Capítulo 1

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(Sistema Trax de la Galaxia Oro)

Este era un sistema condenado a la muerte debido a sus propias ambiciones, los tres planetas principales habían conducido a la muerte de la estrella roja, que era el centro de este, y le daba vida y luz a cada rincón.

Pero en vez de pensar en una solución o evacuar, se desato una guerra terrible, donde cada parte culpaba a la otra.

Mientras tanto en la casa Kruger ubicada en el planeta Alfa, el planeta más grande del sistema.

- No podemos esperar – hablaba el patriarca de la casa Minagi, que provenía del planeta Crox – Nuestras hijas tienen una posibilidad de vivir, pero solo si actuamos ya.

- Tiene razón – hablaba en esta ocasión el patriarca de la casa Yuuki, que provenía del planeta Orb – nuestras familias han sido amigas por generaciones y jamás apoyamos este conflicto, aunque cada uno de nosotros es igual que responsable por lo que esta a punto de suceder.

- La nave que construí especialmente para llevara a nuestras tres hijas esta lista – dice Kruger – la configure para un muy lejano planeta que estuve estudiando, es muy inferior a nosotros, pero estarán a salvo allí, tendrán una vida muy diferente a la nuestra – decía triste de no poder ver a su hija crecer.

Cada familia camino hasta la nave encargada de llevar a sus hijas, aun ni siquiera cumplían un año, con lagrimas las colocaron con cuidado, sabían que no contaban con tiempo, en cualquier momento todo se destruiría.

- Natsuki – decía su padre – eres el más hermoso regalo que nos dio la vida y lamento no poder estar contigo, pero este es mi regalo para ti, vive una vida feliz y cuida a tus compañeras que desde ahora en adelante serán tus hermanas – luego coloco la inscripción de su nombre y cada padre hizo lo mismo, a fin de que no importara donde estuvieran, sabrían el nombre que sus padres escogieron para ellas.

Cada padre y madre se despidió, viendo por última vez a Natsuki Kruger, Nao Yuuki, y Mikoto Minagi.

Luego activaron la nave y la vieron partir, para después perderse al entrar en la velocidad máxima que las llevaría a salvo al lejano planeta llamado Tierra.

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(Planeta tierra)

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La científica Saeko Kuga se dirigía a su hogar, este estaba bastante apartado del centro de Fuuka, sus padres le dejaron la casa junto con muchos recursos que decidió guardar, solo tenía treinta años, pero ya estaba avanzando en una gran investigación.

Ella aún recuerda la voz de su madre deseando que tuviera una familia, a veces pensaba en ello, sus padres se fueron tan temprano en ese horrible accidente. Ella deseaba formar una familia algún día, tener hijos, pero no aun, tenía mucho en lo que trabajar.

Condujo su auto a través del frondoso bosque y llego a su gran casa, apenas abrió la puerta llego Aiko a recibirla. Era la fiel ama de casa, creció bajo a su cuidado, era como su segunda madre.

- Saeko – decía – llegas tarde, sabes que no debes saltarte las comidas, ahora vamos – la conducía – es hora de cenar.

Sonriendo la siguió.

Saeko se disponía a descansar cuando una gran luz le llamo la atención, mirando por la ventana pudo ver como un gran meteorito caía, la casa tembló fuertemente ya que no debió haber caído a gran distancia.

Inmediatamente cogió su chaqueta y salió corriendo, conocía este bosque como la palma de su mano, así que con la linterna no tuvo problemas en calcular el lugar del impacto. Después de una larga caminata logro llegar al cráter donde cayó, pero lo primero que vio es que este estaba completamente alumbrado, apago la linterna para observar mejor y definitivamente eso no parecía un meteorito, la curiosidad innata por conocimiento la llevaron a bajar por el cráter y acercarse, era una gran estructura plateada, cuando toco una parte de esta sonó, por lo que ella se aparto enseguida, pero entonces esta empezó a abrirse, no podía creerlo, esto era un descubrimiento gigante, una nave del espacio.

