Trunks volvió apesadumbrado a la Corporación Cápsula, tenía algunas heridas en el cuerpo y su ropa estaba rota.

Entró con desánimo a su grande y lujosa mansión, lo que más lo molestaba en ese momento no era ni el cansancio ni el dolor de sus heridas, había algo peor.

Al ingresar en su propia casa no tardó en cruzarse con su madre, ella lo miró sorprendida al ver que había entrado así. Recordaba que su hijo estaba en la casa de Goku hasta hace poco, no entendía qué le había pasado.
Se acercó a preguntarle, aunque notó la expresión larga y triste en el rostro del pequeño, se veía muy decaído.

Trunks ¿Qué te pasó? ¿No estabas en la casa de Goku?-preguntó confundida, usualmente ella no dejaba que volviera solo, aunque sabía que su hijo podía defenderse bien por su cuenta debido a que no era un niño humano convencional.

Si mamá, el señor Goku me trajo aquí- dijo Trunks para tranquilizarla- Me lastimé porque estaba entrenando con Goten- dijo como explicación, Bulma pareció relajarse al escuchar aquello, aunque aún estaba preocupada por las heridas de su pequeño.

¿No se sobrepasaron un poco? Voy a curar tus heridas- le propuso, él se negó al escuchar su sugerencia.

No mamá, quiero estar solo-dijo el niño, se veía derrotado. Bulma lo miró preocupada al ver que quería seguir su camino, aunque no pudo evitar pensar en Vegeta cuando recién había comenzado a vivir con ella. Maldijo la situación en su interior porque su retoño tuviera tanto de la actitud obstinada de su padre.

Pero cariño, estás herido, déjame ayudarte. Puedes contarme qué te sucede, si quieres te preparo leche con chocolate- le propuso, Trunks negó con la cabeza y decidió irse por el pasillo para poder irse a su cuarto.

No le digas a papá que volví aún-le pidió antes de perderse por el pasillo de Corporación Cápsula, Bulma lo miró sorprendida al escucharlo, pero decidió no detenerlo.

El pequeño Trunks se dirigió a su cuarto y se encerró allí, solo se sentó en el suelo en la alfombra con estampado de naves espaciales de su cuarto. No se cambió de ropa ni se lavó la cara siquiera, se sentía un fracaso.

Su papá siempre le hablaba de la importancia de ser fuerte, de la constancia, de entrenar y ser mejor. Y ese día sentía que lo había decepcionado, Goten le había ganado en el entrenamiento.
Habitualmente siempre que entrenaban seriamente entre ellos él era quien se llevaba la victoria. Su padre solía verse contento cada vez que él le contaba que le había ganado a Goten, pero no sabía qué haría ese día ya que había perdido.

Estaba más que seguro, su padre se decepcionaría de él por completo por haberse dejado vencer por su mejor amigo. Vegeta era estricto con casi todo, pero aún más con lo que tenía que ver con su asunto más personal que eran las peleas.

Había llegado derrotado a la Corporación Cápsula, se sentía tan decaído que sentía que podría derretirse de vergüenza en su alfombra de planetas y cohetes. Era una completa decepción para su padre el príncipe de los saiyajin.

No quería tener que enfrentarlo, no quería admitir frente a él que había perdido ya que no quería ver la decepción en los ojos de su orgulloso padre al que tanto se esforzaba por enorgullecer, lo admiraba más que a nadie.

Se dejó caer en su alfombra, solo podía estirar los minutos y las horas en las que su padre no supiera aun que él estaba allí. Aunque había regresado como un perdedor, un patético perdedor.

Bulma se dirigió a la cámara de gravedad de inmediato ya que no entendía muy bien qué sucedía con el pequeño, suponía que tal vez Vegeta había sido demasiado severo con él en algún momento y por eso estaba así. Aunque no le hacía sentido teniendo en cuenta que Vegeta había estado allí mientras su retoño se encontraba en la montaña Paoz.

Iba a tocar la puerta de la misma hasta que la vio abrirse de repente, se sorprendió un poco al notar que Vegeta había salido antes de que atinara a tocar.

¿Qué pasa mujer? -preguntó confundido al verla allí, Bulma lo miró pensativa.

¿Sentiste mi ki venir a la cámara de gravedad? -preguntó ella pensativa porque hubiera salido.

No, ya es la hora en la que salgo- dijo confundido, Bulma miró la hora y era cierto. Solía salir más o menos a la misma hora todos los días ya que luego de ducharse solía pasar tiempo con ella y Trunks en la casa- ¿Venías a buscarme? -preguntó intrigado.

Sí, Trunks se veía algo triste cuando vino de la casa de Goku y no quiso hablarme sobre eso ¿Sabes qué le pasa? Me dijo que no te avisara que había vuelto- mencionó Bulma ya que no sabía a qué podía deberse eso- ¿Le dijiste algo? -preguntó preocupada.

Vegeta la miró confundido al escuchar eso, en la mañana todo parecía normal con su hijo. No habían hablado tanto en el desayuno, pero todo había sido igual que siempre.

No que yo recuerde- respondió, Bulma lo miró tratando de deducir si Vegeta no estaba excusándose, no parecía que estuviera mintiendo.

