Capítulo 16: Con el Padre parte 1

-¡Hey… Regresa aquí… No debes molestarlo!-

El Padre celestial levantó las cejas de su derecha -¿Pero qué sucede?- escuchó el batir de alas y unos pasos firmes cada vez más cerca, dejó sus papeles de lado dispuesto a averiguar lo que sucedía fuera de su oficina. Antes de levantarse la puerta se abrió abruptamente, Samael entró volando velozmente con varios pergaminos entre sus brazos.

-¡Padre… Padre!- se veía acelerado y agitado, antes de llegar a su escritorio su hijo mayor apareció detrás y lo atrapó.

-¡Te tengo!- Estaba agitado y algo molesto, había perseguido a pie a su hermano menor desde el tercer piso, estaban ahora en el sexto, volar dentro del castillo para él es difícil a diferencia de su hermano que es más pequeño. Se congeló al notar la cara desconcertada de su Padre, sus mejillas se tornaron doradas por la vergüenza -Yoooo… ¡Lo siento Padre!-

Suspiró sonoramente cerrando los ojos por un par de segundos -¿Qué está sucediendo aquí?- sus dos hijos seguían congelados en la misma posición pero parpadeaban rápidamente, suspiro con cansancio -Ambos tomen asiento y expliquenme de que se trata todo esto-

-Yo sólo quería venir aquí y mostrarte algunas ideas Padre- habló rápidamente el menor apenas fue liberado.

Joel lo jalo de la túnica hasta la silla -Siéntate Samy- prácticamente gruñó.

El menor emitió un suave quejido al caer abruptamente en la silla -Eso me dolió- se quejó en voz baja inflando sus cachetes.

-Si te hubieses sentado como Padre dijo no te dolería- Rebatió su hermano.

-Si no me hubieras jalado tan fuerte no me dolería- contra argumento Samael, provocando cierto enfado en su hermano.

Antes de que la discusión escalara decidió terminarla -¡Silencio los dos!- Los miro con el ceño fruncido, ambos se pusieron rígidos de inmediato -¿Cuántas veces les he dicho que no deben pelear ni discutir? Mucho menos en mi presencia-

-Perdón Padre- ambos se disculparon claramente avergonzados.

-Ahora… Le daré a ambos la oportunidad de explicarse y no quiero que se interrumpan… ¿Está claro?-

-¡Sí Padre!- respondieron ambos.

-Bien- suspiro -Samael ¿Qué ocurrió?-

El menor miró un segundo a su hermano mayor que se veía algo enfadado, sabe que su hermano mayor está a cargo de él y es responsable de su educación y comportamiento, pero sigue siendo su hermano, su autoridad no es superior a la de su Padre aunque suele actuar como tal -Desde la última vez Padre, he tenido varias ideas, las escribí y dibujé en estos pergaminos- Levantó los rollos que tenía entre sus brazos -Joeh me preguntó a dónde iba… Le dije que aquí para mostrarte mis ideas- Tomó aire -Me dijo que ahora no porque estabas ocupado…-

-Así que te escabulliste y saliste volando de la habitación- Lo interrumpió Joel irritado -Te he perseguido desde el tercer piso corriendo-

-Sí… Eres bastante rápido en realidad o ¿Yo muy lento?- Reflexionó el menor tocando su mejilla con el dedo índice.

-Joel… Creí haber dicho sin interrupciones- Su hijo mayor bajo la mirada avergonzado, lo miro seriamente -Vuelve a tu habitación hijo- Miro al menor -Por está vez dejaré que te quedes Samael… No quiero que algo como esto se repita… va para ambos-

-Sí Padre- Respondieron ambos. Joel se levantó, se reverenció ante su Padre y antes de abandonar la habitación le dio una última mirada a su hermanito, mirada que angustió un poco al menor.

