Hola a todos, esta es una secuela 18, eso solo significa que hablaré de temas como sexo (entre adultos) y cosas relacionadas con este.
Si eres un lector que no gusta de leer un lemon y solo quieres saber qué pasó después de "Cuatro Años Después", tranquilo, este tema será tratado al final de la obra y realmente no te pierdes de nada de la trama.
Ya dicho esto, no poseo los derechos del anime de Pokémon ni sus personajes, solo soy una escritora amateur que es muy fan de la franquicia y no puede evitar querer escribir sobre ella :D.
¡Qué disfruten!
Recuerdos
—¡Oricorio Danza Pluma! —gritó Serena mientras daba tres volteretas sobre si misma.
Oricorio dio vueltas sobre si misma mientras emitía plumas amarillas por la electricidad.
—¡Ahora Sylveon!
Pangoro lanzó a Sylveon más alto que Oricorio, la eevelution usó Rapidez, esto generó una lluvia de estrellas fugaces que caían sobre el lugar.
Serena alzó su mano derecha mientras ella quedaba de lado al público, Pangoro con una pirueta llegó a su espalda y reflejó la posición, justo entre ambas manos se posó Sylveon mirando al frente y Oricorio coronó el grupo extendiendo las alas en el aire.
—¡Finish!
Un aplauso se escuchó no muy lejos.
—Bien hecho, es suficiente por hoy —la felicitó Palermo.
Serena y sus pokémons fueron hasta el sector de la sala de entrenamiento donde habían dejado sus cosas. Pangoro bebió de una botella y Oricorio se acicaló las plumas de las alas. Por su lado Sylveon se reunió con Delphox y Pawmo quienes la felicitaron. Tinkaton estaba durmiendo sobre su martillo.
—Tinkaton —la trató de despertar con delicadeza su entrenadora, esta abrió un ojo— ya es hora de irse.
La Pokémon se desperezó y tomando su martillo siguió a sus compañeros a la salida.
Palermo suspiró mientras veía a la Pokémon marcharse.
—¿No hay forma de convencerla de quedarse despierta?
—Siempre ha sido así, debe estar muy motivada para no quedarse dormida —trató de consolarla Serena.
Palermo volvió a suspirar.
—No soy de las que se dan por vencida fácilmente, pero le quito los ojos de encima dos segundos y ya está durmiendo, creo que debo aceptar que ella es así.
Serena se sintió mal por su mentora, había tratado de todo y aún así Tinkaton seguía quedándose dormida en las prácticas.
—Bueno, —la voz de Palermo volvió a ser la de siempre (práctica y autoritaria)— con estas Performances estoy segura de que te lograrás defender en la Gran Final de este año.
—No puedo creer que haya pasado ya un año.
—Y lo has hecho muy bien, estoy segura de que Aria olvidó más eventos que tú en su primer año.
—Sí, el haber pasado un tiempo como idol Pokémon me preparó para este tipo de cosas.
—Cuando te fuiste a Hoenn no estaba segura de si volverías, siento que todavía no saldo mi cuenta con Ariana, ¿No tendrá pensado hacer una gira por Kalos?
—No que yo sepa, aquí no hay tantos fans como en otras regiones.
Palermo puso sus dedos en el entrecejo demostrando su decepción.
—Es una pena, tendré que ver de qué otra forma saldar mi cuenta.
Serena tomó entre sus manos la mano libre de Palermo, esta la miró sorprendida.
—Tranquila, si hablas con su manager seguro que logras llegar a algo, ¿Tal vez unas vacaciones pagadas en Alola…? Tú sabes, algo pequeño, en la época baja.
—Tú solo quieres tener unas vacaciones con tu amiga.
Serena emitió una pequeña carcajada.
—No me quejaría en tener una, tú sabes lo mucho que hemos trabajado.
Palermo la miró unos segundos con los labios apretados.
—Lo voy a pensar, —una sonrisa se posó en los labios de Serena— no te hagas ilusiones, estamos a tres semanas de la Gran Final, no quiero distracciones.
—Tranquila Palermo, nada de distracciones.
