The Legend of Zelda: Breath of the Wild no me pertenece.
Capítulo II
"Novedades"
La época con las temperaturas más bajas se acercaba y Link era consciente de ello, por eso mismo, era de suma relevancia que fuese a buscar leña a los bosques alrededor de la aldea, no obstante, existía una cuestión que lo tenía con la cabeza ahogada de pensamientos catastróficos. Había pasado una semana desde la derrota de Ganon, y Zelda no parecía reponerse tan pronto como él deseaba, la princesa continuaba en un preocupante estado anímico y todos los días por las mañanas se hacía cargo de entregarle un elixir vigorizante hecho por sí mismo para que esta tuviera la oportunidad llevar a cabo su día a día de "forma normal".
Suspiró y tomó su espada dócilmente para no generar ruido alguno, desde las empañadas ventanas de la habitación de Pay era imposible visualizar el exterior, sin embargo, Link infirió que no debían ser más allá de las cinco de la mañana, con la limitada luz de una vela a medio acabar dio un último vistazo a Zelda, que se encontraba a espaldas y profundamente dormida, para después retirarse de la habitación sin pena ni gloria.
En realidad separarse de la joven no se encontraba entre sus lista de deseos, sin embargo, Link era consciente que la vieja Impa y su nieta también eran su responsabilidad, debía traer leña o de otro modo no habría forma de mantener aquella casa en condiciones climáticas adecuadas, por lo tanto, con un impecable sentido del deber salió por la puerta principal y bajó las escaleras de la entrada, saludando al guardia de turno sin detenerse a conversar debido a que esperaba regresar lo más pronto posible.
Esa semana en específico Link se encontró bastante perturbado, eran pocas las horas que dormía, y rara vez comía, pasando la mayoría del día supervisando a Zelda, pero a pesar de todos los cuidados que intentaba mantener no miraba una real recuperación en la princesa y con cada día que pasaba se mortificada cada vez más. Zelda mantenía una actitud positiva y gentil ante el nuevo escenario que se le presentaba en casa de Impa, pese a esto, era palpable su incomodidad para adaptarse a su nueva vida, y a sus nuevos compañeros.
Por desgracia sus preocupaciones comenzaron la primera mañana desde su llegada, al oír las palabras de la princesa durante el desayuno que compartían Zelda, Impa, Pay y él.
—Muchas gracias por permitirme quedarme en su casa —dijo Zelda en tono cordial y agradecido. —no deseo ocasionarle muchos problemas, de momento no tengo ninguna rupia en mi posesión por lo que no puedo pagarle como le es debido, pero puedo ayudarle en los que haceres del hogar si usted así lo desea. —agregó la joven en tono apenado. A pesar de la muy humilde y honesta propuesta Link dudaba bastante si Zelda en algún punto de su acomodada vida tuvo la necesidad de limpiarle el hogar a alguien, mucho menos a su consejera, en todo caso, debería ser al revés. Impa con lo mismo en mente le respondió:
—¿Por qué tanta formalidad chiquilla? Sé que he cambiado pero sigo siendo la misma, que ahora tenga cien años no significa que me tengas que tratar como a una abuela, después de todo sólo te llevo a lo mucho cuatro años —Impa se carcajeó al ver como Zelda se atragantaba, no tardó mucho en reunir cabos y concluir que aquella anciana se trataba de su antigua consejera y gran amiga, con el foco prendido, inmediatamente la princesa se levantó del comedor y fue a abrazar a la ahora bajita Impa con toda la fuerza que sus esqueléticos brazos le permitían. La anciana bastante atiborrada alcanzó a decir —No necesito que una princesa limpie mi casa, aunque no lo creas la situación no es tan espantosa, ya tengo quien se haga cargo, muchas gracias.
—¡Lo siento Impa!, ¡no te reconocí en lo absoluto! No tenía idea que esta era tu casa, es preciosa, por cierto. —mencionó apenada sin saber como salvar la situación, Impa decidió dejarlo pasar.
—Ayer nos diste un gran susto, no sabes lo feliz que estamos mi nieta y yo que te encuentres a salvo… —Pay, que estaba en la cocina volteó con el rostro encendido y sonrió con notable vergüenza a Zelda, por su parte la princesa tenía una expresión perpleja, hasta ese momento no había visto realmente a la nieta de la anciana.
—¡Es idéntica a ti Impa!, no sé como no me di cuenta antes… —Zelda tenía bastante curiosidad acerca del árbol genealógico de Pay, pero decidió que no era momento de hacer ese tipo de preguntas así que se limitó a sonreír y agradecerle por el delicioso desayuno a la joven sheikah.
Durante unos minutos estuvieron bromeando y riendo para aligerar las aguas en favor a Zelda, sin embargo, Impa tenía algunas cuestiones que expresar lo antes posible, debido a la apariencia desvalida de la princesa esperó a que Pay sirviera el desayuno para después soltar la bomba.
