras de otra.
─ ¡Eso ya lo sé!
─¿Entonces? ─ Shaka volvió a encogerse de hombros, arqueando las cejas y perdiéndose él también entre los enrevesados senderos que transitaban los gemelos.
─¿Para qué cojones nos sirve un anagrama ahora? ¿Sobre qué?
─Pues sobre el nombre de este chico del que habláis ─ expuso el joven forense, haciendo parecer obvio algo que ni para Saga ni para Kanon lo era.
─Explícate mejor, Shaka...te lo ruego...─ musitó Saga, sosteniéndose con una mano sobre la mesa al tiempo que con la otra se masajeaba el entrecejo ─ Hoy mi cabeza no da para más...
─Queréis relacionar a Lune de Barlog, de quien no tenéis demasiada información, con este chico que no sé ni quien es, ¿cierto?
─¡Sí, Shaka, sí! ─ se exasperó Kanon, quien también comenzaba a estar vencido por su propio agotamiento.
El forense inspiró hondo, descruzó sus brazos y se aproximó hacia el escritorio de Saga para coger un papel en blanco y un bolígrafo.
─El abogado defensor se llama LUNE DE BALROG...─ dijo, escribiendo el nombre en mayúsculas y un poco separadas entre ellas ─ ¿Y el chico...? Escribe su nombre debajo en mayúsculas también ─ añadió, ofreciéndole el bolígrafo a Kanon.
─LEWIS DOU GARBELLEN─. Kanon lo pronunciaba a la vez que lo escribía, estudiado por Saga casi asentado sobre su hombro y por Shaka a una distancia más medida.
─ Olvídate del nombre...Quédate con los apellidos solamente...─ sugirió el forense, observando ambas retahílas de letras con atención.
─DOU GARBELLEN ─ Corrigió Kanon, después de garabatear el nombre de pila.
─Bien. Ahora ya podéis empezar a hacer combinaciones de letras y daréis con la prueba que os falta. Yo lo veo claro. ¿Y vosotros?