Pero apenas se abrió escucho un llanto, y al acercarse se encontró con tres pequeñas personitas que la miraban fijamente.

- Oh por dios – exclamo Saeko.

Tres bebés estaban allí, de pronto sintió una gran ternura por ellas, se veían tan frágiles, no podía dejarlas allí, quizás vendría más gente a buscar la nave, y siendo científica sabia que muchos no serian de lo mas buenos con estos bebés, como todo en la vida, hay gente buena y mala, y ella no quería que estas bebés experimentaran lo malo de este planeta.

Decidida se volvió a acercar, una luz la escaneo de pies a cabeza y las tres capsulas que contenían a las bebés salieron flotando hasta ella, con la gran nave cerrándose después de eso, entonces cuando Saeko empezó a avanzar, las pequeñas capsulas la siguieron, decidida a sacarlas de allí, empezó a caminar rápidamente a su casa, siempre pendiente de si las capsulas aun la seguían.

Saeko se preguntaba qué estaba haciendo, era obvio que llegarían los militares y vendrían a preguntarle, pero algo la movía a querer cuidar a esas tres bebés, ella no dejaría que nada malo les sucediera.

Entrando por la puerta llamo rápidamente a Aiko, quien salió quedándose paralizada.

- No tenemos tiempo – dijo Saeko – empaca maletas para ti, yo iré por las mías, nos iremos en la camioneta.

- ¿Qué esta sucediendo? – preguntaba Aiko - ¿Quiénes son esas bebés que flotan?

- Te explico luego – respondía Saeko – ahora debemos irnos.

Sin perder el tiempo corrieron a empacar, Saeko mando un correo de renuncia a su trabajo, explicando que había aplicado a un nuevo trabajo desde hacía meses, y justo hoy había recibido una gran oferta de este mismo.

Después de dos horas, tenían a las bebés dentro del auto, donde sus capsulas se transformaron en asientos con seguros, impresionante pensó Saeko.

Condujeron por cuatro horas hasta que llegaron a Tokio, enseguida se hospedaron en un hotel, donde al fin pudo sacar a cada bebe de sus capsulas y llevarlas adentro, Aiko ayudo a alimentarlas mientras Saeko salía a comprar cosas para bebés.

Cuando volvió Aiko parecía totalmente enamorada de las tres.

- Son unas ternuritas – dijo.

Al día siguiente, Saeko se contactó con un viejo compañero apenas amaneció, él era experto en falsificar documentos y crear identidades, así que le pidió juntarse. Al subirse en la camioneta noto cierta escritura en las capsulas, entendía lo que decía, pero de pronto esta se transformo y se pudo leer claramente, "Natsuki" y en las otras dos también aparecieron. Nombres pensó Saeko, bueno al menos así no tenía que inventarlos.

Después de tener toda la documentación las cinco salieron del país, antes de que alguien pudiera siquiera asociar algo con ella. ¿Por qué hacia esto? No tenía una respuesta clara, solo que en el momento que las vio, dentro de ella supo que las cuidaría sin importar nada.

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(10 años después)

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- Mamá – decía Natsuki – Nao otra vez abrió demasiado fuerte la puerta.

- Lo siento – decía Nao – es que no entiendo esto.

- Niñas ya hablamos de esto – decía Saeko – ustedes tres son especiales, pero eso es un secreto, solo yo y Aiko podemos saberlo.

- ¿Es algo malo? – preguntaba Mikoto – siempre hemos estudiado en casa.

- Mis niñas – decía Saeko abrazándolas – no es malo, es un don, algo hermoso, nunca duden de ello – sonreía – solo deben aprender a controlarlo, tranquilas yo siempre las ayudare.

- Te amo mamá – decía Natsuki, y Saeko se emocionaba, amaba a sus tres hijas mas que a nada en el mundo, puede que hayan llegado de una manera no convencional a su vida, pero no las cambiaria por nada en el mundo.