El Padre celestial cerró los ojos unos segundos y suspiró -Ven aquí mi pequeña estrella brillante- Se alejó un poco de su escritorio con la silla. El menor sonrió y brilló un poco, rápidamente bordeó el escritorio, se sentó en su regazo y dejó varios pergaminos sobre la mesa. Antes de que comience a hablar sobre sus ideas, porque después no se detendrá, prefirió dejar algunas cosas claras -Samael- Su hijo lo observó con atención -Sabes que aprecio mucho tus ideas, de hecho la mayoría las he realizado y adoro tu compañía, sin embargo, sabes que estás a cargo de tu hermano mayor y no es correcto que lo desobedezcas-

-Pero…- su Padre levantó su mano en señal de que guarde silencio, bajo la mirada mordiendo su labio inferior, movió sus pies, de todas formas habló -Pero dijiste que podía venir en cualquier momento- susurro.

Lo abrazó con ternura y revolvió su cabello -Lo sé hijo-

-¿La autoridad de Joeh acaso es superior a la tuya?- Se atrevió a preguntar, estaba confundido.

Esa pregunta lo descolocó un poco y de cierta forma le encontró lógica, comprendió entonces la confusión del menor -Mi autoridad es absoluta… Tu hermano es la autoridad en mi ausencia y cuando estoy trabajando en algún proyecto, además estás bajo su cuidado-

-Entonces- Ahora estaba más confundido -¿Qué debo hacer?-

Pensó un momento -Hablaré con Joel, le diré que estás autorizado a venir siempre y cuando: No interrumpa tus lecciones; no sea la hora de alguna comida o de dormir; No esté en reuniones; No esté pasando tiempo con alguno de tus otros hermanos porque no sería justo para ellos y yo este en la oficina del castillo- Acaricio su mejilla -¿Están claras las reglas?- Su hijo asintió y sonrió -Muy bien… ¡Ah! Casi lo olvido… No quiero que vuelvas a hacer que tu hermano te persiga por el castillo, es peligroso para ambos- Le dio una mirada de advertencia -No debes desobedecer a tus hermano mayores-

Bajo la mirada nuevamente -No volverá a ocurrir Padre-

-Eres un buen niño- Revolvió su cabello -Ahora dime… ¿Qué maravillosas ideas me traes?-

-La primera idea es para mi hermana- Sonrió mientras desplegaba uno de los pergaminos, en ella habían varias criaturas aladas coloridas -Ha estado algo triste últimamente- Su voz alegre cambió a una más melancólica -Casi no sale de la habitación de Azy, si sale nos evita… Va a las comidas, pero parece ausente y está comiendo poco- Con ojos preocupados miró a su Padre -¿Sabes lo que le ocurre?... Azy no lo sabe y ella no me quiere decir- Apretó los puños algo frustrado -Dice que imagino cosas y que está bien… Pero séque no es así, a míno me engaña-

Esa información lo descolocó un poco, Azrael no le ha informado nada al respecto y él ha estado tan ocupado que tampoco se había percatado. Pensó un momento -No lo sé en realidad… Pero hablaré con ella, así que no estés triste mi pequeño… Por favor continua-

Asintió con una sonrisa -Joph me comentó que algunas flores no pueden pola… no… polozar…. No… eh… Poli algo… mmm-

-¿Polinizar?-

-¡Si!... ¡Eso!... Polinizar bien, así que se me ocurrió, ya que a mi hermana le encantan las flores y los colores- Su mirada adquirió un brillo de entusiasmo -Crear una criatura pequeña con alas coloridas que ¿Polinice?... ¿Está bien dicho?- su Padre asintió -Que polinicen las flores… Si bien deben ser pequeñas, pueden tener diferentes tamaños al igual que los patrones de colores y diseños de sus alas… ¿Te gusta?-

Sonrió ante el ingenio y generosidad del menor, hay detalles más técnicos que su hijo aún no maneja pero él puede resolverlos con facilidad -Por supuesto, con esta idea resuelves dos problemáticas… Bien hecho mi pequeño creador- Revolvió su cabello.