—Muy delicioso como siempre Pay, nunca decepcionan tus comidas… Por cierto, Zelda, aún tenemos mucho de qué hablar, cuanto antes te recuperes mejor, debo de confesar que hay mucho trabajo por delante, entiendo que un reino no se reestablece de la noche a la mañana así que será mejor…
Zelda interrumpió a la anciana antes de que terminara su discurso, intuyendo a donde quería llegar. —Te agradezco enormemente lo que has hecho por mí todo este tiempo Impa, probablemente nunca alcance a pagártelo, estoy segura que esperar cien años no es una tarea fácil de llevar a cabo… Guiaste a Link tras su despertar como te lo ordené, sin embargo, ese fue tu último encargo que recibirás como consejera del reino.
La habitación se quedó en silencio. Link sin saber que decir u hacer se mantuvo quieto, con miedo a escuchar lo próximo que iba a decir Zelda. Por otro lado, Impa con el rostro serio hizo un ademán a la joven para que continuara con su discurso.
—Por lo que, los oficios de corte quedan oficialmente concluidos. Todos hicieron un excelente trabajo, si aun existiera el poder adquisitivo del Reino de Hyrule seguramente todo sería otorgado a ustedes… pero por desgracia, actualmente no…
—No puedes hacer esto. —Link interrumpió automáticamente, bastante ofendido, sintiendo como la sangre comenzaba a calentársele.
—¿Eh? Sé que tu más que nadie mereces ser recompensado por tu gran valentía…
—No quiero ser recompensado por nada, pero no puedes despedirnos así como si nada.
—No es un despido Link, formalmente no existe un régimen del cual hacerse cargo por lo que sus oficios se encuentran obsoletos en un contexto como este… Aún debe vivir el Rey Dorphan, los zoras viven bastantes años, por lo que sería la única monarquía funcional en la actualidad. —agregó desconcertada. —Soy ignorante de las condiciones sociopolíticas de Hyrule en la actualidad, pero eso no significa que el renacimiento de una monarquía extinta sea necesario… Una corte hyliana es lo menos sensato desde mi perspectiva.
—¿Monarquía extinta?, ¡sí tu sigues aquí! No sé a qué viene todo esto. —respondió Link bastante mosqueado por todo lo que Zelda estaba diciendo.
—No tengo ningún poder jerárquico Link, lo que menos deseo es jugar a la princesa y los plebeyos, en memoria a mi padre, y a los campeones haré acto de presencia en las cuatro regiones de Hyrule como última acción de la corona y entonces, todo estará disuelto…
—Es un acto político —tomó la palabra Impa, en afán de disputar.
—Es un acto de responsabilidad, honor y dignificación de los fallecidos por el Gran Cataclismo. Sería lo último que haga como la Princesa de Hyrule, estatus que ya no tiene valor real. —devolvió Zelda, perspicaz.
—¿Y por eso tienes que deshacerte de nosotros?
—No me estoy deshaciendo de nadie, Link, los estoy eximiendo de sus antiguas obligaciones. Lo reflexioné bastante y de ahora en adelante seré una civil común y corriente, como todos buscaré trabajo, si es posible conseguiré mi propio hogar, haré mi propia vida y seguiré mi propio camino como siempre quise. Sé que mis errores cometidos en el pasado no pueden ser cambiados, pero deseo aportar todo lo posible a la comunidad.
—No eres una civil común y corriente como dices, eres la Princesa de Hyrule, y además, la reencarnación de la Diosa Hylia, eso no es muy "común y corriente" que digamos —dijo Link con ironía. Zelda suspiró decepcionada de cómo estaba encaminando toda la conversación, sabía que probablemente no iba a ser del agrado de Link pero no esperaba que tuviera respuestas tan mordaces, después de todo no estaba acostumbrada a esta nueva personalidad.
—Sé que tu también tienes una vida que seguir, tu situación es más favorable que la mía, estás mejor adaptado que yo a esta nueva época, no veo por qué lo ves de forma tan negativa, probablemente ya has hecho muchos amigos, y estoy segura que tienes deseos y metas que seguir. —las palabras de Zelda eran honestas, sin malicia, sin embargo, Link se vio altamente ofuscado ante ellas —no tienes razón alguna por la cual debas estar amarrado a mí, a diferencia de los caídos, nosotros aún tenemos oportunidad de seguir con nuestra vida, mi padre, Urbosa, Daruk, Revali, Mipha y muchos más no tuvieron la misma suerte. Ahora, sin responsabilidades adjuntadas sobre tus hombros puedes construir tu propio camino, quizás tener tu propio hogar, casarte, construir una familia incluso…
—Yo no estoy de acuerdo, a mí me parece bien la propuesta de Impa —respondió inmediatamente Link confundido por lo último dicho por la princesa Zelda, ¿él casándose?, ¿de qué demonios hablaba Zelda?¿acaso esos cien años le lavaron el cerebro? Por supuesto que había pensado que iba a hacer después de derrotar a Ganon, y sus planes siempre se limitaron a dos:
Si Zelda estaba viva continuaría como su caballero real, por otro lado, si Zelda no estaba viva, no había de otra más que velar su fallecimiento y el de todos lo que le restaba de vida.
