Bien, una nueva entrega.

Quiero que aclaremos unas cosas. Una de las tantas posibilidades del universo de Magical Girl Lyrical Nanoha es la cantidad de personajes que tiene, secundarios, con distintos orígenes. Por ello decidí que Uminari estaría dentro de USA. Es un país multicultural donde habitan personas de todas partes… Uminari debería estar situado en el estado de Virginia.

No soy de poner música para que lean, pero si les apetece, esta melodía acompaña los momentos Fate/Nanoha en mi mente.

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Algo más, sé que muchas de las personalidades no son muy apegadas a la serie, empezando por Kyouya, pero lo necesito de esa forma, sabrán por qué luego… Hayate si aparecerá, pero no puedo prometer muchas cosas, porque aún no tengo claro su ayuda a la trama. Como les dije, si bien hay un montón de romance y eso, hay algo de política y asunto policial, no soy experta pero esta trama tiene una conexión a ellas y causará cosas a su relación.

Suelen decir que puedes ver tu vida entera pasar frente a tus ojos cuando estas a punto de morir. Nanoha si bien no alcanzó a verla toda, al menos si logró pensar la serie de absurdas decisiones que la llevaron a terminar metida en la morada de un depredador. ¿Que estaba pensando? Si, la pelea con Kyouya habría sido tan insoportable pero de ahí a salir corriendo de casa tan pronto como llegaba, para irle a gritar en cara a Fate de lo que se había enterado… Era una imbecil, iba a perder la vida de la forma más estúpida posible.

Pero allí estaba, dispuesta a enfrentarlo, no quedaba mucho por vivir tampoco. Ya con su espalda chocando contra la puerta a cierta violencia, con su cuerpo acurrucado, con piernas temblando, y apoyando las manos al cuerpo de su futura asesina como si pudiese detener la imparable fuerza que poseía, no quedaba mucho por la causa. Fue en cuestión de segundos, Fate se abalanzó contra ella como sino fuera un mañana… Solo deseaba cerrar los ojos para no ver su propia desgracia y así lo hizo.

Pasaron los segundos y no sentía nada, debió pasar al menos otro par para darse cuenta que Fate se había detenido y por su resistencia no era, eso lo podía jurar, pero de cualquier forma no la estaba mordiendo. Abrió los ojos lentamente, conservando ese temor a que si se movía abruptamente algo malo sucedería, pero no… Aún así el único sonido cortando el silencio era el de su respiración asustada y el de sus dedos moviéndose tímidamente del cuello hacía los hombros del vampiro, aferrándose a estos mientras sus mejillas se mantenían en contacto, pudiendo apreciar la fría pero porcelana piel de Fate ante la suya, totalmente tibia y pálida del susto que tenía.

–No puedo. –Dijo Fate finalmente, con las manos apoyadas en la madera de la puerta a la altura de la cintura de Nanoha, tan apoyadas que podría astillarla. Su voz calma acariciaba la piel del cuello frente a sus colmillos, tan largos y finos que solo bastaba apoyarlos para romperla y drenarla como Dios mandaba. Pero allí estaba, sin poder ejecutarlo, incapaz de poder quitarse tampoco. El aroma de la humana la cegaba, era cierto, se colaba por su nariz e invadía su sentido del olfato, embriagándola con placer, porque no cabría duda que su sangre sabía a cielo… Si a eso le agregaba aquel contacto que pese a las ropas le alcanzaba para disfrutar del calor desprendido, era ya una tortura, y de paso un milagro que no la estuviera matando, no cualquier vampiro lograba resistir algo así.

–¿Por-por que? –Preguntó la pelirroja entre sus brazos. No era como si lo estuviera deseando tampoco, pero fue inevitable preguntarlo. ¿Que podría cambiar de parecer a un vampiro tan repentinamente? a puertas de la muerte no era como si pudiese ponerse exigente pero… Sea lo que pasara por la mente de Fate le despertaba enorme curiosidad, debía ser por su sangre, no podría haber mas razón. En cualquier caso, intentó echar la cabeza hacía atrás para verla a los ojos y de paso alejar su preciado cuello de los colmillos, hallando la madera contra su nuca y de paso consiguiendo sin proponérselo que sus rostros quedaran casi de frente, generando por si fuera poco un contacto más intimo… Ambos pares de labios se rozaban peligrosamente cerca de las comisuras mientras sus narices casi se encontraban también. Una distancia muy corta pero suficiente para un contacto visual necesario. Podía ver los colmillos, blancos y relucientes. Tuvo que tragar saliva, en cualquier momento podrían atravesarla si Fate se lo proponía.

–Si bebo tu sangre el vínculo que ya tenemos se hará más fuerte. –Respondió. Sus manos comenzaron a moverse a los costados de Nanoha. –La atracción que sientes se hará aún más poderosa, los sueños insoportablemente recurrentes y… –Guardó una pausa, observando directamente a los ojos azules mientras los suyos se entrecerraban, atravesándola tal como lo harían sus colmillos. – Podría percibir tu presencia donde sea que estuvieses. Saber donde te encuentras, mi sangre corriendo por tus venas, sería un imán llamándome… Incluso podría percibir si tienes miedo. A Nanoha las pupilas se le agrandaron, contemplando esa posibilidad. ¿Cuantos mas secretos tenía un vampiro?

–Cuando creía que no podía ser peor… –Murmuró, percatándose que la mirada de Fate ahora se dirigía a sus labios, haciéndola sonrojar violentamente. ¿Estaban pensando ambas en lo mismo?

–Podría matarte y no tendrías que lidiar con ese martirio. –Bramó Fate, ofendida en el fondo. ¿Tan malo era estar vinculada a ella para Nanoha?

–Hazlo entonces. –Amenazó. De repente aquel corderito asustado que parecía la humana, se convertía en lo que toda adolescente, una rebelde y desafiante chiquilla, pensó Fate, quien alzó ambas cejas y casi echó una risa.

