Hola hola! Mis muy queridos fanficters, extrañándolos montones, traigo esta historia loca, esperando que les agrade y se diviertan como yo escribiéndola. Saben que es un honor para mí el que estas letras sean leídas por ustedes y mucho más cuando tienen a bien comentar. Nos vemos en las notas del final! Mil besos y empecemos!

Disclaimer: Los personajes aquí descritos pertenecen a la maravillosa obra de CLAMP "Card Captor Sakura", su uso es netamente de entretenimiento y en ninguna manera su uso es comercial.

UN TURBULENTO COMIENZO

CAP 1: Un turbulento comienzo

Y ahí estaba, detestaba la impuntualidad con todas sus fuerzas, ¿por qué demonios tenían que esperar? Es sabido por todo el mundo que debes estar en el aeropuerto varias horas antes, ¿quién podía ser tan irresponsable de llegar tarde a un vuelo internacional? Maldita la hora en que había decidido quedarse unos días más, debería haber regresado con Feimei en el avión de la familia. Pero no, tenía que ser el hermano considerado y pensó que al viajar en primera clase no tendría ningún inconveniente para regresar a Japón pero su regreso se adelantó por varios días y era imperativo que se presentara en el país Nipón; no encontró tiquete en primera clase que saliera con urgencia y hacer venir al avión desde Hong Kong y esperar que estuviera listo para regresar tomaría más tiempo. La suerte jugaba en su contra, por eso se encontraba ocupando un lugar en clase Bussines, que si bien no era turista, tampoco era primera clase. Bufó con desgano, y para colmo de males, ahí estaban, a la espera de un viajero retrasado.

Entre tanto, una castaña corría a la mayor capacidad que sus piernas permitían porque no podía darse el lujo de perder ese vuelo, todo había jugado en su contra aquella mañana. El despertador no había sonado y había despertado envuelta en pánico como en la película de "mi pobre angelito", afortunadamente había dejado todo preparado desde la noche anterior (o eso había pensado) así que salió a la calle y con un sonoro silbido llamó un taxi que se detuvo en el acto frente a ella; ¡oh sorpresa! cuando revisó la documentación estando en el vehículo, se encontró con que su pasaporte no estaba; decir que estaba totalmente pálida era poco, afortunadamente el amable chofer buscó la ruta más rápida para regresar, así que ella corrió escaleras arriba del envejecido edificio buscando dicho documento; en cuando lo halló regresó corriendo al taxi pero el tiempo había pasado demasiado rápido, iba rogando a los dioses que el tráfico no fuera tan pesado y lograra llegar a tiempo.

Tal y como lo dictan las leyes de Murphy "si algo puede salir mal, saldrá mal" y así era, como podía esperarse en las calles de NY había un accidente de tránsito donde un acalorado taxista peleaba con otro conductor con el que había chocado. Sí, definitivamente la suerte no estaba de su lado, faltaba tan solo 1 hora y 30 minutos para que su avión saliera, debía pasar por todos los filtros de seguridad… ¿Qué iba a hacer?

De repente vio como las motocicletas hacían sus maniobras para esquivar el infortunado sucedo y salían avante de esa situación, así que tomó su maleta y equipaje de mano y bajó del vehículo pagando lo que el taxímetro indicaba. Se moría de vergüenza, pero sería peor perder el vuelo; tomó aire y se atravesó en la vía llamando la atención de un guapo motociclista quien se detuvo.

- $50 si me llevas al JFK

El muchacho sonrió de lado y le hizo señas para que subiera, sostuvo la maleta más grande y le alcanzó un casco.

- - Espero no te arrepientas preciosa, me gusta la velocidad – dijo a modo de advertencia

- - Más vale que te guste, tengo que estar allá en un parpadeo

- - Sujétate entonces

En una muestra de gran experticia esquivó los vehículos que estaban apostados en la vía y negar que estaba aterrada sería una gran mentira, pero era justo lo que necesitaba, ¿no?

Cuando la vía estuvo más despejada el motor rugió con fuerza y se tuvo que sostener lo mejor que pudo teniendo en cuenta el equipaje que sostenía; pero funcionó maravillosamente, en menos de 20 minutos estaba en el aeropuerto.

Bajó de la motocicleta con su cabello echo un desastre y sosteniéndose a duras penas; buscó su cartera bajo la mirada del chico que la había llevado

- - Toma, me salvaste la vida – dijo ella extendiendo el billete

- - Y si lo cambiamos por tu número telefónico?

Sakura sonrió con nerviosismo

- -Te conviene más el billete, no tengo planeado regresar en mucho tiempo

El muchacho asintió con resignación

- - No te preocupes, no me debes nada, pero si necesitas algo… Aquí está mi número – le entregó una tarjeta de presentación y se despidió con un ademán de su mano partiendo a toda velocidad.

