Advertencia de contenido ️. Este oneshot tiene más que nada contenido lemon así que si están buscando fluff o alguna trama interesante sigan pendientes por otras actualizaciones. Si no les agrada este tipo de contenido absténgase de leer (aunque en mi mente a muchos nos gusta el lemon(?).
Bulma miró la situación pensativa, se había puesto un bikini para andar por la casa ese día ya que hacía un calor insoportable, el aire acondicionado se había averiado y ella misma se había dispuesto a repararlo a pesar del insoportable calor.
Usualmente Vegeta entrenaba todos los días en la mañana, paraba un rato para almorzar y luego volvía a su ansiada cámara de gravedad. Incluso él se veía algo malhumorado por el calor en la casa, lo había notado al verlo volver a ella luego de salir de su cápsula de entrenamiento.
Ella se encontraba reparando unas piezas que tendría que usar para el aire acondicionado en la mesa, se las había llevado allí ya que en el laboratorio hacía más calor que ahí.
Notó que Vegeta la miró fugazmente al entrar, pero había apartado la vista de inmediato apenas había pasado un segundo.
Su atractivo y turgente cuerpo estaba solo cubierto por el bikini rojo que llevaba puesto por el calor y unos shorts que se había puesto por encima en la parte inferior ya que no quería incomodar a su huésped por la poca ropa.
Lo vio ir a buscar agua en la nevera y luego se acercó a donde ella estaba, como siempre el saiyajin estaba usando su ropa de entrenamiento. Por la época de calor solo se encontraba vistiendo unos pantalones cortos azul oscuro y nada en la parte superior dejando relucir sus músculos fuertes y definidos.
Bulma no levantó la vista para verlo a pesar de que sabía que estaba allí hasta que lo escuchó hablarle.
¿Por qué este lugar parece el infierno? -preguntó Vegeta con fastidio, era muy molesto que hiciera tanto calor tanto adentro de la cámara de gravedad como afuera de ella.
Bulma levantó la vista y pudo ver la expresión de molestia de su huésped que la miraba con aquella expresión dura y severa. Por un segundo su vista se desvió al cuerpo del saiyajin ya que era algo difícil ignorar su bien formado abdomen, apartó la vista de inmediato al darse cuenta que le había sucedido aquello ya que no quería que el reparara en eso.
El aire acondicionado principal se averió y sin él los demás no funcionan. Lo estoy arreglando ahora- dijo señalando el gran aparato que estaba en la mesa, el príncipe saiyajin se veía algo sonrojado y malhumorado.
Lo vio sentarse en una silla al escuchar aquello, parecía que no volvería a entrenar aún.
¿No vas a volver a la cámara de gravedad? Aún no he hecho el almuerzo y mamá no está para hacerlo tampoco- le advirtió la mujer, apartó un poco el sudor de su frente con el dorso de su mano ya que la estaba molestando para seguir trabajando.
Si sigo allá adentro moriré de deshidratación-le informó Vegeta con malhumor, Bulma notaba que se encontraba un poco más molesto que lo que solía estar.
Por fin usas el sentido común ¿Te desmayaste allá o qué?-preguntó pensativa, usualmente él entrenaba hasta casi morirse, no era usual que se diera cuenta solo.
No me fastidies mujer terrícola- dijo Vegeta con molestia, Bulma suspiró pesadamente ya que ella también estaba malhumorada y con calor, aunque trataba de mantener la compostura.
Háblame bien, no seas un simio maleducado-le sugirió sin apartar la mirada de lo que estaba haciendo, no le convenía demorar más de lo esperado ya que quería aliviarse de tanto calor de una vez por todas.
Mira quien habla, mujer insolente- espetó Vegeta con fastidio, Bulma prefirió no contestarle ya que estaba a punto de repararlo.
Verificó por última vez que el aire acondicionado estuviera listo antes de cerrar la tapa del mismo, había terminado de reemplazar unos cables que se habían estropeado debido al uso que le habían estado dando sin hacer mantenimiento.
