Sakura dió un saltito sobre su asiento, pues no esperó aquel gesto. Es decir, sabía de los sentimientos de Sasori hacia ella, pero era la primera vez que tenía un acercamiento físico de esa índole.
Al principio, la pelirrosa quiso rechazar el gesto, ya que se sentía contrariada, pero al ver los ojos castaños oscuros del hombre mirándola con tanta intensidad, se sintió como hipnotizada, al mismo tiempo que sus mejillas se sentía calientes.
Cuando menos se dió cuenta, notó que ambos se acercaban lentamente, hasta que…
—¡Tíos Sasori! ¡Juega con nosotros! —los niños aparecieron de repente haciendo mucho ruido y colgándose del pelirrojo.
—¡Niños! ¡No hagan eso! ¡Pueden lastimarlo! —regañó Sakura.
—Un momento, por favor —pidió el pelirrojo.
—Sasori-san les dijo que jugaría con ustedes otro día. No sean maleducados.
—¿De verdad no jugarás con nosotros, tío Sasori? —preguntó Haru mostrándole al pelirrojo grandes ojos vidriosos.
—No has jugado con nosotros y nuestros nuevos juguetes desde que nos los diste —dijo Haruo.
—Lo siento, niños. Sólo vine un rato a hablar con su madre, pero ya debo irme —bajó a los pequeños con cuidado y se levantó del sillón— Lo haremos otro día. Además, su madre iba a darles un baño. ¿No es así?
—Así es. Hoy deben dormir temprano, mañana toca escuela, así que despídanse de Sasori-san y vayan preparándose.
—Pero mamá…
—Adiós niños. Jugaremos otro día —Sasori sacudió el cabello de ambos niños y se dirigió a la salida. Sin embargo, tras abrir, se volvió a Sakura que lo siguió por detrás— Me retiro. Gracias por recibirme.
—No, gracias a ti. Realmente no sé qué haría sin tus consejos —respondió Sakura y sus mejillas volvieron a sonrojarse cuando lo vio a los ojos, así que desvío la mirada— Espero que los niños no te hayan lastimado al saltarte así.
—Estaré bien. Descansen.
Sakura pensó que quizá Sasori intentaría besarla nuevamente al despedirse, y aunque no estaba muy segura de si quería que ocurriera o no, se sintió insatisfecha cuando al despedirse, él sólo se marchó.
—¿Vas a bañarnos, mami? —los niños se habían acercado a ella y notó que nunca se fueron, así que quizá el pelirrojo no hizo el intento porque vio a los niños.
—Sí, vamos.
La fémina llevó a sus hijos a su habitación para prepararlos para el baño, y aunque quería pensar en lo que había pensado, era imposible concentrarse cuando los niños hacían mucho ruido jugando con el agua o platicándole más detalles o repitiendo lo que vieron y vivieron en la casa de su padre.
No fue sino hasta que acostó a los niños a dormir, que pudo darse un momento para pensar en lo que había pasado.
Sasori había sido su titular en cirugía plástica cuando ella estaba cursando la residencia, así que podría decirse que había sido su maestro cuando ella probaba esa especialidad. Sin embargo, él siempre fue muy amable y comprensivo aún si era estricto en el quirófano, y la había apoyado mucho durante el embarazo.
Aún recordaba cómo cuando dió a luz a los gemelos, las enfermeras y doctores creyeron que él y Naruto se debatían el puesto de padre, ya que junto a sus padres e Ino y su marido, habían asistido al hospital a esperar el nacimiento de sus hijos.
Durante todo ese tiempo, Sakura había sentido el cariño y afecto que Sasori le tenía, y claro que pudo distinguir cuando ese afecto se convirtió en algo romántico. Sin embargo ella siempre había estado esperanzada en volver junto a Sasuke, así que prefirió fingir que no se daba cuenta para no tener que rechazarlo.