Todas vivían en Alemania, en una ciudad no tan grande, y su casa también era apartada, Saeko trabajaba en un muy buen centro de investigación, ella estaba ahora en el área de la tecnología científica, a fin de estar lista si es que tenía que ayudar a sus hijas, gracias a esto pudo crearles diferentes accesorios que las ayudaban, había aprendido mucho de las tres, pero entre ello que solo a Natsuki nada la dañaba. Hace dos meses Natsuki estaba jugando baloncesto y salto tan alto que por un momento se preguntaron cuando bajaría, Nao podía destruir lo que fuera, tenía una fuerza impresionante, además que al parecer podía teletransportarse, pero no sabía como usarlo, Mikoto corría de una manera imposible de medir. Justo en este momento Saeko estaba creando unos anteojos para Natsuki, el otro día salió una fuerte luz de sus ojos, quemando todo lo que tocara, costo mucho que pudiera controlarlo, así que practicaron sobre como poder enfocar, ahora no solo ve a través de las cosas, sino que tira rayos láser, estos anteojos la ayudaran.

No se sabe qué otras cosas aparecerán con el tiempo, Saeko solo espera poder cuidarlas.

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(Ocho años después)

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Mientras la familia Kuga viajaba en avión de vuelta a Japón, Saeko se preguntaba si fue la decisión correcta, sabía que los militares no encontraron nada ese día, al parecer esa nave exploto, pero siempre es mejor ser precavida.

Sus hijas estaban nerviosas, habían sido aceptadas en la universidad de Tokio, era una nueva etapa en sus vidas. A partir de los doce años habían empezado a asistir a la escuela, habían entrenado para controlar todas sus habilidades a esa edad, y Saeko había creado cosas que las ayudarían en su vida diaria. Saeko habia recibido una oferta de trabajo muy buena, y ya había comprado una casa para su familia, esta vez ya no extremadamente lejos, sino en los barrios mas tranquilos y exclusivos de Tokio.

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Era el primer día de clase, las tres estaban emocionadas.

- Recuerden tener cuidado – decía Saeko – sé que ya saben controlar todas sus habilidades perfectamente y además llevan todo lo que les he creado, pero, aun así.

- Lo sabemos mamá – decía Natsuki.

A veces a Saeko le preocupaba su hija, de las tres Natsuki desarrollo una personalidad más fría y no le agradaba la interacción social, tenía un corazón de oro que la habia hecho a veces casi exponerse por ayudar a algunas personas, pero prefería estar sola, solo en casa se relajaba un poco más.

Las tres hermanas ya sabían todo lo que había pasado, como las había encontrado, estaban listas para buscar respuestas, y como siempre su madre estaría allí apoyándolas y ayudándolas en todo lo que necesitaran, para ellas solo existía una sola madre, y la amaban muchísimo, pero aun así necesitaban respuestas.

- Hay mis niñas – decía emocionada Saeko – estoy sumamente orgullosa de ustedes.

- Gracias mamá – dijo Nao.

Mikoto la abrazo.

Natsuki salió adquiriendo su personalidad seria, subió a su moto y salió rápidamente sin esperar. Sus hermanas suspiraron y se fueron en el auto que ocuparían mientras decidían si comprar otro.

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Natsuki

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Mientras conducía camino a la universidad pensaba en nuestra nueva vida acá, habíamos vivido en distintas partes, Alemania, Inglaterra y por último Francia. Pero ya era tiempo de volver al lugar donde mi madre nos habia encontrado, necesitaba respuestas.

Me frustraba no entender todo esto, de las tres yo era la más rara podría decirse, Mikoto puede correr a una velocidad impresionante además de volverse invisible, Nao tiene una fuerza tan grande que aun no sabemos que no puede levantar o romper y puede teletransportarse, pero luego estoy yo, puedo volar, tirar rayos por mis ojos además de poder ver absolutamente todo, como rayos x, puedo soplar aliento frio, tengo un super oído, que honestamente fue demasiado terrible cuando apareció, y tengo super fuerza también.

