De regreso en la sala común de Gryffindor, sus amigos la esperan. No están nada ansiosos, pero Hermione les cuenta la nueva información. En ese instante sí le prestan atención, lamentándose de la mancha en la perfecta profesora.
—Supongo que no se puede ser bueno en todo —dijo Ron, a lo que ella le golpeó con el lomo de un libro que había recogido de camino hacia aquí.
—¿Qué es eso? —Harry preguntó a lo que felizmente su amiga le comentó que era solo una lectura ligera antes de dormir.
Aún no les diría que investigaba sobre la familia Morgan.