–Hace medio minuto estabas temblando, pensaste seguramente en tus seres queridos y que nunca podrías decirles adiós, pero ahora estas desafiando mi paciencia… –Las manos que antes rozaban la cintura ahora la sujetaron, cruzando ambos brazos por la espalda para formar un abrazo firme y rápido, ajustando a Nanoha a su cuerpo.

–Suéltame, sino vas a matarme, entonces déjame ir. –Gruñó, alcanzando otro nivel de rubor mientras rehuía de la mirada, volteando el rostro a otra parte, dejando sin pensarlo, el cuello a toda disposición de su adversaria nuevamente.

–Parece que estas invitándome a beber de ti. –Su voz usualmente calmada, rozaba la burla, una malsana y cínica burla. – ¿Crees que es tu sangre lo único que puedo sacar provecho? –Ni esperó respuesta, simplemente la apoyó mas firme contra la puerta cerrada, haciendo crujir la madera. El cuerpo de Nanoha rebotó un tanto, empezando a removerse entre quejas mientras sus manos pretendían sacarse a Fate de encima. Ambas sabían lo inútil que era aquello.

–N-no quiero que bebas! –Gritó, martirizando el oído realmente agudo de su captora, de quien aprovechó su sutil distracción para zafar un brazo y dirigir otra buena bofetada a su cara… Parecía que pegarle una vez al "muro" no fue suficiente lección, aunque mas bien lo hacía para dejarle clara su postura ante aquel juego donde empezaba a sentirse como una muñeca en manos de alguien, pero antes que su mano alcanzara el objetivo en la mejilla del vampiro, ésta fue detenida abruptamente desde la muñeca, Fate la había atrapado justo a tiempo y no con delicadeza. En cuestión de segundos su brazo fue apoyado contra la puerta mientras aún la sostenía con su extremidad restante, dominándola fácilmente al menos por lo físico como era ya obvio. La madera crujió a sus espaldas por segunda vez a causa de la renovada fuerza con que fue apoyada. Estaba roja de rabia y a decir verdad de gusto, tenía al objeto de sus fantasías finalmente contra ella y a una distancia tan miserable que si se movía de mas sus bocas iban a encontrarse, a esas alturas sus narices rozaban y su propia respiración se agitaba de nuevo debido al previo intento de liberarse, el cuerpo de la contraria la presionaba y podía apreciar su fortaleza, era obvio que sus huesos eran tan resistentes como las ramas de un árbol ante las manos de Fate, pero aún así, se notaba el intento por mantenerla "intacta" en cada movimiento… Incluso en los bruscos.

–No entiendo por qué tiene que gustarte todo a las malas. Te juro no quiero matarte, es lo último que busco, Nanoha. –En su voz ya se apreciaba que la paciencia se agotaba, ese gruñido al final de sus oraciones, como atesorando la rabia.

–Déjame. –Dio un último intento, muy poco creíble, fue mas bien un murmullo bobo, mas cuando Fate le apoyó la nariz y los labios en el cuello y sin devolver palabra, le dio un beso corto pero húmedo, su cuerpo dio un espasmo pero no alcanzó a asimilar bien lo primero porque luego de esa acción se vino un mar de besos, esta vez menos discretos o tímidos que el primero, los labios del vampiro ahora abarcaban gran porción de su piel, intercalando besos con lamidas de distinta duración, unos mas largos otros simplemente cortos, haciendo un paciente camino ascendente a la mandíbula. Si bien la acción de Fate fue inesperada, sería impropio decir que su boca actuaba con impaciencia… –De-dejame… –Dijo por última vez con un hilo de voz antes de cerrar los ojos y entreabrir los labios, esta vez para dejarlos así, abiertos y con una expresión de auténtica idiota mientras la rubia se deleitaba sin restricción de su piel, pudiendo apreciar como ésta era succionada, aprisionada por largos segundos entre los labios para después ser liberada, ¿Que estaba sucediendo? ¿Iba a morderla? quizá solo estaba lubricando la entrada de los caninos tal como pretendía ayer, pero las respuestas posibles se nublaban al instante, no era capaz de armar pensamientos, menos cuando Fate deslizó la siniestra a la nuca, proporcionándose el ángulo exacto para levantar el mentón de Nanoha, revelando así la parte frontal de su cuello, lugar a donde se dirigió a proseguir con su tortura, cada vez mas atrevida… Agregando más centímetros a la porción de piel que ya tenía y pasando su lengua hasta detenerse en la garganta, lugar desde donde se escuchaba el palpitar de su sangre. Los colmillos seguían fuera y Nanoha era consiente, podía sentir la punta de ambos rozar su piel pero respetando en todo momento su fragilidad, siendo incapaz de rasgarla en el proceso… Ella no tenía que pasar por una docena de vampiros para saber que no todos podrían hacer una maniobra así, pero entendió que si se movía demasiado se perjudicaría así misma.

En cada beso y lamida, sentía un espasmo viajar del cuello al vientre, era como una linea directa entre ambas partes y no le quedaba de otra mas que apretar o aflojar con gran fuerza en ambos casos los hombros de la más alta, sus piernas que antes temblaban, ahora simplemente guindaban, pues estaba siendo sostenida contra la pared. La punta de sus zapatos rozaba el suelo sucio de madera. Por comodidad sus brazos rodearon el cuello de la rubia, aferrándose. La resistencia era totalmente inútil, a sabiendas que toda su atracción estaba dominada por la sangre de Fate en sus venas, le fue imposible controlarlo de todas formas y no podía quitarle el mérito al vampiro de hacerle lo que le hacía, no cuando su boca se empeñaba tanto en tratarle bien, en besar y atender su piel con esmero, besos húmedos, cortos, otros prolongados… Hasta que simplemente se cansó de esa zona frontal, para ir viajando al mentón, lugar donde desató otro par de sus conocimientos amatorios, regalando muy a gusto de Nanoha un par de succiones allí.

–Puedo robar mas que tu sangre… –Murmuró el vampiro, acomodando el rostro de su "víctima" desde la nuca para que ahora la mirase de frente. Ambas sabían a que se refería con "robar" y para confirmarlo su boca continuó viajando hacía al norte y terminó por apoyarse en la comisura de la de Nanoha, quien perdida y abrumada, con la cara roja a mil y el corazón latiéndole del pecho, fue incapaz de contradecir los deseos de Fate. Ella bien sabía a donde iban a parar esos labios y no quería hacer nada para detenerlo. Iba a ser como la borrachera en la fiesta y la resaca al amanecer. Se arrepentiría pero mientras duraba era imposible detenerlo.