¿Por qué yo tengo tantas habilidades? Mis hermanas solo tienen dos, pero la invisibilidad y teletransportación que ellas poseen tienen limites, no pueden usarlas por mucho tiempo, además está el hecho de que entre las tres soy la única que tiene invulnerabilidad, nada me lastima.

Me siento distinta, sé que en casa ninguna me mira más raro por todo esto, sino que todas somos iguales, pero al no entenderme con los años decidí no acercarme a los demás. Primero porque me da miedo exponer mis poderes, segundo porque me gusta estar sola, es algo cómodo para mí, y tercero porque no se quién soy ni que hare con mi vida, ser seria y fría me permite alejarme, así no me preocupo de nadie más.

La universidad es enorme, la más prestigiosa del país, de seguro mis hermanas estarán felices, Mikoto siempre a sido sociable, ella quiere convertirse en medica cirujana, según ella, pensando en como no puede salvar a las personas con nuestras habilidades, al menos las salvara de esa forma. Nao seguirá el camino de nuestra madre, se convertirá en científica. Y yo me decidí por criminología, no se porque, pero algo me llama a convertirme en ello, atrapar a los malos como dice mi madre, pero esta carrera incluso va más allá de eso.

Entro a la clase sin mirar a nadie y me siento en la ultima fila al lado de la ventana.

Justo antes de que empiece la clase siento una mirada, me giro y veo a una chica castaña con unos ojos únicos, ella camina sentándose a mi lado, yo no la miro mas y vuelvo a mirar por la ventana, es una chica extraña, porque puedo sentir su mirada.

- Hola – dice de pronto.

Me vuelvo a girar.

- Hola – digo seria.

- Mi nombre es Shizuru Fujino – se presenta.

- Natsuki Kuga – digo.

- Ara, pero que lindo nombre – sonríe, que falsa sonrisa.

No digo nada mas y me dedico a ver por la ventana, no me interesa saber quien es ella, salude por cortesía, mi madre dice que debemos tener buenos modales, a mi no me importan, pero hago el intento, lo bueno es que nadie se me acerca al sentir que no terminara bien, lo gracioso es que jamás le he hecho daño a alguien, eso sería increíblemente malo, puedo ser fría y seria, pero no alguien que dañaría a otros.

Al parecer esa chica capta la indirecta y no vuelve a tratar de hablarme, pero toda la mañana siento como me mira de reojo, es incómodo.

Y así pasa una semana, las clases son interesantes, el único problema es esa chica, todas las mañanas me saluda y siempre me esta mirando, es la única que se atreve a saludarme y me está cansando, el sábado decido ser clara con ella, así que le hablare el lunes.

Pero esta noche sucede algo extraño, me despierto exaltada y observo a la capsula como la llama mamá que siempre cambia de formas. En esta ocasión es como una pantalla que marca una gran K y unas coordenadas al parecer.

La tomo en mis manos y busco las coordenadas en mi teléfono, es una montaña cerca de un pueblo llamado Fuuka, mamá es de allí. Sin pensar mucho, me visto rápidamente, abro mi ventana y salgo volando, no me demoro nada en llegar al lugar, paso por unas instalaciones en medio del bosque, quizás es donde la nave callo, pero las coordenadas son mucho más lejos, apenas aterrizo una muy gran estructura aparece frente a mí, esto se parece demasiado a una gran nave, ¿entonces no exploto? ¿solo se trasladó? Coloco mi mano en ella y enseguida empieza a flotar, se vuelve invisible una vez más y veo como sale de aquí gracias a mi visión, también salgo volando y la sigo, cuando aterrizamos en una pequeña isla deshabitada me pregunto en donde estaremos.

Lo que pasa a continuación me deja sin palabras, esta nave actúa exactamente como las capsulas que cambian de forma, se hace más y más grande, creando una especie de edificio que tiene pisos, pero subterráneos, y una fuerte luz sale disparada volviendo invisible todo en derredor.

La puerta de este gran edificio recién creado se abre ante mí y entro nerviosa.

- Bienvenida Natsuki Kruger – dice una voz – por favor coloque la llave en el panel.