Lleva esto por mi a su lugar, si yo tengo que llevarlo esto va a tardar más- dijo mientras se ponía de pie debido a que había terminado- Todavía tengo que conectarlo a los demás y si lo hago sola voy a tardar mucho- le solicitó, Vegeta se puso de pie al escuchar la petición.
Él sabía que era cierto que era más fácil que llevara ese armatoste a donde se suponía que debía estar para que funcionara, no había forma de que la humana lo hiciera sola.
Tomó el aparato con ambos brazos ya que era grande y comenzó a seguir a la humana hacia el lugar donde debían colocarlo. Era en una zona de maquinaria que tenía la Corporación Cápsula, los dos entraron allí y el saiyajin puso el aparato donde correspondía ya que iba en lo alto en una de las paredes.
Parece que se llevaron la escalera de aquí- dijo Bulma con molestia al ver que ya no estaba allí, miró a Vegeta pensativa- ¿Puedes cargarme para que lo conecte? No tardaré tanto, pero demoraré más si tengo que ir por la escalera- le pidió.
No soy tu lacayo-dijo Vegeta irritado, aunque el calor verdaderamente lo estaba fastidiando.
Solo serán dos minutos- le aclaró Bulma mirándolo pensativa, notó que Vegeta iba a acceder al instante ya que se acercó a ella para cargarla.
El saiyajin la tomó de la cintura con cuidado antes de comenzar a flotar hasta la altura a la que debían estar mientras que Bulma tenía una pinza en su mano.
Podía sentir el cuerpo cálido de la científica cerca de él debido al calor y no pudo evitar percibir el dulce aroma de la piel de la mujer. Se arrepintió de inmediato de haber accedido a cargarla hasta allí ya que solo podía pensar en la figura de ella que podía ver por completo debido al traje de baño que llevaba puesto y solo era apenas disimulado con un short muy corto que no dejaba demasiado a la imaginación.
Apenas había entrado en el comedor había notado la ropa ligera que la peliazul estaba usando y le había parecido difícil ignorarla por más que lo había conseguido en el momento.
Veamos- dijo Bulma mientras trataba de hacer las cosas con una mano, era difícil ya que se estaba sosteniendo de Vegeta con la otra- Sostenme bien, necesito las dos manos para esto- le solicitó de forma mandona, Vegeta sintió cierto nerviosismo al escuchar su petición.
Sintió que Vegeta se aferró más a su cintura para sostenerla con más firmeza y aunque estaba concentrada en lo que estaba haciendo no pudo evitar distraerse un segundo al sentir la cercanía con él. Sus mejillas se habían ruborizado levemente ante el contacto del atractivo saiyajin con su espalda que estaba casi desnuda y solo tenía la tira que sostenía la ligera prenda superior que llevaba puesta.
Se avergonzó un poco por no haberse vestido un poco más a pesar del pesado calor que estaba haciendo. No se había dado cuenta antes lo vergonzosa que podía ser esa situación, su parte trasera estaba a escasos centímetros de la entrepierna del saiyajin y aunque sabía que él no era alguien que actuara de forma inapropiada con ella no podía ignorar el hecho de que era un hombre, al fin y al cabo, por más que fuera un extraterrestre.
Se apresuró a conectar el aire acondicionado a pesar de que no lograba bajar la temperatura en sus mejillas. Sintió el ligero roce de sus nalgas con la cadera de Vegeta y aunque trataba de no pensar en eso era difícil ignorar lo cerca que estaban, además de que el calor solo hacía que todo fuera más pegajoso y embarazoso.
En cuanto terminó, le pidió a Vegeta que la bajara luego de encender manualmente el aparato, comenzó a lanzar aire fresco casi de inmediato a pesar de que tardaría algunos minutos en ambientar la casa en una temperatura más agradable.
No te convendría entrenar hoy, la temperatura bajará un poco mañana. Si vas ahora podrías tener un golpe de calor- le aconsejó Bulma ahora más tranquila ya que el asunto estaba resuelto.
Vegeta no parecía tener la intención de volver al menos por el momento, sabía que solía hacer menos calor en la tarde. Podría regresar a la cámara de gravedad al menos un rato antes de que la noche llegara y fuera demasiado tarde para eso.
