Siempre hay un primer paso, incluso en un mal viaje...
Nerima, Hospital 002
-Akane?-
-Si Luis-
-Tu paciente está haciendo fiebre nuevamente- Akane Tendo suspiro largamente, desde hacía dos semanas, uno de sus pacientes, Kaero, se mantenía aislado del resto de los niños en pediatría. Había sido un gordo y amoroso niño con sueños de ser policía. Pero desde que volvió con sus padres de un viaje de África Occidental, una persistente variante de Tripanosomiasis africana rhodesiense, conocida popularmente como "la enfermedad del sueño" se había manifestado.
Akane pensó en el pobre chico, que paso de tener una hermosa quincena de aventuras por los parques de África a vivir una verdadera pesadilla en pocas semanas. El tratamiento con la vieja confiable, la Pentamidina, parecía estar funcionando bien, pero ahora el Tripanosoma responsable de la enfermedad, luego de bajar su número, se mantenía estable en sangre. Se estaba haciendo el parasito resistente al medicamento? Estaría la enfermedad entrando en una ya peligrosa segunda fase, con necesidad de tratamientos mucho más contaminantes?
Estarían ya atacando la barrera hematoencefálica? Intentando entrar a el sistema nervioso central, donde estarían a salvo de la mayoría de los tratamientos con menos efectos secundarios?
-Lo que ya sabes- le dijo Tendo a su colega -sangre y agrega esta vez un análisis del líquido cefalorraquídeo, necesito descartar ya que haya invadido el sistema nervioso central.
El doctor Luis Shuiphune asintió. A pesar del ambiente machista que comúnmente suelen destilar los hospitales japoneses, aquellas doctoras que lo soportaban al menos un par de años, terminaban ganándose el respeto de ellos. Y Akane que por supuesto que se lo había ganado.
La vida de la menor de las Tendo había virado violentamente hacia dos lustros, cuando un compromiso de matrimonio que arreglaron sus padres no funciono, y aunque Ranma, él novio y ella terminaron congeniando y estuvieron a un tris de casarse, terminaron separándose agriamente luego de una infidelidad de él.
Lo último que se supo de su ex fue que había partido hacia Europa, a Escandinavia o algo así, apenas pasada esa misma semana de ruptura.
Poco después, su padre. el pobre Soun, paso a mejor vida, cuando un automóvil que un niño no vio ni escucho termino con su vida luego de que el empujara al pequeño fuera de su camino.
La noticia del terrible suceso por poco se llevó también a Kasumi, que, al conocer la noticia, sufrió una descompensación que manifestó por primera vez públicamente, una severa atrofia cardiaca que padecía y que trataba de mantener en secreto.
Sola la presta llegada de una ambulancia que se encontraba a apenas dos calles de allí salvo a lo que quedaba de la familia Tendo de llevar adelante dos funerales en un mismo día.
En medio de las lágrimas por la muerte de su padre, y el susto por la casi ida de su hermana mayor, Akane tomo la decisión de convertirse en médica.
En un primer momento, ante el conocimiento de que Kasumi necesitaría control cardiaco de por vida, pensó en especializarse en cardiología, pero luego, siguiendo el consejo de la misma Kasumi, quien noto lo bien que se llevaba con los niños, tomo la carrera de pediatría. Fueron años de duros estudios, pero ahora, rondando los treinta, Akane se sentía feliz de su decisión.
Poco después de doctorarse Akane, las hermanas, con el corazón destrozado, pero convencidas por la clásica lógica económica de la hermana del medio, Nabiki , habían terminado vendiendo el viejo dojo a un precio mucho mejor de lo esperado. Fue doloroso, pero la realidad era innegable, puesto que, de que servía un dojo sin maestro?
Esa venta, más el buen sueldo que llego a alcanzar como pediatra, y un préstamo bancario le habían permitido a la joven medica comprarse una pequeña casa en los suburbios de Nerima, de la solo le quedaban cerca de cien pagos más para terminar con su hipoteca,
Kasumi se había mudado a un pequeño departamento, siempre buscando la manera de maximizar sus ahorros. Había recibido una pensión por incapacidad medica laboral permanente, y tenían algunos descuentos en impuestos. En el aspecto personal, se terminó distanciando sorpresivamente de su eterno cuasi-prometido Tofu Ono poco después de la muerte de su padre. Y desde ese momento, tampoco se había vuelto a dar a ella misma más oportunidades en el amor, pasado el luto y acostumbramiento a las limitaciones por su enfermedad, se negó en volver a involucrarse seriamente con alguien. Como ella misma decía con una sonrisa innegablemente forzada -hasta hacer el amor me puede matar- le llevo a tomar la decisión de convertirse en una forzada soltera voluntaria.
Regenteaba desde su departamento un pequeño e ilegal puesto de comidas a domicilio en un barrio tranquilo, las ganancias eran relativamente buenas y le permitían vivir con cierto desahogo.
