XXXVII

En lo que parece un abrir y cerrar de ojos, 1980 da paso a 1981. Eleven cumple diez años. Henry vuelve a prepararle un festejo de cumpleaños: aunque aún no tiene amigos a quienes invitar, es feliz celebrando con él.

Una nueva foto se enmarca y se agrega a la repisa al lado de la de su primer cumpleaños. Cuando Eleven le pregunta por su cumpleaños, Henry tan solo niega con la cabeza.

—No me gusta festejarlo: prefiero que sea un día como cualquier otro.

Tras esa respuesta, no se lo vuelve a preguntar: no tiene intención de ir contra sus deseos.


En 1982, Eleven cumple once años. Esta vez, Henry la lleva a la playa durante un par de días.

Es hasta cómico verlo sentado en la silla plegable, bajo una sombrilla, con sus lentes de sol y un libro apoyado sobre su regazo mientras Eleven construye castillos de arena a la orilla del mar. Si bien Henry no le ofrece ayuda en esta tarea, no le quita la vista de encima.

Prueba de ello es que, cuando empieza a sentirse algo agobiada por el calor del sol, él está a su lado, botella de agua en mano.

—Ven un momento a la sombra conmigo —le pide mientras ella bebe de la botella—. No quiero que te insoles.

Eleven así lo hace.

Sentada a su lado, los dos observan en silencio la inmensidad del mar.

Ninguno de los dos habla.

No necesitan hacerlo.


En 1983, cuando Eleven tiene doce años, se anuncia la construcción de un nuevo centro comercial: aparentemente, se dará inicio a la obra a comienzos del año entrante. En un pueblito tan aburrido como Hawkins, el anuncio es todo un suceso: no pasa un solo día sin que los compañeros de colegio de Eleven mencionen las nuevas opciones de entretenimiento de las que podrán disfrutar todos juntos en el sitio.

Todos juntos, esto es, excepto la rara de la clase.

Eleven clava la vista en el pizarrón y, como todos los días, finge que está sentada a la mesa del comedor de la casa Creel, dibujando con sus nuevos lápices de colores, mientras Henry, a su lado, se enfrasca en la lectura de algún libro.

Este momento no existe, no es relevante: solo el futuro, su tarde y su noche con Henry, solo eso importa.


Es también en 1983 cuando un suceso muy particular ocurre: una mañana, cuando Eleven está preparándose para ir a la escuela, al desnudarse para tomar un baño…

… descubre una mancha roja en su ropa interior.