Avanzo con cuidado y al llegar enfrente de una enorme especie de pantalla, sale una estructura enfrente como con tres especies de agujeros, debe ser donde debo colocar la llave, pero ¿Qué llave?

La pantalla a mi lado se transforma en un largo cilindro con una K grabada y flotando se conecta en el centro.

Un hombre aparece enfrente mío y comienza a hablar, pero no le entiendo, se ve frustrado y empieza a hablar con la especie de computadora, luego vuelve a hablar.

- La computadora de la nave ha podido hacer que me entiendas – explica.

- ¿Quién eres?

- Tu padre – responde.

¿Mi padre?

- ¿Cómo es posible? ¿Dónde estás?

- Calculando el tiempo, ya debes tener unos dieciocho años – dice – acerca de tus preguntas, yo ya no existo más hija mía, lo que ves frente a ti es algo que cree para guardar mi conciencia, podría decirse que gran parte de lo que era mi cerebro, conocimiento, y mucho más que introduje para que pudieras comunicarte conmigo, aunque ya no viva podré contestar todas tus dudas.

Mi padre está muerto.

- Necesito saber que sucedió – digo - ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí?

- Estas aquí porque junto con mis fieles amigos decidimos que teníamos que salvarlas a las tres – empieza – nuestro sistema estaba condenado, y no pasaría mucho tiempo antes de que todo colapsara haciéndonos desaparecer, eres hija de la casa Kruger, vienes del planeta Alfa que se encontraba en el Sistema Trax de la Galaxia Oro, es una galaxia que esta a una distancia que es imposible de llegar o siquiera ver para los humanos – explica – tus dos hermanas como deben serlo ahora vienen del mismo sistema pero de planetas diferentes.

- ¿Es por eso por lo que soy tan diferente?

- Sí querida hija – responde – a pesar de ser del mismo sistema, cada planeta tenia una estructura molecular diferente, la nuestra siempre fue la mas fuerte.

- Aun no se quién soy.

- Eres Natsuki Kruger – dice – y a pesar de que vienes de otro lugar, eres de la tierra ahora, este es tu hogar, la vida que has creado aquí es quién eres, alguien que lograra cosas impresionantes.

- No estoy segura de ello.

- Tranquila hija, todo vendrá a su tiempo – dice.

- ¿De verdad crees que lograre cosas impresionantes?

- Yo ya sabía que crearías habilidades aquí, era algo obvio – responde – quiero que las veas como una bendición, como algo sumamente bueno, jamás sientas lo contrario – dice – por eso mismo es que harás cosas impresionantes.

- Espero poder hacerlo.

Conversamos un poco más y luego salgo volando de regreso a casa, ya se de donde provengo, ya sé que sucedió con mis padres, solo queda decidir quien soy en este planeta, ¿alguien como mi padre cree que seré? ¿O simplemente alguien más? Al menos ya sé que este es mi hogar y siempre lo fue, con algo más de calma mental llego a casa.

Mikoto y Nao están absolutamente felices de lo que encontré, las llevo a la ubicación y cada una de ellas conversa con su padre, me gustaría traer a mamá, pero primero debo asegurarme de que este lugar no sea peligroso para ella.

El lunes llego a clases cansada, demasiadas emociones en un fin de semana, no estoy acostumbrada.

- Hola Natsuki – dice esa chica, se atrevió a llamarme por mi nombre.

- ¿Por qué me llamas por mi nombre? – pregunto seria – Nunca te he dado la confianza.

- Ara, pensé que no te importaría – responde como nada – vienes del extranjero, allí se saludan por el nombre.

¿Cómo sabe que vengo del extranjero?

- Tu hermana Mikoto me comento de donde venían – responde – ella estudia la misma carrera de mi amiga Mai.

Rayos, ¿qué sucede con esta mujer?

- Aun así, no te he dado la confianza – digo – preferiría que no me hablaras.

- Natsuki es cruel – dice – yo solo deseo ser tu amiga.

- No tengo amigas – digo seria.

- Eso es triste – dice – bueno, yo seré la primera – menciona segura.