Tenía dos empleadas que le ayudaban con sus clientes más grandes, dos pequeñas fábricas de ropas -también ilegales-, para las cuales, había asignado a cada día de la semana un menú ya preestablecido, lo que le daba cierta tranquilidad porque podía tener todo listo de antemano.
Nabiki seguía, después de tantos años, aun en busca del vil metal, con tres divorcios a cuestas, era una vagabunda errante, que iba de la casa de Akane a la de Kasumi y luego a la de alguna amiga.
Su primer matrimonio, con un piloto de Fórmula 3 europea, le llevo de viaje por el viejo continente durante tres años, pero al cerrarse la oportunidad de este de ascender a la famosa F1, un amargo divorcio se gestó entre ambos.
Su segundo esposo fue un gerente de farmacias demasiado tradicional, cosa que hizo que ambos se separan luego de otra gran pelea.
El tercero -Seyia- fue un play boy extremadamente mujeriego, y sin embargo con él fue con quien Nabiki mejor sobrellevo la separación. Continuaron su amistad luego de firmar el divorcio. E incluso se citaban en hoteles por horas cuando alguno estaba melancólico, ya que ambos solían decir que eran mejores amantes que esposos, cosa que daba esperanzas a las hermanas de que, en algún momento, aplacados sus caracteres por el tiempo, volvieran a unir sus vidas de manera permanente.
Igual tanto divorcio le reporto a la codiciosa hermana medio una buena fortuna, que no tardo ni un año en dilapidar luego de la tercera separación.
Parecía que la vieja Nabiki había perdido el "don" con el dinero. Sin embargo, demostró que seguía siendo una verdadera oportunista, cuando cazo el rumor de unas acciones en declive.
Nagoyaes era una famosa farmacéutica que parecía irse a la quiebra, pero alguien le paso el dato (mucho se habló de su tercer ex) de que dicha empresa lograría un jugoso contrato del gobierno, Nabiki se hizo con una buena cantidad de lo que había quedado de sus divorcios, más la ayuda del llamado "fondo Tendo" (en otras palabras, sus hermanas que le confiaron todos sus ahorros).
Pudo comprar acciones a centavos, y cuando la noticia del contrato se supo, el precio de estas se disparó. Cualquiera las habría conservado, pero Nabiki atenta a la bolsa como desde hacía años no lo estaba, noto que a pesar del contrato la empresa se iría a pique a medio plazo, vendió cada acción por cientos de yenes, tan solo cuarenta y ocho horas antes de que Nagoyaes anunciara que sus problemas económicos harían que quebrara definitivamente. A pesar de que el dinero para la compra de acciones era en su mayoría suyo, Nabiki dividió las ganancias con sus hermanas en partes iguales, depositando a nombre de cada una pequeña fortuna.
Kasumi había sugerido una cuenta en común, algo a lo que Nabiki se negó enfáticamente por temer caer en la tentación de malgastar el dinero de sus propias hermanas. Hoy esas ganancias eran usadas por Akane y Kasumi como colchón de emergencia, ya que como decía Soun "nunca se sabía que pudiera deparar el futuro".
Akane termino de revisar a Kaero, y verificar el conteo del parasito en sangre, se mantenía estable. Solo le quedaba esperar el resultado del análisis del líquido cefalorraquídeo que saldría en un rato aún. Le receto a la enfermera una inyección para combatir la fiebre, y que, si había alguna señal de desmejoramiento, le llamaran al instante.
Regresando a su oficina, procedió a apagar su laptop, y prepararse para regresar a casa. Como era invierno, hacía tiempo el sol se había ocultado, y la noche ya se había cerrado sobre Nerima. Fue en ese momento que el Ingeniero Tabishira, director del Hospital se apareció en su oficina, con dos sujetos de muy mal aspecto. Vestían trajes, pero muy arrugados y desalineados. Ambos eran delgados, flacos como cadáveres, y Tendo podría jurar que, aunque suavemente, olían como tales. Otra cosa eran sus rostros. Pálidos, con peinados también descuidados. Al ver a su director Akane medio se cuadro, saludando. El ingeniero respondió nerviosamente saludando a su vez, y con voz quebradiza solo atinó a decir. -Doctora, ellos… son inspectores de salubridad del extranjero… querían… querían conocer a la… pediatra Tendo… digo… a la pediatra…- Luego volteo a los tipos, y dijo también como muy asustado en inglés -yo… ya cumplí con ustedes… me largo- A lo que el jefe del hospital salió apresurado de esa oficina.
Para Akane, todo aquello le gritaba peligro, el aspecto de esos tipos, que Tabishira, alguien tan marcial y autoritario, se comportara tan nerviosamente… al salir el Ingeniero, ambos tipos intercambiaron una mirada de inteligencia, y uno de ellos, llamo al Ingeniero, siempre hablando en inglés -director… sobre lo de su hospital- Ambos salieron de la oficina, mientras el restante se quedó con la pediatra. Akane se mantenía tensa, escritorio de por medio con el extraño.
-Entiende lo que digo, habla mi idioma? - Pregunto el mal presentado hombre, Akane asintió, como parte de su colegiatura, había tenido que dominar inglés, a nivel social y técnico, la lengua de Shakespeare no le era problema.
