Capítulo 2: ¿Una mañana tranquila?

El pequeño Samael estaba cómodamente acurrucado entre los brazos y el pecho de su hermano mayor, con una sonrisa estampada en su rostro, aún brillando pero suavemente.

-Dejará de brillar ¿o qué?- Preguntó Azrael tocándose la mejilla con el dedo índice -Será un problema durante la noche si no lo hace-

Joel abrió la boca un par de veces para responder, aunque no salía nada de ella, no sabía qué responder "Debí preguntarle a padre" reflexiono mentalmnte "Aunque esa pregunta es imprudente… posiblemente", miró al pequeño entre sus brazos extrañado, ninguno de ellos había brillado antes, su padre había dicho que era un creador lleno de imaginación y luz, pero eso realmente significaba que brillará por siempre.

Aunque jamás lo admitiría en voz alta, Azrael tenía razón, eso será un problema durante la noche, sobre todo para sus otros hermanos menores como Michael o Leroy que son hipersensibles a ella -Cuando despierte lo descubriremos- respondió finalmente reflexionando.

-Hmp, como digas hermano- murmuró desinteresado el pelinegro -¿Qué haremos hoy? Es decir, tenemos las actividades programadas, pero con el pequeño ahora, ¿Cómo lo haremos?-

Se detuvo un instante, instantáneamente todos sus hermanos también lo hicieron, usualmente Galim se había hecho cargo de los recién nacidos por un tiempo antes que ellos para que pudieran hacer sus actividades sin problemas y poco a poco se iban vinculando hasta hacerse cargo casi completamente, esto era inusual. Su padre los estaría poniendo a prueba, habría olvidado que tenían otras responsabilidades o simplemente estaba tan ocupado con sus planes de creación y expansión que finalmente los dejaría solos en la crianza de ellos mismos aunque incluso él es demasiado joven como para hacerse cargo de todos o la mayoría de sus hermanos, es el administrador y "líder" pero era demasiada responsabilidad, muy abrumador. Sin darse cuenta comenzó a caer en una espiral de pensamientos contradictorios y reflexivos.

-¿Está todo bien Joel?- La voz de Leo lo sacó de sus pensamientos abruptamente, sus hermanos lo miraban fijamente entre preocupados y expectantes.

Suspiro con cansancio -Al menos por hoy continuaremos en lo posible con lo programado… Azrael continúa con la lección de hoy sobre el vuelo con Leroy y Rafael, si bien ya dominan lo básico, no pueden dejar de tener esas lecciones diariamente hasta que estés seguro de que están listos y pueden volar sin supervisión, la seguridad es lo primero- El pelinegro y sus dos hermanitos asintieron -A pesar de que Miguel a penas tiene algo más de una década, debe aprender a leer y escribir, así que Leo encargate de que comience con lo básico hoy, pero no te excedas- Lo miró fijamente como una advertencia, ya que sabía lo estricto que a veces podía ser con los menores -Recuerda que es un niño pequeño así que dale su tiempo y pausas, comienza hoy sólo con una o dos vocales por favor y sólo harán esta actividad hasta el almuerzo, durante la tarde yo me encargaré de él-

-Bien- respondió el peliazul neutralmente, miró al pequeño entre sus brazos y sonrió con dulzura, algo poco usual -¿Te parece si hacemos eso cerca del arroyo de abajo?- El pequeño ojiazul asintió emocionado.

-Vayan a lo suyo, nos vemos en el almuerzo- con las tareas asignadas sus hermanos se fueron -Gabriel, acompáñame-

-Si hermano- Obedientemente le siguió el paso, casi trotando a su lado, ya que los pasos de su hermano mayor son más largos y rápidos, y a pesar de que creció repentinamente aún no controla del todo su cuerpo -¿Qué haremos nosotros?- Le pregunto curioso mientras entraban a la habitación.

-Siéntate a mi lado primero- tomo a Samael con una mano para poder palmear el lugar donde se debía sentar en la cama -Escúchame con atención Gabriel- el menor asintió mirándolo con expectación -Quiero que nos demos un momento para hablar tranquilos sobre lo que significan las palabras de padre. Tú sigues estando a mi cargo, aún eres muy joven, te falta mucho camino por recorrer para ser considerado un adulto joven- Le acarició la mejilla -De hecho con mucha suerte yo lo soy- Un risita traviesa se le escapó al menor -Samael ahora también está a mi cargo y tú me ayudarás con él ¿De acuerdo?-

-Si hermano-

-Pero yo sigo siendo el principal responsable de ambos- Le aclaró -La educación y formación sigue igual que siempre, más adelante incluso tú, Rafael y Leroy puede que ayuden a los más jóvenes con eso pero por el momento ustedes tres necesitan seguir aprendiendo, desarrollando y descubriendo sus propias habilidades con nuestra guía y ayuda que obviamente incluye a Galim y padre-

-Eso lo sé, ¿A qué viene esta charla?-

-No me interrumpas- lo regaño con suavidad -Qué padre nos asignará el cuidado de Samael, significa simplemente que tu me ayudarás con él y que de alguna forma nuestras habilidades y futura tarea en la creación nos vincula. No se lo he preguntado directamente, pero he notado ciertos patrones en las habilidades entre nuestras tres generaciones- reflexiona.