–Sin colmillos, por favor. –Murmuró resignada consigo misma, con todo alrededor. Abrió los ojos un poco para volver a cerrarlos cuando sintió por primera vez en su vida como otro par de labios se apoyaban en los suyos, su petición no era tonta… Podía apreciar la rigidez de los caninos rozar su boca muy peligrosamente y bien podría rebanarle la piel, por lo que Fate bastante consiente de ese hecho, no tardó en guardar sus colmillos pese a lo mucho que le costaba… Era cosa muy obvia que cuando un vampiro se 'emocionaba' el primer instinto era que estos crecieran.

–O-ok… –Y si bien no era algo que le hacía feliz, se aguantó el dolor en la encía superior para poder unir sus labios como era debido con los de Nanoha, ahora sin obstáculos, ambos pares se encajaron muy lentamente… Para Fate era normal besar a sus víctimas antes de matarles, aún así, tocar la boca de Nanoha era el mismo cielo y sin que la pelirroja lo dijera notaba que era su primer beso. Ese aroma y sabor a pureza tenían características fácilmente reconocibles, se derretía como un dulce caramelo en su paladar, ese que habría catado tantos labios que perdió la cuenta y bien sabía cuando se trataba de casos como este… Ser vampiro tenía muchas ventajas sin duda y esta era una que apreciaba a nivel muy personal.

Con ese conocimiento en su poder, Fate no se tomó prisas, en absoluto, decidió ir despacio, con esa calma que podría desesperar a tantas otras expertas, pero que era justo lo que estaba esperando una enamoradiza adolescente, Nanoha no estaba lejos de serlo, es mas, estaba segura que así la tendría pronto y por esa misma razón, sus labios fríos pero amables se deslizaban contra los temerosos ajenos, desarmando lentamente sus defensas con movimientos sutiles, encajándo y soltando ambos pares consecutivamente mientras la respiración de la pelirroja se agitaba contra su cara, para calmarle sus dedos enmarcando la nuca se adentraron en los cabellos regalando un suave masaje, estimulando la raíz de su pelo, atrayendo lo suficiente para impedirle cortar el beso abruptamente, aunque debía decir que Nanoha no se oponía en absoluto. Solo cuando consideró que su presa estaba acostumbrada a su invasión, vio la posibilidad de colar su lengua con lentitud… La menor abrió los ojos un corto instante asombrada, aunque al instante el rostro de Fate le presionó mas, y sin ser capaz de oponerse, recibió aquel músculo atrevido que lejos de causarle algún mal, terminó por hacerla plastilina en brazos del vampiro, perdiendo toda fuerza, pero ¿Como podría tenerla? la estaban besando por vez primera y ya sentía que algo empezaba a deshacerse en su entrepierna… Como la vez anterior Fate iba a olerlo, a notarlo y la vergüenza la invadiría, tenía que acabarlo.

–Hmm –Con la garganta comenzó a "quejarse", removiendo su cabeza muy sutilmente mientras su boca pareciera estar unida o sellada a la de la más alta, la saliva había ocasionado suficiente calor y humedad para producir incluso un corto chasquido, anunciando que la lengua se había retirado, aunque ambos pares continuaban unidos, por fortuna Fate misma se encargó de separarlos lo suficiente, notando que Nanoha habría quedado sin mas aire para continuar. El vampiro habría deseado durar mas.

–Y bien… –Susurró Fate, volviendo a apoyar la frente en la humana. ¿Te ha gustado? –Sonrió discretamente, echando un vistazo corto a los labios enrojecidos de la menor… Lo curioso era que un camino igualmente colorado seguía desde el cuello a la boca. Si, fue amable, pero no lo suficiente como para evitar una marca temporaria de su desenfreno.

–S-si. –Admitió. Para una simplemente humana como ella, lo sucedido era casi como arder por dentro, ¿Que podía hacer alguien como ella frente a sabría Dios cuantos años de experiencia de Fate Testarossa?

–Y esto, solo es el principio… –Anunció con esa voz calma de siempre, sin un ápice de cansancio, agarrando su mentón mientras volvía a apoyar la boca en Nanoha, proporcionando un beso, un segundo beso, pudo ser igual de largo de no ser por el sonoro sonido de unas palmadas a su espalda.

Bravo, bravo…

Una profunda y grave voz se escuchó al fondo, por su dirección, era bastante obvio que llegaba desde espaldas de Fate, aún a varios metros de distancia… El vampiro cerró los ojos y soltó un suspiro en respuesta, su cara se arrugó un tanto, sin poder esconder de Nanoha la irritación que el nuevo invitado le daba, y hablando de la pelirroja, por instinto aferró sus brazos nuevamente a Fate, apretando los dedos en la ropa sobre su cintura y escondiéndose un poco tras su hombro, ¿Quien diablos era? un hombre sin duda, no quería ver, pero si su vampiro ponía esa cara, nada bueno podía ser.

–Jail, que grata sorpresa. –Dijo finalmente tras una pausa, ladeando su rostro en dirección al rincón oscuro de donde brillaban un par de ojos amarillos. Lentamente enderezó su cuerpo, aunque sin apartar las manos de Nanoha, la necesitaría tan cerca como fuera posible.

–¿Sorpresa? vamos, sabías que venía en camino… En teoría para disfrutar de lo que tienes en brazos. –Un tono de placer vino con sus palabras.

–¿Qué? –Los ojos de Nanoha fueron directos a la rubia, en su voz se percibió un reclamo y aun así, ésta continuaba con la mirada fija en el fondo… Los pasos del recién llegado comenzaron a acercarse y antes que pudiera volver a decir nada, sintió las manos de Fate aferrarle con mayor fuerza… No era como si fuese a oponerse y mucho menos a alejarse de ella, mas vale malo conocido que bueno por conocer y aún así, dudaba que aquel tipo fuese siquiera bueno. No tenía duda alguna que en los brazos de Testarossa estaba en el lugar más seguro en aquella sala.