-Asi que usted es Akane Tendo?... perdón… la doctora o pediatra Akane Tendo? - Pregunto, con calma, pero algo en su mirada nuevamente le preocupo a Akane.
Si, soy doctora en pediatría… señor?
-Arthur Mondragrave… una consulta, usted tiene dos hermanas? Oh no se preocupe, en nuestro ámbito en Europa, siempre estamos buscando pediatras del mundo, para campañas y esas cosas-
-Que tiene de importante mis hermanas en eso? A que viene esa pregunta? - pregunto Tendo seriamente, el sujeto sonrió, como tratando de distender la situación.
-Oh, no se preocupe, mi amigo y yo somos de Europa, estamos apoyando a la Salubridad de Nerima, es… solamente que de dónde venimos… La Fundación Vida… y … Corazón siempre buscamos doctores que… pueda ayudar en nuestras campañas… Aunque trataba de sonar tranquilo, había algo en su forma de pararse, en sus ojos, que indicaban que el sujeto parecía contener un ansia increíble. Ansias de qué? Se pregunto Akane, no lo sabía.
-Oh, como le digo, no se preocupe, hacemos estas búsquedas en Asia o Sudamérica… Y su nombre se nos apareció varias veces… Y vinimos a hacer una inspección del famoso sistema medico Nipón y al ver su nombre en la tabla de doctores, mi colega y yo no pudimos cree en nuestra fortuna…
Algo no cuadraba, nunca había oído hablar de esa fundación, y nada de lo que decía este sujeto le sonaba sincero. De repente, al volver a ver los ojos del sujeto, se preocupó aún más, era como si una emoción violentísima lo embargara, y solo un esfuerzo supremo lo contuviera. El de repente se dirigió hacia la puerta, parecía que explotaría de una alegría feroz.
-Oh, que gran casualidad, cuando volvamos al viejo continente, EL… no podrá creer que la conocimos… necesito hablar con mi amigo, ya regreso- El sujeto se retiró apresuradamente, Akane se sentó a esperarlo en su escritorio, pensando en quien sería ese que no creería que la encontraron… pero pasaba el tiempo y ninguno de los tipos regreso.
-mejor- Se dijo a sí misma, para nada le cayeron bien, iba a consultar al Ingeniero cuando una enfermera se acercó a indicarle el resultado del análisis del líquido cefalorraquídeo. Aún no había indicios del parasito en él. Eso le causo una inmensa alegría, la partida por la vida del chico aún estaba en la primera fase.
-Aumenta a 6.5 ml la dosis de Pentamidina, hoy puntual a las 7:00 pm, y quiero un seguimiento de la temperatura hora a hora- La enfermera asintió, mientras Akane, alegre por su paciente, salió del hospital olvidándose del ingeniero y los supuestos hombres de salubridad…
Se estiro al ir bajando las escaleras, pensando un poco en su paciente, asi como recordando la extraña visita de esos "inspectores". De verdad que le parecieron raros, al punto de incluso peligrosos. Quería saber de su jefe… pero al voltear y ver las inmensas escaleras que tenía que volver a subir y luego la espera del ascensor para ir al décimo piso… un "ya mañana…" se escapó de sus labios.
Pero sentía que no podía regresar asi como asi a su casa, un presentimiento, algo… le molestaba, mejor iría a Uchans a tomar algo y charlar con Ukyo.
Tal vez muchos pensarían que ir a tomar algo en el establecimiento de la chica que había provocado el rompimiento con el que fue tu prometido no sería lo normal. Pero tanto Akane como Ukyo comprendieron que esos años fueron de todo, menos "normales".
Cierta vez, apenas un mes después del rompimiento, una aun furiosa Akane se apareció por el viejo Uchans para reclamarle su comportamiento a la única de las otras prometidas de Saotome que parecía "normal". Hubiera esperado esa jugada (de intentar tirarse a Ranma para provocar una crisis) de Shampoo, de Kodashi, incluso de su hermana media antes que de Ukyo.
La encontró preparando sus maletas, el negocio cerrado con cartel de venta y al parecer todo listo para irse de allí.
Poco le importo esto a la menor de los Tendo, quien al ser recibida por una muy avergonzada Ukyo le espeto todo su enojo, amargura y dolor.
La cocinera no intento aplacarla, ni detenerla ni defenderse. Al terminar Akane de fustigarla, solo le dijo que todo lo que le había dicho era verdad, que se sentía culpable de haber provocado la separación (que se había convertido en un secreto a gritos en todo el distrito de Nerima), avergonzada por haberse acostado con el prometido de la que considera casi como su mejor amiga e incluso asustada, ya que en esa loca infidelidad tan improbable, ninguno había tomado protecciones y un retraso de su periodo le hizo pensar que pudo haber quedado embarazada de él.
Le conto a Tendo de que se sentía deshonrada, sí, pero por sí misma, y que necesitaba irse de allí, una Nerima en donde había pasado tantos buenos momentos, pero que ahora solo le parecía un lugar terrible.