Volveré en unas horas, el calor baja a partir de las cinco de la tarde-dijo el saiyajin como respuesta, Bulma suspiró pesadamente. De todas formas, ya sabía que él no haría caso a sus recomendaciones, aunque al menos era algo más responsable que estar a esa hora en la cámara de gravedad.
Como quieras, aun así eres un mono caprichoso-dijo Bulma con fastidio mientras los dos salían de la sala de maquinarias. Era mejor irse de esa zona ya que luego podía hacer más calor allí por las máquinas que permanecían encendidas durante el día.
Llegaron al comedor nuevamente y Vegeta la miró de forma amenazante, ya que se estaba cansando de que la mujer se tomara la libertad de tratarlo de aquella forma tan irrespetuosa.
Que sea la última vez que te refieres a mi como un primate-la desafió de forma directa mientras la acorralaba entre la mesa del comedor y él, ella se había acercado allí para sentarse, pero no le había dado tiempo a hacerlo hasta que él la enfrentó.
Confrontó la mirada seria y aterradora de aquel saiyajin que la miraba con un espeluznante semblante de molestia, después de tantos días conviviendo con él ya no le resultaba así en absoluto por más que lo intentara.
¿Y qué si lo hago? ¿Qué vas a hacer al respecto? -preguntó dándole una dura mirada con sus ojos azules, grandes y llenos de seguridad. No iba a dejar que él la intimidara en su propia casa ya que él no era quien mandaba.
Los dos se miraron intensamente en un choque de ambos temperamentos que eran problemáticos como el demonio. Solo habían pasado unos segundos en los que los dos estaban enfrentando la expresión de carácter del otro, aunque la tensión podía sentirse mucho más que el pesado ambiente por el insoportable calor de la Corporación Cápsula.
Maldita humana insolente-dijo Vegeta con molestia, la tomó del mentón y ella no atinó a retroceder al sentir el contacto de él con su cara. Estaba más que segura de que él no se atrevería a hacerle daño.
Mono maleducado y grosero-dijo Bulma con fastidio dejando que la mirara directamente, Vegeta había hecho aquello para que no apartara los ojos de su dura expresión.
Además del temperamento tan fuerte que los dos tenían el calor de sus cuerpos y la cercanía no ayudaba a que el conflicto estuviera próximo a resolverse. Vegeta no dejaba de pensar en el momento en el que había estado a sólo un centímetro del bien formado trasero de aquella desvergonzada humana con poca ropa cuando la había cargado para ayudarla con lo del aire acondicionado.
Bulma, por su parte, tampoco podía pensar claramente sintiendo tan cerca el imponente cuerpo musculoso de su huésped cuya piel bronceada sólo lo hacía más tentador, además de que sólo estaba vistiendo unos pantalones cortos muy pegados al cuerpo que distraían su enojo por su grosera actitud.
Vegeta rodeó su cintura con sus manos para acercarla a él de repente, ya no podía resistir la tensión sexual generada entre ambos y estaba actuando sin pensar. Sintió que Bulma se estremeció al percibir su acción tan repentina.
Por su parte, Bulma solo pudo percatarse de lo que estaba sucediendo cuando sintió las manos de Vegeta alrededor de ella y luego su sabor cuando la había besado de repente. Se sintió cautivada hasta llegar a estar embriagada por el aroma varonil del atractivo hombre que la estaba besando, jugó con su lengua atreviéndose a invadir su boca a pesar de que nunca antes había sucedido algo así entre ellos.
Se entregó a aquella estimulante sensación que se despertó en ella cuando él se había dispuesto a besarla tan ferozmente sin su consentimiento, como si un fuego se desatara dentro de ella. Aunque también podía percibir que él se encontraba de la misma forma ya que la había besado primero.
Ella rodeó con sus brazos el cuello de él y hundió sus dedos en su suave cabello azabache. Se besaron intensamente en una extensa sesión de besos que parecía estar dispuesta a convertirse en algo más ya que sus cuerpos estaban muy cerca entre sí y el calor que había entre ellos no era solo por la temperatura del ambiente.