—Si usted lo dice su majestad, ahora ¡Ve con tu novio! Seguro que ya preparó el almuerzo y te está esperando para comer.
La sonrisa de Serena se volvió aún más amplia.
—Tienes razón, seguro que no ha probado ni un bocado —cuando estaba por salir miró hacia atrás—. Nos vemos en tres horas.
—¡No se pongan muy melosos, te necesito concentrada!
—Cuenta con ello —Dijo Serena mientras acortaba la distancia con el elevador.
En el piso 13 se abrieron las puertas del elevador, Serena se dirigió hasta la puerta de la habitación 1304, pasó la tarjeta por el lector y esta se abrió, dentro le llegó el dulce aroma de salsa de Baya Tomato con miel. En la sala de estar se encontraba Ash contestando mensajes en su Rotom Smartphone, al oírla llegar alzó la mirada y le sonrió.
—Ya terminaste de hablar con Palermo, Sylveon y los demás están jugando a las escondidas.
—A veces me sorprende lo inteligente que es, literalmente se aprendió el piso y el número de la habitación.
—Jajajaja, tienes toda la razón, la primera vez que llamó a la puerta me sorprendió encontrar a tus pokémons al otro lado y a ti por ninguna parte.
Serena se sentó encima de Ash y puso sus brazos sobre su cuello.
—Y lo más sorprendente es que cada vez que cambiamos de hotel ella se aprende la nueva localización.
Los ojos de Ash y Serena se encontraron, haciendo que ambos empezaran a caer en un mágico transe.
—Tienes razón, ella es una Pokémon muy inteligente —dijo Ash justo antes de que sus labios inevitablemente se encontraran.
Fue un suabe beso el que compartieron, corto para el resto del mundo, pero eterno para ellos dos.
Serena se despegó y emitió una corta risa al ver la cara de embobado de Ash.
—¿Qué hay de almuerzo? Huele maravilloso aquí adentro.
Ash se aclaró la garganta para ocultar lo avergonzado que se sentía.
—Farfetch'd con salsa agridulce, como acompañamiento hice un salteado de patata, calabacín y zanahoria —dijo este.
Serena le permitió levantarse y este se dirigió a la cocina donde se puso su delantal que era azul, con una línea diagonal negra a la altura de la cadera. Bajo esta el resto del delantal era rojo; sobre el bolsillo del pecho tenía un bordado en blanco que decía "Chef Campeón". Este delantal había sido un regalo de Serena para Ash por sus seis meses de noviazgo.
—Suena como una comida de reyes, ¿Estamos celebrando algo hoy?
Ash sacó de la nevera la carne blanca de ave y la dejó al lado del quemador, en una sartén empezó a saltear aceite con ajo.
—No exactamente, estaba paseando por la ciudad cuando un chico rico de Alola me retó a un combate, decía que si me ganaba volvería a Alola y reclamaría mi título de Campeón.
Esto hizo que Serena suspirara exasperada.
—¿Otro más? ¡Guzmán lleva casi un año en el cargo! ¿Cómo es que siguen insistiendo en que vuelvas a Alola?
Ash agregó los trozos de carne blanca al sartén y estas hicieron un ruido muy característico.
—Al parecer, todavía hay gente que lo ve como el líder de una banda de gamberros…
—¡Pero si ha cambiado mucho! ¿No saben que ahora tiene un título como Etólogo Pokémon y mientras hacía eso trabajaba como voluntario en la Fundación Aether? Realmente ha trabajado mucho y se merece ser Campeón.
Serena se acercó a la mesa eligiendo un puesto.
—Lo sé, pero las primeras impresiones calan hondo. Retomando el tema, derroté a ese chico y le pedí que me acompañara a hacer las compras, le expliqué por qué creía que Guzmán era un gran Capeón y que si no estuvo en la Serie Mundial de Coronación fue porque se estaba preparando para dar el examen de ingreso a la Universidad de Alola, realmente creo que habría llegado a la clase Ultra si hubiera participado y con lo que ha mejorado ahora tendría problemas para derrotarlo.
Ash apagó el fuego y puso la salsa agridulce y ligeramente picante sobre la carne de Farfetch'd.