¿Puedes ir a hablar con él? No quiso decirme, pero no seas tosco con él- le sugirió, Vegeta hizo una mueca de molestia al escucharla.

¿Qué le pasa? -preguntó Vegeta confundido, Bulma le insistió en que fuera a hablar con él ya que en serio le preocupaba el bienestar de su hijo- Bien ya voy- cedió el saiyajin, Bulma lo miró irse pensativa, esperaba saber después cuál era el problema, aunque no quería entrometerse si es que Trunks no quería decirle aún.

Vegeta se dirigió al cuarto de Trunks de inmediato, tocó la puerta, pero no escuchó al niño responder nada. Decidió entrar de todas formas y lo vio tirado en la alfombra del cuarto, estaba de espaldas a la puerta ya que estaba de lado.

Tu madre dijo que te sucedía algo-dijo apenas entró, sabía que el niño estaba despierto y su postura, aunque estaba acostado, daba a entender que se encontraba triste.

Vio al niño incorporarse de golpe al escuchar su voz, parecía que se había puesto nervioso al saber que se trataba de él.

Papá, pensé que estabas entrenando- dijo Trunks al verlo allí, Vegeta prefirió no dar rodeos con la conversación ya que notaba la incomodidad de su hijo y ciertamente no le agradaba verlo así.

Dime qué te pasa-demandó de inmediato, notó que la expresión de Trunks se desanimó, parecía que recordó lo que lo tenía afligido.

Es que... hoy perdí en el entrenamiento- dijo con la cabeza baja, Vegeta lo miró confundido al escucharlo. Aunque había notado que su hijo tenía algunos golpes en el cuerpo que parecían haber sido producto de una pelea en serio.

¿Contra el hijo de Kakaroto?-preguntó Vegeta nuevamente, Trunks asintió mientras no se atrevía a mirar a su padre a los ojos- ¿Y por qué estás tirado en la alfombra? -preguntó Vegeta confundido, Trunks lo miró sorprendido al escuchar su otra pregunta.

Porque no quería que sepas que Goten me ganó- dijo en voz baja con una expresión decaída.

¿Y por qué no? -preguntó Vegeta nuevamente, sabía mejor que nadie que perder un entrenamiento no significaba que las cosas fueran a quedarse así.

No quería decepcionarte, además yo siempre le gano y esta vez no pude- dijo Trunks sin atreverse a mirar a su papá, sentía que su mirada tendría un peso tan fuerte que no podría soportarlo.

Perdiste- dijo Vegeta con su habitual seriedad, se sentó junto a él ya que por alguna razón el niño no hacía contacto visual con él- Pero no vas a conseguir ganarle la próxima vez si te quedas tirado en esta alfombra- le reprochó, Trunks lo miró sorprendido al notar que se había sentado junto a él.

¿No te decepciona que Goten me haya ganado? -preguntó el niño al ver que el tono de su padre no parecía enojado, lo vio a los ojos debido a que ahora estaba más cerca de él.

Todos pueden perder una pelea, solo entrena más y golpéalo más fuerte la próxima vez- le sugirió, Trunks lo miró pasmado. Esperaba todo un discurso de porqué él era una decepción para la raza saiyajin o algo así, pero en lugar de eso su papá estaba animándolo- Solo me decepcionarás si dejas que las cosas se queden así- le aclaró.

Si papá, la próxima vez yo voy a ganar- le aseguró el niño, Vegeta lo miró pensativo un momento.

La próxima vez que pierdas no asustes a tu madre- le reprochó, Trunks asintió al escuchar a su papá, sonrió ligeramente al ver que su problema se había resuelto tan rápido.

Ve a bañarte, yo también iré a hacer eso- dijo Vegeta poniéndose de pie, acarició el cabello lila de su hijo ligeramente como lo hacía cuando quería dar alguna muestra de cariño hacia él.

Si papá- dijo el niño de forma obediente con una sonrisa, vio a su papá salir del cuarto con tranquilidad e irse en dirección a su cuarto.

Cuando Vegeta salió del cuarto, se encontró a su esposa espiando cerca de la puerta. Ella sonrió ya que había estado escuchando lo que habían hablado.

Él la miró un momento como reproche por haber estado escuchando ese asunto entre él y su hijo, ella comenzó a seguirlo mientras sonreía. Vegeta había cambiado mucho incluso con su pequeño hijo y eso no podía hacerla sentir más feliz.

Trunks sintió que una gran tranquilidad lo invadió al ver que las cosas habían salido así de bien, no sabía por qué se había asustado tanto antes.

Ser hijo del príncipe saiyajin podría no ser para cualquiera, pero cada día poco a poco podía entenderlo más. Incluso si su papá era estricto con él también podía notar que lo quería mucho, aunque lo demostrara a su manera, por más particular que fuera.

Buenas tardes! Quería compartirles este oneshot que se me ocurrió el otro día cuando vi un fanart de Vegeta y Trunks, no es muy largo, pero me sirvió para quitarme la idea de la mente y además distraerme de otras cosas que ando haciendo.

Si les gustó por favor no olviden dejar un voto o un comentario ya que eso me anima a seguir.

Nos leemos pronto.

Niebla~