El aire se volvió denso. El habitual murmullo del programa que solía llenar el fondo fue interrumpido por un boletín de noticias urgente. "Segundo ataque terrorista confirmado..."

—¡Sero! ¡Apagala!

—¡Estoy en eso!

El joven lo desconectó con un tirón brusco del cable, más la noticia ya había sido escuchada por All Might, que se levantó interesado por saber más, dirigiéndose al televisor.

—Comenzó... Los Minks deben haber empezado a movilizarse.

—All Might, creo que en esta ocasión es mejor que te preocupes por ti. —Deku trató de detenerlo tirando de sus mangas, pero el insistía en avanzar.

—Por favor... Necesito ver... Necesito una respuesta.

Ante la solicitud del rubio; conectaron el televisor...

La pantalla permanecía en negro, salvo por el granulado que reflejaba los rostros de quienes la observaban. Un fallo inesperado. Una interferencia demasiado precisa para ser una simple coincidencia.

—¡La descompusiste! —Acusó Mineta.

—Tus manos son tan destructivas como las de Luffy —Añadió Sato.

—¡Pero si solo la desconecté! —Se defendió cambiando de canal una y otra vez. Pero el resultado era el mismo: estática, silencio y pantallas vacías.

Hasta que, de pronto, una imagen apareció.

—¡Espera! ¡Detente ahí! —Exclamó Jiro, al ver fugazmente un destello de transmisión en uno de los canales.

Sero se apresuró a retroceder, pero en el inter, al seguir avanzando, otro par de canales continuaban su transmisión... Solo los canales locales parecían seguir en pie. Toda la transmisión satelital había caído. La falla parecía ser a nivel nacional.

Finalmente, en uno de los pocos canales activos, la programación habitual había sido interrumpida por la emisión de noticias a modo de Emergencia.

La pantalla parpadeó por un momento antes de estabilizarse, mostrando un metraje desde un ángulo elevado del interior del Museo Metropolitano de Musutafu.

La imagen era clara: El Poneglyph rojo se erguía majestuoso en el centro de la sala, cubierto de grabados milenarios que brillaban débilmente bajo la tenue iluminación y frente a él, 2 figuras encapuchadas de negro permanecían inmóviles.

Sin ejercer el mas minimo movimiento, ni algun tipo de aviso... Uno de aquellos encapuchados comenzó a brillar con un resplandor blanco.

La luz era tan intensa que incluso la cámara luchó por ajustarse, creando distorsiones y pequeñas interferencias en la imagen.

La capa de uno de los sujetos se desintegró lentamente, como si estuviera fabricada de ceniza, dispersándose en el aire en pequeñas motas luminosas que recorrieron los gravados de la estela, que al viajar entre ellas, revelaban un sonido claro que llegó a todos los televidentes.

Nemo, ahora formalmente considerada terrorista ante la nación, vestía completamente de negro: Botas altas, calcetas hasta los muslos, short ajustado y un top que permitia ver su abdomen envuelto en vendajes manchados de sangre fresca; Sin embargo, lo que más resaltaba era que solo tenía un brazo, mientras el otro extremo terminaba en un muñón perfectamente vendado con tela negra.

—¡Está viva! —Exclamó Mina con una sonrisa radiante, girando emocionada hacia All Might. Sin embargo, el antiguo símbolo de la paz no compartía su entusiasmo. Su expresión permanecía sombría, lo que confundió a sus alumnos.

La imagen se reenfocó ligeramente cuando dos figuras más aparecieron en escena: Un par de gemelos, un chico y una chica, ambos trabajadores del museo, guardia y guía.

—¡Alto ahí! ¡No pueden pasar del area restringida! —Advirtió el guardia. —¿Por qué insisten en estas piezas ultimamente?

—Ya hemos alertado a las autoridades y la policía está en camino. ¡Retrocedan! —Agregó su gemela, con un tono igual de autoritario, sin embargo, su posición alerta cambió cuando reconoció el demacrado rostro de la peliblanca. —Eres tú... Regresaste...

El cabello de la mujer fluctuaba como si estuviera sumergido en agua, levitando y danzando con la corriente invisible que generaba aquella fuerza mística. Mientras, alrededor de ella, la materia viva comenzaba a renacer. Hongos, musgo y raíces brotaban de los grabados en las estelas.

Las prendas de ambos, tanto del encapuchado como la mujer, se agitaban con fuerza bajo la presión de la energía que aumentaba con cada segundo.

El acompañante del vínculo extendió una mano palida y tocó la superficie roja de la estela.

Para asombro de los héroes testigos de la noticia, la estructura comenzó a desintegrarse lentamente bajo sus dedos. Solo una persona era conocida por poseer un Don tan destructivo.

La energía se volvió insetable, girando en espirales turbulentas alrededor de la enorme estela, afectando la gabardina del hombre, que por una ráfaga su capucha se desacomodó, dejando al descubierto un rostro conocido que les revolvió el estómago: Shigaraki Tomura. Pero no como lo recordaban...

Su cabellera se había vuelto blanca y larga, enmarañandose al ondear bajo el flujo de energía. Su piel, pálida con un tono enfermizo, parecía más quebradiza que antes. Sus ojos hundidos miraban hacia la estela, pero había algo nuevo en ellos: Un aire de absoluta indiferencia, como si el caos a su alrededor no tuviera ninguna importancia para él.

La parte superior de la enorme estela comenzó a desmoronarse en polvo fino, levantándose en el aire como si fuera ceniza en un incendio... y mientras más se desvanecía; algo comenzó a revelarse en el interior del Poneglyph: Un ser momificado con sus cuencas vacías y ambas manos frágiles cruzadas sobre su pecho en un gesto que parecía una eterna plegaria.

—¿Es esto lo que buscas? —Preguntó Tomura, pero la peliblanca no respondió.

En lugar de eso, el resplandor aumentó, y la energía vital fluyó en oleadas mas agresivas que hicieron que incluso el polvo en el aire pareciera brillar.

El cabello de momia, largo y brillante, se agitaba como un océano, proyectando sombras salvajes en las paredes, dando un aspecto místico y aterrador por la tormenta que se desataba en el interior de la sala, desestabilizando la luz que comenzó a explotar, dejando solo el resplandor de ambos seres como fuente de iluminación.

Aquella momia tras absorber toda aquella vida arrebatada de los agentes del palacio, la boda y Deika, comenzó a moverse lentamente, arrastrandose fuera del resto del Poneglyph.

Sus huesos crujían con un sonido seco, mientras retazos de piel se desmoronaban solo para regenerarse al instante.

Cuando una de las manos aterrizó en el suelo, dejó salir de ella lo que sostenía.

El objeto rodó cerca de Nemo, quién lo recogió tratando de identificar que era. Curiosa lo examinó con sus dedos, más no esperaba sentir aquella textura familiar.

Un escalofrío le recorrió la espalda. No podía ser...

Su respiración se entrecortó. Creía saber quién era ese ser, pero la idea era absurda, simplemente imposible.

Por un instante eterno, quedó paralizada, sintiendo cómo todo su mundo se desmoronaba bajo sus pies. Ya nada tenía sentido.

Giró con las lágrimas deslizándose entre las costuras de sus ojos, y sintió cómo la entidad se encontraba justo frente a Shigaraki.

Aquel ser parecía absorber sin detenerse, toda aquella vitalidad ofrecida que Nemo había arrebatado durante la invasión, disminuyendo considerablemente el tamaño de la capa negra que cargaba consigo como arma y defensa... Aquella presencia camuflada como prenda, la cual aumentaba su masa y peso con cada vida que recolectaba, y por lo tanto, disminuía su tamaño cuando era consumida, dejandola a un tamaño insignificante. Exactamente ¿Cuantos miles de años consumió esa criatura para poder despertar?

La entidad abrió sus parpados, revelando dos vacíos oscuros dentro, mientras acercaba su mano al villano.

—¿Que mierda es esta cosa? —Shigaraki llamó como advertencia amenazando con tocar la entidad; Pero el vínculo, aun sorprendida, se limitó a responder tranquilamente.

—Solo permite que te conozca...

Los guardias no podían creer lo que veían, especialmente la guía, quien reconoció a la terrorista. Sabía que esa mujer guardaba más secretos de los que estaba dispuesta a compartir.

