Sans tuvo la consideración de aparecerse fuera del local en vez de irrumpir en sus aposentos y faltarle el respeto de ese modo. Una vez estando frente al lugar, Frisk tuvo el impulso de meterse inmediatamente para lanzarse en su cama, pero sabiendo que sería muy grosero de su parte, se quedó ahí esperando a que dijera algo el esqueleto para poderse despedir apropiadamente. Sin embargo Sans no decía nada. Estaba parado ahí completamente cansado.
-Yo, eh… -La florista no tenía ni idea de cómo despedirse sin verse cortante –Gracias.
-¿Mmh? –Sans apenas y podía emplear palabra. Sus cuencas parecían querer cerrarse en cualquier momento.
-Muchas gracias… por haberme salvado.
Algo en sus palabras pareció detonar en la mente del esqueleto, ya que en cuanto le agradeció, el sueño que estaba siendo notorio en él desapareció de una manera asombrosa. La observó tan detenidamente que Frisk se incomodó demasiado. ¿Acaso había hecho algo malo?
-¿Quieres que te diga algo curioso? –Sin esperar a que le respondiera, siguió hablando observándola –Es la primera vez que salvo a alguien… y también que me dan las gracias por algo.
-Supongo que en tu trabajo no es común las palabras de ánimo ni las muestras de afecto. –Comentó sin siquiera pensar en la rudeza de sus palabras.
-He… no –Se encogió de hombros con indiferencia, pero el cansancio hizo acto de presencia nuevamente en él –Buenas noches, chica.
Sin dar para más, desapareció ante sus ojos perdiéndose en la densa noche que cubría el lugar. Completamente cansada se metió al local con las locas ganas de lanzarse sobre su cama y no saber nada más del mundo por un buen rato, sin embargo lo que le recibió una vez dentro de su local le recordó que aún había algo por qué lidiar.
El gato anaranjado estaba colgado boca arriba con varias lianas alrededor suyo completamente inmovilizado, mientras que Flowey estaba cerca de ahí en su maceta leyendo tranquilamente un libro que se había encontrado. En cuanto cerró la puerta del local, la flor le prestó atención con indiferencia mientras que el gato pedía con su mirada horrorizada su ayuda.
-¿Qué? –Flowey apartó un poco su libro, pero en cuanto vio el estado en el que se presentaba la humana, su expresión fue completamente extrañada -¿Pero qué…?
-Larga historia –Le detuvo con un ademán de la mano y acto seguido señaló a la pobre víctima -¿Y esto…?
-Oh, si.
Sin reparar en que pudiera hacerle daño, lo soltó sin aviso previo dejándolo caer sobre el suelo de cara. Extrañándose un poco de saber que los monstruos gato no caían de pie como presentía que fuera el caso, notó como él se levantaba inmediatamente y señalaba con horror a la planta que yacía en su maceta tranquilamente.
-¡Esa flor es el demonio!¡Aaaaaaahhhh!
Salió huyendo del lugar corriendo sin importarle nada más que estar lejos de ahí. Frisk intentó gritarle un "lo siento", sin embargo estaba tan cansada que simplemente se limitó a contemplar cómo el monstruo salía despavorido en la calle. En cuanto se perdió de vista, la joven volteó hacia su amigo interrogándole con la mirada.
-Tú me dejaste solo con él, ni me reclames –Advirtió en el acto –Mejor dime qué fue lo que te pasó.
-No es…
-Ni se te ocurra decirme que no te pasó nada, que es obvio que no es así. Llegas con un atuendo muy diferente a lo que acostumbras, descalza, con el cabello maltratado, vestido roto y… ¡¿otro saco?!
Frisk contempló la prenda que aun traía puesta. Con todo lo ocurrido, se le había pasado regresarle el saco a su dueño, aunque supuso que ante el cansancio a él también se le había pasado, o simplemente no se lo había pedido al estar todavía cubriéndole la parte rota incómoda de su vestido.
-¿Pero qué carajos…?
-Prometo contarte todos los detalles, Flowey… pero en verdad necesito dormir. Ha sido una noche muy agotadora.