–Bueno, creo que he cambiado de opinión, viejo amigo.

–Ah, vamos. –Una relamida de labios prosiguió sus indignadas palabras, mientras la luz de la luna reflejaba su cuerpo ahora lo suficientemente cerca.

Jail Scaglietti, 1.80 y cabellos oscuros, lo más llamativo serían sus ojos color amarillo, pero la atención de la pelirroja para su horror, giraba entorno la sangre seca desde el labio inferior al mentón, cubriendo este último enteramente, incluso alcanzando a verse salpicaduras en su camisa deslavada. Sus dudas eran ciertas y la reacción de Fate era seguramente al hedor a sangre que penetraba su nariz desde que escuchó su voz.

–Parece que has tenido una buena noche, Jail. ¿Aún te sientes insatisfecho? –Preguntó Fate, volviéndose lentamente sobre sus propios talones para verle de frente, lo último que quería era tenerlo a su espalda, aunque no por ello soltó a Nanoha, sosteniéndola con su brazo derecho cerca a su costado, con los dedos anclados firmemente en su cadera.

–Solo he ido por un par de bocadillos. –Dijo, volviéndose a acercar otro par de pasos, mientras limpiaba el mentón con el dorso de su mano sin mucho éxito. –Ambos sabemos que el banquete viene ahora… No vas a comparar el sabor de unos pobres ineptos con lo que tenemos aquí verdad. –Su lasciva mirada fue a Nanoha, sin disimular un poco lo mucho que le desorbitaba la idea de poder probarla.– Oh Fate ¿Hace cuanto fue la última vez? hoy día todas son unas malditas zorras, no es tan fácil encontrar un sabor… Tu entiendes.– La mirada de Jail se hizo más intensa, sus manos temblorosas y ensangrentadas estaban muriéndose por ponerse encima de la humana, había estado bebiendo de mas, y todo vampiro que lo hiciera, entraba en un frenesí imparable, Fate lo sabía y sabía que Nanoha estaba muerta de pánico, sus latidos cardiacos reventaban en su pecho y la mano apretando su costado solo lo confirmaba, pese a ello, se mostraba recia… Era una chica lista, sabía que cualquier movimiento podría desatar la locura en Jail, sin conocerlo además, aunque tampoco habría que ser un genio para saber que el vampiro en frente no era como Testarossa… No, era de esos que se volvían locos, que mataban sin pensar, uno justamente de pesadilla, incluso carecía del atractivo y el magnetismo que Fate desbordaba, era una hiena babeante y hambrienta, dispuesta a todo por probar un pedazo de cielo.

–No habrás dejado un camino de cadáveres camino a esta casa verdad. –En pro de cambiar de tema, Testarossa se irguió otro poco, fingiendo preocupación por ello brevemente.

–Nada que debas preocuparte, tal como me enseñaste hace tiempo. ¿Podemos empezar de una jodida vez? –Bramó comenzando a frustrarse de las vueltas que daba su "amiga". El olor de Nanoha lo estaba volviendo loco, no entendía como Fate había estado tan cerca, besándola y demás sin ceder a la tentación de abrirle el cuello, una virgen podía olerse a distancia y su solo aroma solía ya enloquecer a cualquiera como él. Simplemente no le cabía en la cabeza…

–No esta noche Jail. –Fue lo único que dijo Fate tras una corta sonrisa a la mirada pasmada de su amigo. De repente, sin dar tiempo a nada ni nadie, tomó a Nanoha en brazos y salió por la puerta, sus movimientos tal como había demostrado a la pelirroja antes, fueron un despliegue de velocidad imperceptible al ojo humano, en menos de un segundo el único rastro de ambas fue una puerta azotándose varias veces de un lado a otro por el viento dejado tras las siluetas perdidas y el desesperante olor a virgen en las fosas nasales de Jail, quien invadido por la cólera se atravesó a la puerta a la misma velocidad de Fate, deteniéndose en el terreno amplio al frente de la casa para dedicarse a observar las múltiples direcciones a donde ambas pudieron haberse dirigido… El aroma de la humana se había perdido, el bosque estaba lleno de olores y hedores que desvanecían tan delicado rastro, llevándolo a la desesperación, al punto de arrodillarse sobre la yerba mientras se lamentaba en chillidos mas parecidos a los de una bestia que a los de alguien que fue humano. Jail Scaglietti solo tendría unos años como vampiro, era relativamente joven frente a otros de su raza pero parecía que nunca fue un ser vivo, su apego por la sangre y la adicción que ello le acarreaba lo habían convertido en algo peor.

–FATE! –Gritó, espantando las ardillas y murciélagos alrededor.

oOoO

Teniendo la edad que tenía, era una sorpresa para sus inferiores que Gil aún no estuviese agotado… Joder, había dormido como mucho unas cuantas horas la noche anterior y ahora entrada la madrugada se mantenía en píe, caminando entre una muchedumbre de humanos y vampiros que disfrutaban la frenética y pesada fiesta de cada noche en el "Vamptasía"… Estaba claro que lo suyo era personal, ningún lugar en el mundo forzaría a alguien a trabajar tanto, pero allí seguía, aguantándose los hedores del sudor y la sangre mezclados, mientras una docena de bailarinas exóticas danzaban en distintas barras repartidas a lo largo y ancho del antro, la multitud resoplaba y los tragos iban o venían entre camareras con poco o nada de ropa. Era mitad de semana pero en el Vamptasía era como un viernes habitual, siempre lleno, siempre sangriento. Pocos lugares en el estado presumía de lo que éste lugar si; la interacción entre humanos y vampiros era una verdadera "delicia" para los amantes de los chupasangre y en cualquier mesa podía apreciarse como uno o varios de ellos se alimentaban de una o distintas presas a la vez, las mesas salpicadas de sangre eran rápidamente limpiadas una y otra vez con el mismo cuidado y frecuencia que eran limpiados los licores en un antro común… Era una locura. La música underground y los colores rojo con negro le terminaba de dar una personalidad opresiva al sitio… Su trabajo podía ser realmente asqueroso, pensaba Graham, pero no estaba allí para odiarlo, sino bajo una investigación, y el motivo de la misma estaba sentado al fondo, varios escalones arriba, en lo que parecía mas un Altar que una silla, observando los diversos espectáculos de una vista privilegiada, con las manos en los reposabrazos, fue difícil acercarse entre tantos mientras lo observaba y cuando estuvo al píe de los escalones un par de guardias lo detuvieron el paso.