—¡Bobby! No dejen que escapen. —Ordenó comenzando a jugar con sus manos cual mimo, creando así junto a su hermano, una barrera invisible que bloqueaba el único pasillo de entrada y salida.

Sin embargo, a los perpetradores parecía no importarles en ese momento... Ellos seguian atentos a aquel misterioso ser.

El dedo de la entidad fluctuante tocó suavemente la frente de Shigaraki, y de él surgieron dos esferas que mostraban sus recuerdos más significativos.

Tomura los observó con atención; literalmente veía su vida pasar frente a sus ojos, hasta que esos recuerdos se transfirieron a las cuencas vacías de la entidad viendose a el mismo como si fueran espejos, mientras sus memorias le revelában al ser el corazón corrompido del villano.

Sintiendo una oleada de intimidación, la entidad terminó por romper su forma humanoide, y se dispersó como energía en un intento por escapar, más la barrera de los guardias lo impedía.

La entidad comenzó a comunicarse en una lengua extinta, lo que hizo avanzar a la peliblanca, atendiendo al llamado de la criatura que seguía alterada, sacudiendo todo a su alrededor al ser una masa de energía descontrolada por las memorias y odio del villano.

—¿Puedes... Re-generar mi brazo? —Preguntó intimidada, mostrando su muñoncito con una expresión ansiosa, pero la entidad no respondió. Seguía atrapada en una vorágine de energía, como si solo deseara huir.

Shigaraki golpeó con ambas manos la barrera invisible, dejando ver su torcida y aterradora expresión al par de trabajadores, pero, la barrera al ser intangible: Una simple división de vacio entre dos lados, nada físico logró desintegrarse.

El saber que la policía venía en camino y el 'ver' las acción que Tomura que estaba por hacer, Nemo no tuvo mas opción más que sacar la cuchilla guardada en el compartimiento de su bota y correr hacia la barrera antes de que Shigaraki usara su don en el suelo, acabando con no solo con el museo entero y distrito, si no, todos quien residían en él a modo de mensaje.

—Idiota... Ese cuchillo no te servirá. —Rezongó el villano con su voz rasposa sacando las manos de sus bolsillos, decepcionado por la iniciativa.

Pero la mujer simplemente lo ignoró desapareciendo de la vista por su velocidad, y continuó su camino, saltando hacia el techo, el cual cortó un trozo para llegar al nivel superior y romperlo unos metros mas adelante, cayendo entre los guardias del otro lado de la barrera.

Sin dejar pasar un segundo; su cuchilla logró atravesar el brazo del guardia quién, detuvo su don al obligarlo a usar su mano contraria para intentar detener la hemorragia. Sin embargo, apenas la barrera se abrió, la mano de Shigaraki emergió, tocando el rostro de Bobby, desintegrándolo al instante frente a su hermana y Nemo, quienes podían percibir cada una a su manera, como la vida del joven desaparecía por completo.

Emily observó como el rostro de su hermano comenzó a secarse hasta craquelarse, partiendo las capas de piel en hojuelas piel, dejando ver musculo y hueso que se transformó en ceniza que cayeron en sus ojos llorosos.

En cambio, Nemo escuchó y fue testigo como aquella voz se hizo polvo, siendo absorvida por la entidad la cual percibió la salida con esa brecha abierta de flujo de energia.

—¡NOOOOOOOOOOO!

—¡ROBEEEERT! —Emily sollozó el nombre de su hermano, viendo como la mano del villano se acercaba ahora a su rostro. A pesar del amor que tenía a su gemelo, aun no estaba lista para partir a su lado.

Un tirón la sacó del rango de ataque de Shigaraki, quedando tras la peliblanca que permanecía inmutable frente al villano, quién sonrió al notar el nerviosismo tras esa falsa mascara estoica.

—Aun no es momento... —Expresó manteniendo su voz controlada ante la amenaza que no dejaba de emanar el aura asesina frente a ella.

Los labios resecos y agrietados se curvaron en una sonrisa, apenas visible bajo la larga y despeinada cabellera blanca.

—Hice lo que me pediste... Espero que tu información sea cierta. —Respondió con su voz burlona y atemorizante, tomando a la mujer por la cara, sin aterrizar su pulgar a modo de amenaza, para despues desintegrar su cuerpo en lodo; confirmando que su verdadero ser seguía escondido.

La figura se desmoronó por completo, dejando a la mujer desorientada y sola, mientras la energía alterada de la entidad ahora libre, se dispersaba por el pasillo en busqueda de la salida, obligando a la terrorista a correr tras ella en un intento desesperado nuevamente de no perder el control de la situación.

Dando por finalizado el metraje de las instalaciones del museo con su partida tras la ceniza brillante.

—Ellos eran... —Denki titubeo al reconocer las caras.

—Emily... La guia que nos llevó a la exhibición... y Bobby, su hermano... —Resumió Aoyama sin aliento.

—¡¿Que era esa cosa que salió del Ponugerif?! —Señaló Sero apuntando a la pantalla.

—Es otro de esos seres... —Explicó Jiro. —Un quirk sin usuario.

—¡NO TENGO SEÑAL DE RED! —Exlamó Toru, intentando llamar con su telefono, o entrar a internet.

—Solo está funcionando la comunicación por cable... Debieron apagar de nuevo los satelites para que la información no salga de Japón. —Analizó Iida, señalando con su mano robotica al dar instrucciones. —¡Intenten ingresar a la red con conexión directa al router!

—¿Ahora por que inhabilitaron las comunicaciones? —Cuestionó Ojiro

—Deben querer mantener en secreto que esa criatura está suelta... —Analizó Todoroki.

—O que Shigaraki volvió a atacar... —Comentó Denki

—Idiota, ¿Por qué deberían de ocultar eso a nivel mundial? Todos los paises tienen sus villanos... Nosotros no somos mas importantes por eso... —Rezongó Bakugo.

—Ella... Trabaja con Shigaraki... ¿Desde cuando? —Susurró serio Deku presionando sus puños. —¡¿Por qué se alió con el?!

Toshinori a su lado, no dijo nada. Solo cubrió sus ojos con las manos, como si intentara ocultarse de aquella realidad. Cada vez que pensaba que las cosas no podían empeorar, el mundo encontraba una manera de demostrarle lo contrario...

En un reportaje rapido, se especificó una serie de normas provisionales, el canal había suspendido toda su programación habitual, convirtiéndose temporalmente en un medio de comunicación exclusivo para la emergencia.

"Debido a una segunda brecha de seguridad en los satélites de comunicación, el país ha entrado en estado de aislamiento preventivo."

La transmisión informaba que las comunicaciones quedarían limitadas únicamente a líneas telefónicas y redes por cable, mientras los expertos evaluaban los riesgos... Siendo suspendido todo tipo de comercio por tiempo indefinido.

"Por orden del Gobierno, se han bloqueado los servidores de internet para evitar la filtración de información o posibles ataques externos. A partir de este momento, toda conexión internacional queda suspendida."

"Se insta a la población a permanecer en calma. Se están tomando medidas para restablecer la seguridad digital del país."

Tras pasar las notificaciones de ultimo momento, distintas noticias continuaron en la pantalla, siendo entre ellas, la continuación de la persecusión captada en las memorias de las cámaras de trafico de la ciudad que grabaron cada segundo de la persecución.

Veian como la perpetradora corria por las calles sin importarle peatones, obstaculos o el trafico, hasta llegar a una glorieta donde la entidad que perseguía se disipó por completo, fragmentándose en múltiples direcciones.

Ahora estaba sola, herida, débil y perdida, de pie en medio de aquel cruce sin saber qué camino tomar.

El peso de todo lo ocurrido cayó de golpe, y un nudo se formó en su garganta. Había perdido todo en un solo día por una oportunidad que ahora ante su nueva perspecitva, carecía de sentido.

El eco de las sirenas policiales sonaba cada vez más cerca, aproximándose desde cinco direcciones distintas.

Rodeada, sin escapatoria y sin animo, sintió que ya no le quedaban fuerzas ni proposito para seguir luchando. Por un instante, deseó entregarse.

Limpió torpemente la sangre de sus heridas, mezclada con lágrimas que no dejaban de brotar. Permaneció quieta con su respiración entrecortada, mano temblorosa, explotando en coraje antes de que llegaran las patrullas.

—¡MIERDA! ¡YO NO QUERÍA HACER ESTO! —Rugió su voz desgarrada.