Parecía que sus palabras coordinaban con su rostro, ya que la flor le contempló con detenimiento y en silencio lo dejó pasar. Agradeciéndole con el mismo silencio, cargó la maceta y llevó a ambos a su habitación para lanzarse por fin a su cama cayéndose dormida en el acto.
Flowey que estaba en su mesita a lado de su cama, le quitó con cuidado sus prendas maltratadas y el saco para arroparla apropiadamente con sus lianas. Una vez que se aseguró de que estuviera bien acomodada en su cama, tomó el saco para revisarlo con mayor detenimiento. No tuvo que hacerlo a profundidad al notar las similitudes con el otro que había quemado.
-Ese maldito esqueleto…
…
Sans se había aparecido directamente en su cama y dormido en el acto. No había querido pensar en nada más que en poder descansar sin preocuparle nada más, pero si se hubiera detenido a analizar más su contorno, habría podido ver que su hermano había estado en su habitación esperándolo y observándolo roncar abiertamente.
Papyrus, que había estado sentado en la silla del rincón, se quedó unos minutos analizando a su hermano mayor en la distancia. La poca luz que se escapaba de la ventana le dejaba observar que realmente se encontraba con su cuerpo maltratado. Extrañado por eso optó por acercarse y revisar su estado con mayor detenimiento, a lo cual concluyó inmediatamente que había tenido una riña si había tenido que emplear fuerza y energía.
Suspirando preocupado, le quitó los zapatos y su sombrero para taparlo apropiadamente. Ya le había parecido extraño su comportamiento reciente, pero esperaba que no implicara un conflicto que requiriera violencia. Ahora no le cabía duda de que se encontraba en problemas y que seguramente una vez más, no le compartía con tal de no preocuparlo.
-SANS… ¿EN QUÉ LÍO TE ESTÁS METIENDO AHORA?
…
Frisk se despertó sumamente tarde para su gusto. Preocupada por su descuido se levantó de golpe para arreglarse en cuanto antes, pero Flowey le había detenido advirtiéndole de que de igual forma no contaban con producto para vender dado que Mettaton les había comprado todo, además del hecho de que no había hecho más flores y no pensaba hacer hasta que le contara todo.
Saliendo de la recámara un tanto soñolienta, contempló con cierta preocupación el saco de Sans que estaba en su sillón totalmente rasgado por las tijeras a lado suyo. No tuvo ni qué pensarle para saber quién lo había hecho. Suspiró resignada pensando en que debía de pagarle ahora al esqueleto por los dos sacos finos antes de que preguntara por ellos. Queriendo no pensar en ello por ahora, se fue a la cocina para prepararse el desayuno y le contó todo sin poder pasar un detalle ante la amenaza de su amigo. Flowey de vez en cuando le hacía una pregunta o dos, pero regularmente estaba serio escuchándole con atención.
-Así que intentaron envenenarlo… -Divagó Flowey pensativo –Tiene sentido. Su cuerpo metálico es una perfecta armadura de toda bala, así que la mejor forma de asesinarlo era lograr que ingiriera algo.
-Sans me explicó que se ganó enemigos peligrosos por su avaricia –Frisk estaba sentada comiendo su omellete con algo de cansancio –Por la forma en la que vi todo, he de suponer que se trata de una familia mafiosa bastante grande.
-Perros y flores venenosas…
Frisk le escuchó decir ambas cosas, pero parecía estar metido en sus pensamientos al grado de que estaba hablando más para sí mismo que con ella. Un tanto extrañada de eso, dejó que organizara su mente en lo que ella terminaba su desayuno, después de todo sería muy grosero interrumpirle si algo le estaba causando ruido en su relato.
Fuera lo que fuera, jamás le compartió su hipótesis con ella. En el fondo lamentaba que no le tuviera la confianza de contarle sus cosas, aunque de algún modo estaba acostumbrada. Le era más que notorio que su conocimiento tan amplio de la ciudad indicaba que en algún momento de su vida vivió ahí mucho antes de conocerla, cosa que la llenaba de curiosidad por saber cómo fue que una flor anduvo en las extrañas calles de Ebott, sin embargo por más que le preguntaba, siempre le daba aires al asunto sin darle una respuesta en específico.
