Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.
Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.
11.- Primeros pasos
Pasaban de las diez de la mañana cuando Severus se volvió a despertar, no podía creerlo, había dormido casi 6 horas más de corrido, y todo gracias a Weasley, de entre toda la gente, que era aún más sorprendente.
Mione acababa de entrar a la habitación con unas bandejas flotando delante de ella, seguida de Potter quien traía una mesa y Ron con un par de sillas extra, disponiendo todo alrededor de la cama de Snape para sentarse a desayunar con él.
Se sentía cómodo y descansado, así que recibió de buen agrado la compañía de los jóvenes, y la comida olía muy bien.
"Bueno profesor, hoy empezaremos con la parte ruda de la rehabilitación, será realmente agotador para usted, así que espero tenga suficiente apetito", dijo Mione con una sonrisa.
"Si la comida sabe tan bien como huele, eso no será ningún problema Mione", dijo entre risas Ron, viendo como Snape casi empezaba a salivar.
Snape se sonrojó visiblemente, y los tres jóvenes no pudieron evitar reír. "No se avergüence profesor", dijo Harry entre risas, "Kreacher es un excelente cocinero, como usted mismo lo ha comprobado, y creo hoy se ha esmerado aún más, sabiendo lo que estamos planeando".
Severus se sonrojó aún más, "condenados muchachos, irrespetuosos y montoneros", se oyó murmurar entre dientes, lo cual causó más risas entre los jóvenes.
Apiadándose de él, Mione comenzó a servir los platos, y le pasó una humeante taza de té, la cual Severus tomó y acercó rápidamente a su cara para ocultar la vergüenza que estaba pasando.
"Vamos profesor, no tenga pena, Ron tiende a hacer este tipo de bromas todos los días, ya se irá acostumbrando", dijo Mione pasándole su plato.
"Un poco de humor por la mañana no hace daño a nadie", dijo Ron con la boca llena, casi escupiendo el desayuno.
"No seas grotesco Ron, termina de masticar y pasar la comida antes de hablar, sabes que eso es muy asqueroso", dijo Mione entre risas, "qué pensará el profesor de tus modales".
"Sabe que no tengo, así que no creo que diga nada", contestó Ron sacando la lengua, lo cual causó más risa entre los otros 3, era la primera vez que oían reír a Snape, y fue una agradable sorpresa darse cuenta tenía un humor ligero.
Entre risas continuaron desayunando en relativa paz, tratando de alargar un poco el momento antes de comenzar con la rehabilitación intensiva del día.
A media tarde la habitación de Severus se había transformado en un campo de obstáculos: barras para sostenerse, andadera, pelotas, canicas, varios instrumentos para lograr balanceo y equilibrio. Severus nunca había visto tantos aparatos muggles juntos, dudaba de su efectividad, pero si Hermione decía que servían, él podía intentar confiar.
Pronto los tres jóvenes estaban dispuestos a su alrededor, sabía que Hermione sería quien dirigiría su nueva rutina de ejercicios, así que esperaron que ella los guiara.
Tomando aire, Hermione por fin comenzó: "Ron, Harry, necesito que primero ayuden al profesor a sentarse en la orilla de la cama, y pondrán el andador frente a él, posteriormente se colocaran ambos a cada lado de él para apoyarlo en caso de que pierda fuerza, para evitar se caiga, lo primero que hará profesor serán unas cuantas sentadillas, sentándose cada vez de vuelta en la cama, con apoyo del andador, al principio será difícil, pero la idea es que lo haga usted solo, Harry y Ron solo intervendrán en caso de que pierda el equilibrio, están los tres listos?", Mione preguntó con una ceja alzada.
Harry, Ron y Severus se miraron algo incómodos, pero todos tomaron sus posiciones, los brazos de Severus temblaban visiblemente por el esfuerzo de agarrar el andador, se impulso lentamente hacia arriba, tratando de mantenerse erguido el mayor tiempo posible y luego regresó a su posición sentada, repitió el mismo proceso cinco veces más antes de perder el equilibrio, sus piernas temblaban fuertemente y sus rodillas se doblaron bajo su peso sin poder evitarlo, del susto soltó la andadera, pero Harry y Ron estaban listos, y lo sostuvieron por ambos brazos, antes de que se fuera hacia adelante.
Severus respiraba trabajosamente, su frente goteando en sudor, y al ser sostenido por ambos jóvenes se había sonrojado visiblemente, lo acomodaron sentado nuevamente a la orilla de la cama y pusieron nuevamente el andador frente a él.
"Cinco flexiones, eso es un buen comienzo", dijo Hermione con una discreta sonrisa, "veamos si puede hacer cuatro repeticiones más de cinco y luego pasaremos al siguiente ejercicio".
Severus la miró con algo de molestia, pero hizo lo que ella pidió, en tres de los cuatro ciclos logró completar las cinco sentadillas sin perder nuevamente el equilibrio, pero en el cuarto ciclo perdió la fuerza en la tercera repetición y casi se cae de bruces porque Harry y Ron se habían distraído, afortunadamente Hermione estaba muy al pendiente y alcanzó a sostenerlo por los hombros antes que Harry y Ron reaccionaran y lo detuvieran a tiempo para ayudarlo a llegar nuevamente a la cama.
Así pasaron toda la tarde, cada ejercicio más difícil que el anterior, pero cuando Hermione quedó satisfecha con el avance de los ejercicios, Severus ya era capaz de pararse de la cama brevemente sin ayuda del andador.
Esto hizo sentir optimista y complacido a Severus, estaba muy cansado, adolorido y algo irritable, pero debía reconocer que Granger sabía lo que hacía, seguro había devorado toda una biblioteca acerca de rehabilitación. Si seguían así seguramente en un par de semanas podría estar desplazándose por el cuarto con el andador.
Satisfechos por el avance de ese día se dispusieron a cenar, Kreacher les había cocinado una cena prolija, motivado por saber habían estado haciendo ejercicio toda la tarde, y Severus agradeció la amabilidad del elfo, moría de hambre, aunque nunca lo diría a los muchachos.
Tres semanas después de haber iniciado el programa intensivo, como Hermione solía llamarlo, Severus era capaz de caminar por la habitación con la andadera, un poco de rigidez en su columna, y una ligera cojera, que Mione estaba segura le obligaría a usar bastón por algún tiempo, pero, según su pronóstico en un par de semanas podría estar deambulando por la casa con algo de vigilancia.
Esto llenó de esperanza a Severus, por fin podría ver algo más que las cuatro paredes de su habitación, no que el resto de la casa de los Black fuera muy interesante, pero al menos podría pasar tiempo fuera de la cama, y si todo iba bien incluso podría encerrarse en la biblioteca y saciar su necesidad de lectura.