Akane sintió tan sincera sus disculpas, asi como tan honda su culpa que termino aplacando su furia.
Simplemente se fue de allí, sin decir más palabras.
Con el pasar del tiempo, luego de la pérdida de su padre y ya ingresada en la facultad de medicina termino por perdonarla.
Termino de comprender que tanto ella, como Ukyo, Ranma y el resto, eran muy jóvenes, que la dirección que sus padres trataron de darles pertenecía a otras épocas, y que ellos no pudieron manejar las presiones de estos, y las suyas propias al ser criados con conceptos bastante arcaicos para sus propios tiempos.
Y lo que termino de cambiarla mentalmente, fue el ambiente de la Facultad de Medicina, donde encontró a una amalgama de jóvenes provincianos parsimoniosos y tan tradicionales como ella, mezclados con muchos jóvenes citadinos bastantes liberales.
Pudo ver lo mejor y lo peor de ambos mundos. Pudo verse a sí misma a pesar de que era una citadina, en otras chicas venidas de pueblos pequeños, tímidas y encerradas en sí mismas.
Pudo ver confianza y descontrol en los chicos de ciudad.
Y poco a poco, en algo que era general a todos los estudiantes, fue amoldando su carácter a algo intermedio, algo más "citadino" pero con ciertos toques tradicionales.
Y en ese cambio de mentalidad tuvo bastante que ver Kuta.
Kios "Kuta" Shiogro se convirtió en su segundo gran amor, un joven guapo, buen estudiante, tres años por delante, casi de una familia como la de ella, tradicional… pero de la ciudad.
Alguien cuyo carácter ya estaba en evolución… y alguien que vio a la linda pero tímida Tendo como una compañera ideal…
Que un chico "mayor" se interesara en ella le agradaba. Como en los hospitales y clínicas, el ambiente en la Facultad era abiertamente machista. Pero Kuta se mostró casi desde un primer momento como alguien atento y protector con Akane.
Esos cuatro años mayor en edad, le daban una ventaja sobre Ranma Saotome en comportamiento y trato del que ella quedo prendada. Kuta era machista también, pero a su modo sabia "controlarlo" cuando convenia.
Él podía ser un caballero, obsequioso y atento… siempre que le conviniera. Y sus "esfuerzos" se vieron recompensados cuando pasado medio año ella se entregó a él, e incluso para horror de la hermana mayor de ella poco después empezaron a compartir departamento y cama.
Al segundo año de Tendo en medicina, comprendió que a él le interesaba su compañía, sí, pero siempre que pudiera acostarse con ella.
Y sin embargo, una Akane en proceso de maduración de carácter también, no exploto ni busco matarlo cuando él le confeso que no pensaba quedarse con ella al terminar sus estudios el año que venía. Sino que deseaba compartir con ella lo que al le quedaba de tiempo allí y luego ambos seguirían sus caminos por separados.
Luego de tomarse un par de días para pensarlo, incluso para sorpresa de ella misma, Akane acepto. Cierto, Kuta la utilizaba como un "desahogo" sexual, pero ella, no hacia lo mismo? Solían pasar sus días separados desde hacía meses, pero cada vez que ella tuvo algún problema, el siempre aparecía para ayudarla. Y tenía que confesar que era agradable tener a alguien con quien escapar de la monotonía de su vida hogareña, y también alguien "confiable" que no ponía peros cuando era Tendo quien deseaba compañía sexual.
Para cuando Shiogro termino la facultad, puso en venta su departamento, con intenciones de ir a Taiwan a ejercer allí.
Akane le agradeció su compañía, y desde ese momento no volvió a tener una "pareja fija", incluso ya no quiso intimar con Kuta. Habían sido amantes, la habían pasado bien, pero él debía iniciar su carrera y ella terminar sus estudios.
Pudo tener encuentros casuales desde allí, pero eran eso. Canas al aire cuando el feeling daba.
Ahora Akane se encamino directamente hacia el nuevo U'chans. Hacía tres años Ukyo había regresado, nuevamente huyendo de una separación. La cocinera travestida cayo en su propia trampa cuando pasado un año de su escape de Nerima se enamoró de un hermoso joven… que resulto al igual que ella, una mujer travestida… Luego de un tiempo de enojo, y otro de adaptación, ambas se convirtieron en pareja durante varios años hasta que un viaje de trabajo y una infidelidad de su novia hizo a Ukyo se separarse y luego regresara a Nerima. Al enterarse Akane fue a darle la bienvenida. Tomaron su tiempo para romper el hielo que las unían, pero con el tiempo se volvieron francamente cercanas.
Y a qué negarlo, U'chans era uno de los lugares de "caza" de Akane cuando buscaba "canas al aire". Ukyo se había vuelto francamente liberal luego de su última experiencia amorosa, y el bar se había vuelto un lugar conocido de encuentros para solitarios y solitarias, sin importar sus inclinaciones sexuales. Pero esa noche no pensaba en ello. Solo quería un poco de charla agradable con una amiga.