Sonrió complacido -Gracias Padre… Ya Quiero que Sally las vea-

-Yo también… Pero dime… ¿Qué más tienes?- Preguntó al observar tres pergaminos más. La siguiente idea era otro polinizador, pero este con alas transparentes un cuerpo más redondeado algo peludo de colores anaranjados y negro en rayas, ya que hay distintos tipos de flores penso en esta forma para aquellas de acceso más dificil para el anterior. Además, estás pequeñas criaturas vivirían en comunidad y podrían crear una sustancia dulce. Una idea bastante alocada, pero le encantaba -También me gusta… ¿Qué más?-

Desplegó el tercer pergamino -Este es otro pola… no… polinizador-

-Se parece un poco al primero- Analizó el dibujo, era muy parecido pero sus alas no eran coloridas y las antenas eran más 'peludas' -¿Por qué dos iguales?-

Su hijo sonrió mostrando los dientes -No son iguales Padre… Este poli… polinizador hará su trabajo de noche-

Su Padre parpadeó "Eso si es una sorpresa", acarició su cabello con orgullo -Lo has pensado muy bien ¿no?-

-Ji ji… Es qué… hay flores que sólo abren de noche y los otros polinizadores… ¡Al fin lo pude pronunciar a la primera!- sonrió - Los otros polinizadores deben dormir, así qué es mejor tener otro que haga el trabajo de noche… y como es de noche no necesita ser taaaan colorido-

-Realmente te has lucido mi pequeño- Tomó el último pergamino con curiosidad -¿Este también es un polinizador?-

Negó con la cabeza emitiendo un monosílabos -Mm- Abrió el pergamino y en él había un ave con patas palmeadas y pico aplanado -Está ave… además de poder volar… puede nadar-

-Un ave que nada… ¿Por qué necesita nadar?- Eso era extraño.

-Porque- Levantó su dedo índice -Está ave puede comer peces y para hacerlo necesita nadar… Es un ave porque se puede mover de una fuente de agua a otra con facilidad… En la última clase Uri (Uriel) Nos habló del ciclo de la vida y de la cadena trófica… Ari me comentó hace poco que en algunas fuentes de agua hay demasiados peces y no saben que hacer… así que… ¡ALAKAZAM!… Pensé en una solución-

Estaba realmente asombrado -Eres realmente brillante- Se levantó con él entre sus brazos, sin decir nada se teletransporto con él a una de las lagunas bajo la protección de Ariel, lo bajo en la orilla con cuidado.

-¿Qué hacemos aquí Padre?-

Con el dedo índice le tocó donde algunos tienen nariz -Haremos tu ave-

Parpadeo sorprendido, una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro, brillo suavemente, desplegó sus tres pares de alas y se elevó hasta su altura -¡¿Hablas enserio?!-

-Sí… y dejaré que lo nombres-

Cerró sus puños y ojos emocionado, brillo aún más -¡Esto es genial!-

-Je je… calma hijo- tomó su cintura y con delicadeza lo bajo hasta el suelo. Se sentó en la orilla con lo pies en el agua y sentó a su pequeño entre las piernas, tomó sus delicadas manos y las sumergió un poco -Ahora quiero que pienses en cómo deben lucir los adultos, recuerda que deben ser dos: un macho y una hembra-

-Sí- cerró sus ojos, los visualizo y se concentró. Su magia de creación comenzó a fluir por su cuerpo hasta sus palmas, sintió un calor suave. Las palmas de su Padre estaban debajo de las suyas y lo guiaban en la creación de estás nuevas criaturas, podía sentir la sincronización de sus magias. Está es la primera vez que crea una criatura ya que es un proceso mucho más complejo y debe darles vida, por ese motivo él le ayuda, se concentró en cada detalle externo e interno y en su rol, boto un poco de su aire celestial. Todo estaba terminado, cuando abrió los ojos ambas criaturas estaban nadando por sobre el agua frente a él-

-Cuak… cuak- Lo saludaron. No lo pensó dos veces, se lanzó al agua y nadó feliz con ellos.

Su orgulloso Padre lo miraba desde la orilla con una sonrisa en su rostro, esta era la primera criatura que su pequeño creaba prácticamente sólo, él sólo lo guió con los detalles pero el soplo de vida de los dio su pequeño.