Sus uñas se clavaron en su abdomen, arañándolo justo donde alguna vez fue partida en dos.

—¡¿POR QUÉ NO SOLO ME DEJASTE QUEDARME?! —Gritó con lágrimas resbalando por su rostro. —¿Por qué debo ser el verdugo?

Las llantas de las patrullas chillaron al frenar, y rápidamente los policías salieron ocultándose tras las puertas, apuntando sus armas por el marco de las ventanas.

—¡ESTÁS RODEADA! ¡ENTRÉGATE!

Pero la peliblanca apenas escuchaba las órdenes.

—¿Por qué...? —Susurró con la voz rota. —Solo tenías que visitar la prisión...

Se llevó una mano temblorosa al pecho, apretando con fuerza justo donde sentía que su corazón iba a romperse.

—Me habrías ahorrado tanto dolor...

—¡DE RODILLAS!¡LEVANTA LAS MANOS!...

—La mano. —Corrigió otro, mientras la mujer extendiá su mano en alto, pero se negaba como siempre a que sus rodillas tocaran el suelo.

En la sala, Toshinori quedó atento al mensaje. Las palabras no eran para los policías; Eran para él... Y los estudiantes lo sabían.

Aquella mujer había pedido repetidas veces que le permitiera acompañarle a Tartaros, pero por defender el reglamento del Heroísmo y lo que conllevaría su visita, se había negado a hacerlo con excusas.

Uno a uno, voltearon a mirarlo, percatandose como el jubilado parecía completamente perdido. Teniendo que tragar sus dudas, para no mostrarse titubeante ante esa situación.

—No se dejen engañar... Es manipulación. Sabe de las camaras de transito; se detuvo en una intersección para poder mandar un mensaje...

—All Might... —Llamó su pupilo, tratando de llegar a él, pero su aura se mostraba tan conflictuada, que no sabía siquiera como interceder. Lo que lo hizo sentir impotencia al desconocer aun, como llegar a un alma herida.

Volteó a Uraraka quién sabía llegar a aquellos corazones entendiendo mejor su vulnerabilidad. Trató de pedirle ayuda para confortar al jubilado, pero la castaña aun se sentía intimidada por la grandeza que el héroe solía transmitir.

Viéndola titubear sobre intervenir, Deku sin decir una palabra, la tomó titubeante de la mano para que la siguiera hasta su mentor, pero antes de que Ochako pudiera expresar su idea, el rubio habló.

—No importa lo que haga o diga... Deben considerarla un villano y amenaza para lo sociedad.

—Pero...

—¡YA ME ESCUCHARON! —Su mirada estaba oculta entre sus mechones, mientras en sus palabras se podía distinguir su frustración. —Quiere usar la culpa para justificar sus acciones.

—¿Estás seguro? —Preguntó Aizawa.

—No importa si estoy seguro o no... Esto es una orden. Si desean conservar todo lo que he trabajado como símbolo de la paz... Deben considerarán a esa mujer como una amenaza.

Los estudiantes se sintieron conflicutados al escuchar como se refería cono desdén a su compañera, como "Esa mujer." Sin embargo, no dio mas explicaciones sobre ello.

—Idiota... Hubieras permanecido 'muerta'...Lamentó en su mente, entendiendo todas las consecuencias que representaba su captura.

—No lo olviden... Ninguna palabra a los sombrero de paja... Si ellos saben nuestra posición, querrán defenderla. Ellos no son conscientes de lo que ha hecho.

—Puedes contar con ello. —Iida tomó la palabra, sin dudar de las decisiones de su profesor, aunque el resto se veía confundido aun.

—Será mas sencillo ahora que Yue estará en prisión... Solo debemos mantenerlos lejos de televisores cuando regrese la señal. —Comentó Shoji.

—Por como es Luffy, tendremos que romper todas las televisiones de la escuela para lograrlo.

—Si preguntan por ella, anunciamos su renuncia y decir que se fue a París. —Comentó Momo

—¿Por qué Paris?

—La exposición de los Poneglyphs será llevada al Museo Louvre... Y ahora que uno de ellos desapareció, será más convincente.

La pantalla mostraba a la peliblanca de pie con la mano en alto, bajo el resplandor de las luces policiales. Estaba rota, tanto mental como físicamente.

—Nemo, estás bajo arresto por terrorismo, complicidad en asesinato, daños a la propiedad privada, actos de villanía y la destrucción de patrimonio de la humanidad. —Declaró el oficial, forzando sus brazos tras la espalda, colocando una de las esposas en su muñeca, siendo forzada a que se hincara, pero su cuerpo estaba tan rigido que le era imposible ser sometida, por lo que el policia pateó sus pies, para que su cuerpo cayerá al suelo.

—Cualquier palabra que digas podrá ser utilizada en su contra... Tienes derecho a contar con un abogado, de no tene...

La mujer no opuso resistencia, solo se dejó manipular con su cuerpo tendido en el suelo, murmurando palabras de odio a su persona, mientras la rodilla del oficial la sofocaba.

—¿A dónde me mandaran? —Preguntó con dificultad.

—La prisión del área Norte... Yamanashi... Si te portas bien, podrán cambiarte a Tokyo. —Susurró el policial con cierta satisfacción, mientras la mujer cambio su actitud de víctima, por un puchero decepcionado.

—Tenemos la situación bajo control. —Informó al comandante por la radio. Pero su victoria fue anticipada. En un instante, el oficial que la sujetaba fue derribado cuando intentaba resolver el arresto, pues solo pudo esposar una mano.

La peliblanca tragó el nudo en su garganta, ahogando la lástima que amenazaba con consumirla. Tomó un profundo respiro y alzó la frente al cielo, dejando que sus sentidos sintieran todo lo que la rodeaba.

Su cuerpo lo sentía todo. Los cambios sutiles de temperatura entre los cuerpos y el concreto, los temblores imperceptibles en el suelo, las vibraciones en la atmósfera.

El viento, frío trajo consigo un torrente de aromas: el hierro de la pólvora impregnado en el aire, la grasa y las especias de los locales cercanos, el sudor agrio provocado por los nervios que se aferraba a la piel de la multitud.

Las auras de las personas vibraban en su mente como ecos de energía... Las que se movían dentro de los edificios, en las patrullas, los transeúntes inquietos, insectos, roedores escabulléndose entre alcantarillas. Incluso las partículas de vida más minúsculas llevadas por el viento pintaban en su percepción un mapa detallado de una parte de la ciudad, un modelo en su mente tan nítido como si lo estuviera viendo desde las alturas.

Cada sonido, cada eco, el estruendo de las sirenas, golpeaba su audición como una sinfonía caótica... Todo era sobre estimulante.

Por un instante, el impulso de hacer estallar sus propios tímpanos para callar el bullicio fue casi tentador.

Creyó que el privar su vista, le obligaría a concentrarse en su entorno de una manera distractoria que le hiciera ignorar todos aquellos pensamientos que la inundarian, pero incluso así... Ahí seguian.

Sacudió la cabeza, intentando aclarar su mente de lamentos, mas lo unico que logró fue permitir que aquellos pensamientos intrusivos tomaran el control para no dar mas vueltas a sus temores y arrepentimientos... Siendo el principal desencadenante, un aura interesante a la distancia.

—La prisión de Yamanashi... ¿Por que a las Damas, nunca nos toman en serio? —Respondió con cierta victimización, inclinadose sobre el policía caído, clavando su rodilla la columna haciendola crujir, mientras lo tomaba del cabello para golpearlo contra el pavimento, dislocandole la mandivula

—Oye... —Susurró de manera juguetona. —Un nuevo colega me exigió fuera entrentenida si quería entrar a su banda... ¿Tu que piensas? —Cuestionó al policia que le era imposible articular palabras.

—¡NO TE MUEVAS! ¡MANOS EN ALTO!

Levantó la mano como lo ordenaron y comenzó a contar con los dedos velozmente con el metodo 'Chisanbop'

—¡236! No lo recomiendo —Respondió relajando sus dedos, tras terminar las cuentas.

—¡ÚLTIMA ADVERTENCIA!

—¡También mía! No abran fuego si no están dispuestos a cargar con las consecuencias...

Pero los policias no bajaron sus armas... Sin esperar respuesta; dejó al oficial herido en el suelo, y caminó tranquilamente hacia el cruce repleto de señales.