—Vualá —dijo presentándole el plato servido, Serena juntó sus manos y lo observó maravillada.
—Te quedó maravilloso, espera un segundo… —sacó de su bolsillo su Rotom Smartphone y sacó varias fotos al platillo— Tal vez no pueda subirla a mis redes, pero puedo mostrárselo a mis amigas —explicó antes de volver a guardarlo.
—Cuento con ello —dijo él orgulloso de la buena recepción de su platillo.
—Ahora, a comer.
En el primer bocado Serena quedó maravillada.
—Creo que el chef necesitará un premio después de esto.
Ash se puso rojo como tomate.
—Jajaja, si tú lo dices.
Al terminar de comer Ash y Serena lavaron los platos hablando de diversos temas, al terminar fueron a lavarse los dientes, Ash estaba secándose la boca cuando un beso en la mejilla le hizo perder la concentración, lo que siguió fue un largo beso en los labios tan cargado de sentimientos que Ash tuvo que apoyarse en la pared para evitar caer sobre ella.
El beso se intensificó y sintieron el sabor mentolado de la pasta de dientes, Serena le pasó los brazos alrededor del cuello mientras seguían en su propio mundo. Al final se tuvieron que despegar para tomar aire.
Ambos al verse a los ojos rieron como los bobos enamorados que eran.
—Sabes Ash, todavía tengo dos horas, ¿Qué tal si vemos una película?
Ambos se acostaron en su cama tamaño King y buscaron una película en el catálogo, encontraron una llamada "Coco" y la vieron, al terminar Ash le pasó un pañuelo a Serena para que se limpiara las lágrimas.
—No puedo creerlo, ¿A quién se le ocurrió hacer una película tan conmovedora?
—Al parecer esta película está basada en una festividad de otra región —dijo Ash leyendo en su celular.
A Serena no le gustó que su novio estuviera tan interesado en su celular por lo que se puso sobre él y lo miró con una mirada juguetona.
—Sabes, todavía queda algo más de tiempo antes de mi siguiente ensayo ¿Te gustaría retomar lo que dejamos en el baño?
Ash no lo dudó y acortó la distancia, mientras se besaban Serena disimuladamente le sacó el aparato de las manos y lo dejó sobre la mesa de velador, de ahí se centró completamente en el beso que rápidamente fue subiendo de intensidad.
Ash le mordió el labio inferior de manera juguetona y ella respondió masajeándole el cuero cabelludo de la nuca. Todo iba bien, hasta que la temperatura empezó a subir.
El joven adulto se sentía en la séptima nube, pero cuando el calor en su zona baja se hizo demasiado presente y cierto rasgo masculino empezó a alzarse, deseoso de hacer su parte, supo que debía dejarlo hasta ahí. Estaba reuniendo las fuerzas para terminar con el jugueteo cuando sonó una alarma, Serena se detuvo de golpe.
Serena vio a su novio con una mueca de decepción.
—¿Tengo que ir?
—Sí su alteza —le susurró al oído haciendo que esta riera por el cosquilleo de su oreja.
—Entonces nos vemos luego —dijo acercándose mucho a sus labios, Ash estaba por interceptar el beso cuando ella se alejó.
—¡Oyeee! —gritó decepcionado.
Serena rio mientras se alejaba.
—Vamos chicos, hora de entrenar.
Cuando se escuchó que se cerraba el pestillo Ash salió de la cama y se dirigió al baño, ahí observó el efecto físico que Serena había causado en él. Rápidamente se abrió la cremallera y empezó a autocomplacerse, no necesitaba fotografías, recordaba demasiado bien lo vivido hacía cinco minutos. Un gruñido de felicidad llegó junto a la eliminación del fluido blanco, se dio unos segundos para recuperarse antes de ponerse a limpiar.
Sí, la verdad es que el cuerpo de Ash había madurado y ciertas funciones también se habían desbloqueado. Cuando viajaba no tenía ni tiempo ni cabeza como para empezar a indagar en su sexualidad, mucho menos para masturbarse como acababa de hacer. Cada cierto tiempo se sorprendía al descubrir que había tenido un sueño húmedo y muy rara vez se le paraba a lo largo del día, es por esto que recién cuando se volvió el Campeón Mundial y tuvo tiempo para si mismo, todas estas necesidades empezaron a ser exploradas por él.