–Gil Graham, policía de Uminari. –Como un resorte sacó su placa, ambos hombres se miraron, dudando de su autoridad, un detalle que le elevó su ira interior. Antes que soltara mas argumentos sobre su visita, una voz gruesa aunque calma se elevó.

–Dejadle pasar. –Esta vez sin lugar a dudas ambos gorilas se hicieron a un lado. Graham cruzó entre ambos subiendo los escalones mientras su mirada desgastada enfocaba cada vez mejor al hombre por el que había venido esta noche, que no era nada mas ni nada menos que el mismo dueño del suelo que estaba pisando.

Verrón Hückebein. 1.84, mirada fría, ojos ámbar claro e innegablemente atractivo al criterio de cualquier mujer … U hombre. Su vestimenta tenía mucho que ver con el sitio, parecía sacado de una banda de rock moderna que gustaban tanto hoy a las adolescentes, aunque lejos de verse sucio o descuidado se notaba impecable. Tenía una chaqueta de cuero y una camiseta roja, en medio de su pecho un colgante guindaba, mas tarde se descubriría que perteneció a la época que nació, siendo ese quizá lo más relevante para Graham y de paso bien para todo el estado. Verrón no era como ningún vampiro que estaba allí o cien kilometros a la redonda, no… Era el vampiro más antiguo del estado, al menos así decían los registros . Tenía aproximadamente 1.200 años, nació antes que America fuese descubierta y habría vivido la vida de Graham al menos 12 veces, pese a aparentar la edad de cualquier tipo de 25 años y aún así daba miedo, su mirada reflejaba el mar de crueldad que habría vivido y causado todos los siglos que ha estado sobre la tierra. Pero allí estaba Gil, sin un ápice de temor, mas bien su presencia era temeraria, poco educada… Todos en ese sitio sin importar fuese quien fuese besaría los píes de Veyron o mataría para estar cerca suyo. Podrían lamer su culo y ser felices con ello, a decir verdad era como un Dios para ellos y no era para menos… Era una regla no-oficial, pero los vampiros cedían respeto y veneración a sus mayores, estos ejercían autoridad, imponían orden, si alguien no cumplía las reglas entonces sería castigado con cosas mucho peores aún que la muerte verdadera. No era ya nada raro que incluso le protegieran, como si lo necesitara, Veyron podría matar Graham antes de que pudiera darse cuenta.

–Ha sido un detalle su colaboración. –Dijo Gil guardando su placa.

–De nada, oficial. ¿Desea tomar algo? –El vampiro murmuró esta vez, por mera cortesía. Calmado, aunque con la mirada clavada en Graham, observándolo como si fuese poca cosa, como todos los humanos a decir verdad.

–No he venido a eso, pero le agradezco. El motivo de mi presencia es otro, uno lamentable. Imagino que lo sabe… –Dio un paso al frente, sacó un par de fotos de su bolsillo interno en la chaqueta y le extendió al vampiro.

–Estoy enterado. –Tomó las fotos y empezó a pasar cada una de ellas tal como una revista. –Es un hecho lamentable, pobre chica. Era una de las buenas, Sein… –Suspiró, levantando su mirada a Graham. Las fotos eran de la más reciente víctima.

–Querrá decir, una de sus mejores meseras ¿Verdad? –Sin esconder su sarcasmo objetó. El motivo de Graham era ese, una de sus últimas víctimas había sido empleada de Veyron y podría apostar que algo mas.

–Por supuesto. Lamento en verdad lo sucedido. Tengo entendido que el pueblo…Este ¿Como se llama? –Chasqueó los dedos y luego se acarició el mentón con alargada paciencia al descubrir en su mente la palabra. –Uminari, eso… Tengo entendido que Uminari ha estado sufriendo las desmedidas acciones de un loco desde hace tiempo. –Se escuchó una corta risa. Era bastante notable que Veyron le importaba una mierda lo que sucediera en aquel pueblo de mala muerte y a Graham mas encresparle los nervios no pudo, pero aún así, su profesionalismo le impidió expresar su asco ante la indiferencia de hechos tan crueles.

–Así es. Estoy investigando su caso, como el de muchas otras. Simplemente estoy tratando de hallar mas fuentes, ud entiende Sr Hückebein… –Sonrió con mal fingida camaradería.– Si Sein ha tenido algún… Novio o que se yo, contacto con algún vampiro, sería bueno que lo diera a conocer a las autoridades.

–Sein era tan solo una de mis empleadas. Y si, era una de mis amantes, como unas cuantas mas bajo este techo, pero eso no quiere decir nada. No hay mucho que pueda colaborar al respecto.

–Le creería, sin embargo esas "cuantas" no son demasiadas… Dudo que alguien tan distinguido haga lo mismo con tantas.

Verón rió y se puso en píe.

–Es cierto, no muchas son bendecidas con mi atención, ha sido una coincidencia que precisamente mi querida Sein haya sido víctima de este … Demente.

A Graham se le agotaba la paciencia. La actitud de aquel arrogante vampiro era incluso más insoportable que la de Testarossa. ¿Como podría Sein y otras tantas sentir flaqueza o atracción por estas bestias? pensaba… Y un pensamiento aún peor llegó a su mente ¿Como podría Nanoha hacerlo?

–Es bueno saber que era muy querida por ud, Sr Hückebein. Necesitaré de su ayuda. –Extendió su mano para recibir las fotos. Veyron se las dio.