Su paso era tan relajado que era insultante, lo que hizo perder la paciencia de los oficiales que pasaron de un par de disparos de advertencia; a una rafaga de balas.

La mujer esquivó las municiones con movimientos simples sin detener su camino, como si cada paso estuviera sincronizado con el silbido de los proyectiles.

—¡Comandante! La villana no puede ver. Se está guiando por el sonido de los disparos. Dedujo uno de los oficiales por la radio.

El comandante pasó reporte y encendieron el sonido del resto de las sirenas, entorpeciendo el paso de la mujer que parecía mareada por el chillido agudo que subía y bajaba, pero aun así era capaz de evitar las municiones sin excepción.

—¡Necesitamos más ruido! —Exclamó uno de los pasantes, subiendo todo el volumen de la radio de una patrulla, siendo seguido por otras, creando un estruendo entre toda la contaminación auditiva, que logró detener por completo el paso de la mujer, y con ello detener los disparos al verla perdida.

—Funcionó.

—Hiro, Ren. Vayan por ella. —Ordenó el comandante.

La mujer empezó a golpetear el pie atrapada por el contagioso ritmo de la música, ignorando el hecho que estaba rodeada de policías armados, dejandose llevar por una distracción que finalmente le ayudaba a ignorar sus pensamientos.

—¿Lo está... disfrutando? —Murmuró uno de los oficiales.

—No la culpo... Tiene ritmo. —Respondió el pasante, siendo golpeado con una fuerte palmada por su compañero. —Está distraída, ve por ella.

—¿E-Es seguro?

—Su don es de asistencia... No pasa que te muerda. —Burló el agente, mandandolo como novatada. —Nosotros te cubrimos.

La música y sirenas ahogaban los gritos, balas y, sobre todo, los pensamientos intrusivos que la atormentaban.

Caminó en automático al compás de la guitarra eléctrica, esquivando las balas con ritmo y una naturalidad insultante, como si fuera una coreografía hasta llegar a una señal de alto la cual la tomó con su mano y colgó girando alrededor de ella cual profesional, como si fuera un tubo de escenario del burdél.

Por un segundo, el fuego cesó. Los oficiales se quedaron congelados, algunos con la boca abierta, otros con ceños fruncidos ofendidos por la descarada burla.

—¿En serio acaba de...? —El comandante pronuncio avergonzado con un tic en el ojo, solo para ver como el pasante que mandó lanzaba billetes con sus dedos.

—He visto esos movimientos antes... —Dijo uno de los policias veteranos. —Es Débora... Debora Mela.

—... —Sus subordinados solo juzgaron con la mirada.

—¿Que?

La cabellera blanca revoloteó en el aire tras sacudir la cabeza, luciendo una sonrisa descarada, terminando con un gesto coqueto.

—¿Qué mierda está haciendo? —Espetó Bakugo con disgusto, siendo apoyado por Aizawa, mientras el resto tenian sus gestos en blanco.

—Está aplicando las enseñanzas de Midnight... —Aizawa murmuró sintiendo pena de lo que era testigo.

—Se llama memoria muscular... —Comentó Denki

—¡Eso, bebé! ¡No dejes que nadie te apague lo teibolera! —Exclamó el pequeño emocionado, sacando vapor de su nariz.

—¡Mineta!

—¿Que? No hay persecuciones con Show incluido.

Los constantes giros y movimientos bruscos, terminaron por aflojar la señal de tránsito, y con un tirón, logró arrancarla de su base. Sin perder el ritmo, comenzó a girarla con su única mano, usando su espalda como apoyo para mantenerla en movimiento. Usandola como protección, al todas las balas interceptar con el metal de la señal octagonal.

El eco de los disparos se fue apagando cuando algunos policías recargaron sus armas. Fue entonces cuando lo sintió: Ese escalofrío inconfundible que eriza la piel, una señal de que alguien peligroso se acercaba.

Sus labios se curvaron en una sonrisa. No necesitaba ver para saber quién era.

—Justo a tiempo...

Ajustó su agarre en el tubo de la señal, tomó aire y golpeó con todas sus fuerzas la placa de "ALTO", desprendiéndola de un solo impacto.

Con el octágono metálico aun en el aire, giró sobre sus talones y usó el tubo como si fuera un bate de béisbol, golpeando la señal con un swing perfecto.

La placa voló directamente hacia una de las patrullas que al impactar contra la batería, explotó, lanzando llamas y policías por los aires, mientras en el cielo, una antorcha dejó un camino de humo acercándose cada vez más.

Endeavor, no habia sido solicitado para una pequeñez como lo era alguien con un Don de asistencia, pero la intrusión de Shigaraki le llamaba la atención.

La terrorista, contando el tiempo de su proximidad, no tenía más tiempo que perder. Alzó el tubo metálico y lo lanzó con todas sus fuerzas rumbo a donde fue la explosión; viajando entre las llamas como una flecha y golpeando una tapa de alcantarilla, haciéndola salir disparada a los aires.

Corrió zigzagueando entre la lluvia de balas y con un salto, cruzó las llamas que aún danzaban en el aire, dirigiéndose a la alcantarilla para continuar su escape en un laberinto que conocía como la palma de su mano.

—¡No lo permitiré! —Gruñó el héroe, aumentando su velocidad y lanzando una gigantesca llamarada en su dirección.

Pero ella ya había calculado su movimiento. Se impulsó en el último segundo, zambulléndose en la oscuridad de una alcantarilla justo antes de que el fuego la alcanzara.

La impulsividad por respuestas, hizo que Endeavor no considerara las consecuencias de sus actos: La llamarada siguió su curso, descendiendo hasta llegar al gas metano acumulado en las tuberías subterráneas.

El resultado fue inmediato: Una explosión ocurrió desde las entrañas de la ciudad, sacudiendo el suelo y enviando escombros al aire.

Siete cuadras a la redonda fueron afectadas; ventanas hechas añicos, edificios gravemente dañados y el humo espeso cubriendo lo que quedaba de las calles.

Gritos, alarmas y el eco del desastre retumbaban por todas partes mientras los heridos intentaban ponerse a salvo. La terrorista había desaparecido entre las sombras subterráneas, dejando atrás como distracción, un accidente ocasionado mayormente por el Héroe numero uno.

Terminado el metraje, el conteo de víctimas apareció en la televisión con la información mas actualizada: 236 afectados debido a la explosión, y la prensa no tardó en señalar al héroe como uno de los principales responsables por su imprudencia.

Los reporteros, ansiosos por sacar tajada de la tragedia, se lanzaron sobre la noticia como carroñeros. Mientras tanto, ante la sociedad, el nombre de Nemo ya no era una simple persona que se infiltró a un edificio gubernamental para explotar junto a el... Ahora se sellaba como el de un nuevo villano.

Los estudiantes y el par de maestros estaban sentados frente a la pantalla completamente congelados, como si hubieran sido convertidos en estatuas. No sabían siquiera cómo reaccionar... Pero ahora entendían la postura del jubilado.

—All Might... Creo... Que debes empezar a hablar. —Shoji rompió el silencio incomodo.

El ambiente en la sala se sentía pesado mientras All Might prefirió guardarse su versión sobre los actos delictivos de Bakanee, mientras que Aizawa compartía a los estudiantes las devastadoras consecuencias que podrían desatarse si los Sombrero de Paja decidieran actuar caóticamente, incluyendo las implicaciones de tener a alguien como Doflamingo involucrado en el conflicto.

Tras escuchar la noticia, Hagakure no pudo evitar entrar en crisis; recordó su participación en las memorias de Usopp durante el evento de Dressrosa, cuando el gigantesco golem de roca casi le quita la vida... Sin embargo, nunca llegó a presenciar la batalla final de Luffy contra Doflamingo, pues el disparo para detener a Sugar jamás ocurrió.

El ambiente se tornó más tenso a medida que los héroes cuestionaban sobre la desconcertante decisión del gobierno. ¿Por qué, entre tantas figuras destacadas: Capitanes, Pacifistas, Almirantes y Vicealmirantes; habían optado por un psicópata como Doflamingo?

—Parece que la Comisión de Seguridad Pública de Héroes no tiene la versión correcta de la historia, o la que conocen, está distorsionada.

—A sus ojos... Doflamingo es una de las victimas de Sombrero de Paja.