Por otro lado, Sasori tampoco hizo nada explícito para demostrarle sus intenciones, y probablemente se debía a que la atención de Sakura estaba centrada completamente en sus pequeños hijos. Empero, él finalmente se había animado a decirle sus intenciones e incluso ahora había hecho un movimiento y Sakura no sabía cómo sentirse.
Si él hubiese dicho algo similar o sólo el toque en su mejilla en el pasado, ella lo habría rechazado completamente poniendo de excusa a los niños, ya que no admitiría que su corazón seguía con el padre de sus hijos, pero ahora que se había reencontrado con Sasuke y había descubierto que tiene una esposa, parecía que se había abierto una posibilidad al pelirrojo.
Haruno ni siquiera se imaginó que algo así podría ocurrir, pero era la única explicación que tenía para haber permitido que él estuviese a punto de besarla o que se hubiese sentido insatisfecha cuando no lo intentó al despedirse. Sin embargo, tampoco dejaba de pensar en qué habría hecho si el beso se hubiese dado, y la verdad era que no lograba imaginárselo.
Toda su vida había fantaseado con el amor de Sasuke, y cuando lo obtuvo en aquellos días en que fueron novios, fueron los días más felices de su vida. Cuando él rompió con ella sintió como si le faltara el aire, especialmente porque él ni siquiera le dió razones. Ella estaba dispuesta a hacer lo necesario para que funcionara, pero Sasuke fue inflexible y la bloqueó de todos lados y la evitó del todo.
Ino y Naruto la animaron, diciéndole que si no le había dado un motivo para dejarla, quizá sólo estaba haciendo cambios en su vida y que pronto se daría cuenta de su equivocación, que pronto la extrañaría e iría a buscarla.
Transcurrió una semana, y Sasuke no sólo no volvía, sino que Sakura se enteró que estaba embarazada. Cuando recibió la noticia, estaba más que feliz aún si no había sido algo planeado, y creyendo en las palabras de Ino y Naruto, pensó que en cuanto Sasuke se enterara, al fin se daría cuenta de su amor por ella y volverían a estar juntos. Sin embargo, la secretaria de Sasuke fue inflexible en dejarla verlo.
No es que Sakura no hubiese intentado romper las reglas para buscar a Sasuke, pero esa mujer había sido bastante firme en no dejarla pasar, sin mencionar cruel cuando le dijo a Sakura que Sasuke no creía que los bebés eran de él o que se deshiciera de ellos porque él se había ido a vivir fuera del país.
A pesar de todo lo dicho por aquella mujer, Sakura no le creyó sino hasta que Naruto confirmó que Sasuke se había ido a vivir al extranjero, pero ella pensó, e Ino y Naruto alentaron ese pensamiento, que Sasuke tal vez se había asustado. Es decir, apenas un par de años antes, él había sufrido la pérdida de su familia y su patrimonio, y apenas comenzaba a levantarse. Al ver que más cosas iban mejor, Sakura pensó que él debió abrumarse pensando en lo que seguía de su vida, como comprometerse, casarse y tener su propia familia.
La noticia del embarazo tampoco llegó en el mejor momento para Sasuke, y Sakura llegó a convencerse que él tal vez sólo necesitaba tiempo, que había dicho cosas sin pensar y que tarde o temprano él volvería para ser una familia junto a los niños.
"Cuando estén por nacer los niños, él volverá", se decía durante el embarazo, pero Sasuke no apareció. "Cómo mucho, Sasuke-kun volverá cuando los niños cumplan un año", se dijo cuando nacieron los gemelos, pero no fue así, y así cada año se convencía de que el padre de sus hijos volvería. Sin embargo no ocurrió.
El encuentro en el parque con Sasuke había sido mera casualidad, y si ese día los niños no le hubiesen insistido para ir o si ella hubiese puesto su cansancio primero antes que a los niños, quizá no se habrían encontrado con él.