Se separó un momento y Bulma se dio cuenta que sus labios estaban hinchados por la fricción y porque la ferocidad de los besos del saiyajin era alta, sin duda era algo que necesitaba hacer otra vez.
Él no parecía estar dispuesto a parar y se arrojó a comprobar qué tanto lo dejaría avanzar la peliazul en ese asunto, comenzó a besarla nuevamente, aunque esta vez comenzó a besar su cuello con necesidad bajando hasta su pecho.
Bulma sintió que su respiración se entrecortaba por la tensión del momento ya que veía que él estaba avanzando y ella no se sentía con ánimos de detenerlo en absoluto. A pesar de no haber contemplado que el saiyajin podría avanzar más que de unos besos no iba a negar que estaba disfrutando más de eso de lo que había creído.
Pronto volvió a sentir la boca del saiyajin sobre la suya y cómo la presionó contra él haciendo que pudiera sentir su miembro chocar contra su cadera por encima de los shorts. El calor comenzó a incrementar en esa zona y era consciente que no se debía al calor que hacía en la casa.
Dejó escapar un suspiro al sentir el miembro erecto masculino que hacía presión en sus pantalones cortos y se sintió como una completa pervertida ya que no quería detenerlo, por más que quisiera suponía que no podría debido al gran deseo que le provocaba aquel hombre de piel bronceada, de ella desprendía un delicioso aroma masculino que inundaba sus sentidos al estar tan cerca de ella.
Sintió que él puso sus manos en su trasero mientras la besaba y cada toque que ejercía sobre ella se sentía condenadamente bien ¿Cómo podía sentirse tan atraída a aquel bruto saiyajin que albergaba en su casa?
Bulma puso sus manos sobre sus músculos mientras se dejaba deleitar por los besos del saiyajin, pudo notar el sonrojo en las mejillas de él por el calor del momento. En un intento de no quedarse atrás con respecto a él, puso su mano encima de su miembro por encima de los pantalones cortos y sintió que él se estremeció ante su inesperada acción.
Quería demostrarle a él que no tenía el total control de la situación por más que el ya tuviera sus manos en su trasero, casi lo podía tocar directamente ya que su short era muy corto.
Vegeta notó su osadía ante aquello y lo tomó como un desafío que ella había propuesto, los dos estaban dispuestos a avanzar sin pensar en las consecuencias que podrían venir después.
El siguió besándola, aunque la cargó desde donde ya la tenía agarrada para subirla a la mesa, Bulma se dejó hacer notando que él iba a proseguir con sus intenciones. Siguió devorando su boca mientras percibía que el saiyajin estaba desatando la única tira que cubría su espalda ya que era la que sostenía la parte superior del bikini rojo.
Pensó en lo inapropiado que eso se estaba volviendo ¿Qué pasaría si sus padres volvían a la casa? Aunque sabía que no estaban allí en ese momento.
Vegeta liberó sus sugerentes y firmes senos de la ligera prenda roja y sin mirarlos siquiera comenzó a acariciar uno de ellos mientras que pasaba su otra mano por la espalda desnuda de su acompañante. Bulma dejó escapar un jadeo aun cuando lo estaba besando, el contacto de aquellas manos fuertes y varoniles se sentían como si la quemaran con cada toque.
El comedor ya estaba enfriándose poco a poco, aunque ninguno de los dos lo percibía ya que estaban concentrados en el otro y la cercanía entre los dos solo aumentaba el calor más y más.
Vegeta decidió romper el short corto que Bulma tenía puesto para facilitar su acceso a lo que quería, ella pensó en reclamarle, aunque ciertamente también estaba deseosa de que eso siguiera avanzando.
¿Quién te dio permiso de romper mi ropa? -preguntó Bulma con tono sugerente, notó que Vegeta se dio cuenta de lo que comunicaba con el tono de su voz y solo siguió con lo suyo.
Esas diminutas prendas solo son un estorbo-respondió él con aquella voz profunda y ruda que solía sonar grosera, aunque en ese momento se sentía sumamente sexy.