Graham iba a continuar con sus preguntas, deseoso de atar cabos, pero una llamada le detuvo. Lo que escuchó lo dejó de piedra, no podía ser verdad… Tenía que haber un error.

oOoO

Mantenía los ojos cerrados todo el tiempo, las manos apretadas al cuello de Fate y las piernas encogidas… Tenía un miedo horrible a caerse y prefería no mirar, la velocidad con la que estaba siendo transportada provocaba que el viento lastimara un poco su piel. A veces Fate se detenía abruptamente, miraba a su alrededor como si esperara que algo saliera de entre los árboles, luego volvía a desaparecer con Nanoha en brazos, tratando de salir de entre los matorrales… No era un lugar seguro, no para la humana.

Pronto y por fortuna se vieron finalmente en la zona urbana, estaban entre casas y calles humedas, no había un alma y las luces alumbraban sus pasos apenas se escuchaban unos gatos maullar pero ahora podía bajar un tanto la guardia… El maldito de Jail no se atrevería a salir del bosque, no atacaría a mitad del pueblo por muy hambriento que estuviera, eso era ir contra su propio sentido de supervivencia.

–Creo que estas a salvo.–Soltó Fate echando un suspiro corto, mirando alrededor mientras Nanoha seguía con la cara metida en su cuello, aunque lentamente fue alejándose para observar el perfil del vampiro.

–¿Crees? –Preguntó molesta, Indignada… Por un sin fin de razones, pero antes que Fate contestara volvieron a moverse a esa vertiginosa velocidad hacía un sitio mucho más privado. En medio de las calles, donde cualquier sra chismosa pudiera verles, no era una buena idea.

Cuando Nanoha volvió a abrir los párpados, después de haberlos cerrado por todo el ajetreo, se dio cuenta que estaba en la azotea de un edificio, en Uminari no habían muchos y los que habían no eran nada altos, después de todo se trataba de un pueblo, aunque en el que estaban, quedaban fuera de la vista de cualquier casa alrededor.

–Tengo mucho que explicarte. –Murmuró Fate, apoyando una rodilla en el suelo sin soltar a la humana, aún la sostenía… Pese a estar en un lugar seguro, no era como si pudiese bajar la guardia, Nanoha no se opuso y se mantuvo allí, seguro estaba consiente de lo mismo.

–SI, tienes mucho, mucho que explicar… ¿Así que pensabas tenerme como tu cena con tu amigo? ¿Se trataba de una treta aquel beso para que me quedara mas tiempo hasta su llegada? ¿Sabías que ese era mi primer beso? ¿Como puedes usar algo así? ¿Como… como puedes mentir en todo lo que me dices? –Se liberó, su voz cambiaba de tonos y sus manos volvieron a agarrar a Fate del cuello de su chaqueta para descargar su rabia, mientras la miraba como si quisiera matarla o … o besarla.

Por su parte, el vampiro se le quedó viendo, como si todas esas preguntas le valiesen nada… Aunque en el fondo, la paciencia se agotaba, Nanoha estaba casi gritando como una histerica.

–Cálmate…

–¿Que demonios sucede contigo? ¿Por qué no mejor me matas ya en vez de torturarme así?

–Demonios, cálmate. –Su voz subió su tono un tanto y echó un gruñido, sus manos se apretaron sobre la cintura y el muslo, lugares de donde la sostenía con ambos brazos. – ¿No te das cuenta que estas contradiciéndote? si quisiera hacer eso, habría sido muy fácil entregarte a Jail… Así como sería fácil ahora disfrutarte completamente sola, pero no he hecho nada de eso. Te he salvado, dos veces.

–No me lo saques en cara, no te lo he pedido… Además, fuiste tu misma quien me ha puesto en peligro. ¿Como es que estabas esperándolo mientras estabamos…? –Calló y sus mejillas se enrojecieron.

–No sabía que vendría. Jail está demente, desde antes de ser un vampiro tiene… Problemas mentales. Dice cosas fuera de lugar. No tenía idea de que se aparecería esta noche, de saberlo no te habría pedido que vinieras. Si hubiese llegado un poco antes, te habría visto en el bosque… Y no estarías aquí. – A Nanoha se le hizo un nudo en el estomago, era cierto, estuvo mas cerca de la muerte de lo que pensó.

–Pues… vaya amigos tienes. –Dijo, conservando indignación en su voz y empujando un poco a Fate del pecho para ponerse en píe, la contraria le imitó, conservando la mirada sobre ella todo el tiempo.

–Desde que era un niño ha tenido problemas, le conocí cuando no era mas que un destripador, incapaz de hacer otra cosa que matar.

–¿Estas defendiendo a un asesino?

–No, pero le ayudé a controlarse desde entonces, para que no siguiera ocasionando problemas. Jail me considera… su mentora. Le conocí en los 80.

–¿Le, le has convertido acaso tú? –Preguntó, agarrándose los brazos, rodeándose a si misma, mientras observaba a Fate algo aterrada.

–Ah, no… –El vampiro se acarició el mentón con los nudillos y suspiró largo. –Ya era lo que es cuando le vi, aunque no debería de haber tenido mas un par de meses.

–No entiendo, si cree que eres su mentora, si eres más fuerte… ¿Por qué no mejor le has parado los píes? está allí, esperando por mi en alguna parte.

–No es tan sencillo. –Dio un par de pasos hacía la pelirroja y le agarró de los brazos, convirtiendo una caricia desde los codos a las muñecas… A Nanoha eran esas cosas las que le debilitaban, esa manera de tocarla y mirarla la convertían en alguien muy dócil y Fate lo estaba explotando. –Lo más importante era protegerte. Con Jail a tope de sangre iba a ser algo complicado iniciar una lucha… Puede que no tenga mas que unos 30 años como vampiro, pero aún así, iba a ser un dolor en el trasero, un segundo mas o un segundo menos y podría hacer lo mismo que he hecho contigo antes.

–Raptarme. –Completó, mirando el mentón de Fate y recordando la sangre que estaba en el de aquel hombre.

–Si. –Tensó las mandíbulas. –Y además, habría tenido que matarle.

–Lo dices como sino quisieras.