Si se lo preguntan, Ash es virgen, aunque algunas mujeres se le habían insinuado nunca había cedido, en especial porque nunca las había deseado como deseaba a Serena.
Tal vez es una forma extraña de identificar que tienes una fijación por alguien en específico cuando te empiezas a masturbar con su fotografía. Ash se sentía culpable a morir en esos primeros días al usar la fotografía de su compañera de viaje para esos fines, pero el haberla visto por televisión después de casi 3 años había gatillado en él una necesidad que nunca había experimentado.
Esos días pensaba todo el tiempo en Serena, era casi una obsesión, quería verla y sentía que su corazón se desgarraba cada vez que pensaba en el día que se despidieron. Le urgía pedirle una explicación, volver a sentir sus labios sobre los propios. Las fantasías eran una cosa, pero la certeza de que una parte de su ser nunca se desvinculó de ella lo asustaba.
Un día su madre lo vio soñando despierto y quiso encararlo.
—Ash, cariño, sé que te pasa algo, ¿Puedes compartir tus pensamientos con tu madre?
—No es nada importante —mintió levantándose de la mesa con intenciones de escapar.
—Nada de eso —lo obligó a sentarse su madre, luego se sentó frente a él y lo miró—, sé cuándo mi hijo está soñando despierto, ¿Qué es lo que te atormenta?
—…
—Ash, si no me lo dices no te podré ayudar.
—Verás, ¿Te acuerdas que una chica me acompañó por Kalos?
—¿Hablas de la niña pequeña?
—No, la otra, de mi edad, cabello color miel, ojos celestes, se cortó el cabello a la mitad del viaje.
—¡Me acuerdo! Era tan dulce, aunque tal vez un poco tímida.
—Bien, ella se llama Serena y… yo no sé por qué no me la saco de la cabeza.
—¿A qué te refieres hijo? —Dalia juntó ambas manos sobre la mesa y cambió su expresión para darle seguridad a Ash.
—La conocí en el Campamento de Verano del Profesor Oak, aunque no me acuerdo muy bien, estoy seguro de que debimos conocernos ya que ella me reconoció por televisión. Al parecer quería devolverme un pañuelo y por eso se embarcó en una aventura.
—Curioso motivo para dejar el nido —comentó Dalia que empezaba a ver las reales intenciones de la chica.
—Al encontrarnos decidimos seguir el viaje juntos, siento que fue una buena decisión ya que alegraba el ánimo del grupo cada vez que este se ensombrecía —las mejillas de Ash se empezaron a sonrojar mientras sonreía y recordaba su viaje por Kalos—. Ella siempre tenía algo positivo que decir, aunque me acuerdo que en las situaciones terroríficas decía cosas que solo empeoraban la situación—rió al recordar cómo Serena se transformaba en esos momentos—. Era muy práctica, tal vez lo suyo no eran las batallas, pero su capacidad de mediación nos salvó en más de una ocasión.
—Suena como una chica con una gran inteligencia emocional…
—¡Claro que lo era! Aún así no sabía qué quería hacer con su vida, —el chico se apoyó en su mano y le empezó a tiritar una pierna— sé que muchas de mis amigas pasaron por esa etapa, pero a mí me frustraba muchísimo verla tan perdida.
—Oh…
—¡Exacto! ¡Alguien así de genial debía tener una meta! Realmente no lo entendía. Al final un día conoció a Aria y esta la convenció de participar en un Espectáculos Pokémon… creo que ahí algo malo pasó conmigo porque cuando ella fue descalificada no podía estar más enojado —el temblor de la pierna se intensificó al igual que su expresión enojada se hizo ver—. No sabía si era buena idea dejar ver esos sentimientos, ella parecía no haberle dado mucha importancia, pero fue entonces que se dirigió al muelle y ahí la vi cortarse el cabello, esto me hizo darme cuenta de que ella era mucho más fuerte de lo que aparentaba y ya no estaba enojado.