Al terminar su desayuno y lavar sus platos, tomó la maceta y se dirigieron ambos a la parte inferior de su territorio para ponerse a trabajar. Aunque no hubiera producto que ofrecer, Frisk se disponía a seguir teniendo abierto por cualquier cosa en lo que Flowey comenzaba a acomodar las semillas con cuidado para acelerar una vez más el proceso de crecimiento de las plantas.
En lo que limpiaba el local quitando las telarañas cuidadosamente, no pudo evitar voltear hacia la pared del frente, en el que su acosador siempre se recargaba para contemplar su local como todas las mañanas. Pero por segunda vez consecutiva no estaba ahí como frecuentemente lo hacía, cosa que supuso que en verdad estaba cumpliendo su palabra de dejar de acosarla o que simplemente estaba tan cansado como ella y se encontraba dormido profundamente como ella en el fondo desearía estarlo.
Culpándose a sí misma por haberlo buscado con la vista, sacudió su mente y continuó limpiando el lugar.
…
Sans se estiró completamente cómodo en su cama para darse cuenta poco a poco de que ya era las 2 de la tarde a lo que le indicaba su reloj. Se extrañó que no fueran ni su hermano ni el viejo a despertarlo como frecuentemente lo hacían para regañarlo por querer dormir tanto, por lo que se fue al comedor un tanto esperanzado de encontrarlos ahí, pero en vez de eso se topó con un plato de spaguetti tapado junto con una nota.
"SANS, EL JEFE Y YO FUIMOS A ATENDER UN ASUNTO CON URGENCIA. ESPERO QUE NO ESTÉS DURMIENDO DEMASIADO O NO BASTARÁ PARA CUBRIRTE DE ESTA. ALIMÉNTATE SANAMENTE. ATTE. PAPYRUS".
El esqueleto observó el plato que le había dejado, pero al notar su dudosa procedencia, terminó tirándolo con remordimiento y se dirigió nuevamente a su cuarto para arreglarse en lo que pensaba en qué mentira ahora decirle a su hermano. Si no le había despertado, significaba que le estaba cubriendo al notar algo malo en él. Suspiró preocupado de lo que pudiera pensar Papyrus y se puso su sombrero antes de desaparecer del lugar y dirigirse a un lugar donde pudiera comer adecuadamente.
Era muy temprano para que el bar estuviera abierto, pero para su suerte su amigo siempre le atendía sin importar la hora que fuera y le daba de comer sabiendo el malestar que causaba la cocina de su hermano. Al hombre llama no le sorprendió verlo aparecer de la nada dentro del lugar al ser más que una costumbre, pero su expresión diría que esta vez no esperaba su visita.
-Tu hermano te vino a buscar anoche –Sin saludar siquiera, dejó que se sentara en su lugar de siempre en lo que acomodaba todo –No se le veía bien al percatarse de que no habías venido. Hasta a mí me sorprendió a decir verdad.
-Tuve unas cosas que atender –Dijo sin más mientras se recargaba en la barra en espera de lo de siempre.
Grillby lo contempló por un momento, como si quisiera analizarlo a profundidad, pero después de un rato simplemente se dirigió hacia la cocina y fue a prepararle su comida.
En lo que esperaba su alimento, Sans se quedó ahí mirando hacia la nada mientras acomodaba sus pensamientos. Por el cansancio no le había dado el detenimiento de darles importancia salvo que dejarlos para luego, pero ahora que estaba descansado gracias a un sueño reparador, se dio en l a tarea de pensar en sus siguientes movimientos.
Había matado a todos los perros para no dejar testigos de que un miembro de otra familia mafiosa había salvado a la humana que había salvado a la víctima, pero nada le garantizaba que uno de los empleados o algún humano lo hubiera visto cometer tal escándalo. Gruñó desde su asiento un tanto abatido, sabía de antemano que había cometido una gran estupidez, pero tampoco se cuestionó en quedarse con los brazos cruzados si ella cometía peligro.
En cuanto se percató de que no estaba en su casa y sin la planta, había entrado en pánico al atar los cabos que indicaban que había ido en compañía de tal ser repugnante. Había sido lo suficiente cauteloso para infiltrarse durante la comida, pero para su sorpresa había llegado justo a tiempo para salvarla de un disparo a quemarropa ante la furia que mostraban los canes por haberles frustrado sus planes.