Que soltara repentinamente que los cargos reales estaban absueltos implicaba que él ya no iba a ser de utilidad a su lado, no de forma continua cuando menos, aquello arruinaba todos los limitados planes a futuro elaborados por él, y no era un genio para saber que los cargos que podía hacer se limitaban a luchar contra monstruos.
—No cambiaré de opinión, no esperaba que lo entendieran y aceptaran enseguida, pero sé que se harán a la idea tarde o temprano —dio por sentada la conversación y con un agradecimiento por la comida se retiró del comedor sin dar oportunidad de réplica de los presentes.
Soltó un bufido derrotado, no esperaba que la conversación escalara tan velozmente y aquello lo exasperaba, era una verdad innegable que lo dicho por Zelda le irritó a cierto nivel, pero más que nada, lo aterró bastante, si se ponía a calcular los días en los que la princesa iba a disponer de él se limitaban a unos cuantos meses, quizás en lo que visitaba las cuatro regiones de Hyrule y se acentuaba en algún lugar iba a requerir de su presencia… ¿pero y después?, ¿qué hará ella y que hará él?, ¿qué tal si ya no deseaba tenerlo cerca?, o peor aún, ¿qué sucederá en un futuro si no le puede ser más de utilidad?, en su momento, sólo sirvió para protegerla, asimismo, si el deseo de Zelda era llevar una vida "normal", eso significa implícitamente que no lo necesitaría más alrededor, ¿qué sería de él si Zelda cumple su confesión y hace su vida normal?, probablemente encuentre un trabajo cotidiano que pueda realizar perfectamente debido a su innegable coeficiente intelectual, es posible que pueda comprar su propio hogar, incluso, después de eso decidir contraer matrimonio, pero, ¿y si sí arma su propia vida alejada de ellos? ¿de él?, ¿y si sí se casa? ¿es probable que Zelda en algún momento se enamore de alguien y decida casarse y formar una familia?
La interrogante de Zelda alejándose de él no era un tema que le llegara a preocupar cuando aún mantenían el papel de princesa y caballero, es decir, el castillo iba a ser su hogar toda su vida, como lo fue de sus antepasados, y en su momento, engreídamente llegó a creer que sería el guardaespaldas de Zelda durante toda su vida laboral, por otro lado, de vez en cuando le abordaba la incógnita del futuro estado civil de la joven, por sobreentendido tarde o temprano la princesa iba a tener un matrimonio arreglado por parte del anciano Rhoam, la mayoría de aquellos que pertenecen a la nobleza se terminan casando con el prospecto más conveniente a nivel social, monetario y político.
Al igual que todos sabía de antemano que Zelda no era específicamente una joven fea, pero su posición como caballero nunca le hubiera permitido aceptar este hecho. Era bien sabido en el reino que la hija del Rey Rhoam Bosphoramus Hyrule se trataba de una mujer preciosa, algunos de sus compañeros llegaron a mencionarlo por debajo de la mesa, incluso, alguna vez llegó a escuchar a un joven caballero principiante confesar que si fuese lo suficientemente fuerte quizás se le otorgaría el privilegio de contraer matrimonio con la princesa Zelda, que si fuese el caso, lo más lógico sería que él…
Se dio una fuerte cachetada, andaba pensando tonterías. Aunque haya sido desprendido de su asignación no significaba que debía corromper todas las etiquetas impuestas en su momento, suficiente tenía con su desliz en el desayuno en donde lo despidieron.
Aunque la idea le carcomía, ahora Zelda podía enamorarse de quien desee, incluso de un simple campesino, no es que tuviera nada de malo, pero ya no existen jerarquías sociales que la limiten de ser así, en tal caso, a diferencia de los cercanos a Zelda, un campesino cualquiera no tendría ni la menor idea de las raíces burguesas de la princesa por lo que entre ellos no existiría ninguna pared invisible de jerarquía social.
Link ahora consciente de su entorno, levantó la mirada a su alrededor en busca de un árbol más que talar, encontrándose que lo que antes era un abundante bosque ahora se trataba de una libre llanura llena de tocones. Debido a su ensimismamiento había generado una tala forestal impresionante, lo único que le pedía a las Diosas es que Impa no se enterara que había acabado con uno de los bosques y principal fuente de leña de la aldea o iba a estar metido en serios problemas.
Más problemas en los que ya estaba metido.
NA: Muchísimas gracias a aquellos que pusieron en favs y follows mi historia a pesar de sólo haber publicado un episodio! :D
Por cierto, este capítulo fue recortado a la mitad debido a problemas cognitivos (el borrador de lo que restaba del capítulo es un desastre lol). Fun fact: el episodio dos tuvo 4 versiones escritas desde la publicación del episodio 1, algunas bastante dramáticas pero he decidido deshacerme de las primeras 3 versiones, ya no me gustaron, considero que este episodio no es tan dramático.
¡Adiós! Vuelvo (ahora sí) en una o dos semanas. Me encuentro bastante comprometida.