Sakura tomó el equipaje y se dirigió deprisa al terminal correspondiente, miraba con confusión su tiquete hasta que encontró la sala y puerta correspondiente

- Última llamada a los pasajeros del vuelo A530 con destino al aeropuerto de Narita en Tokio – Japón

Ese era su vuelo, no lo había perdido y estaba bastante cerca de lograrlo.

Llegó casi que con los pulmones colapsados, sacó sus documentos para hacer el check in mientras la amable señorita revisaba en su sistema y frunció el ceño un poco

- - Señoria Kinomoto, presentamos problemas con su reservación

Sakura palideció en el acto, ¡después de tanto no podía perder ese vuelo!

- - Al parecer fue un problema al momento de hacer la reserva y su puesto se vendió dos veces.

- - Pe…pero eso no es mi culpa, por favor, tengo que viajar en este vuelo

La encargada tomó su teléfono y comentó la situación mientras solicitaba que esperaran un momento más a la última pasajera.

- - Señorita, a nombre de la aerolínea le pedimos mil disculpas por los inconvenientes, y teniendo en cuenta que el error fue nuestro nos han habilitado una silla en clase bussines, sin ningún tipo de recargo adicional, reimprimiré su tiquete y puede abordar sin problema

Los ojos de la castaña de aguaron de pura felicidad, y sinceramente tuvo deseos de dar un enorme abrazo a la encargada pero solo estrechó sus manos y le manifestó su gratitud. Así, abordó aquel vuelo temblando de pies a cabeza. Odiaba los aviones con todas sus fuerzas y no podía evitar recordar que sus padres perdieron la vida en un accidente aéreo. Respiró profundo mientras una de las sobrecargos le indicaba donde estaba su asiento.

Las sobrecargos empezaron a dar las indicaciones necesarias antes de despegar, Shaoran ajustó su cinturón de seguridad y ni siquiera se tomó la molestia de ver quien había sido el o la atolondrada que había abordado tarde el vuelo.

Solo cerró sus ojos y se relajó por fin

Sakura, por su parte, apenas si estaba recuperando el aliento; se sujetó con todas sus fuerzas de los brazos de las cómodas sillas, odiaba el despegue… Odiaba todo en realidad, si no fuera porque los motivos que la empujaban a regresar eran lo suficientemente fuertes, nunca en su vida habría abordado un avión nuevamente.

En momentos se encontraban en el aire, y la imagen de la ciudad que la había acogido por tantos años se veía más y más pequeña… Iniciaba otra etapa de su vida, esperaba que esta fuera un poco menos solitaria

Ya llevaban aproximadamente 9 horas de viaje, había logrado dormir un poco; a pesar de no ser primera clase se sentía cómodo estar allí, y mucho más con las atenciones brindadas de forma preferencial por una de las sobrecargos. Una voluptuosa rubia que más parecía sacada de un catálogo de ropa interior y eso lo estaba tentando sobremanera.

- - Se le ofrece algo más, señor Li? – preguntó la susodicha con una sonrisa traviesa

- - Mmmmm Quizá… Podría haber algo más – respondió él con picardía – pero… No creo que quieras hacerlo

- - Créame señor Li, lo que quiera que desee solo pídalo

Y no era como si le extrañara en realidad, estaba acostumbrado a tener a la mujer que quisiera rendida a sus pies, pues a pesar de su mal carácter, podía ser un verdadero galán.

- - En ese caso… Creo que voy a necesitar "asistencia" en unos 5 minutos, en el baño

La mujer sonrió nuevamente y asintió aceptando así aquella indecorosa invitación.

Pero en otra parte de la misma sección, Sakura trataba de distraerse bebiendo una copa de vino, la verdad es que ese viaje estaba resultando un poco mejor de lo que ella pensaba, pues la comodidad y las atenciones la ayudaban a distraer un poco el temor inicial de emprender aquel viaje. Pero en un momento, una pequeña sacudida del avión la hizo derramar un poco de vino sobre su camisa blanca.

- - Ay no – observó con desgano – si no la limpio ahora mismo se va a manchar.

Esperó que pasara un poco la pequeña turbulencia que habían experimentado y se levantó para ir a los baños, iba caminando sin prestar atención a otra cosa que no fuera la fea mancha que amenazaba con expandirse e ingresó a uno de los baños.

De repente sintió unos brazos fuertes y masculinos que la rodearon

- - Te estabas tardando, preciosa

Abrió los ojos invadida por el pánico, se soltó del fuerte agarré y asestó una fuerte bofetada en el rostro del hombre que se había atrevido a tocarla de esa forma

- - Pero qué demonios! – bufó Shaoran

- - Cómo… Qué quería hacerme? ¡Voy a gritar si intenta algo más!

- - A ver, desubicada. En primer lugar, estaba ocupado, ¡¿qué acaso no viste?!