Los canes… Sabía que Mettaton tenía muchos enemigos ya, pero no esperaba que actuaran tan rápido la familia Dreemurr. Según sabía, a aquellos seres que osaban querer burlar al gran Don de ese modo, se aseguraba de matarlo personalmente, pero al tratar de acabarlo de esa manera tan discreta implicaba que ni siquiera lo consideraba digno de tenerlo en sus garras. Le estaba dando una muerte indigna y rápida.
-Hey, Sans. –El esqueleto salió de sus pensamientos para prestar atención a su amigo llameante –Tu comida.
-Gracias…
-¿Me dirás qué fue ese "asunto por atender"?
-Sabes que cuando se trata de Cosa Nostra no puedo decirte nada. –Le dio un gran bocado a su hamburguesa y esperó a terminarse su bocado para seguir hablando –Los asuntos de nuestra familia son sólo nuestros.
-Aja… Y el que tu hermano te esté buscando implica que estabas en asuntos familiares ¿eh?
-¿Qué insinúas?
-Que eres un maldito mentiroso –Le sonrió con cierta satisfacción al maldecirlo –Podrás engañar a todos los que quieras, pero a mí no. Te conozco más que tu propia madre.
-No tienes mucha ventaja de eso, considerando que ella está muerta, idiota –Le sonrió burlonamente en lo que se terminaba su alimento –Ya que andas de chismoso, mejor cuéntame qué novedades hay.
-Nada fuera de lo normal. Los borrachos de siempre –Le quitó su plato causándole leve malestar a su amigo sin importarle –Ahora tu cuéntame sobre qué hiciste esta noche con esa humana de la que tanto has hablado, y de que sin lugar a dudas estuviste con ella si no le has contado nada a tu familia.
-No incentivaré tus pensamientos pervertidos sobre ello –Rio divertido del comportamiento de su amigo –Además no es lo que piensas.
-Eso significa que si estuviste con ella.
-Pero no en lo que tú piensas, Grill. –Terminó admitiendo por el bien de su comida. Aún tenía hambre y no tenía ganas de aguantar lo pesado que podía ponerse el dueño del bar –No me interesa de esa forma que imaginas, ella es una dama distinta.
-¿En qué sentido?
-En el sentido de que es extraña –Se rio después de pasarse el último bocado –Es bastante ingenua en muchos aspectos, pero en otros… es bastante astuta.
-Una mujer muy singular entonces –Grillby levantó sus platos sonriendo burlonamente –Me sorprende que se te dé por humanas, pero aún más las extrañas.
Sans ni siquiera tuvo oportunidad de replicar ante el portazo con el que se abrió la puerta principal del lugar. Ambos monstruos prestaron atención a quién osaba entrar de esa forma, pero en cuanto vieron que dos guardaespaldas se estaban poniendo a los lados y un tapete largo y rojo se desenrollaba, el esqueleto miró con disgusto al frente tras saber de quién se trataba.
El ser que menos tenía ganas de saber de su existencia.
-¡Saludos, queridos! –El robot portaba un traje negro muy elegante y caminaba con gracia dirigiéndose hacia la barra –Hoy alumbraré este lugar con mi presencia.
Ambos no dijeron nada, simplemente dejaron que se acercara con esos pasos tan ridículos y Sans optó por acomodarse de nuevo en su asiento para observar mejor a su amigo, el cual estaba desconcertado con contar con una celebridad extenuante en su establecimiento. Mettaton se sentó a lado de Sans y se dirigió hacia Grillby tronándole los dedos. Aquel gesto había sido de lo más insultante, sin embargo el hombre llama no prestó atención a eso.
-Un Starfait, que todavía es temprano –Ordenó sonrientemente.
-Enseguida… -Lo miró extrañado antes de retirarse a la cocina e ir a preparar su bebida.
Sans no era tonto, había ordenado la bebida más tardada en su preparación, y el que estuviera justamente ahí sin su acostumbrada marabunta de fanáticas indicaba que aquello lo quería realizar a discreción. Sin querer darle importancia, tomó su vaso y tomó su bebida tranquilamente, optando por ignorar al magnate.
-Vaya clima con el que amanecimos hoy ¿no crees? –Mettaton habló mirando hacia el frente, como si las copas y botellas colgadas fueran sumamente fascinantes –Pareciese que fuera a llover en cualquier momento.