Vegeta inmiscuyó una de sus manos entre las piernas de ella solo evadiendo la parte inferior del bikini y accedió directamente a su intimidad acariciándola poco a poco. Bulma trató de contenerse, aunque varios suspiros se le escaparon en el proceso haciendo que se sonrojara porque él los estuviera escuchando.
Veamos qué tan escandalosa puedes ser- susurró Vegeta en su oído, Bulma sintió cómo se le erizaba la piel al escuchar la voz tan varonil de él insinuando que continuaría con lo que hacía de una forma tan seductora.
A pesar de que llevaban poco tiempo en ello, Bulma sintió que la humedad era mucha y ya estaba lista para la acción, después de todo la tensión sexual entre ellos y el calor abrumador de ese día habían ayudado bastante con ello.
Bulma detuvo la mano del saiyajin apartándola de entre sus piernas y se rodeó con sus brazos el torso del saiyajin para bajar sus pantalones cortos, no quería tener que esperar ni un minuto más.
Al tener de frente el miembro del saiyajin lo tomó con una de sus manos de inmediato y ejerció presión con su otra mano en su espalda para que él se acercara más a ella.
¿Te atreverás a seguir con lo que has empezado? - preguntó Bulma de forma sugerente, aunque no podía disimular el sonrojó de sus mejillas ya que era evidente lo que quería.
Vegeta posicionó su miembro cerca de la entrada de la intimidad de la peliazul mientras acercaba su boca al oído izquierdo de ella. Miró por un momento el viril y duró miembro de él ansioso por entrar en ella antes de que se aproximara, definitivamente eso sería más que divertido.
Bulma sintió un escalofrío que recorrió su espalda al escuchar su tosca voz hablarle.
No le temo a una mujer terrícola vulgar y pervertida- le aseguró su compañero en aquel encuentro casual y sumamente caliente que estaban teniendo. Ella no pudo evitar sonreír por un momento al escuchar su respuesta, aunque ella sabía que no era moralmente correcto estar con alguien tan controversial como él, su naturaleza enamoradiza no había podido evitar interesarse en el atractivo saiyajin.
En ese momento no le importaba si él era bueno o malo, si era bueno para ella o si lo que hacía era correcto. Había estado viviendo con él varios días y sentía que podía ver a través de esa aparente manera de ser tan tosca y ruda.
Se estremeció al sentir el miembro de él tan cerca de su intimidad, estaba rozándola y aquello se sentía tan prohibido y excitante.
Vegeta notó la deseosa ansiedad en los ojos azules de la científica y decidió jugar con ella mientras ponía su erecto miembro en la entrada de su femineidad, hizo presión levemente mientras Bulma volvía a estremecerse con una expresión sonrojada y muy sexy. Sintió la punta entrar, aunque él se retiró rápidamente para luego volver a hacerlo y ver cuánto podía resistir ella ya que se veía demasiado impaciente.
Cuando Bulma notó lo que estaba haciendo no dudó en aclararle al saiyajin qué era exactamente lo que quería.
Deja de jugar conmigo maldito mono imbécil- le exigió con tono rudo para darle a entender directamente lo que deseaba, aunque aquello solo hizo que Vegeta quisiera aún más estar con ella. Lo que más le había interesado de la mujer desde el principio había sido su carácter tan fuerte y su valor para hacerle frente.
Vegeta la miró de forma retadora antes de acatar a sus palabras, la penetró de inmediato llegando hasta el final y Bulma se estremeció nuevamente al sentirlo dentro de ella. El príncipe saiyajin comenzó a moverse lentamente para acostumbrarse a ella mientras escuchaba que los suspiros de Bulma comenzaban a aumentar su volumen.
¿Qué te sucede humana? Hice lo que me pediste- dijo Vegeta cerca de su oído para provocarla, Bulma estaba siendo dominada por aquella agradable sensación, aunque no por eso iba a ignorar las provocaciones de aquel arrogante saiyajin.