- - Ahhh yo… Pues no – respondió apenada – ¡Pero aun así! ¿Sabes que lo que piensas hacer está prohibido? Además es de muy mal gusto

Shaoran bufó con ironía – Se nota que nunca lo has hecho… Y la verdad no me extraña – concluyó mirándola de arriba abajo

Sakura se sonrojó pero más por la ira que la invadió, ¿qué demonios se creía ese tipo? Y cuando estuvo a punto de gritarle sus cuatro verdades la puerta se abrió nuevamente. Era la rubia que Shaoran estaba esperando y los observó a ambos con cara de sorpresa, todo duró unos breves segundos pues ella retomó su actitud profesional y les invitó a ocupar sus lugares.

Shaoran estaba profundamente molesto, esa tonta había arruinado por completo su oportunidad de tener un poco de diversión y relajarse en ese tedioso vuelo, además que sentía la mejilla adolorida por la bofetada que le había dado.

Sakura por su parte estaba temblorosa, había tenido la situación más incómoda del mundo entero, al parecer tenía un imán para atraer problemas… O bueno, también debía reconocer que no prestaba suficiente atención a los detalles, como por ejemplo, equivocarse de baño.

- - Tonta Sakura – murmuró para sí misma, mientras contemplaba la mancha que quedó en su camisa. Ya no había nada que pudiera hacer, así que lo mejor sería hacer algo respecto a esa camisa cuando llegara a Tokio… A ver, haciendo cuentas… Llegaría al aeropuerto a eso de las 12 del día, la boda era a las 6. Sí, alcanzaría a llegar. Observó la foto con una sonrisa, todo valdría la pena al ver su rostro.

Las horas siguieron pasando hasta que por fin escucharon el anuncio del capitán del avión que estaban próximos a arribar al aeropuerto de Narita, tenían un clima despejado, "perfecto" pensó Sakura, sin duda sería un día maravilloso; tomó un espejo y el poco maquillaje que solía usar, estaba hecha un desastre y, aunque nadie la esperaba, no era excusa para tener ese aspecto. Así que organizó su cabello, maquillaje ligero y lista. Había salido de Japón hacía más de 7 años cuando ganó aquella beca para estudiar en EEUU y desde aquel entonces, no había regresado, pero por alguna razón se sentía ansiosa, era un paso muy importante y de una u otra forma sabía que su vida daría un giro total.

- - Buenas tardes señor, que alegría verlo de nuevo

Shaoran sonrió – Lo mismo digo Wei, lo mismo digo

- - Tuvo usted un buen viaje?

La sola pregunta lo hizo rememorar un poco el enojo que había sentido cuando tuvo el incómodo encuentro con la chica de ojos verdes, pero luego sonrió.

- - Un poco accidentado debo decir, pero todo bien en general

- - Desea ir a su casa o directo a la empresa

El imponente hombre observó su costosísimo reloj antes de responder a quien haría las veces de su chofer.

- - Vamos a casa Wei, creo que no tiene sentido ir a la oficina a esta hora y debo hablar con mis padres primero

- - Como usted ordene joven Shaoran

El hombre subió al lujoso vehículo y se puso cómodo ya que la casa se encontraba a las afueras de la ciudad y sabía que podía ser un poco largo el trayecto y mucho más teniendo en cuenta el tráfico a esa hora del día.

Cuando iban en una larga fila de vehículos tratando de salir del aeropuerto, Shaoran pudo detallar a cierta chica que parecía perdida entre la multitud a la espera seguramente de un taxi, podía ver en el rostro femenino la frustración y no pudo evitar sentir pena por ella.

Bufó sonoramente – ¿Por qué tengo que ser así?

- - Se encuentra bien joven Shaoran?

- - Sí, si… Es solo que… - suspiró cansado – detente un momento

Al hombre le sorprendió la solicitud pero obedeció de inmediato deteniéndose a un lado de la fila de vehículos.

- - Espera un momento, ya regreso

Wei se vio aún más sorprendido cuando vio a su amo descender del vehículo y dirigirse a la enorme fila de personas que buscaban un transporte. Shaoran se acercó con seguridad a la muchacha que dio un respingo al sentir la presencia del hombre a su lado y es que, durante su permanencia en el avión no había notado que era bastante imponente, alto y al parecer atlético, con unos ojos color ámbar bastante llamativos

- - Oye… Oye, ¿estás bien? ¿Me escuchas?

- - Ah sí… Perdón

- - Te preguntaba que si necesitas puedes ir con nosotros

Sakura casi escuchó un coro de ángeles de fondo al escuchar esta propuesta, pero de inmediato reaccionó y lo miró con desconfianza – ¿No será acaso que quieres concretar lo que iniciaste en el avión?

