Capítulo 13: Pos escapada

El Padre Celestial sintió peso en su pecho, abrió los ojos y vió a sus pequeños retoños escapistas durmiendo cómodamente sobre él, se veían realmente tiernos. Samael abrazaba protectoramente a su hermana y ella estaba cómodamente acurrucada entre sus brazos. Les acarició la espalda, "realmente son pequeños" reflexionó.

Sus hijos mayores tuvieron éxito, sometieron sin mucha dificultad al invasor, Joel obtuvo la información necesaria. Era un explorador, en búsqueda de un lugar donde asentarse para una futura invasión. Cuando vio a los menores pensó en llevar sus cabeza a Ro, recordar eso provocó que le dieran ganas de vomitar, habían estado en peligro real.

Los abrazo, afortunadamente les había enseñado por separado a crear una barrera y les había comentado que al combinar sus poderes sería más fuerte. Al menos lo escuchan, aunque ahora que lo reflexionaba nunca los hizo practicar aquello y ciertamente para poder resistir un ataque así requerían mucho entrenamiento y coordinación.

Los miró con sospecha, "¿qué más podrán ocultar?".

Ambos se movieron, cada uno se acurrucó en uno de sus brazos "adorables" pensó con ternura.

"Cuando terminen sus castigos tendré que enseñarles a defenderse con sus habilidades" reflexiono, tendrá que enseñarle a su hija a destruir a la distancia y su hijo a usar sus creaciones de forma inteligente para retener a un enemigo, ciertamente le es difícil imaginar a su pequeña estrella brillante dañando a alguien.

Su pequeño se movió sobre su pecho suavemente, lentamente parpadeó un par de veces hasta que su mirada se fijó en su Padre, se quedó pegado unos minutos analizando aún medio dormido y poco funcional la situación. Su expresión adormilada cambió dramáticamente -Pa… Padre- murmuró algo asustado, rápidamente se deslizó al colchón -Lo siento- bajó la mirada -No volverá a ocurrir- No deseaba mirar a su progenitor después de lo ocurrido la noche anterior. Aún sentía algo de temor, cuando su padre levantó la mano el cerro los ojos esperando un golpe que nunca llegó, pero aún así se mantuvo erguido con los ojos cerrados en esa posición.

-Samael- acaricio su mejilla, al ver esa reacción sintió un vacío y culpa, sin embargo, sabe que actuó bien porque no pueden volver a hacerlo -Mi pequeña estrella brillante… No me temas… no te haré daño-

El menor tragó saliva, estaba dudoso, pero aún así decidió mirarlo nuevamente -¿Ya no estás molesto Padre?- se atrevió a preguntar tímidamente.

-Cada vez menos- respondió con simpleza -Ustedes ya fueron castigados por sus acciones, así que no deben temer… sólo espero que realmente hayan aprendido la lección y no repitan nada parecido a esto- levantó las cejas del lado derecho.

Volvió a bajar la mirada -No volverá a ocurrir Padre-

Acarició la cabeza del menor -Eso espero-

Su hija menor se acurruco en el centro de su pecho, lentamente abrió sus ojos de color dispar y al verlo sonrió -Buenos días papá- le dio un beso en la mejilla, eso lo sorprendió y le agrado, sentía que se derretía. Algo aletargada miró a su alrededor -¡Samy!- encontró lo que buscaba, con delicadeza se lanzó sobre él -Bueno días hermano-

-Buenos días hermana- correspondió al saludo extrañado por la felicidad de su hermana "¿No recuerda lo que ocurrió ayer o qué?", aún así la abrazo, bajo las mantas ella se acurruco junto a él y volvió a dormir "Que rara es". Incluso su padre la miraba extrañado.

-Escucha mi pequeña estrella brillante- Su hijo lo miró con atención, una suave y tímida sonrisa se dibujó en su rostro, que lo llame así significa que ya no esta molesto en realidad -Aún es temprano, pero debo ir a ver unos asuntos- Le revolvió el cabello con suavidad -Quédense aquí, descansen un poco más… Le dire a sus hermanos que vengan a buscarlos para que bajen a desayunar-

-Sí Padre- está vez sonrió nervioso, sus hermanos estaban muy molestos la noche anterior, no recordaba haberlos visto así. Gabriel nunca antes le había jalado su oreja y mucho menos a su hermana, a veces lo regaña pero a su hermana jamás. Por otro lado Joel, se estremeció al recordar su mirada, "Estoy muerto" pensó, era la primera vez que lo veía así de enojado, si bien anteriormente si le había dado una bofetada, esta vez fue mucho más fuerte y además también golpeó a su hermana, ¡a su hermana!. Definitivamente no quería verlo, pero no podía huir.