—Lo entiendo hijo, el cortarse el cabello es un acto de liberación, al parecer algunas de mis enseñanzas lograron llegar a ti.
"Cómo no hacerlo, el día que te divorciaste con mi padre hiciste exactamente lo mismo" pensó Ash pero no lo llevó a palabras.
—Desde ese momento me volví su fan número uno. Antes le había regalado un listón azul y ella lo usaba todos los días, eso me hizo muy feliz, aunque no sé por qué. Sus performances eran cada vez mejor… ¡Ha! También un día me cuidó cuando tenía fiebre. Por algún motivo un tipo se batió a duelo con ella haciéndose pasar por mí, hasta hoy no entiendo por qué lo hizo. Es impresionante ver cuántas cosas me acuerdo de ese viaje.
—Parece que fue una buena experiencia.
—No lo cambiaría por nada —dijo con total convicción—. Bueno… en general pasaron muchas cosas y conforme nos acercábamos al final del viaje una voz en mi cabeza me decía "¿Qué tal si la invitas a tu siguiente aventura?" y eso no tenía sentido ya que no sabía que iría a Alola, al final llegó la despedida y ella hizo la cosa más inesperada de la vida.
Los ojos de Ash se volvieron brillantes mientras recordaba aquella despedida en el aeropuerto, una sensación de arrepentimiento surgió en lo más profundo de su ser.
—Si no quieres decirlo está bien hijo —lo consoló su madre tomando sus manos entre las propias.
—No, —negó con la cabeza— debo decírtelo, necesito decirlo. Ese día Serena estaba bajando por una escalera mecánica cuando dio media vuelta y me dio un beso en los labios, no dijo ni una sola palabra más, al menos no me acuerdo que dijera nada mientras se alejaba. En ese momento no sabía cómo reaccionar y realmente tampoco sé hoy cómo reaccionar al recuerdo. ¿Por qué se me calienta el rostro cuando lo recuerdo? ¿Por qué late tanto mi corazón? Han pasado tres años y no puedo olvidar ese momento.
—¿Y volviste a hablar con ella? —preguntó Dalia.
Ash negó con la cabeza.
—La vi brevemente en Hoenn un día que fui con Goh, estuve muy despistado toda la semana, tampoco lo entiendo.
Dalia suspiró poniendo dos dedos sobre su frente.
—Ash, en mi vida nunca había visto a alguien tan denso… ¡Estás enamorado por el amor a Arceus! ¡Y ella también lo estaba! ¡Se correspondían y la dejaste ir!
El cerebro de Ash se demoró un par de momentos en procesar aquellas palabras.
—¡¿Enamorado?!
Ash casi saltó por la sorpresa.
—¡Claro que sí hijo! ¡Si me hubieras hablado de esto antes te habría aconsejado! Tal vez no la habrías perdido de esa manera.
—¡Espera! ¡Espera! ¡Espera!... ¿Enamorado? ¿Yo? ¿De Serena? ¡No era una regla no escrita no enamorarse de tus compañeros de viaje!
Dalia puso una mano sobre el hombro de su hijo compadeciéndose de él.
—Hijo, así no funciona el corazón.
—Pero… ¡Aaaah! —escondió su cabeza entre las manos— nunca se me pasó por la cabeza.
—Es porque eres muy denso, hasta yo me doy cuenta de que era mutuo y nunca se te pasó por la cabeza la necesidad de ponerle nombre a lo que sentías. No debería decir esto, pero realmente me siento mal por la chica, ella estaba tan enamorada de ti y tú nunca le diste una señal para que pudiera creer que tenía una oportunidad. Al final se despidió con la muestra más grande de amor romántico —de repente las llamas de la ira surgieron a sus espaldas, y empezó a sobarle la cabeza con los nudillos— ¡Y aún así no la fuiste a buscar!
—¡Te digo que no se me ocurrió! —se excusó Ash.
—¡Y ahora asume las consecuencias, es probable que ella nunca vuelva a sentir lo mismo por ti!
