The Knight & Her Guardian Dragon por Maximillian Havisham

Traducción Por linkinm1a1


Capítulo 19:

No vuelvas a decirme eso nunca más


Los tres finalmente regresaron a la posada. Natsu y Gajeel irrumpieron por la puerta a toda prisa mientras Natsu acostaba a Erza en una cama cercana. El resto del grupo los miró con incredulidad mientras se dirigían hacia sus amigos.

—Natsu, ¡¿qué pasó?! —Lucy exclamó—: ¿Qué le paso a Erza?

—Fuimos atacados por Night Shade, ellos son los que controlan la ciudad. —Dijo con voz severa.

—¿Night Shade? ¿Te refieres a ese gremio que Erza, yo, Juvia y Laxus destruimos? —Gray preguntó con un toque de incredulidad.

Gajeel asintió, —Sí, esos tipos, resulta que los tipos con los que peleaste eran sólo de bajo rango; el jefe está aquí en Lumina.

—Gajeel ¿estás bien? —Levy preguntó preocupada mientras miraba sus heridas.

—Sí, estoy bien. No me golpearon demasiado, es Titania de la que deberían preocuparse.

El grupo estaba cerca de Natsu, que estaba sentado junto a la cama de Erza, con una expresión de innegable arrepentimiento en su rostro.

—Wendy... —dijo con tristeza—, ¿Puedes curarla?

Wendy asintió con la cabeza a su amiga: —Sí, debería poder curarla si sus heridas no son demasiado graves.

Natsu se levantó de su asiento para que Wendy pudiera sentarse y caminó hacia el otro lado de la habitación, seguido por sus amigos. Después de aproximadamente una hora, Wendy se acercó a sus amigos; Todos la miraron, esperando ansiosamente noticias sobre la condición de Erza.

—Ella está fuera de peligro por ahora. Sólo necesita descansar para poder recuperar fuerzas.

Todos suspiraron felices, todos aliviados de que Erza estuviera bien. A excepción de Natsu, todavía estaba molesto por haber permitido que Erza saliera tan herida.

Gray lo devolvió a la realidad. —Entonces, ¿qué hacemos ahora? ¿Cómo controlan la ciudad?

Natsu se reorientó y sacó del bolsillo de sus pantalones cortos el mapa que le dio la secretaria. Luego comenzó a explicar cómo se tomó el control de la ciudad y los efectos del hechizo que se usó en ella.

Gray se sentó y pensó en el asunto en voz alta. —Entonces lo que estás diciendo es que tenemos que destruir los sitios para romper el hechizo.

—Sí. —Natsu le respondió malhumorado.

—Bueno, —comenzó Gajeel mientras se reclinaba en su silla—. ¿Qué vamos a hacer Salamander?

La habitación quedó en silencio mientras todos centraban su atención en Natsu. Todavía estaba angustiado por lo que pasó antes y miró a Erza que todavía estaba acostada en la cama. Apretó el puño con ira al pensar en Romero y volvió su atención al grupo; una mirada de furia en sus ojos.

—Vamos a derribar esos sitios. —Todos sonrieron y se miraron con determinación. Sabían lo que tenían que hacer.

—Bueno, ya que hay 5 sitios y 10… —Levy se detuvo mientras miraba a la caída Erza—, Nosotros 9, uno de nosotros tendrá que ir solo a un sitio.

—Yo iré. Tomaré el del casino, ahí es donde está Romero. —Natsu dijo rotundamente, el tono de su voz no dejaba lugar para un debate abierto.

Gajeel sonrió, —Bien, puedes calentarlo, pero después de que termine mi sitio también iré al casino. —Miró su mano derecha mientras la apretaba en un puño, Aún tengo que pagarle a ese bastardo por lo que me hizo.

—Bueno, si Natsu va solo, ¿adónde iremos el resto de nosotros? —Lucy preguntó al grupo.

—Bueno, tenemos que dividir los sitios restantes entre nosotros, todos los demás van en equipos de dos. —Gray explicó mientras señalaba los sitios restantes en el mapa—. Entonces, ¿quién irá con quién? —Gray miró al grupo.

Juvia lo agarró del brazo al instante y lo miró, —Iré contigo Gray. —Dijo con una mirada seductora en sus ojos. Gray se sonrojó ligeramente mientras intentaba sacársela—. Está bien, sólo dame un poco de espacio. —Dijo mientras luchaba por apartarla.

—Iré con Wendy. —Lucy dijo mientras le sonreía a la joven. Wendy le devolvió la sonrisa y asintió con la cabeza.

—Me llevaré a la enana. —Anunció Gajeel mientras colocaba su mano sobre la cabeza de Levy. Una mirada de molestia apareció en su rostro mientras movía su mano, pero no pudo ocultar el hecho de que también se estaba sonrojando.

—Muy bien, entonces saldremos al amanecer; por ahora deberíamos descansar un poco. —Gray anunció mientras todos los demás asentían con la cabeza. Todos se movieron por la enorme habitación para encontrar un lugar donde dormir. Las chicas ocuparon las camas, a excepción de Juvia que insistió en dormir cerca de Gray.