-Samy… Samy- Salael movía la mano frente a la cara de su hermano -Samy regresa- lo movió.

-¿Eh?... ¿Sally?-

Ella lo abrazó -Padre ya se fue y no te percataste- se apegó más a él -Supongo que no te diste cuenta de que a pesar de que anoche nos castigó duramente y que dolía demasiado… hoy no duele nada- su hermano parpadeo -Supongo que él mismo nos sanó cuando dormíamos-

-Es cierto… cuando castigó a Mike, en la mañana siguiente seguía doliendo mucho y Raf lo sano- la abrazo -No creas que eso significa que podremos hacer lo mismo de nuevo-

-Eso lo sé- finalmente emergió de las mantas -Sólo te lo comento porque encuentro tierno de su parte, a pesar de las circunstancias, que nos haya aliviado-

Rodó los ojos -Supongo-

-Por cierto- ella se acercó a su rostro y lo miro a los ojos -Aquí fue donde te vi la primera vez- beso su frente y se alejó.

Él sonrió -Es cierto… tengo vagos recuerdos de cuando éramos más pequeños pero si recuerdo que esa noche todas las luces y las estrellas dejaron de emitir luz… Me trajeron aquí y vi algo que se movía bajo las mantas y apareciste- suspiro -Literalmente sólo por medio día fui el menor de la familia-

Ella le aplasto la cara con la mano -Tonto… jiji… sigues siendo el menor porque yo soy la menor-

-Supongo que tienes razón… ji ji- el rubio se sentó y miró alrededor, realmente la habitación de su padre y todos los muebles son gigantes -¿Crees que alguna vez seamos tan grandes?-

-¿Quien sabe?... Leo es el más alto y con suerte alcanza el pecho de Padre- Reflexiono.

Siguieron hablando animadamente hasta que escucharon que la puerta se abría, se congelaron.

Joel y Azrael ingresaron con ropa entre sus manos, sus caras no estaban felices, era evidente que se estaban conteniendo. Ambos tragaron saliva nerviosos, se bajaron sin mucho ánimo de la cama.

-Bue… buenos días… hermanos- los saludaron nerviosos con un tono suave.

Azrael bajó hasta la altura de ambos, los examinó con la mirada de pies a cabeza -¿Ese monstruo los lastimó?- ellos se miraron extrañados -Me refiero al monstruo que los encontró cerca de la nebulosa… ¿Alcanzó a lastimarlos?- Ambos negaron con la cabeza -Oh… eso el bueno- Estaba aliviado, los abrazo a ambos a la vez -Nunca jamás en sus vidas hagan algo así… salir de noche, no solo del castillo si no que ir al espacio fue algo extremadamente arriesgado y peligroso- los soltó con suavidad y tomó sus manos -A pesar de que rompieron las reglas… debo reconocer que actuaron rápido al crear esa barrera y muy fuertes porque pudieron resistir… pero- le dio a ambos un suave golpe con los nudillos en la cabeza.

-Ouch-

-Aún así estoy molesto con ambos… No vuelvan a asustarnos así-

Ambos bajaron la mirada -No volverá a ocurrir-

Joel tocó el hombro de su hermano pelinegro, él captó la señal, se levantó y retrocedió unos pasos para darle espacio. El rubio mayor se cruzó de brazo evidentemente molesto -¡Ustedes dos!- Cerró los ojos unos segundos, respiró profundo -Lo que hicieron ayer no estuvo nada bien, las reglas existen por algo, ustedes las rompieron… Y sin esperarlo se pusieron en peligro- ambos bajaron la mirada, pero él con sus dedos levantó sus mentones para que lo miren de nuevo -Al igual que Az estoy molesto con ustedes… Pero a la vez aliviado de que estén bien- les revolvió el cabello -Supongo que Padre ya los castigó y regaño como se debe-

Ambos tragaron saliva -Así es- respondieron avergonzados.

-Bien… Espero que hayan aprendido la lección y no vuelvan a hacer nada similar… Porqué la siguiente vez Padre no será el único que los castigue- su hermano mayor los amenazó directamente a su altura mirándolos a los ojos.

Azrael imitó a su hermano y se puso a su lado -Así es enanos, por esta vez lo dejaremos pasar… Pero la siguiente vez como los encargados de ustedes dos- les tocó la frente a ambos con sus dedos índices -Nosotros también los castigaremos… Obviamente Joel a Samael y yo a ti Salael… y creanme no quiere eso-

Los menores abrieron sus ojos con horror -¡Claro que no!-

El pelinegro se levantó satisfecho -Estan advertidos-

-Como sea- Joel cambió su expresión a una más relajada -Padre quiere vernos en su oficina antes del desayuno, así que les trajimos ropa- se las mostró -Deja que te ayude Samy.