Shaoran la miró indignado en un primer momento, pero luego le pareció interesante divertirse a expensas de la muchacha – Ya te lo dije niña, me siento más atraído hacia ese hombre que está allá que hacía ti, aunque bueno, debo admitir que te ves mejor que en el avión. Aún así, no me interesas en lo más mínimo y si no quieres mi ayuda… - se dio la vuelta y empezó a caminar, en un momento sintió como algo, o mejor, alguien, tiraba de la manga de su saco.

- - Perdón… Si me interesa y más de lo que crees, tengo mucha urgencia por llegar

El se volteó y sonrió con suficiencia – sígueme entonces

Sakura tragó pesado y tomó tímidamente su equipaje caminando lo más rápido posible detrás del desconocido… ¡Debía estar loca! Cómo se iba a subir al vehículo de un total desconocido, uno que además se atrevió a tocarla… Se detuvo un instante y Shaoran lo notó y suspiró cansado nuevamente.

- - Me imagino lo que estás pensando y no tengo tiempo para esto, ya te dije que no me inspiras ni un mal pensamiento, así que si piensas que voy a aprovecharme de ti, sigue soñando.

Sakura suspiró… Bueno, era cierto que él no la miraba ni con un poco de gusto o atracción, se encogió de hombros y siguió su camino. Observó cuando Shaoran ingresó en un lujoso auto mientras un hombre elegante y un poco mayor sostenía la puerta. Al verla se acercó y tomó el equipaje.

- - Permítame ayudarle señorita – dijo amablemente el hombre mientras ponía el equipaje en la bodega del auto

- - Muchas gracias – respondió ella con una sonrisa tímida – Por cierto, mucho gusto, mi nombre es Kinomoto Sakura

- - Un placer conocerla señorita Kinomoto, tiene un nombre muy bonito

El hombre regresó con rapidez para abrir nuevamente la puerta del vehículo y permitirle el acceso. Cuando ingresó se encontró con un Shaoran que miraba distraídamente por la ventana. Ella trató de moverse con la mayor delicadeza posible para no importunarlo, era obvio que se trataba de un hombre importante. No debía superar los 30 años, todo lo que traía puesto se veía muy costoso.

- - Estoy a punto de pensar que la que quiere aprovecharse de mí es otra – dijo sin si quiera mirarla

Sakura se sonrojó en el acto, ese hombre tenía la habilidad de hacerla rabiar y avergonzarse al mismo tiempo.

- - Yo… Yo no

- - No te preocupes niña, estoy acostumbrado

Sakura hizo un mohín, que tipo tan increíblemente irritante y egocéntrico. Si no fuera porque en realidad necesitaba de la ayuda que le estaba ofreciendo, de buena gana se bajaba de ese vehículo y seguiría por su cuenta, pero era imperativo que pudiera llegar al hotel para preparase y estar a tiempo en el evento.

Así que, por su paz mental, se prometió guardar silencio hasta llegar a su destino. Tokio era una ciudad enorme, con ese hombre no se conocían de nada, así que con toda seguridad nunca vería su presumido rostro nunca más.

Se recostó en los asientos de piel y descansó, hasta que escuchó la voz de wei

- - Cuál es el destino de la señorita?

- - Puede dejarme cerca al centro por favor? O una estación del metro… Perdón es que hace muchos años no estaba acá y… Me confundo un poco

- - No se preocupe señorita, el Joven Shaoran estará de acuerdo en que la dejaremos en su destino, ¿no es así joven Shaoran?

El otro solo asintió y emprendieron la ruta. Sakura veía todo tan diferente, el orden de las personas en las calles, los edificios que habían construido… La nostalgia se posó en su corazón, el estar lejos de una u otra forma la había ayudado a lidiar con su soledad y la ausencia de sus padres, pero estando en Japón, le sería más fácil recordarlos. Una lágrima traicionera resbaló por su mejilla y suspiró… Luego vino otra y otra; resopló un poco hasta que vio un pañuelo extendido frente a ella, él no la miraba, solo extendía su mano hacia ella, supuso que lo hizo sentir incómodo y se reprendió por ello, no era una niñita que anduviera llorando por cualquier cosa.

- - Gracias – susurró suavemente

Él solo asintió nuevamente, no dijo nada. Fue Wei el encargado de romper el incómodo silencio de la parte de atrás del vehículo.

- - Señorita, tiene claro el lugar donde llegaremos?

- - La verdad no, solo buscaré un hotel mientras logro ubicarme mejor, por eso le decía que podía dejarme en el centro, ya me las arreglaré sola.

- - Está usted segura?

- - Claro que sí, es usted muy amable señor Wei.

El hombre le sonrió a través del retrovisor y asintió en silencio. Sakura no comprendía muy bien porqué pero ese hombre transmitía una paz increíble. Se apresuró a buscar en su teléfono algún hotel económico que le pudiera servir de hospedaje mientras se ubicaba. Al encontrarlo, brindó las indicaciones a Wei y la dejaron en la puerta del lugar.