Lucy estaba arreglando su cama y notó a Natsu sentado al lado de la cama de Erza, se acercó a él. —¿Vas a descansar un poco Natsu? —Ella le preguntó con un deje de preocupación.

—Sí, sólo quiero cuidar a Erza por un poco más de tiempo. —Dijo con un toque de culpa mientras veía dormir a Erza.

Lucy puso su mano sobre su hombro, —No te preocupes Natsu. —Ella dijo con una sonrisa—: Erza estará bien, lo sé.

Natsu sonrió débilmente, —Lo sé, gracias Lucy.

—De nada. —Regresó a su cama y procedió a irse a dormir mientras Natsu permanecía junto a la cama de Erza. La noche se prolongó mientras todos dormían excepto Natsu. Mientras se sentaba en su silla y observaba a Erza, no pudo evitar dejar que su mente divagara.

¿Así fue para ella cuando me lastimaron? Puedo sentir un poco lo que ella sintió.

—¿Cómo se llama eso otra vez? —comenzó a hablar en voz alta—. ¿Vacío? ¿Imperio? ¿Emperio? ¡Arrgghh! No puedo pensar en eso.

Comenzó a rascarse rápidamente la cabeza con frustración mientras pensaba en ello. Cuando escuchó una voz que le hablaba débilmente. —Empatía.

—Eso es. —Dijo satisfecho, pero rápidamente se dio cuenta que no fue él quien dijo la palabra. Miró frenéticamente a su alrededor para ver de dónde venía ese sonido, pero todos sus amigos seguían durmiendo. Cuando volvió su atención a Erza, ella estaba sentada en su cama.

—¡Ah! —Natsu rápidamente se tapó la boca para no despertar al resto de sus amigos. Luego comenzó a susurrarle a Erza—. ¿Qué estás haciendo? Deberías estar descansando.

Ella le sonrió débilmente, —Estoy bien, de verdad. —Luego se sonrojó al sentir las manos de Natsu sobre sus hombros. Lentamente la obligó a volver a acostarse y volvió a taparla con las mantas. Ella comenzó a protestar.

—De verdad Natsu, yo estoy...

—No, tú no estás bien. —Dijo en un tono autoritario que sorprendió a Erza, su discusión cesó incluso antes de comenzar.

—Tienes que descansar.

Podía escuchar la inquietud en su voz mientras le hablaba.

—Lo siento Erza. —Dijo con una mirada de culpabilidad en su rostro.

—¿Por qué?

—Por no cumplir mi promesa. Te lastimaste porque me apresuré a hacer las cosas como siempre. —Apretó las manos—, Si no fuera por mí, no serías así.

Erza le sonrió suavemente, —No es tu culpa, Natsu.

—Pero yo…

—Sabía lo que estaba haciendo. Pensé que podía vencerlo, pero me tomó con la guardia baja. Al menos estabas fuera de peligro. —Los ojos de Natsu se abrieron sorprendido mientras Erza continuaba hablando—. Si muriera manteniéndote a salvo entonces yo... —Ella trató de tranquilizarlo.

—¡Cierra la boca! —Gritó enojado mientras se levantaba de su silla. Interrumpiendo a Erza, quien estaba acostada en la cama sorprendida, se quedó sin palabras.

—¿Qué tiene de bueno morir? Es como en la Torre del Cielo, ¿realmente crees que sacrificarte es algo tan bueno? ¿Qué pasa después de que te hayas ido? Nos dejas atrás... y no quiero que lo hagas Erza, ninguno de nosotros lo quiere. —Señaló a sus amigos dormidos—. Así que no quiero volver a escuchar esa basura nunca más. —Dijo, con los ojos empañados mientras se sentaba nuevamente en su silla.

Ella le sonrió de nuevo al pensar en sus palabras. —Tienes razón, estaba siendo egoísta otra vez. Prometo que no volveré a tomar decisiones tan precipitadas.

Una sonrisa apareció lentamente en el rostro de Natsu. —Bien. Ahora descansa un poco.

Erza se sonrojó y asintió mientras cerraba los ojos y volvía a dormir, Natsu la siguió poco después.


Cuando el día comenzó a amanecer, Natsu abrió los ojos y vio que sus amigos estaban listos para salir. —¿Estás listo? —Gray le preguntó sonriendo.

Él asintió y se levantó de su silla. —Sí, vamos a derrotar a estos tipos. —Miró a Erza por última vez antes de caminar hacia la puerta con los demás—. Cuídense, chicos. —Erza llamó débilmente desde su cama mientras sus amigas salían por la puerta. Todos ellos levantando los brazos como testimonio de la fuerza de su Gremio.

Natsu fue el último en caminar hacia la puerta, pero antes de que pudiera salir, Erza lo llamó nuevamente. —No hagas nada demasiado imprudente, ¿De acuerdo?

Él sonrió mientras respondía. —No prometo nada. No te preocupes, eliminaremos a estos tipos. —Salió por la puerta cerrándola detrás de él.

Erza sonrió y miró por la ventana al sol naciente mientras pensaba en sus amigos.

Por favor, Natsu, vuelve a mí sano y salvo.