Esas últimas palabras resonaron en Ash, este se dejó de intentar de liberar completamente derrotado, todo se hizo dolorosamente claro. Cómo ella lo veía, cómo buscaba pasar tiempo con él, el sermón, la preocupación, las lágrimas, todo lo que antes era confusión ahora se aclaraban con una sola palabra. "Estaba enamorada de mi" y con esta realización unas incontrolables ganas de llorar se apoderaron de él "Cómo fui tan ciego".
Ash se tapó lo ojos con la gorra que no se sacaba ni en el interior de su casa, Dalia se dio cuenta de que se había pasado.
—Ash…
Sin decir más se levantó y acortó la distancia, en silencio lo abrazó.
—Tranquilo, no todas las mujeres guardan rencor contra los amores platónicos, tal vez si hablas con ella podrán reconstruir su relación.
—No sé por dónde empezar —dijo con un hilo de voz.
Dalia sonrió, al menos la esperanza se mantenía como una constante en la vida de su hijo.
—Empieza por saber qué es el amor romántico, las películas son un buen punto de inicio.
Ash siguió escondido bajo los brazos de su madre.
—Al menos tengo un punto por el que empezar. Gracias mamá.
—No hay de qué hijo, tú sabes que estoy aquí para ti.
El silencio se extendió, eventualmente se separaron y Ash inició su investigación, una que lo llevaría a un elaborado plan para volver a enamorar a Serena y se concretaría mucho antes de lo previsto.
Ash volvió a la realidad y se apresuró a cambiarse de ropa, se había manchado un poco. Al salir del enorme armario estaba con su típica ropa de campeón, una camiseta negra de tela hidrofit, una chaqueta sin mangas azul con un patrón muy similar al usado en su viaje por Kalos, solo que con un par de líneas negras que acentuaban su figura delgada pero musculosa. Llevaba puesto unos pantalones largos de color gris oscuro de una tela muy resistente, unas zapatillas de la marca Mike. En una mano un Mega Aro y en la otra una Pulsera Z, además en su cabeza llevaba una gorra azul con visera negra y una pokéball blanca como logo. Serena lo había ayudado a elegir ese look y estaba muy orgulloso del resultado.
Ash metió a sus pokémons en sus pokéballs y Pikachu se subió a su hombro.
—¿Listo para buscar a nuevos entrenadores fuertes para vencer?
—¡Piká!
—Entonces ¡Vamos!
Y acto seguido salieron de la habitación de hotel.
¡Qué emocionante! ¡Retomar mi aventura por Kalos con Ash y Serena!
Hola a todos, soy la autora, Florencia Caballeros, también conocida como Flo. Esta es la secuela de Cuatro Años Después. Como se habrán dado cuenta retomé la historia un año después del final del fic anterior (no el epílogo) y estoy muy feliz.
Este fic tomará temas más "maduros" que el anterior, por eso está en la categoría 18 (realmente lo lamento mucho si eres un menor de edad y es tu primera vez escuchando de una masturbación, realmente espero que el aviso antes de abrir el fic los haya preparado mentalmente para encontrar algo así), no voy a poner violencia (no es el estilo de este mundo) pero sí escenas explícitas de relaciones sexuales lo cual no me enorgullece pero siento que este es el siguiente gran paso en la relación de esos dos.
Antes de que me digan cualquier cosa, Ash y Serena tienen 21 años, Serena los cumplió en Febrero, Ash en Marzo, hasta para los estándares del mundo pokémon son adultos y pueden llevar una relación de platónica a física si así lo desean, esto para que no se confundan.
Ya con esto les digo que estoy muy feliz de retomar este mundo, Cuatro Años Después tuvo dos spin-off, "Corazón Eléctrico" y "Miremos al Cielo", si no les molesta ver a pokémons enamorados de pokémons les recomiendo verlo, tienen un pequeño bonus al final sobre qué pasará muchos años después con Ash y Serena, se los recomiendo (si a alguien le gusta mis portadas también lo pueden comentar, me demoré un día en terminar cada una de ellas) :3.
Que tengan un buen día, nos vemos el próximo miércoles, esto tendrá más de un capítulo, me guardaré cuántos en total.
Se despide Flo.
26/02/2025