—No podemos confirmar con certeza si la historia que transmitieron las generaciones pasadas fue manipulada y nadie la corrigió a través de los años. O si simplemente exite actualmente alguien con un poder superior que conozca la verdad y decidiera compartir la versión manipulada.

—Eramos concientes desde hace tiempo, que la Comision tenia planeado traer alguien de las memorias de Luffy... Pero JAMÁS consideramos que fueran tan idiotas como para invocar a Joker. —Aizawa arrastró sus palabras enfurecido. Estaban en el peor de los casos posibles.

—All Might ¿Por qué no le contó la versión que conocemos a la Presidenta? —Preguntó Aoyama.

—No sería mejor aclarar eso antes de que crezca a algo mayor.

—Quería hacerlo, pero con Doflamingo presente, tuve que posponerlo. No sabía cómo podría reaccionar él al comentarlo... Eso podría acelerar sus planes.

—Escuchen... Lo viví y escuché directamente de victimas de Joker... Ese villano es un completo manipulador. Conociendolo, aunque dieramos nuestras versiones a la presidenta, conseguiría que su versión fuera mas creible... Y de no serlo, lograría controlarlos de una u otra forma.

—La Comisión piensa que tiene un aliado, pero en realidad tomó la peor de las desiciones... Se que Joker tomará su tiempo para idear un plan metodico antes de salir a la luz... Mientras, deberemos seguir el liderazgo de la comisión con cautela, viendo solo por los objetivos comunes. Sus precauciones fueron para mantener el orden... Aunque terminó por jugarle en contra.

Toshinori movia el talón repetidamente, tratando de mantener su cuerpo quieto por el exceso de ansiedad que corria por su ser.

—¿Se encuentra bien? —Preguntó Uraraka, acercandose timidamente.

—Aun necesito hablar con Nezu para ver que está sucediendo... —Comentó sin animo, apoyando su frente en las palmas.

—Buena idea... Nezu es brillante y bastante persuasivo... De alguna manera conseguira algo de información. —Iida celebró la iniciativa.

—All Might... ¿Crees que esté enterado de lo que estan planeando? —Cuestionó Midoriya.

—Él... —Toshinori dudó por un instante antes de responder. —Sé que tendrá una respuesta más clara.Expresó con nerviosismo que le fue dificil ocultar, cosa que no pasó desapercibido para el resto del grupo.

El silencio volvió a adueñarse del lugar hasta que Shoji preguntó, lo que los chicos temían.

—¿Cómo funciona el don de la doctora?

—Ella normalmente trabaja como forense. —Aizawa tomó la palabra, para permitir a All Might, bajar su agitación.

—Al entrar en contacto con otra persona, su don "Evocación" le permite acceder rápidamente a fragmentos de sus memorias. Usualmente, los recuerdos más intensos o traumáticos son los que quedan grabados y más visibles a su mente.

—Su don es privilegiado en casos de asesinatos, pues durante los interrogatorios con los presuntos asesinos, cuando las víctimas están desaparecidas o muertas, pueden ser invocadas temporalmente con un toque al sospechoso para cuestionarlas en un tribunal. Sin embargo, hay límites: Solo puede mantenerlas por cinco horas como máximo antes de que desaparezcan; o para detener la invocación, necesita tocar físicamente a su creación.

—Pero está usando el Trigger.

—Su Don se ha potenciado similar a los límites de las Frutas del Diablo. Puede invocar múltiples personas al mismo tiempo, y mantenerlas por un periodo indefinido. —Continuó con su mirada sombría.

—Parece que Doflamingo planea usarla para extraer recuerdos, ya sea de aquella vez que Ivanka tocó al joven Luffy, o con él mismo, para así poder traer de vuelta a sus enemigos más peligrosos.

El silencio fue interrumpido por un escalofrío colectivo.

Se podía apreciar el terror en sus expresiones... Si eso llegara a pasar... Si los sombrero de paja llegaban a hacer algo que provocara al gobierno, entonces existía la posibilidades que aquellos terroríficos enemigos que enfrentaron en un entorno controlado, ahora aterrorizaran la ciudad.

Eran conscientes que era cuestión de tiempo para que ese carismático villano se aprovechara de la ingenuidad y desinformación del gobierno para planear y ejecutar una venganza contra el Emperador.

—Los piratas que enfrentamos... —Denki pronunció tembloroso, pensando en el destructivo poder de Enel.

Koda simplemente perdió el color y se desmayó al recordar la presencia de Big Mom.

—¡KODA!

—Tiene toda la tripulación de Big Mom para elegir si así quisiera... —Shoto mostró un nerviosismo inusual en el, como lo reflejaba su voz y el temblor de su cuerpo.

—¡LA BANDA DE DOFLAMINGO YA ERA PELIGROSA! —Exclamó Toru alterada. —Si llama a Pika estamos muertos...

—Me preocupa mas Kaido y sus comandantes... Recuerden que Doflamingo le abastecía de armamento y Smiles...

—¡Ya no digan nada! —Mineta cubrió sus oidos, con sus ojos expulsando torrentes de lagrimas.

—All Might... ¿Te tocó experimentar la guerra de Wano? —Preguntó Deku, entre nervioso y emocionado.

—El joven Trafalgar me mandó a pisos inferiores a detener simples soldados, porque le estorbaba.Confesó afligido, dejando caer la cabeza en decepción.

Sin embargo, quien tenía un panorama mas amplio en nivel escala de poder y variedad era Bakugo quién ni siquiera podía alterarse, porque para el, el futuro solo se veia como un lugar destruido y desolador.

—Esos monstruos no se detendrán con la ciudad... Podrían acabar con todo Japón. —Comentó Bakugo con un tono sombrío y una expresión de completo terror.

—Todo por su irresponsabilidad de actuar sin pedir ayuda. —Reclamó Iida enfurecido, refiriéndose a la asistente.

—No... Parece que se movilizaron poco después del incidente de la familia Doku.

—Doflamingo está familiarizado con nuestra sociedad, por lo que no se cuántos dias exactamente lleve presente... —Explicó dejando una pausa, mostrándose alarmado por un detalle que logró notar durante la reunion.

—Pero fueron suficientes para que la Dra. Knorr esté aterrada... —Levantó la mirada a sus estudiantes que pasaron saliva. —Intenta no demostrarlo frente a la directora, pero... Su aura no puede mentir... Ella es conciente que fue una terrible idea.

All Might se puso de pie, aun con sus pensamientos en desorden.

—¿A dónde vas? —Preguntó Aizawa.

—Con Nezu... Tengo un asunto importante que resolver con él.

—All Might... —Llamó Mina titubeante de su pregunta. —¿Realmente Nee-san será nuestro enemigo?

Toshinori se detuvo en seco, girando apenas la cabeza para responder, mostrando su expresión afligida.

—Sí —Respondió tajante, dejando la habitación en un silencio mientras se alejaba.


En la oficina de Nezu, la atmósfera era tensa entre los dos héroes. All Might se encontraba de pie, con sus manos apretadas en puños, mientras Nezu permanecía en su silla, sosteniendo con sus patas su taza de té, mas no parecía desear beberla.

—No puedo creer que usted haya formado parte de todo esto... —La voz de Toshinori temblaba en desilusión.

—Lamento no haberlo comentado antes. Era un peso demasiado grande para que lo cargaras junto con todo lo demás.

All Might lo miró desilusionado. —¿Para qué nos apoyó entonces? Pudo haberla dejado inconsciente y que la falta de alimento terminara con ella, en lugar de buscar maneras de ayudarla. ¡Simplemente no hace sentido!... De esa manera; es como si nunca hubiera aparecido y desencadenado todo esto...

Nezu suspiró, chocando las huellas de sus patas.

—Necesitábamos que alguien lograra lo que nosotros no podíamos.

—Queriamos respuestas directamente de un contacto directo con los sobrevivientes del viejo mundo para que nos informara a detalle lo que había ocurrido con las otras especies... Saber sobre cantidad, fuerza y propósito con respecto a su mentalidad hacia el resto del mundo.

—"La usaron para informarles y permitir relacionarse directamente con el viejo mundo"...

—¡PERO USTED ES UN MINK! Parte de usted es como ellos.

Nezu cerró los ojos por un momento, respirando profundamente antes de responder.

—Lo sé.