-Ajá-

Suspiro -La cosa es que al igual que Rafael ayuda con cosas básicas a Leo con el cuidado de Miguel, de esa forma me ayudarás, sé que eres algunas décadas mayor que Rafael y por ende puedes hacer más pero sinceramente creo que es mucha responsabilidad aún y quiero que disfrutes de tu adolescencia ¿De acuerdo?- su hermano asintió -Iremos viendo como avanza todo, pero siempre debes preguntarme a mi primero y recuerda que la disciplina está lejos de tu jurisdicción y siempre lo estará, eso en este caso me corresponde a mí o a padre-

-Bieeeen-

-Aunque… Seguramente Leo y raramente Azrael harán algo al respecto de ser necesario- Reflexionó para sí -Pero tú por el momento al igual que Rafael o Leroy tienen prohibido disciplinar a los menores, si pasa algo respecto a Samael debes decirmelo-

-¿Pero eso no me convertiría en un soplón?- Preguntó contrariado su hermano menor.

-¿Quién te…? No importa, Lo importante de esto es que sepas que a pesar de que es nuestra labor cuidar de Samael, en realidad es mi responsabilidad cuidar de él y de ti a la vez y que tú me debes ayudar sólo en cosas básicas siempre y cuando no interfieran con tu propia formación… ¿Lo entiendes?-

-Eres algo confuso para explicarte, pero creo que sí- las mejillas de su hermano mayor se tiñeron de dorado por un momento ante la declaración -Padre lo dejo a cargo de ti y por extensión de mi, porque ya estoy a tu cargo. Por esa razón te ayudaré en sus cuidados básicos más no en lo que se refiere a educación y/o disciplina… ¿Algo así?-

-Claramente lo dijiste mejor- Le acarició la cabeza, ganándose una sonrisa.

-No te preocupes, ni te estreses tanto hermano, puedes contar conmigo para lo que necesites y creeme que conozco perfectamente mi lugar y límites-

-Bien, así que aclarado todo y ya que Samael fue creado hace sólo unas horas y está dormido qué te parece si al menos hasta la hora de la comida volvemos a la cama- su hermano sonrió con complicidad- el día de hoy te debía enseñar a crear portales y/o teletransportarte pero lo podemos hacer en la tarde, al menos la teoría y mañana practicaremos ¿Te parece?-

-Wooooo… eso es genial- sus ojos parecía que habían crecido al menos cuatro veces su tamaño -¿De verdad crees que pueda aprender a hacerlos?-

-Sólo lo sabremos si lo intentamos, aunque hasta el momento Leo no puede crear portales ni teletransportarse, y Azrael sólo puede crear portales, hm, ya lo descubriremos-

-Siiiiiiii-

-Ahora cambiate y vuelve a la cama, puedes dormir conmigo si lo deseas- su hermano asintió feliz, fue a buscar su camisón de dormir, mientras Joel acomodaba al pequeño Samael en su cama para poder hacer lo mismo. Posiblemente Samael dormirá junto a él por unos cuantos años más así como Leo duerme aún con Miguel, definitivamente extrañará su espacio y libertad pero es mejor tener cerca a los pequeños. Una vez listos se acurrucaron uno a cada lado del menor, era tan cálido y grato estar a su lado que no tardaron mucho en dormir.

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Azrael era el hermano inmaduro y divertido en general, pero, en las clases de vuelo era distinto, muy distinto.

-¡Leroy, hazlo de nuevo!- grito desde el aire con algo de enfado -¡Pero está vez al menos con tus ojos abiertos, un par de ellos como mínimo!-

-Si hermano- Respondió rápidamente y volvió a su posición.

El día de hoy les estaba enseñando a detenerse en caída libre, la idea era que aprendieran a detenerse por si caían en un hipotético caso o si necesitaban alcanzar algo antes de que cayera al piso desde una gran altura. Por el momento Leroy debía lanzarse con sus alas plegadas en caída libre desde lo más alto del castillo flotante y al llegar al final de este abrir sus alas para detenerse, dolía un poco pero debía aprender, hacerlo hasta ese punto era seguro, el castillo flotaba sobre la superficie creada por su padre lo suficientemente alto para atraparlo en caso de que perdieran el control. Rafael hacía un ejercicio similar, pero atrapando una pelota que su hermano mayor lanzaba con fuerza hacia abajo, debía atraparla antes de que tocara la superficie inferior y detenerse en ese punto.