- Estás demente.

- No me rendiré – dice tranquila – ya veras como seremos buenas amigas.

- ¿Qué rayos pasa contigo? – pregunto enojada - ¿No ves que no deseo hablar contigo?

- Pero estas hablándome justo ahora – sonríe.

- Y deja de sonreír de esa forma – digo – si al menos fueras más verdadera, no con una sonrisa totalmente falsa.

Ella me mira en shock.

- Así que simplemente déjame en paz.

El profesor entra y me giro enojada, esta mujer es desesperante. Al menos la deje callada.

Al llegar a casa voy directamente a enfrentarme con Mikoto.

- ¿Qué sucede contigo?

- ¿De que estás hablando? – pregunta.

- ¿Por qué rayos le dijiste a esa chica que veníamos del extranjero? – estoy enojada.

- No seas exagerada – responde – he estado conversando con mi compañera llamada Mai, es una muy buena persona, entonces un día vino Shizuru y entre la conversación salió que veníamos del extranjero – termina de decir como si nada, había olvidado que se llamaba Shizuru.

- Esa mujer es insoportable – exclamo tirándome al sofá.

- No es tan malo – dice – quiere conocerte, al fin alguien no huye de tu personalidad fría y desagradable con los demás.

Suspiro.

- No quiero conocerla.

- Hay Natsuki – dice – algún día tendrás que abrirte con alguien, además en tu futuro trabajo deberás compartir con otros, trabajo en equipo ¿recuerdas?, si siempre evitas a todos, no podrás hacer un buen trabajo después.

Tiene un gran punto, pero no estoy lista y esa mujer me pone los pelos de punta, definitivamente no quiero conocerla.

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Shizuru

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Me llamo Shizuru Fujino, tengo dieciocho años, vivo con mi tía Viola, y mi objetivo desde que tenía once años es poder acabar con las personas que dañan a los demás, ósea delincuentes, asesinos y otros.

¿Por qué? Simple, mis padres murieron asesinados en nuestra casa, yo habia ido a quedarme a dormir a la casa de Mai, y lo primero que supe al despertar fue que mis padres habían muerto, no recuerdo mucho de los siguientes días, creo que entre en un estado en el que no lograba asimilar lo que estaba sucediendo, oficiales y psicóloga me preguntaban cosas, pero yo no sabía que decirles, mis amados padres estaban muertos.

Teníamos una vida muy cómoda, mi padre trabajaba para la empresa Sears, era bueno en su trabajo y era un padre dedicado a su familia, siempre haciéndose el tiempo para conversar conmigo e incluso jugar juntos.

Aun recuerdo cuando tenia seis años y corríamos por la casa disfrazados de piratas, planeando que robar y atacar en esa ocasión, era el mejor, por otro lado, mi madre era de las que te consentían con las exquisitas cosas que preparaba, y era la que durante toda mi infancia me leía un cuento antes de dormir, los amaba tanto, los amo tanto, pero ya no están aquí, no fueron capaces de ver mi graduación y celebrarlo juntos.

Nunca atraparon al responsable, y siempre quedo la interrogante del porqué, siempre he querido saber quien fue, así que decidí estudiar criminología con especialidad en perfilador, deseo poder ayudar a las personas que pueden llegar sufrir lo mismo que yo, oh incluso detener a alguien antes de que cometa algún crimen más. Obviamente si encuentro al que le hizo eso a mi familia estaría agradecida de que pagara por su crimen, pero no es venganza lo que busco, sino ayudar a los demás, porque se lo que se siente.

Mi tía se hizo cargo de mi después de la muerte de mis padres, ella es mi tía favorita, no dejo que nadie más quisiera aprovecharse de la situación, así que gano mi custodia. Es una famosa reportera, ha ganado premios y es reconocida a nivel internacional, por lo que varias veces debe viajar a hacer reportajes en el extranjero, cuando recién había sucedido todo se dedico dos años solo a estar a mi lado, pero luego insistí en que volviera a hacer lo que ama, desde entonces pasa cada momento que tiene conmigo, pero es inevitable que a veces no este por un periodo de tiempo, la verdad es que jamás podría permitir que ella no siguiera su pasión.