—Pero debes entender algo, All Might. Existe un equilibrio que no debe ser modificado. La llegada del vínculo alteró ese equilibrio de maneras que no pudimos prever. Se encargó de que su mensaje lentamente se propagara por los lugares que visitaba, desencadenando movilizaciones que no contabamos... Solo era cuestión de tiempo antes de que algo de gran magnitud ocurriera.

Toshinori lo miró fijamente, esperando una respuesta definitiva, una explicación que hiciera todo más claro.

Nezu finalmente abrió los ojos, ahora su expresión era más sombría. —Pero lo que nunca esperábamos, ni siquiera en nuestras más remotas hipótesis, era la llegada de los Sombrero de Paja.

—Los he estado observando; la comisión me comentó de su infamia... Pero jamás imaginé que su nivel de fuerza fuera tan peligrosa.

—Hemos hecho todo lo posible por mantenerlos a raya en lo que buscamos una manera de regresarlos... Solo que, no podemos buscar el Don en otros países, pues si esta noticia se vuelve global, mandarían a destruir todo Japón antes de que su presencia se propague y motive la movilización de las tribus.

—Ya tuvimos un percance con el Dr. Terkchak que obligó al gobierno a apagar los satélites en lo que la seguridad cibernética eliminaba los videos... Al igual que el incidente de la semana pasada con Luffy y el doctor Chopper, o el de hace unas horas...

—Desconozco si esto seguirá por mas dias o igual que las otras ocasiones, será solo temporal.

La mente de Toshinori era un completo caos. Las palabras de Nezu chocaban con las ideologías que había sostenido durante tanto tiempo... Su visita al director, en lugar de aclarar sus dudas, solo lo había sumido en una confusión aún más densa.

Nezu apoyaba plenamente a la Comisión, creyendo en su objetivo de mantener a los Sombrero de Paja bajo control y al viejo mundo a raya.

Sin embargo, entendía su temor: La inclusión de las razas podría desestabilizar el orden establecido, dando paso a un nuevo régimen, y el desarrollo de esa nueva ideología llevaría al resto de los paises a tomar una repesalia extremista.

La postura de Nezu, aunque distinta, tenía lógica. Él actuaba con el propósito de proteger al país entero, y si fallaban en continuar el equilibrio que han mantenido durante milenios, sabía que el resto del mundo no dudaría en aniquilarlos.

Desconocía si realmente le interesaban los habitantes del viejo mundo... Pero algo le queda claro: Su posición seguía siendo de un heroe, sin embargo; ese héroe solo veía por donde vivía.

Al final, aceptaba en sacrificar unas cuantas vidas a cambio de mantener millones; ya que la desaparición de los mestizos y pura sangre, era mucho menor cantidad que las perdidas que llevaría el no intervenir.

Parecía que su manera de apoyar a las razas habitantes de Japón, era permitir que Bakanee saliera por su cuenta a resolver los asuntos, haciendose de oidos sordos para no verse directamente involucrado.

—Si tan solo ellos permanecieran en su territorio, no nos veriamos en esta necesidad de... desaparecerlos...

Las palabras de Nezu, sacaron al rubio de su trance, molestandolo de sobremanera.

—Se que no estarás de acuerdo en nuestros métodos... Pero debes creerme. Todo está, en lo que cabe; bajo control.

—¡¿BAJO CONTROL?! —Golpeó la mesa con ambas manos, bañando el fino escritorio de caoba con sangre que explotó de su boca.

—¡¿Acaso sabía que usaron el Don de la Doctora?! ¡¿Ya se enteró de que trajeron a Doflamingo?!

Nezu permaneció callado. Dejandole que el expresar su frustración en voz alta, le hiciera entender mejor lo que estaba pasando.

—Sombrero de paja es el menor de los problemas ahora...

—No estaba enterado que habian hecho uso de su don... El nombre de Doflamingo no formulaba en la lista de prospectos...

—Creí que elegirían a alguien mas conciente como Kizaru o Fujitora... Incluso Kuzan. Aunque la mejor elección sería Garp; pero lo descartaron por su relación con el joven Capitán. —Comenzó a analizar de una manera metodica.

El saber que Nezu estaba tan informado le revolvió el estómago y le hizo apretar los dientes con indignación. ¿Hasta dónde llegaban los ojos y oídos del Director?

La sensación de traición se hizo aún más sofocante. No solo estaba lidiando con enemigos externos, sino que ahora debía cuestionar a sus propios aliados. Y lo peor de todo... ya no estaba seguro de quién era realmente el enemigo.

—Director... Lo lamento... No puedo confiar en usted ni en sus palabras... —Expresó retrocediendo un par de pasos, listo para partir y dejar de escucharle.

—Lo entiendo... Y no te culpo por ello. —Hizo una pausa, midiendo sus siguientes palabras.

—Decisiones importantes se tomaron aquel día. El metraje del museo se había filtrado, lo que haría que el vínculo escapara... Así que tuvimos que una decisión arriesgada. —Confesó sin dar detalles de cual era, o quienes se refería. ¿Quienes mas estaban involucrados?

—All Might, tienes años de experiencia... Tu sentido de justicia y tus instintos son inigualables. Confía en tu intuición. —Expresó con una seriedad que rara vez mostraba antes de que saliera por la puerta.

Sin embargo, esas últimas palabras lo hicieron detenerse en seco. Sus ojos se abrieron completamente, y su cuerpo quedó paralizado.

—¿Qué dijo?

—Eres capaz de ver más allá que nosotros cuando se trata de la pureza de las personas... Igual que lo hiciste con esa banda. Confía en tu intuición.

El director acarició su Den Den Mushi, distrayéndose un momento mientras lo alimentaba con unas hojas frescas.

—Por cierto... ¿Sabes qué más puedo darle además de lechuga? —Preguntó con una sonrisa cambiando completamente de tema, lo que inquietó al héroe... Nezu no solía tener esos cambios de ánimo, pensando por un momento, que podría tratarse de algun cambio de identidad.

—Director...Murmuró Toshinori, avanzando desconfiando de con quién hablaba.

El Mink, sin perder su compostura, sacó una tarjeta pequeña y la colocó en la mesa.

—Es el número del Dr. Baljeet, por si necesitas que vuelva a eliminar ciertos recuerdos de tu memoria. Sé que estarías más tranquilo y podrías mantener la mente serena con su ayuda.

Toshinori bajó la mirada hacia la tarjeta. Había un número escrito marcado en relieve tan tenue que apenas era visible. Sin embargo, lo que más le desconcertó fue su longitud: No era un número extenso como los habituales de teléfono... Parecía más un código postal.

—"110011"Bastante simple de recordar...

El héroe apretó los labios, sintiéndose sofocado.

—¡¿Quieren que olvide todo esto?! —Reclamó finalmente con su voz pesada, mostrando su coraje.

—Piénsalo. Te recomiendo llamarlo. Siento que te ayudará a tomar decisiones más claras... Insisto... No podemos perder nuestro Símbolo de la Paz.

—¿Es una amenaza?

Se quedó en silencio, sosteniendo el aire en sus pulmones como si al exhalar dejara escapar también una parte de su voluntad. Guardó la tarjeta, sabiendo que cada segundo que pasaba en esa habitación lo alejaba más de cualquier certeza que alguna vez tuvo.

Salió de la oficina aún más frustrado que antes. Sus preguntas de que hacer o que rumbo tomar, no tenían respuesta. Quería confiar en alguien, acudir a los Sombrero de Paja quizá, pero sabía que eso podría ser un error. Robin o Jinbe podrían ayudarle, ellos tenían el conocimiento y la calma para afrontar algo así. Pero Luffy... su impulsividad y su deseo innato de confrontar las injusticias solo empeorarían las cosas.

Los actos impetuosos de ese grupo ya habían provocado la llegada de un Shichibukai, y no podía permitirse que algo semejante o peor volviera a suceder.

Sin un rumbo claro, consideró sus opciones ¿Debería buscar a los chicos? ¿A sus compañeros? Quizás ninguna opción era la adecuada. Una visita a Tsukauchi podría darle algo de claridad. Sansa parecía estar implicado... ¿Pero Tsukauchi sabría algo, tal y como David? Quería creer en su integridad, en su lealtad, pero la duda lo corroía.

Frustrado, presionó sus puños, arrugando la tarjeta, analizando el numero escrito en ella...

Curioso, lo buscó en internet, pero solo daba un Código Postal de la India... Descartando la posibilidad de que fuera un número telefónico como lo había comentado Nezu...