Para llegar hasta allí, podía tomar un taxi que rodeara el inmenso Parque Central de Nerima. O podía tomarse sus buenos tres cuartos de hora para cruzarlo caminando. No sentía apuro, asi que se internó por el sendero que se adentraba en una línea de árboles.
Luego de ellos, había jardines bien cuidados, algunos pequeños lagos, varios kioscos, bancos de parque y puentes, todo en perfecto orden e iluminado.
Pero al pasar la línea de árboles que cortaban lo que era la ciudad con el parque, un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Un presentimiento, algo… algo que no sentía hacía mucho tiempo. Se detuvo a mirar en derredor, pero no noto nada. A lo lejos, un tipo alto y de larga cabellera rubia, muy bien vestido con su sobretodo parecía caminar ajeno a todo. Respiro, la sensación paso, y continúo caminando. Y entonces algo raro… en un recodo del sendero se cruzó con otro tipo, pero este si le llamo la atención. Vestía como en esas viejas películas de época. Levita, zapatos, guantes, incluso un bastón, hermoso, sí, pero que terminaba en la inconfundible empuñadura de un arma larga. Ni el, ni ella hicieron gesto alguno, tampoco intercambiaron miradas, simplemente pasaron una junto al otro en direcciones opuestas. Pero la visión de tan anacrónico vestuario junto con el detalle del "bastón-espada" le inquieto lo suficiente para voltear a mirar al sujeto luego de avanzar un tanto… y nada vio.
Ahora si Akane se detuvo mirando en derredor, era algo extraño, el sendero era en línea recta en esa parte, a menos que estuviera escondido tras alguna planta o asiento, no había lugar donde hubiera podido ir.
Decidió que mejor era seguir su camino lo más rápido posible, y atenta a todo. No temía a la pelea, no por nada había vivido aventuras junto al resto "de la banda" Tendo-Saotome. Y si bien para nada estaba en la misma impresionante forma física de su juventud, seguía practicando sus katas, y más de un mañoso que había acariciado-rosado-pellizcado sin su consentimiento se llevó una de las antiguas tundas de golpes Tendo.
Se encontraba ya a la mitad de su camino, cuando ese presentimiento a sentirse vigilada volvió a ella con fuerza. Volteo para revisar que o quien había a su espalda… y nada vio. Se mantuvo alerta, vigilante a todo movimiento o sonido… pero nada más escucho. Sin embargo, de alguna manera estaba segura, la seguían.
Pero, quien?
El rubio de larga cabellera? El tipo salido de una película de época? Alguien más?
Reinicio su camino con todas las precauciones, volviendo a tratar de escuchar pasos, indicios, señales, cada vez se sentía más observada, más vigilada, por algo o alguien detrás a su derecha y luego también a la izquierda.
-Dos? - Ahora si se preocupó, el lugar estaba desolado, el clima seguía siendo frio y provocaba que no hubiera la cantidad de visitantes que suele haber avanzada la primavera y en pleno verano. Y si esos que parecía seguirla se mantenían ocultos, nada bueno cabía esperar.
La salida del parque aún no se vislumbraba, tal vez estuviera al menos a más de trecientos metros. Akane apuro el paso, pero consciente de era probable que tuviera que luchar, tal vez por su vida. Sintió su corazón acelerado, seguramente con la adrenalina corriendo ya por arterias y venas, lista a todo. Por eso le sorprendió cuando un ruido se escuchó de repente, como si sus perseguidores jugaran con ella. Avanzando un tanto reviso el camino… y nada pudo observar más allá de la usual fisonomía del parque. Con su respiración algo agitada, sus sentidos alertas, sus músculos tensos, que era lo que sucedía?
Resolvió salir de allí rápidamente, se encontraba en un mal lugar, sentía que en desventaja numérica… mejor no desaprovechar el momento, ya desde Uchans pediría un taxi para ir a su casa. Se giro para seguir su camino cuando los vio… y se aterro.
Eran los mismos tipos que habían hecho "la inspección de salubridad". Tan desalineados como los había visto hacia casi una hora… pero lo que de verdad la asusto era sus rostros.
Le observaban con una expresión de júbilo casi enfermo, una sonrisa deformada por una emoción violenta, los ojos, totalmente desorbitados, incluso podría jurar que se estaban babeando.
-Vaya vaya, mira lo que nos encontramos por aquí…- Dijo el más alto y delgado, en inglés, mientras el más bajo y gordo también parecía frotarse las manos.
-Justo lo que buscábamos, la perra del Limpiador…-
Akane se puso nuevamente en guardia, reflexionando de que era cierto, iba a tener que luchar por su vida, al verla tomar posición para la pelea, ambos casi rieron maniáticamente.
-Cuidado, la gatita tiene garras y quiere mostrarlas-
-No esperaría menos de la puta de un Limpiador- Tendo comprendió que, sea lo que sea que estaba pasando, no tenía que ver con ella en realidad, sino con alguien, un "limpiador", que querían decir?