-Esto es Snowdin, el sol no sale para nadie –Dijo sin más el esqueleto sin querer verlo de frente –Pésimo lugar para que vengas si lo que buscas es mi opinión.
-Tal vez, pero aun así tiene de las mejores vistas –Se recargó en la barra con suma tranquilidad –Hay mucho frío en este lugar, pero parece que aquí puede surgir la más hermosa de las flores ¿no crees?
Sans siguió tomando su bebida con calma. No iba a caer en el sucio juego que estaba intentando hacer el robot, pero si le estaba insinuando a él personalmente sobre Frisk, significaba que sabía que él había ido a su rescate. Y si el traidor tenía información así sobre su persona, podía considerarse metido en grandes problemas.
Sin embargo no se alteró en lo más mínimo al analizar todas sus posibilidades. Dejó su vaso vacío en la barra antes de continuar hablando.
-He… lo único que florece aquí son las enfermedades, amigo –Sonrió en lo que sacaba de su bolsillo uno de sus encendedores y un puro –Si lo que buscas es una flor, tendrás que ir mucho más lejos.
-Oh, sé que no hay necesidad de ir más lejos. Ya encontré esa hermosa flor, y tengo todo en mi poder para obtenerla.
Mettaton miró directamente al esqueleto en espera de una reacción negativa, pero en vez de eso notó cómo se encontraba tranquilo fumando su puro recién prendido.
-Las flores contienen sus espinas, deberías tener cuidado –Comentó Sans después de inhalar de su puro –No querrás salir lastimado.
-Es lo de menos, pienso quitárselas para volverla aún más bella. Esos imperfectos me vienen sin cuidado sabiendo que puedo solucionarlo.
-Si no puedes apreciar la flor con todas y sus espinas, entonces no deberías intentar tomarla por la fuerza.
-No habrá necesidad de fuerza –Sonrió con malicia el robot –Con la información que tengo sobre ella será suficiente para tener todo el control que quiera.
Sans cerró sus cuencas en lo que fumaba analizando la advertencia que le estaba dando. Soltó el humo casi en él antes de hablar seriamente.
-Generalmente diría un chiste para continuar con esta plática metafórica, pero dado el hecho de que acabas de amargar mi comida con tu presencia, te pediré que llegues al punto de una buena vez.
-Interesante, me habían dicho que eras más paciente con las cosas. –Se burló el robot con satisfacción de tener su atención.
-Si bueno, se dicen muchas cosas de mí –Puso el puro en sus dientes, dejando que el humo lo consumiera poco a poco –Algunas son ciertas, sin embargo.
-Lo sé, es por eso que estoy aquí –Tronó sus dedos y acto seguido uno de sus guardaespaldas le trajo una carpeta –Vengo a ofrecerte algo que nos conviene a todos. Eres un hombre de negocios después de todo ¿no?
-Esqueleto equivocado, amigo. Yo sólo me aseguro de castigar a quienes se portan mal –Sonrió pese a la amargura de su voz.
Mettaton le pasó la carpeta deslizándola en la barra con cierta satisfacción en sus gestos, sus ojos brillaban ante un triunfo no formulado que le desagradó por completo al esqueleto que tomó con cierta pereza lo que le estaba pasando. En su interior había fotografías del magnatecon Frisk en distintas situaciones durante la fiesta, en las cuales todas había posado galantemente el robot, mientras que Frisk se le veía incómoda en todo momento. Sans no pudo evitar reírse internamente de imaginarse sus reacciones ante tanta cosa exorbitante en su entorno.
-Interesante humana me he encontrado ¿no crees? –Rio ante sus palabras en son de ser amenazante –Me llamó tanto la atención que me di la tarea de investigar un poco sobre ella… y vaya que hay cosas interesantes además de su inusual comportamiento.
Pese a que el esqueleto escuchaba cada cosa que decía, él seguía cambiando las fotos con tranquilidad hasta toparse con la última, la cual era la de peor calidad dado que se notaba que había sido tomada con rapidez. Sin embargo, se podía apreciar de cierto modo en las alturas del hotel a dos figuras paradas contemplando la vista.