El rubio menor sonrió -Claro- a pesar de la amenaza, estaba feliz porque su hermano no lo castigaría y le gustaba ser consentido.

Por otro lado, la menor tomó la ropa antes de que su hermano se ofreciera para ayudarla y sin decir nada se fue a cambiar detrás de una mampara de tela que tiene su padre en la habitación.

-¿Qué?- Azrael estaba algo desconcertado, aunque en realidad desde hace un tiempo ella siempre está lista antes de que el despierte y se baña antes que ellos por las noches, así que no la ha ayudado desde hace mucho.

Cuando ambos estuvieron listos fueron a la oficina de su padre, los menores estaban nerviosos.

-Tomen asiento- Les indico cuando entraron.

Sólo habían dos asientos, así que los mayores sentaron a los menores, sin embargo, ellos se levantaron de forma coordinada. entonces captaron lo que pretendían, se sentaron y sus hermanitos se sentaron en sus regazos.

-Dinos Padre- pidió Joel respetuosamente, la curiosidad lo carcomía.

-Bien… con lo sucedido anoche- entrelazo sus dedos y apoyó su mentón en el dorso de sus manos -Me temo que tanto Samael como Salael tiene prohibido volver a dormir solos hasta nuevo aviso-

-Lo siento- murmuraron ambos, sabían que a sus hermanos mayores les gustaba volver a su independencia.

-Soy consciente- continuó su padre -que no es justo para ustedes dos, pero hasta que no esté seguro y confié al cien de que no volverán a salir de noche, me temo que es lo mejor-

Eso los decepcionó un poco, pero era esperable -No hay problema Padre- respondió Joel por ambos.

-Ambos están castigados por dos semanas- los menores se miraron de reojo, estaban seguros que había dichos dos meses -Usualmente, el castigo consiste en no salir de sus habitaciones o de casa, sin embargo -Sonrio -Me temo que esta vez tendrá que ser diferente, no los dejaré 'solos'... ¿Quién sabe que se les podrá ocurrir?-

-¡¿Qué?!- sus hijos menores estaban desconcertados y preocupados.

-Samael- lo miró directamente -Por un lado tendrás que acompañar y ayudar a Joel o Gabriel en sus tareas administrativas- el menor puso cara de horror, odiaba las reuniones y esas cosas -Por otro lado, Joel escogerá un libro de nuestras reglas y tendrás que leerlo- sentenció, la cara de su pequeña estrella brillante le causaba gracia -cuando se cumplan las dos semanas Joel debe hacerte una prueba, puede ser oral o escrita… si tienes todas las respuestas correctas tu castigo terminará ahí, si te equivocas… estarás castigado una semana más y volverás a hacer la prueba, si fallas nuevamente se agregará otra semana más y así sucesivamente-

-Pero Padre…- el menor trató de oponerse.

-Sin discusión Samael… ese es un castigo adecuado para ti-

Inflo los cachetes de forma infantil -Jooo- Joel no pudo evitar reír, aunque con suavidad.

Su mirada ahora se fijó en su pequeña, su castigo debía ser distinto, ya que sus gustos son diferentes. Lo que es un castigo para él para ella no -En tu caso Salael, por estas dos semanas tienes prohibido leer y acercarte a la biblioteca- ella abrió los ojos como platos -Confiscare todos tus libros, pergaminos y cuadernos… No escribirás nada-

-¡Qué!... Pero papá…-

Levantó su manos en señal de que guarde silencio -Está dicho, se le avisará a tus hermanos, si eres sorprendida desobedeciendo al igual que con tu hermano se agregará otra semana de castigo general- ella apretó los labios, evidentemente molesta -El resto de tu castigo consiste en ayudar a tus hermanos en sus quehaceres diarios del hogar- evidentemente eso no le gusto -Los ayudarás a ordenar y limpiar, durante la preparación de las comidas los asistirás en lo que te pidan… Como no están durante todo el día haciendo esas cosas, el resto del tiempo asistirás a Galim-

"Galim es aburrido" pensó la menor, estaba molesta, pero está vez aceptaría sin negociar.