-No sé qué problema tengan con ese que "limpia", que tengo que ver con él? -
-Calla putita, no nos importa si no te lo tiras desde ayer o desde el comienzo del mundo, lo que sabemos es que eres muy importante para él y… él tiene que pagar-
-Nuestro maestro- intervino el más alto- nos enseñó que cuando no puedes luchar de frente contra un enemigo… debes buscar como dañarlo, tal vez sea un hijo… un padre… una persona apreciada por el…-
-Maestro al que tu alguna vez "querido" mato-
Tendo frunció aún más su seño -Cerdos, como no pueden con él, buscan a alguien para hacerle sentir su venganza? Eso es de cobardes…-
-No querida, es estrategia… táctica, llámalo como quieras… tuvimos que tomarnos bastante tiempo en torturar a una de las alumnas de ese perro para poder saber qué o quién era para ese bastardo realmente importante… y tu nombre surgió putita, luego nos tomó otro buen tiempo que confesara en qué parte de este cochino país había que buscarte… vamos a matarte y le mandare las fotos de tu cabeza en mis manos y tu vagina en mi boca… o te violare lentamente y lo filmare… o te convertiré y te matare de hambre hasta que "la bestia" despierte, suelta aquí, en esta mierda de ciudad… quien dice, tal vez el mismo venga a acabar con tu locura-
-Eso sería bueno, convertida en la "bestia" aquí… será el o uno de sus amigotes quienes tendrán que venir…
-Déjenme ir- Akane se lanzó al ataque, no entendía nada de "la bestia" o que había hecho ese "limpiador" o que tenía que ver con ella… pero las otras opciones parecían ser violada hasta morir, o morir para ser violada luego. Si lo que decían era cierto, no tuvieron dudas o reparos en torturar largo tiempo a alguien para conseguir encontrarla… Asi que se lanzó, uno, dos, tres golpes, pero no atino a ninguno de sus perseguidores, y al cuarto, dirigido con todas sus fuerzas a la enferma sonrisa del más bajo y regordete, dio en su blanco, pero el apenas volteo, mientras a Tendo le pareció haber golpeado la dura madera de un viejo árbol.
En ese momento, el más alto se acercó a una velocidad increíble para ella, y le dio sobre el estómago un golpe fortísimo que con toda precisión le saco el aire y la arrojo al menos unos cuatro o cinco metros más lejos.
Ella, totalmente ahogada, intento ponerse de pie, pero cayo arrodillada, apenas sostenida por sus manos y rodillas, respirando muy dificultosamente, con un lastimero gemido cada vez que trataba al menos de tragar aire. Fue un golpe exacto, que la dejo completamente fuera de combate. Solo podía ver impotente como ambos se acercaban a ella, uno filmándola con un celular, como habían dicho, seguramente para enviarle a ese tipo como le habrían de matar, y por como estaban las cosas, seguramente iba a ser asi. Totalmente indefensa, hipando más que respirando, volvió a tratar de ponerse en pie, y volvió a caer nuevamente en rodillas y manos, trato de hablar… de que no entendía nada, de que no conocía a nadie que limpiara… trato de pedir por su vida, pero solo lastimeros sonidos salían de su garganta.
-Que dices putita? Que te follemos? - dijo el más bajo, siempre manteniendo ese horrible gesto de enferma alegría, aún más salvaje al parecer.
-Y por cómo se puso de perrito, quiere que sea por el culo- Contesto el otro, el chaparro se acercó por atrás y arranco la falda de Akane de un tirón, con una facilidad inaudita, como si la tela fuera solo papel de arroz, siempre filmado por su compañero, luego hizo lo mismo con las bragas, y sosteniéndolas como trofeo, las olio y las exhibió a la cámara -mírala, mírala como la voy a matar y me la voy a follar por el culo luego, asi sentirás lo que sentimos cuando mataste a nuestro maestro, podrás sentir la misma impotencia que sentimos nosotros…- Dicho esto levanto a Tendo del cuello con una sola mano, como quien levanta un papel y la miro, Akane, entre espasmos respiratorios miro horrorizada al tipo, tenía miedo, tenía terror, sintió el fresco de la noche en su semidesnudo cuerpo, la iban a matar, y luego le seguirían haciendo cosas horribles a su cuerpo para vengarse de aquel. Que había hecho ella para que sucediera esto? Que había hecho ese sujeto para provocar esta venganza? Solo una cosa era segura, viendo cómo eran estos "discípulos", bien ganada habría estado la muerte de su maestro.
Y luego otra rareza, el tipo abrió la boca, y unos colmillos parecieron crecer, estaría alucinando por el terror o la falta de aire? La sostuvo con un brazo y lamio su cuello, dejándolo de una asquerosa manera húmedo, y sintió un pinchazo en él, que diablos? No lo entendía… nada de esto tenía sentido…
Por unos segundos sintió su sangre fluir, la succión de ese asqueroso tipo a su cuello, aunque el dolor paso rápidamente, los sonidos húmedos que se producían aun eran audibles. Con su mano libre, él tiro de la camisa de Akane y reventó los botones, apretó salvajemente uno de los senos bajo el corse y luego fue en busca de la entrepierna de ella.