Sans no tuvo ni que pensarle para saber a qué quería llegar el magnate.
-Dado que tuve un… percance, en mi evento de recaudación de fondos, tuve que hacer un par de llamadas para que no se divulgara nada en cualquier medio de comunicación –Observó directamente al mafioso en espera de alguna reacción ventajosa para él, pero el esqueleto simplemente observaba las fotos con calma –Por supuesto, fue pan comido para mi lograrlo, ya que varios me pertenecen. Sin embargo, ahora me enfrento al inconveniente de que tengo al acecho a ciertos seres que le han puesto precio a mi cabeza.
Ante el mutismo del esqueleto bajo, Mettaton tomó eso como una señal de triunfo para él y prosiguió hablando.
-Debo decir que es impresionante tus habilidades, además de lo rápido que diste con ella –Se recargó bastante cerca del mafioso esta vez, con tal de verlo tan directamente que pudiera dar su mensaje con toda la claridad posible teniendo el humo de su puro casi directo en su cara –Así que tengo una propuesta para ti que sé que puedes hacer, y que además no podrás rechazar: a tu florecilla invernal no le pasará nada y ni se divulgará nada sobre que "sale con el apuesto millonario Mettaton"… si me mantienes con vida. Tengo demasiado poder sobre ella ahora.
Mettaton sonrió aún más de poder dar finalmente su mensaje, pero para su sorpresa, el esqueleto seguía tranquilo fumando mientras dejaba lentamente las fotos en su carpeta y la cerraba. Estaba haciendo sus movimientos tan lentos que extrañó demasiado al filántropo ¿Acaso se estaba pensando seriamente sus posibilidades? Debía saber de antemano que no tenía ninguna escapatoria si tenía en su poder a los medios de comunicación para divulgar lo que sea sobre la humana.
El esqueleto lanzó una gran bocanada de humo en su cara antes de hablar.
-He… ¿eso crees? –Sans se giró por completo para ver frente a frente al robot, el cual no pudo evitar sentir temor ante la mirada oscura que emitía el esqueleto pese a estar sonriendo. Puso su mano en su hombro de modo "compasivo" que no le agradó para nada –Yo creo que no…
No supo lo que estaba pasando, pero en un parpadeo había desaparecido del bar de quinta para toparse con el hecho de que estaba siendo abrazado por la fuerza del aire cuyo aroma salado que emitía pudo indicarle inmediatamente que se encontraban en el puerto de Waterfall. Al abrir completamente sus ojos, contempló con error de que el suelo estaba bastante lejos para él estando suspendido en el aire por un aura azulada. No tuvo que ver debajo de él para saber que estaba el denso mar debajo de él.
Optó por mirar al frente en busca de auxilio, pero lo único que se encontraba ahí era al esqueleto bajo sonriente parado en tierra firme a diferencia suya, fumando con calma su puro que cada vez más estaba consumiéndose. Lo siniestro en él estaba en su ojo azulado que lo contemplaba con cierta gracia en su estado.
-Para ser alguien que ha estado en dos grupos de mafias… no has aprendido nada –Se burló mientras se quitaba el puro para hablar con mayor claridad –Te has pavoneado demasiado en gran parte de la ciudad creyéndote el dueño de todo. Pero te estás metiendo en Snowdin, amigo… MI territorio.
Por un leve instante el aura desapareció en él para dejarlo caer en una fracción de segundo haciéndole gritar ante el pánico por ello. No sólo por la altura en la que estaba, sino porque su cuerpo no se prestaba para nada en un ambiente marítimo. Sin problema alguno, el esqueleto volvió a emplear poder sobre él para seguirlo reteniendo en esa postura tan amenazadora.
Mettaton por primera vez entendió lo que se rumoraba de él en su familia. "Un comediante al que nunca se le debe subestimar lo que oculta su sonrisa". En ese instante veía con miedo la curvatura de sus dientes característica que nunca desaparecía.
-No me gustan los intrusos en mi terreno, ni mucho menos que me amenacen… cosa que te aseguro que nadie ha vivido para contarlo –El viento sopló fuertemente antes de que pudiera continuar hablando –Así que si los perros fallaron en su vano intento de matarte, puedo asegurarte de que yo lo haría sin problema alguno. Así que ¿cuál es la amenaza de la que pretendes esconderte?