La casa de mi familia fue vendida y todos los ahorros de mis padres pasaron a una cuenta bloqueada hasta mis dieciocho años, lo cual ha sido de gran ayuda, porque podré pagar mi carrera con ello, además compré un auto para mí, aunque mi tía insistía en que ella quería hacerlo, yo quería comprarlo como un regalo indirecto de mis padres.

Vivimos en una zona muy hermosa de la ciudad, las casas acá son algo mas exclusivas, después de todo mi tía no tiene problemas de dinero, lo mejor es que Mai junto a su familia solo viven a tres casas de distancia, ella ha sido mi soporte todos estos años, es mi mejor amiga, mi hermana y sus padres me consideran una hija más, así que siempre que mi tía andaba de viaje ellos me cuidaban.

Es el primer día de clases y estoy algo nerviosa, la verdad es que en la preparatoria salí con notas perfectas, además fui presidenta del consejo estudiantil a fin de tener puntos extra, y gracias a todo eso estoy en la mejor universidad del país junto a mi mejor amiga que entrara a estudiar medicina.

No tengo idea porque, pero las personas siempre intentan acercarse a mí, en la preparatoria tenía hasta un club de fans. Siempre maneje todo ello muy bien, la Shizuru real murió hace siete años, así que desde entonces me he escondido detrás de esta Shizuru que cree, a todos les gusta, pero es todo falso, la única que aun ve algo de la antigua Shizuru es Mai, con el tiempo me acostumbre, prefiero esto a mostrar lo que de verdad siento y soy, no deseo volver a sufrir.

Llegamos a tiempo y quedamos en juntarnos a comer, ella se despide toda enérgica, Mai es tan real, verdadera y pura, que es imposible no sentir el cariño que irradia, soy afortunada de que sea mi mejor amiga.

Camino calmadamente hasta mi clase, en el camino siento ciertas miradas y solo pongo mi sonrisa falsa, que es la única que tengo ahora.

Al entrar a la clase decido que lo mejor seria sentarme al final de la sala, mientras camino por el pasillo veo a una chica mirando por la ventana, tiene el pelo de un color azulado interesante. Decido sentarme a su lado y no puedo evitar mirarla. Al parecer noto mi mirada ya que se voltea a verme, y allí tengo enfrente a una hermosa mujer, a pesar de que usa unos lentes, estos le quedan perfectamente, incluso le dan cierto estilo único, es increíble que hasta se ve algo rebelde, toda ella grita lárgate o muere, pero se nota que detrás de ellos se encuentran unos ojos esmeraldas preciosos, como me gustaría verlos sin los lentes puestos, su rostro no se queda atrás, es de verdad muy hermosa.

- Hola – digo al fin saludándola, ya que se había vuelto a voltear.

Me contesta con un hola muy serio, así que decido presentarme, quiero saber su nombre. "Natsuki" me encanta, intento bromear con eso, pero simplemente se ve aún más seria y se voltea para ignorarme completamente, pero que mujer, me gusta su carácter, si fuera alguien de mi preparatoria jamás habría hecho algo así, no es que quiera ser pretenciosa, es simplemente que eso sucedía, por eso ahora tengo más curiosidad.

No puedo evitar mirarla durante las clases, pero ella jamás me vuelve a mirar.

A la hora de almuerzo me encuentro con Mai.

- ¿Qué tal tus clases? – pregunta – Las mías han sido geniales, conocí a esta divertida chica, es demasiado amable, me encanto desde el primer momento, definitivamente seremos amigas.

- Que bien por ti Mai, mis clases fueron tranquilas – contesto.

- Mmm… aquí hay algo más – dice.

- Esta bien – suspiro – conocí a esta chica misteriosa, jamás había visto a alguien tan hermosa, pero es tan fría y seria, me ignora totalmente y se nota que no tiene ningún interés en conocerme – explico – pero no puedo evitar querer conocerla, saber quien es, me llama demasiado la atención.