–Puede que a tus ojos sea una asesina sin escrúpulos, pero la verdad es que no puedo matar a uno de los nuestros tan a la ligera. Le conozco, no puedo negar que le he tomado aprecio a pesar de su locura. –Reconoció, esta vez alzando los dedos para tomar a Nanoha del mentón y levantar su mirada, encontrando en ella algo de molestia aún.

–Y yo soy la humana que has salvado ayer, que conoces hace un día. – ¿Por qué se escuchaba decepcionada? ¿Acaso quería ser algo mas para Fate? –Tu sangre… lo siento, tienes razón en protegerle, pero eso no quita que sea un asesino. Quizá es el que hemos estado buscando todo este tiempo.

–No creo que haya matado, no aún. Además, Jail no es tan listo para mantener a un departamento de policía siguiéndole la pista tanto tiempo. Ya lo habrían pillado y estaría muerto.

–Por la sangre en su cara, se ve que no ha matado a una mosca, lo pillo. –Encogió los hombros, sonriendo, llena de sarcasmo.

–Obviamente ha mordido a alguien… A unos cuantos bien, pero estoy segura que les ha curado de la misma forma que yo a ti.

–Pobres, no le deseo el mal de tener que soñar con él a nadie.

–Puede que no les suceda, no le conocen. Habrán sido unas meras víctimas abandonadas en la carretera. El vínculo solo se hace más fuerte cuando conoces al vampiro que te ha curado, cuando pasas tiempo a su…lado . –Al decirlo, se aseguró de hacerlo pausado. Observando a la sonrojada pelirroja de arriba a abajo. No habría que ser un genio para saber que pensaba la otra, que sentía… Estaba claro que Fate le deseaba en todos los aspectos, ella lo sabía y la idea la encandilaba pero tenía que disimular, sabía también que su deseo solo provocaba que la sangre que corría en sus venas la empujaba a ella, no era real, ¿Verdad?

–Vale, ahora sé que ese asqueroso asesino tiene 30 años, lleva problemas mentales, traumas infantiles y…sé mas de él que de ti. –Finalizó, inspirando hondo mientras sus manos lentamente buscaban las del vampiro, hallando prontamente la fría piel. El agarre fue respondido y en breve las suyas estaban entre los dedos de Fate, quien elevó uno de los enlaces para besar el dorso de la extremidad de la pelirroja.

–¿Que deseas saber de mi? te diré lo que quieras… –Sus labios se movieron contra la piel, humedeciendo su superficie liza sin desprender el contacto visual…Ese que invitaba a Nanoha a acercarse otro poco, como una niña a su padre, totalmente presa una vez mas, tanto que le hizo tragar saliva y carraspear un poco, por muy atolondrada que los ojos rojos de Fate le dejaran, debía aprovechar la oportunidad.

–¿Que haces aquí? –Susurró, con la voz embelesada.–¿Cuanto tiempo tienes de ser… lo que eres? –Su voz se alzó otro poco y no pudo ocultar especial interés en ello.

–Lo mismo que dije antes, vine a reconstruir la casa donde nací. Así como tu, soy de Uminari y viví aquí hace mas de 160 años… –Murmuró, atrayendo a Nanoha desde la cintura, pegando ambas figuras.

–Hmm –Apenas y se opuso, la voz y la mirada del vampiro suponían una poderosa hipnosis, para estar nuevamente cerca al punto de respirar sobre la boca del vampiro.

–Mi padre era un tipo rico, cuando la guerra civil estalló por aquel entonces, cayó en la ruina y nos mandó a mi hermana y a mi lejos, camino a la ciudad más cercana… Era noche y por aquel entonces transportarse era mucho mas complicado y el viaje que podría tomar poco menos de una hora hoy día, se convirtió en una pesadilla. Antes de llegar a nuestro destino, fuimos atacados por rebeldes desertores, asesinaron a nuestros escoltas, corrimos por nuestras vidas, ella… Ella cayó. –La voz de Fate se detuvo brevemente, algo de titubeo hubo en ella y por primera vez Nanoha notó que nunca había sido así antes. Guardó silencio y la magia de la seducción fue reemplazada por una opresión en el pecho al imaginar en su mente una situación así.

–Si-sigue.

–Fue atrapada por ellos. Yo corrí, corrí… También caí mas adelante, pero ellos ya estaban ocupados con ella. –Al decir aquello, fue lentamente soltando a Nanoha, mientras su expresión se ensombrecía.

–¿Que le sucedió? –Preguntó la colegiala, apretándose el pecho.

–No me quedé a mirar, fui atrapada o secuestrada por alguien que es lo que soy yo ahora, que me convirtió. Aunque no hay que ser muy listos para saber lo que le habrá sucedido. –Esta vez fue Fate quien tragó largo. Muy seguramente su cabeza estaba metida en aquel recuerdo, imaginando por si misma lo que pudo haber pasado o no a su hermana, pero como ella mismo dijo, no había que pensar mucho, en ese entonces, los tiempos eran muy duros.

–Por eso es que me has salvado ¿Verdad? lo siento, Fate, no quería recordarte esto.

–¿Eh? –Levantó la mirada y se percató que Nanoha relacionó su caso con lo que le puso pasar el día anterior… Iba a objetar pero la mano de la humana sobre la suya le hizo olvidar lo que iba a decir.

–Siento mucho haber preguntado por aquello… de verdad. Creo que es hora de ir a casa. –La incomodidad en Fate era notable y a decir verdad, no se sentía con derecho de preguntar algo tan intimo, tan personal…

oOoO

El camino a casa fue silencioso, era bastante claro que su pregunta cambió el rumbo de la noche, la Fate que minutos antes atrevidamente le agarraba y tocaba cada oportunidad había desaparecido, en cambio a su lado tenía a una mas bien… dispersa, no tenía duda que su mente estaba en el pasado, pese a que su mirada inerte no reflejase emoción alguna… Se sentía mal, pero la hacía sentir peor el hallar algo "humano" en algo tan trágico, porque la Fate que estaba a su lado… Tenía mas de humano ahora que de vampiro, conocer su pasado le había abierto una nueva perspectiva y le parecía encantador saber que "sentía" algo mas allá de querer follarla o morderla por muy vulgar que sonase. Quizá por eso fue que sin avisar, se atrevió a agarrar su mano en determinado punto del trayecto, Fate no le rechazó, correspondió enlazando sus dedos y así permanecieron camino a casa. Había decidido que si ella le había compartido algo tan intimo, entonces no tenía por qué negarle el saber donde vivía… Después de todo le había probado que la protegería y se sentía mucho mas segura caminando a su lado.