- - Señor Li, lamento mucho si he sido descortés con usted y por… El incidente del avión, agradezco mucho su amabilidad y ayuda – respondió ella con los mejores modales que recordaba de la educación que su madre le había brindado y extendiendo el pañuelo que él le había prestado antes

Shaoran la miró con un poco de sorpresa, eso sí que distaba de la loca del avión, pero ya que sería la última vez que la vería, se daría el placer de molestarla un poco más.

- - No podrías siquiera imaginar que voy a recibirte ese pañuelo lleno de gérmenes – le dijo con una sonrisa torcida –

Una oleada de calor la invadió y juraba por Dios que de no ser por la presencia de Wei le daba otra bofetada como la del avión, el tipo era un pesado de lo peor. Pero por supuesto, conservó su dignidad y se adentró al hotel que había encontrado.

El vehículo partió en medio del tráfico

- - Una señorita muy bonita, ¿no lo cree usted? – acotó Wei

- - Bonita? Por Dios Wei, no sabía que tuvieras tan malos gustos

El hombre rio, conocía a su joven amo y al tipo de mujeres que solía frecuentar, había visto a tantas desfilar por ese vehículo y por su apartamento. Eso sí, muy diferentes a Sakura, esta muchacha tenía una inocencia que la hacía diferente, no era elegante ni estirada como las otras, tampoco era excesiva en su maquillaje o "retoques", sí, era totalmente diferente.

- - Es Kinomoto, por cierto.

- - Kinomoto… - Musitó Shaoran poniéndose pensativo – bueno, es un apellido común aquí en Japón

- -Tiene usted razón.

La conversación terminó súbitamente mientras Shaoran revisaba su agenda, tenía un compromiso en la noche el cual tendría que declinar, lamentablemente; no le agradaba en lo más mínimo quedarle mal a sus amigos, pero en esta ocasión era inevitable y había sido una exigencia de sus padres.

Sakura se observó nuevamente en el espejo, definitivamente era muy raro que se arreglara de esa manera, pero esta ocasión lo ameritaba por completo. Había hecho un semi recogido que había adornado con un hermoso broche que su madre le había regalado cuando cumplió 15 años y tenía flores de cerezo con otro tipo de piedras que le lucían muy bien.

Había usado en esta ocasión un labial rojo que lucía perfecto con el vestido negro que lucía. Dejaba de verse como una estudiante y daba paso a una mujer espectacular.

Suspiró y observó su reloj, tenía una hora todavía y el lugar no quedaba muy lejos de allí. Así que con mucha calma tomó el obsequio que traía preparado y partió rumbo al lugar donde se celebraría la recepción, llegó con suficiente tiempo para tratar de pasar desapercibida, era justo lo que buscaba.

Con la ayuda de uno de los encargados, encontró una puertecita de madera envejecida, el lugar entero era tan bohemio y hermoso, llamó a la puerta con delicadeza y escuchó como un hombre alzaba la voz desde el interior.

- Pero quien… - dijo alterado antes de quedar de piedra ante la persona que estaba frente a él – Monstruo… - dijo en un susurro y la estrechó en sus brazos con tal fuerza que por un momento sintió quedarse sin respiración, pero no importaba, nada importaba en ese momento. Se había esforzado muchísimo para acompañar a su adorado hermano en el día más especial de su vida.

- - Por qué no me dijiste? Te hubiese esperado en el aeropuerto – La abrazó de nuevo

- - Quería sorprenderte y veo que lo he logrado.

- - Por supuesto que lo lograste, 3 largos años sin verte, bueno, solo por Skype. Pero ven pasa, descansa un poco, toma algo, ¿cuándo llegaste?

- - Llegué hace un par de horas, fue una completa odisea

- - Donde te estás hospedando?

- - En un hotel en el centro

- - No Sakura, no me gusta que estés sola en un lugar así, te vienes para mi apartamento, además Kaho y yo estaremos fuera las próximas dos semanas, podrás sentirte más cómoda.

- - No quiero molestar Touya. Además… Vine a radicarme nuevamente en Japón, así que necesitaré un lugar propio

- - Con mayor razón, Sakura. Mientras encuentras un empleo y logras ubicarte, por favor acepta.

- - No hablaremos de eso ahora, ¿Kaho ya está aquí? Hace tanto que no la veo

- - Si claro, ella se encuentra en otra habitación…

- - Y… ¿Yukito? – dijo esto sonrojándose

- - Mmmmm no lo sé, debe estar cerca, hace poco estuvo acá

- - Bueno, iré a buscar a Kaho. Nos veremos en un rato hermanito

Antes de que ella saliera de la habitación, Touya la llamó nuevamente – ¿Me acompañarás en el altar? Ya sabes, a falta de nuestra madre…

- - Por supuesto que ahí estaré – le guiñó el ojo y salió de la habitación. Suspiró satisfecha, anhelaba mucho el momento de reencontrarse con su hermano, era la única familia que le quedaba, aunque sin duda tendría una nueva hermana. Kaho había sido muy cercana a ella desde que era niña

Estaba perdida en sus pensamientos mientras revisaba su teléfono cuando sintió tropezar con alguien, por inercia cerró los ojos y escuchó esa voz…

- - Sakura?