- Oh por dios – exclama – Shizuru ¿estás segura de que eres tú?

- No seas idiota.

- Es que jamás te había oído hablar así – dice – es muy interesante, quiero conocerla.

- Ni siquiera quiere hablarme, es difícil conocerla al parecer.

- Ya veremos qué hacer, además jamás te rindes.

Eso es verdad, soy Shizuru Fujino, puedo lograr lo que sea.

- Tienes razón.

Toda la semana la saludo cordialmente, pero toda la semana ella sigue ignorándome, aun más seria diría yo, Natsuki es difícil. Al menos este viernes descubrí que viene del extranjero, la nueva amiga de Mai, Mikoto, es hermana de Natsuki, pero es totalmente lo opuesto a Natsuki, en fin, ha sido de mucha utilidad saber cosas por ella.

El sábado estoy pensando en como llamar su atención, o al menos lograr que me conteste, entonces se me ocurre que podría decir, ahora solo puedo esperar que sea lunes.

Como siempre me acerco, pero esta vez la llamo por su nombre y al fin me contesta, al parecer esta molesta porque la llame de esa manera, pero se entera de que ya se de dónde viene, así que no hay nada malo en decir su nombre, nuestra conversación es totalmente loca, ella enojada y yo disfrutándola por poder al fin escucharla, insisto en que no me rendiré y seremos amigas, pero ella esta muy enojada, y esta vez yo me quedo sin palabras, ella se dio cuenta de mi fachada, mi sonrisa falsa, de verdad mi interés por conocerla es sincero, pero no puedo quitarme mi mascara.

Llego a mi casa aun sin poder descubrir como actuar ahora, no deseo darme por vencido, pero ella jamás le hablara a una Shizuru falsa, si intento ser mas real, ¿me hablara? Me duermo con su rostro enojado mirándome, y aun así se ve tan hermosa, es mas especial, sonrió feliz de que al menos me hablo, quizás si pueda dejar caer un poco mi mascara con ella, pero solo un poco.

Así que hoy la saludo como siempre, ella al menos me mira y frunce el ceño, entonces le sonrió de verdad, la única capa que me quitare por ahora, una sonrisa, logro ver como por un segundo se sorprende, pero vuelve a ignorarme, al menos me miro me digo dándome ánimos, yo lo lograre.

No se que rayos hacer grito contra mi almohada, ha pasado más de un mes y Natsuki sigue ignorándome, he hecho miles de cosas para hacerme notar, pero nada, ya hasta tengo un nuevo club de fans, pero ella nada, al menos me consuela el hecho de que ignora a todo el mundo, nadie se atreve a acercársele.

Su madre es un amor, ¿cómo lo sé? Porque Mai y Mikoto se han vuelto super amigas y ella nos ha invitado a su casa un par de veces, viven en el mismo barrio, solo unas cuadras más lejos. Saber que Natsuki vive cerca me da alegría. Pero ella jamás se aparece cuando estoy en su casa, al menos me gustaría verla un poquito.

¿Lograre acércame a ella algún día?

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Nueva historia, pero quiero aclarar que a pesar de tener los poderes y otras similitudes al super héroe que todos conocemos, será algo totalmente distinto en muchas cosas. Natsuki no tiene idea sobre quien es, y eso la confunde. Esto mismo es lo que hace que se vuelva alguien tan seria y fría. Por otro lado, esta Shizuru, ella perdió a sus padres siendo muy joven, y desde entonces se ha encerrado detrás de esa máscara que tan bien conocemos, pero entonces conoce a esta misteriosa chica que la ignora, Shizuru de verdad desea conocerla, mientras a Natsuki no le interesa conocerla ni en lo más mínimo. ¿Lograra Shizuru su objetivo de conocer a Natsuki? ¿Qué otras cosas descubrirá Natsuki sobre de quién es?

Espero que les llame la atención esta nueva historia, que será algo bastante alocada, con crímenes, investigación, amistad, romance y emociones muy locas.