Ahí comprendió que su comportamiento fuera de lugar tan repentino, seguido por la tarjeta; en realidad era algun tipo de mensaje... Un mensaje que no tenía el ánimo de resolver por el momento; y menos tras su decepción con el director. Sin embargo, aun había una versión que desconocía... Por lo que saliendo de la oficina, se dirigió al edificio de dormitorio de maestros.

-_-_Flashback_-_-

Una sombra sangrante y debilitada avanzaba por los oscuros pasillos del escondite del Frente de Liberación Paranormal. Sus pasos eran cortos y elegantes, siempre manteniendo su cabeza erguida, como si las heridas que adornaban su cuerpo no pudieran tocar su orgullo.

Los mestizos adultos reconocieron ese caminar al instante y corrieron a su dirección. Sus rostros se veian preocupados al ver como esa extensa capa negra pintaba tras de si, un camino de ese liquido con fuerte olor a hierro.

Intentaron detenerla, ofrecerle ayuda, vendar sus heridas. Pero ella levantó una mano en gesto silencioso solicitando no se acercaran.

El grupo retrocedió en silencio, abriendo camino para que continuara en dirección hacia aquellas voces en niveles superiores.

Los pasos sonaban en los fríos pasillos, acompañados por el goteo constante de su sangre. El ritmo de su caminar era tan perfecto que parecía una grabación cuidadosamente editada.

Un teniente se detuvo, reconociendo aquel caracteristico paso al instante. Desde una puerta cercana, Skeptic salió, topandose con la silueta herida pero altiva avanzando con la frente en alto.

¡Okasan! ¿Qué haces aquí? —Llamó en un grito susurrado, deteniéndola por los hombros.

A pesar de que su capa al ser oscura no permitía vieran el verdadero daño; al sujetarla tiñó sus manos de rojo, lo que le hizo entender la gravedad de su estado.

—¡Maldición! ¿Por qué no te has tratado aún?

Sin esperar respuesta, la guio escurriendose por los pasillos, hasta llegar a su habitación.

Sus manos temblaban mientras buscaba material para limpiar, suturar y vendar las heridas. El no era un luchador de campo, por lo que no sabía bien como tratar heridos, incluso le intimidaba un poco cierto nivel de daño.

Tan solo se limitó a limpiar lo mejor que pudo, aguantandose las ganas de devolver su desayuno, pero el brazo colgando apenas por un trozo de carne, era un problema que no podía resolver.

—Ya no tengo a dónde ir... Ni quién me proteja. —Susurró arrepentida.

—Estás completamente demente, ¿Lo sabes? —Espetó Skeptic mientras juntaba nauseabundo los profundos cortes de piel en el abdomen de la peliblanca, mientras ella se auto suturaba logrando una union deforme, pues era incapaz de ver lo que hacía.

—¿Valió la pena? ¿Lo conseguiste?

La mujer dejó escapar una leve sonrisa. Su mano temblorosa ascendio hasta su pecho vendado, separando las capas de las mismas hasta llegar entre sus senos, de donde sacó un disco duro.

—¿Crees que me expondría a morir, solo para regresar con la mano vacía?

Skeptic lo tomó con cuidado, con sus dedos temblorosos como si sostuviera un tesoro.

—Puedes conservar lo que necesites, solo dame la ubicación.

—Sí...

—Y Tomoyasu... —Llamó al villano por su nombre, quién tan solo asintió.

—Lo sé. Estoy consciente de las consecuencias.

Skeptic le dio espacio para que terminara de limpiarse y suturar sus heridas, mientras él se sumergía en el archivo. Cada línea de código descifrada le entregaba información de un valor incalculable, tanto para él como para la Liga. Sin embargo, en ese instante, su prioridad era otra.

Como un gesto de agradecimiento, decidió enfocarse en lo que ella más anhelaba: la ubicación del ser que había estado buscando con tanta desesperación.

Cuando finalmente le reveló donde se encontraba, ella quedó en silencio, ¿De que servia saber que su ubicación era dentro de la estela irromplible?... Por lo que skeptic terminó por sugirir una idea.

—Te llevaré con los ejecutivos... —Dijo, guardando el tan preciado disco con llave en uno de sus cajones.

—Prepárate, no son muy amigables. —Advirtió caminando al frente, dirigiendo a la mujer que seguía con su semblante orgulloso.

Un tintineo sonó en la puerta metálica antes de que se abriera, dando paso al interior de la sala.

Spinner, Dabi y Compress, voltearon ante el chirriar de la puerta. Viendo como el hacker tan solo entró sin solicitar algun permiso, acompañado de una figura alta, en un largo manto negro.

—¿Y ese quien es? —Dabi acusó molesto por la intrusión, sacando las manos de los bolsillos.

—Un elemento valioso del ejercito de liberación paranormal... —Presentó retirandole la capucha, mostrando su rostro golpeado con ojos suturados y cabello manchado de rojo, suelto hasta abajo de los hombros. —Aquí la conocemos como Okasan...

Spinner apoyado contra la pared, arqueó una ceja al reconocerla de las noticias.

—Vaya nueva recluta que trajiste... —Murmuró, mirando de reojo a Skeptic antes de fijar su atención en ella. —La gente cree que moriste, ¿Lo sabes?

—¿De qué hablas, Spi...? —Preguntó Twice dejando de ver la televisión para voltear tras de él, en dirección a la puerta. —¡Ah! ¡Es la terrorista! Que jodida te dejaron...

—Impresionante que sobrevivieras a la explosión. —Añadió Compress, jugando con unas canicas, desapareciendo una de ellas como si fuera un acto de magia. —Un acto impredecible de escapismo.

—Buuu... ¿Así qué chiste tiene? —Quejó Twice. —Cualquiera puede lanzar una bomba... Pocos mueren con dignidad para dejar un mensaje. —Expresó dramáticamente, con una luz enfocándose en su acto.

Himiko la miró con un puchero en los labios, pero pronto su expresión cambió al notar algo extraño en la mujer.

La persona que veía frente a ella no era la misma que había conocido: ya no había bromas o jugaba con el sarcasmo, ni siquiera tenía aquella animada energía. Esta vez, parecía completamente diferente: Su postura erguida y orgullosa trataban de imponerse ante un grupo de villanos... Talvez para cubrir su debilidad, o para ser tomada en serio.

La ceniza se fijó en una de las mangas de su ropa, completamente empapada de sangre al punto de gotearm para despues su mirada se detuviera en las suturas que cruzaban su rostro. Parecía que la explosión no acabó con su vida, pero terminó por marcarle de muchas más maneras.

—Skeptic, ¿Por qué consideras tan importante a esta persona como para traerla frente a nosotros? —Rezongó Dabi.

—Bueno... Ella ha sido nuestra principal fuente de información sobre los movimientos de la Comisión.

—¿Y no se supone que ese era tu trabajo?

—Para evitar hackeos, los archivos de la Comisión no están vinculados a ningún tipo de red. Todo se maneja de manera manual.

—Por meses ha sido nuestra principal proveedora, debido a que sus trabajos de infiltración son excepcionales.

—Ni tanto... —Burló Spinner. —Su cara está en todos lados.

—En su defensa, creen que está muerta... Puede seguir en lo suyo mientras se mantenga oculta. —Defendió Compress.

—Ya veo... —Murmuró Dabi, aunque su tono no estaba ni remotamente impresionado.

—Ella no. —Bromeó Twice

—¡NO SEAS INSOLENTE! —Gritó Skeptic, frustrado por la falta de respeto.

—Disculpen la inoportuna interrupción. —Finalmente habló la peliblanca. —Me informaron que podrían conocer a alguien capaz de asistir la situación de mi brazo.

—Queríamos ver si el doctor puede ayudarle. —Pidió Skeptic mientras retiraba la capa de la mujer, revelando un grotesco brazo colgante, con huesos expuestos y piel desgarrada.

—Más que un doctor, creo que necesitas una costurera. —Masculló Twice.

—No creo que siquiera él pueda arreglar eso. —Compress dijo con desdén.

—Entendido. Qué lamentable, pero agradezco su cooperación. —Sin previo aviso, tomó lo que quedaba de su extremidad y con un tirón lo arrancó completamente.

—¿Podrían proporcionarme un bote de basura? A menos que guste conservarlo, Señorita Toga

—¿Qué? —Toga preguntó alarmada.