- - Yu…Yukito

- - Wow, no esperaba encontrarte y te ves… fantástica – dijo él tomándona de las mano y detallándola con atención – Ya no queda nada de la pequeña Sakura que nos acompañaba a la escuela – acotó con una sonrisa tan dulce como las que la habían enamorado siendo una niña

- - Hace un buen tiempo que no nos vemos

- - Es verdad, los horarios, las ocupaciones. Pero siempre Touya me hablaba mucho de ti, lamenté mucho no poder ir a verte

- - Estabas ocupado y lo comprendo

- - Aun así… Oye, falta como una hora para la ceremonia, ¿estarás ocupada?

- - Voy a ver a Kaho, debo entregarle algo… Pero dime donde estarás

- - En el bar, te invito una limonada

- - Ya soy una adulta Yukito, puedo lidiar con algo más fuerte

- - Si, pero luego tu hermano me golpeará por corromper a su hermanita y no queremos correr ese riesgo ¿no?

Se despidieron entre risas y Sakura continuó su camino a buscar a Kaho… Se sentía caminando entre las nubes, además que se sentía orgullosa de su aspecto, se veía más madura, ya no más la adolescente que él gentilmente había rechazado en un pasado. Además que él se veía como nunca, esos 30 años definitivamente le sentaban muy bien

Continuó en su búsqueda hasta que encontró la habitación donde estaba Kaho a la espera del gran momento. Llamó a la puerta con suavidad y cuando ingresó se encontró a la hermosa pelirroja con su vestido de novia y proyectando esa tranquilidad que siempre la había caracterizado

- - Sakura! – Dijo con emoción al ver a la castaña – Por Dios, que gran sorpresa, por qué no nos dijiste que venías, estás tan hermosa, toda una mujer

- - Gracias Kaho y tú… Eres la novia más hermosa que he visto, no podía perderme este día por nada del mundo

- - Ya viste a Touya?

- - Si, está muy feliz y nervioso, creo que nunca lo había visto así – rio suavemente

- - Gracias por venir, de verdad, nos haces muy felices

- - Vine a entregarte algo – sacó de su bolso una pequeña cajita – Esto me lo dio mi madre, lo usó papá cuando se casaron. No me preguntes qué hizo ella para conservarlo en ese estado porque nunca quiso revelar el gran secreto, lo que sí me pidió siempre es que Touya lo tuviera el día de su boda, era una de sus pertenencias más valiosas… Siempre me pareció algo extraño porque es como si presintiera que no estaría presente este día – Un par de lágrimas corrieron por las mejillas de la castaña, esa era una herida que jamás terminaría de sanar – En fin – retomó suspirando y tratando de formar una sonrisa. Que este sea un augurio de toda la felicidad que acompañará su vida.

- - Gracias Sakurita, gracias – Ambas se abrazaron

- - Bueno, todavía falta un rato, necesitas que te ayude en algo o…?

- - No te preocupes, tú encárgate de disfrutar y presumir a todos lo preciosa que estás, antes de que Touya se dé cuenta de que su hermanita es toda una mujer y te encierre por el resto de la noche.

Ambas rieron recordando la naturaleza celosa de Touya y Sakura se despidió. Ahora sí podría ir tranquila a disfrutar ese trago con Yukito

Se miró en uno de los espejos del pasillo, suspiró, retocó su labial y salió en busca del que hasta ahora, consideraba el amor de su vida. Lo encontró en el bar conversando tranquilamente con el bartender y ya había un buen grupo de invitados en el lugar que se iban acomodando en las respectivas mesas. Así que caminó de frente hacia él mientras él la observaba con una sonrisa

- - Ahora sí me concedes un rato?

- -Tenía una misión que cumplir – dijo ella acomodándose a su lado y pidiendo un cóctel suave

- -Definitivamente ya no queda nada de la pequeña Sakura, te has convertido en toda una mujer y puedo agregar, una muy hermosa

Y ahí estaba de nuevo, su loco corazón que no estaba preparado para escuchar ese tipo de halagos del hombre al que amaba desde su niñez

- - Creo que exageras

- - Oh no, créeme que no. Pero cuéntame, ¿qué tal tu vida en EEUU?

Sakura suspiró – Solitaria, satisfactoria, llena de aprendizajes

- - Cuando regresas?