-Aquí está la pelota Azy- Jadeo Rafael cansado.

El pelinegro la recibió y la examinó detalladamente -¿No lograste atraparla antes de caer, cierto?-

-Lo siento- se disculpó cansado.

-Una vez más- Lanzó la pelota con fuerza hacia abajo, su hermano se lanzó en picada para tratar de atraparla nuevamente, lo observó con atención, claramente fallaría según su criterio, pero al menor era prudente y se detenía a una distancia segura del suelo -¡Leroy! ¡¿Qué fue lo que te dije sobre abrir al menos un par de tus ojos?!- Gritó enojado ¡Ven aquí, ahora!- su hermano se acercó hasta él avergonzado con la cabeza gacha, no estaba acostumbrado a ser reprendido -Escúchame bien y ¡mírame cuando te hablo!- el menor se estremeció y se obligó a sí mismo a mirarlo con sus dos pares de ojos muy abiertos, estaba rígido a tan solo unos metros él -llevas varios días con este ejercicio y sigues sin abrir los ojos, si vuelvo a ver tus ojos cerrados se acaba esto por una semana para ti… ¿Está claro?-

-Si hermano- respondió con un puchero y sus mejillas doradas por la vergüenza.

-Y eso significa que no te podrás elevar ni un sólo centímetro- el menor asintió -Repitelo- su hermano lo intentó de nuevo, pero sólo abrió un ojo -¡Dije un par, no un sólo ojo! ¡Ven aquí!- Nuevamente estaba frente a él, jugando nerviosamente con sus manos -Suficiente para ti-

-Pero… Pero… Azy-

-Nada de pero, dije un par, así que por una semana estarás fuera- abrió la boca para insistir, pero fue cortado en el camino -¿Quieres que sean más?-

-No hermano- respondió derrotado y avergonzado.

Azrael tomó a su hermano por los hombros -Es por tu seguridad, no puedes hacer este ejercicio si no sabes por dónde vas, debes mirar ¿Comprendes?- le acarició el rostro -Es muy peligroso si fallas, siempre estaré atento, pero tú debes estarlo también- Rafael llegó en ese momento, pero espero prudentemente a que terminara -Lo lamento, pero debo poner limites, así que no hay vuelta atrás, estarás una semana fuera. Vuelve al castillo y no quiero ver que te eleves en este tiempo-

-Si hermano- Respondió triste mirando hacia abajo.

-Rafael, lo intentaremos un par de veces más antes de la comida- extendió su mano para recibir la pelota, la examinó, era evidente que no la había atrapado nuevamente. suspiro y se la entregó -Quiero que la lances tú, yo la atraparé y fijate bien. No es simplemente plegar las alas y dejarte caer por la gravedad, es un equilibrio entre impulsarte con ellas para bajar más rápido y plegarlas para aumentar la velocidad- su hermano asintió - bien, lanza con fuerza-

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Inevitablemente algunas lágrimas rodaron por la mejilla de Leroy, no le gustaba decepcionar a Azy. Estaba frustrado, decepcionado de sí mismo, además había sido regañado y castigado porque a pesar de que no lo dijo con esas palabras era la verdad. Estaba castigado por una semana sin volar por ¿descuidado e irresponsable?, entró a la habitación que compartía con todos su hermanos, sonrió con picardía al ver durmiendo a Joel y Gabriel juntos en la cama de su hermano mayor, se acercó silenciosamente para ver a Samael, ya que debía estar entre ellos, debía pero no lo estaba.

Parpadeo un par de veces para comprobar que estaba viendo correctamente, era real no veía a Samael, dio un vistazo por el resto de la habitación, nada -Oh, oh- Sus pupilas se expandieron y el pánico se apoderó de él, su hermanito recién nacido no estaba en la habitación, "Calma" se dijo a sí mismo "Posiblemente Galim se lo llevó o padre y mis hermanos siguieron durmiendo" tocó el hombro de Joel -¡Hermano, hermano!-

-¿Leroy? ¿Qué sucede?- Preguntó el mayor medio adormilado sentándose, Gabriel también despertó somnoliento en el proceso.

-Eh, bueno… ¿Dónde está Samael?, ¿Galim o padre se lo llevaron?- pregunto preocupado.

-Pero qué dices Leroy, él está ... Aquí- Respondió Gabriel mirando con los ojos muy abiertos donde debería estar su hermano menor, Joel miró el mismo lugar y escaneó la habitación, nada, abrió la boca por la sorpresa.