Aah...no dije que... tenías que hacerlo de repente-dijo Bulma mientras trataba de suprimir sus suspiros, aunque le estaba resultando difícil lograr su cometido- Eres un... bruto-trataba de expresar molestia en su rostro mientras le hablaba, pero era difícil no demostrar lo mucho que le estaba gustando por más que lo intentara.
Esto no es ser brusco para mí-le aseguró Vegeta mientras seguía en lo suyo, había optado por moverse lentamente al principio ya que no quería excederse con la fuerza, la humana tenía un cuerpo frágil a pesar de que era condenadamente atractiva.
Se contuvo de hacerlo demasiado rápido a pesar de que el rostro sonrojado de la peliazul solo hacía que quisiera demostrarle cuánto ansiaba eso. Bulma respondía a sus penetraciones con una linda expresión de placer, sentía que el miembro de su huésped la llenaba por completo haciendo que no pudiera disimular el deseo que provocaba en ella.
Puedes... moverte más rápido. Estaré bien-le aseguró la científica de cabello azul, se aferró al cuello del saiyajin y sintió cómo el acariciaba su espalda y su cintura mientras se deleitaba con su cuerpo.
Vegeta decidió embestirla algo más bruscamente mientras probaba la resistencia de la mujer terrícola, escuchó que los gemidos de ella comenzaron a aumentar. Al ver su expresión excitada no pudo evitar querer devorar su boca con un profundo beso que no hizo más que excitarlos aún más.
El calor del ambiente era nada comparado a la gran química que habían descubierto entre ellos a partir de aquel pequeño predicamento del aire acondicionado.
Aaah, Vegeta hazlo más rápido-le pidió la mujer, sabía que él se estaba conteniendo para no hacerle daño. Aquello se sentía tan bien que quería llegar lo más lejos que le fuera posible, sentía que un ardiente fuego la quemaba cada vez que él la penetraba con intensidad.
Sus toques, sus besos, todo de él era brusco y muy excitante, no podía negar que el príncipe saiyajin la atraía en sobremanera con aquel cuerpo que parecía esculpido como si fuera una estatua de un héroe griego perteneciente a una tragedia.
Se aferró a sus duros y dorados pectorales que bien podrían tener la firmeza de un muro mientras él acataba su pedido. Vegeta comenzó a embestirla con más velocidad y fuerza que antes y ella sintió que su mente se nublaba mientras su voz comenzaba a escaparse de su garganta sin control.
Sintió una de las manos varoniles tomando su cintura mientras que la otra se recargada en uno de sus muslos para poder sostenerse mejor y penetrarla sin piedad, pudo escuchar algunos gruñidos provenientes de su huésped que parecía estarlo disfrutando tanto como ella, pero no pudo prestarles tanta atención debido a sus propios gemidos que resonaban en la sala de la Corporación Cápsula.
Vegeta se deleitó de la belleza de aquella mujer voluptuosa y ruidosa, usualmente le molestaba que fuera tan escandalosa, pero sus fuertes gemidos no hacían más que motivarlo a darle más y más placer.
Llevaba un ritmo tan rápido que sintió que los brazos de Bulma comenzaban a temblar mientras se aferraba a él para resistir las embestidas.
Vegeta empleó su fuerza para levantarla un poco por encima de la mesa para poder entrar y salir de ella a su gusto mientras Bulma gemía fuertemente cerca de su oído a la vez que se aferraba a su cuello para no caerse.
Aah...maldito saiyajin... bruto...-dijo Bulma entre gemidos ya que no podía creer que el sexo con él pudiera sentirse tan bien.
Vegeta la obligó a besarlo para acallar sus gemidos y ella aceptó gustosa mientras aún disfrutaba del miembro de él que la penetraba sin cesar una y otra vez.
Mujer...vulgar-dijo Vegeta sonrojado luego de que Bulma hubiera tomado el control de aquel cruce entre ellos en el que dominó su lengua con la suya, estaba siendo más placentero de lo que había creído. Hasta pensaba en qué podría volverse adicto al sabor de los besos de aquella mujer tan desvergonzada pero tan seductora, había caído rendido ante ella por completo al tenerla frente a él con aquella escasa cantidad de ropa.