Aun con su ahogamiento y sorpresa de lo que le estaba pasando, al sentir esos fríos dedos en su pubis, Tendo apretó sus piernas, intentando no darle el gusto a esa bazofia, pero el cambio la mano que la sostenía y su mano libre ahora fue a buscar el trasero de Akane. Esta en su aturdimiento sintió esos ásperos y fríos dedos meterse en su trasero, parecían de acero y a pesar de su esfuerzo por detenerlo, ya empezaba a rozarle el esfínter… en segundos podría estar violándola con los dedos…
Algo brillo a su derecha… y como salida de la nada, una espada detenía el camino de otra.
El tipo que la tenía sujeta y estaba succionando su cuello, la arrojo a lo lejos, Akane, que sentía adormecido el tacto en donde aquel bastardo le había mordido, ahora sintió un lacerante dolor en el costado del cuello, llevando su mano allí, noto que sangraba abundantemente por alguna herida, y tomando un pañuelo que llevaba en su rota chaqueta, trato de detener la hemorragia.
Entre el dolor del golpe, de la herida en su cuello, y de la falta de aire, observo a quien blandía la espada… salvadora. Era el elegante rubio de larga cabellera que había visto cuando recién se internaba en el parque. Ambos atacantes cambiaron su seño a uno serio, como si de este nuevo rival si debieran estar preocupados.
-Este es nuestro territorio, no tienen derecho a atacar a nadie- Hablo el recién llegado, con una suave voz. Además, el mismo tipo parecía extremadamente frio en sus facciones, Akane no habría podido descubrir que sentimientos le embargaban.
En cambio, los dos atacantes, ahora demostraban un enojo considerable, el más bajo saco una espada también, poniéndose junto a su compañero. Sus manos estaban tan tensas, que las espadas parecían temblar, al fin el más alto hablo.
-Somos discípulos de Hosenflooj, hemos venido a vengar a nuestro maestro, asesinado por la sociedad, y nada evitara que lo hagamos-
-Hosenflooj era un estúpido cerdo que merecía la muerte hacía mucho, mucho tiempo- tercio una nueva y calmada voz- a la sociedad se le escapo muchas veces, tarde o temprano le llegaría su hora-
Tendo vio ahora llegar al tipo que iba vestido como si salido de una película de terror de época llegara. Era alto como el rubio, pero de cabello negro prolijamente peinado con raya al costado. Un fino bigote decoraba sus labios… pero algo había en este nuevo interlocutor aparte de su vestuario… su voz, su dicción del inglés, todo en ello era exquisito, y al mismo tiempo frio y preciso. A Akane le parecía que cada palabra era como un cuchillo.
-Y tú quién eres?- pregunto el más bajo, redireccionado su guardia al nuevo llegado, este con un gesto pasado de moda saludo.
-Mi guapo amigo aquí, es el Doctor Johan Elías Levignne, natural de Flandes, en Bélgica, y a mí me conocen como el viejo español, Luis Ángel Colombo de Rosette, o simplemente… Rosette- Ambos atacantes, ante el nombre de este último, retrocedieron un paso de manera involuntaria, incluso sus espadas bajaron un tanto. Akane, que se había sentado, recuperando el ritmo de su respiración, empezó a preocuparse más por sí misma, ya que su hemorragia no paraba, y si el dolor era certero en su ubicación, sabía que se desangraría en pocos minutos por la herida en su yugular. Y aun asi, no podía dejar de mirar a estos extraños tipos. Parecía que un duelo a espada se iniciara entre estos cuatros, y Akane no podía estar más feliz de que hubieran llegado, aunque era evidente que, para los nuevos contendientes, ella, a pesar de sus evidentes heridas, no importaba mucho.
-Rosette?, Rosette? tú eres un vampiro legendario -Vampiro? Se dijo a sí misma Tendo- ellos mataron a nuestro maestro, nos merecemos esa venganza, acaso te pondrás del lado de la sociedad?
-La Sociedad y yo tenemos un trato tácito, yo no los provoco, y ellos no me molestan, por otro lado, como dijo mi amigo, este es nuestro territorio, no necesitamos matar para conseguir alimento, estoy aquí desde los cincuentas, y mi amigo desde los ochentas, y nunca, nunca hemos recibido la visita de la sociedad, no vamos a dejar que ustedes hagan algo estúpido para atraerlos y darnos las molestias de explicarles que sucedió aquí, pueden irse si quieren, busquen un nuevo lugar, supongo que el imbécil de Hosenflooj les habrá explicado lo de desaparecer y continuar verdad?
Ante estas palabras, el más alto pareció vacilar, y que aceptaría el consejo, pero el más bajo, se acercó empuñando la espada hacia ese tal Rosette.