-P-por favor, no… -Apenas y podía hablar ante el pánico que le estaba dando la altura.
-Oh ¿ahora quieres ofrecerme otro trato? –Se burló abiertamente el esqueleto –Creo que no estás a la "altura" para hacerlo, jeje.
-T-te lo p-pido… -No había modo de agarrarse a algo que pudiera asegurarle evitar la caída fea que estaba presente debajo de él –Pi-pide lo que quieras…
-Mmmm ¿Pero que pudiera ofrecerme un miserable ser como tú? –Sans hizo el ademán de estar pensando seriamente mientras sacudía con su magia al robot para causarle mayor pánico –No creo que pudieras darme algo que me satisfaga más que tu muerte en mis manos.
-La… la chica… La florista…
Sans le dio varios giros sin aviso previo por el simple hecho de haberla mencionado. No lo mostraba en su rostro, pero internamente odiaba al robot por todo lo que le hizo pasar a la joven en tan desagradable velada. Tenía bastante grabado en su mente las palabras de Frisk al mencionar sus amenazas y la impotencia que reflejó en el temblor de sus manos. Admiraba su fuerza de no romperse frente a él y respetó su silencio al respecto, pero no pensaba pasar por alto si le hizo daño emocionalmente. Por su culpa tuvo el peligro de haber sido asesinada y había tenido que hacer actos desesperados en su rescate.
Frisk había dicho que podía perdonarle pese a todo, pero él no tenía ninguna intención de hacerlo.
Mettaton gritaba con cada giro brusco, pero era opacado por la densidad del viento marítimo presente. Cuando consideró que había sido suficiente por ahora, Sans lo enderezó y mantuvo en la posición de antes para proseguir hablando con su característica tranquilidad.
-Dices tener "poder" sobre ella, pero olvidas que la florería está en Snowdin, y por ende, quienes tenemos control sobre la florería somos la Familia Esqueleto –Indicó con calma haciendo un ademán con la mano –Eso hace a la dueña mi cliente, y por consiguiente, a ti una molestia para ella.
-No…
-No sé qué ideas querías crear para tratar de manipularme, pero está claro que no sabes negociar con la mafia, amigo. –Su sonrisa perversa se ensanchó –Así que si no quieres dormir con los peces, tendrás que decirme qué fue lo que investigaste de ella.
En el fondo, Sans realmente quería dejarlo caer ante el enfado de lo que le hizo pasar a la humana, pero si realmente el millonario la había investigado con cierta información qué sólo alguien con la capacidad de pagar por ello podía obtener, no iba a desaprovechar la oportunidad que se le estaba presentando.
Además, su muerte sería una molestia para él ante tanta farándula que generaría. Sin contar el hecho de que a Frisk no le agradaría saber que habría acabado con su vida cuando aún le había comentado que podía darle una oportunidad si se redimía.
Aquel último pensamiento le causó algo de gracia ¿Realmente estaba pensando en perdonar una vida por lo que pudiera pensar ella?
-Será mejor que hables de una vez, hojalata. Me estoy comenzando a aburrir de esto –Amenazó en lo que exhalaba el humo de su puro a punto de terminarse.
-Y-yo… ¡sólo investigué la legalidad de su propiedad! –Gritó desesperado, no le estaba gustando para nada la altura en la que estaba. –Sabía que era imposible que estuviera a su nombre.
-Continúa…
-Vi… vi que toda la propiedad está a nombre de un tal Sageor Murderer, por lo que s-supuse que ese era su apellido dado que n-no me lo quiso dar.
Sans sabía que no era el caso si en la carta que le había robado a Frisk indicaba que su apellido iniciaba con D, mas no iba a comentar eso con él. Pero aquello le causó más curiosidad de la que hubiera deseado ¿Quién era ese tipo para ella? ¿Era humano o monstruo? ¿Familiar o amigo? ¿Por qué le dejaría una propiedad?
Además no pasaba por alto de que a él tampoco le había comentado su apellido. No sólo lo hacía más sospechoso, sino que lo convertía en el principal objetivo a descubrir dadas las señales que daba su importancia al respecto. La florista mostraba a leguas ser una inexperta en la vida misma, por lo que su manera de hacer pasar desapercibido su nombre era muy torpe. Pero si aun con toda su inexperiencia y falta de trato social procuraba cuidar ese detalle, significaba que sabía el riesgo que tenía revelar su identidad completa.