Aah... ah-gimió Bulma haciendo caso omiso a cómo la había llamado, sintió que no podría resistir aquella intensa sensación mucho más- Vegeta, creo que voy a...aah-gimió fuertemente, sintió como todo se volvía aún más húmedo si es que era posible y una oleada fuerte de placer la golpeaba mientras que su cuerpo se sentía un poco más débil por el cansancio de aquel intenso orgasmo.
Vegeta siguió penetrándola algunas veces más mientras Bulma aún gemía a pesar de que apenas podía sostenerse de él, sintió cómo él llegó a su límite también al percibir una sensación cálida en su interior.
Vegeta la sostuvo con firmeza a pesar de que también había alcanzado el clímax y la sentó en la mesa nuevamente mientras respiraba agitadamente, Bulma estaba de la misma manera debido a la intensidad de su encuentro sexual.
Los dos normalizaron un poco sus respiraciones a pesar de que estaban muy cerca todavía, Vegeta estaba de pie mientras que ella estaba sentada en la mesa. Intercambiaron una mirada largamente con un nuevo nivel de complicidad que tan solo una hora antes ni siquiera existía.
Bulma le sonrió con una expresión extasiada ante lo que acababa de suceder ya que no se había soltado de su cuello, aunque él la había bajado a la mesa nuevamente. No pudo evitar querer molestarlo a pesar de que eso era algo nuevo para ambos.
Te recuerdo que mi nombre es Bulma, quiero que lo recuerdes en caso de que haya una próxima vez- le aclaró, tenía un sonrojo en sus mejillas que persistía debido a que aún estaba un poco agitada.
Mujer escandalosa-dijo Vegeta con reticencia a hacer caso a lo que decía, Bulma rio al escucharlo.
Y tú eres un bruto y un pervertido-le aseguró, Vegeta la miró con su expresión seria, aunque parecía algo más dócil debido a lo que acababa de pasar.
Vegeta comenzó a tocarla nuevamente ya que la mujer se veía aún más atractiva a sus ojos cuando lo desafiaba de esa forma. Bulma sintió que volvía a excitarse en cuanto Vegeta se apoderó de su boca mientras la tomaba firmemente de la cintura, pero la cordura volvió a ella por un segundo por más que quisiera seguirle la corriente con su provocación.
Espera, estamos en la sala Vegeta, mis padres podrían volver y vernos así- dijo un segundo en el que pudo escapar del feroz beso saiyajin, sentía que sus labios estaban un poco hinchados, aunque no era algo que la molestara demasiado.
Bien, hay que irnos- dijo Vegeta mientras la tomaba en brazos, la puso sobre su hombro y se llevó a la peliazul aunque ella estaba reclamándole entre risas por cómo la había cargado de repente.
Pervertido, no eres un cavernícola -dijo la mujer entre risas al ver cómo estaba dispuesto a llevarla a su habitación de esa forma, como si fuera un cavernícola que arrastraba a una mujer a una cueva. No pudo negarse a ceder a los deseos del saiyajin ya que él pretendió seducirla nuevamente en cuanto estuvieron resguardados por la privacidad de un cuarto.
Después de todo, el calor infernal de antes ya no era un problema y aun así los padres de Bulma no habían vuelto de sus ocupaciones.
Bulma prefirió dejarse llevar en aquel terreno desconocido que era su nueva situación con el príncipe saiyajin quien parecía tener otros planes para ese día que no incluían volver pronto a su cámara de gravedad.
Fin.
Buenas noches! Escribí este fanfic hace unos días aunque les confieso que me costó mucho terminarlo (no es mi fuerte escribir lemon) pero no pude evitar seguir con esta idea que se me ocurrió un día que me estaba muriendo de calor y se transformó en esto. Disculpen si es muy diferente a lo que suelo escribir
Espero les haya gustado, si les gustó por favor no olviden dejar un voto o un comentario ya que eso me anima a seguir haciendo oneshots como este. Muchas gracias por leer
Nos leemos pronto.
Niebla~