–Gracias por salvarme… y disculpa por gritarte antes. –Mencionó, soltando una suave sonrisa, al caminar a su lado, apegando su costado al brazo de la más alta, quien tan solo asintió, no sonriendo, aunque dejando ver una expresión más amable, de aprobación tal ves… A Nanoha no le importó, ahora se sentía mucho, mucho más segura, no podría explicarlo. ¿Dejaría entrar a Fate en su vida? porque estaba claro, que ella deseaba entrar y de cierta forma le aliviaba… Podría pensar en ello toda la noche, pero a pocas casas de llegar a la suya, observó como el perímetro estaba rodeado por una cinta amarilla policial :

"DO NOT ENTER"

De repente se detuvo, con la boca entreabierta, se vio a si misma dejando caer lágrimas silenciosas ante la escena… Unas patrullas de policía esperaban fuera, iluminando la calle con sus sirenas, mientras una panda de vecinos chismosos en sus pijamas observaban de cerca lo que sucedía… Aún agarrada de Fate, corrió tan rápido como pudo y cruzó entre la muchedumbre que al darse cuenta de que se trataba de la joven Takamachi abrió el paso.

–Nanoha, no puedes entrar, no puedes pasar… –Un pecho fornido le detuvo el paso, dio un paso atrás dándose cuenta de que se trataba de Graham, a quien sujetó fuertemente mientras ya incontrolada empezó a llorar, en especial cuando observó como subían a una ambulancia un cuerpo tapado de pies a cabeza, sea quien fuera estaba obviamente muerto y fue allí cuando pensó en que Kyouya…

–¿Donde está mi hermano?! –Empezó a preguntar, entrecortada, hipando, ¿como de un segundo a otro esto sucedía? –Dime que no está, dime que no está…

–Nanoha, tu hermano… –Guardó silencio un momento, observando con recelo a Fate tras la menor entre sus brazos. Lo que tenía que decir no era nada fácil, pero antes que abriera la boca por la puerta de su casa, salía Kyouya, esposado, con el cuerpo cubierto en sangre y con un par de policías, los mismos que la vieron ayer con Fate, agarrándole de cada lado mientras con la mirada gacha caminaba en dirección a una de las patrullas que esperaba fuera.

–¿Qué está sucediendo aquí? –Preguntó, no supo ni a quien, pasó de Graham y sin importarle la cinta de seguridad corrió hasta su hermano.

–No fui yo, Nanoha, no fui yo… LO JURO! –Gritó el esposado, que al ver a su hermana, comenzó a hacer resistencia a quienes lo llevaban a rastras a la patrulla. Su cara ensangrentada así como sus manos, estaba igualmente bañada en lágrimas.

–¿Que está pasando? ¿Por qué se lo llevan? –Cuestionó a los hombres, pero sin recibir ninguna respuesta. No fue hasta que Graham le sujetó de los codos desde atrás que dejó de tratar de detener lo que estaba pasando.

–Mariya está muerta, fue encontrada aquí, con Kyouya… Asesinada. –Dijo rápido y escueto.– Está detenido bajo sospecha de homicidio. –Finalizó y en ese instante, fue cuando el mencionado se terminó de salir de control.

–NO HE SIDO YO, NO FUI YO… ! –Gritó, los vecinos se estremecieron y Fate que entre ellos estaba, caminó hasta Nanoha que lloraba en brazos de Graham. –ESTO ES TU CULPA MALDITO VAMPIRO, ES TU CULPA. ELLOS SON LOS QUE ESTAN ASESINANDO A NUESTRA GENTE, ELLOS SON! –Para Kyouya que había escuchado de Graham el aspecto físico del vampiro que había estado con su hermana, fue muy fácil reconocerla finalmente, bajo las peores circunstancias. –SON ELLOS LOS QUE DEBERIAN ESTAR TRAS LAS REJAS. –Siguió gritando mientras lo terminaban de arrastrar entre la gente, hasta que lograron meter su cabeza tras la ventana, no dejando de gritar su inocencia.

¿Era Kyouya el asesino? ¿Su odio por los vampiros había llegado tan lejos que había matado a todas las que se acercaran a ellos?

Continua.

Bueno, nuevos personajes.

Pensaba que en el papel de Veyron por su peso argumental, que lo tendrá ya verán, debería ir Chrono o Yuuno, pero son muy blandos, buenos tipos, este personaje no tiene mucho de bondad y será un autentico dolor en el culo, otras veces será de ayuda. Estén atentos… Un fic por allí, me hizo ver que Veeyron puede ser un buen tipo "malo".

Para quienes dudan que Fate quiera a Nanoha, solo les diré que se va a obsesionar de una forma muy considerable y ella no se quedará atrás, no será un romance muy sano lo garantizo.

Una última cosa. Me siento a gusto con la atención del fic, me agrada saber que gente me lee y se tome la molestia de enviar un comentario, aún así seré un poco toca cojones porque me gustaría que comentaran sobre la historia o que les parece, desde de un punto tan objetivo como puedan. En realidad tengo inseguridades respecto a cosas en la historia y como las llevaré. Aunque mi final esta clarísimo desde que empecé la primera linea. El caso es que agradecería mucho sus opiniones mas sinceras y no el famoso "conti conti" o derivados… Les agradezco en el alma.

Y sé que todos queremos nanofate, lo sé, pero la trama del asesino enserio, tiene algo de importancia, esten atentos.

Tienen alguna idea de como irán las cosas, es Kyouya el asesino? es Fate una manipuladora? A otro vampirito ya mencionado le gustará Nanoha también de paso irá por su preciado himen? quieren saber mas? deje un comentario jeje.