Para cuándo ocurrió el encuentro, a Sakura a veces le asaltaba la duda de si Sasuke realmente había dicho que se deshiciera de los niños, y cuando vio el gesto de enfado de él en el parque, comenzó a creer que todo lo dicho por su secretaria había sido cierto. Sin embargo, cuando hablaron a solas, pudo sentir tranquilidad. No solo porque lo que esa mujer había dicho eran mentiras, sino porque él no sabía de la existencia de los niños y ahora que lo sabía, quería ser un padre para ellos.
Dentro de sus fantasías, Sakura se imaginaba que cuando se reencontrara con Sasuke, la abrazaría y besaría tan pronto como la viera, le pediría perdón por irse e incluso le propondría matrimonio diciéndole cuánto la amaba a ella y a los niños. Esas fantasías se veían opacadas por las palabras de la secretaria de Sasuke, cuando Sakura ponía en duda si le habían dicho la verdad, pero al fin ocurrió el reencuentro, y no pasó nada parecido, se sintió triste, pero conforme con al menos haber aclarado las cosas.
Sakura se repitió que debía tener paciencia, que quizá Sasuke no quería ser invasivo con los niños, pues parecía preocupado por lo que ella les había dicho de él, así que su deseo de volverse una familia aún estaba latente, por lo menos hasta que él mencionó estar casado.
Tantos años manteniendo la ilusión de que pasaría su vida junto a Sasuke a pesar de aquel rompimiento, y todo se desbarató en un segundo. Sakura aún estaba tratando de entender cómo lidiar con una decepción como esa, que aún no entendía cómo podría pensar en estar con alguien más, cuando nunca lo había considerado, así que no entendía por qué había estado a punto de dejar que Sasori la besara.
Necesitaba consejo de su mejor amiga, y si fueran otras las circunstancias, ya habría corrido a llamar a Ino, pero aún no le decía a ella ni a nadie más de su reencuentro con Sasuke.
Haruno se quedó dándole vueltas al asunto toda la noche hasta que el cansancio la venció, sin saber que tras haberlos acostado, los niños tenían su propia charla.
—¡Aún no sabemos si la esposa de papá es una villana y tío Sasori intentó besar a mamá! —exclamó Haru alarmado— ¡Hay que darle el collar a mamá para que sepa que papá la ama y rechace a tío Sasori!
—Fue buena idea espiarlos o no habríamos podido interrumpirlos, pero no creo que sea buena idea darle el collar a mamá. Recuerda que mamá no nos creerá que es un regalo de papá, especialmente porque no se lo dimos de inmediato —respondió Haruo— Hay que evitar que mamá y tío Sasori se queden solos de nuevo hasta que podamos darle el collar a mamá sin que nos regañen, y tenemos que apresurarnos en investigar si la esposa de papá es una villana o no.
—¿Y cuándo vamos a entregarle el collar? ¿Cómo vamos a saber el momento? ¿Y cómo vamos encontrar pistas de la esposa de papá?
Haruo quedó pensativo unos instantes. No estaba muy seguro de qué hacer, mucho menos con el tiempo encima, pero tampoco se iba a rendir.
—¡Ya sé! Hay que decirle a mamá que queremos disculparnos con la esposa de papá por revisar sus cosas. Hay que ser muy insistentes. Así podremos verla y volver a buscar pistas —sugirió el hermano mayor— Si le pedimos perdón con nuestra técnica secreta para conseguir dulces, podemos convencerla de invitarnos a quedarnos en su casa y podemos seguir investigando.
—¿Y qué hay de mamá y tío Sasori?
—No estoy muy seguro. Sólo se me ocurre hacer lo que hicimos con papá. Debemos hablar de todas las cosas en que papá es mejor que tío Sasori.
—¡Sí! ¡Hagamos eso!
¿Este será el punto de ruptura de Sakura para deshacerse de los deseos que había tenido en el pasado? ¿Sakura considerará darle una oportunidad a Sasori? ¿Qué tipo de consejo recibirá de Ino cuando le hable de lo que ha estado pasando en su vida? ¿Los niños conseguirán evitar que su madre sienta interés en Sasori? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n
¡Hasta la próxima actualización!