-Padre va a matarme- Murmuró aterrado, se levantó de un salto -Literal va a matarme, me lo entregó hace sólo unas horas y lo perdí-

Gabriel se levantó de un salto también con preocupación -¿Leroy, no lo viste de camino aquí? ¿La puerta estaba cerrada o abierta?-

Su hermano levantó una ceja, qué clase de pregunta era esa, claramente no lo vio de camino al cuarto aunque "¿Realmente lo hubiese notado?" estaba demasiado sumido en sus pensamientos como para notar algo después de todo -No lo vi- respondió al final -y la puerta estaba… abierta-

Sus hermanos se miraron por unos segundos con pánico, estaban en problemas, debían encontrarlo lo antes posible, no solamente para evitar un castigo épico sino que por la seguridad de su hermano, para un pequeño ángel como él muchas cosas podían ser peligrosas, a esa edad su regeneración era lenta y su piel sensible.

Claramente su padre se enteraría de lo sucedido, eventualmente, pero el regaño y/o castigo serían muy distintos dependiendo de si lo encontraban o no y si no se dañaba. Joel se estremeció un poco al pensar en las consecuencias, sobre todo si no lo encontraban y se dañaba.

-Leroy- Tomó las manos de su hermano con ojos esperanzadores- ¿Puedes encontrarlo con tu habilidad?-

Su hermano reflexionó por un momento -Lo intentaré, pero no he estado el suficiente tiempo con él como para registrar y memorizar su esencia- respondió antes de cerrar sus ojos y concentrarse, no estaba seguro cómo buscarlo. Con el resto de su familia era fácil, ya conocía perfectamente su esencia. Buscó primero a su padre y a Galim por si estaba con ellos, nada, estaban con unos pergaminos en la oficina de su padre. Era improbable, pero busco a Leo, tampoco estaba con ellos, sus hermanos estaban en la superficie de abajo al lado de un arroyo como había dicho su hermano. "Piensa, piensa" se dijo a sí mismo, "Cuando lo vi junto a padre que sentí… luz, era brillante… calidez… tranquilidad" Reflexiono y trato de buscar eso, busco… busco y -¡Lo tengo!-

Gabriel lo zamarreó un poco con nerviosismo -¡¿Dónde?!-

-Auch- Se quejo, le dolió el agarre repentino -Está en el cuarto de baño, cerca de…- antes de terminar la frase Joel había desaparecido.

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Trás escuchar a Leroy se teletransporto sin dudarlo al cuarto de baño, no tardó nada en ver a su hermano que brilla, peligrosamente cerca del agua, se teletransporto de nuevo atrapandolo a sólo centímetros de que cayera al agua -Te tengo- lo tomó entre sus manos y lo levantó para observar bien, no estaba herido ni mojado, milagrosamente, suspiro con alivió. El menor ladea la cabeza desconcertado mientras lo observa con atención.

De preocupado paso a enojado, con un gran esfuerzo pudo evitar gritarle -No vuelvas a hacer algo como eso nunca más- Su hermanito parpadeo un par de veces tratando de entender a qué se refería -¿Me entiendes? Samael- el menor negó con la cabeza, no era de extrañar nacían con un conocimiento limitado. Suspiro con cansancio -supongo que tendré que explicártelo lentamente y con un lenguaje sencillo para que comprendas los peligros de salir sin supervisión- suspiró, los teletransporto a ambos de regreso a la habitación, pero ahora sus hermanos no estaban solos.

Su padre estaba con ellos, "oh, oh", no estaba feliz nada feliz, trago saliva y por un momento dejó de respirar -¿Padre?-

-Hola hijo mio- extendió sus manos para tomar al menor, lo reviso con cuidado -Me preguntaba porque Leroy nos había buscado a Galim y a mí hace un momento, vine a preguntarle pero se quedó congelado sin responder -Lo miró fijamente -¿Me puedes responder tú?… hijo-

-yooo-

-sí, te escucho-

-Yo le pedí que buscará a Samael- Trigo saliva, era mejor decir la verdad -como estaba dormido decidí que con Gabriel debíamos acompañarlo, pero nos dormimos sin querer y sin darnos… cuenta… Leroy llegó y no estaba nuestro hermanito- Confesó nervioso, prefirió omitir por el momento que su hermano casi se ¿moja? ¿ahoga?, por suerte llego a tiempo.

Su padre suspiro -Comprendo, comprendo- le entregó a Gabriel al menor-Gabriel, Leroy, Galim está en la cocina preparando el almuerzo, vayan con él y ayudenlo si así lo requiere-

Ambos hermanos se miraron, luego miraron a Joel quien asintió -Sí padre- respondieron al unísono antes de marcharse.