—No está hablando en serio... —Spinner murmuró asqueado.

—¿De verdad quieres que conserve tu brazo cochino? —Twice apuntó acusatoriamente.

—Permítame asegurarle que mi higiene es irreprochable.

—Olvídalo Dabi. No puedes confiar en nadie que hable de esa manera... Me repugnan los aristocratas. —Spinner continuó, haciendo una mueca de disgusto.

—Iba a comentar que parecía civilizada... Pero lo retiro. —Comentó Compress

—No te dejes guiar por su comportamiento... Está fingiendo. ¿Por qué me ofreces tu brazo? —Acusó, como si fuera una clase de prueba.

—La multitud que se extiende en los niveles inferiores... Cuántos seres de diversas naturalezas, géneros, razas y formas... Cada uno singular en su esencia y dotado de necesidades que le son propias. Hay necesidades que no debemos procurar suprimir, sino más bien, someter a una regulación sabia y mesurada. No hemos de condenar a un ser por las imperiosas demandas que su naturaleza le impone.

—...

—No te entendí ni un carajo. —Twice reclamó a sus compañeros.

—En pocas palabras, dice que no le importa cometa canibalismo si un cuerpo lo exige. —Explicó Spinner

—Solo tomo sangre...

—¿Se restringe a la ingesta de sangre humana, o también contempla la opción de consumir sangre animal?

—La odio con su lenguaje tan rimbombante... —Masculló Twice

—Basta de palabrerías, no has venido aquí para charlar... ¿Quién eres y qué es lo que quieres? —Dabi tomó el mando.

—No poseo una identidad concreta, sin embargo, porto el nombre de Nemo en el bajo mundo.

—¡AJA! ¡Como el pez! ¡Por manca!

—No, más bien por el simbolismo... Es un seudónimo que denota a "Nadie".

—...

—¡Ay, no seas ridícula!

—Twice...

—¿Qué? ¡Actúa como una noble! ¡Una completa Fifí! ¡Es una maldita terrorista! ¡Un criminal! No sé... ¡Actua como tal! ¡Maldice o algo! —Quejó con un puchero cruzando sus brazos en son de protesta, mientras nubecillas de humo salian de su mascara.

—Solo intento ser cortés.

—¡Pues no lo seas!

—De acuerdo... —Ella exhaló fastidiada. —Requiero la ayuda de su líder para una declaración de guerra.

—¡DIRECTO AL PUNTO!

—Parece que si se tomó en serio su rol de terrorista. —Señaló Spinner interesado, con una sonrisa maliciosa.

—Y no me vendría mal un refugio para los próximos días.

—Bueno... No lo sé... Eres aburrida. —Quejó Twice, acercándose a la peliblanca, teniendo que voltear hacia arriba para ver su frente, la cual comenzó a golpetear con el índice.

—Escucha... Si quieres estar con nosotros, mas te vale que tengas algo de humor... Si no puedes ser intimidante, al menos se entretenida...

—Suficiente tengo con este grupo de amargados, para que venga una reinita caprichosa a querer aguadar el show. ¿Capishi? —Finalizó moviendo ambas manos como italiano.

—Mi mas sincera disculpa... No creo que pueda por el momento... Hay mucho pasando por mi cabeza...

—No le hagas caso... Con él es más que suficiente...

—¡¿Qué insinúas Spinner?!

—¿Cuál es tu don? —Dabi cuestionó, ignorando la queja de su compañero.

—Puedo mostrarlo, pero necesitaré que se mantengan en calma.

—¿Por qué no simplemente lo explicas? —Dabi entrecerró los ojos, analizando su comportamiento; pero ella simplemente ignoró su pregunta.

Llevó su mano enguantada a la boca y mordió un plomo que sobresalía de la parte dorsal.

—Porque les será útil. —Concluyó con dificultad para hablar al tener la pieza entre sus dientes, jalando el metal y revelando como estaba unido a un delgado y resistente hilo que acomodó entre los dedos.

Su cuerpo comenzó a emitir grietas de luz que ascendían hasta su cabello resplandeciente; mientras con dos dedos, lanzó la pieza hacia Compress.

El hilo se enredó en el hombro donde iniciaba su brazo metálico, y tiró con fuerza, arrancando lo que quedaba de su extremidad desatando una lluvia de sangre que salpicó a sus compañeros.

Spinner al ver el ataque, preparó sus armas, pero antes de que pudiera reaccionar, una llamarada la alcanzó, envolviendo la atacante por completo.

—¡Esperen! —Advirtió Jin, apuntando a Compress a quién sus huesos comenzaron a regenerarse y crecer, cubriéndose con nervios, músculos y piel, hasta que se formó un brazo nuevo completamente funcional.

Dabi, interesado detuvo su ataque, encontrándose con lo que parecía un cascarón negro que cubría a la mujer, el cual lentamente se fue desintegrando en ceniza brillante, dando como ejemplo; el cómo había logrado sobrevivir a la explosión durante la invasión.

—Puedo sanar a otros, pero no a mí misma. —Explicó, apoyando su muñón sobre la cáscara remanente, permitiendo que las altas temperaturas cauterizaran la herida, despegando su carne quemada, dejando fribras de ligamentos adheridas a la superficie caliente.

—Parece que ya no necesita de un doctor. —Apuntó Spinner, recibiendo ese penetrante hedor a carne quemada.

—¿Eso es parte de tu Don? —Preguntó Compress señalando al cascarón; a lo que asintió para no dar explicaciones que le jugaran en contra.

—Un sanador que puede ser herido... Que mala adquisición para un equipo durante una guerra. —Refunfuñó Twice.

—Peor aún... Un sanador que absorbe el dolor de quien cura. —Confesó ella con un suspiro resignado.

—Igual nos podría ser útil... —Comentó Dabi, observando como Compress podía usar ambos brazos. —Util y desechable...

—No. —Himiko interrumpió.

—Vaya, y pensaba que tendría una amiga de cacería... No me vendría mal una mano. —La peliblanca sonrió, sacudiendo el brazo cercenado, lanzándoselo a Twice.

—¡AH, QUÉ ASCO!

—Querías sentido del humor. —La peliblanca chasqueó los dedos, manteniendo su rostro serio.

—¡PERO NO DE ESE HUMOR TURBIO!

—Dabi... Está mujer se relaciona con All Might. —Advirtió la rubia, ocasionando que todos se pusieran alertas.

—Tiene razón... Conozco a All Might, y he tratado con los héroes de la Academia UA... Mi cercanía con el director me permitió obtener información que les podría ser útil.

—Si los traicionas a ellos, ¿Cómo sabemos que no lo harás con nosotros? —Cuestionó Spinner

—Porque nuestra relación fue solo una fachada para obtener lo que deseaba... Todo al alcance de mi mano y su protección.

—Jeje~ De su mano... —Jin burló con Toga, quien no respondió.

—Y ahora quieres nuestra protección... —Dabi arrastró las palabras, dudando de sus intenciones.

—No hace falta... Sé cómo mantenerme oculta. Necesito algo más de ustedes... Cinco minutos de la habilidad de su lider.

—¿Y qué ganamos a cambio?

—Una declaración de guerra que obligue a la nación a aislarse del resto del mundo... Quieren conquistar Japón, ¿Cierto? Pues entonces asegúrense de que las noticias del país no lleguen a otras naciones. De esa manera, no recibirán apoyo exterior.

—¿Y cómo podemos ser una amenaza si solo nos conocen en un país?

—Una vez que dominen este territorio, podrán expandirse sin problemas. ¿No es esa la intención de su líder? Con el país bajo su control, solo necesitarán que Tomoyasu-san active los satélites, y eso se convertirá en noticia mundial. Pero cuando eso suceda... Habrá sido demasiado tarde...

La mujer extendió su mano cual invitación. —Mejoren sus habilidades, su ejército... Conviértanse en una amenaza real, y entonces... Salgan al mundo.

—Vaya... No pensé que tuvieras algo elaborado bajo la manga. Realmente pensé que eras uno de ellos. —Comentó Toga mas aliviada.

—Y ellos también lo creyeron.


Sundancer aquí con notas:

*La relación de Skeptic, ya se había mencionado desde "Año Nuevo"

* Originalmente este capi estaba pegado al anterior, y el Flashback era en el siguiente... Pero en edición creció tanto que los dividí. Así que solo quedó F una semana.