- - Me voy a radicar acá definitivamente. Touya es la única familia que me queda, bueno, ahora Kaho y no quiero perder más tiempo lejos de ellos, creo que mi ciclo allí se cumplió. Ahora trataré de abrir mis alas aquí

- - Tienes mucha razón, además, nos aseguraremos de que no te vuelvas a sentir sola – dijo Yukito posando su mano sobre la de Sakura con delicadeza. Ok, ahora sí iba a morir, si no de la emoción, sería de un infarto o…

- - Señorita Kinomoto – Llamó una mujer a su lado – la ceremonia va a empezar, necesitamos que se ubique junto a su hermano.

- - Oh, por supuesto, disculpa Yukito

- - No te preocupes, tendremos mucho tiempo de ahora en adelante para conversar.

La muchacha asintió pero su corazón no dejaba de revolotear como loco, no podía dejar que su mente la llevara por caminos equivocados, ¡pero al diablo, estaba feliz!

Touya se ubicó en su lugar a la espera de su futura esposa, pero antes que iniciara todo, Sakura llamó su atención

- - Touya… Esto es para Kaho, era el anillo de mamá, ella quería que tú lo tuvieras

El hombre la miró sorprendido – Cómo… ¿De dónde lo sacaste?

- - Shhhh después te cuento

- - Eres una cajita de sorpresas monstruo

- - Ahí viene

El rostro de Touya se transformó de pura alegría al ver a su novia caminar por el pasillo y Sakura sonrió satisfecha. No habría podido perderse ese momento por nada del mundo y se sentía afortunada de estar allí. Cerró sus ojos – Mamá, papá… Sé que están con nosotros y que están igual de felices y orgullosos.

La ceremonia empezó, se desarrolló con total normalidad y Kaho no ocultó su sorpresa al ver la sortija que solía usar la señora Nadeshiko, miró a Touya quien solamente asintió con una sonrisa y la puso en su dedo observando que encajó a la perfección. El ambiente era maravilloso y tras la ceremonia se dio paso a la celebración con todos los amigos que les acompañaban.

Sakura aprovechó para reencontrarse con viejos conocidos de su pueblo natal y conversaba animadamente con una ex compañera de escuela cuando sintió una presencia tras ella y una suave voz susurrando en su oído

- - Baila señorita?

Ella se estremeció de pies a cabeza al reconocer al dueño de esa voz y volteó lentamente asintiendo. Yukito tomó su mano llevándola a la pista de baile. Sakura era torpe por naturaleza, pero el baile se le daba increíblemente bien, así que haría uso de todas sus dotes en esta área y aprovecharía el momento. El joven de anteojos puso su mano gentilmente en la espalda de ella y empezaron a moverse al rítmo de la canción.

- - Estaba queriendo hablar contigo – dijo él

Ella trató de que su voz no delatara el nerviosismo

- - Bueno, aquí estoy

- - Cuéntame de tu vida, los años han hecho maravillas contigo

Sakura rio suavemente – Gracias por el cumplido.

- - Lo digo en serio, te has convertido en una hermosa mujer, Sakura

- - Entonces muchas gracias.

- - Cuáles son tus planes aquí en Japón?

- - En primer lugar necesito conseguir un empleo con urgencia

Yukito se quedó en silencio y se notaba pensativo

- - Pues… No sé si esté dentro de tus expectativas, pero la empresa en la que trabajo está haciendo una gran convocatoria para diferentes tipos de cargos, pero creo que todos los cargos son a nivel asistencial

- - Lo dices en serio? Trabajas en una empresa muy prestigiosa

- - Así es, pero no puedo intervenir en el proceso. Aunque no creo que sea necesario

- - Si estás de acuerdo quiero postularme y pondré todo de mi parte para obtener una de esas vacantes

Yukito sonrió – Sigues teniendo la misma energía y empeño de la pequeña Sakura que conocí

- - Y por lo que veo sigues siendo el mismo chico dulce, Yukito

- - Sakura yo… Siempre quise pedirte perdón por lo sucedido años atrás

Por un momento, Sakura se transportó a sus años de adolescencia y recordó el amargo dolor que sintió cuando Yukito la rechazó al momento de declararse con el argumento de que era una niña todavía y él ya estaba en la universidad. Definitivamente pensaba que debía darse por vencida y dejar atrás ese amor de adolescencia, pero él siempre estuvo rondando su mente y a veces fantaseaba con tenerlo de frente una vez más y que él dejara de verla como una niña, extrañamente, parecía que eso estaba sucediendo en ese preciso momento.

- - Yukito, no tienes nada por lo que disculparte; en aquel entonces yo era tan solo una adolescente

- - La diferencia de edad aún existe – dijo él mirándola a los ojos y deteniendo el baile

- - Pero ya no soy una niña, Yukito – respondió ella con firmeza

- - Eso lo veo con claridad – el muchacho se acercó un poco más a ella y acarició su rostro antes de retomar su baile.