-No me vas a quitar mi venganza, viejo, El machito de la putita mato a nuestro maestro, y lo vamos a vengar-
-Entonces sean valientes y enfréntenlo – hablo el rubio- no sean tan cobardes de torturar y matar a alguien inocente que no puede defenderse-
-Es un Limpiador, verdad? – tercio "El viejo español"- Johan, Hosenflooj era una mierda que no habría podido enfrentarse a un Limpiador, piensas que mierda de mierda podrían hacerlo? Míralos, le dejamos esta carnada y fueron tan estúpidos de caer… Tendo cayó en cuenta, fue tan solo una peón en un juego… estos nuevos hombres sabían que algo pasaba… Y la usaron para atrapar a estos tipos… al fin, el bajo cayo en la provocación de Rosette y se lanzó al ataque a una velocidad que a Akane no pudo seguir. Detrás el más alto también se lanzó contra el rubio.
La mujer nunca supo que les sucedió, tal vez ya estaba demasiado débil por la hemorragia, pero de alguna manera, el bajito cayó como una bolsa de patata un segundo después, con la cabeza cortada, mientras el alto que ataco al rubio, cayo igual un par de segundos después.
Limpiando sus espadas, ambos tipos, el tal Johan y el tal Luis se acercaron al fin a la chica. El rubio se quitó su sobretodo y tapo las desnudas partes íntimas de Akane, luego se agacho y suavemente le hablo.
-Soy doctor, déjeme ver la herida- Akane ya no tenía fuerzas para resistirse a nada, sin embargo, sintió un poco de consideración hacia ese hombre que se preocupó de tapar su desnudes.
Levignne retiro el ensangrentado pañuelo y reviso el corte, meneo la cabeza, era una herida seria, solo el intento de evitar la hemorragia la había mantenido con vida hasta ahora, pero la mujer estaba condenada, no tenían ni las herramientas ni el tiempo para salvarla.
-Cuanto lo lamento señorita, por desgracia quedo en el fuego cruzado, discúlpenos no haber llegado a tiempo-
Akane se sentía cada vez más débil, le costaba hilar pensamientos, por su cabeza pasaban sin control las imágenes de su padre, de su madre, de Nabiki y Kasumi… e incluso de…
Volvió a pensar que, si esos dos eran dignos discípulos de su maestro, entonces quien lo hubiera asesinado habría hecho un bien en matarlo… solo no hubiera querido quedar en ese "el fuego cruzado" como dijo el médico.
-Que haces? - La voz de Levignne la sacaron de su ensimismamiento, con la poca fuerza que le quedaba, volteo a ver al "viejo español" que se acercaba a ella, colmillos también en sus fauces…
El la mordió y succiono algo de su sangre, luego sujetándola le hablo al rubio
-Vamos, toma tú también, tú mismo lo dijiste, ya no tiene salvación- Pero el rubio volteo el rostro con asco, como no soportando lo que veía.
-Monstruos, eso es lo que los vampiros somos- El que parecía el vampiro mayor meno la cabeza, y luego de observar atentamente a la mujer, una discreta sonrisa se dibujó en sus labios… al tiempo que se sacaba el blanco guante y mordía su dedo mayor con uno de sus colmillos.
"Vampiros? Quien cree en vampiros?" pensó Akane.
-Aún no está muerta, y por ti… -hablo suavemente Rosette- le voy a dar una oportunidad, será su decisión- El rubio miro a su compañero sentar nuevamente a la mujer y sostenerla para que no cayera a causa de su debilidad, luego acerco el ensangrentado dedo a su rostro como para ofrecerlo.
-Ella no tiene idea Luis! no está preparada! no sabe lo que le costaría tomar esa decisión!-
-Entonces podrá matarse luego si se arrepiente, incluso nosotros podemos morir-
Akane vio al tipo de impecable levita junto a ella, mostrándole el dedo ensangrentado.
-Dime muchacha, tienes porque vivir? Tienes por quien pelear la vida? Si es asi, toma de mi sangre, y renace para seguir viviendo, es tu decisión, vivirás mucho, mucho más que cualquier humano… pero no habrá vuelta atrás… no habrá enfermedades, no habrá envejecimiento, tan solo el hambre y a veces la soledad, solo la muerte te librará de ellos, dime muchacha, quieres vivir?
Akane Tendo a pesar de su esfuerzo por mantenerse despierta, se dormía, tener por quién vivir? Por supuesto, tenía a Kasumi, debía cuidarla… y tenia a Nabiki, también debía cuidarla. Tener por quién vivir? Por un segundo la imagen de aquel reapareció en su mente…
-Son estos tipos vampiros?… vivir como un vampiro?… vivir como ellos? -
Sentía que se desmayaba… no le quedaban fuerzas ni para hablar… ni para respirar … casi inconscientemente abrió la boca, tal vez para intentar decir algo o tomar la última bocanada de aire… tal vez para aceptar ese regalo que le ofrecían… todo se volvió oscuro al ya no poder mantener sus ojos abiertos… Pero pudo escuchar la voz de ese… hombre? Vampiro?
-Que asi sea- Y perdió el conocimiento definitivamente.