-Estos castigos son adecuados para ambos… Sé que Samael ayuda regularmente a sus hermanos en los quehaceres y le gusta ayudar a Galim… Por otro lado sé que Salael ayuda usualmente a sus hermanos en sus labores administrativas por simple gustos en sus ratos libres- sonrió -Así que el castigo perfecto para ambos es hacer lo que al otro le gusta, que es lo que a su vez detestan-

Azrael lo miró con real admiración -Wooo- Nadie hubiese esperado aquello.

-Cuando terminen sus castigos- miro a Joel -Necesito que se reajusten sus horarios, necesito media jornada adicional con ambos por separado y media jornada con ambos juntos… en vista de lo sucedido ayer les enseñaré a usar de forma adicional sus habilidades para que puedan defenderse- Los menores sonrieron -Sinceramente espero que no vuelvan a correr peligro y que no lo necesiten, pero deben aprender a defenderse-

-No te preocupes Padre, ajustare los itinerarios de ambos- contestó Joel.

Disimuladamente Azrael le tocó el hombro a su hermana, sus miradas se cruzaron y ella entendió -Papá- La menor levantó la mano para captar su atención, aunque sólo por llamarlo así ya tenía su atención. No perdería esta oportunidad, así que lo miro a los ojos y usó su mejor voz y expresión -Eso quiere decir… ¿Qué al fin podré aprender a luchar-

Su padre estaba embelesado -¿A qué te refieres mi pequeña estrellita?- Joel se puso tenso, Azrael sonrió satisfecho.

Ella prosiguió -Es que…- Uso su mirada de pseudo víctima -Mis hermanos, tanto Joel como Leo, no me quieres enseñar a luchar porque soy una niña-

-¡¿Qué?!... Ese no es el motivo- El rubio mayor estaba horrorizado.

-Entonces… ¿Cuál es el motivo hermano?- preguntó Azrael abrazando a su hermana compasivamente.

Las mirada se centraron en él -Es muy pequeña aún-

-No me digas- el pelinegro estaba dispuesto a rebatir -Con pequeña te refieres a edad, porque tiene la misma que Samy y él lleva bastante tiempo en esas clases y si te refieres a estatura… ¿Cuánto esperas que mida? Sabes que su tasa de crecimiento es menor, sin embargo, tampoco es tan baja… Además te aseguro que es la más madura de su generación- Miró a su hermano menor.

-Es verdad- Samael no tiene problema en admitirlo.

-En sus estudios con Uriel en poco tiempo los adelantó a todos, incluso a Leroy que iba mucho más adelantado y los terminó mucho antes- Iría con todo, no seguirán menospreciando a su pequeña hermanita -Si no me equivoco Mike y Samy aún tienen clases con Uriel- el menor asintió con pesadez -Y te puedo asegurar que ella no se pondrá a pelear por cualquier cosa con sus hermanos- Metió el dedo en la llaga, es sabido que los dos menores pelean a golpes o juegan bruscamente desde que comenzaron las clases de Samael.

Joel estaba dorado, era difícil saber si estaba molesto o avergonzado - Az… ¿Cómo…-

-¡Suficiente! No pelearan en mi presencia-

-Lo siento Padre- el mayor se disculpó, pero miro molesto a su hermano de reojo.

El Padre Celestial suspiro mirando los encantadores ojos de su pequeñita -Es importante que aprendas a defenderte y que aprendas a luchar… sinceramente pensé que ya estabas aprendiendo- Le dio una mirada reprobatoria a Joel, su hija levantó su mano, suavizo su mirada -¿Si mi pequeña?-

Esta vez usó una mirada tímida -¿Puedo pedir algo más?- él asintió -¿Puede enseñarme Camael?- Eso los tomó por sorpresa. La verdad es que ella había hablado con Camael sobre esto después de que Mike la inmovilizó, le había explicado la situación y su frustración, así que le pidió ser su aprendiz, ella aceptó -Es evidente que a mis hermanos mayores les incomoda enseñarme por mi género… Camael también es una chica, es una arcángel de alto rango, la arcángel guerrera por excelencia y se encarga del ejército como su comandante hasta que Mike pueda tomar el puesto-

-De acuerdo- No encontró fallas en su lógica -Joel habla con Camael-

-Sí Padre-

-Bien ahora retírense y bajen a desayunar… No se preocupen por mi, Galim me lo traerá, tengo cosas que hacer-

Sus hijos se levantaron, los mayores se reverenciaron -Sí Padre-

-Nos vemos padre- Samael le sonrió.

Salael se acerco y lo abrazo -Gracias papá-

Él sonrió -De nada mi pequeña estrellita- beso su frente -Mi pequeña estrella brillante acércate- el menor obedeció y también besó su frente, les revolvió el cabello divertido -Después del desayuno comienzan sus castigos… suerte-