No bien terminaron con aquella pieza Touya se hizo del lado de Yukito indicándole que necesitaba hablar con su hermana, así que Sakura se fue con él.

- - Ahora sí monstruo, cuéntame todo. ¿Qué tal tu viaje? Y ¿cómo es eso que no regresarás a EEUU?

- - El viaje estuvo bien, fue toda una odisea abordar ese avión

- - Déjame adivinar – dijo él con sorna – se te hizo tarde

Las mejillas de la castaña se sonrojaron – ¡Touya!

- - El que es nunca deja de ser, monstruo

- - Si, sigues siendo un idiota, eso no cambia

El muchacho rio y siguieron con su conversación, allí ella le relató que aunque contaba con un buen trabajo, de repente se sintió embargada por una profunda soledad y eso la impulsó a regresar con la única familia que le quedaba y mucho más en un momento tan importante.

- - Oye, y ¿por qué tenías el anillo de mamá?, ella no se lo quitaba para nada

- - Cuando ellos regresaban hacia acá… Antes del accidente – Sakura se quedó callada como tratando de recapitular la historia – Touya, ¿tú conoces el motivo por el cual nuestros padres fueron a EEUU?

- - Iban a visitarte, no?

La castaña negó

- - Mamá estaba muy enferma, el motivo de su viaje es porque un médico especialista estaba dispuesto a analizar su caso

- - ¿Pero cómo es que yo no sabía nada de eso? ¿Por qué no me dijeron nada?

- - Porque querían saber cuál era la situación real y cuáles eran los pronósticos. La verdad del caso es que posterior a los exámenes que le realizaron – Sakura se detuvo un momento, a pesar de los años que habían pasado, era una herida que no dejaba de doler – Mamá no tenía mucho tiempo, así que la noche antes de su regreso a Japón, antes del accidente, ella me entregó su anillo y algunas cosas personales que quería que tuviéramos. Por eso me prometí a mí misma que estaría el día de tu boda y te lo entregaría.

Touya estaba visiblemente consternado y Sakura lo abrazó, si algo quería transmitirle la menor de los Kinomoto es que estaría a su lado.

- - Gracias por contarme todo esto, y por estar a mi lado. ¿Has pensado en qué harás? ¿Tomarás un receso?...

- - No, mañana mismo empezaré mi búsqueda de empleo, Yukito dice que en la empresa donde trabaja tienen una convocatoria abierta.

- - Sí, lo escuché comentar algo así, yo también tengo negocios con ellos pero Yuki si está allá de lleno. Si quieres puedo contactar algunas personas y…

- - No, no… No te molestes, quiero obtener el empleo por lo que soy y por lo que puedo hacer y abrirme camino

Su hermano sonrió satisfecho, la mujer que tenía al frente se había hecho a pulso. No olvidaba el día en que reunió a su familia para informarles que se iría a Norte América por medio de una beca a la que había aplicado y a pesar del temor de sus padres simplemente partió un día para abrirse camino. Ahora regresaba hecha toda una mujer, profesional en finanzas y absolutamente hermosa, ahora más que nunca debía abrir bien los ojos, no fuera que cualquier bribón quisiera aprovecharse de su hermanita.

La velada terminó de la mejor manera. Kaho y Touya emprenderían su viaje esa misma noche y ella se hospedaría en el hotel, al día siguiente ocuparía el apartamento de ambos mientras ellos regresaban de su viaje y se encargaría de cumplir sus dos objetivos principales. Conseguir un buen empleo y un lugar propio, ya estaba muy grandecita como para vivir con su hermano y cuñada.

Así que se dispuso a descansar. Ese había sido sin duda alguna un día increíblemente agitado pero se sentía muy emocionada de todo lo que su nueva vida le depararía y tenía un objetivo en mente. Conseguir uno de esos preciados puestos en industrias Li.

Ahora sí!

Hola! feliz de regresar y con este nuevo proyecto que tiene algunas similitudes con el anterior pero en el fondo es totalmente diferente. Me he reído mucho imaginando las situaciones de Sakura y las que vendrán de aquí en adelante. (Por cierto, perdón por enfermar y matar a Nadeshiko en cada fic jajaja no se por qué diantres siempre se me ocurre lo mismo... Ups)Solo espero, al igual que mis demás proyectos, llevarlo a feliz término aunque me demore un poco (que espero no suceda). Por ahora, dejar un saludo a todos los que me leen y espero que nos divirtamos mucho juntos. Un abrazo muy muy grande a mis autoras favoritas (ellas saben quienes son, no las dejo de leer jamás y me hizo supremamente feliz ver que respondieron mis mensajitos) y a mis incansables y valientes amigas de siempre: Florecita, Eli, Isa... Las quiero montones.

Bueno, no siendo más, me despido por ahora y nada... Esperando sus reviews jejejejeje

Abrazos y besos

Ale-San