-Habla más, no te guardes nada, tacaño –Sacudía su mano a ritmo de cómo sacudía al robot nervioso.
-I-investigué a ese tal señor Murderer, por supuesto… Pero no pude obtener mucho. –Admitió aterrado de lo que pudiera hacerle ante esa respuesta –Sólo encontré que la propiedad la tiene asegurada en un valor de 3 millones de dólares. Por lo que supuse que es igual de rico que yo… pero que prefiere el anonimato y paga lo suficiente para que sea así…
-A diferencia de ti que te encanta ser el centro de atención –Terminó su oración el esqueleto con amargura -¿Algo más?
-Y-yo…
-Tu expresión me indica que aun sabes algo más. Si no lo dices ahora, te soltaré de inmediato.
-¡Busqué el nombre Frisk! –Gritó desesperado ante su amenaza –Pero no importó cuánto busqué, no encontré nada. No hay nadie con ese nombre… ¡puede que ni siquiera sea su nombre!
Los humanos eran bastante cuidadosos al momento de registrar recién nacidos y dejaban muy en claro la importancia de sus papeles al momento de siquiera existir ¿Por qué Frisk no contaba con papeles? ¿Realmente tendrá otro nombre? Todo le estaba siendo muy sospechoso ahora.
-Muy bien, hojalata… Dado que has sido muy cooperativo, yo seré piadoso contigo por esta vez –Tiró lo que quedaba del puro y lo apagó de un zapatazo. –Pero quiero dejarte en claro algo muy importante.
Con una velocidad sumamente brusca, jaló con su magia al robot de la altura que lo tenía sometido a pegarlo demasiado a él aun poseyéndolo con su magia azulada. Mettaton paralizado contempló con horror demasiado cerca sus cuencas, la cual la que tenía el ojo luminosos lo observaba amenazantemente. Su sonrisa seguía permaneciendo en su rostro aun con todo, pero el aura que emanaba en el momento le daba ese gesto suyo un toque de lo más siniestro.
-Si te atreves a poner un pie de nuevo en Snowdin, si dices a quien sea información sobre la chica… o si tan sólo se te ocurre acercarte a ella de cualquier modo… Vas a pasarlo tan mal, que haré que me ruegues por tu muerte ¿Te quedó claro?
-¡Si-Si!
-Muy bien… -Sus cuencas se volvieron oscuras por completo y en el acto lo dejó caer sin atadura alguna.
Mettaton había gritado del miedo al sentir que se caía en aquel precipicio cuyo fin le esperaba la muerte, pero en vez de ello había dado con el suelo del bar escondido del barrio, lo cual con algo de nervios contempló que habían regresado en tan sólo una fracción de segundo.
Tanto el dueño del bar como los guardaespaldas, estaban posicionados de algún modo defensivo de cualquier cosa que pudiera presentarse, pero Sans había levantado la mano para calmar en la lejanía a su amigo y para indicarle al robot que había regresado de que se levantara.
-Ahora vete –Comentó el esqueleto sonriendo y con sus cuencas aun oscuras.
El magnate no se lo cuestionó dos veces y se paró tan rápido que sus guardaespaldas tuvieron que acercarse a él para ayudarle a moverse con prisa y retirarse del lugar. Una vez que se aseguró todo de que se habían ido con todas y sus pertenencias, el monstruo llama se acercó al mafioso con más calma, tomándose la starfait que había preparado.
-Grillby, requeriré de tus servicios nuevamente.
.
.
.
Un nuevo capítulo! Taraaaan! :D
Al tener menos trabajo ahora, tuve la inspiración para escribir este capítulo y dibujar cómo se ve Frisk con el vestido de fiesta, las conejas gemelas y Mettaton en este fic, pero los subiré luego ya que aun no los termino, jeje
¿Qué creen que Sans requiera de Grillby?
¿Mettaton hará caso a la amenaza?
¿Qué pensará Sans al descubrir que sus sacos han sido destruidos?
Michi fuera!
:)
